Servicio diario - 18 de noviembre de 2016


 

El Papa en Santa Marta: Dios conceda a los sacerdotes el amor a la pobreza
Posted by Redaccion on 18 November, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La gente no le perdona a un sacerdote el hecho de que sea agarrado al dinero, por ello es necesario rezar pidiendo la gracia de la pobreza cristiana.
Lo explicó el Papa Francisco en la homilía de la misa diaria de este viernes en la residencia Santa Marta, a la cual han participado los secretarios de los nuncios apostólicos, unos 160 sacerdotes presentes en el Vaticano, con motivo del Jubileo de los colaboradores de las representaciones pontificias que ha organizado la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
En el evangelio del día se narra cuando Jesús expulsa a los mercaderes del Templo transformado en una cueva de ladrones. “El Señor –explica el Papa– nos hace entender donde está la semilla del anticristo, la semilla que arruina su Reino”: el apego al dinero. Porque “el corazón apegado al dinero es un corazón idólatra”, y recordó que “nadie puede servir a dos señores, a dos patrones”, a Dios y al dinero. Entretanto señalo que nosotros podemos elegir.
“Y estos que cambiaban dinero o vendían cosas, alquilaban esos puestos a los sacerdotes…”. Este señor dinero nos puede arruinar, en cambio el verdadero Señor es el único capaz de darnos la verdadera alegría, indico Francisco. Añadió que nuestro comportamiento “es una decisión personal” e invitó a interrogarse “¿cómo es vuestra actitud delante del dinero, están apegados al dinero?”.
“El pueblo de Dios tiene un gran olfato en aceptar, canonizzar o condenar, perdona tantas debilidades pero no dos: el apego al dinero” y también “cuando el cura maltrata a los fieles”.
Y recordando a Raquel y sus ídolos escondidos, añade: “Es triste ver a un sacerdote que llega al final de su vida, en agonía o en coma, y los nietos como buitres están allí mirando de qué pueden apropiarse”.
El Pontífice invitó así a hacer un examen de conciencia, con valentía y a tomar decisiones, teniendo solamente el dinero suficiente de un honesto trabajador.
“Que el Señor –concluyó el Papa– nos de la gracia de esta pobreza de operarios, de aquellos que trabajan y ganan lo justo y no buscan más”.


Francisco pide que las cuestiones económicas no sean obstáculo para verificar la validez de un matrimonio
Posted by Rocío Lancho García on 18 November, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco ha asegurado que es necesario eliminar con decisión “todo impedimento de carácter mundano que hace difícil a un largo número de fieles el acceso a los Tribunales eclesiásticos”. Cuestiones de tipo económico y organizativo –ha aseverado– no pueden constituir un obstáculo para la verificación canónica sobre la validez de un matrimonio.
Así lo ha explicado en su discurso durante la visita el Tribunal Apostólico de la Rota Romana donde se ha reunido con los participantes del Curso de formación para los obispos sobre el nuevo proceso matrimonial.
De este modo, el Papa ha señalado que este curso subraya cuánto los obispos, al ser constituidos en la ordenación como “maestros de fe”, tenga la necesidad de aprender continuamente. Asimismo, ha recordado que la “inculturación” del Evangelio se funda precisamente en este principio que ve unidas “la fidelidad al anuncio evangélico y su comprensión y traducción en el tiempo”.
Además, el Papa ha subrayado que la atención a las personas “es el motivo teológico y eclesiológico que subyace en este curso de formación”. Las salud espiritual –ha indicado– de las personas confiadas a nosotros constituye el fin de toda acción pastoral.
Por otro lado, el Pontífice ha señalado que en la óptica de una sana relación entre justicia y caridad, “la ley de la Iglesia no puede prescindir del principio fundamental de la salus animarum”.
Los tribunales eclesiales –ha recordado el Papa– están llamados a ser expresión tangible de un servicio diaconal del derecho en lo relacionado con este fin primario.
En esta perspectiva, “la Iglesia camina desde siempre, como madre que acoge y ama, con el ejemplo de Jesús Buen Samaritanos”, ha añadido. Iglesia del “Verbo Encarnado”, se “encarna” en las situaciones tristes y dolorosas de la gente, se inclina sobre los “pobres” y sobre los que “están lejos de la comunidad eclesial” o se consideran fuera de ella por su “fracaso conyugal”. Aún así, ellos “son y permanecen incorporados a Cristo en virtud del Bautismo”.
Por ello, ha explicado Francisco, “nos corresponde a nosotros” la seria responsabilidad de ejercitar el munus, recibido por Jesús divino Pastor “médico y juez de las almas”. Estamos llamados –ha afirmado el Pontífice– a no excluir de nuestra ansia pastoral, sino dedicarnos a ellos y a su situación irregular y sufrida con todo tipo de cercanía y caridad.
También ha considerado que el encuentro han llevado las solicitudes y preguntas que surgen en el ámbito de la pastoral matrimonial de las diócesis y tales instancias “requieren respuestas y medidas no siempre fáciles”. Pero se ha mostrado segura de que estos días de estudio les ayudarán a “concretar la actitud más oportuna a las distintas problemáticas”.


