Servicio diario - 11 de enero de 2017


 

Francisco invita a no poner la seguridad en ídolos que llevan por el camino equivocado
Posted by Rocío Lancho García on 11 January, 2017



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, en la audiencia general de esta semana ha continuado con el ciclo de catequesis sobre la esperanza cristiana. Reunidos en el Aula Pablo VI en el Vaticano, miles de fieles le esperaban con ilusión y alegría. La meditación de esta semana ha estado centrada en el Salmo 115 sobre “las falsas esperanzas en los ídolos”.
El Santo Padre ha puesto dos ejemplos reales sobre cómo en la vida se puede llegar a dejarse llevar por ídolos. Al respecto, ha contado que una vez estaba en Buenos Aires y tenía que ir de una iglesia a otra y de camino había un parque con muchas pequeñas mesas donde estaban sentados los videntes. Y allí había mucha gente, incluso haciendo cola. ¿Esto da seguridad?, se ha preguntado el Papa. “La seguridad de una, permitidme la palabra, estupidez”, ha añadido. De esto modo ha observado que “tú pagas para que te den una falsa esperanza, compramos falsas esperanzas”. Sin embargo “de la esperanza de la gratuidad que ha traído Jesucristo, de esa no nos fiamos tanto”.
Otro ejemplo ha sido sobre una mujer guapa, que escuchó también en Buenos Aires, que se quedó embarazada y comentaba que “tuvo que abortar” porque si no su figura se vería perjudicada. Ídolos –ha asegurado– que te llevan sobre el camino equivocado.
En el resumen en español que el Santo Padre hace de la catequesis, ha indicado que la esperanza, esperar en el futuro, creer en la vida, “es una necesidad primaria del hombre”.
Pero es importante que pongamos nuestra confianza en lo que verdaderamente pueda ayudar a vivir y dar sentido a la existencia.
La Sagrada Escritura –ha añadido– nos advierte contra las falsas esperanzas que el mundo presenta, denunciando la paradoja de sus ídolos. De este modo, ha explicado que el hombre, al buscar seguridades tangibles y concretas, “cae en la tentación de las consolaciones efímeras –dinero, alianza con los potentes, mundanidad, falsas ideologías– que parecen colmar el vacío de soledad y mitigan el cansancio de creer”.
Asimismo, el Pontífice ha asegurado que el salmo 115 describe de modo sugestivo la realidad absolutamente fugaz de estos ídolos. Advierte que quien pone la esperanza en ellos termina siendo como ellos: “imágenes vacías con manos que no tocan, pies que no caminan, boca que no puede hablar”. No se tiene nada que decir, se es incapaz de ayudar, cambiar las cosas, sonreír, donarse, amar. El hombre en cambio –ha concluido– ha de ser imagen de Dios, confiando y esperando en su gracia y bendición.
A continuación, ha saludado a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica. Así, les ha invitado a poner plenamente su confianza en el Señor para que de su vida brote la alabanza al Dios vivo y verdadero, que por nosotros nació de María, murió sobre la cruz y ha resucitado en la gloria.
Después de los saludos en las distintas lenguas, el Papa ha dirigido unas palabras a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. De este modo, ha recordado que el domingo pasado se celebró la Fiesta del Bautismo del Señor, ocasión propicia para repensar en el propio Bautismo en la fe de la Iglesia. Por eso, ha invitado a los jóvenes a redescubrir diariamente “la gracia que proviene del sacramento recibido”. El Papa ha pedido a los enfermos a que saquen del bautismo la fuerza para afrontar los momentos de dolor y de desconsuelo. Finalmente, a los recién casados les ha exhortado a saber traducir los compromisos del bautismo en su camino de vida familiar.


Texto completo del papa Francisco en la catequesis de la audiencia del miércoles 11 de enero de 2017
Posted by Redaccion on 11 January, 2017



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El papa Francisco, prosigue la serie de catequesis sobre la esperanza cristiana. Esta semana ha tomado el Salmo 115 para reflexionar sobre los falsos ídolos. Así ha advertido de un peligro: “Yo me fío de Dios, pero la situación es un poco fea y yo necesito de una certeza un poco más concreta”.

