Servicio diario - 27 de febrero de 2017


 

Francisco autoriza y se abre el camino de beatificación para un peruano, un mexicano, una española y un pediatra español
Posted by Redaccion on 27 February, 2017



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia al cardenal Angelo Amato, S.D.B., prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y ha autorizado a la Congregación a promulgar los decretos siguientes que abren el camino a la beatificación.
Entre ellos hay dos salesianos, uno mártir del comunismo en Eslovenia, y el otro obispo en Perú. Figura también un jesuita mexicano, una monja española fundadora, un laico y pediatra español, un sacerdote italiano también fundador, y un laico italiano padre de familia.
Decretos de Martirio
-Siervo de Dios Tito Zeman, eslovaco, sacerdote profeso de la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco (1915-1969).
Cuando una persona es reconocida mártir, para ser declarados beatos no es necesario juzgar que haya practicado las virtudes heroicas durante su vida, ni la realización de un milagro por su intercesión después de muertos como en los demás casos.
La aprobación de las virtudes heroicas que les lleva a ser ‘Venerables’, a la espera de un milagro para su beatificación
-Siervo de Dios Octavio Ortiz Arrieta, peruano, de los Salesianos de San Juan Bosco, Obispo (1878- 1958).
-Siervo de Dios Antonio Repiso Martínez de Orbe, mexicano, sacerdote profeso de la Compañía de Jesús, fundador de la Congregación de las Hermanas de la Divina Pastora (1856 -1929).
-Sierva de Dios María de las Mercedes Cabezas Terrero, española, fundadora de las Religiosas de los Trabajadores Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús (1911- 1993).
-Siervo de Dios Pedro Herrero Rubio, español laico, médico pediatra (1904- 1978).
-Siervo de Dios Antonio Provolo, italiano, sacerdote diocesano, fundador de la Compañía de María para la educación de los sordomudos y de la Congregación de María para la educación de las sordomudas (1801 -1842).
-Sierva de Dios Lucía de la Inmaculada Concepción (en el siglo Maria Ripamonti), italiana, religiosa profesa de la Congregación de las Hermanas de la Caridad; (1909-1954).
– Siervo de Dios Vittorio Trancanelli, italiano, laico, padre de la familia (1944- 1998).



‘Mi respeto y obediencia incondicional’: la herencia de Benedicto XVI
Posted by Anita Bourdin on 27 February, 2017



