Servicio diario - 25 de febrero de 2017


 

El Santo Padre a los párrocos: ‘Estén cerca de los jóvenes que conviven, no los abandonen’
Posted by Redaccion on 25 February, 2017



(ZENIT- Ciudad del Vaticano).- Los párrocos son los primeros interlocutores de la Iglesia con las familias, las uniones de hecho, uniones civiles, uniones fracasadas, los jóvenes que quieren casarse, felices e infelices. Por ello deben profundizar estos temas, para ser “compañeros de viaje de toda persona y en cualquier situación” con su testimonio y apoyo.
Así lo indicó el papa Francisco al recibir este sábado 25 de febrero en audiencia en el Vaticano, a los participantes en el curso de formación para párrocos, promovido por la Rota Romana, sobre el nuevo proceso matrimonial.
Invitó también a los párrocos a estar cerca de aquellos jóvenes que prefieren convivir sin casarse: “Ellos, en el plano espiritual y moral, están entre los pobres y los pequeños, para los que Iglesia, sobre las huellas de su Maestro y Señor, quiere ser madre que no abandona sino que se acerca y por los que se preocupa”. Y añadió: “También estas personas son amadas por el corazón de Cristo. Tengan hacia ellos una mirada de ternura y de compasión”.
Estos temas, indicó Francisco, han sido profundizados en el Sínodo de los Obispos sobre el tema “Matrimonio y familia”, y elaborados de forma orgánica en la Exhortación apostólica Amoris laetitia, y que son ellos los párrocos, que deberán aplicarla concretamente en su contacto cotidiano con las familias.
También para estar “cerca de aquellos cónyuges que, a causa de serios problemas en su relación, tienen necesidad de reavivar la fe y volver a descubrir la gracia del Sacramento; y en ciertos casos piden indicaciones para iniciar un proceso de nulidad”.
“Nadie mejor que ustedes -indicó el Pontífice- conoce y está en contacto con la realidad del tejido social en el territorio, experimentando su variada complejidad: uniones celebradas en Cristo, uniones de hecho, uniones civiles, uniones fracasadas, familias y jóvenes felices e infelices”, invitando así a los párrocos a ser con su testimonio y apoyo “compañeros de viaje de toda persona y en toda situación”.
Francisco además les invitó a dar testimonio de “la gracia del Sacramento del matrimonio y el bien primordial de la familia”, célula vital de la Iglesia y de la sociedad, proclamando que el matrimonio entre un hombre y una mujer es signo de la unión esponsal entre Cristo y la Iglesia.
“Tal testimonio lo realizan concretamente cuando preparan a los novios al matrimonio, haciéndolos conscientes del significado profundo del paso que están por cumplir. No dejen de recordar siempre a los esposos cristianos que en el Sacramento del matrimonio Dios, por así decir, se refleja en ellos, imprimiendo su imagen y el carácter indeleble de su amor”dijo.



Francisco invita a los voluntarios de la DCC a ‘recuperar el sentido de la palabra solidaridad’
Posted by Sergio Mora on 25 February, 2017



