Tribunas

Los obispos y la “moral colectiva”

José Francisco Serrano Oceja

El historiador Vicente Cacho Viu solía utilizar en sus trabajos un concepto que ahora puede servirnos para plantear una de las cuestiones de más actualidad de los últimos días. Hablaba de la “moral colectiva”. Se refería así a los grandes sistemas de pensamiento que daban sentido a los comportamientos en una sociedad, actores principales de la cosa pública.

Asistimos en España, algo más que perplejos, a una situación política y social inédita. Un “interregno” por utilizar un término de moda procedente del pensamiento de Gramsci, para más señas.

Estamos en un tiempo en el que es urgente un análisis de la “moral colectiva” dominante, tanto de la clase política, de los actores principales, como de la sociedad y de la ciudadanía. Sus génesis, sus procedimientos, los efectos.

También nos podemos plantear en qué medida el pensamiento cristiano, la urgencia de la propuesta antropológica y social, está presente o, para ser más exactos, ausente.

Y, cómo no, también podemos preguntarnos a qué responde el silencio colegial de los obispos ante esta situación no conocida en la moderna historia democrática. Y si los criterios que determinaron que no hablaran ante las pasadas elecciones son los mismos que están haciendo ahora que no se pronuncien sobre las grandes cuestiones morales que están generando esta situación de parálisis colectiva. Circunstancia nueva en la que no hay un solo responsable y, por tanto, un solo destinatario que se pueda dar por aludido.

Para ser precisos hay que aclarar que ese silencio comienza a romperse, pero de forma individual, con escaso alcance público. En días pasados hemos oído al Presidente de la Conferencia Episcopal, en su sede de Valladolid, el cardenal Ricardo Blázquez, que ha dicho que la ausencia de diálogo y acuerdo han privado durante demasiado tiempo a la sociedad de un gobierno estable. Y ha pedido a los partidos políticos que busquen el bien común por encima de sus intereses particulares.

El arzobispo de Toledo, monseñor Rodríguez Plaza, ha afirmado, con claridad meridiana, que nuestros políticos nos han defraudado. También han hablado el arzobispo de Oviedo y el obispo de Córdoba, entre otros.

No lo olvidemos, la unión hace la fuerza.

 

José Francisco Serrano Oceja