Servicio diario - 09 de marzo de 2017


 

Penúltimo día de los Ejercicios espirituales del Papa
Posted by Redaccion on 9 March, 2017



(ZENIT- Roma, 9 Mar. 2017).- Los ejercicios espirituales que está realizando el papa Francisco junto a unos 70 colaboradores cercanos de la Curia Romana, entre cardenales, obispos y sacerdotes, llega hoy jueves a su penúltimo día. Mañana viernes, con la última meditación matutina concluirá esta semana iniciada el domingo 5 por la tarde en la casa de retiros Divín Maestro, situada en la localidad de Ariccia, en las inmediaciones de Castel Gandolfo.
El lunes fueron las dos primeras meditaciones, con el inicio de la Pasión, seguidas por otras dos el martes, sobre la oración en Getsemani, el arresto de Jesús y la traición de Judas. El miércoles se concentraron en el proceso romano, la esposa de Pilatos y los sueños de Dios y hoy jueves irrumpen con discreción las santas mujeres en la escena de la pasión.
El sacerdote franciscano, fray Giulio Michelini, quiso apoyar su meditación en la experiencia de una pareja de esposos, Mariateresa Zattoni e Gilberto Gillini, que describieron el perfil de la esposa de Poncio Pilatos y su intento fracasado de salvar a Jesús, cuando su marido se lava las manos.
El predicador que este jueves partió de la idea que “la muerte de Jesús es verdadera y no aparente”, señaló algunos pasos del Evangelio que son ‘incómodos’, como “el sentimiento de abandono de Jesús en la Cruz”, al punto de que quienes están debajo de la cruz “piensan que está llamando a Elías”. Con una serie de malentendidos sobre la relación de Jesús con sus apóstoles, debido a obstáculos humanos. E invita a preguntarse si por ‘cierres’ o por orgullo no entendemos a los otros, porque “no queremos entender”.
Y Michelini examinael sueño de la esposa de Pilatos, que vistos en conjunto podríamos llamarlos “sueños de Dios”, como el del inicio del Evangelio que les lleva a huir a Egipto, o el de los magos que entienden lo que deben hacer para evitar a Herodes, o el de la mujer de Pilatos. Sueños que llevan a preguntarnos, indicó el predicador: “¿Cuál es mi sueño? ¿Corresponde por lo que puedo entender al sueño de Dios por mi?


Entrevista de Francisco a Die Zeit: Los populismos son mesiánicos y terminan mal, lo demuestra el siglo pasado
Posted by Redaccion on 9 March, 2017



