Servicio diario - 26 de noviembre de 2016


 

Francisco entrega el Premio Ratzinger: ‘Expresamos también nuestro gran cariño hacia Benedicto XVI’
Posted by Sergio Mora on 26 November, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco entregó este sábado por la mañana en el Vaticano, el “Premio Ratzinger” a un profesor de teología de la Universidad de Lugano, y al profesor ortodoxo Ioannis Kourempeles, profesor de Historia de los dogmas y teología dogmática en la Universidad Aristóteles de Salónico.
La ceremonia de entrega del galardón del premio instituido en el 2011 por la ‘Fundación Vaticana Joseph Ratzinger – Benedicto XVI’ se realizó en el Sala Clementina del Palacio Apostólico.

Inos Biffi, el teólogo ganador del galardón (Foto Redzioch-Wlodzimierz-cc)
El Santo Padre señaló que participar a este evento “es para mi también un modo de expresar una vez más junto a ustedes, nuestro gran cariño y reconocimiento hacia el papa emérito Benedicto XVI, quien nos sigue acompañando también ahora con su oración”.
Francisco recordó que el Jubileo de la Misericordia apenas concluido “nos ha recordado muchas veces que la misericordia está en el corazón del ‘protocolo’ con el cual Jesús dice que seremos juzgados: Tuve hambre y me han dado de comer, tuve sed y me dieron de beber…’” (Mt 25,35).
El Papa abordó así el tema de la escatología, vale a decir la reflexión que se interroga sobre el destino último del ser humano y del universo. Y señaló que el tema de la escatología “es fundamental cuando se reflexiona sobre el sentido de nuestra vida y nuestra historia, sin quedarnos cerrados en una impostación materialista o de todos modos intramundana”.
“Sabemos que el tema de la escatología –prosiguió el Papa– ha ocupado un lugar muy importante en el trabajo teológico del Prof. Joseph Ratzinger, durante su actividad como prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe y también en su magisterio durante el pontificado”. Y citó en este sentido la encíciclica Spe Salvi, por las “profundas consideraciones sobre la via eterna y sobre la esperanza”.

Ioannis Kourempeles, laico teólogo ortodoxo, ganador del galardón (Foto Redzioch-Wlodzimierz-cc)
Añadió que “la profundidad del pensamiento” del papa emérito “nos ayuda a permanecer abiertos al horizonte de la eternidad, dando así sentido también a nuestras esperanzas y a nuestros empeños humanos”. Porque su pensamiento “es un magisterio fecundo que sabe concentrarse sobre referencias fundamentales de nuestra vida cristiana” como lo son “la persona de Jesucristo, la caridad, la esperanza, la fe”. Motivo por el cual “toda la Iglesia le guardará gratitud por siempre”.
Felicitó también a los organizadores del Simposio internacional sobre el tema de la Escatología que se acaba de realizar en la Universidad de la Santa Cruz y que concluyó hoy en el Agustinianum, con la exposición del cardenal Gianfranco Ravasi.
Felicitó también a quienes fueron galardonados: a Mons. Inos Biffi, a la carrera de un gran teólogo; y al joven profesor Ioannis Kourempeles, a quien le animó a proseguir profundizando sobre el pensamiento de Ratzinger y la teolgía ortodoxa.