Publicamos a continuación el texto completo de la catequesis.
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En el pasado mes de diciembre y en la primera parte de enero hemos celebrado el tiempo de Adviento y después el de Navidad: un periodo del año litúrgico que despierta en el pueblo de Dios la esperanza. Esperar es una necesidad primaria del hombre: esperar en el futuro, creer en la vida, el llamado “pensar positivo”.
Pero es importante que tal esperanza sea puesta de nuevo en lo que verdaderamente puede ayudar a vivir y a dar sentido a nuestra existencia. Es por esto que la Sagrada Escritura no pone en guardia contra las falsas esperanzas que el mundo nos presenta, desenmascarando su inutilidad y mostrando la insensatez. Y lo hace de varias formas, pero sobre todo denunciando la falsedad de los ídolos en lo que el hombre está continuamente tentado de poner su confianza, haciéndoles el objeto de su esperanza.
En particular, los profetas y sabios insisten en esto, tocando un punto focal del camino de fe del creyente. Porque fe es fiarse de Dios –quien tiene fe, se fía de Dios– pero viene el momento en el que, encontrándose con las dificultades de la vida, el hombre experimenta la fragilidad de esa confianza y siente la necesidad de certezas diferentes, de seguridades tangibles, concretas. Yo me fío de Dios, pero la situación es un poco fea y yo necesito de una certeza un poco más concreta. ¡Y allí está el peligro! Y entonces estamos tentados de buscar consuelos también efímeros, que parecen llenar el vacío de la soledad y calmar el cansancio del creer. Y pensamos poder encontrar en la seguridad que puede dar el dinero, en las alianzas con los poderosos, en la mundanidad, en las falsas ideologías. A veces las buscamos en un dios que pueda doblarse a nuestras peticiones y mágicamente intervenir para cambiar la realidad y hacer como nosotros queremos; un ídolo, precisamente, que en cuanto tal no puede hacer nada, impotente y mentiroso. Pero a nosotros nos gustan los ídolos, ¡nos gustan mucho! Una vez, en Buenos Aires, tenía que ir de una iglesia a otra, mil metros, más o menos. Y lo hice, caminando. Había un parque en medio, y en el parque había pequeñas mesas, pero muchas, muchas, donde estaban sentados los videntes. Estaba lleno de gente, que también hacía cola. Tú le dabas la mano y él empezaba, pero el discurso era siempre el mismo: hay una mujer en tu vida, hay una sombra que viene, pero todo irá bien… Y después pagabas. ¿Y esto te da seguridad? Es la seguridad de una –permitidme la palabra– de una estupidez. Ir al vidente o a la vidente que leen las cartas: ¡esto es un ídolo! Esto es un ídolo, y cuando nosotros estamos muy apegados: compramos falsas esperanza. Mientras que de la que es la esperanza de la gratuidad, que nos ha traído Jesucristo, gratuitamente dando la vida por nosotros, de esa a veces no nos fiamos tanto.
Un Salmo lleno de sabiduría nos dibuja de una forma muy sugestiva la falsedad de estos ídolos que el mundo ofrece a nuestra esperanza y a la que los hombres de cada época están tentados de fiarse. Es el Salmo 115, que dice así:
“Los ídolos, en cambio, son plata y oro, obra de las manos de los hombres. Tienen boca, pero no hablan, tienen ojos, pero no ven; tienen orejas, pero no oyen, tienen nariz, pero no huelen. Tienen manos, pero no palpan, tienen pies, pero no caminan; ni un solo sonido sale de su garganta. Como ellos serán los que los fabrican, los que ponen en ellos su confianza» (vv. 4-8).
