Servicio diario - 15 de septiembre de 2016


 

El Papa en Sta. Marta: ‘María nos cuida, nos defiende y no se avergüenza de nosotros’
Posted by Redaccion on 15 September, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- En el día que la Iglesia celebra la memoria de la Virgen de los Dolores, el Santo Padre ha asegurado que en un “mundo que sufre la crisis de una gran orfandad” tenemos una Madre que nos acompaña y nos defiende.
El Evangelio del día hace referencia al Calvario, cuando todos los discípulos han huido, menos Juan y algunas mujeres. A los pies de la Cruz está María, la Madre de Jesús: todos miraban diciendo “esa es la madre de este delincuente. Esta es la madre de este subversivo”.
El Santo Padre ha observado que “María escuchaba estas cosas” y “sufría humillaciones terribles”. Y también escuchaba a los grandes, algunos sacerdotes, que ella respetaba porque eran sacerdotes. “María tenía un gran sufrimiento, pero no se fue. No renegó de su Hijo, era su carne”, ha precisado el Santo Padre.
Al respecto, el Pontífice ha recordado cuando en Buenos Aires se dirigía a las cárceles a visitar a los detenidos y veía siempre una fila de mujeres que esperaban para entrar. “Eran madres. Pero no se avergonzaban: su carne estaba allí dentro”, ha observado. Y estas mujeres –ha precisado– sufrían no solo la vergüenza de estar allí, sino también las humillaciones más feas en los controles que les hacían antes de entrar. Jesús –ha proseguido Francisco– ha prometido no dejarnos huérfanos y en la Cruz nos dona a su Madre como nuestra Madre.
Asimismo, el Santo Padre ha recordado que “nosotros cristianos tenemos una Madre, la misma de Jesús; tenemos un Padre, el mismo que Jesús. No somos huérfanos”. Y Ella –ha añadido Francisco– nos da a luz en ese momento con mucho dolor: es realmente un martirio. “Con el corazón atravesado, acepta dar a luz a todos nosotros en ese momento de dolor. Y desde ese momento Ella se convierte en nuestra Madre, desde ese momento Ella es nuestra Madre, la que cuida de nosotros y no se avergüenza de nosotros: nos defiende”.
Por otro lado, el Papa ha explicado que los místicos rusos de los primeros siglos aconsejaban refugiarse bajo el manto de la Madre de Dios en el momento de las turbulencias espirituales. “Allí no puede entrar el demonio. Porque Ella es Madre y como Madre defiende”, ha precisado.
Finalmente, el Pontífice ha indicado que “en un mundo que podemos llamar ‘huérfano’ en este mundo que sufre la crisis de una gran orfandad, quizá nuestra ayuda es decir ‘Mira a tu Madre’”. Francisco ha asegurado que “tenemos una que nos defiende, nos enseña, nos acompaña; que no se avergüenza de nuestros pecados. No se avergüenza porque ella es Madre”.
Que el Espíritu Santo –ha concluido– este amigo, este compañero de camino, este Paráclito abogado que el Señor nos ha enviado, nos haga entender este misterio tan grande de la maternidad de María.


El Santo Padre indica que ‘Dios, con sus manos, se ha comprometido con nuestra vida’
Posted by Rocío Lancho García on 15 September, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha saludado esta mañana a los participantes de la Semana Bíblica Nacional, organizada por la Asociación Bíblica Italiana. Tal y como ha indicado el Santo Padre, han reflexionado sobre el tema “Hagamos el ser humano… mujer y hombre: declinación de la popularidad hombre-mujer en las Escrituras, han profundizado algunos aspectos de las relaciones entre hombre y mujer, a partir de algunos textos bíblicos fundamentales.
Sobre este argumento –ha querido señalar– se detuvo ampliamente san Juan Pablo II en un memorable ciclo de catequesis en la primera parte de su Pontificado.
De este modo, el Santo Padre ha explicado que es esencial reflexionar sobre cómo hemos sido creados, formados a imagen y semejanza del Creador, la diferencia con las otras criaturas y con toda la creación. “Esto nos ayuda a entender la dignidad que todos tenemos, hombres y mujeres, dignidad que tiene su raíz en el mismo Creador”, ha precisado. Al respecto, Francisco ha asegurado que siempre le ha conmovido que “nuestra dignidad” sea precisamente la de ser “hijos de Dios”, y a lo largo de la Escritura tal relación se manifiesta en el hecho de que Él nos guía como un Padre hace con su hijo.
Por otro lado, el Papa ha explicado que Dios nos ha hecho de forma “artesanal”, plasmando del barro de la tierra, es decir de las manos de Dios se ha comprometido con nuestra vida. “Nos ha creado no solo con su palabra, sino también con sus manos y su aliento vital, casi para decir que todo el ser de Dios se ha implicado en el dar vida al ser humano”, ha precisado.
También existe la posibilidad –ha advertido– de que esta dignidad, concedida por Dios, pueda degradarse. Esto sucede “cuando negociamos la dignidad, cuando abrazamos la idolatría, cuando hacemos sitio en nuestro corazón a la experiencia de los ídolos”, ha indicado el Santo Padre. En esta misma línea, Francisco ha asegurado que el hombre pierde la propia dignidad cuando en su corazón las riquezas toman el lugar de Dios”.
Finalmente, el Pontífice ha asegurado que nos hará bien examinarnos para “descubrir cuando sí y cuando no contaminamos la dignidad en nuestro prójimo”.