Francisco a Avvenire: el Jubileo una inspiración del Espíritu; el ecumenismo no es protestantizar a la Iglesia
Posted by Salvatore Cernuzio on 18 November, 2016



( ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco responde ex imo corde, a las 23 preguntas que la periodista Stefania Falasca le hace en una entrevista publicada hoy por el cotidiano Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana. Esta entrevista más que las otras revela el pensamiento profundo del Papa, muchas veces disminuidos por simples slogans, sobre temas fundamentales como el ecumenismo, la misericordia y la herencia del Concilio Vaticano II.
Durante la misma, Francisco traza un primer balance del Jubileo de la Misericordia que termina este domingo 20, y sobre el cual asegura “no hice ningún plan, me he dejado llevar por el Espíritu”. No habían proyectos preestablecidos detrás del mismo, sino la esperanza de “que muchas personas hayan descubierto que son muy queridas por Jesús y se hayan dejado abrazar por Él”. Porque “la misericordia es el nombre de Dios y también su debilidad, su punto débil”.
Da valor adjunto al coloquio, la amistad que relaciona al Papa con su interlocutora, iniciada cuando era cardenal en Buenos Aires y a quien el Papa llamó por teléfono poco después de su elección.
El Santo Padre en la primera pregunta añade que “este Año Santo de la Misericordia es un proceso que ha madurado en el tiempo, desde el Concilio…”. Y que “La Iglesia existe solamente como un instrumento para comunicar a los hombres el designio misericordioso de Dios”, sin quedarse en la lógica “del blanco o del negro”. pues como dicen los historiadores, “un Concilio para ser asimilado bien por el cuerpo de la Iglesia necesita un siglo” y “estamos a mitad”.
Explica también su esfuerzo ecuménico, que “se hace siguiendo a Cristo”, no con proyectos o acuerdos. Y sobre las acusaciones de protestantización de la Iglesia Católica, de quienes expresan ‘dudas’ sobre la Amoris Laetitia señala: “No me quitan el sueño, prosigo en el camino de mis antecesores.
Sobre las opiniones hay que distinguir siempre con qué espíritu vienen hechas”. Si las críticas “no son hechas con mal espíritu, incluso ayudan a caminar”, en cambio otras veces se ve enseguida que quieren justificar posiciones ya tomadas”. Se ve también que “ciertos rigorismos nacen por una carencia, por querer esconder dentro de una armadura la propia insatisfacción”.
“La Iglesia y el evangelio no son un camino de ideas”, afirma el Santo Padre. El ecumenismo ha madurado en el tiempo y viene desde lejos. “No he dado ninguna aceleración. En la medida en que vamos adelante el camino parece volverse más veloz”, asegura.
“El camino del Concilio va adelante y se intensifica”, asegura Francisco y que en estos encuentros se siente la fraternidad. Todos: Kirill, Hieronymos, Tawadros, Daniel de Rumania, Ilia y naturalmente Bartolomé, con quien comparte la mayor cercanía espiritual y con quien cumplió el viaje a Lesbos en medio a los ‘descartados’ y refugiados.
Un ecumenismo por lo tanto de pequeños gestos pero que es siempre un don de Dios. Y sobre el viaje a Suecia por los 500 años de la Reforma señala que este permitió “una purificación de la memoria” de Lutero que “quería hacer una reforma como una medicina” que pero “se mezcló con los intereses políticos del tiempo y se terminó con el cuius regio eius religio, que llevaba a seguir la confersión religiosa de quien tenía el poder”.
Con los luteranos, indica el Santo Padre, hay un trabajo que realizar en favor de los pobres mientras se espera que se esclarezcan temas teológicos. “Y si servimos a los pobres juntos, quiere decir que nosotros los cristianos estamos unidos al tocar las llagas de Cristo”. Además “descubrimos que estamos unidos también en nuestra misión común de predicar el evangelio”. Francisco señala así que “todo tipo de proselitismo entre los cristianos es pecaminoso”, porque como decía Benedicto XVI, “La Iglesia no crece nunca por el proselitismo sino por atracción”.
A continuación el papa Francisco profundiza sobre oro tema, el verdadero “cáncer” en la Iglesia, que es “alabarse los unos a los otros”. Y quien “cultiva y alimenta su hambre de dominio y de afirmarse tiene una enfermedad espiritual porque cree que la Iglesia sea una realidad humana autosuficiente, en donde todo se mueve según las lógicas de la ambición y del poder”.
O sea la tentación de construir una Iglesia autorreferencial, de mirar demasiado a sí misma, como si creyera tener luz propia. “Por eso los Padres de la Iglesia hablaban de un mysterium lunae”, o sea que la Iglesia es como la luna, “da luz pero no billa por su luz propia”, y cuando “en cambio de mirar a Cristo se mira mucho a sí misma, aparecen también las divisiones”. Esto “sucedió después del primer milenio. Mirar a Cristo nos libera de esta costumbre y también de la tentación del triunfalismo y del rigorismo”. “Y nos hace caminar juntos en el camino de la docilidad al Espíritu Santo, lo que nos lleva a la unidad”.
Es un camino que requiere paciencia porque hay que “cuidar lo que ya existe, que es más de lo que nos divide”.