El salmista nos presenta, de forma un poco irónica, la realidad absolutamente efímera de estos ídolos. Y tenemos que entender que no se trata solo de representaciones hechas de metal o de otro material, pero también de esas construidas con nuestra mente, cuando nos fiamos de realidades limitadas que transformamos en absolutas, o cuando reducimos a Dios a nuestros esquemas y a nuestras ideas de divinidad; un dios que se nos parece, comprensible, previsible, precisamente como los ídolos de los que habla el Salmo. El hombre, imagen de Dios, se fabrica un dios a su propia imagen, y es también una imagen mal conseguida: no siente, no actúa, y sobre todo no puede hablar. Pero, nosotros estamos más contentos de ir a los ídolos que ir al Señor. Estamos muchas veces más contentos de la efímera esperanza que te da este falso ídolo, que la gran esperanza segura que nos da el Señor.
A la esperanza en un Señor de la vida que con su Palabra ha creado el mundo y conduce nuestras existencias, se contrapone la confianza en ídolos mudos. Las ideologías con sus afirmaciones de absoluto, las riquezas — y esto es un gran ídolo–, el poder y el éxito, la vanidad, con su ilusión de eternidad y de omnipotencias, valores como la belleza física y la salud, cuando se convierten en ídolos a los que sacrificar cualquier cosa, son todo realidades que confunden la mente y el corazón, y en vez de favorecer la vida conducen a la muerte. Es feo escuchar y duele en el alma eso que una vez, hace años, escuché, en la diócesis de Buenos Aires: una mujer buena, muy guapa, presumía de la belleza, comentaba, como si fuera natural: “Eh sí, he tenido que abortar porque mi figura es muy importante”. Estos son los ídolos, y te llevan sobre el camino equivocado y no te dan felicidad.
El mensaje del Salmo es muy claro: si se pone la esperanza en los ídolos, te haces como ellos: imágenes vacías con manos que no tocan, pies que no caminan, bocas que no pueden hablar. No se tiene nada más que decir, se convierte en incapaz de ayudar, cambiar las cosas, incapaces de sonreír, de donarse, incapaces de amar. Y también nosotros, hombres de Iglesia, corremos riesgo cuando nos “mundanizamos”. Es necesario permanecer en el mundo pero defenderse de las ilusiones del mundo, que son estos ídolos que he mencionado.
Así dice el Salmo: “Pueblo de Israel, confía en el Señor […], familia de Aarón, confía en el Señor […], confíen en el Señor todos los que lo temen […] El Señor se acuerde de nosotros y nos bendiga” (vv. 9.10.11.12). El Señor se acuerda siempre. También en los momentos feos. Él se acuerda de nosotros. Y esta es nuestra esperanza. Y la esperanza no decepciona nunca. Nunca. Nunca. Los ídolos decepcionan siempre: son fantasías, no son realidad. Esta es la estupenda realidad de la esperanza: confiando en el Señor nos hacemos como Él, su bendición nos transforma en sus hijos, que comparten su vida. La esperanza en Dios nos hace entrar, por así decir, dentro del alcance de su recuerdo, de su memoria que nos bendice y nos salva. Y entonces puede brotar el aleluya, la alabanza al Dios vivo y verdadero, que para nosotros ha nacido de María, ha muerto en la cruz y resucitado en la gloria. Y en este Dios nosotros tenemos esperanza, y este Dios –que no es un ídolo– no decepciona nunca.