La Santa Sede armoniza los dos Códigos de Derecho Canónico para una mejor pastoral
Posted by Sergio Mora on 15 September, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha escrito una carta apostólica en forma de Motu proprio en la cual cambia algunas normas del Código de Derecho Canónico, que permitirán mejorar el trabajo pastoral en un mundo en el que las migraciones son cada vez más frecuentes, y muchos fieles católicos de rito latino o de rito oriental necesitan asistencia espiritual en territorios que no serían cubiertos por sus ritos de origen. El documento pontificio da una serie de normas precisas ante casos concretos que se han presentado y está firmado el 31 de mayo pasado.
El Papa explica que el Código de Derecho Canónico y el Código de Derecho Canónico de las Iglesias orientales poseen normas comunes y peculiaridades propias que les dan una cierta autonomía. Entretanto hoy se vuelve necesaria una cierta concordancia, porque “las discrepancias incidirían negativamente en la praxis pastoral”. En particular, precisa que “en nuestros días en los que la movilidad de la población ha determinado la presencia de un notable número de fieles orientales en territorios latinos”.
Y precisa que “los fieles orientales tienen la obligación de observar el propio rito en donde se encuentren”, encontrándose así en dificultad en otros países en donde no los hay. La armonización normativa “es uno de los medios que favorecerá para promover el desarrollo de los venerables ritos orientales”, y así permitir a las Iglesias sui iuris, “actuar pastoralmente de la manera más eficaz”.
En Occidente, señala el Santo Padre, en donde prevalece el rito latino, es necesario encontrar un equilibrio entre la tutela del derecho de la minoría oriental y el respeto de la tradición canónica de la mayoría latina, para “evitar indebidas interferencias” y promover la “colaboración entre todas las comunidades católicas presentes en un determinado territorio”. Por ello se modifican “con sustancial convergencia” los puntos “problemáticos”.
Con el auxilio de unos treinta consultores, expertos de todo el mundo, y de las autoridades de los Ordinariatos latinos y de los orientales, la sesión plenaria del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos ha aprobado el nuevo texto, que ahora el Papa promulga.
Monseñor Juan Ignacio Arrieta, canonista de la Penitenciería Apostólica y Secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, explicó en la sala de prensa de la Santa Sede que, respecto al bautismo, la única novedad es que ahora se puede registrar el niño en el rito del progenitor católico u oriental. Y para los ortodoxos rusos, o sea no católicos, los niños pueden ser bautizados católicos por petición de sus padres, y se les dará un certificado de bautismo pero no será registrado en la parroquia.
Sobre el matrimonio, precisó que “solamente el sacerdote celebra el matrimonio entre fieles de diversos ritos, a diferencia del matrimonio católico en el que puede asistir un diácono”.
Otro punto que es copiado del código oriental, es en el caso de una pareja de ortodoxos que quieren casarse pero no tienen un obispo de su rito. En ese caso el obispo católico puede autorizar al sacerdote bendecir el matrimonio de las Iglesias Orientales si espontáneamente lo piden y si no hay otros impedimentos. El sacerdote que realiza el matrimonio con discreción avisará al obispo ortodoxo.
Finalmente, otra novedad también tomada del código oriental es que cada cambio a una Iglesia sui Iuris, tiene valor desde el momento que el fiel lo declare formalmente a las autoridades de la Iglesia de otro rito.