Francisco señala que el voluntariado es ‘un tesoro para la sociedad’
Posted by Redaccion on 26 November, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El santo padre Francisco recibió este sábado por la mañana en el Aula Pablo VI, a siete mil voluntarios del Servicio Civil Italiano, con ocasión del décimo quinto aniversario de la promulgación de la ley que lo instituía.
El Servicio civil inicialmente fue previsto como alternativa para quienes debían cumplir con el servicio militar obligatorio y se declaraban objetores de conciencia por motivos personales, humanitarios o religiosos. En el 2001 se instituye el Servicio Civil Nacional, ya no como alternativo al servicio militar. Y en el 2005 con la abolición del servicio militar obligatorio pasa a ser una iniciativa autónoma de voluntariado.
Francisco se dirigió a los jóvenes e hizo hincapié en que la gratuidad del voluntariado, aunque sea por un tiempo determinado, es como un tesoro no sólo para la sociedad y para aquellos que se benefician del trabajo de los voluntarios, sino también para ellos y su madurez humana.
Señaló que “el camino del servicio va a contracorriente de los modelos dominantes, pero en realidad cada uno de nosotros se siente feliz y realizado sólo cuando es útil para alguien”.
“Ustedes son una fuerza valiosa y una fuerza dinámica del país –afirmó el Papa– y vuestra contribución es indispensable para lograr el bien de la sociedad, teniendo en cuenta especialmente a los más débiles. El proyecto de una sociedad solidaria es el objetivo de toda comunidad civil que quiera ser igualitaria y fraternal”.
Precisó entretanto que “ese objetivo se traiciona cada vez que asistimos pasivamente al aumento de la desigualdad entre los diferentes interlocutores sociales o entre las naciones del mundo, cuando se reduce la asistencia a los más vulnerables sin que se garanticen otras formas de protección; cuando se aceptan peligrosas lógicas de rearme y se invierten recursos valiosos en la compra de armamento, –una verdadera lacra actual– o cuando los pobres se convierten en una amenaza y en lugar de tenderles la mano se los relega a su pobreza”.
“Todas estas actitudes son –añadió el Pontífice– una afrenta a nuestra sociedad y a su cultura e introducen en ella criterios y prácticas marcados por la indiferencia y la opresión, que empobrecen la vida, no sólo de los olvidados o discriminados, sino también del que olvida o discrimina, que acaba por encerrarse en sí mismo y evita el encuentro con la carne de los hermanos, que es el camino obligatorio para encontrar el bien. Están llamados, mediante este servicio, a desempeñar una función crítica ante estas perspectivas contrarias a lo que es humano, y una función profética que demuestre cómo es posible pensar y actuar de manera diferente”.
Entre las diversas áreas de intervención de los proyectos del Servicio Civil, el Papa citó especialmente la protección del medio ambiente. Otro ámbito de acción que les debe interesar particularmente es el de la ayuda a los refugiados y emigrantes, que piden ser rescatados e integrados en el tejido social. Elogió así el esfuerzo de Italia en esta tarea y expresó su aprecio por todo ello.
El Pontífice recordó que también merecían una consideración especial todos los otros proyectos educativos y asistenciales del Servicio Civil Italiano que de diversas maneras acompañan a los niños, a los jóvenes, a las personas discapacitadas, marginadas y necesitadas de ayuda, así como a los afectados por el terremoto.
“El grado de civilización de un pueblo, de hecho, se mide por la capacidad de respetar y promover los derechos de cada persona, empezando por los más débiles”, señaló.
Y les impartió “la bendición del Señor para que les ayude a actuar siempre con valentía y desinterés, con la vista puesta en los horizontes de esperanza”.


Telegrama del Papa por la muerte del ex presidente Fidel Castro
Posted by Redaccion on 26 November, 2016



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El santo padre Francisco envió hoy sábado un telegrama al actual presidente de Cuba, Raúl Castro, presentando sus condolencias por la muerte de su hermano, el ex presidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la República de Cuba, Fidel Castro, fallecido anoche a los 90 años de edad.
Lo informó hoy la Oficina de prensa de la Santa Sede, la cual divulgó el telegrama que transcribimos a continuación.
«Excelentísimo señor Raúl Modesto Castro Ruz
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba
La Habana
Al recibir la triste noticia del fallecimiento de su querido hermano, el excelentísimo señor Fidel Alejandro Castro Ruz, expresidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la República de Cuba, expreso mis sentimientos de pesar a vuestra excelencia y a los demás familiares del difunto dignatario, así como al gobierno y al pueblo de esa amada nación.
Al mismo tiempo, ofrezco plegarias al Señor por su descanso y confío a todo el pueblo cubano a la materna intercesión de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, patrona de ese país.
Francisco pp.».