El Santo Padre escribe la carta apostólica “Misericordia et Misera” para el cierre del Jubileo
Posted by Redaccion on 18 November, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Misericordia et Misera. Este es el título de la carta apostólica que el papa Francisco ha querido presentar en el cierre de Año Jubilar. Se trata de un documento con el cual, como está previsto, el Papa indicará a la Iglesia católica los frutos del Año Santo extraordinario de la Misericordia y el camino de la evangelización a recorrer en los próximos años.
El documento será publicado este lunes y presentado a la prensa por monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, el Dicasterio organizador del Año Santo.


El Vaticano participará en la Expo 2017 en Kazajistán
Posted by Sergio Mora on 18 November, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La Santa Sede participará con un pabellón sobre la defensa de la ‘casa común’ en la Expo 2017 que se realizará en Astana, la capital de Kazajistán.
Partiendo de la energía y la luz en los orígenes del hombre, pasando a través de los usos de la energía en la historia y llegando a los días de hoy, el pabellón que tiene como título: “Energía para el bien común para nuestra casa común”, proporcionarán un marco profundamente humano y ético diferente al contenido de otros pabellones, e indicará además algunos proyectos que apoya la Santa Sede en zonas en dificultad.
Lo informó Oficina de prensa de la Santa Sede, al difundir un comunicado del Pontificio Consejo Justicia y Paz en el cual se precisa que la EXPO, se realizará en un país multiétnico y multirreligioso, con una tradición de diálogo entre las religiones.
El cardenal Peter Turkson firmó el pasado 29 de abril el contrato para la participación en la Exposición Universal de Astana y la participación supone un gran desafío, pero también una gran oportunidad en un país en donde los católicos son un pequeño porcentaje de la población.
La Santa Sede ha participado en otras EXPO con temas como la gestión del agua, en Zaragoza 2008; o sobre la alimentación, en Milán 2015. El tema de la energía es uno de los temas más importantes tratados en la encíclica Laudato si’ (2015) y en Caritas in veritate (2009), así como las intevenciones de la Santa Sede en las negociaciones climáticas de la ONU.
El Pontificio Consejo Justicia y Paz ha dedicado en el 2013 en un volumen, reflexiones sobre la gestión del tema energético como uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo.


España: Jornadas de formación para acompañar en los casos de nulidad matrimonial
Posted by Redaccion on 18 November, 2016