La Comisión mixta entre Iglesia católica y ortodoxa se reúne en Italia
Posted by Redaccion on 15 September, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa se reúne del 15 al 22 de septiembre en su XVI sesión plenaria. El encuentro tiene lugar en Italia, Chieti, acogida por la archidiócesis de Chieti-Vasto y la Conferencia Episcopal Italiana.
Los trabajos de la Comisión serán presididos por el cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y del arzobispo de Telmessos Iob (Getcha), del Patriarcado Ecuménico. Participarán también, como en otras ocasiones, dos representantes de cada una de las catorce Iglesias ortodoxas autocéfalas y otro representantes católicos.
Según indica el comunicado de prensa de la Santa Sede, la sesión plenaria tendrá como objeto el examen de un borrador de documento, titulado “Towards a common understanding of Synodality and Primacy in service to the Unity of the Church”, (Hacia una comprensión común de la sinodalidad y primacía al servicio de la unidad de la Iglesia).
La redacción de este documento comenzó durante la precedente sesión plenaria de la comisión, que tuvo lugar en Amán, Jordania, en 2014, y se completó por el Comité de coordinación de la Comisión durante la reunión que se celebró en Roma en 2015.
En Chieti, los miembros de la Comisión “están llamados a valorar si tal borrador refleja de forma adecuada el consenso actual existente sobre la delicada cuestión de la relación teológica y eclesiológica entre primado y sinodalidad en la vida de la Iglesia y si será necesario continuar profundizando la temática”, indica el comunicado.


Los representantes pontificios celebran su jubileo en Roma
Posted by Redaccion on 15 September, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, ha convocado una reunión de los representantes pontificios que se celebrará del 15 al 17 de septiembre. En el encuentro participarán 106 de los 108 en activo hoy, solo dos de ellos no asistirán por imposibilidad para viajar a Roma.
Entre los 108 representantes pontificios, explica el comunicado de prensa de la Santa Sede, 103 son nuncios apostólicos con dignidad episcopal y otros 5 son monseñores que desarrollan la misión de Observador Permanente ante Organismos internacionales.
El encuentro ha comenzado esta mañana, jueves 15 de septiembre, con la celebración de la misa presidida por el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin, en una capilla de la Basílica Vaticana. A lo largo del día se celebrarán dos conferencias. La primera, “El mundo de hoy – La Iglesia de hoy – El Papa Francisco”, la realiza el presidente del Instituto universitario Sofia, monseñor Piero Coda. La segunda, “Génesis y casos de la cultura de la ideología de género: como afrontarla” será presentada por A. Gahl, profesor de ética fundamental en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Por la noche, los participantes cenarán con el Santo Padre, en la Casina Pío IV en el Vaticano.
La mañana del viernes se dedicará a un encuentro de trabajo con los superiores de la Secretaría de Estado. Por la tarde, el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el diálogo interreligioso, dará una conferencia titulada “Diálogo interreligioso, relaciones con el Islam”. Por la tarde tendrán un encuentro con los jefes de los dicasterios de la Curia y con los embajadores acreditados ante la Santa Sede residentes en Roma.
La jornada del sábado será de carácter espiritual y han sido invitados también 40 nuncios apostólicos eméritos, aunque algunos no podrán asistir por motivos de salud o distancia. A las 7.30 concelebrarán la misa con el Santo Padre en Santa Marta y después tendrán una reflexión con monseñor Pierangelo Sequeri, presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para los estudios sobre matrimonio y familia. A continuación, los representantes pontificios pasarán la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro y después serán recibidos por el Santo Padre. El encuentro terminará con la comida en Santa Marta, acompañados también por el Pontífice.
Además en el ámbito del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, el Santo Padre ha invitado al Vaticano, el próximo 18 de noviembre, a los 163 colaboradores de las Representaciones Pontificias, para celebrar una jornada jubilar.


El embajador de Bolivia presenta sus credenciales al Santo Padre
Posted by Sergio Mora on 15 September, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El nuevo embajador de Bolivia ante la Santa Sede, Julio César Caballero Moreno, presentó hoy sus credenciales al papa Francisco. El Santo Padre y el periodista y conductor de televisión, que fue el portavoz oficial en la visita del Santo Padre a Bolivia en 2015, conversaron con cordialidad y en español en la biblioteca privada del Papa, ubicada en el Palacio Apostólico.
El nuevo embajador, de 47 años, casado y con tres hijos, es doctorado en literatura y ciencias jurídicas y sociales. Antes de salir de su país para venir a Roma señaló que presentaría al Santo Padre “la reivindicación marítima del pueblo boliviano, el derecho que tiene Bolivia de reclamar las aguas del Silala, y como tercer tema la lucha contra la pobreza”.
La embajada del Estado Plurinacional de Bolivia, se encontraba desde hace varios meses sin embajador y estaba dirigida por la encargada de negocios, Erika Silvia Farfán Mariaca.

