Francisco \ Audiencias, Catequesis y Ángelus

En el éxodo cuaresmal se forma la esperanza

RV | 01/03/2017


 

“En el éxodo cuaresmal se forma la esperanza”. Fue la afirmación del pontífice en la audiencia general del miércoles 1° de marzo, en la cual, continuando con el ciclo de catequesis sobre la esperanza cristiana, inició el tiempo cuaresmal reflexionando a partir de la narración del éxodo de los israelitas de Egipto.

La Cuaresma, “camino de esperanza”, es tiempo de preparación a la Pascua, período de penitencia y de mortificación, que tiene como fin hacernos resurgir con Cristo. Un camino - explicó Francisco - en el cual cada paso, cada esfuerzo, cada prueba, cada caída y cada vuelta a empezar, sirven para forjar una esperanza fuerte y sólida que tiene sentido sólo en el interior del diseño de salvación de Dios, que quiere para su pueblo la vida y no la muerte, la alegría y no el dolor.

Se trata de un camino de la esclavitud a la libertad en el cual Cristo nos precede, “la Pascua de Jesús es su éxodo”, y la Cuaresma vive de esta dinámica: “Cristo nos precede con su éxodo y nosotros atravesamos el desierto con él y gracias a él”.

 

A continuación, el resumen de la catequesis que el Papa pronunció en nuestro idioma:

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy, miércoles de ceniza, los invito a reflexionar sobre la cuaresma como tiempo de esperanza. Al igual que el Pueblo de Israel que sufrió la esclavitud en Egipto, cada uno de nosotros está llamado a hacer experiencia de liberación y a caminar por el desierto de la vida para llegar a la tierra prometida.

Jesús nos abre el camino al cielo a través de su pasión, muerte y resurrección. Él ha debido humillarse y hacerse obediente hasta la muerte, vertiendo su sangre para librarnos de la esclavitud del pecado. Es el beneficio que recibimos de él, que debe corresponderse con nuestra acogida libre y sincera.

Estamos llamados a seguir el ejemplo de Nuestro Señor. Él venció al tentador y ahora nosotros debemos también afrontar la tentación y superarla. Él nos dio el agua viva de su Espíritu y nosotros debemos ir a buscarla a la fuente de los sacramentos y la oración. Él es la luz que vence las tinieblas y nos pide a nosotros alimentar la llama que se nos confió el día de nuestro bautismo. De este modo, nuestro camino cuaresmal será signo sacramental de nuestra conversión.

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Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Los exhorto a caminar en esperanza y con empeño en este camino de amor, que Dios hoy nos propone al inicio de la Cuaresma. Que nuestro esfuerzo forje una esperanza sólida, como la de María, que continuó a creer y a esperar incluso cuando se encontraba junto a la cruz de su Hijo. Que Dios los bendiga a todos.

(Griselda Mutual - Radio Vaticano)