El Santo Padre recuerda que el ingreso a la audiencia general es gratuito
Posted by Redaccion on 11 January, 2017



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El Papa Francisco ha hecho una advertencia esta mañana al finalizar la audiencia general: “Venir aquí es gratis”. De esta forma, el Santo Padre ha explicado que para entrar a la audiencia hay entradas. Y en estas entradas –ha dicho mientras mostraba una a los presentes– está escrito en seis lenguas: el billete es gratuito.
Al respecto, ha advertido que hay “astutos” que hacen pagar estos billetes. “Hacer esto es una estafa”, ha insistido Francisco. Aquí –ha asegurado– se viene sin pagar porque esta es la casa de todos.

Información para solicitar las entradas:
Escribir a: • Prefectura de la Casa Pontificia.
00120 Ciudad del Vaticano
Fax: +39 06 6988 5863

Indicando: • Fecha de la Audiencia General o Celebración Litúrgica
• Número de billetes solicitados.
• Nombre / Grupo
• E-mail
• Dirección postal
• Teléfono y Fax



Vaticano lanza campaña mediática para sensibilizar sobre la situación de los menores migrantes
Posted by Redaccion on 11 January, 2017



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- La sección Migrantes y Refugiados del dicasterio vaticano para el Servicio del Desarrollo Humano Integral lanza su primera campaña mediática de sensibilización sobre la cuestión que le compete. La ocasión es la 103º Jornada Mundial del Migrante y Refugiado, que se celebra el 15 de enero.
En línea con el tema elegido por el Pontífice para la edición de este año, “Migrante menores, vulnerables y sin voz”, la campaña mediática se concentrará sobre la situación de los niños, niñas y adolescentes migrantes, refugiados, desplazados y víctimas de la trata.
Tal y como informan en un comunicado, del 12 al 15 de enero de 2017, los tuits del Pontífice serán dedicados a tales situaciones y dirigirán directamente a la página Facebook de la sección, en la que se presentarán breves historias y reflexiones sobre esta temática general.
https://twitter.com/M_RSeccion
LinkedIn : https://www.linkedin.com/company/migrants-&-refugees-section



Los rectores de diversos santuarios marianos están reunidos Fátima
Posted by Redaccion on 11 January, 2017



(ZENIT – Roma).- La Asociación de Rectores de Santuarios (ARS) nacida en Francia y que integra a todos los santuarios católicos franceses y algunos de Bélgica, Suiza, Portugal y del Líbano, está realizando un congreso en Fátima.
El encuentro que inició ayer martes y se prolongará hasta el próximo viernes tiene por título: “En el corazón de su tiempo, María y la Iglesia son señal de esperanza”, y cuenta con la presencia de unos 150 participantes.
Este encuentro –indica el santuario de Fátima– que está compuesto por momentos de oración, formación y reflexión, ha iniciado con una visita al Santuario.
En este congreso participan también los miembros de la Asociación de Obras Marianas (AOM), otra institución francófona fundada en 1961 y que integra santuarios y movimientos marianos de la Iglesia, congregaciones, laicos o institutos relacionados con la devoción a la Virgen María.
El rector de Santuario de Fátima, el padre Carlos Cabecinhas, señaló que en vista del centenario de las apariciones este encuentro es “una oportunidad para recibir a los rectores de santuarios que son muchas veces, también los organizadores de las peregrinaciones a Fátima”. Añadió que se van a compartir “preocupaciones comunes y soluciones” que lleven a “acoger mejor a los peregrinos en los diferentes santuarios”.


El Gobierno colombiano y la guerrilla ELN retoman el diálogo este jueves
Posted by Redaccion on 11 January, 2017



(ZENIT – Roma).- El diálogo entre el Gobierno de Colombia y el Ejercito de Liberación Nacional (ELN), el segundo grupo guerrilleo después de las FARC, se retoma este jueves 12 de enero en la capital de Ecuador, Quito, de acuerdo a lo decidido en octubre pasado.
Y mientas los obispos de Colombia en su web desean “que la paz del Señor brille en los corazones y que el 2017 sea un año de perdón y reconciliación”, el diálogo en los últimos meses no ha logrado dar nuevos pasos hacia adelante, debido a que el ELN no ha liberado al ex parlamentario Odín Sánchez, secuestrado hace nueve meses.
Si bien la liberación de Sánchez se consideraba indispensable para retomar el diálogo, el Gobierno aceptó proseguir las negociaciones, reiterando entretanto su pedido de dejar en libertad a los prisioneros. La Iglesia por su parte seguirá en la mesa de diálogo con una comisión dirigida por el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve Mejía, que debe acompañar y facilitar los acuerdos.
Mons. Monsalve pidió pocos días atrás que el lugar de las negociaciones sea en Colombia, porque Ecuador está en plena campaña electoral para las presidenciales de febrero.
El arzobispo de Cali fue amenazado de muerte en diciembre pasado, a través de unos panfletos que decían “Muerte a las FARC, a Santos y a los clérigos comunistas”. El prelado consideró absurdo que mediar signifique ser de parte, como interpretan algunos grupos radicales.


China: Asamblea elige a dirigencia católica, predominan los obispos ilegítimos
Posted by Redaccion on 11 January, 2017



