Servicio diario - 25 de julio de 2017


Viaje a Colombia: El Papa consagrará el país a la Virgen de Chiquinquirá
Redacción

Hermanos de San Juan de Dios muertos por ébola en África son susceptibles de beatificación – Entrevista
Sergio Mora

Vaticano: acuñan medallas por el quinto año del pontificado de Francisco
Redacción

Obispos de Chile: “Con más fuerza que nunca, promovemos el valor de la vida”
Redacción

Primer aniversario del martirio del padre Jacques Hamel por terroristas del Isis
Redacción

Domingo XVII del Tiempo Ordinario
Antonio Rivero

San Jorge Preca – 26 de julio
Isabel Orellana Vilches


 

25 julio 2017
Redacción

Viaje a Colombia: El Papa consagrará el país a la Virgen de Chiquinquirá

Desde su santuario en Boyacá el cuadro será llevado en helicóptero a la capital del país

(ZENIT – Roma, 25 Jul. 2017).- El santo padre Francisco cuando realizará su viaje apostólico a Colombia, del 6 al 11 de septiembre próximos, visitará Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena. Como no logrará pasar por Boyacá donde está el santuario y la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá, la misma será llevada a Bogotá para que el Papa pueda rezar ante ella y consagrarle el país.

Lo indicaron diversos medios colombianos, precisando que el cuadro de 1,25 metros de alto por 1,39 metros de ancho, de una tonelada de peso, será llevada a la capital colombiana. Durante el viaje joyas que le han regalado los devotos serán retiradas para evitar intentos de robo.

La orden de los dominicos, que la tiene bajo su custodia, decidió que el cuadro simbólico de 430 años, no irá por tierra sino en helicóptero. Así el 1º de septiembre será llevada en procesión hasta el Batallón Sucre de Chiquinquirá, donde le esperará un helicóptero que en un vuelo de unos 40 minutos la llevará al aeropuerto El Dorado.

Una vez en Bogotá, la imagen será trasladada hasta la parroquia de Santa Viviana, y al día siguiente el cuadro irá en procesión hasta la catedral de Colombia, donde estará ocho días, hasta el 7 de septiembre cuando será el encuentro del Papa con la venerada imagen de la Virgen María. El cuadro de la Virgen estará custodiado por el Batallón Guardia Presidencial.

Programa del Papa en Colombia

 

 

25/07/2017-15:40
Sergio Mora

Hermanos de San Juan de Dios muertos por ébola en África son susceptibles de beatificación – Entrevista

