Servicio diario - 21 de octubre de 2016


 

Francisco: la pastoral vocacional es un encuentro con el Señor
Posted by Redaccion on 21 October, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco recibió este viernes en el Vaticano a los participantes del Congreso internacional de pastoral vocacional, con el tema “Miserando atque eligendo”, promovido por la Congregación para el clero presidida por el cardenal Beniamino Stella.
A los 250 participantes ellos reunidos en la Sala Clementina el Santo Padre señaló que muchas veces la idea de pastoral vocacional “podría hacer pensar en uno de los tantos sectores de la acción eclesial, en un despacho de la curia o, tal vez, en la elaboración de un proyecto”.
Cuando en realidad la pastoral vocacional es un encuentro con el Señor, “un encuentro decisivo, que arroja luz sobre nuestra existencia, nos saca de la angustia de nuestro pequeño mundo y nos hace discípulos en el amor con el Maestro”.
Sobre el tema “Miserando atque eligendo”, que es el lema del papa Francisco, señaló que “lo elegí pensando en cuando era joven y sentí la llamada del Señor, que no fue el resultado de una conferencia o de una hermosa teoría sino el haber experimentado la mirada misericordiosa de Jesús sobre mí”.
Y les exhortó: “Por favor, ¡que no acabe todo con un hermoso convenio! La pastoral vocacional es aprender el estilo de Jesús, que pasa por los lugares de la vida cotidiana, se detiene sin prisa y, mirando a los hermanos con misericordia, les lleva a encontrarse con Dios Padre”.
El Santo Padre recordó también que los cuatro evangelistas señalan que “Jesús sale a la calle y se pone en camino…sale al encuentro de los sufrimientos y las esperanzas del pueblo”.
“Es el “Dios con nosotros” que vive en medio de las casas de sus hijos y no tiene miedo de mezclarse con la multitud de nuestras ciudades, e invitó a reflexionar sobre los tres verbos que indican el dinamismo de toda pastoral vocacional: salir, ver y llamar el Papa invitó a los presentes a reflexionar.
En primer lugar: salir. “La pastoral de las vocaciones necesita una Iglesia en movimiento, capaz de ampliar sus fronteras, estableciéndolas no sobre la estrechez de los cálculos humanos o el miedo a equivocarse sino sobre la amplia extensión del corazón misericordioso de Dios. No puede haber una semilla fecunda de vocaciones sin ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades. Tenemos que aprender a salir de las rigideces que hacen difícil comunicar la alegría del Evangelio, de las fórmulas estandarizadas que a menudo son anacrónicas, del análisis preconcebido que encasilla la vida de las personas en fríos esquemas. Hay que salir de todo eso”.
“Ustedes también han experimentado un encuentro que cambió vuestra vida, cuando otro sacerdote les hizo sentir la belleza del amor de Dios. Hagan lo mismo saliendo, escuchando a los jóvenes”. Añadió que “es triste cuando un sacerdote vive sólo para sí mismo, encerrado en la fortaleza segura de la rectoría… o el restringido grupo de fieles”.
Por el contrario, “estamos llamados a ser pastores en medio del pueblo, capaces de animar una pastoral del encuentro y de gastar tiempo para recibir y escuchar a todos, especialmente a los jóvenes”.
En segundo lugar, ver… “Cuando pasa por las calles, Jesús se detiene y cruza la mirada del otro, sin prisas”. Señalo que “hoy en día, por desgracia, las prisas y la velocidad de los estímulos a los que estamos sometidos, no siempre dan paso al silencio interior donde resuena asiado preocupados por las cosas que hacer, se puede caer en un vacío activismo orgativo, sin lograr detenernos y conocer a la gente”.
El Evangelio, sin embargo, nos hace ver que la vocación inicia con una mirada de misericordia que se ha posado sobre mí…Así fue como Jesús miró a Mateo. Por fin, aquel publicano no percibió una mirada de desprecio o de juicio; se sintió mirado con amor. Jesús desafió los prejuicios y las etiquetas de la gente; creó un espacio abierto, en el que Mateo fue capaz de analizar su vida y emprender un nuevo camino.”
El Pontífice señaló que la mirada de cada pastor debe ser “capaz de inspirar estupor por el Evangelio, de despertar del letargo en que la cultura del consumo y la superficialidad nos sumerge y de suscitar interrogantes auténticos de felicidad, especialmente entre los jóvenes”.
Pero también “una mirada atenta, vigilante y prundente particularmente sobre las vocaciones sacerdotales o de ingreso en el seminario, para “discernir la verdad, para tener una mirada sagaz y prudente, sin ligereza o superficialidad”.
La tercera acción es llamar que es “el verbo propio de la vocación cristiana. Jesús no echa largos discursos, no entrega un programa al que adherirse, no hace proselitismo, ni da respuestas prefabricadas. Cuando se dirige a Mateo dice sencillamente: ¡Sígueme!”.
Porque “el deseo de Jesús es poner a la gente en camino, sacudirlas de un sedentarismo etal, romper la ilusión de que podemos vivir felizmente siguiendo cómodamente sentados entre nuestras seguridades”.
“Por lo tanto, nosotros también, en lugar de reducir la fe a un libro de recetas o a un conjunto de normas que deben cumplirse, podemos ayudar a los jóvenes a hacerse las preguntas correctas, a ponerse en camino para descubrir la alegría del Evangelio”.
“Pero si no nos encerramos en las quejas y continuamos a “salir” para anunciar el Evangelio, el Señor se queda con nosotros y nos da valor para echar las redes, incluso cuando estamos cansados y decepcionados por no haber pescado nada”, añadió. Y concluyó recordando que “es una misión urgente que el Señor nos pide cumplir con generosidad”.