(ZENIT – Roma).- La Conferencia Episcopal Española (CEE) y la facultad de Derecho Canónico de la Universidad San Dámaso, en colaboración con el Tribunal Apostólico de la Rota Romana, han organizado las jornadas de formación sobre “Discernimiento y acompañamiento de los casos de nulidad matrimonial”.
Este curso de formación tiene como objetivo profundizar en “la reforma de los procesos de nulidad matrimonial a la luz del Motu Proprio ‘Mitis Iudex Dominus Iesus’ del papa Francisco”, explica la CEE. Y está destinado a los vicarios judiciales, miembros de los Tribunales eclesiásticos, abogados, procuradores, párrocos, vicarios parroquiales y otros agentes de Pastoral familiar.
Las jornadas tendrán lugar en el Aula Magna del Seminario Conciliar de Madrid (C/San Buenaventura, 9 – 28005 Madrid) los días 28 y 29 de noviembre de 2016.
El pasado 8 de septiembre de 2015 se presentaron dos motu proprio del Santo Padre Mitis Iudex Dominus Iesus y Mitis et Misericors Iesus. Las particularidades de estos dos documentos fueron explicadas durante la conferencia de prensa de presentación, por seis miembros de la Comisión especial para la reforma del proceso matrimonial católico, instituida por el Santo Padre para facilitar y eliminar burocracia, sin perder el rigor necesario.
Así, el cardenal Cocopalmeiro, presidente del Pontificio Consejo de los Textos Legislativos, explicó que “no es lo mismo la nulidad que la anulación de un matrimonio”. Y recordó que la Iglesia –como es sabido– no acepta el divorcio, en cambio sí estudia los casos en los cuales se realizó el matrimonio con motivos que lo vuelven inválido, como la coerción. Para ello realiza un proceso judicial que debe decidir si existe nulidad matrimonial o menos. “El problema más pastoral en cambio consiste en volver más veloces los procesos”, precisó.
Son tres los puntos fundamentales de la reforma. En primer lugar la composición de los tribunales, que puede incluso ser constituido por un solo obispo diocesano. En segundo lugar no se necesita la doble sentencia; y ya con la primera no es necesario que pase automáticamente a la segunda sentencia. Puede haber sí, una segundo apelación, pero si por finalidades dilatorias es descartado. Y en tercer lugar, los procesos serán más breves.
En la introducción de los documentos, el Pontífice explica: “He decidido dar con este motu proprio disposiciones con las cuales se favorezca, no la nulidad de los matrimonios, sino la celeridad de los procesos”. Asimismo, precisa que “alimenta este empuje reformador, el enorme número de fieles que si bien desean proveer a la propia conciencia, muchas veces se desaniman debido a las dificultades jurídicas de la Iglesia, a causa de la distancia física o moral; la caridad por lo tanto y la misericordia exigen que la misma Iglesia como madre se vuelva cercana a los hijos que se consideran separados”.


Concluyó en Argentina un encuentro para fortalecer el diálogo interreligioso
Posted by Redaccion on 18 November, 2016



(ZENIT – Roma).- Los obispos responsables del ecumenismo y del diálogo Interreligioso en las conferencias episcopales de América Latina y el Caribe concluyeron hoy en Argentina, en la localidad bonaerense de San Miguel, una reunión de cinco días dedicada a fortalecer su pastoral para el trienio 2017-2019, indicó la agencia de noticias Aica.
El miércoles 16 visitaron la sede del Episcopado, donde participaron de un acto de oración con autoridades de la Iglesia en la Argentina y con integrantes de distintas comunidades religiosas.
Allí el arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente 1° de la Conferencia Episcopal, cardenal Mario Aurelio Poli, dijo glosó un texto de Isaías y señaló que si de Alguien no podemos dudar de que cumple sus promesas es de Dios. ¿Acaso no se empiezan a ver tiempos de paz con estos espacios?, se preguntó. Y señaló: “Lo que necesita Dios es que no le pongamos palos en la rueda para seguir el camino de la paz”.
También estaba el secretario general de la Conferencia, monseñor Carlos Malfa, obispo de Chascomús. Acompañaron a los visitantes los obispos argentinos que participaban en la reunión de San Miguel, el arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, y su auxiliar Pedro Torres, presidente y miembro de la Comisión Episcopal de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones (CEERJIR), respectivamente.
Por su parte el presidente de la Comision Ecuménica de Iglesias Cristianas de la Argentina (CEICA), el obispo metodista Frank de Nully Brown, dijo que la paz no se puede construir desde relaciones violentas que implican avasallar al otro, entre familias, entre ricos y pobres, entre naciones poderosas y débiles. Y exaltó el amor a Dios y al prójimo.
Entre otros, estuvieron en el Episcopado el arzobispo monseñor Chrysostomos Ghassali, de la Iglesia Siriana Ortodox de Antioquía; el pastor Jorge Gómez, de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA); las pastoras Viviana Pinto, del Consejo Latinoamericano de Iglesias, y Ester Iglesias, de Discípulos de Cristo; los pastores metodistas Hugo Urcola y Daniel Favaro, el pastor bautista Tomás Mackey; Jorge Berrios, de Aposento Alto; el rabino Arieh Stockman y el vicepresidente del Centro Islámico, Abdulhamid Hageg, junto con otro directivo, Adnan Kassab.