(ZENIT- Ciudad del Vaticano).- El desarrollo para ser auténtico debe ser integral por eso es necesario recuperar el sentido de la palabra ‘solidaridad’, fomentando una cultura de la misericordia, basada en el descubrimiento y en el encuentro con los otros.
Lo indicó el papa Francisco este sábado 25 de febrero en el Vaticano, al recibir a la Delegación católica para la cooperación (Délégation Catholique pour la Coopération – DCC), ente de voluntariado internacional nacido en Francia hace 50 años, en consonancia don la encíclica ‘Populorum Progressio’.
La DCC de la Conferencia episcopal francesa, trabaja en más de 50 países del mundo, varios de ellos en América Latina. Ahora una delegación de ella está en Roma junto a su obispo Mons. Jean-Louis Papin, para “vivir su jubileo en el corazón de la Iglesia universal”.
En la Sala de los Papas, en el Palacio Apostólico Vaticano, Francisco les agradeció su labor, saludó y bendijo a todos los voluntarios y benefactores de la DCC, señalando que como indicó el beato Pablo VI en la encíclica Populorum Progressio, el desarrollo “para ser auténtico tiene que ser integral”.
“La palabra ‘solidaridad’ un poco se ha arruinado y a veces se la interpreta mal, porque indica mucho más que algún acto esporádico de generosidad. Pide crear una nueva mentalidad que piense en términos de comunidad, de prioridad de la vida de todos respecto a la apropiación de bienes por parte de algunos”.
“No tengan miedo –exhortó Francisco– a recorrer los caminos de la fraternidad y construir puentes entre las personas y los pueblos, en un mundo en el que se levantan aún tantos muros por miedo de los otros”.
El Pontífice elogió la labor de los voluntarios de la DCC, en colaboración con las Iglesias, los entes locales y las personas de buena voluntad. Y que “contribuyendo a una auténtica conversión ecológica, reconoce la inminente dignidad de cada persona”.
Les invitó así a “hacer crecer una cultura de la misericordia, basada en el descubrimiento y en el encuentro con los otros. Una cultura en la cual nadie mira con indiferencia, ni para el otro lado, cuando ve el sufrimiento de los hermanos”.
Y les recordó que iniciativas como esta “vuelven visible a la Iglesia pobre con y para los pobres, una Iglesia en salida que se vuelve cercana a las personas en estado de sufrimiento, precariedad, marginación y exclusión”.
Al concluir les invitó a estar “al servicio de una Iglesia que permite a cada uno reconocer la sorprendente proximidad de Dios, su ternura y su amor” así como a “utilizar nuestros talentos” para “el bien de todos y el cuidado de nuestra casa común”,


El Papa a Capodarco: ‘La inclusión de los más débiles indica la calidad de vida de una sociedad’
Posted by Redaccion on 25 February, 2017



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- Con motivo de la celebración de su fundación, Comunidad Capodarco, el Papa ha recibido este sábado 25 de febrero en audiencia a varios de sus miembros acompañados por el fundador, el sacerdote Franco Monterubbianesi y el presidente el también sacerdote Vinicio Albanesi.
Capodarco desde hace 50 años se propone dar respuesta a los problemas de los pobres y los marginados, dedicando una atención especial a los discapacitados,
Francisco les ha agradecido todo el bien que ha hecho la Comunidad “al servicio de las personas con discapacidad, de los niños, de las personas que viven en situación de dependencia y el malestar, y de sus familias”. “Ustedes han elegido estar de la parte de estas personas menos protegidas, para ofrecerles hospitalidad, apoyo y esperanza, en un intercambio dinámico. Así, han contribuido y contribuyen a mejorar la sociedad”.
El Santo Padre indicó que “la calidad de vida dentro de una sociedad se mide, en gran parte, por la capacidad de incluir a aquellos que son más débiles y más necesitados, respetando su dignidad de hombres y mujeres. Y la madurez se alcanza cuando esta inclusión no se percibe como algo extraordinario, sino normal. Incluso la persona con discapacidad y fragilidad física, mental o moral, debe ser capaz de participar en la vida de la sociedad y ayudada a poner en práctica su potencial en sus diversas dimensiones”.
“Solamente cuando –explicó el Pontífice– se reconocen los derechos de los más débiles, se puede decir que una sociedad está fundada en el derecho y la justicia. Una sociedad que diera espacio únicamente a las personas plenamente funcionales, completamente autónomas e independientes no sería una sociedad digna del hombre. La discriminación basada en la eficiencia no es menos deplorable que la efectuada basándose en la raza, el censo o la religión”.
El Papa elogió el enfoque de Capodarco que se esfuerza en responder a las necesidades de las personas teniendo en cuenta sus capacidades y sus límites sin actitudes pietistas o de mera asistencia social, para favorecer, en cambio, el protagonismo de la personas en un contexto comunitario abierto a la sociedad.
“Les animo a continuar por este camino –indicó el Pontífice– que pone en primer plano la acción personal y la participación directa de los propios discapacitados. Frente a los problemas económicos y las consecuencias negativas de la globalización, vuestra Comunidad intenta ayudar a los que pasan por duras pruebas a que no se sientan excluidos o marginados, sino a caminar en primera línea llevando el testimonio de su experiencia personal. Se trata de promover la dignidad y el respeto de cada individuo, haciendo que los “perdedores de la vida” sientan la ternura de Dios, Padre amoroso de toda criatura”.
También “las instituciones, las asociaciones y las diversas agencias de promoción social están llamadas a promover la inclusión efectiva de estas personas”. La Comunidad Capodarco, que se avale de la colaboración de familias y voluntarios, reconoce en estos “pequeños” marcados por impedimentos físicos o mentales, o por heridas del alma, a “los testigos especiales de la ternura de Dios, de los cuales tenemos mucho que aprender y que ocupan, también en la Iglesia,un lugar privilegiado”, dijo.
“Vuestra Asociación tuvo origen en las peregrinaciones a los santuarios de Lourdes y Loreto, en los que don Franco intuyó la manera de valorizar los recursos humanos y espirituales inherentes a toda persona diversamente capaz. En vuestra actividad, inapreciable para la Iglesia y para la sociedad, la Virgen Madre siempre les acompaña y continúa haciéndolo, ayudándoles a encontrar cada vez nuevas energías y a conservar siempre el estilo del Evangelio, la ternura, la bondad, la cercanía, y también el coraje, el espíritu de sacrificio, porque no es fácil trabajar en el campo del malestar personal y social.


