Servicio diario - 19 de mayo de 2017


El Papa en Santa Marta señala que es un deber de la Iglesia esclarecer la doctrina
Redacción

El Papa visita por sorpresa a parroquianos que esperaban la bendición de la casa
Paul De Maeyer

El Santo Padre recibe a la presidencia de la Conferencia Episcopal Española
Sergio Mora

Obispos de Perú celebran en Roma y tienen un encuentro con la comunidad peruana
Sergio Mora

Venezuela Exhortación pastoral de la Asamblea plenaria extraordinaria de la Conferencia Episcopal
Redacción

Congreso de la Escuela social del CELAM sobre Doctrina social
Enrique Soros

Santa María Bernarda Bütler – 19 de mayo
Isabel Orellana Vilches


 

19 mayo 2017
Redacción

El Papa en Santa Marta señala que es un deber de la Iglesia esclarecer la doctrina

En la homilía de este viernes, el Santo padre señala que las ideologías cierran a la inspiración del Espíritu Santo y dividen

(ZENIT – Roma, 19 May. 2017).- La verdadera doctrina une, en cambio la ideología divide. Este fue el punto central de la homilía del papa Francisco durante la misa de este viernes en la Casa Santa Marta.

El Santo Padre recordó que entorno al año 49 el Concilio de Jerusalén decidió que los paganos convertidos al cristianismo no debían circuncidarse como exigía la Ley mosaica.

Señalando la Primera Lectura de la liturgia de hoy, el Pontífice señaló que también en la primera comunidad cristiana “había celos, luchas de poder, no faltaba algún astuto que quería ganar y comprar el poder”. O sea que “los problemas siempre existieron” y que el hecho se ser pecadores nos lleva a la humildad y a acercarnos al Señor, “como Salvador de nuestros pecados”.

Y que los apóstoles y los ancianos eligen a algunos de ellos para ir a Antioquía junto a Pablo y Bernabé, porque había “fuertes discusiones” y quienes causaba “confusión”.

“Dicen que lo que predican los apóstoles no es lo que dijo Jesús, y que no es la verdad”. Pero después que los apóstoles discuten entre ellos se ponen de acuerdo, “no es un acuerdo político, es la inspiración del Espíritu Santo que los lleva a decir: nada de cosas, nada de exigencias. Sólo estos que dicen: no comer carne en aquel tiempo, la carne sacrificada a los ídolos, porque era como hacer comunión con los ídolos, abstenerse de la sangre, de los animales sofocados y de las uniones ilegítimas”.

Subrayó así que la “libertad del Espíritu” es la que “pone de acuerdo”. Se trató de un “primer Concilio” de la Iglesia: “el Espíritu Santo y ellos, el Papa con los obispos, todos juntos”, que se reunieron “para aclarar la doctrina” la que fue seguida a lo largo de los siglos, por ejemplo por el de Éfeso o el del Vaticano II, porque “es un deber de la Iglesia aclarar la doctrina” a fin de que “se comprenda bien lo que Jesús ha dicho en los Evangelios, o cuál es el Espíritu de los Evangelios”.

“Pero siempre existió aquella gente que sin ningún cargo va a turbar a la comunidad cristiana con razonamientos que trastornan a las almas”, recordó el Papa, citando los Hechos de los Apóstoles.

“Y son fanáticos de cosas que no son claras, como estos fanáticos que iban allí sembrando cizaña para dividir a la comunidad cristiana. Y éste es el problema: cuando la doctrina de la Iglesia, la que ¡ viene del Evangelio, la que se inspira en el Espíritu Santo –porque Jesús dijo: ‘Él les enseñará y les hará recordar lo que yo he enseñado’– aquella doctrina se vuelve ideología. Y ésta es la gran equivocación de esta gente”.

Estos individuos tenían una ideología “que les cerraba el corazón a la obra del Espíritu Santo”. En cambio, los apóstoles seguramente discutieron con fuerza, pero no estaban ideologizados. “Tenían el corazón abierto a lo que el Espíritu decía.