(ZENIT- Roma).- “La idealización de una persona es una forma sutil de agresión” y “cuando me idealizan, me siento agredido”. Lo indica el papa Francisco en una entrevista recién publicada en el semanario alemán Die Zeit. Y precisa: “No me considero un hombre excepcional”, “Soy un pecador”, “un hombre que hace lo que puede”.
La entrevista trata de muchos temas pero inicia con algunos ataques el Pontífice ha sufrido, como unos afiches pegados en la zona del Vaticano que le acusaban de ser “poco misericordioso”. Así el Papa señala que “desde el momento en que he sido elegido papa, no he perdido la paz. Comprendo que a alguien no le guste mi modo de actuar, pero lo entiendo; hay tantos modos de pensar, es legítimo y también es humano, es una riqueza”.
Señaló que en los afiches el dialecto usado “era muy bello”, y “no lo ha escrito uno de la calle”, sino se ve que ha sido una persona culta. Recordó también que todos los días reza una oración de Santo Tomás Moro para “pedir el sentido del humor” y que el Señor se lo concede.
Interrogado sobre el caso de la Orden de Malta, Francisco explicó que existían problemas difíciles de gestionar, que el cardenal Burke sigue siendo el Patrono, pero que ha nombrado a un delegado capaz de arreglar las cosas.
A propósito de las vocaciones, el Santo Padre reconoce que “es un problema grande y grave”, porque si no hay sacerdotes falta la Eucaristia, y “la Eucaristía hace iglesia”. Consideró que si faltan las vocaciones sacerdotales también es porque falta la oración, sin subestimar el problema de la baja natalidad.
Calificó como importante el trabajo con los jóvenes pero advirtió que no se puede caer en el proselitismo, y que además es necesario seleccionar, porque si no existe una vocación verdadera después será todo el pueblo quien sufrirá. Añadió entretanto que el “celibato opcional no es la solución”. Mientras la cuestión de los “viri probati” es una posibilidad, pero es necesario precisar los deberes que pueden asumir para las “comunidades aisladas”.
El Pontífice responde sobre sus momentos de dificultad en la Fe, y reitera que ha tenido “momentos oscuros” y también “momentos vacíos”. Incluso situaciones que han hecho que se enojara con Dios, si bien “no se puede crecer sin crisis” contrariamente “uno se queda infantil”.
¿Cómo volver a la fe? Francisco le indica al entrevistador que la fe es un don: “La pido, y Él responde. ¡Antes o después. Pero a veces es necesario esperar una crisis”.
Interrogado sobre si el hombre es bueno o malo, Francisco responde que “el hombre está hecho a imagen de Dios” pero “ha sido tentado y se está herido”, por tanto, “es débil”.
“Adán no fue malo. Fue débil, fue tentado por el diablo. En cambio, la primera maldad es la del hijo, la de Caín”, que mata no por debilidad, sino “por celos, por envidia, por deseo de poder… es la maldad de las guerras” como “la maldad” de quien fabrica armas”.
Sobre el reaparecer de los movimientos populistas en Europa, el pontífice no niega su preocupación, porque detrás de ellos “hay un mesianismo” y se justifican porque hablan de defender la identidad de un pueblo. Lo contrario de lo sucedido después de la II Guerra mundial, con la unidad europea, realizada por líderes “que son capaces de llevar adelante el bien del país sin estar ellos en el centro”. Porque “el populismo es malo y al final termina mal, como nos lo demuestra el Siglo pasado”.


Un auto eléctrico a disposición de Francisco, pero aún no lo usa
Posted by Sergio Mora on 9 March, 2017



(ZENIT- Roma).- Un auto eléctrico Nissan Leaf ha sido entregada al Papa en la fecha de su cumpleaños, el 17 de diciembre pasado. La noticia fue dada a conocer en los últimos días por diversos medios de comunicación, que indicaron al Santo Padre como el primer jefe de Estado que podría a usar un vehículo a emisiones cero.
Entretanto desde la Oficina de prensa de la Santa Sede, su vicedirectora Paloma Ovejero le indicó hoy jueves a ZENIT: “No hay nada que indique que el Papa esté pensando cambiar de vehículo. Ninguno de sus vehículos”.
Desde la DriWe di Bergamo, gestora de la alemana Wermuth Asset Management GmbH, quienes le dieron por un año la Nissan Leaf al Papa, su portavoz Luca Secco, conversando con ZENIT indicó que el uso del vehículo “podrá depender también de las delicadas medidas de seguridad entorno al Santo Padre”.
Secco además indicó: “La hemos probado juntos y ha realizado un giro dentro de la Ciudad del Vaticano, le gustó la comodidad y lo silencioso del Vehículo”. Precisó además que le dieron la posibilidad de elegir entre los diversos modelos de una misma gama: “Le propusimos un vehículo el Perla, más lujoso y él por sobriedad eligió el más económico en su tipo”.
Concluyó señalando que el vehículo ha sido dado por un año y entra en un proyecto comprende un estudio de factibilidad que ha realizado el grupo alemán sobre energía verde del Vaticano y de su red de vehículos. El precio de un vehículo de este tipo es entorno a los 25 mil euros, al menos la mitad de un modelo de lujo, pero el doble de un modelo comercial o utilitario.
Entretanto Francisco no es el primer pontífice o jefe de Estado a usar un vehículo eléctrico: el 5 de septiembre de 2012 el papa Benedicto XVI, giró en Castel Gandolfo con uno de los dos vehículos eléctricos que regaló la Renault, una monovolumen Kangoo ZE Maxi.
El entonces portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi recordó que Benedicto XVI ya había viajado en autos eléctricos como en los “viajes italianos a Arezzo y Venecia” o “en la procesión del Miércoles de Cenizas en el Avventino”. Desde entonces, la empresa de energía Enel, instaló en el Vaticano y en Castel Gandolfo, ocho columnas de recarga.
Otros vehículos eléctricos fueron regalados al Vaticano, como el de la empresa italiana NWG, para dos personas.
Desde Benedicto XVI el Vaticano ha iniciado a cambiar hacia la energía limpia. El ingeniero Villarini señaló en el 2008, en una entrevista publicada en el Osservatore Romano que el objetivo para el próximo 2020 es consumir al menos el 20 por ciento de energía limpia. Un proyecto “que nació después de una serie de discursos de Benedicto XVI” sobre “sostenibilidad ambiental”, en particular el del “1º de enero de 2017 en ocasión de la Jornada Mundial de la Paz”.