Murió Fidel Castro, el comandante de la Revolución cubana
Posted by Redaccion on 26 November, 2016



(ZENIT – Roma).- El presidente cubano Raúl Castro, en un mensaje leído que fue divulgado a través de los medios estatales, señaló que su hermano Fidel falleció este viernes a los 90 años de edad.
“Con profundo dolor comparezco para informar a nuestro pueblo (…) que hoy 25 de noviembre de 2016 a las 10:29 de la noche falleció el comandante en jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz”, dijo su hermano que vestía el uniforme verde oliva.
Fidel Castro estuvo en el poder durante casi cincuenta años: fue mandatario de su país como primer ministro (1959-1976) y presidente (1976-2008). También fue comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (1956-2008).
‘La Comisión Organizadora del Comité Central del Partido, el Estado y el Gobierno para las honras fúnebres’ informó en un comunicado oficial que el lunes 28 y el martes 29 de noviembre, “en el Memorial José Martí” la población “podrá acudir a rendirle merecido homenaje a su líder”.
Añade que durante esos dos días, en diversas localidades de la isla, se podrá “rendir homenaje y firmar el solemne juramento de cumplir el concepto de Revolución”, así como “expresión de la voluntad de dar continuidad a sus ideas y a nuestro socialismo”.
Le seguirá un acto de masas en la Plaza de la Revolución José Martí de la capital y al día siguiente “se iniciará el traslado de sus cenizas por el itinerario que rememora La Caravana de la Libertad en enero de 1959, hasta la provincia de Santiago de Cuba, concluyendo el día 3 de diciembre”.
Le seguirá otro acto en la Plaza Antonio Maceo y la ceremonia de inhumación será el 4 de diciembre en el cementerio de “Santa Ifigenia”.
En enero de 1998 Fidel Castro recibió al papa Juan Pablo II en La Habana, momento en el cual el pontífice polaco pidió que “Cuba se abra más al mundo y el mundo se abra más a Cuba”.
En 2012 Benedicto XVI vistió la Isla entre el 26 y el 28 de marzo, como parte de la segundo viaje apostólico a América Latina.
Y el papa Francisco estuvo en Cuba del 19 al 21 de septiembre de 2015, en el viaje apostólico que le llevó también a Estados Unidos, cuando participó el Filadelfia a la Jornada Mundial de las Familias.


La película Poveda concurre a los Premios Goya 2017
Posted by Nieves San Martín on 26 November, 2016