El Papa en Sta. Marta: ‘Humildad, dulzura y magnanimidad para construir la unidad en la Iglesia’
Posted by Redaccion on 21 October, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha ofrecido tres puntos claves para construir la unidad en la Iglesia. Humildad, dulzura y magnanimidad. Durante la homilía de la misa celebrada en Santa Marta, el Santo Padre ha exhortado a los cristianos a rechazar los celos, las envidias y las luchas.
De este modo, el Santo Padre haciendo referencia al “Paz a vosotros” para subrayar que este saludo del Señor “crea un vínculo”, un vínculo de paz. Un saludo que “nos une para hacer la unidad del espíritu”. Por eso ha señalado que si no hay paz, si no somos capaces de saludarnos en el sentido más amplio de la palabra, tener el corazón abierto con espíritu de paz, “nunca habrá unidad”. Así, Francisco ha recordado que esto vale “para la unidad en el mundo, la unidad en las ciudades, en los barrios, en las familias”. El espíritu del mal –ha advertido– siembra guerras, siempre. Celos, envidias, luchas, chismorreos… son cosas “que destruyen la paz y por lo tanto no puede ser la unidad”. Y ¿cómo es el comportamiento de un cristiano para la unidad, para encontrar esta paz? Pablo lo dice claramente: ‘comportaos de forma digna, con humildad, dulzura y magnanimidad’.
Al respecto, el Santo Padre ha asegurado que no se puede dar la paz sin humildad. “Donde hay soberbia, siempre hay guerra, siempre las ganas de ganar al otro, de creerse superior. Sin humildad no hay paz y sin paz no hay unidad”, ha asegurado.
Por otro lado, el Pontífice ha observado que hemos “olvidado la capacidad de hablar con ternura, nuestro hablar es gritarnos. O hablar mal de los otros… no con dulzura”. La dulzura, sin embargo, “tiene un núcleo que es la capacidad de soportarse los unos a los otros”. Es necesario tener paciencia, “soportar los defectos de los otros, las cosas que no gustan”.
En tercer lugar el Santo Padre ha hablado de la magnanimidad. Corazón grande que “tiene capacidad para todos y no condena, no se encoge con las pequeñeces”.
Y esto hace el vínculo de la paz, esta es la forma digna de comportarse para hacer el vínculo de la paz que es creador de unidad. “Creador de unidad es el Espíritu Santo, favorece, prepara la creación de la unidad”, ha recordado.
Esta –ha precisado– es la forma digna de la llamada del misterio al que estamos llamados, el misterio de la Iglesia. De este modo, el Papa ha invitado a retomar el capítulo 13 de la Carta a los Corintios que “nos enseña cómo hacer espacio al Espíritu, con qué actitudes nuestras para que Él haga unidad”.
Así, ha explicado que el misterio de la Iglesia es el misterio del Cuerpo de Cristo. “Una sola fe, un solo bautismo”. Esta es la unidad que Jesús ha pedido al Padre para nosotros que nosotros debemos ayudar a hacer, esta unidad, con el vínculo de la paz”. Y el vínculo de la paz –ha asegurado el Pontífice– crece con la humildad, con la dulzura, con el soportarse el uno al otro, y con la magnanimidad.
Finalmente, ha invitado a pedir que el Espíritu Santo “nos dé la gracia no solo de entender, sino de vivir este misterio de la Iglesia, que es un misterio de unidad”.



