Francisco \ Audiencias, Catequesis y Ángelus

Papa: En el otro vemos a una persona a la que amar como la ama Dios

RV | 12/11/2016


 

“En esta última Audiencia Jubilar consideramos un aspecto importante de la misericordia: la inclusión, que refleja el actuar de Dios, que no excluye a nadie de su designio amoroso de salvación, sino que llama a todos”. Con estas palabras el Papa Francisco resumió sus reflexiones del segundo sábado de noviembre ante miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.

Con la lectura de un pasaje del Evangelio de San Mateo (11, 25-28), en el que el Señor afirma que nadie conoce al Hijo, sino el Padre, y viceversa, y en el que Jesús invita a todos a ir hacia Él, puesto que en el designio del amor divino Dios no excluye a nadie hablando en italiano el Papa Bergoglio afirmó que mediante el Bautismo, nos transformamos en sus hijos en Cristo y en miembros de su cuerpo que es la Iglesia. A la vez que en cuanto cristianos estamos invitados a usar este mismo criterio, es decir, la misericordia, que es, precisamente, el modo de obrar y el estilo, con el que tratamos de incluir en nuestra vida a los demás, evitando encerrarnos en nosotros mismos y en nuestras seguridades que suelen ser egoístas.

Además, el Obispo de Roma destacó que la inclusión – en su calidad de aspecto de la misericordia – se manifiesta en el hecho de abrir los brazos para acoger sin excluir, sin clasificar a los demás en base a la condición social, a la lengua, a la raza, a la cultura o a la religión, puesto que ante nosotros – dijo –  vemos a otra persona a la que amar, tal como la ama Dios.

Después de aludir a las tantas personas cansadas y oprimidas que solemos encontrar en nuestro tiempo, en su diálogo ideal con los fieles Francisco invitó a preguntarnos cómo es nuestro corazón, si es misericordioso, si nuestro modo de pensar y de actuar es inclusivo o no.

Y con fuerza reafirmó la verdad de las palabas de Jesús con las que nos invita a ir hacia Él, donde encontraremos descanso y perdón, dado que – como el mismo Santo Padre lo ha dicho en numerosas ocasiones –  todos tenemos necesidad del perdón de Dios y todos tenemos necesidad de encontrar a hermanos y a hermanas que nos ayuden a salir al encuentro del Señor, abriéndonos al don que Él nos ha hecho en la cruz.

Por esta razón el Pontífice concluyó invitando a no obstaculizarnos recíprocamente, a no excluir a nadie, sino a ser instrumentos de la misericordia inclusiva del Padre.

(María Fernanda Bernasconi - RV).