(ZENIT – Roma).- La Novena Asamblea de los representantes católicos en curso en China comunista, eligió a la nueva dirigencia para las dos organizaciones guiadas por el gobierno: el Consejo de los obispos y la Asociación patriótica. Los líderes que fueron elegidos en Beijin son los mismos que hace seis años escogió la Octava Asamblea.
El obispo ilegítimo de Kunming (Yuannan), Ma Yinglin, fue reelegido con el cargo de presidente del Consejo de los obispos (CDV) y Mons. Fang Xingyao de Linyi (Shandong), reconocido por el Vaticano y por el gobierno, vuelve a ser elegido como presidente de la Asociación patriótica.
Lo indicó la agencia de noticias Asia News precisando que el padre Joseph, un sacerdote de China central, les señaló que él no ve ningún cambio. Además, señala, es nota la repetida adhesión a los principios de independencia, autonomía, autogestión, “sinización” de la Iglesia católica en China.
Los únicos dos nombres nuevos en la dirigencia son los de Mons. He Zeqing di Wanzhou (Chongqing) y de Yang Yongqiang de Zhoucun (Shandong), ambos reconocidos por la Santa Sede y por el gobierno.
Las “señales positivas” que la Santa Sede se esperaba no se vieron, señala Asia News, y más aún, Wang Zuoan, director de la administración estatal para los asuntos religiosos espera que la Santa Sede sea “flexible y pragmática”, en otras palabras que acepte la situación como es.
Otro sacerdote presente en Beijing dijo que la atmósfera de esta Asamblea era ciertamente más distendida y que el tono del discurso de Wang Zuoan era más delicado de lo normal.


Los salesianos invitan a rezar una novena por el sacerdote secuestrado en Yemen
Posted by Redaccion on 11 January, 2017



(ZENIT – Roma) – La Familia Salesiana invitó a rezar una “novena a María Auxiliadora” del 15 al 23 de enero de 2017, y el 24 de enero, día de la conmemoración, pidiendo por el sacerdote salesiano Thomas Uzhunnalil, secuestrado en Yemen hace más de diez meses.
La iniciativa, propuesta por la Asociación de María Auxiliadora (ADMA) de Turín, ha encontrado el apoyo del Rector Mayor, el padre Ángel Fernández Artime, quien invita a todos los salesianos y miembros de la Familia Salesiana a participar con fe y devoción de esta gran iniciativa.
“Como asociación nos sentimos especialmente comprometidos a orar por los sacerdotes y para ello nos gustaría solicitar la intervención de María Inmaculada Auxiliadora por la pronta liberación del Padre Tom”, explicó el presidente de ADMA, Tullio Lucca, en declaraciones a la agencia de noticias InfoANS.org.
Cuando a Don Bosco se le pedía alguna gracia solía responder: “Si deseas conseguir gracias de la Virgen María tienes que hacer una novena”, la cual de acuerdo con Don Bosco, tendría que ser hecha “en la iglesia y con fe viva” y como un ferviente homenaje a la sagrada eucaristía.
Las disposiciones para que la novena sea eficaz, según Don Bosco, son las siguientes:
No apoyarse en el poder de los hombres: confiar solo en Dios.
La petición se debe basar totalmente en Jesús Sacramentado, fuente de gracia, de bondad y bendición. Se base en el poder de María que quiere Dios glorificarla en la tierra.
En todo caso, se ponga la condición del “fiat voluntas tua” y si es para provecho del alma de quien se pide.
Rezar, durante nueve días seguidos: Tres Padres Nuestros, Avemarías y Gloria al Santísimo Sacramento con la jaculatoria: “Sea alabado y reverenciado en todo momento, el Santísimo y Divinísimo Sacramento”;
Tres “Salves”, con la jaculatoria: “María auxilio de los cristianos, ruega por nosotros”.
Las condiciones requeridas son:
Recibir los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía.
Dar una limosna u ofrecer el propio trabajo personal para sostener las obras de apostolado, preferentemente en favor de la juventud.
Reavivar la fe en Jesús Eucaristía y la devoción a María Auxiliadora.


No violencia desde la familia
Posted by Felipe Arizmendi Esquivel on 11 January, 2017