Francisco a la Fundación san Juan Pablo II: ‘La formación de los jóvenes es una inversión para el futuro’
Posted by Redaccion on 21 October, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El Papa Francisco ha recibido este viernes en la Sala del Consistorio, a los miembros de la Fundación san Juan Pablo II, que este año celebra su trigésimo quinto aniversario.
La Fundación –presidida por el cardenal Stanislaw Rylko– sostiene iniciativas de carácter educacional, cultural, religioso y caritativo inspiradas en la figura de san Juan Pablo II, de quien este sábado se celebra la memoria litúrgica. Su acción se extiende a varios países, especialmente en Europa del Este donde muchos estudiantes han podido completas sus estudios gracias a su aporte y también en América Latina.
La celebración del aniversario permite a la Fundación hacer un balance del trabajo que han efectuado hasta la fecha y al mismo tiempo mirar al futuro con nuevas metas y objetivos.
Así, el Papa alentó a sus miembros a continuar su compromiso con la promoción y el apoyo de las nuevas generaciones, para que puedan hacer frente a los retos de la vida siempre animadas por la sensibilidad evangélica y el espíritu de fe, y subrayó que “la formación de los jóvenes es una inversión para el futuro”, para “que nunca se les robe la esperanza del mañana”.
En sus palabras a los miembros de la Fundación les señaló: “El año jubilar que estamos terminando nos ha llevado a reflexionar y meditar sobre la grandeza de la misericordia de Dios en un tiempo en que el ser humano, debido a los avances en diversos campos de la tecnología y la ciencia, tiende a sentirse autosuficiente, como si estuviera emancipado de toda autoridad superior, creyendo que todo depende de él”.
“Como cristianos, sin embargo, somos conscientes de que todo es don de Dios y de que la verdadera riqueza no es el dinero, que al contrario puede esclavizar, sino el amor de Dios, que nos hace libres”, aseguró Francisco.
Después recordó con emoción su viaje a Polonia donde, afirmó: “Experimenté la alegría de la fe en la JMJ. La tierra polaca ha tenido dos grandes hijos en santa Faustina Kowalska y san Juan Pablo II, ambos apóstoles de la Divina Misericordia. Y que en la encíclica Dives in Misericordia, san Juan Pablo II indicaba: “Jesús, sobre todo con su estilo de vida y con sus acciones, ha demostrado cómo en el mundo en que vivimos está presente el amor, el amor operante, el amor que se dirige al hombre y abraza todo lo que forma su humanidad. Este amor se hace notar particularmente en el contacto con el sufrimiento, la injusticia, la pobreza; en contacto con toda la ‘condición humana’ histórica, que de distintos modos manifiesta la limitación y la fragilidad del hombre, bien sea física, bien sea moral”.
Santa Faustina, en su Diario –señaló el Pontífice– anotaba una exhortación que le dirigió el Señor Jesús: “Hija Mía, observa mi Corazón misericordioso y reproduce su compasión en tu corazón y en tus acciones, de modo que tú misma, que proclamas al mundo mi misericordia, seas inflamada por ella“.
“¡Que las palabras, y especialmente los ejemplos de vida de estos dos testigos luminosos –concluyó el Papa– inspiren siempre vuestro compromiso generoso y que la Virgen María, Mater Misericordiae, les proteja y acompañe! Les bendigo a todos de corazón así como a vuestras familias y por favor les pido que recen por mí”.