Mensaje de los obispos bolivianos al Pueblo de Dios “Misericordiosos como el Padre”
Posted by Redaccion on 18 November, 2016



(ZENIT – Roma).- Los Obispos de Bolivia se reunieron en Cochabamba del 10 al 15 de noviembre con motivo de su 102 asamblea plenaria, que se realizó en la Casa Cardenal Maurer de Cochabamba.
En su mensaje al Pueblo de Dios clausurando las jornadas de reflexión y análisis de la situación actual del país pidieron que la misericordia se manifieste siempre en la forma de tratarnos en esta Patria.
“Agradecemos a Dios por permitirnos celebrar el Año Jubilar de la Misericordia, convocado por el Papa Francisco. Hemos sido testigos de que muchísimos hermanos han buscado experimentar el rostro misericordioso del Padre a través de la Eucaristía, el Sacramento de la Reconciliación, las peregrinaciones y las obras de misericordia, corporales y espirituales. Hemos releído el Evangelio en clave de Misericordia, conociendo mejor a Dios que manifiesta su amor y su perdón en Cristo Jesús” escriben en su mensaje.
“Convivamos en base a la verdad, sin mentiras, desde el respeto, sin agresiones. Que los intereses particulares den paso al interés por el bien común, particularmente a favor de los más vulnerables y descartados: privados de libertad, discapacitados, enfermos, y personas en situación de pobreza extrema” escribieron en su mensaje final.
Recordaron también que “totalmente opuesto a la sacralidad de la vida son los feminicidios, los linchamientos, la trata y tráfico de personas, los abortos provocados, y todas las formas de violencia persistentes en la sociedad”.
Advirtieron además que “hace falta vivir la misericordia en la práctica de la justicia, a veces instrumentalizada por intereses políticos y por la corrupción.
El uso de la prisión preventiva sin sentencia judicial y por largo tiempo, vulnera el derecho a la presunción de inocencia, ocasionando condiciones inhumanas en las cárceles”.
“Nos unimos -señalan los obispos- al clamor histórico del Pueblo Boliviano por una Justicia confiable, ágil e imparcial”, es el mensaje de los Obispos en torno a la problemática actual que vive Bolivia.
Mensaje al Pueblo de Dios “Misericordiosos como el Padre” Texto completo



Libertad religiosa en Chiapas
Posted by Felipe Arizmendi Esquivel on 18 November, 2016




VER
El Consejo Interreligioso de Chiapas, en que participamos desde 1992 los obispos y los líderes de presbiterianos, bautistas, adventistas, mormones, nazarenos, asambleas de Dios, Buen Pastor y otros, junto con la Sociedad Reuben Clark, la Fundación “Conciencia Nacional” y la Subsecretaría de Asuntos Religiosos del Gobierno estatal, organizamos un Foro sobre Libertad Religiosa, con ocasión del Día internacional de la Tolerancia. Comparto algo de lo que expuse.
Algunos medios informativos siguen calificando a Chiapas como el Estado donde perduran los conflictos religiosos, particularmente porque en algunas comunidades indígenas los católicos ponen trabas a los evangélicos para que practiquen su fe y se les impide hacer propaganda religiosa; incluso les han expulsado y les han dañado en sus propiedades. También los católicos sufrimos ofensas y descalificaciones por hermanos de otras confesiones, sobre todo en emisoras radiofónicas y en algunas campañas evangelísticas.
Hemos declarado varias veces que esa intolerancia es una grave injusticia. Hemos insistido en el derecho que todos tienen de practicar la religión de su preferencia, pero quienes toman esas decisiones no nos hacen caso. Son decisiones que no pasan por las diócesis y las parroquias católicas, sino que dependen de las asambleas ejidales, que ven la divergencia religiosa como un atropello a su histórica y tradicional unidad cultural y social, que es esencial en la cultura indígena.
Por otra parte, cuando alguna autoridad civil da testimonio público de su fe y participa en una celebración religiosa, varias voces se lo recriminan, pues dicen que se viola el Estado laico y la separación con las iglesias. Sostienen que las autoridades civiles pueden tener la religión que prefieran, pero sólo en su vida privada.
Algunos reducen la libertad religiosa a la libertad de culto y de creencia, que ya está reconocida en la Constitución, sin advertir que tiene muchas otras implicaciones, como tener televisión y emisoras de radio, la objeción de conciencia, la libertad para expresar nuestra opinión sobre las leyes civiles, en aquello que contradicen nuestra fe.
PENSAR
¿Qué entendemos por libertad religiosa? Dice el Papa Benedicto XVI: “La libertad religiosa es la cima de todas las libertades. Es un derecho sagrado e inalienable. Abarca tanto la libertad individual y colectiva de seguir la propia conciencia en materia religiosa como la libertad de culto. Incluye la libertad de elegir la religión que se estima verdadera y de manifestar públicamente la propia creencia. Ha de ser posible profesar y manifestar libremente la propia religión y sus símbolos, sin poner en peligro la vida y la libertad personal. Es preciso pasar de la tolerancia a la libertad religiosa” (Ecclesia in Medio Oriente, 26-27).
“El derecho a la libertad religiosa debe considerarse como inherente a la dignidad fundamental de toda persona humana, en sintonía con la innata apertura del corazón humano a Dios”. Llama a los Estados “para que reconozcan el derecho humano fundamental a la libertad religiosa”, y los insta a “respetar, y si fuera necesario, proteger a las minorías religiosas que, aunque vinculadas a una religión diferente de la de las mayorías que las rodea, aspiran a vivir con sus conciudadanos de modo pacífico y a participar plenamente en la vida civil y política de la nación, en beneficio de todos” (29-IV-2011).
ACTUAR
Quienes nos declaramos seguidores de Jesús no podemos aprobar, mucho menos incentivar, las discriminaciones religiosas que aún suceden en algunas partes. Si grupos católicos no permiten que minorías protestantes vivan conforme a su fe, cometen un abuso, que nuestras diócesis no promueven ni solapan. Esperamos que, donde predomina una confesión no católica, se evite también la intolerancia contra los católicos. Que tampoco haya intolerancia entre los mismos grupos evangélicos.
Debemos inculcar un gran respeto a la diversidad religiosa y proteger el derecho a ser diferentes, siempre y cuando no se lesione el bien común. Se pueden, por ejemplo, hacer campañas evangelizadoras, procurando que los contenidos no sean ofensivos para otras confesiones, y los aparatos de sonido no excedan el volumen que cause molestias y trastornos a los vecinos, o interferencias con otros actos de culto.
Sigámonos educando para respetarnos unos a otros. Aprendamos a convivir como hermanos, en paz y armonía, siendo de religiones distintas.