El embajador de Bolivia obsequia una artesanía de la Sagrada Familia (Osservatore © Romano)
Al final de la audiencia, el diplomático le obsequió al Pontífice con un tríptico de la Sagrada Familia realizado por artesanos bolivianos.
El Pontífice visitó Bolivia del 8 al 10 de julio de 2015, en un viaje que incluyó también Ecuador y Paraguay. En esa ocasión, Francisco estuvo en La Paz y en Santa Cruz de la Sierra, donde participó en el II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares.
Por su parte, el presidente Evo Morales ha visitado el Vaticano en varias ocasiones. La última vez fue el pasado 15 de abril. Al día siguiente, en rueda de prensa en Roma, el mandatario boliviano criticó duramente a “algunos jerarcas” de la Iglesia en Bolivia, mostrando así una vez más la tensa relación que existe entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal.
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“El mensaje de Fátima, una solución para la apostasía silenciosa de hoy”
Posted by Redaccion on 15 September, 2016



(ZENIT – Roma).- Fátima, las apariciones y el mensaje son “una verdadera enseñanza que nos defiende de las fábulas, nos invita a enfrentar la realidad y el corazón de Dios con los ojos de la fe”.
Lo indicó el cardenal José Saraiva Martins durante la misa de clausura del 24° Congreso Mariológico Internacional que se realizó en Fátima del 6 al 11 de septiembre.
Delante de la “pérdida del sentido y de los valores, la desorientación de las conciencias –dijo el delegado papal– Nuestra Señora presenta principios no negociables que educan en una convivencia civil y cristiana: la vida, la familia, el matrimonio, la unión entre un hombre y una mujer, la caridad concreta y el respeto de la dignidad de cada persona”.
El purpurado denunció durante su homilía “la apostasía silenciosa de la fe” que está deformando “el modelo cristiano europeo”. Por lo tanto subrayó la actualidad del mensaje de Fátima, porque indica el modo en que debemos superar las difíciles circunstancias en las cuales el mundo se encuentra.
El cardenal Saraiva Martins indicó que en las apariciones de 1917 “la Virgen había profetizado las contradicciones en nuestro tiempo” y que “no fue una casualidad que se haya aparecido al inicio del siglo marcado por dos guerras desencadenadas por las ideologías materialistas y ateas”.
“La apostasía de la fe continúa aún hoy –añadió el cardenal– y está progresivamente infectando a la Europa cristiana que durante siglos ha inspirado y difundido en el mundo una cultura rica de humanidad, creativa y respetuosa”, en cambio hoy “parece que ya no está más en condiciones de hacerlo”.
“Por estos motivos y por el bien del hombre –añadió el cardenal– es necesario revertir la apostasía de la fe profundizando las apariciones de Fátima. Nuestra Señora propone la fe en Cristo crucificado y nos enseña a caminar bien en la tierra para que nuestro camino brille en el cielo”.
El delegado papal subrayó la importancia del mensaje de Nuestra Señora, como una herencia que nos ha sido comunicada por los pastorcitos para sacudir “la indiferencia del mundo”, invitándonos a “dedicarnos y comprometernos con Dios”.
Los tres niños han tenido un rol crucial, explicó el purpurado, recordando que el pastorcito Francisco “escondido le rezaba a Jesús para reparar a Dios”, mientras Jacinta “ha sufrido por los pecados y por la conversión de los pecadores” y Lucía “vivió casi cien años conservando el tesoro de gracia que la Virgen le ha dejado”.
“En Fátima –concluyó el enviado del papa Francisco– Nuestra Señora le habló a las familias sencillas y modestas, pero dignas y capaces de estar en sintonía con el prójimo. La historia nos cuenta la experiencia de los pastorcillos que conservaron una gracia inesperada y nos muestra que muy seriamente esos corazones recogieron con amor el mandato que les llegaba desde el cielo”.