(ZENIT – Madrid) La película española basada en la vida de san Pedro Poveda, fundador de la Institución Teresiana, y personaje de relieve en los ambientes educativos del primer tercio del siglo XX en España, sigue su itinerario exitoso con numerosos premios recibidos aquí y en otros países. A ello se añaden ahora sus treinta candidaturas a los Premios Goya 2017, los mayores galardones en este ámbito, que concede la Academia del Cine de España.
La película narra la historia de san Pedro Poveda (Linares, 1874-Madrid, 1936), un sacerdote tenaz e innovador que abrió caminos en el campo educativo y en defensa de los derechos de las mujeres en la España de principios del siglo XX.
Poveda (en el filme Raúl Escudero) fue reconocido por la UNESCO como “Pedagogo y Humanista” y canonizado por el papa San Juan Pablo II. Tras ejercer su labor sacerdotal en las marginales barriadas de las Cuevas de Guadix (Granada) y poner en marcha diversas iniciativas sociales y educativas, Poveda marcha a Covadonga (Asturias).
Desde allí inicia un novedoso movimiento impulsado por mujeres jóvenes, origen de la Institución Teresiana. Para su desarrollo se apoya en la joven Pepita (Josefa) Segovia (encarnada en la película por Elena Furiase), primera mujer licenciada en educación de Jaén. Poveda vivirá la España convulsa de los años treinta donde los conflictos sociales, educativos y religiosos se agudizan hasta desembocar en una guerra civil. En ese contexto Poveda, hombre de paz, de diálogo y víctima de la violencia y la intolerancia, dejará una huella de luz y esperanza.
La película de Goya Producciones, presenta en total treinta candidaturas a los Premios Goya 2017: mejor película; mejor dirección, Pablo Moreno; mejor guión original: Pablo Moreno y Pedro Eugenio Delgado; mejor música original: Óscar Martín Leanizbarrutia; mejor actor protagonista: Raúl Escudero; mejor actriz protagonista: Elena Furiase; mejor actor de reparto: Carlos Cañas, Carlos Pinedo, Fran Calvo, Javier Bermejo, Juan Alberto López, Roberto Chapu, Vicente Gil, Xiqui Rodríguez; mejor actriz de reparto: Ainhoa Aldanondo, Andrea Guardiola, Eva Higueras González, Gladys Balaguer, Manuela Vicente, Maribel Carro, Marta Ruiz De Viñaspre, Sara Velasco; mejor actor revelación: Miguel Berlanga; mejor actriz revelación: Silvia García Iglesias; mejor dirección de fotografía: Rubén D. Ortega; mejor montaje: María Esparcia; mejor dirección artística: Aránzazu Gaspar; mejor diseño de vestuario: Patrocinio Azpeleta; mejor maquillaje y peluquería: Margarita Prieto Barrios, Nahia Martín Leanizbarrutia; mejor sonido: Roberto Alonso Doniz, Iván Mayoral.
Premios Mirabile Dictu
El jurado del Festival Internacional de Cine Católico Mirabile Dictu premió como mejor película a la cinta española, entre las más de 1.200 participantes en su séptima edición. A la gala de entrega de premios, celebrada en el Palazzo della Cancelleria en Roma, asistieron diversas personalidades del mundo del cine, de la sociedad, así como eclesiásticos de la curia vaticana como el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo de la Cultura, que patrocina el festival, el cardenal Velasio de Paolis, y el cardenal español Santos Abril.
El premio fue recogido por el productor y consejero delegado de Goya Producciones Andrés Garrigó, quien agradeció a los organizadores su labor a favor de la promoción de los valores cristianos en el cine, especialmente los grandes ideales de la Belleza, el Bien y la Verdad, así como la Fe. A la gala también asistieron Pablo Moreno, director del film, Josemaría Muñoz, productor ejecutivo, María Esparcia, editora, así como Laura Moreno, directora del Departamento de Comunicación de la Institución Teresiana, y Lola Martín, consejera general esta asociación.