(ZENIT – Roma, 27 de febrero de 2017).- “Entre ustedes, en el Colegio de Cardenales, está también el futuro papa al que ya hoy prometo mi incondicional respeto y obediencia”. Estas palabras el papa Benedicto XVI en el último día de su pontificado, cuatro años atrás, el 28 de febrero de 2017, resonarán como una preciosa herencia teológica y espiritual para toda la Iglesia.
Este martes será se cumplirá el aniversario en el cual a las 20 horas un papa renunció a la sede de Pedro después de ocho años de pontificado, dando comienzo al periodo de ‘sede vacante’, hasta el 13 de marzo de 2013, cuando fue elegido el papa Francisco. Así haciendo, el papa Benedicto, instituyó la posibilidad de renuncia para los papas, con el doble signo del ‘respeto’ y de la ‘obediencia’ a su sucesor.
“Antes de despedirles personalmente, deseo decirles que estaré cerca de ustedes con la oración, especialmente en los próximos días, para que sean enteramente dóciles a la acción del Espíritu Santo para la elección del nuevo papa. Que el Señor les muestre la que es su voluntad. Entre ustedes, en el Colegio de Cardenales, está también el futuro papa al que ya hoy prometo mi incondicional reverencia y obediencia.Por todo esto con afecto y reconocimiento les imparto la bendición apostólica”, declaró solemnemente el papa Benedicto XVI en su último encuentro del pontificado con los cardenales.
Y citó algunos pensamientos de Romano Guardini sobre la Iglesia, como una herencia espiritual que el le confía, y que entrega a cada católico:
“Querría dejarles un pensamiento simple que llevo en el corazón, un pensamiento sobre la Iglesia, sobre su misterio, que es para todos nosotros, podemos decir la razón y la pasión de la vida. Me ayudo con una expresión de Romano Guardini, escrita justamente en el año en el Concilio Vaticano II, aprobaba la constitución Lumen Gentium. Un último libro con una dedicatoria personal para mí, por lo que estas palabras en este libro me son muy queridas.
Romano Guardini decía: ‘La Iglesia no es una institución elucubrada y construida calculadamente. Es una realidad viviente, ella vive a lo largo del curso del tiempo para evolucionar, como cada ser viviente, transformándose, y aún así en su naturaleza permanece siempre la misma, y su corazón es Cristo’.
“Era, me parece, nuestra experiencia de ayer en la plaza, ver que la Iglesia es un cuerpo vivo, animado por el Espíritu Santo, que vive realmente de la fuerza de Dios. Ella está en el mundo pero no es del mundo. Es de Dios, de Cristo, del Espíritu Santo. Lo hemos visto ayer”.
Por ello es verdadera y elocuente otra expresión de Guardini: ‘La Iglesia se despierta en las almas’. La Iglesia vive crece y se despierta en las almas que como la de la Virgen María acogen la palabra de Dios y la conciben por obra del Espíritu Santo. Ofrecen a Dios su propia carne y justamente en su pobreza y humildad se vuelven capaces de generar a Cristo hoy en el mundo. A través de la Iglesia el misterio de la Encarnación permanece presente por siempre. Cristo sigue caminando a través de los tiempos y en todos los lugares.
“Queridos hermanos -exhortó el papa hoy emérito- permanezcamos unidos queridos hermanos en este misterio. En la oración, especialmente en la eucaristía cotidiana, y así sirvamos a la Iglesia y a toda la humanidad. Esta es nuestra alegría que nadie nos puede quitar.
Antes de despedirles personalmente, deseo decirles que estaré cerca de ustedes con la oración, especialmente en los próximos días, para que sean enteramente dóciles a la acción del Espíritu Santo para la elección del nuevo papa. Que el Señor les muestre la que es su voluntad.
Benedicto al iniciar su discurso insistió sobre la comunión del colegio cardenalicio indicó: “también para mi fue una alegría caminar con ustedes, estos años a la luz de la presencia del Señor Resucitado”
“En estos ocho años hemos vivido con fe momentos bellísimos de luz radiante en el camino de la Iglesia, junto a momentos en los que alguna nube se volvió densa en el cielo. Hemos buscado servir a Cristo y a su Iglesia, con amor profundo y total que es el alma de nuestro ministerio. Hemos dado esperanza, aquella que nos viene de Cristo, el único que puede iluminar el camino”.
“Juntos podemos agradecer al Señor que nos hizo crecer en la comunión y juntos rezarle para que les ayude a crecer aún más en esta unidad profunda, de manera que el colegio de cardenales sea como una orquesta donde la diversidad, expresión de la Iglesia universal, lleve siempre a la superior concorde armonía”.


Fray Michelini: le hablaré al Papa durante los Ejercicios de cuaresma, de la humanidad de Jesús
Posted by Federico Cenci on 27 February, 2017