El Papa se reúne con el nuevo superior general de los jesuitas, el padre Arturo Sosa
Posted by Redaccion on 21 October, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha recibido ayer jueves por la tarde en el Vaticano al nuevo superior general de los jesuitas, el venezolano Arturo Sosa Abascal, elegido el pasado viernes por la 36ª Congregación General de la Compañía de Jesús.
Así el nuevo general se ha podido reunir una semana después de su elección con el Santo Padre, el primer Pontífice jesuita de la historia. El padre Arturo Sosa nació en Caracas (Venezuela) el 12 de noviembre de 1948. Era delegado para la Curia y las casas y obras interprovinciales de la Compañía de Jesús en Roma, y Consejero del Padre General. Es licenciado en Filosofía por la Universidad Católica Andrés Bello (1972) y doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Central de Venezuela.
Reunidos en Roma desde el pasado domingo 2 de octubre, los 212 delegados presentes estudiaron “la situación actual de la orden” fundada por san Ignacio y los desafíos que se presentan, pudiendo entender así “cuál debía ser el perfil del futuro superior general”.
De este modo, tras aceptar la renuncia de su actual superior general, el español Adolfo Nicolás, que cumplió 80 años, se pasó a la fase llamada ‘murmuraciones’, lo que les llevó a elegir a su 31° superior, con al menos la mitad más uno de los votos.
La asamblea plenaria se reunió en la Curia General, situada frente de la iglesia del Santo Spirito in Sassia y muy cercana al Vaticano. Una vez elegido el padre Arturo Sosa, la primera persona que fue informada, siguiendo tradición, fue el Santo Padre. Es decir, el Papa no tuvo que ratificar la elección sino que se le informa sobre quién ha sido elegido.
Este martes, en la primera rueda de prensa como prepósito general, el padre Sosa indicó que En se encuentra sereno en el nuevo encargo, que siente la ayuda de sus hermanos y especialmente del Señor, porque “La Compañía de Jesús es Suya” y por lo tanto “no nos faltará su ayuda”. La Congregación de la Compañía de Jesús prosigue bajo la dirección del padre Sosa hasta completar todos los asuntos que considere necesario.
Leer también: Los jesuítas iniciaron la segunda parte de la Congregación general


El ‘No’ en el referéndum de Colombia fortalecerá el Acuerdo de paz
Posted by Sergio Mora on 21 October, 2016



(ZENIT – Roma).- Después del referéndum sobre el Acuerdo de paz en Colombia, en el que ganó el ‘No’, “esperamos que el Acuerdo de paz salga más fortalecido, al contar con mayores respaldos”. Lo indicó este miércoles el embajador de Colombia en Italia, Juan Rafael Mesa Zuleta, conversando con ZENIT al margen de un desayuno de trabajo en Roma organizado por Mediatrends América.
Precisó que “la gente, los partidos políticos y los empresarios piden la paz, a lo que se suma el apoyo de toda la comunidad internacional y las Naciones Unidas”. Una voz que “exige a las FARC, al Gobierno y a los de ‘No’ a que lleguen a un acuerdo”.
Señaló por ello las palabras pronunciadas por el presidente Juan Manuel Santos, que “la convocatoria a los diversos sectores del ‘No’, que buscará que estas nuevas conversaciones conduzcan a un acuerdo que cuente con mayor respaldo.
Un esfuerzo que supuso “cuatro años de negociaciones sin salirse de una agenda predeterminada” gracias al cual “se llegó a un acuerdo para dejar las armas e integrarse en la vida civil” dijo el diplomático y recordó que presidente Santos desde el inicio aseguró que los acuerdos serían refrendados para que tuvieran permanencia en el tiempo.
A propósito del voto, señaló que Colombia es eminentemente abstencionista, y que incluso algunos analistas esperaban una participación más baja. Añadió que se sumó el hecho que una propuesta sobre la ley de género hizo que las Iglesias cristianas se movieran hacia el ‘no’, pero también las víctimas estaban muy divididas sobre el tema. Concluyó que el ‘no’ del referéndum no era a la paz y que por lo tanto se buscará un nuevo acuerdo que obtenga el consenso necesario.


Mons. Auza: “Los cristianos podrían desaparecer de Oriente Medio”
Posted by Redaccion on 21 October, 2016