(ZENIT – Roma, 25 Jul. 2017).- Los hermanos y colaboradores de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, muertos en Monrovia (Liberia) y Lunsar (Sierra Leona) atendiendo a los enfermos de la epidemia de ébola, son susceptibles de una apertura del proceso de beatificación.
Esto gracias a la nueva normativa aprobada por el papa Francisco para la Congregación de la causa de los santos, que da una causal más para las beatificaciones: perder la vida por el prójimo, por amor de Jesús. Criterios que autorizó el santo padre Francisco a través del Motu proprio, ‘Maiorem hac dilectionem’ a pedido de la Congregación para la causa de los Santos.
El hermano Jesús Etayo, superior general de la Orden Hospitalaria san Juan de Dios, conversó con ZENIT sobre este tema.
“Me gusta que me llamen hermano aunque soy sacerdote pero somos fundamentalmente una orden de hermanos”, dice y recuerda que “en Liberia y su capital Monrovia y en la ciudad de Lunsar, en Sierra Leona, tenemos casas que fueron diezmadas por la epidemia de ébola”.
Precisó que en Liberia fallecieron los tres hermanos de la Orden, además de una religiosa de la comunidad de las misionera de la Inmaculada que colaboraba con ellos, más cinco colaboradores. En Lunsa falleció un hermano y ocho colaboradores. “En total 18 personas las que sabían se estaban exponiendo a la muerte”.
La epidemia en Libera había iniciado unos meses antes. “El primer hermano conocía que se podía enfermar pero por así decir a él le pilló más desprevenido. Los otros en cambio estaban más conscientes del peligro de contagio y antes de morir supieron que tenían el ébola”. Indicó también que “el material fundamental para la toma de medidas de precaución lo tuvieron prácticamente con las ayudas que llegaron del exterior”.
Sobre la posibilidad de que se les abra un proceso de beatificación, el superior de la Orden ha señalado que “los hemos puesto como ejemplo. Siempre los llamé ‘samaritanos de la hospitalidad’ o ‘profetas de la hospitalidad’, porque más allá de la posibilidad de un proceso de beatificación, fueron para nosotros un testimonio muy fuerte”.
Recordó que “muchos se podrían haber ido de estos países, en particular los que eran europeos, y los otros a algún lugar donde no había ébola”. Entretanto todos ellos “decidieron quedarse con la gente”.
Señala que cuando se contagiaron “tuvimos que cerrar los hospitales” porque eran peligrosos en cuanto focos de infección. Sin que por ello cesaran en su labor, como “los hermanos de Sierra Leona que iban de casa en casas a llevar comida a la gente que estaba en cuarentena.
“No se trata solamente de un discurso bonito –asegura el hermano Jesús– porque tenemos una vocación radical en el sentido de la misión, en particular por nuestro cuarto voto de hospitalidad, debiendo respetarlo incluso con peligro de la propia vida. Es una manera de testificar que la vida religiosa es un proyecto serio que a veces conlleva a la muerte”.
Siempre sobre la beatificación, el hermano Jesús señala que “al principio como no estaba dentro de los casos, no lo habíamos pensado” si bien como superior pidió que recojan “al menos lo que ha sucedido, que se escriba sobre sus personas y sus vidas, para que sirvan de testimonio”.
“Ahora con este decreto hablando con el postulador me decía que ellos tienen previsto un encuentro en la Congregación de la causa de los santos para entender mejor, entonces sabremos si es posible, o cómo se haría”.

La orden en números
El padre Jesús señala que “los religiosos entre hermanos y algunos sacerdotes somos unos 1.100. Estamos en 55 países, con más de 400 centros de servicios, sanitarios, sociosanitarios y sociales. Nos ocupamos de personas enfermas y necesitadas. Desde hospitales tecnificados y muy grandes a pequeños centros para migrantes, para personas con adicciones, enfermos mentales, discapacitados físicos y psíquicos y las cárceles. Nuestra familia hospitalaria de San Juan de Dios incluye a unos 60 mil dependientes y unos 20 mil voluntarios”.

Los desafíos de la orden:
“El primer desafío es mantener vivo el carisma y la misión de la obra, esto implica la reflexión y discernimiento para decir cuál es el proyecto de Orden que la Iglesia y el mundo hoy nos demanda. Esta es la clave. A nivel de nuestra vida consagrada pero también de nuestra misión”. También “si las estructuras actuales son las más adecuadas para responder a esta llamada que la Iglesia hoy nos hace”.
Luego hay otros desafíos, asegura el hermano Jesús: “como el de transmitir los valores y la filosofía de la Orden a nuestros colaboradores. Tenemos más de 400 centros. A nosotros no nos interesa ser una empresa, una holding, nuestro objetivo es servir a las personas que sufren. Y por ello es muy importante que se sientan identificados”.
Esto asegura “implica información y formación, pero también implicación, testimonio, transmisión de valores. Tenemos un concepto que llamamos ‘escuela de hospitalidad’. La hospitalidad para nosotros es el carisma y la misión, o sea un programa de formación sobre la filosofía de la orden, de transmisión de valores, con un estilo asistencial propio. Estas existen en todas las provincias de la orden”.