Invitó así a no asustarnos frente a las “opiniones de los ideólogos de la doctrina”. Sí, porque la Iglesia tiene “su propio magisterio, el magisterio del Papa, de los obispos, de los Concilios”, y debemos ir por este camino “que viene de la predicación de Jesús y de la enseñanza y asistencia del Espíritu Santo”, que es “siempre abierta, siempre libre”, porque la doctrina une, los Concilios unen a la comunidad cristiana”, en cambio “la ideología divide”.

 

19/05/2017-19:16
Paul De Maeyer

El Papa visita por sorpresa a parroquianos que esperaban la bendición de la casa

(ZENIT – Roma, 19 May. 2017).- Las familias de la parroquia Stella Maris quedaron sorprendidas cuando vieron llegar este viernes por la tarde al papa Francisco, en cambio de su párroco don Plinio Poncina, para la tradicional bendición pascual. Lo indica un comunicado de la Santa sede publicado esta tarde.
Volviéndose ‘párroco’ el Pontífice se entretuvo “con gran simplicidad” con los inquilinos y bendijo una docena de departamentos, se lee en el comunicado del Vaticano.
El papa Francisco bromeó con las familias no solamente disculpándose por la molestia, sino también asegurando que respetó el horario de silencio que se observa en los condominios después de almuerzo.
En las imágenes pasadas por televisión se vio también a una señora que como el apóstol Tomás, tuvo que tocar para creer: lo miró largamente hasta que se convenció que era el Papa y entonces le dio un beso.
El gesto del Pontífice es una continuación de los ‘viernes de la misericordia’, señala el comunicado. Durante el Jubileo extraordinario de la misericordia, el papa Francisco una vez al mes, siempre los viernes, realizaba visitas privadas a estructuras o grupos de personas en situación de exclusión física o social.

 

19/05/2017-10:59
Sergio Mora

El Santo Padre recibe a la presidencia de la Conferencia Episcopal Española

(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 19 May. 2017).- Incentivar la piedad popular para
evangelizar, ayudar a los padres de familia a que defiendan la educación de sus hijos en las escuelas públicas, que los abuelos transmitan la fe a los nietos y favorecer la adoración al Santísimo Sacramento, fueron algunos de los temas salientes del encuentro que este viernes por la mañana tuvieron los dirigentes de la Conferencia Episcopal Española con el papa Francisco y con el secretario de Estado, el cardenal Parolín.
Lo indicaron el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Card. Ricardo Blázquez Pérez; acompañado por el vicepresidente, el cardenal Antonio Cañizares Llovera; y el secretario general y periodista José María Gil Tamayo quienes se reunieron primero unos 40 minutos con el Santo Padre y después otros 20 con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin.
“El motivo inmediato ha sido la renovación de cargo en la Conferencia Episcopal a mediados del mes de marzo”, indicó el cardenal Blázquez en una rueda de prensa improvisada en Via della Conciliazione y porque “queríamos expresarle nuestra comunión interna y eclesial y la profunda sintonía que tenemos con él en la Conferencia Episcopal”.
Aseguró que fue un encuentro en el que el Papa expresó “mucho cariño” y precisó que
“él está bien informado y sabe bien la situación en la sociedad y la Iglesia, y estos temas han salido”.
Indicó también que el Pontífice “recuerda la visita a Fátima con un gran afecto”, y “quienes participamos nos impresionó muchísimo el largo rato de silencio del Papa ante la imagen Virgen y el momento de silencio orante de esa multitud”, dijo.
Pasando al tema de la Iglesia en España “en concreto” el Pontífice ha subrayado varias cuestiones: “se ha alegra de la unida que existe en la Conferencia Episcopal”, indicó, y el cardenal precisó que “es verdad, como el espacio que cada uno tiene para expresar libremente su opinión sobre los temas”.
Aseveró que el sucesor de Pedro “nos ha animado a comenzar este trienio con decisión en los temas varios. A final del mes de junio iniciaremos en estas tareas”. Y “nos ha dicho que contemos siempre con él, que nos apoya que está a nuestro lado”.
Otro de los temas fue “que cultivemos la piedad popular que es un cause importante en la evangelización”. Además “ha ponderado que los abuelos, ellos y ellas pueden hacer en la transmisión de la fe hacia los nietos, porque a veces los papás y mamás están muy ocupados, además porque pudo haberse producido un enfriamiento en esa generación”.
“Le hemos informado –prosiguió el cardenal Blázquez–sobre los estudiantes y sacerdotes de Venezuela que están en el Colegio Español”, si bien indicó que el Pontífice ya lo sabía, y añadimos la labor que “desde la conferencia Episcopal estamos haciendo con diversos países en el campo de la traducción de la Sagrada escritura y documentos litúrgicos”. En este sentido el Papa ha evaluado positivamente “ mucho la capacidad editorial de España en el campo de la liturgia”.
El cardenal Cañizares por su parte señaló que el papa les incentivó “sobre todo a una tarea de evangelización hoy, de manera especial en las familias”. Y otro de los temas fue “adoración eucarística como base de esa transformación que necesitamos”. Aseguró también que “sigue de cerca los problemas de España, quiere de verdad a España y está muy atento a todo lo que estamos impulsando hacia la nueva evangelización”.
Por su parte Mons. Gil Tamayo indicó que en la reunión con el cardenal Parolin se profundizó el tema de la educación, “de implicar a los padres en la defensa de sus derechos en la educación de sus hijos, que estén los obispos pero la implicación de los padres porque es un derecho originario suyo”. En particular “ahora con el pacto educativo” y que les animó “a proseguir en las relaciones Iglesia Estado, independencia-colaboración”.