(ZENIT – Roma).- Es un grito de alarma preocupante el que lanza a la ONU el arzobispo Bernardito Auza, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas: “Los cristianos y los miembros de otras minorías étnicas y religiosas en Oriente Medio están al borde de la destrucción total. Parar la violencia en nombre de Dios”.
Su llamamiento a la comunidad internacional sobre el peligro que se está corriendo en la zona de Oriente Medio se une al repetido por los obispos y sacerdotes de Siria e Irak. “En Oriente Medio, en una época cuna de integración entre judaísmo, cristianismo e islam, se asiste hoy al total desprecio del derecho humanitario internacional que alcanza niveles alarmantes de deshumanidad”, precisó monseñor Auza, informa la Radio Vaticana.
“Los cadáveres bajo los escombros y los refugiados errantes son una claro testimonio de este cínico desprecio y pisoteo a las normativas internacionales humanitarias”, aseguró. Asimismo, el observador vaticano recordó el reciente llamamiento del papa Francisco para una tregua inmediata en Aleppo y otras zonas de Siria, para consentir la evacuación civil.
Nosotros continuamos discutiendo –observó monseñor Auza– mientras que los cristianos y los miembros de otras minorías étnicas y religiosas en Medio Oriente están al borde de la destrucción total, con sus iglesias, monasterios, monumentos y objetos de culto, muchos de los cuales ya han sido reducidos a polvo y escombros.
“Para detener el derramamiento de sangre y destrucción es necesaria la colaboración de toda la comunidad internacional”, reconoció. Es necesario –concluyó– interrumpir el flujo de armas y municiones y promover a toda costa el diálogo, las negociaciones, la asistencia humanitaria, solidaridad y respeto de los derechos humanos fundamentales. “No a la violencia en nombre de Dios”, pidió el observador vaticano.
Finalmente, el prelado intervino también sobre el conflicto Israel-Palestina. De este modo explicó que es esencial el nacimiento de un gobierno de unidad en Cisjordania y Gaza, actualmente administradas respectivamente por Fatah y Hamas. El objetivo –precisó– es también el de emancipar a Palestina de las ayudas internacionales destinadas a un población ahora totalmente dependiente de las intervenciones humanitarias.



Inicia hoy en el Vaticano el jubileo de los coros
Posted by Redaccion on 21 October, 2016



(ZENIT – Roma).- El “Jubileo de los coros y de los animadores de la liturgia” inicia este viernes en Roma, con un congreso sobre el tema “Cantar la Misericordia”. Seguirá el sábado con la audiencia del papa Francisco en la plaza de San Pedro y por la tarde en el Aula Pablo VI realizarán un concierto en el que cantarán todos los coros participantes.
El evento concluirá el domingo con una misa en la basílica de San Pedro, presidida por monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la nueva evangelización y la asistencia a la oración del ángelus que rezará el papa Francisco en la plaza de San Pedro.
Está dirigido a los laicos, sacerdotes, directores de oficinas litúrgicas, directores de coros, musicólogos, organistas, escuelas de música sacra, capillas musicales, coros diocesanos y parroquiales.
El evento es parte de los eventos del Jubileo de la Misericordia y ha sido organizado por el Coro de la diócesis de Roma.
Hoy los conferencistas son monseñor Guido Marini, maestro de las celebraciones litúrgicas del Papa; monseñor Marco Frisina, director del Coro de la diócesis de Roma; monseñor Massimo Palombella, director de la Capilla musical pontificia Sistina y monseñor Vincenzo De Gregorio, presidente del Pontificio Istituto de Música Sacra,
La finalidad de este jubileo es subrayar el papel de la música, instrumento extraordinario de comunicación y de la liturgia, ápice de la expresión de la fe y de la cultura cristiana.