El Santo Padre nombra obispo para la diócesis de Plasencia
Posted by Redaccion on 9 March, 2017



(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 9 Mar 2017).- El Santo Padre ha nombrado obispo de la diócesis de Plasencia (España) al Rvdo. José Luis Retana Gozalo, hasta ahora delegado diocesano para las instituciones de enseñanza de la diócesis de Ávila y párroco. El nombramiento ha sido dado a conocer hoy jueves, por la Oficina de prensa de la Santa Sede.
El padre José Luis Retana Gozalo nació en Pedro Bernardo, diócesis de Ávila el 12 de marzo de 1953. Estudió filosofía y teología en el Seminario de Ávila en Salamanca. Fue ordenado sacerdote en Pedro Bernardo el 29 de septiembre de 1979. Estudió durante dos años en la Facultad de Teología de Friburgo (Suiza).
Siguió los cursos de Geografía e Historia de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Tiene una licenciatura en Teología en la Universidad de Salamanca, donde también hizo los cursos de doctorado. Ha publicado varios libros de temas históricos.
Ha ocupado los siguientes cargos: formador y profesor del Colegio Diocesano La Asunción de Ávila (1979-1993); rector del Seminario de Ávila en Salamanca (1993-1999); vcario episcopal y e secretario del obispo (1998-2005); canónigo de la catedral de Ávila (desde 2002); rector del Seminario de Ávila en Salamanca (2003-2012). Actualmente es delegado episcopal para las instituciones diocesanas de enseñanza y párroco de San Pedro Bautista, a partir de 2012, y presidente del cabildo catedralicio desde 2015.
A fines de 2013 en la diócesis había 270.10 bautizados, sobre una población de 279.100 personas, lo que supone un 96,8% del total.


Entrevista al Car. Ravasi: “La Consulta, finalmente una voz femenina en la Curia romana”
Posted by Deborah Castellano Lubov on 9 March, 2017