La presidenta del festival, Liana Marabini, felicitó a los galardonados por su filme y destacó la actualidad de la figura de san Pedro Poveda, quien dio su vida a causa de su defensa de la libertad de los católicos para vivir su fe en todos los ámbitos de la sociedad, especialmente en la vida pública.
Poveda, que se estrenó en los cines de Madrid y otras ciudades españolas, a partir del 4 de marzo pasado, fue el segundo mejor estreno español en su primer fin de semana y superó todas las previsiones en semanas de proyección.
El Ministerio de Cultura de España concedió a Poveda el calificativo de película para el fomento y la Igualdad de Género, debido a la labor pionera de Pedro Poveda a favor de la promoción y derechos de la mujer a principios del siglo XX. También se distinguió por ayudar y educar a los más desfavorecidos, algo que la película muestra en emotivas escenas rodadas en las cuevas de Guadix. Sus últimos años en Madrid fueron los de la defensa de la libertad de enseñanza de los católicos frente al predominio del laicismo intransigente.
Apoyada por el boca a boca entre los espectadores, Poveda ha tenido un gran impacto en prensa y en redes sociales, llegando a ser trending topic a nivel nacional.
Posteriormente, Poveda se estrenó en en salas de cine de América Latina, empezando por Chile, para seguir después a Ecuador, Perú, Guatemala y otros países.
Premiada en Argentina y Polonia
El festival bonaerense Arte Non Stop, celebrado el pasado septiembre, premió la película Poveda como mejor película. Además Raúl Escudero recibió el premio a mejor actor internacional por su interpretación de Pedro Poveda. Pablo Moreno se llevó el galardón de mejor director, Aránzazu Gaspar el premio a mejor dirección de arte y Patrocinio Azpeleta al mejor estuario. Todo ello dentro de la categoría de Largometraje Internacional.
El Festival Internacional Católico de Cine y multimedia Niepokalanow 2016 premió a Poveda como mejor película extranjera. El festival polaco recibió para su selección más de 137 películas y programas de televisión, 19 programas de radio, y 6 programas multimedia de dieciocho países: Indonesia, Eslovaquia, India, EEUU, Croacia, Chad, República Checa, Filipinas, Francia, España, Kazajistán, Rusia, Alemania, Ucrania, Gran Bretaña, Italia, Zimbabue y Polonia.
La ceremonia se clausuró en la galería San Juan Pablo II del Museo Porczynski de Varsovia ante autoridades civiles y eclesiásticas. La película de Goya Producciones, sigue acumulando premios alrededor del mundo, mientras su proyección internacional aún es una realidad y en España se ha estrenado en DVD y Blu-ray con gran éxito en las tiendas y librerías de todo el país.
Tras el éxito en Chile, la película Poveda se estrenó en Ecuador el 30 de septiembre pasado, y en Guayaquil y Quito (Ecuador). También confirmó el estreno en cines de Filipinas en el mes de diciembre gracias a la colaboración de la Institución Teresiana, muy presente en aquel país.
Además, Poveda fue también premiadade todo el mundo como por ejemplo el Festival de Cine de Montevideo (Uruguay) en octubre, o el Festival de Cine Católico de Santo Domingo (República Dominicana).
El último premio recibido llegó desde Indonesia, del International Film Festival for Peace, Inspiration, and Equality, celebrado en Yakarta. Allí la película ganó el International Award of Outstanding Excellence que se une al premio de mejor película del Online International Film Festival SE (OIFF).
Por otra parte, Poveda quedó semifinalista en el American Film Award y fue seleccionada para su proyección en el BAF 2016, en el Festival Internacional de Cine Católico de Brasil y en el Festival de Cine Católico de Santo Domingo.
También, ante la avalancha de peticiones, Poveda sigue su exitoso itinerario por Bolivia, Estados Unidos y otros países.
Para saber más clicar aquí
Leer también: La estela de san Pedro Poveda de norte a sur


Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa – 27 de noviembre
Posted by Isabel Orellana Vilches on 26 November, 2016



(ZENIT – Madrid).- Por segunda vez esta sección de ZENIT dedica expresamente un espacio a María. En esta ocasión para ensalzar la Medalla Milagrosa, festividad del día, que tanta devoción suscita en todo el mundo. Como es bien conocido, tiene su origen en las sucesivas apariciones de la Virgen a santa Catalina Labouré, y en las indicaciones que Ella le dio. El bien que viene reportando desde que comenzó a difundirse es inconmensurable. Ha dado lugar a numerosas conversiones.
Los hechos extraordinarios se produjeron en la capilla de la casa madre que poseen en París las Hijas de la Caridad –comunidad a la que pertenecía Catalina–, sita en la rue du Bac, número 140, y en la que había ingresado el 21 de abril de 1830. De modo que cuando ese mismo año comenzó a recibir las gracias de María, era una feliz novicia que había tenido la fortuna de asistir a la solemne traslación de las reliquias de su fundador, san Vicente de Paúl; éstas se encontraban en Nôtre-Dame y eran acogidas por los padres lazaristas en su capilla de la calle Sèvres. Él había sido quien en un sueño, aunque ella no había visto antes su efigie, le ayudó a dilucidar su vocación en un momento en el que dudaba acerca de la Orden en la que debía ingresar.
Ya en los primeros meses de noviciado sus superiores apreciaron su piedad que sobresalía en medio de una inteligencia no especialmente brillante haciéndole pasar desapercibida. Su prudencia, la discreción que acompañaba a tantos rasgos de virtud, fueron también sus aliados para cumplir escrupulosamente la voluntad de la Virgen que no quiso que la noticia de sus apariciones vieran la luz en esos momentos. Catalina las confió únicamente a su confesor, el padre Aladel. La primera se produjo el 18 de julio de 1830 y lo que aconteció ese día, mientras la comunidad oraba, fue narrado por la religiosa al morir el sacerdote muchos años más tarde. Ella tan solo le sobrevivió unos meses.
Esta inicial visión de la santa y las sucesivas son bien conocidas por la profusa difusión que se les ha dado desde el primer momento. Antes de que se produjeran, Catalina había sido favorecida con distintas apariciones en las que, además de ver a su fundador, vio a Cristo presente en el Santísimo Sacramento y como «Rey crucificado». Pero ella deseaba vivir la gracia de la aparición de María que había solicitado por mediación de su fundador. Así que ese día de 1830, camino de la medianoche, mientras se hallaba en su lecho escuchó que alguien pronunciaba su nombre. Era un niño vestido de blanco, de cuatro o cinco años, quien le avisó de que la Virgen la estaba esperando. En pos del pequeño, que desprendía «destellos», caminó hacia la capilla y percibió el crujir de una delicada prenda. El misterioso niño hizo la presentación: «He aquí la Santísima Virgen», que ella acogió turbada, de modo que aquél tuvo que repetir estas palabras.
Sin salir de su asombro, la joven corrió a postrarse de rodillas ante la Virgen que la aguardaba sentada en un sillón junto al altar. Tuvo la inmensa gracia de poder apoyar sus manos sobre el halda de la Madre del cielo y de pasar junto a Ella lo que denominó el momento más feliz de su vida: «Sería imposible decir lo que experimenté. La Virgen me dijo cómo debía portarme con mi confesor y varias otras cosas». María le advirtió que Dios iba a confiarle una misión que le acarrearía tribulaciones, aunque las superaría buscando la gloria del Altísimo. En esa primera aparición ya le encomendó fundar la cofradía de las Hijas de María, indicación que fue materializada por el padre Aladel en 1840.
El 27 de noviembre de ese mismo año 1830, a las 17:30 h., hallándose en oración en la capilla, nuevamente vio a la Virgen vestida de blanco en dos escenas encadenadas. En una de ellas la contempló sobre un globo dorado rematado con una cruz; bajo sus pies oprimía a una serpiente. Le dijo: «Esta bola representa al mundo entero, a Francia y a cada persona en particular». En la segunda Catalina observó que de sus manos abiertas, cuyos dedos estaban enjoyados con bellísimos anillos de piedras preciosas, brotaban unos rayos de fulgurante intensidad que se extendían por doquier. La Virgen explicó: «Estos rayos son el símbolo de las gracias que María consigue para los hombres». A continuación, apresada esta milagrosa aparición en un semicírculo, Catalina vio emerger la siguiente inscripción en letras de oro: «¡Oh María sin pecado concebida!, ruega por nosotros que recurrimos a ti». Una voz le instó: «Haz, haz acuñar una medalla según este modelo. Las personas que la lleven con confianza recibirán grandes gracias».
El prodigio culminó al contemplar el reverso de la medalla conformada por la Virgen; apreció que estaba compuesta por una cruz sobre la letra «M», inicial de María. Abajo estaba clausurada por dos corazones, uno de ellos coronado de espinas y otro atravesado por una espada, símbolo de los Sagrados Corazones de Jesús y de María. En diciembre de ese mismo año mientras oraba de nuevo, pero en este caso detrás del altar, vio el cuadro de la medalla. Era la última ocasión en la que se produjo esta aparición: «Estos rayos son el símbolo de las gracias que la Virgen Santísima consigue para las personas que le piden… Ya no me verás más».
Tal como vaticinó María, las pruebas llegaron enseguida. Su confesor, padre Aladel, fue el primero que no la creyó aconsejándole que se olvidara de ello. Pero, pasó el tiempo y el clamor interno para se cumpliera la petición de la Virgen persistía. El arzobispo de París, monseñor Quélen, tomó cartas en el asunto y concluyó reconociendo la autenticidad de los hechos. El padre Aladel acuñó la medalla, aunque faltaban algunos detalles. En la epidemia de cólera de 1832 la profusión que se hizo de la misma obró muchos milagros y conversiones. En 1846 el papa Gregorio XVI confirmó la veracidad de las apariciones. Catalina murió el 31 de diciembre de 1876.
Ver el video de Nuestra Señora de las Gracias