Obispos argentinos y líderes sindicalistas abordan la grave situación económica del país
Posted by Redaccion on 15 September, 2016



(ZENIT – Roma).- La conducción de la Confederación General del Trabajo, CGT, y dirigentes sindicales que integran la misma se reunieron este miércoles 14 de septiembre, con monseñor José María Arancedo y monseñor Carlos Malfa, presidente y secretario de la Conferencia Episcopal Argentina respectivamente. Estuvieron presentes, entre otros, Héctor Daer, Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña, Andrés Rodríguez, José Luis Lingieri y Armando Cavalieri.
Monseñor Arancedo, informa una nota publicada en la página web de la Conferencia Episcopal Argentina, “agradeció a los dirigentes gremiales esta posibilidad de encuentro que debe favorecerse en la sociedad ya que el sindicalismo es un servicio pero a la vez un elemento central de presencia responsable en el mundo de trabajo”.
Los integrantes de la central obrera plantearon “su preocupación sobre diversos temas de la coyuntura económica y social como la creciente desocupación”, la cual está generando “un incremento no sólo de la pobreza sino también del narcotráfico”.
Comentaron –prosigue la nota– que, desde la reunificación, están llevando adelante una ronda de conversaciones con distintos sectores de la sociedad para dar a conocer la intranquilidad y gravedad de la situación.
Por otro lado, los dirigentes de la CGT expusieron también sobre sus inquietudes en torno a “medidas económicas del gobierno nacional”, “el diálogo que están manteniendo con el mismo”, “el valor de la unidad obrera” y “la cultura del trabajo”.
Por su parte, los obispos comentaron que “muchos de los temas planteados están presentes en la Doctrina Social de la Iglesia” y recordaron “la importancia del trabajo donde el hombre debe ser siempre el centro de la cuestión social”. Esto también –indica la Conferencia Episcopal– supone una antropología que supere el individualismo y se reconozca que en el otro se encuentra un hermano.
En concreto, monseñor Arancedo instó “a agotar todas las instancias de diálogo antes de adoptar medidas de fuerza extrema como una huelga general, que es también un derecho”. En este sentido les expresó que “si bien no corresponde que la Iglesia convoque al diálogo ofrece sus espacios para el encuentro”.
Finalmente, los obispos entregaron a los dirigentes gremiales un ejemplar del Documento “El Bicentenario. Tiempo para el encuentro fraterno de los argentinos” que contiene un análisis y prospectiva para Argentina.