Leer también:
Nuevo criterio para las beatificaciones: perder la vida por el prójimo, por amor de Jesús
España: para la Orden de San Juan de Dios, el Premio Princesa de Asturias de la Concordia
La hospitalidad evangélica de los hermanos de San Juan de Dios, tanto en el Vaticano como en las periferias del mundo (I)
Congo: ‘La experiencia con el ébola nos permitió enfrentar la epidemia’
(Uso libre citando la fuente)

 

 

25/07/2017-10:55
Redacción

Vaticano: acuñan medallas por el quinto año del pontificado de Francisco

(ZENIT – Ciudad del Vaticano, 25 Jul. 2017).- La medalla del V año del pontificado del papa Francisco estará disponible desde el 28 de julio de 2017. Lo indicó la Oficina de prensa de la Santa Sede, precisando que se encontrarán sea en la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica en la Ciudad del Vaticano y en los locales de la Librería Editora del Vaticano.
En la cara de la moneda está el escudo del papa Francisco y con escrito entorno: FRANCISCUS P.P. ANNO V MMXVII. Y debajo el nombre del artista. En el borde lleva gravado: CIVITATE VATICANA con el número de la medalla.
En el dorso: la mano extendida es símbolo de acogida hacia quienes huyen de su patria en busca de un futuro mejor: “Hospes eram et collegistis me (Mt 25,35)”.
Sentado en el piso y casi confundiéndose con la gente está un hombre que se asemeja
a Cristo: “Lo que han hecho a uno solo de estos hermanos más pequeños, lo han hecho a mi (Mt 25.40)”.
La medalla es obra de Mariangela Crisciotti y cada ejemplar tiene un certificado de garantía. Las de bronce son 1.500; hay 50 de oro y 50 de plata.

 

 

25/07/2017-14:03
Redacción

Obispos de Chile: “Con más fuerza que nunca, promovemos el valor de la vida”

(ZENIT – Roma).- El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile consideró que el proyecto de ley aprobado que despenaliza el aborto en tres causales es un “retroceso que instala y legitima en la sociedad chilena una discriminación injusta hacia seres humanos indefensos, cuya vida el Estado está llamado a garantizar y proteger”.
Añadieron que “frente al drama mayor que viven las mujeres en las situaciones límite que las causales refieren” ahora en Chile “habrá niños y niñas considerados «descartables»”.
En el documento se expresa dolor por la “votación en favor de estas iniciativas de parlamentarios que se declaran cristianos” y “reconoce y valora” las acciones para defender la vida y “de los congresistas que han sido coherentes con su fe”.
Finalmente los Obispos enfatizan en que la defensa de la vida seguirá siendo un valor fundamental, y se seguirá sirviendo con alegría a los más vulnerables del país.

Texto del documento:

Con más fuerza que nunca, promovemos el valor de la vida
1. El Congreso Nacional está concluyendo la tramitación de la iniciativa que despenaliza el aborto en tres causales. Más allá de los trámites pendientes y de los posibles recursos ante el Tribunal Constitucional, el proyecto de ley aprobado nos parece un retroceso que instala y legitima en la sociedad chilena una discriminación injusta hacia seres humanos indefensos, cuya vida el Estado está llamado a garantizar y proteger. No consideramos que este proyecto de legislación constituya una respuesta humanizadora y civilizadora frente al drama mayor que viven las mujeres en las situaciones límite que las causales refieren. En vez de desplegar los mayores esfuerzos por ambas vidas humanas igualmente dignas –la de la madre y la del hijo que espera–, ahora en Chile habrá niños y niñas considerados “descartables”, como ha llamado el Papa Francisco a todos los seres humanos que la sociedad margina porque “incomodan” o porque no son considerados dignos de vivir.
2. Con dolor constatamos la evidente contradicción con una ética fundada en el ser humano en cuanto imagen y semejanza de Dios, en el valor irrenunciable a la vida y en la dignidad de toda persona desde su misma concepción. Por esto, nos duele más aún las argumentaciones y la votación en favor de estas iniciativas de parlamentarios que se declaran cristianos. Ya en nuestro mensaje del 25 de marzo de 2015 habíamos dicho: “No matar deliberada y directamente al inocente es un absoluto moral cuyo reconocimiento y protección resulta indispensable para la vida en comunidad” (“El derecho humano a la vida, a una vida digna para toda persona”, n.º 7).
Promover y cuidar la vida, desde su gestación y durante todas las fases de su desarrollo hasta la muerte natural, es un valor fundamental para todo ser humano que tiene conciencia de la igual dignidad de todas las personas, más aún cuando es creyente. Por eso, reconocemos y valoramos muy positivamente las opciones y acciones de los que han hecho todo lo posible para que se resguarde la sacralidad y dignidad de la vida humana desde las organizaciones de la vida civil y, en particular, la de los congresistas que han sido coherentes con su fe, aún en medio de la crítica o la incomprensión.
En un momento en que necesitamos recuperar las confianzas, las autoridades políticas son las primeras llamadas a testimoniar coherencia entre las convicciones éticas que proclaman y el actuar público que desarrollan.
3. Como Iglesia somos respetuosos de la actuación de los poderes del Estado en el contexto de la democracia. Con transparencia hemos ofrecido nuestra mirada en todas las instancias pertinentes, a través de personas e instituciones que seguirán trabajando en favor de la vida. Ante cada drama humano, los católicos continuaremos proclamando el amor infinito de Dios, que en la resurrección de su Hijo Jesucristo nos brinda la fuente de nuestra promoción de toda vida humana y de su dignidad. Renovados en esta esperanza, sigamos sirviendo con alegría a los más vulnerables, a los más pequeños, a los que no tienen un lugar en la mesa de Chile.