Su trono una cruz
Posted by Enrique Díaz Díaz on 18 November, 2016



II Samuel 5, 1-3: “Ungieron a David como rey de Israel”
Salmo 121: “Vayamos con alegría al encuentro del Señor”
Colosenses 1, 12-20: “Dios nos ha trasladado al Reino de su Hijo amado”
San Lucas 23, 35-43: “Señor, cuando llegues a tu Reino, acuérdate de mí”
¡Qué asco de autoridades! Desde los debates insultantes de los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, pasando por los gobernadores corruptos y derrochadores de los recursos de los ciudadanos, hasta los pleitos salvajes entre los presidentes municipales que han degenerado en violencia, agresiones, destrucción y muerte. ¡Qué asco de autoridades! ¿Por qué el poder oscurece la mente, endurece el corazón y deja en las tinieblas los ojos? ¿Por qué se lucha denodadamente por llegar a “ocupar la silla” diciendo que se quiere servir, cuando en realidad quieren servirse de la comunidad? Ya nadie cree en reyes, ni príncipes, ni presidentes, ni concejos… toda autoridad está devaluada y corremos el grave riesgo de la anarquía, donde el único soberano sería el dinero, pero, como dice el Papa Francisco, “¡El dinero debe servir y no gobernar!”. Reyes de oropel, esclavos del dinero. ¿De quién es la culpa? Y hoy Cristo se nos presenta como “rey”, pero un rey con otras insignias, con otros sueños, con otros métodos: “Servir hasta dar vida”
Hoy cerramos el año de la Misericordia, pero nos queda abierta para la eternidad la Misericordia del Padre manifestada en el rostro de su Hijo Jesucristo. Y es curioso que se cierre precisamente en esta fiesta tan entrañable para los mexicanos: Cristo Rey. A contra luz de detestables caricaturas de autoridad contemplamos hoy a Cristo como nuestro rey. Un rey muy diferente a los gobernantes, legisladores y autoridades que nosotros conocemos. San Lucas nos presenta a Cristo en la cruz, como si fuera su trono, con el letrero que da razón de su muerte: “Éste es el Rey de los judíos”. ¿Cómo entender un rey crucificado? Más aún, si leemos con cuidado encontramos que todos, o casi todos, se burlan de ese “rey”, lo insultan, lo cuestionan y lo retan a manifestar su poderío. ¿Un rey fracasado? Así aparece ante los ojos del mundo y así lo consideran todos los que están a su alrededor, aún sus discípulos. La paradoja de un rey clavado en la cruz, nos recuerda lo que Jesús había dicho a Pilato: “Mi Reino no es de este mundo” Y que no se refiere a que su reino esté en un plano espiritualista, nos lo demuestran su vida, sus parábolas sobre el Reino y su atención a los que más sufren. Su Reino no es al estilo del mundo donde la fuerza y el poder dominan, su reino tiene mucho que ver con el amor, con la entrega y con el servicio. Cuando lo quisieron nombrar “rey”, en ese otro sentido, tuvo que salir huyendo ya que Él no había venido para ser servido sino para servir. ¿Podremos aprender algo de este Rey todos los que de alguna forma tenemos autoridad o responsabilidad: autoridades civiles o religiosas, maestros, legisladores, padres de familia, líderes sindicales?