La pastoral indígena en Camexpa
Posted by Sergio Mora on 21 October, 2016





VER
En nuestra diócesis, promovido por el Departamento de Cultura y Educación del CELAM, se llevó a cabo el encuentro regional de obispos y secretarios de las instancias de los episcopados de Centro América, México y Panamá (CAMEXPA), encargados de animar y promover la pastoral en y con los pueblos originarios. Estuvieron representantes de todos los países; sólo faltaron de Honduras. Al compartir la realidad de los indígenas y de su pastoral en esta región, se resaltó lo siguiente:
Los pueblos originarios sufren exclusión, injusticia, persecución. Siguen siendo una población marginada, olvidada y oprimida. Han sido utilizados por algunos gobernantes en turno para atraer inversión. No se respetan sus derechos y tradiciones en cuanto a la propiedad y el uso de la tierra. Sus territorios son invadidos por distintas empresas y megaproyectos que solamente favorecen a pocos. Aumenta la migración hacia centros urbanos, algunos al extranjero, con la consiguiente destrucción de su identidad. Crece la toma de conciencia sobre los pueblos originarios. Hay una perspectiva de camino que hay seguir alentando, en la esperanza y en la constancia. Se valora mucho el aporte de los mártires de los pueblos originarios. Hay un gran movimiento social por la lucha y consolidación de estos pueblos. Varios Estados, en sus legislaciones, reconocen y amparan sus derechos. Hay muchos indígenas universitarios. Hace falta promover una participación más amplia de los pueblos, no sólo en la política, sino también en la pastoral.
Por parte de la Iglesia, hay un esfuerzo progresivo para acompañarlos. Existe en todas las Conferencias Episcopales interés por sistematizar en sus estructuras esta pastoral. La Iglesia es un garante de unidad de los pueblos originarios. Existen vocaciones indígenas. La reflexión teológica y pastoral de Santo Domingo y Aparecida ha aportado mucho al caminar de esta pastoral. Ha habido esfuerzos por tener seminarios inculturados. Se hacen traducciones de la Biblia y de la Liturgia a las lenguas originarias. Donde los obispos y sacerdotes se interesan sinceramente por la vida y la fe de dichos pueblos, su pastoral es orgánica y progresiva.
Faltan sacerdotes que les den un acompañamiento más sistemático y adecuado. Se diluye la pastoral indígena con la pastoral en general, en especial en los centros urbanos. Falta una formación presbiteral adecuada a la cultura de los pueblos originarios. Hay agentes de pastoral formados y comprometidos; pero son pocos los obispos, sacerdotes y agentes que optan generosamente por esta pastoral. Algunos sacerdotes indígenas no apoyan esta pastoral. Algunos no conocen los documentos de la Iglesia en relación con ella. A veces no se alza la voz profética para defender o promover los derechos de dichos pueblos.
PENSAR
Nos inspiraron mucho las palabras que dijo el Papa en su homilía aquí en San Cristóbal, el 15 de febrero pasado:
“Sus pueblos, como han reconocido los obispos de América Latina, saben relacionarse armónicamente con la naturaleza, a la que respetan como «fuente de alimento, casa común y altar del compartir humano» (Aparecida, 472). Sin embargo, muchas veces, de modo sistemático y estructural, vuestros pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, sus culturas y sus tradiciones. Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban. ¡Qué tristeza! Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!, perdón hermanos. El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes”.
ACTUAR
Hicimos estas propuestas: Luchar contra la pobreza de estos pueblos. Conocer sus idiomas y conservarlos. Fortalecer sus culturas. Formar vocaciones indígenas y presbíteros no indígenas que asuman la pastoral indígena. Continuar la traducción de la Biblia y de la Liturgia. Analizar la interculturación de los ritos y símbolos de la Iglesia y de los pueblos. Optar por una pastoral de la juventud y de la mujer. La formación sacerdotal, tanto previa como permanente, debería ser forjadora de conciencia para el reconocimiento de la identidad de los pueblos originarios. Esto mismo debería llevarse al plano de la formación permanente de los laicos.
+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristóbal de Las Casas


Aborta a su hijo para salvar la vida de su hermano. Un caso paradigmático de manipulación médica y ética
Posted by Redaccion on 21 October, 2016