 

19/05/2017-18:53
Sergio Mora

Obispos de Perú celebran en Roma y tienen un encuentro con la comunidad peruana

(ZENIT – Roma, 19 May. 2017).- Una misa de Los 50 obispos de Perú presentes en Roma, celebraron este viernes una misa en la basílica pontificia de San Pablo, en la que participaron los sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas, presentes en esta ciudad, diversos diplomáticos, así como personas de la comunidad peruana residentes en la Ciudad eterna.
Los obispos se encuentran en Roma en visita Ad Limina, para reiterar su fidelidad ante las sepulturas de los apóstoles Pedro y Pablo, y del sucesor de Pedro, el papa Francisco.
La misa fue presidida por Mons. Barreto, arzobispo de Huancayo y concelebrada por
todos los obispos y sacerdotes peruanos allí presentes. El Coro Latinoamericano dirigido
por el profesor Ecuardo Notrica cantó en quechua el Hanam Pacha (el mundo de arriba) algunos cantos en latín pequeños y al final en español el himno mariano Nuestra señora de América.
Días atrás el presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Salvador Piñeiro señaló que la Embajadora de Perú ante la Santa Sede, María Elvira Velásquez, “organizó con mucho cariño este encuentro”.
Hoy conversando con ZENIT, la embajadora indicó que “los obispos durante la visita Ad Limina, celebran cuatro misas, en cada una de las basílicas pontificias: San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo y Santa María la Mayor”.
“Conversando con ellos nos pareció que era una ocasión bonita para encontrarse con toda la comunidad peruana, y con los religiosos y religiosas que están aquí estudiando o trabajando en sus instituciones o prestando alguna función en sus órdenes” indico la diplomática. Y añadió que “hemos tratado de tener un espacio de encuentro de la comunidad con sus obispos, pudiendo reconocer a los de su ciudad o de sus pueblos”.
“Nos da mucha ilusión acompañarlos en este momento tan significativo de su visita Ad Límina y así hacerles llegar nuestro afecto y también nuestra oración y compromiso con la labro que ellos realizan. Y agradecerles por su labor de pastores que acompañan en nuestro país el proceso de desarrollo especialmente en la vida cotidiana de los ciudadanos”.
El evento concluyó con un pisco de honor en el hermoso claustro de la basílica, un momento en el que se confraternizó con los obispos del país.