VER
Nos cimbró el desahogo violento que se manifestó en varias partes del país, como reacción a los aumentos a las gasolinas, al gas y al consumo de electricidad. Nos parecían inexplicables los saqueos, el vandalismo y la agresividad social que desquició ciudades, con lamentables víctimas mortales. ¿Sucedió esto sólo por la pobreza, por el rechazo a las autoridades, porque la economía familiar se ha afectado seriamente? Puede haber muchas explicaciones, pero el trasfondo no es sencillo. No se robaban fundamentalmente alimentos y ropa, sino pantallas de televisión, celulares y diversos electrodomésticos. Una consigna en redes sociales bastó para desatar la ira popular y los atracos sin restricción. Muchos de los que cargaban con todo lo que podían eran jóvenes, también mujeres. Quizá no tenían nada que regalar a los niños, con ocasión del Día de Reyes, y aprovecharon la ocasión, con el pretexto de manifestar su rechazo a dichos incrementos. Considero que una raíz está en la desintegración de muchas familias, donde el padre está ausente, a veces también la madre, y no hay quien eduque en valores fundamentales. Si los pobres roban, no es por ser pobres, sino por no tener unos padres que, sobre todo con su ejemplo, eduquen en el trabajo y en el respeto.
Intentamos comprender la rabia de los ciudadanos, que se sienten defraudados por las autoridades, engañados con la promesa de que esos bienes y servicios bajarían de precio, y ahora resulta lo contrario. Por ello, muchos ya no confían en los políticos. Que esto nos sirva de experiencia para no dejarnos embaucar por quienes ofrecen revertir esos aumentos, ahora que están ya en campañas presidenciales, pues no todo lo que se promete es posible ponerlo en práctica. No somos una economía autónoma, sino dependiente de factores internos y externos.
El pueblo está molesto porque ve cuánto se gasta en publicidad oficial, cuánto ganan los diputados, senadores, ministros de la Suprema Corte y otros servidores públicos; cuánto se destina a propaganda de los partidos políticos, y que luego se va a la basura; cuánta corrupción e impunidad se descubre en la administración pública. El pueblo se siente inerme y sólo le queda expresar su inconformidad en todo tipo de manifestaciones, algunas con tintes muy violentos. Es legítimo que exprese su sentir, pero es necesario que se organice en trabajos comunitarios, en alternativas políticas a los partidos, en ayudas solidarias, para que no todo quede en desahogos viscerales. De ninguna manera apoyamos la violencia destructora, los saqueos, el vandalismo, el atropello a los derechos de terceros, los bloqueos carreteros contra quienes nada deben y nada pueden hacer para revertir los aumentos. Dañando a los ciudadanos en su libre tránsito, aumentan el daño que el gasolinazo está causando.
PENSAR
El Papa Francisco, en su mensaje para la Jornada Mundial por la Paz, nos ha propuesto el camino de la no violencia activa, como una forma de construir la paz, empezando por la educación en la propia familia: “Si el origen del que brota la violencia está en el corazón de los hombres, entonces es fundamental recorrer el sendero de la no violencia en primer lugar en el seno de la familia. La familia es el espacio indispensable en el que los cónyuges, padres e hijos, hermanos y hermanas aprenden a comunicarse y a cuidarse unos a otros de modo desinteresado, y donde los desacuerdos o incluso los conflictos deben ser superados no con la fuerza, sino con el diálogo, el respeto, la búsqueda del bien del otro, la misericordia y el perdón. Desde el seno de la familia, la alegría se propaga al mundo y se irradia a toda la sociedad. Suplico que se detenga la violencia doméstica y los abusos a mujeres y niños”.
ACTUAR
Acompañamos a la comunidad en sus sufrimientos, pero rogamos encarecidamente evitar todo tipo de saqueos, vandalismos y bloqueos. De igual modo, exhortamos a las autoridades a buscar alternativas económicas que no dañen al pueblo, sobre todo a los de menos recursos, que son los que más importan. Hacer más efectiva la lucha contra la corrupción oficial, es la mejor forma de calmar al pueblo.


San Antonio María Pucci – 12 de enero
Posted by Isabel Orellana Vilches on 11 January, 2017