(ZENIT – Valencia).- Observatorio de Bioética – Universidad Católica de Valencia
El hermano de Yang Li necesitaba urgentemente un trasplante de médula para poder tratar su enfermedad. Yang Li, embarazada de 12 semanas era inmunológicamente compatible para la donación, pero los médicos le advirtieron que realizar el trasplante de médula podría poner en peligro su embarazo, por lo que le plantearon una difícil elección: seguir adelante con su gestación y que no se realizara el trasplante de médula o abortar para llevarlo a cabo.
Según Daily Mail (18-10-2016), Li decidió abortar para así poder donar la médula a su hermano. Los médicos realizarán el trasplante en cuanto la joven de 24 años se recupere de su aborto.
Con motivo de este caso, se ha abierto un debate médico y ético en los medios de comunicación y en las redes sociales. Algunos ven a Yang Li como una heroína y otros opinan que no debería haber abortado.
La pregunta que nosotros planteamos y que hay que responder es, ¿ciertamente no se puede obtener médula ósea de una embarazada? Porque si se pudiera, no habría ninguna razón médica para tener que recurrir al aborto.
Para contestar esta pregunta, en el Observatorio de Bioética hemos recurrido a un especialista, Javier de la Rubia, Jefe Clínico del servicio de Hematología del Hospital La Fe de Valencia y Profesor de Hematología de la UCV para que valore el caso. Su respuesta clínica ha sido:
La obtención de progenitores hematopoyéticos para trasplante alogénico se puede realizar de diferentes formas:
1. Si se emplean de médula ósea, se extraen en quirófano bajo anestesia general mediante punciones-aspiraciones repetidas en ambas crestas ilíacas póstero-superiores en una intervención que suele durar unos 90 minutos. Por tanto, desde el punto de vista técnico, los riesgos para una mujer gestante no son distintos a los que sufre por el hecho de tener que ser anestesiada por algún otro motivo. Es verdad que por las características de la técnica que normalmente implica que el paciente esté en decúbito prono, puede ser más dificultoso la obtención de los progenitores si el abdomen es muy voluminosos y cuesta darle la vuelta a la paciente.
2. Hoy en día, de todas formas, el trasplante alogénico se realiza, con más frecuencia, mediante la recolección de progenitores por vía periférica. Éste es un procedimiento ambulatorio que puede realizare en embarazadas sin especiales problemas. La principal limitación del uso de esta técnica para recoger progenitores es que necesita a la administración previa de factor estimulante de colonias granulocíticas (G-C SF) en el donante y la experiencia con G-CSF en gestante es limitada, especialmente si se utiliza durante el primer trimestre aunque hay algún caso publicado de su uso en gestantes sin complicaciones ni para la madre ni para el feto.
3. Si el trasplante alogénico se considera un procedimiento fundamental para el paciente, otra alternativa igualmente válida es la obtención de progenitores (de sangre o médula) a partir de un donante idéntico no familiar. En este caso, los progenitores proceden de una persona sin parentesco, preferiblemente HLA-idéntica. En la actualidad, con el refinamiento de los estudios HLA pueden lograrse donantes con una identidad de 10 locus sobre 10 y el riesgo de complicaciones post trasplante no es superior al de un trasplante realizado a partir de un hermano HLA-idéntico. Además, es un procedimiento con el que hay mucha experiencia al ser cada vez más empleado en Europa, USA y Japón dado el gran número de familias que solo tienen un hijo y, por tanto, carecen de donantes familiares HLA-idénticos.
4. Otras alternativas para efectuar el trasplante alogénico sin recurrir a la donante embarazada serían hacer el trasplante de progenitores procedentes de un banco de cordón umbilical, aunque este tipo de trasplantes puede asociarse a más complicaciones y debería realizarse en un centro con experiencia. Finalmente, el uso de donantes “haplo-idénticos”, es decir, con una composición genética entre donante y receptor igual en el 50% de los locus HLA también es una alternativa válida. Se trata de trasplantes donde normalmente se usan progenitores de sangre periférica eligiendo como donantes los padres o hermanos del paciente y, como el trasplante de cordón, es un procedimiento que ha aumentado su frecuencia por el problema ya comentado del limitado número de hermanos en la mayoría de las familias en el mundo occidental.
Como se ve, por lo comentado por el Dr. De la Rubia, había diversas alternativas para solventar el caso del hermano de Li. Entre ellas, la realización de un trasplante alogénico (utilizando la médula ósea de una persona distinta al paciente), que ofrece similares posibilidades de curación, por lo que no hubiera sido necesario recurrir a la gestante como donante de médula.

Observatorio de Bioética
Universidad Católica de Valencia



San Juan Pablo II – 22 de octubre
Posted by Isabel Orellana Vilches on 21 October, 2016