Leer también: Francisco desea en agenda para el 2018 una visita a Perú y Chile

 

19/05/2017-18:12
Redacción

Venezuela Exhortación pastoral de la Asamblea plenaria extraordinaria de la Conferencia Episcopal

(ZENIT – Roma, 19 May. 2017).- Los obispos de Venezuela reunidos en una asamblea plenaria extraordinaria ante los hechos que está viviendo el país,

A continuación el texto de los obispos

“Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen sobre ustedes su gracia y su paz” (1 Cor 1, 3)

COMO PASTORES DEL PUEBLO
1. Nos dirigimos al pueblo venezolano como pastores que estamos a su servicio. Sus alegrías y esperanzas, sus angustias y problemas (cf. G.S 1) son nuestros. En estos tiempos de crisis que vive el país, queremos que nuestra palabra sea de aliento y consolación (cf. Is. 40,1) para garantizarle cercanía. Asumimos la invitación del Papa Francisco de ser compañeros de camino en los momentos de crisis, de recuperación y de reconciliación. Reafirmamos la comunión con el pueblo, el cual se está expresando en la calle y en otros ámbitos de la sociedad en defensa de sus derechos irrespetados por quienes están violentando la Constitución.
2. Reiteramos nuestra adhesión, comunión y obediencia al Santo Padre Francisco. Agradecemos de corazón su constante acompañamiento: muestra de su preocupación por esta Patria donde se le quiere y respeta. Nos alienta su mensaje del pasado 5 de mayo, en el cual nos asegura que está “siguiendo con preocupación la situación del querido pueblo venezolano ante los graves problemas que le aquejan” y, que, a la vez siente “un profundo dolor por los enfrentamientos y violencia de estos días, que han causado numerosos muertos y heridos, y no ayudan a solucionar los problemas, sino que únicamente provocan más sufrimiento y dolor”. Lamentamos la tergiversación y manipulación que diversos actores han hecho de sus palabras

SE PROFUNDIZA LA CRISIS.
3.La crisis que ha venido golpeando a Venezuela se ha agudizado. Luego de las desacertadas decisiones del Tribunal Supremo de Justicia en las que se evidenció un desconocimiento del orden constitucional, la más reciente propuesta del Gobierno Nacional de convocar una ASAMBLEA CONSTITUYENTE de carácter comunal ha causado malestar y rechazo en la inmensa mayoría de los venezolanos. Luego de escuchar a muchos miembros del pueblo, también consideramos que la convocatoria a dicha Constituyente “es innecesaria y resulta peligrosa para la democracia venezolana, para el desarrollo humano e integral y para la paz social” .
4.La gravedad de la crisis también se manifiesta en hechos concretos que la han radicalizado y han producido desconcierto y desaliento en el pueblo:
A) Crece el hambre por no conseguirse los insumos necesarios debido a la falta de producción y las políticas económicas. Esta situación se agrava por la decisión de numerosos emprendedores y trabajadores del campo de no salir a vender sus productos en diversas partes del país, debido a los continuos asaltos de los que son víctimas y del “matraqueo” en variados puntos de control. Habrá más desabastecimiento, lo cual perjudicará a todos. A esto se une la escasez de medicamentos y la aparición de enfermedades debidas a la desnutrición y falta de salubridad. En el fondo, son los pobres quienes resultan más afectados.
B) Crece la Violencia con acciones que van desde la ofensa personal hasta atentados contra la paz ciudadana, como los saqueos y enfrentamientos entre grupos. La represión ha arreciado y es cada vez más dura en contra de los manifestantes en protestas cívicas, muchos de los cuales son jóvenes. Aumenta el número de quienes son enviados a tribunales militares negándoseles el derecho al debido proceso ante sus jueces naturales. Asimismo los grupos paramilitares (comúnmente conocidos como “colectivos”) han arreciado su acción violenta e ilegal. Comienza a vislumbrarse la tentación de una confrontación entre hermanos, la cual abriría un abismo muy duro de superar.Rechazamos la violencia y la represión desproporcionada. Compartimos el profundo dolor de las familias que han perdido a seres queridos a causa de las acciones violentas, conscientes del valor sagrado de la vida de cada uno de ellos. Asimismo ofrecemos nuestras oraciones por ellos.
C) El creciente irrespeto de los derechos humanos hace sentir y profundizar un sentimiento de indefensión. Ante esto, ya hay quienes se plantean la legitimidad de la objeción de conciencia ante decisiones no concordes con la Constitución Nacional
D) La desesperanza se apodera de la gente y se va perdiendo el sentido de la vida y no se ve un futuro promisor para los jóvenes. Muchos prefieren irse del país a buscar seguridades en otras naciones con las dificultades que esto conlleva.