(ZENIT- Roma).- Los ejercicios espirituales en los que participarán del 5 al 10 de marzo el papa Francisco y la Curia romana, en la casa Divin Maestro, en las afueras de Roma, serán realizados por un sacerdote franciscano, el fraile menor Giulio Michelini, profesor del Instituto teológico de Asís quien en esta entrevista, le cuenta a ZENIT los temas que abordará.
¿Cuándo supo que había sido elegido para realizar los Ejercicios espirituales en los que participará el papa Francisco?
— Padre Michelin: Lo supe el primer domingo de Adviento. Me llamó un colaborador del Papa para darme esta noticia y para avisarme que después el Santo Padre me iba a llamar.
¿Cómo fue la conversación telefónica con el Papa?
— Padre Michelin: El Santo Padre fue muy cortés. Le expliqué que tendría alguna dificultad en hablar delante de él y de la Curia romana; le dije también que podría aconsejar a personas más capaces que yo. El Papa me respondió: “Hagamos así, padre Julio. Siga pensando que hay personas más capaces que usted, Pero por favor háganos los Ejercicios”.
¿Ya había conocido personalmente al Santo Padre?
— Padre Michelin: Tuve la suerte de poder saludarlo y abrazarlo, pero nunca mantuve una conversación con él. La primera vez cuando vino a Asís encontró a toda la comunidad franciscana de Santa María de los Ángeles. Después en Florencia, cuando encontró a los miembros de la junta preparatoria del Congreso eclesial nacional, de la cual formaba parte. Y la tercera vez que lo vi fue en noviembre pasado, cuando junto a colegas y docentes de la Asociación bíblica italiana fuimos recibidos en audiencia en el Vaticano.
¿Qué sensación tuvo en estas tres ocasiones breves?
— Padre Michelin: Me di cuenta que el Papa no tiene miedo de las miradas, más aún las busca. Para mi es la mirada de Pedro. De hecho el título del libro que he elegido para recoger las meditaciones –que será publicado por Ediciones Porziuncola, después de los Ejercicios– es ‘Estar con Jesús, estar con Pedro‘. Para un franciscano es una experiencia particular.
Ud. indicó que para prepararse mejor a estos Ejercicios se ha retirado unos diez días en Tierra Santa.
— Padre Michelin: Durante los Ejercicios hablaré también de la humanidad de Jesús. Porque la cruz, la pasión, muerte y sepultura, hablan de la humanidad de Jesús, que debemos redescubrir.
En Cafarnaúm, donde Jesús inició la misión, se pueden encontrar vestigios de las calles que recorrió, del lago que cruzó y de la casa dónde estuvo, la de Simón. Saber que mis pies se encontraban en los mismos lugares cruzados por Jesús fue para mi conmovedor. Hay además un segundo elemento cultural: la idea de que en Tierra Santa a pesar de los conflictos, llegan visitantes y peregrinos de todo el mundo. Y para nosotros los franciscanos menores es un honor ser custodios de esta tierra.
Las meditaciones serán sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesús de acuerdo al Evangelio de san Mateo, ¿por qué?
— Padre Michelin: Todos los Evangelios son utilizados en el tiempo de Cuaresma. Recuerdo que en la liturgia post ambrosiana prevale el Evangelio de Juan, en cambio en la romana leemos los tres evangelios sinópticos. Yo he elegido Mateo porque es el Evangelio que conozco mejor. He escrito un libro sobre este, pero lo que diré al Papa es completamente nuevo.
Usted quizo que además de sus reflexiones haya una elaborada por una pareja de esposos, y otra de una monja clarisa de clausura. ¿Por qué?
— Padre Michelin: Porque desde hace años trabajo con ellos, fue una decisión que hice sin reflexionar mucho. He escrito ocho libros con los esposos Gillini Zattoni. Ellos son expertos en las relaciones matrimoniales. De la monja clarisa en cambio, leeré una nota que me escribió, porque dará una contribución femenina y claustral, que yo no lograría dar.
¿Usará también otros textos?
— Padre Michelin: Sì. Tuve la suerte de estudiar literatura, y citaré a Romano Guardini, Massimo Gramelline, Amos Oz, Emanuel Carrére, también al Franz Kafka. Durante las refecciones leeremos en cambio una antología de textos marianos y el libro ‘Un instante antes del alba’, del padre Ibrahim Alsabagh, que cuenta lo que sucedía en la ciudad de Alepo durante la Guerra.
¿Cómo se está preparando para esta experiencia?
— Padre Michelin: Me he detenido algunos días en el lago de Tiberíades, ahora he retornado a mi trabajo como docente. Me preparo por lo tanto con los empeños cotidianos y con la constante oración y la misa. Entretanto debo confiar que me acompaña una sensación de paz que nunca percibí antes, la cual creo sea porque muchos amigos están rezando por mi y por el Papa.


El cardenal Tauran hace un balance del encuentro en la Universidad sunita de Al-Azhar
Posted by Redaccion on 27 February, 2017