(ZENIT – Madrid9.- Karol Józef Wojtyła, aclamado pontífice Juan Pablo II, conmovió al mundo durante casi tres décadas del siglo XX. Sus gestos de bondad, la capacidad para llegar al corazón de creyentes y no creyentes, sus dotes de comunicador, los incesantes viajes apostólicos en los que no cesó de transmitir el amor de Dios, como hizo con su ingente obra, sedujeron a millones de jóvenes y adultos. El dolor humano, con su carácter de esencial ofrenda a Cristo, ha tenido en él uno de sus insignes valedores. Al ver los estragos del sufrimiento en su persona, todo el planeta pudo constatar la grandeza del mismo cuando se asume como él lo hizo. Así coronó su vida de entrega entrado el siglo XXI, siendo faro para todos los que sufren
Nació en Wadowice, Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Fue el menor de tres hermanos, aunque Olga apenas sobrevivió. Perdió a su madre a los 9 años y poco después a Edmund, el primogénito, un médico que se contagió en el ejercicio de su profesión. Sus padres dejaron en Karol fuertemente arraigada la semilla de la fe católica. Brillante en sus estudios, con una mente privilegiada, cursó filosofía en la universidad Jagellónica de Cracovia. Al mismo tiempo se vinculó a un círculo teatral. En esa época obtuvo varios galardones como jugador de ajedrez. En 1939, durante la invasión nazi, fue peón en una cantera y obrero en una fábrica química. Era un líder nato, joven atractivo, de carismática personalidad y singular magnetismo para atraer a la gente. Gozaba del respeto y admiración de sus compañeros, católicos idealistas y entusiastas, que conformaron el grupo Unia y que defendían a los más débiles. En 1941, en plena ocupación alemana, falleció su padre, oficial del ejército polaco.
La Gestapo iba tras él, y se recluyó en una buhardilla. Un sastre le dio a conocer a san Juan de la Cruz y se entusiasmó. En esa época se sintió llamado al sacerdocio. Tuvo que formarse en el seminario clandestino de Cracovia hasta que el arzobispo, cardenal Stefan Sapieha, acogió al grupo de aspirantes en su palacio. Ordenado sacerdote en noviembre de 1946, él lo envió a Roma. Estudió en el Angellicum doctorándose en teología con una tesis sobre su estimado santo y reformador carmelita español. En Polonia fue vicario parroquial, capellán universitario y profesor de teología moral y de ética en el seminario y en las universidades Jagellónica y de Lublin; era afín al pensamiento de Scheler, sobre el que hizo su tesis. En 1958 Pío XII lo designó obispo auxiliar de Cracovia. En 1962 participó en el Concilio Vaticano II, donde sus intervenciones sobre el ateísmo y la libertad religiosa no pasaron desapercibidas. Pablo VI lo nombró cardenal en 1967. Al fallecer Juan Pablo I, tras su fugaz asunción de la Cátedra de Pedro, fue elegido para sucederle; tomó el nombre de este antecesor.
A partir de entonces, este polaco, primero en ostentar la altísima misión como Vicario de Cristo en la tierra, inició un pontificado excepcional. Enamorado de la Eucaristía y devoto de María, supo llegar al corazón de todos con independencia de razas, credos, edades, profesiones… Fue un atleta de Cristo, sacerdote y obispo ejemplar, un gran Pastor. También filósofo y teólogo destacado, defensor de la moral y de los derechos humanos, de la cultura de la vida, amante de la paz y de la justicia, papa de los jóvenes y de las familias, adalid de los derechos del no nacido, de los ancianos y de los enfermos. Apóstol de la reconciliación que supo aglutinar a credos diversos en Asís abriendo una vía ecuménica del diálogo interreligioso de un valor incalculable. El papa viajero que recorrió el mundo una y otra vez abrazando y bendiciendo a todos. En su pontificado se registró la caída de la cortina de hierro y el desmoronamiento del imperio soviético, lo que es atribuido por muchos estudiosos a la presencia de un papa del este europeo.
El gravísimo atentado sufrido en mayo de 1981, poco a poco fue minando su salud. Perdonó al agresor y siguió viviendo alumbrado por Cristo y por María, que lo rescató de una muerte prematura, pudiendo llevar a cabo de manera heroica su responsabilidad. Afrontó magistralmente numerosos problemas y dificultades que se le presentaron. Fue un hombre de oración que mostró siempre una imponente fortaleza ante las adversidades. Los últimos años de su vida no ocultó al mundo su deterioro físico; se mantuvo al frente de la Sede de Pedro dando ejemplo de su inalterable fidelidad a Cristo y a la Iglesia.
Catorce encíclicas, once constituciones apostólicas y 1060 audiencias públicas celebradas dan prueba del alcance de su entrega y ardor apostólico. En uno de sus mensajes recordó: «La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte». Él lo cumplió con creces. Si se pudiera hablar en términos numéricos sería uno de los pocos pontífices que ostentó uno de los records más altos. Y no solo por los casi veintisiete años de duración de su pontificado, el tercero más largo de la historia. También por la muchedumbre que le siguió en directo y en diferido multiplicando sus palabras y gestos gracias a los diversos medios de comunicación. Ellos mostraron el dolor que produjo su muerte acaecida el 2 de abril de 2005, y el impresionante gentío que se dio cita en su duelo.
Hay que dejar atrás los detractores que tuvo y sigue teniendo, que también han perseguido a otros integrantes de la vida santa, como se ha recordado aquí para otras biografías; ahí está la reciente de Teresa de Calcuta. Es inútil que traten de silenciar con absurdo griterío el eco de las obras de los grandes hijos de Dios. Él es su valedor; no se le puede acallar. Habla a través de los santos aunque pasen los siglos; lo vemos en esta sección de ZENIT todos los días. La realidad es que por sus muchas virtudes Juan Pablo II fue beatificado por Benedicto XVI el 1 de mayo de 2011. Francisco lo canonizó junto a Juan XXIII el 27 de abril de 2014, fiesta de la Divina Misericordia que este gran polaco instituyó.