DESAFIOS.
5.Ante esta situación, se nos presentan algunos desafíos que hemos de asumir con
decisión, amor y buen juicio nacidos de la fe (cf. 1 Tim 1,7)

a) COMPROMISO POR LA PAZ. El compromiso por edificar la paz entre todos, de acuerdo a lo que nos enseña el Evangelio. Esto conlleva abrir espacios de encuentro y diálogo para la negociación de soluciones reales.

b) DENUNCIA PROFETICA. Ante el encargo de ser “centinela” para su pueblo (Cf. Ezeq 3,16ss), la Iglesia debe continuar la tarea de advertir acerca de los males que puedan ir surgiendo, denunciar todo aquello que vaya en contra de la dignidad de los ciudadanos y lo que pretenda destruir la paz social; pero sin dejar de anunciar el Evangelio de Jesucristo, quien nos ha dado la liberación precisamente para que seamos libres (cf. Gal 5,1).

c) SOLIDARIDAD FRATERNA. Ante quienes pasan más necesidad por la falta de alimentos, insumos médicos y encarecimiento de la vida diaria, nos hemos de manifestar más que solidarios, hermanados. Seguir a Cristo es optar por los más débiles, porque todo lo que se haga con los pequeños se le está haciendo al mismo Señor (cf. Mt 25, 40). Así lo hicieron los primeros cristianos quienes ponían todo en común y así nadie pasaba necesidad (cf. Hech 2, 44-45).

d) CARIDAD Y ORACIÓN. Acompañar la acción de la Iglesia con gestos de fraterna caridad y la oración, alimentada por la Palabra y la Eucaristía.

¿QUÉ NOS DICE DIOS?
6.Que Él escucha el clamor de su pueblo (cf. Ex. 3,7). También nos recuerda que en Venezuela hemos de difundir una cultura de la vida que podrá realizarse si nos esforzamos por ir consiguiendo las condiciones que la favorezcan: el respeto a la dignidad humana, el reconocimiento de la centralidad de la vida humana y de la familia, el fortalecimiento de la fraternidad en sana convivencia, el desarrollo integral de nuestra sociedad. Una vía para lograrlo es asumir con decisión el reto de “ayudar a construir y consolidar la democracia, promoviendo la participación y organización ciudadana, así como el fortalecimiento de la sociedad civil”.
7. A nosotros, los pastores, nos enseña que “hemos recibido el encargo de anunciar la reconciliación” (2 Cor 5,18). Así nos lo pide también el Papa Francisco en Carta enviada recientemente a los Obispos de Venezuela: “igual que ustedes, estoy persuadido de que los graves problemas de Venezuela se pueden solucionar si hay voluntad de tender puentes, de dialogar seriamente y de cumplir con los acuerdos alcanzados” . Entendemos que para llegar a acuerdos se requiere un diálogo con garantías seguras que en la actualidad no las hay. En nuestros documentos, los Obispos hemos señalado la reconciliación como una tarea permanente en medio de una sociedad polarizada y llena de divisiones. Para ello se requiere una disposición sincera a la conversión, por lo cual urge de todos nosotros, sin excepción, un cambio de actitud.