EL COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE

+ Santiago Silva Retamales – Obispo Castrense – Presidente
+ Cristián Contreras Villarroel – Obispo de Melipilla – Vice presidente
+ Ricardo Cardenal Ezzati Andrello – Arzobispo de Santiago
+ Juan Ignacio González Errázuriz – Obispo de San Bernardo
+ Fernando Ramos Pérez – Obispo Auxiliar de Santiago – Secretario General
Santiago, 21 de julio de 2017.

 

 

25/07/2017-17:16
Redacción

Primer aniversario del martirio del padre Jacques Hamel por terroristas del Isis

(ZENIT – Roma, 25 Jul. 2017).- Este miércoles 26 de julio se recuerda el primer aniversario del asesinato del sacerdote francés Jacques Hamel, de 84 años, mientras celebraba misa en la iglesia de Saint Etienne du Rouvray, en Normandía (Francia). Dos hombres entraron en la iglesia durante la celebración, asesinando al sacerdote y dejando heridos a tres fieles, y tomaron como rehenes a dos religiosas, mientras la tercera de ellas consiguió escapar y dar pedir ayuda. Los dos asesinos murieron durante la operación de policía.
La agencia de noticias Fides en Roma recuerda el hecho y señala que en la misma iglesia y a la misma hora en la que estaba celebrando el p. Hamel, a las 9 de la mañana el arzobispo de Rouen, Su Exc. Mons. Dominique Lebrun, celebrará la misa que será transmitido en vivo por diferentes emisoras.
Según la información difundida por la Archidiócesis, durante la ceremonia, se pondrán cuatro centros de flores delante de la cruz, de la vela Pascual, del altar y de la imagen de la Virgen María.
Tras la celebración se realizará la inauguración de la “Estrella para la paz y la
hermandad, en memoria del padre Jacques Hamel” erigida por el ayuntamiento de Saint Etienne du Rouvray.
Por la tarde, a las 18, en la basílica de Notre-Dame de Bonsecours se celebrarán las vísperas seguidas por un tiempo de oración en la tumba del p. Hamel. Además otras iniciativas en recuerdo del p. Hamel y por la paz se están organizando en varias comunidades.
El Arzobispo de Marsella, Su Exc. Mons. Georges Pontier, Presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, en su mensaje por el aniversario subraya que “fue un acontecimiento impensable que nos dejó sin palabras, y que se ha convertido en portador de un gran testimonio, una fuente de lecciones para todos”.
Citando las palabras del p. Jacques, según el cual, su hermano sacerdote era por encima de todo “un hombre entre los hombres”. “Y es este hombre entre los hombres, el que fue asesinado. Este hombre entre los hombres, este sacerdote, que se ha convertido en un símbolo de una vida vivida los unos con los otros, una vida de fidelidad cotidiana, una vida arraigada en el amor del que se hizo uno de nosotros por amor, Cristo. Una vida así, se convierte en un modelo y estímulo para todos”.
El Papa Francisco ha concedido una dispensa para abrir pocos meses después de su muerte el 13 de abril de 2017, la fase diocesana del proceso de beatificación del p. Hamel.