Presentan en Roma a #StandTogether, para apoyar a los cristianos perseguidos
Posted by Redaccion on 25 February, 2017



(ZENIT- Roma -).- La iniciativa #StandTogether (Estemos juntos) para dar voz a todos los cristianos que sufren persecución o discriminación, en particular a quienes viven en Oriente Medio, ha sido presentada este jueves 23 de febrero de 2017 en la embajada de España ante la Santa Sede.
Intervinieron su beatitud Ignace Youssef III Younan, patriarca siro-católico de Antiochia; Roberto Fontolán, director del Centro internacional de Comunión y Liberación y Antonio Olivié, CEO de Rome Reports TV.
La iniciativa cuenta con el apoyo de diversas instituciones y quiere reforzar una cultura del diálogo y de la paz a través de los testimonios que llegan desde los lugares en donde se viven situaciones dramáticas.
Ente los iniciadores del proyecto figuran el Centro internacional de Comunión y Liberación, que en la Feria de Rimini en agosto de 2016 había dedicado un espacio; la Asociación Amigos de Rome Reports; la Fundación Promoción Social de la Cultura y la Asociación Iscom. Se ha sumado además la Orden de Malta.
La filosofía del proyecto Stand Together es que conocer las historias de los cristianos o pueblos perseguidos y para ello apoyarse a través de las redes sociales es de gran importancia.
El gran hospitalario de la Orden de Malta, Dominique de la Roschefoucalud aseguró que en Oriente Medio la situación es tal que a pesar de la ayuda a los cristianos para que tengan trabajo y asegurarles la educación, muchos están abandonando sus países.
El Patriarca siro-católico de Antioquía, Ignace Youssef III Youan indicó que antes de la guerra de Irak de 2003 se calculaba que en su patriarcado vivían más de un millón de cristianos y ahora quedan menos de 300 mil. Y precisó que el patriarcado no es un territorio como el de una diócesis, sino extendido en varios países, de Siria al Libano e Irak.
Roberto Fontolán, por su parte indicó la importancia de dar a conocer el bien que supone la presencia de cristianos en estas regiones marcadas por la violencia y la tribulación. Y el CEO de Rome Reports añadió que es de gran importancia transmitir bien lo que está sucediendo en esta región del mundo para obtener resultados concretos y esto se hace en la web www.allstandtogether.com y en las redes sociales.