(ZENIT- Roma).- Los terroristas querrían “demostrar que no es posible vivir juntos con los musulmanes; nosotros afirmamos lo contrario”, declaró el cardenal francés Jean-Louis Tauran, al regresar de Egipto de un encuentro que concluyó el domingo 26 de febrero en el Cairo, Egipto, en la Universidad Al-Azhar, la principal institución del islam sunita.
“Los encuentros como estos aquí que se ha realizado son dones hechos a la humanidad, porque ellos demuestran que existe la posibilidad de trabajar juntos”, dijo el cardenal, en este encuentro que se realiza nueve meses después del histórico encuentro el 23 de mayo de 2016, entre el papa Francisco y el gran imán de al-Azhar, Ahmed al-Tayeb
“Más aumenta la violencia –y esto es grave– más se vuelve necesario multiplicar este tipo de encuentros”, afirmó el cardenal.
“Hemos buscado juntos la causa de la violencia y nos hemos encontrado de acuerdo -en particular los musulmanes- en afirmar que no se puede invocar la religión para justificar la violencia. Tenemos que seguir en este camino”.
Aseguró también que los musulmanes y católicos “se encontraron de acuerdo sobre la gravedad de la situación de violencia y a la necesidad d transmitir valores a las jóvenes generaciones”.
El cardenal subrayó que este encuentro ha marcado “una nueva etapa” en las relacione con los musulmanes: “Hemos deliberadamente dicho que nosotros queremos trabajar juntos hoy y mañana ,y yo creo que es importante porque es algo concreto” subrayó. Y añadió “Digamos que el camino se puede nuevamente recorrer”.


España: finaliza la 240º reunión de la Comisión Permanente de los obispos
Posted by Redaccion on 27 February, 2017



(ZENIT – Roma).- La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha celebrado en Madrid, los días 21 y 22 de febrero, su 240º reunión. Lo indica la web de los obispos señalando que entre los temas abordados figuran la situación de la enseñanza de la religión en España en el proceso del Pacto Educativo
El presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, Mons. César A. Franco, ha presentado un informe sobre el tema. El obispo mantuvo el pasado 18 de octubre un encuentro con el ministro de Educación, en el que Íñigo Méndez de Vigo mostró su deseo de incluir a la Iglesia católica, con sus distintos sectores educativos, en el proceso que ha iniciado para concertar un pacto en materia de educación. Además, la CEE se reunirá el 2 de marzo con los representantes de instituciones de la Iglesia católica implicadas en el campo de la educación.
“Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional” fue otro de los temas. Los obispos de la Comisión Permanente han aprobado crear un grupo de trabajo para llevar a cabo en España el proceso de consulta sobre el documento preparatorio para la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se celebrará en el mes de octubre de 2018 sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Forman parte de este grupo de trabajo los responsables del Departamento de Pastoral de Juventud, dentro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, y el secretariado de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades.
Como en los últimos Sínodos, el documento preparatorio sirve de consulta e incluye un cuestionario para ayudar a la reflexión. Además está prevista otra consulta a todos los jóvenes a través de un sitio web, con un cuestionario sobre sus expectativas y su vida. Las respuestas a los dos cuestionarios constituirán la base para la redacción del Documento de trabajo o Instrumentum laboris, que será el punto de referencia para la discusión de los Padres sinodales.
También se ha profundizado la nueva Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis “El don de la vocación presbiteral” que hizo pública la Santa Sede el 8 de diciembre de 2016. El presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades, Mons. Joan Enric Vives, ha expuesto las novedades que ofrece el documento.


Beato Daniel Alejo Brottier – 28 de febrero
Posted by Isabel Orellana Vilches on 27 February, 2017