La imagen que nos ofrece la celebración de este domingo viene a dar su justo lugar a la imagen de Cristo Rey: lo alabamos como Rey de la verdad y de la vida. Las palabras y los hechos de Jesús tienen siempre perfecta coherencia. No es primero sí y luego no. Cristo es la verdad y nos enseña la verdad. También es la vida y da vida. Todas las situaciones de pecado, de muerte y de dolor, son transformadas por Cristo en vida. Por eso es Rey de la verdad y de la vida. Nosotros somos sus súbditos si seguimos sus pasos: si buscamos la verdad y si defendemos la vida. Si embargo uno de los graves problemas que tenemos es nuestra incoherencia y nuestra mentira. Nos decimos cristianos y las estadísticas tristemente nos dicen que en medio de nosotros se dan los abortos, las injusticias, las agresiones, la mentira y la violencia. Decir sí a Cristo es decir sí a la vida. Es comprometernos a defender y a cuidar la vida. Buscar leyes que nos lleven a preservarla, que no busquen proteger solamente los intereses y las políticas de los poderosos.
¡Cuánto dolor encontramos en la justicia humana! Desaparecidos, cuerpos anónimos encontrados en fosas comunes, conflictos agrarios, robos, acusaciones, mineros olvidados, migrantes ultrajados y miles de delitos que solamente van quedando rezagados en el tiempo, como si el olvido pudiera cerrar las heridas y solucionar los problemas. Y ahí quedan, renovándose, creciendo y dañando cada día más. Los conflictos internacionales, los bloqueos y amenazas, las fronteras que dividen a los hermanos, todo queda en el ámbito y a criterio de los poderosos, la justicia y la paz está hecha por ellos y a su estilo ¡Qué diferente el Reino de Jesús! Una justicia que viene a renovar y reconstruir al hombre integralmente, una justicia que busca la salvación universal, para todos sin distinción; una justicia basada no en las armas ni el poder, sino en el amor. Sólo entonces se puede encontrar la paz. La verdadera paz nunca estará sostenida artificialmente en base a miedos o amenazas, sino en el respeto y valoración de cada persona. Nuestro Rey, clavado en la cruz, nos muestra que sólo el amor y la entrega solidaria pueden salvar al mundo.
Jesús es sobre todo el rey del amor: “nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos” había expresado y lo lleva hasta las últimas consecuencias. En la cruz se nos revelan con mayor claridad las actitudes fundamentales para vivir construir el reino: amor, misericordia, perdón. Es la señal de los cristianos y es la señal de su reino: “En esto conocerán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros como yo los he amado” Lo grandioso del amor y lo grandioso del Reino de Jesús es que todos lo podemos vivir: pequeños y grandes, hombres y mujeres, ricos y pobres. Pero al vivir el verdadero amor corremos el riesgo de llegar a la misma locura de nuestro Rey: darlo todo por amor. Así encontramos enamorados padres de familia que lo dan todo por amor; parejas que viven el verdadero amor; cristianos que arriesgan todo lo que tienen y todo lo que son por amor. Es la señal del Reino, es la principal característica de nuestro Rey.
Fiesta de Cristo rey, fiesta para examinar nuestras actitudes frente a Cristo y frente a los hermanos, fiesta para “entronizar” en la familia a este Rey de Amor, de Misericordia y de Paz. Fiesta para convertirnos en sus fieles seguidores, llenos de esperanza, constructores incansables de un Reino diferente.
Dios, Padre lleno de Misericordia, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy amado, Rey del universo, haz que toda creatura, liberada ya de la esclavitud, sirva a tu majestad y te alabe eternamente. Amén


Beata María Fortunata Viti – 20 de noviembre
Posted by Isabel Orellana Vilches on 18 November, 2016