Libros: Seguir a Cristo por la vía petrina
Posted by Nieves San Martín on 25 February, 2017



La editorial Narcea SA ha lanzado un libro de fácil lectura, para todo tipo de públicos, en el que con un lenguaje sencillo Alfredo Tolín Arias, sacerdote secular, doctor en Teología Espiritual por la Facultad de Teología del Norte de España, explica lo que fué el camino de esta persona, Simón, convertido por Jesús en Cefas (Piedra), sobre cuya humanísima personalidad se edifica la primera comunidad cristiana, junto a los otros doce primeros seguidores del Cristo.
“Necesitamos modelos para animar nuestro seguimiento de Jesús”, dice la editorial, en la contraportada del libro.
Tolín Arias desempeña su actividad pastoral en parroquias rurales y es profesor de espiritualidad en el Instituto Teológico Diocesano de Albacete. En la misma colección de Espiritualidad de Narcea, ha publicado: De la montaña al llano. Claves para el encuentro con Jesús.
El autor presenta los eventos que vive Pedro junto al Maestro, como una vía de seguimiento en la que el primer apóstol, una persona todo corazón pero tosco pescador, va asimilando el mensaje del Jesús que luego se le revelará como el “Hijo del Dios vivo”.
Destacamos, en la parte final, las claves para la misión cristiana que propone el autor, inspiradas en el seguimiento de Pedro. El envío, “la misión como una segunda conversión”. “evangelizadores que se abren sin temor a la acción del Espíritu Santo”. Luego: el testimonio que hace auténtica la misión; “seguir conviviendo con el Señor resucitado”; seguir el modo de hacer de Jesús; “mirar como él miraba”; insertar el diálogo y buscar la unidad; vivir la entrega vital a los demás como un servicio.
Redescubrir a Pedro, el hombre espontáneo, primario, que dice en voz alta lo que piensa, a veces con gran ingenuidad, llevado ante Jesús por su hermano Andrés, es un buen ejercicio de regreso al más puro evangelio. Buena lectura.
El librose puede pedir a través de la página web de Narcea: http://narceaediciones.es/libros-de-espiritualidad/1141-seguirle-por-el-camino.html


Beata Piedad de la Cruz Ortiz y Real – 26 de febrero
Posted by Isabel Orellana Vilches on 25 February, 2017