(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- “Es necesario iniciar a dar más presencia a las mujeres en el Vaticano, y que no sea una presencia decorativa o cosmética”. Lo dijo en una entrevista exclusiva a ZENIT, el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo pontificio para la cultura. El purpurado ha hablado después de la presentación de la consulta femenina a los medios de comunicación, este martes 7 de marzo de 2017.
Ravasi indicó que quiso la creación de este nuevo organismo para dar a las actividades del dicasterio una “mirada femenina”, que ofrezca a los hombres indicaciones que ni siquiera lograrímos sospechar.
¿Con cuáles criterios fueron elegidas las mujeres de la Consulta femenina?
–Card. Ravasi: Fue una de las tareas más arduas. Primero de por el tema internacional. Quince de ellas vienen de Estados Unidos, Irlanda, Irán, Chile, Turquía y otros países. También por el tema interreligioso, y están representadas diversas visiones: islam, judaísmo, cristianismo en sus diversas formas, también la protestante. El tercer criterio fue el de las profesiones, actividades, privilegiando a las mujeres que trabajan en el ámbito de la cultura, universidad, arte, medicina, ciencias, pero también en otros ámbitos como en el deporte. El cuarto criterio fue la experiencia familiar. Algunas no están casadas, otras tiene familia y se plantean cómo hacer crecer a sus hijos, etc. Seguido por el criterio de la ‘sensibilidad’.
¿En que sentido ‘sensibilidad’?
–Card. Ravasi: Por ejemplo, sobre la política, porque quise también que la política este representada. He elegido a una persona que se ocupa del problema del ‘descarte alimentario’, o sea un tercio de todo el alimento producido. Está además una persona que es voluntaria, parte de la comisión parlamentar que se ocupa de los refugiados. Además porque quería considerar el tema de la pobreza y migraciones, en el espíritu del papa Francisco. Hay así en la Consulta, también quienes realizan actividades caritativas.
¿Han hablado con el Papa sobre la Consulta?
–Card. Ravasi: Sí, hemos hablado y él comparte esta idea, porque desde siempre se habla que faltan voces femeninas en la Curia romana. Sabemos que existen dificultades, las estructuras son complejas, la historia pasada es un poco ‘pesada’, pero por algún lado hay que empezar. Y lo repito, la presencia de las mujeres no tiene que ser solamente ‘decorativa’, porque se necesita por así decir una ‘cuota rosada’.
Por eso digo que la función de estas mujeres es real, están llamadas a expresar un juicio, ya me han criticado algunas propuestas e indicado otras. Por ejemplo, sobre al próxima asamblea plenaria del dicasterio que abordaráel tema de neurociencias, inteligencia artificial, genética, robótica, etc., ellas expresaron –como mujeres y en cuanto científicas– juicios que no seríamos capaces de formular.
A tal punto que la apertura de la próxima plenaria estará organizada por la Consulta femenina. Será un espectáculo de televisión en el que ya iniciaron a trabajar.
Este grupo que inicia a activarse en el dicasterio de la Cultura, puede ser un ‘experimento’ para saber si algo similar puede ser instituido en otros sectores?
–Card. Ravasi: Lo espero, después cada uno sabe cómo funciona. Pienso también que sea posible, lo decía el papa Francisco, que algunas funciones en los dicasterios vaticanos sean realizadas por mujeres. Por ejemplo yo no tengo ningún ‘oficial’ mujer. Ellas trabajan allí como secretarias o con posiciones administrativas y esto es una cosa equivocada.


Santa Maria Eugenia de Jesús (Anna Milleret de Brou) – 10 de marzo
Posted by Isabel Orellana Vilches on 9 March, 2017