LLAMADOS Y RESPUESTAS URGENTES:
8. Animamos al pueblo a seguir expresando sus opiniones de manera pacífica. El legítimo y contundente reclamo de los derechos ciudadanos no debe verse contaminado por acciones violentas que afectan la vida y seguridad de las personas, la sana convivencia y provocan la destrucción de bienes públicos y privados. Es urgente que superemos la tentación de solucionar nuestros problemas movidos por el odio y la retaliación. Por el contrario, todos debemos favorecer el encuentro, el debate de ideas y la búsqueda de propuestas que puedan animar el cambio del país.
9. El pueblo es el verdadero sujeto social de la democracia. Creemos que una forma privilegiada e indispensable de concretar su ejercicio democrático es el camino electoral, según lo prevé la Constitución Nacional. Sólo así comenzará a resolverse la crisis del país, como lo expresara el Cardenal Pietro Parolin el pasado 13 de mayo en Fátima. El pueblo podrá manifestarse libremente y decidir en conciencia su destino. Animamos a todos aquellos que, con responsabilidad y audacia, emprenden procesos y acciones que benefician a las personas, familias y comunidades.
10.Es necesario que el Gobierno reconozca y acepte los cuatro puntos expresados en la Carta del Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin : Apertura del canal humanitario, liberación de presos y detenidos políticos, pleno reconocimiento de la Asamblea Nacional y vía electoral para saldar las diferencia. De esta manera dará señales favorables para atender a las serias necesidades del pueblo.
11. Los dirigentes políticos son muy importantes por estar al servicio del pueblo; deben cuidar que el bien común y el auténtico desarrollo integral de nuestra gente estén en primer plano. Los dirigentes políticos de las diversas tendencias deben darle ejemplo al pueblo al encontrarse y dialogar con libertad y respeto, para buscar la auténtica salida a los problemas que aquejan a los venezolanos.
12. Los miembros de los diversos componentes de la Fuerza Armada y de la Policía deben ser defensores y garantes del cumplimiento de la Constitución y, por vocación, tienen que garantizar, por encima de todo, la paz y la sana convivencia del pueblo venezolano, al cual pertenecen. Apelamos a la conciencia de quienes las dirigen ante las numerosas muertes de ciudadanos causadas por abusos de autoridad en acciones represivas. La responsabilidad moral de los actos que desembocan en violencia, heridos y muertes recae sobre quienes las ejecutan, así como también sobre quienes las ordenan o permiten. Adquiere actualidad en nuestro país el pronunciamiento del mártir de América, Beato Oscar Romero: “En nombre de Dios y de este sufrido pueblo les ruego, les suplico, les ordeno que cese la represión”

VOLVER A DIOS.
13. En estos tiempos volvemos a hacerles sentir nuestra voz de compromiso en el servicio al estilo del Buen Pastor. En comunión con nuestros presbíteros, diáconos, laicos y miembros de la Vida Consagrada, ratificamos nuestra voluntad de cooperar en la recuperación de nuestro país transitando los caminos de reconciliación y fraternidad. Lo hacemos en el nombre del Señor Jesús. Así podremos afirmar “que por eso no nos desanimamos, porque Dios, en su misericordia, nos ha encargado su trabajo” (2Cor 4,1): y ese trabajo es hacer realidad en nuestra patria el reinado de justicia, paz y amor nacido en la Cruz y que brilló con fuerza inaudita en la Resurrección.
14. Pedimos a todos los miembros de la Iglesia que nos dejemos guiar por los criterios del Evangelio. Estamos al lado de quienes sufren las consecuencias de estas situaciones, así como admiramos y alentamos a tantos hermanos que con sacrificio y creatividad buscan y promueven soluciones por vías pacíficas con entrega generosa y desprendida. Ello requiere que nunca nos dejemos “vencer por la desconfianza o la desesperación, pues éstos son males que penetran en el corazón de las personas cuando no ven perspectivas de futuro” . Fortalezcamos todo esfuerzo por conseguir la paz, el desarrollo y la recuperación del país, con la oración, la Palabra y la Eucaristía.
15. Agradecemos también las diversas manifestaciones de cercanía y fraterna oración del Sr. Nuncio Apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM) y numerosos hermanos de los episcopados de América Latina. Nos llena de aliento saber que estamos presentes en su oración. También manifestamos nuestro reconocimiento a tantos hermanos obispos, sacerdotes y laicos que en varios países han acogido a hermanos nuestros que han tenido que salir de Venezuela, y los han hecho sentir miembros de una “Iglesia que no tiene fronteras por ser Madre de todos” (Papa Francisco).
16. Finalmente, invitamos a todas las comunidades cristianas de Venezuela a una gran Jornada de Oración, Ayuno y Solidaridad por la restauración de la paz y el progreso de la convivencia entre los venezolanos el próximo 21 de mayo. Ese día todos los obispos, en comunión con nuestros sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos colocaremos de nuevo, en las manos de Jesucristo, la protección y el futuro de nuestra Patria.

En nombre del Señor les bendecimos y los colocamos bajo la maternal protección de María de Venezuela, Nuestra Señora de Coromoto.

Caracas, 17 de mayo del año 2017.

