Católicos
Clausura del XVIII encuentro Católicos y Vida Pública con la firma de un manifiesto

Congreso ‘Yo soy cristiano’: La libertad religiosa debe ser protegida en un país con mayoría católica

El misionero en Irak Luis Montes denuncia en la jornada “el silencio cómplice” de los medios sobre la persecución de los cristianos

El XVIII Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU titulado. “Yo soy cristiano. Hechos y propuestas” se clausuró ayer con la firma de un manifiesto de siete puntos.


La secretaria general de la Asociación Católica de Propagandistas, Sirga de la Pisa, ha leído el manifiesto del Congreso que afirma que la tarea del cristiano es “luchar por la dignidad de las personas y el bien común, desde una auténtica vocación de servicio a la sociedad”.

Uno de los puntos de este escrito señala que como cristianos “defendemos que toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Un derecho que incluye la libertad de creencia, así como la libertad para manifestarla, individual y colectivamente, en público y en privado”.

Por esta razón, los firmantes piden al Estado que se “protejan nuestros derechos y libertades básicas, entre las que se incluye educar cristianamente a los hijos, tanto en la familia, como en los centros educativos, elegidos por los padres”.

Asimismo, en otro de los puntos piden a las “autoridades españolas que no olviden que la religión católica es mayoritaria en nuestro país y que nuestra Constitución garantiza un elenco de derechos y libertades para todos los ciudadanos. Respetar otras confesiones supone siempre la búsqueda de la convivencia, en un marco de respeto de las libertades individuales. Y también pedimos a las autoridades internacionales que luchen infatigablemente por proteger a los cristianos perseguidos en todo el mundo”.

 

Persecución del Daesh

Una de las intervenciones más impactantes del XVIII Congreso Católicos y Vida Pública han sido la del padre Luis Montes, misionero en Irak, y Jaume Vives, periodista testigo de la persecución en Irak.

Ambos ponentes han alabado la valentía de los cristianos que “aun teniendo verdaderos motivos para renegar de Cristo, no lo hacen”, tal y como declaraba Vives. Pero no sólo han manifestado el peligro de esta situación, sino que se ha alertado del desconocimiento que tiene la sociedad acerca de este tema. Una ignorancia fruto del silencio cómplice en el que participan los medios de comunicación al no hacerse eco de la actualidad que los cristianos viven en países como Irak.

“Muchos cristianos lo han perdido todo y, sin embargo, conservan sus sonrisas porque están unidos a Dios, dan su vida en lugar de renegar del sagrado nombre de Cristo. Es duro ver como los medios solo hablan si el atentado se lleva la vida de más de 40 personas”, denunció el misionero en Irak.

A esta denuncia se sumaba Vives, al declarar que no podemos caer en el error de creer que las sonrisas son frutos de que esa gente es muy optimista, porque es mentira, ellos afrontan el infierno construyendo felicidad”

 

La Iglesia, respetada en Cuba

Leopoldo López Gil, padre del preso venezolano Leopoldo López, ha clausurado el Congreso. Durante su intervención, ha leído unas notas escritas por su propio hijo desde la cárcel en las que afirma que Dios y su familia son su gran apoyo y afirma: “Estamos presos, pero somos libres. Nuestros cuerpos están encerrados, pero nuestros pensamientos son libres”.

En este Congreso también ha participado el cubano Gustavo Andújar, presidente de la Asociación Católica Mundial por la Comunicación (SIGNIS), quien ha reivindicado el catolicismo como algo propiamente cubano. “Cuba es, independientemente de la propaganda ateísta, un país creyente y la Iglesia católica es respetada”.

Por su parte, el representante de la Iglesia Evangélica, y ex director general de Banco Santander, Joan David Grima, ha subrayado durante el evento que lo que “llevará a la unión de los cristianos será la defensa de la vida, la acogida a los refugiados o la lucha por remover una situación de pobreza estructural”.