(ZENIT – Madrid).- Nació el 26 de agosto de 1817 en Metz, Francia. La ideología liberal de sus padres que gozaban de una espléndida posición –el Sr. Milleret era banquero y político– estaba impregnada de la volteriana, que no parecía la más idónea para una futura santa. Pero Dios está siempre por encima de las circunstancias de la vida, alumbrando a sus hijos para que alcancen la unión con Él. Y como Anna siguió los dictados divinos, llegó a los altares. La base de su educación fueron valores universales a los que luego su vida evangélica les daría el sentido conferido por Cristo, pero ella misma reconoció que aquéllos fueron esenciales. No contando con el crucial apoyo de su familia, por declararse no creyente, era admirable que acudiese a las misas dominicales. Ahora bien, como a tantas personas les sucede, lo hacía sin mayor afán de compromiso. Pero al recibir la primera comunión en las navidades de 1829 algo muy hondo y especial se produjo en su interior.
A partir de 1830 la familia se resquebrajó. A la pérdida de bienes materiales de su padre siguió la separación del matrimonio y la disgregación de los hermanos. El cólera le arrebató a su madre en 1832, y antes tuvo que afrontar la muerte de dos hermanos, uno mayor y la otra más pequeña que ella, sin contar con una funesta caída, de cuyas secuelas no se libró, y la incertidumbre ante un futuro inseguro. Todo ello aconteció en sus primeros 15 años de vida. En ese sombrío panorama, sin guía alguna ni mano amiga que la sostuviera en tanto sufrimiento, amparada por una pudiente familia de Châlons que la acogió, lo más lógico era poner en cuarentena las escasas raíces de la fe que poseía: «Viví unos años preguntándome sobre la base y el efecto de las creencias que no había comprendido… Mi ignorancia de la enseñanza de la Iglesia era inconcebible y con todo había recibido las instrucciones comunes del catecismo».
Vuelta a París con su padre, en la Cuaresma de 1836 fue a Notre-Dame. Al escuchar la predicación del padre Lacordaire, discípulo de Lamennais, cambió el rumbo de su existencia. Aparcó la ajetreada vida social en la que estaba inmersa, y se dispuso a situar a Cristo en el centro de su corazón. Poco más tarde, el padre Combalot, predicador como el anterior, asumió su dirección espiritual. Y al ir penetrando en los entresijos del alma de la joven se percató de su grandeza. Dios le ponía delante justamente a la persona que precisaba para fundar la Orden que tenía in mente, en honor de Nuestra Señora de la Asunción, con objeto de paliar las deficiencias de los jóvenes, especialmente de los incrédulos. Ella no lo tuvo tan claro, pero aceptó el designio de Dios que le sobrevenía a través de su confesor. Eso sí, compartía con él la idea de que la educación cristiana es clave para la vida, ya que bajo su influjo se obra una decisiva transformación personal que revierte en la sociedad.
Pasó por el convento de la Visitación de La Côte-Saint-André, Isère, y quedó impregnada de la espiritualidad de san Francisco de Sales, sello perceptible en la fundación que emprendería en breve. En 1838 se produjo otro encuentro decisivo en su vida. Conoció al padre Emmanuel d’Alzon, vicario general de Nimes, que fue su confesor, y que fundaría los Asuncionistas en 1845. Durante cuatro décadas iban a compartir colegialmente el mismo ideal, el amor a Cristo y a su Iglesia, así como el afán de esparcir el carisma por doquier. En 1839, junto a otras dos jóvenes, la santa puso en marcha la congregación religiosa de la Asunción. Llevaban una vida de oración y estudio. Aunaban contemplación y acción teniendo como pilares de su existir a Cristo y el misterio de su Encarnación.
En la primavera de 1841 las primeras religiosas que secundaron a la fundadora, antiguas amigas suyas, tomaron caminos divergentes a los del padre Combalot, con el que no compartían su modo de llevar adelante la obra. Anna sufrió mucho con el carácter del sacerdote, pero entendió maravillosamente que había sido un fértil instrumento que Dios puso para que la fundación fuese una realidad. Vivió en perfecta fe y obediencia, contribuyendo con su indeclinable entrega a esta misión para la que había sido llamada. Volviendo la vista atrás respecto a lo que fueron esos umbrales, veía cómo había sido impulsado todo por Cristo: «¡Todo viene de El, todo es pues de El y debe volver a Él!».
Después de esta ruptura, quedaron bajo el amparo del arzobispo de París y de su vicario general, monseñor Gros. En agosto hicieron los votos, y al año siguiente, con la ayuda de benefactores y amigos, entre otros el padre Lacordaire, inauguraron la primera escuela. Hubo en la vida de la fundadora muchos momentos de oscuridad y dificultades que vivió en silencio. Decía: «El camino hacia la santidad es un camino de separación y unión, de ruptura para crear un nuevo lazo de unión. En la vida religiosa solo se vive feliz y contento dejando a Dios hacer en nosotros todo lo que quiera… y quitarnos todos los apegos. Es la santidad de Dios la que lo quiere».
En 1880 vivió con sumo dolor la separación del padre Enmanuel que la precedía en su camino hacia el cielo. Afirmó entonces: «Dios quiere que todo caiga a mi alrededor». Ocho años más tarde moría su más estrecha colaboradora, Thérèse-Emmanuel. Mientras, el Instituto seguía creciendo. Consciente de que la medida del amor es amar sin medida, conducía a las religiosas por el sendero de la radicalidad evangélica: «En la educación, una filosofía, un carácter, una pasión. Pero ¿qué pasión dar? La de la fe, la del amor, la de la realización del Evangelio». Ella misma, vencida por los achaques de la edad, corroboraba que lo único que se mantiene indemne es el amor. «Solo me queda ser buena», manifestaba. En 1897, paralizados sus miembros, en su semblante quedaba al descubierto el poderoso brillo de la pasión por Cristo que estaba más vivo que nunca, como develaban sus ojos. Y el 10 de marzo de 1898 entregó su alma a Dios. Fue beatificada por Pablo VI el 9 de febrero de 1975. Benedicto XVI la canonizó el 3 de junio de 2007.