(ZENIT – Madrid).- La incertidumbre es frecuente en la vida santa. Acompaña al aparente fracaso de un sueño que no logra materializarse. Son momentos de prueba para un alma que se da de bruces contra las cuerdas de la soledad y el vacío. La porción del camino que desea recorrer, el único que ve, se le resiste y no sabe por qué. Dios, que conoce lo que está dentro del corazón de cada cual, que tiene constancia hasta del último de nuestros cabellos, permite circunstancias que la razón no entiende porque la explicación de los sucesos no discurre por esos derroteros. A quienes persisten en sus ruegos, a su debido tiempo, cuando Él juzga oportuno les da la luz y erradica los escollos, como hizo con esta beata.
Tomasa, que ese era su nombre de pila, nació en Bocairente, Valencia, España, el 12 de noviembre de 1842. Era la quinta de ocho hermanos. Sintió la llamada a la vida religiosa cuando realizó la primera comunión: «Cuando recibí por primera vez la Sagrada Comunión, quedé como anonadada y experimenté que Jesús me llamaba a la vida religiosa». En esta época solía enseñarse a bordar y a recitar, y ella mostró buenas dotes no solo para la confección y la poesía sino también para la música, como constataron en el colegio de Loreto donde estudiaba. Pero la formación genuina, tanto humana como espiritual, se la proporcionaron las religiosas de la Sagrada Familia de Burdeos en Valencia.
La época no era propicia para los que optaban por la consagración. Por eso, pero sobre todo porque la Providencia la había elegido para otra misión, las puertas del convento parecían cerradas para la beata, pese a que intentó en varias ocasiones cumplir su anhelo una vez que su familia dejó de oponerse a sus deseos. Pretendió ingresar con las carmelitas descalzas de Onteniente, y la enfermedad dio al traste con su aspiración. Fue un obstáculo que la obligó a regresar a su casa paterna. Y otro tanto le aconteció con las carmelitas de la caridad de Vich ya que estando junto a ellas contrajo el cólera. Entonces sus padres habían fallecido. De hecho, no dio ningún paso hasta que los perdió; había vivido dedicada a su cuidado mientras asistía a pobres y enfermos.
En este proceso de búsqueda –ya había hecho voluntaria renuncia al matrimonio–, y dado que no identificaba el camino que debía emprender, sino muchos impedimentos a lo que se proponía, halló empleo como obrera textil en Barcelona y sirvió en el colegio de las mercedarias de la enseñanza. Intacto conservaba su deseo de consagración que decidió llevar adelante aunque tuviera que hacerlo fuera de un convento. Luego estuvo en Benicassim, en el desierto de Las Palmas pensando que quizá podía dedicarse a una especie de consagración eremítica. Su confesor no lo veía claro, y ella misma se dio cuenta in situ de que tenía razón. Así que volvió a Barcelona con el peso de su incertidumbre: «Tuya, Jesús mío, tuya quiero ser, pero dime dónde». La respuesta llegó a través de una experiencia mística. El Sagrado Corazón de Jesús le mostró su hombro izquierdo ensangrentado, diciéndole: «Mira cómo me han puesto los hombres con sus ingratitudes, ¿quieres tú ayudarme a llevar esta cruz?». Ella respondió como Samuel, sin dudar: «Señor, si necesitas una víctima y me quieres a mí, aquí estoy, Señor». Entonces, el Redentor le dijo: «Funda, hija mía, que de ti y de tu Congregación siempre tendré misericordia». Aún le quedaba por saber dónde se iniciaría la obra.
Y obedeciendo a la sugerencia del obispo Jaime Catalá, se dirigió a su confesor determinada a cumplir sus indicaciones. La escasez de vocaciones y las necesidades que se presentaron en su tierra, anegada por la destructiva inundación del río Segura que arrasó la huerta murciana en 1884 como en 1879 lo hiciera la riada de Santa Teresa, fueron determinantes para encaminar sus pasos hacia allí. Y las inmediaciones de Alcantarilla alumbraron el nacimiento de la primera comunidad de terciarias de la Virgen del Carmen. Lidió con el cólera prodigando cuidados a los enfermos y a niñas huérfanas en un pequeño centro sanitario que denominó «La Providencia». Aumentaron las vocaciones y se abrieron nuevas casas, una de ellas en Albacete. Pero quería conocer si esa era realmente la voluntad de Dios, y el único signo para dilucidarlo era la cruz: «fundar en tribulación».
Los problemas surgieron entre miembros de las casas de Alcantarilla y Caudete cuando la Congregación no había recibido aún aprobación diocesana. Fueron días de intensa oración y sufrimiento. El padre Tomás Bryan y Livermore la envió junto a otra religiosa, sor Alfonsa, la única que perseveró, al Convento de la Visitación de las Salesas Reales, en Orihuela, para hacer ejercicios espirituales y proyectar una nueva fundación. Y aquí se le dio a entender su verdadero carisma: los niños pobres y abandonados, los ancianos y los enfermos, a quienes mostraría el Corazón misericordioso de Jesús y el patrocinio de san Francisco de Sales para esta obra que debía poner en marcha. Así nació en 1890 la Congregación de Hermanas Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús.
Volcada en las necesidades de todos, ofrendó su piadosa vida abrazada a la cruz, confiada, perseverante hasta el fin. «La limosna del amor vale más que la del dinero», hizo notar. El año de su muerte, 1916, contrajo una grave enfermedad y el 26 de febrero murió sentada en su sillón en la casa de Alcantarilla. En otros momentos, mirando el crucifijo había dicho: «Aquél murió en la cruz y yo no debo morir en la cama, sino en el suelo». Fue beatificada el 21 de marzo de 2004 por Juan Pablo II.