 

 

25/07/2017-05:47
Antonio Rivero

Domingo XVII del Tiempo Ordinario

Ciclo A – Textos: 1 Re 3, 5.7-12; Rm 8, 28-30; Mt 13, 44-52

P. Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor de Humanidades Clásicas en el Centro de Noviciado y Humanidades y Ciencias de la Legión de Cristo en Monterrey (México).
Idea principal: Pedir a Dios la verdadera sabiduría.
Resumen del mensaje: Hoy Cristo nos invita a ser buenos negociantes no sólo en las cosas materiales, sino también y sobre todo en las espirituales (evangelio).
Para eso necesitamos el don de la sabiduría (primera lectura). El mejor negocio que podemos llevar a cabo en nuestra vida es reproducir en nosotros la imagen de
Cristo (segunda lectura). El hombre necesita la sabiduría, como Salomón, para discernir dónde están los verdaderos valores, trabajar por conseguirlos e invertir en ellos.
Puntos de la idea principal:
En primer lugar, lo importante es que los seguidores de Jesús tengamos la
auténtica sabiduría y seamos lo suficientemente listos para descubrir que los valores del espíritu (la virtud, la honradez, la verdad, el trabajo, el amor, la justicia, la fidelidad, la piedad, la fe, la esperanza...) son más importantes que todos los demás y hacer una clara opción por ellos. Otros valores son externos y
caducos: salud, dinero, amor, como se cantaba en la España otrora: “Tres cosas
hay en la vida: salud, dinero y amor el que tenga estas tres cosas, que le dé
gracias a Dios”. El mundo nos encandila con cosas llamativas, con baratijas
superficiales que no salvan y no dan felicidad auténtica. Seguir estas candilejas
sería de necios, no de sabios.
En segundo lugar, para ello necesitamos pedir a Dios que nos dé sabiduría
, como pidió Salomón: “te pido que me concedas sabiduría de corazón, para que
sepa gobernar a tu pueblo y distinguir entre el bien y el mal”. Nosotros:
“Señor, concédenos un corazón sabio que sepa distinguir entre los verdaderos
valores que Tú nos entregaste y los oropeles de este mundo engañador”. Dios no puede cerrar sus oídos ante semejante petición. Optar por los valores espirituales es invertir bien. Es promesa de éxito y de alegría plena. El que apuesta por los valores éticos y espirituales, que son seguros, no fracasa.
Finalmente, no debemos olvidar que estos valores espirituales son caros. Son tesoros escondidos en el campo del mundo y de la Iglesia, que nos exigen vender todo o mucho y comprar ese campo. Son perlas finas –no hojalata- que no podemos rebajar en el mercado de la vida mundana, sino vender las otras mil chácharas que escondíamos tontamente en el cofre de nuestro interior, para poder adquirir esas joyas. No se trata de renunciar a cosas por ascética o por masoquismo, sino porque eso que compramos son tesoros y perlas que darán sentido pleno a nuestra vida. Muchas veces hay que sacrificar algo para conseguir lo que vale más. Y el valor de los valores es Jesucristo, por el que tenemos que dejar todo lo demás, si Él nos lo pide para dedicarnos a Él y a su Reino en cuerpo
y alma. San Agustín diría: “Ese tesoro es el Verbo-Dios que está escondido en la carne de Cristo”. Cuando san Pablo encontró este tesoro dijo que todo el resto es pérdida al lado de Cristo. Esto es seguir la sabiduría divina.
Para reflexionar: ¿Puedo decir con el salmista hoy: “Más estimo yo los
preceptos de tu boca que miles de monedas de oro y plata”? ¿Ya vendí todo para comprar esos tesoros de Cristo que la Iglesia me ofrece: la doctrina santa salida de los labios del mismo Jesucristo, la gracia divina infundida en los sacramentos y que hace de nuestra alma otra perla preciosa, riquísima en virtudes, dones y sagrario del Dios tres veces santo? ¿Quisiera recuperar lo que ya he vendido para comprar el tesoro y la perla? Sería una especie de locura preferir las bagatelas al
tesoro y la perla de Cristo y su Iglesia. Seamos sabios según Dios.
Para rezar: con el Salmo 9, recemos:
9 Contigo está la sabiduría, que conoce tus obras
y que estaba presente cuando hiciste el mundo;
ella sabe lo que te agrada
y lo que está de acuerdo con tus mandamientos.
10 Envíala desde tu santo cielo,
mándala desde tu trono glorioso,
para que me acompañe en mi trabajo
y me enseñe lo que te agrada.
11 Ella, que todo lo conoce y lo comprende,
me guiará con prudencia en todas mis acciones
y me protegerá con su gloria...
17 Nadie puede conocer tus planes
sino aquel a quien das sabiduría
y sobre quien desde el cielo envías tu santo espíritu.
18 Gracias a la sabiduría
han podido los hombres seguir el buen camino
y aprender lo que te agrada:
fueron salvados gracias a ella.