(ZENIT – Madrid).- Nació en la localidad francesa de La Ferté Saint-Cyr el 7 de septiembre de 1876. Sus padres, Jean y Bertha, humildes y creyentes, le educaron en la fe, y en 1893 se dispuso a entregar su vida como sacerdote. El seminario de Blois fue el escenario donde cursó sus estudios eclesiásticos que culminaron con su soñada ordenación en 1899. Una de las primeras misiones que le encomendó el prelado fue la docencia. De modo que, por indicación suya, durante algunos cursos impartió clases en el colegio de Pontlevoy, centro dependiente de la diócesis. Pero en su corazón se abrió paso el espíritu misionero y convencido de que se trataba de un directo llamamiento de Dios, se vinculó a los religiosos de la Congregación del Espíritu Santo en 1902.
La certeza de haber sido elegido por Él no minimizó su sacrificio. Dio el paso contrariándose a sí mismo, como revela el escrito que dirigió el 6 de julio de ese mismo año al padre Genoud, que sería el responsable de su formación: «No pensé que sería tan dificil dejar el mundo atrás. Cuando se compara este sacrificio con lo que otras personas tienen que hacer, parece poca cosa, o casi nada, pero cuando te toca directamente se convierte en algo enteramente diferente. Sin embargo, me consuela que en la profundidad de mi ser, experimento el mismo entusiasmo que me motivó durante el retiro del año pasado». Era honesto y sincero. Su determinación irrevocable ponía de relieve la autenticidad de su vocación.
El Padre celestial, que todo lo conoce, no dilató el cumplimiento de ese anhelo evangelizador de Daniel. Valeroso, audaz, había sido motivo de descanso para su superior general haciéndole saber de primera mano su plena disposición, a través de la carta que le envió en septiembre de 1903: «No quiero presumir nada, pero si tienes una misión muy peligrosa, en donde mi vida estaría en riesgo, con toda franqueza, estoy listo para ello». Efectuada su profesión, un més más tarde fue trasladado a Senegal y comenzó su labor en Dakar en noviembre.
Con gran ardor apostólico dio a conocer a Cristo entre las gentes de este país, con las que permaneció siete años, transmitiendo la fe en su propia lengua que se había ocupado de aprender, hasta que la dureza del clima afectó a su salud y tuvo que regresar a su país. Esta iba a ser la tónica de su labor misionera. Esa tierra africana, que ya llevaba grabada en sus entrañas, se le resistiría a causa de su endeble organismo. Los continuos ataques de migraña le devolvían a su país remedando el flujo incesante de las olas marinas, hasta que definitivamente tuvo que entregar a Dios su misión. El proceso había sido harto doloroso. Obligado a regresar a Francia por vez primera en 1906, a indicación de sus superiores preocupados por la intensa y persistente afección, los cuidados médicos le permitieron regresar en 1907. Pero prácticamente no hizo más que llegar, y de nuevo surgió el tormentoso dolor de cabeza, con lo cual determinaron que Francia sería su lugar de destino permanente. Entonces se dedicó a educar y asistir a la infancia y juventud abandonada. En junio de 1911, al ver disipada la opción de regresar a Senegal, hizo notar: «He prometido dejar todo en manos de la Providencia y no tomar ningún paso a favor ni en contra. Esa es la única manera para un religioso de cumplir su deber».
Era un hombre de oración, sencillo y humilde, que se dejó llevar en todo momento por su confianza en la divina Providencia. Estaba adornado de muchas cualidades que, unidas a su celo apostólico, le permitieron realizar grandes gestas para Cristo: iniciativa, gran creatividad así como visión y dotes para la administración. África corría por sus venas de apóstol, y pensando en nuevas vías de asistencia que pudiera llevar a cabo desde el lugar en el que se hallaba, creó «Recuerdo Africano», un instrumento que le reportó los recursos suficientes para erigir la catedral de Dakar.
En medio de la labor apostólica educativa que signaba su acontecer le sorprendió la Primera Guerra Mundial. «¿Qué puedo hacer frente a esta barbarie que arrasa con la salud, la vida y la civilización?», se preguntó. Y se convirtió en capellán de los militares, lo cual le permitió atender a los soldados y a los moribundos durante cuatro años en los que recorrió distintos frentes con grave riesgo de su vida. Por su abnegada labor ejercida entre tantas víctimas de la ferocidad humana, que se habían visto arrastradas por la sinrazón de las armas, a las que consoló, animó y confortó, además de dar cristiana sepultura a los caídos en el campo de batalla, le galardonaron con la Legión de Honor y la Cruz de Guerra.
El ejemplo de Teresa de Lisieux alumbró su vida, y bajo su intercesión impulsó la casa de huérfanos de Auteuil, un magnífico proyecto que ya estaba materializado, pero que pusieron bajo su responsabilidad en 1923. Le dio un impulso decisivo. Tanto es así, que una decena de años más tarde dio como resultado la atención de un millar y medio de jóvenes. A su entusiasta labor se debe la construcción de una basílica dedicada a la santa de Lisieux también en Auteuil, bendecida en 1930. Otra de las acciones sociales en las que se implicó fue la Unión Nacional de Excombatientes, de carácter benéfico, que aglutinó nada menos que a dos millones de personas.
Es verdad que tenía arte e ingenio para despertar la solidaridad de la gente que promovía con innegable capacidad inventiva. Por ello se le ha denominado «comerciante del cielo». Pero en realidad su fecundidad apostólica se explica fundamentalmente por su insistente oración y fidelísima entrega. Consumido por el amor y extenuado por el esfuerzo continuo que había realizado, falleció en París el 28 de febrero de 1936. Fue beatificado por Juan Pablo II el 25 de noviembre de 1984.