Oremos por los que nos gobiernan
Posted by Redaccion on 15 September, 2016



El obispo de Córdoba, en la carta pastoral de esta semana, pide oraciones para que los representantes políticos lleguen a acuerdos y pueda haber un gobierno estable que afronte los problemas de cada día en nuestro país y los grandes problemas en el concierto de las naciones.
Publicamos a continuación la carta pastoral del obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández.
En la Palabra de Dios de este domingo, san Pablo ruega a Timoteo que “hagáis oraciones, plegarias y súplicas… por los reyes y por todos los que nos gobiernan” (1Tm 2,1-2). En la oración de la Iglesia, aparece continuamente esta petición “por los que nos gobiernan”, sean del signo que sean. En las peticiones de la Misa, en la gran oración de intercesión del Viernes Santo, en toda ocasión: oremos por los que nos gobiernan. La Iglesia nos invita a orar por los que nos gobiernan, no en virtud de nuestra coincidencia con ellos, sino en virtud de que los constituidos en autoridad tienen la preciosa tarea de servir el bien común, el interés general, y para ello necesitan la virtud de la prudencia. Esa virtud viene de lo alto, y por eso hemos de pedirla a Dios insistentemente para ellos.
“Para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, en paz” (ibid.). Ese es el objetivo de los que gobiernan: que vivamos en paz. “La paz no es la mera ausencia de la guerra, ni se reduce al solo equilibrio de las fuerzas adversarias, ni surge de una hegemonía despótica, sino con toda exactitud y propiedad se llama «obra de la justicia»”, dice el Vaticano II (GS 78). Si no hay justicia, no puede haber paz. Pero además de la justicia, la paz es un don de Dios y el fruto del trabajo del hombre, particularmente de los que rigen los destinos de los pueblos He aquí un bien precioso, la paz, que no está al alcance de todos en todas las partes de la tierra. Cada día nos sorprenden noticias de guerras, conflictos, enfrentamientos, atropello de derechos humanos, injusticias horribles.
La situación política que estamos viviendo en España es preocupante, nos afecta a todos los ciudadanos, también a los cristianos (que somos la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles). Tenemos que orar por los representantes de nuestro pueblo, para que, dejando a un lado sus intereses egoístas, busquen de verdad (no sólo de palabra) el interés general de España. Lleguen a acuerdos y pueda haber un gobierno estable que afronte los problemas de cada día en nuestro país y los grandes problemas en el concierto de las naciones. ¿Confiamos que la oración puede alcanzar lo que nuestros consensos humanos son incapaces de lograr? La Palabra de Dios nos exhorta a que oremos por los que nos gobiernan para que llevemos una vida en paz.
El Papa Francisco convoca a todos los católicos a que nos unamos a su oración por la paz en el mundo. Particularmente en la Jornada de Asís del 20 septiembre, a la que se unen también ortodoxos, protestantes, judíos, musulmanes y otros líderes religiosos. Quiere el Papa que todos, desde nuestras parroquias e instituciones católicas, unamos nuestra oración a la suya y a la de los líderes religiosos que confluyen en Asís. Puede ser la Santa Misa, o un tiempo de adoración, o el rezo del Rosario u otro acto piadoso. Oremos con confianza por la paz del mundo, que tanto necesitamos.
Es especial intención del Papa Francisco mostrar al mundo entero que la religión no es causante de la guerra, sino factor de paz. Por eso ha titulado la Jornada “Sed de paz. Religiones y culturas en diálogo”. Que no se puede matar en nombre de Dios, que no se pueden invocar razones religiosas para atropellar los derechos humanos. Que la religión en todo momento debe ser un factor de paz y de convivencia, de respeto y de tolerancia. Y nunca más causa de guerra.
El cuarto mandamiento de la ley de Dios nos enseña a respetar a nuestras autoridades, a cualquier nivel. Autoridad es la capacidad de hacer crecer una ciudad, un pueblo, a cada persona. La autoridad y su ejercicio supone actitud de servicio, entrega, “caridad política” incluso. Los católicos no deben temer hacerse presentes en la vida pública, en las instituciones educativas y familiares, en los sindicatos y en las empresas. El servicio unido a la autoridad es para el crecimiento de los demás.
Pidamos a Dios por los que nos gobiernan para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, no sólo a nivel de nuestro entorno, sino a nivel mundial, porque se cumpla toda justicia.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba


Artesanos de la paz
Posted by Felipe Arizmendi Esquivel on 15 September, 2016



VER
Concluimos en Monterrey un taller para obispos, con apoyo del CELAM, en que nos compartieron experiencias de cómo proceder en casos de conflictos, para animarnos a ayudar a construir la paz en diversos ambientes. Estuvieron obispos, sacerdotes y expertos de altísimo nivel, sobre todo de Colombia, que participaron activamente en los diálogos de paz que se realizaron en Cuba entre representantes de las FARC y el gobierno colombiano.
Un momento definitivo para que los levantados en armas aceptaran que ese camino no es viable, fue escuchar a las víctimas de la guerra, que les echaron en cara sus barbaridades, pero también les ofrecieron el perdón. Colombia, en un plebiscito que se hará el 2 de octubre, decidirá si acepta esos acuerdos de La Habana, o todo se viene abajo y habría que empezar de cero. Esperamos que la guerra no sea de nuevo la alternativa. La Iglesia colombiana está empeñada en hacer cuanto sea posible para consolidar la paz y ayudar en la reconstrucción del país, en justicia y paz, en solidaridad y equidad. Esa es nuestra misión.
Con frecuencia, se nos pide a obispos, sacerdotes y religiosas mediar para resolver problemas que hay en las familias, en las comunidades, entre grupos y organizaciones. A veces son problemas conyugales y familiares; otras veces, son pleitos por la tierra, inconformidades postelectorales, violaciones de derechos, bloqueos carreteros, cuestiones laborales y sindicales, etc.
Lo más cómodo es decir: a mí eso no me importa, no es mi competencia, allá ustedes, hagan lo que quieran… Pero eso es dejar a las personas solas, indefensas, expuestas a la muerte y a la represión. Por ello, asumimos el servicio de colaborar en la búsqueda de mecanismos para encontrar lo que es justo, posible y conveniente. Lo ideal es que las partes lleguen a acuerdos consensuados, y que se den la mano en señal de perdón. Es lo más difícil. Aceptan un acuerdo, pero su corazón queda resentido, con odio y deseos de venganza. Allí es donde más entra nuestro servicio de pacificadores, con la fuerza del Evangelio.
PENSAR
El Papa Francisco dijo recientemente: “En este mundo en guerra se necesita fraternidad, se necesita cercanía, se necesita diálogo, se necesita amistad. Y esta es la señal de la esperanza: cuando hay fraternidad… Este mundo está enfermo de crueldad, de dolor, de guerra, de odio, de tristeza. Y por eso siempre os pido la oración: Que el Señor nos dé la paz” (3-VIII-2016).
“La vía maestra es ciertamente la del perdón. Es difícil perdonar. Cuánto nos cuesta perdonar a los demás. Pensémoslo un momento. ¡Qué gran regalo nos ha hecho el Señor enseñándonos a perdonar, para experimentar en carne propia la misericordia del Padre! ¿Por qué debemos perdonar a una persona que nos ha hecho mal? Porque nosotros somos los primeros que hemos sido perdonados. Como Dios nos ha perdonado, así también nosotros debemos perdonar a quien nos hace mal. Limitarnos a lo justo no nos mostraría como discípulos de Cristo, que han obtenido misericordia a los pies de la Cruz sólo en virtud del amor del Hijo de Dios. La vía del perdón puede renovar verdaderamente la Iglesia y el mundo. Ofrecer el testimonio de la misericordia en el mundo de hoy es una tarea que ninguno de nosotros puede rehuir. El mundo necesita el perdón; demasiadas personas viven encerradas en el rencor e incuban el odio, porque, incapaces de perdonar, arruinan su propia vida y la de los demás, en lugar de encontrar la alegría de la serenidad y de la paz” (4-VIII-2016).
ACTUAR
Todos podemos hacer algo por la paz. Quizá no podamos lograr triunfos espectaculares como detener una guerra, pero sí podemos ayudar con pequeñas y ocultas acciones, como artesanos, a reconstruir la armonía y el perdón entre esposos, entre padres e hijos, entre vecinos. Podemos escuchar con paciencia y comprensión a personas y grupos que sufren y luchan por diversos motivos, enfrentados a sus contrarios, para ayudarles a encontrar una luz de esperanza, consolarles en sus penas, acompañarles en su dolor, ofrecerles la fortaleza de Dios, y exhortarles a ser capaces de perdonar desde el corazón. Pareciera imposible, mas no lo es para quien ora e intercede ante el Señor.


San Juan Macías – 16 de septiembre
Posted by Isabel Orellana Vilches on 15 September, 2016