(ZENIT – Madrid).- Incontables sacerdotes han entregado su vida a Dios ejerciendo su labor pastoral en poblaciones de escaso relieve. En estas misiones, frecuentemente teñidas de soledades, han amasado heroicas virtudes sosteniendo firmemente su vocación con la gracia de Cristo, y haciendo que ésta germine en una inagotable cascada de bendiciones. Han sido el punto de referencia más cercano que las buenas gentes han tenido para proponerse la búsqueda de la santidad.
Eustaquio, que ese era su nombre de pila, se santificó siendo sacerdote de una parroquia durante medio siglo, como miembro de la Congregación de los Siervos de María (Servitas), en la que adoptó el nombre de Antonio María. Había nacido en la localidad italiana de Poggiole, colindante a Pistoia, el 16 de abril de 1819. Era uno de los siete hermanos de una humilde familia, y como tal estaba destinado por su padre a ser labrador. Pero él acariciaba el sueño de convertirse en sacerdote. Siendo monaguillo servicial y piadoso, don Luigi, el párroco que le ayudaba a estudiar, se fijó en él. Y cuando el joven cumplió 18 años, el bondadoso presbítero se entrevistó con su padre, quien no ocultó su juicio negativo respecto a la vocación que mostraba su hijo. Esta resistencia se venció poco después y Eustaquio fue ordenado en 1843.
No era agraciado, ni resultaba simpático. Ahora bien, ni su voz nasal de tono monótono, ni sus ligeros gestos nerviosos eclipsaron su piedad. Y su labor apostólica, realizada entre las gentes sencillas, daba grandes frutos porque ayudaba a todos a remontar las debilidades y a superar dificultades de diverso calado. Erraron los que al hablar de su eventual proceso de canonización, lo tildaron de un hombre ordinario. Las personas se encariñaban con el humilde párroco, que vivió durante cuarenta y cinco años una heroicidad perseverante y oculta, solo manifiesta a los ojos de Dios. El cardenal Laurenti, prefecto de la Congregación de Ritos, confió al padre Ferrini, postulador general de la Orden: «Si el padre Pucci ha sido siempre buen párroco y buen religioso a la vez, es sin duda un santo de verdad».
Dedicado a los menesteres pastorales en la parroquia de san Andrés de Viareggio, se centraba en labores diversas: enseñanza del catecismo, ayuda a los pobres, acciones sociales, dirección de grupos de seglares, fundación de religiosas, del apostolado del mar, etc. Y de forma especial se ocupó de los niños pobres y enfermos. Daba singular relieve a las celebraciones de las primeras comuniones. Y repartía premios, como el de la «Befana» (o «hada-buena»), remedo de la tradición española de los Reyes Magos; él mismo se implicaba llevando gustoso los juguetes al domicilio de los pequeños.
Calibrando la importancia de ofrecer una formación integral a los jóvenes y en función también de la enseñanza del catecismo, instituyó la «Compañía de San Luís» y la Congregación de la Doctrina Cristiana. Sin saberlo, y sin haber tenido ocasión de encontrarse en vida, el padre Pucci realizaba con los jóvenes una labor paralela a la que san Juan Bosco efectuaba en esa época en Turín. Conocedor de la riqueza del buen humor para la vida espiritual, en el reglamento de la asociación dirigida a los jóvenes había escrito que «buscaran un buen amigo y huyeran de los tristes».
Su ejercicio pastoral fue bendecido con vocaciones de personas a las que dirigía. Impulsó, entre otras obras, las Siervas de María de Viareggio y «La Pía Unión de los hijos de San José». Instituyó la Cofradía de la Misericordia y la Conferencia de San Vicente, todo con objeto de ejercitar la caridad con los más necesitados, a los que les entregaba sin dudarlo su manteo y colchón cuando el frío glacial los dejaba ateridos. Los pobres y enfermos tenían en él siempre una mano amiga. Los buscaba por las calles para darles ayuda y consuelo; ello caló en el corazón de las gentes que lo denominaron «Padre de los pobres». Encomiable fue su labor con las Hermandades tratando de que hicieran comunidad fuera de los ámbitos de sus propias cofradías.
Como religioso, fue superior de la casa de Viareggio en 1859, y reelegido, excepcionalmente, de modo permanente. En 1883 su gobierno se extendió a toda la Toscana; estuvo presidido por la preocupación de ser amado más que temido, de ser caritativo, servidor de todos y no dominador. Este apóstol de la caridad, devotísimo de la Virgen de los Dolores, humilde, consolador de los afligidos, insigne confesor, gran reconciliador y dador de paz, que fue agraciado con dones extraordinarios diversos, una vez más se apiadó de un pobre que yacía en el suelo aterido de frío. Le dio su manto para que se cubriera, y ello le acarreó una grave pulmonía, a consecuencia de la cual murió el 12 de enero de 1892, a la edad de 73 años. Fue beatificado por Pío XII el 22 de junio de 1952, y canonizado por Juan XXIII el 9 de diciembre de 1962.