(ZENIT – Madrid).- Que la santidad no precisa ostentación alguna, ni tiene por qué venir acompañada de gestas relevantes lo prueba la vida de muchos insignes seguidores de Cristo. Para el que aspira a alcanzar la mejor morada en el cielo, pasar por este valle de lágrimas envuelto en el anonimato, oculto en Dios, es contar con uno de los grandes regalos del que ya puede disfrutar en la tierra. A fin de cuentas, vivirá eternamente prendido del amor de Dios con absoluta exclusividad entre la pléyade de bienaventurados que le aguardan. Llegamos al mundo sin atavíos de ningún tipo y esa misma desnudez que nos acompañará en la muerte, solo la habrá podido cubrir, en el máximo sentido de la expresión, la misericordia divina.
El mérito incuestionable de esta beata italiana radica en haber sabido cumplir día a día su misión, con plena fidelidad, en las humildes tareas que le encomendaron, en el silencio del claustro, sin otra aspiración que la de ser santa, único tesoro por el que se entregó en su vida consagrada. Harta proeza, sin duda alguna. Hay un halo de innegable grandeza en haber logrado realizar las dignas labores de hilar, lavar, coser y remendar, que son tan rutinarias, con el gozo y sencillez con que ella lo hizo durante setenta años. Es decir, que sobrenaturalizó lo ordinario, como han hecho otros santos y santas.
Nació en la localidad italiana de Veroli, región del Lazio, el 10 de febrero de 1827. Su hogar estaba regido por un padre que no era precisamente un dechado de virtudes. La ludopatía y el alcohol hundieron el negocio de Luigi Viti, un próspero comerciante, y arruinó la vida de su esposa Anna Bono y de sus nueve hijos. Anna Felicia fue la tercera de los hermanos. A los 14 años perdió a su madre –su corazón no había resistido tanta desdicha y claudicó cuando tenía 36 años de edad– y ella debió sustituirla en el cuidado de la numerosa prole. La situación era de grave carencia en todos los ámbitos, una difícil coyuntura creada por los vicios de su padre. Para contrarrestar tanta miseria y el hambre que padecían, ya que su progenitor continuaba atrapado en sus adicciones, Anna Felicia trabajó como empleada doméstica al servicio de una familia de Monte San Giovanni Campano. En ese momento su trabajo era prácticamente la única vía de ingresos que entraba en el hogar. Y este fue el escenario de su vida hasta los 24 años.
Se le presentó la ocasión de desposarse con un ciudadano de Alatri, que la cortejó y que le ofreció un futuro esperanzador ya que poseía cuantiosos bienes, pero la generosa joven soñaba con la vida religiosa y lo rechazó. Tantos sufrimientos habían acrisolado su amor a Cristo y con Él había sido capaz de rogar diariamente la bendición de su padre, a quien besaba respetuosamente las manos sin censurar en su corazón a ese despojo humano, en el que se había convertido, apresado por las flaquezas, y dominado por su mal carácter.
El 21 de marzo de 1851, a la edad de 24 años, cuando vio que sus hermanos estaban bien encaminados, Anna Felicia ingresó con las benedictinas en el ©. Al profesar tomó el nombre de María Fortunata. Las penosas circunstancias que marcaron el periodo anterior de su vida le impidieron formarse adecuadamente. De modo que al ingresar en el convento era una completa iletrada. No pudiendo ocuparse de tareas litúrgicas en el coro, fue destinada a realizar labores domésticas que llevaba a cabo con el firme anhelo de conquistar la santidad. Fue la resolución que le condujo al convento y así lo expresó al llegar: «quiero hacerme santa». Era una mujer de palabra, porque es fácil comprometerse verbalmente, pero hay que demostrar la autenticidad de lo expresado cada segundo del día. Lo dice el refrán: «del dicho al hecho hay gran trecho». Ella no olvidó nunca el objetivo que se había trazado.
Viviendo heroicamente el «ora et labora» benedictino, iniciaba la jornada en las primeras horas de la madrugada para realizar cada día y con el mismo marco, sin abandonar jamás la clausura, las rutinarias tareas que tenía encomendadas. En su entorno ignoraban la aridez que padecía esta humilde religiosa, obediente, amable, servicial, sencilla y caritativa. Con una intensa vida de oración y silencio, María Fortunata se postraba ante el Santísimo Sacramento, al que tenía gran devoción, dando ejemplo de fidelidad y entrega. Fue agraciada con los dones de milagros y de profecía. Dejaba traslucir la ternura de Dios que se derrama sobre sus dilectos hijos, alumbrando ese camino que recorren los que han encarnado en su vida las bienaventuranzas: desprendimiento, limpieza de corazón, inocencia, mansedumbre, etc.
Dios no quiso que quien había pasado más de setenta años en el anonimato, yaciera oculta en la sepultura común de la clausura en la que fue enterrada, sin ningún honor y con cierta precipitación, al advertir su muerte acaecida el 20 de noviembre de 1922 cuando contaba con 95 años. Había llegado a tan avanzada edad aquejada por el reumatismo, y apresada en su lecho con ceguera, sordera y parálisis. Como los milagros comenzaron a producirse ante la tumba, trece años más tarde sus restos tuvieron que ser extraídos y enterrados en la iglesia, a demanda del clamor popular. El 8 de octubre de 1967 fue beatificada por Pablo VI quien ensalzó su edificante vida de perfección.