(ZENIT – Madrid).- Nació en Ribera del Fresno, Badajoz, España, el 2 de marzo de 1585. Huérfano de padre y madre a los 4 años, se crió junto a unos tíos. Ella ya le había legado su mejor patrimonio enseñándole a rezar las primeras oraciones. Pasó la infancia cuidando el rebaño de un rico hacendado, dejándose arrebatar por la belleza del entorno en el que percibía la presencia de Dios. Los olivos daban cobijo a sus ardientes plegarias elevadas a la Virgen mientras desgranaba las cuentas del rosario. América era una voz que llamaba no solo a los intrépidos conquistadores extremeños, sino también a los misioneros. Y Juan sentía correr por sus venas esa vocación. Uno de esos días en los que trabajaba como pastor, un niño que decía llamarse Juan Evangelista había sembrado este afán en su corazón, diciéndole: «Téngote que llevar a unas tierras muy remotas y lejanas», y desde ese instante se dispuso interiormente a cumplir la voluntad divina. A los 20 años evocando este hecho singular, aunque ignoraba el alcance sobrenatural de esta visita, dejó a sus parientes.
Durante diecinueve años trabajó como agricultor en distintos puntos del Sur de España. Era un emigrante que buscaba serenamente ese lugar que Dios había destinado para él, mientras seguía rezando el Santo Rosario y dando testimonio a todos con su humildad, sencillez, generosidad y alegría; repartía entre los pobres casi todas las ganancias. Juan Evangelista continuaba siendo su ángel de la guarda particular y en Sevilla le rescató de ciertos peligros en los que pudo haber quedado atrapado debido a su ingenuidad. Partió a Jerez de la Frontera y trabó contacto con los dominicos quienes le invitaron a unirse a la comunidad. Pero él, que tenía singulares experiencias místicas, con toda rotundidad decía: «No está de Dios que yo lo sea aquí». En esta ciudad gaditana, en la que ya había dejado la huella de su caridad, entró al servicio de un adinerado marinero, y en 1619 desde Sanlúcar se embarcó con él al Nuevo Mundo.
Al llegar a Cartagena de Indias el armador le dio su salario, pero le abandonó a su suerte. Juan era un iletrado, y dado que no sabía ni leer ni escribir, ya no le servía para los negocios. Al verse desamparado, oró ante una imagen de María en la Iglesia de los dominicos. Y al día siguiente, después de haber constatado por sí mismo el trato ignominioso que recibían los esclavos y de sentir indecible compasión por ellos, buscó trabajo en el puerto. Después, viajó por Perú, pasando por Pasto y Quito, hasta que llegó a Lima en 1620, tras un viaje efectuado a pie y en mula de varios meses de duración. Le sostuvo la Eucaristía y el rezo diario del rosario. Lo primero que hizo fue buscar a los dominicos. Fray Martín de Porres le franqueó la entrada. Era el primer encuentro de dos santos que siguieron caminos casi paralelos. Durante un tiempo, Juan trabajó al servicio de un ganadero como pastor siempre sin dejar de rezar el rosario; solía pedir por los difuntos; por eso se le llama «el ladrón del purgatorio». Un día Juan Evangelista le dijo: «Tu puesto no es el de pastor. Vete al convento de la Magdalena, de la Orden de Predicadores, y pide el hábito de hermano».
Inserto como hermano lego en la comunidad de los dominicos de Santa María Magdalena, tomó los hábitos en 1622. Espiritualmente fue probado con diversas tentaciones. Defectos como la soberbia, la vanidad, acusaciones acerca de la intencionalidad que le guiaba a vivir en el convento (le acusaban de perseguir su comodidad), incitaciones contra la castidad, visión de los placeres que le aguardaban fuera…, todo ello pugnaba por apoderarse de su mente conminándole a abandonar su vocación. La gracia de Cristo le ayudó a purificarse fortaleciendo una decisión que emprendió en acto de fe y que no hizo sino robustecerse. Designado portero conventual, tuvo como guía a fray Pablo de la Caridad. Y de ese lugar recoleto hizo un paraíso particular para los pobres, los explotados y oprimidos, los enfermos, los abandonados, los que precisaban consuelo… Todos los que acudían allí hallaban lo preciso en este hombre humilde y desprendido, que pasaba las noches en oración, haciendo penitencia y dando incansables muestras de exquisita caridad, al punto de que grandes personalidades de la nobleza, incluido el virrey de Lima, le confiaban sus cuitas deseosos de recibir sus inspirados consejos. Entregó todo a Cristo, ofreciéndole su tendencia natural a pasar por la vida sin notoriedad alguna, íntimo afán que su pública misión como portero le impedía. Y eso justamente, al exigir de él gran esfuerzo, lo agradecía a Dios.
Cuando manifestó: «El portero de un convento es el espejo de la comunidad. Conforme es el portero, son los religiosos que moran en ella», sabía bien lo que decía. Las buenas y las pésimas acciones de una sola persona impregnan toda la convivencia y traspasan los muros del recinto. Cada una ha de saber que es testigo para el mundo. Y Juan estaba expuesto a ser examinado por las constantes visitas que recibían los religiosos de la Recoleta, a quienes franqueaba la puerta. Lo que veían en él fácilmente podían atribuirlo al resto de sus hermanos. Por tanto, lo que afirmó era una apreciación religiosa, profunda, que había brotado en su meditación. Iba llegándole el fin, y atrás dejaba también una vida entregada a los pobres en los que reconocía a Cristo; para ellos pidió por las calles de Lima, además de alentarlos en la fe. Su burrito, que había amaestrado, le traía las limosnas que recogía él solo cuando Juan no podía salir. En estos desvalidos pensaban sus hermanos de comunidad cuando vieron que iba helándose su aliento. Ante el comentario de lo que podría ser de ellos con su orfandad, Juan les tranquilizó: «Con que tengan a Dios, sobra todo lo demás». Fue agraciado, entre otros dones, con el de milagros. Murió el 16 de septiembre de 1645 mientras la comunidad honraba a María con la Salve Regina. Gregorio XVI lo beatificó el 22 de octubre de 1837. Pablo VI lo canonizó el 28 de septiembre de 1975.