 

19/05/2017-10:00
Enrique Soros

Congreso de la Escuela social del CELAM sobre Doctrina social

(ZENIT – Buenos Aires).- Volver la Doctrina Social de la Iglesia una realidad más palpable en el continente, este es el objetivo del Encuentro organizado por la Escuela Social del CELAM, que ha convocado a los Centros de Doctrina Social de la Iglesia del Cono Sur, el cual inició el miércoles pasado y concluye hoy en Buenos Aires.
Entre los organizadores está también el Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina y el Caribe, y la Red Latinoamericana y Caribeña del Pensamiento Social de la Iglesia, junto a representantes de otras instituciones, como la Pontificia Universidad Católica Argentina, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de La Plata y organizaciones de la Sociedad Civil y Redes por la Ecología y el Medio Ambiente.
Diversas personalidades son ponentes en este encuentro. El día miércoles, Gerardo García Helder expuso sobre ‘La fuerza transformadora de la Palabra’, el teólogo y sacerdote jesuita, Juan Carlos Scannone, quien ejerció una marcada influencia en el pensamiento de Jorge Bergoglio, siendo su profesor, desarrolló ‘Claves para discernir los signos de los tiempos’, y Mons. Jorge Lozano, presidente de la Comisión de Pastoral Social del Episcopado Argentino, dio un mensaje a los Centros de Doctrina Social de la Iglesia.
El día jueves, Denise Najmanovich presentó el tema ‘La revolución contemporánea del saber: hacia una ecología de aprendizajes vitales’, y en un panel se intercambiará sobre la viabilidad de la integración latinoamericana.
El hoy viernes está dedicado a la Ecología Integral, como una meta para la región. La Dra. Susana Nuin, directora de la Escuela Social del CELAM, resumió el objetivo de esta jornada como “un lugar para dialogar y encontrar nuestro lugar de acción en el campo de Iglesia, política y sociedad, haciendo frente a los desafíos planteados en Laudato Si’. Se trata de crear una ‘cultura del cuidado’ de la Casa Común.”
La temática central del Encuentro es presentada como La revolución contemporánea del saber: una transformación multidimensional.

 

19/05/2017-04:02
Isabel Orellana Vilches

Santa María Bernarda Bütler – 19 de mayo

(ZENIT – Madrid).- Verena Bütler nació en Auw, cantón de Aargau, Suiza, el 28 de mayo de 1848. Aprendió a amar a Dios así como a María con el rezo diario del rosario en familia junto a sus padres, los humildes campesinos Enrique y Catalina. Heredó el espíritu mariano de su madre, que solía peregrinar al santuario de «María Einsiedeln», pertenecía a la Orden tercera de San Francisco y socorría a los necesitados. Verena era permeable a todo ello. En esta etapa brotó su sensibilidad por las almas del Purgatorio. También hubo travesuras, rabietas diversas y hasta alguna que otra mentira. Inicialmente llegó a sentir cierta inquina hacia quien develaba su mal comportamiento ante Catalina, aunque vencía esta tendencia acercándose a la persona «delatora». Todo esto acontecía antes de sus primeros 7 años de vida. Con la gracia divina iría modificando paulatinamente sus flaquezas.
Cursados los estudios primarios, y sin inclinación por la vía intelectual, optó por trabajar en el campo. La naturaleza entera le seducía porque de algún modo ya vislumbraba en ella la presencia de Dios. Hubo un amor adolescente, que fue correspondido, pero rehusó seguir adelante con el compromiso; se sentía invitada a darse a los demás de distinta forma. Su vida sería siempre un «¡como Dios lo quiera!». A los 18 años inició una experiencia en el convento de la Santa Cruz, de Menzingen. Pudo estar inducida por una imagen que se quedó grabada en su mente siendo niña al ver a una religiosa pidiendo limosna. Entonces se dijo: «seré monja». Sin embargo, mientras se hallaba junto a las hermanas una voz interior, que juzgó inspirada de lo alto, le hizo ver que debía buscar otro camino. No llegó a permanecer con la comunidad ni quince días. Regresó a su casa, reanudó el trabajo, continuó orando, haciendo apostolado y participando activamente en la parroquia; así mantuvo viva la llama de su vocación.
El 12 de noviembre de 1867, de acuerdo con el párroco que le aconsejó certeramente, ingresó en el monasterio de María Auxiliadora, en Altstätten, Suiza. Y el 4 de mayo de 1868 le impusieron el hábito franciscano. Tomó el nombre de María Bernarda del Sagrado Corazón de María. Al año siguiente emitió los votos. Viendo sus cualidades y profunda virtud, la designaron maestra de novicias y posteriormente superiora, cargo para el que fue reelegida sucesivamente en tres ocasiones.
Lejos de allí, en Portoviejo, Ecuador, la mies era mucha y los obreros pocos. Verena había tenido noticias de ello a través del provincial de los capuchinos, padre Buenaventura Frei, que se hallaba en Norteamérica y que estuvo alojado en el convento. Ella vio el signo para fundar una casa en esas tierras, y comenzó a realizar las gestiones pertinentes. Todo fue en vano. No había llegado la hora. Más tarde, el capuchino mantuvo un encuentro con el obispo de Portoviejo, monseñor Pedro Schumacher quien, al conocer la disposición de la beata, solicitó ayuda al monasterio. De modo que, obtenidos los permisos requeridos, el 19 de junio de 1888 Verena partió junto con seis religiosas a Le Havre, Francia; desde allí viajaron a Ecuador. Se encaminaba hacia su misión como fundadora de un nuevo Instituto: la congregación de Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora.
El prelado las acogió encomendándoles Chone, una localidad de 13.000 habitantes en la que precisaban religiosas como ellas para encender su corazón. Se centraron en la educación mientras cultivaban otras vías apostólicas para dar a conocer a Cristo. También asistían a enfermos y auxiliaban a los pobres. La santa puso la base de esta incansable acción en los sólidos pilares de la oración, pobreza, obras de misericordia y fidelidad a la Iglesia. No fue una labor sencilla. Junto a la comunidad debió sortear dificultades climatológicas, económicas, sociales, muchas inseguridades, y hasta malentendidos con algunos miembros de la Iglesia. Hubo religiosas que abandonaron la fundación. Por si fuera poco, en 1895 se desató una enconada persecución contra la Iglesia, y la fundadora tuvo que huir junto a quince religiosas. Embarcaron hacia Colombia y en el trayecto recibieron la invitación de monseñor Eugenio Biffi, obispo de Cartagena, quien les anunciaba que las acogería en su diócesis. Llegaron a Cartagena de Indias en agosto de 1895. El prelado las esperaba y les destinó como residencia un ala del hospital de mujeres, Obra Pía.
Cuando la labor ya se había afianzado y crecieron las vocaciones, surgieron nuevas casas que se extendieron por Colombia, Austria y Brasil. Para todas las religiosas era evidente la virtud de Verena, quien las atendía de manera incansable. Y eso fue manifiesto también en los diversos viajes apostólicos que efectuó, en los que compartía las tareas con sus hermanas de forma sencilla, generosa. Sus gestos estaban marcados por la ternura y la misericordia. Era muy animosa, clara en sus juicios: «Llevar una vida cómoda mientras tantos necesitan un servicio, no nos hace felices, en cambio, no crearnos necesidades produce energía, favorece la salud y alarga la vida». Sus hijas tenían espejo en el que mirarse: «Amadas hijas, Dios está en la escuela, en la enfermería, en la portería, en el locutorio, en todos los servicios. Con simplicidad lo encontraremos en todas partes». Tuvo predilección por los pobres y por los enfermos. «Abran sus casas para ayudar a los pobres y a los marginados. Prefieran el cuidado de los indigentes a cualquier otra actividad», decía.
Estuvo al frente de la congregación 32 años. Cesó por voluntad propia, pero continuó ayudando y sirviendo a sus hermanas. Fue un ejemplo de entereza y de paciencia. No alimentó recelos, perdonó, guardó silencio y nunca se defendió. Aludiendo a quienes le hicieron difícil vida y misión, decía: «Dios lo permitió. Él sabía para que debía servir, nadie tenía mala voluntad; no tenían conocimiento de la vida religiosa». Murió el 19 de mayo de 1924. Juan Pablo II la beatificó el 29 de octubre de 1995. Benedicto XVI la canonizó el 12 de octubre del año 2008.