 

 

25/07/2017-04:47
Isabel Orellana Vilches

San Jorge Preca – 26 de julio

(ZENIT – Madrid).- En esta festividad de santa Ana, madre de la Virgen María, celebramos la de este fundador que nació en la capital de la isla de Malta, La Valletta, el 12 de febrero de 1880, aunque creció en Birkirkara y en Hamrun, localidad cercana a aquélla, en la que prácticamente pasó toda la vida. Era hijo de un comerciante y de una profesora. Fue el séptimo de nueve hermanos, travieso e inocente a la par, como tantos niños. A un tiro de piedra de su domicilio se hallaba el santuario en el que se venera la Virgen del Carmen, de la que era muy devoto, y en su infancia le impusieron el Santo Escapulario. Un venerable sacerdote, el padre Ercole Mompalao, vaticinó: «Jorge, cuando crezcas, muchos que temen a Dios se reunirán en torno a ti. Serás una bendición para ellos, y ellos lo serán para ti».
Su director espiritual después de haber fallecido le manifestó en un sueño: «Dios te ha elegido para enseñar a su pueblo». Fueron palabras que marcaron su vida y acción pastoral. Estuvo ligado a la parroquia de San Cayetano, de la que fue monaguillo y acólito, y en la que ejerció como sacerdote después de ser ordenado en 1906 y haberse curado milagrosamente gracias, así lo atribuía, a la mediación de San José. Y es que nació con poca salud, y siendo diácono había caído gravemente enfermo.
Apenas se incorporó a su misión sacerdotal, inició su andadura la fundación que erigió para educación de los niños y de los jóvenes. Su inquietud pastoral, manifiesta en el seminario, le había inducido a redactar una regla en latín dirigida a una asociación de diáconos permanentes y eventual asistencia a los obispos para la transmisión de la Palabra. Era un texto que pensó enviar a Pío X. Esta idea no llegó a fraguarse. Su misión sería otra, aunque indirectamente estaría impregnada del mismo afán evangelizador. Preocupado por esas importantes etapas de la vida que son la niñez y la juventud, formó un grupo con muchachos entrados en la veintena que veía en la calle. Bajo su amparo leían y comentaban las Sagradas Escrituras colegialmente. Les inculcaba las verdades de la fe y los principios morales esenciales, les animaba a fijarse en el insondable amor de Dios y les instaba a ir en su busca. Sus ayudantes eran laicos debidamente formados, pero también estaban implicados en esta tarea los mismos niños y jóvenes. Uno de ellos, Eugenio Borg, empleado en los astilleros, sería el primer superior general de la Sociedad impulsada por Jorge. Se ocupó de prepararle concienzudamente llevándole a profundizar en la Pasión, para lo cual tomó como base el evangelio de san Juan.
Inicialmente la fundación tuvo dos nombres sucesivos, entre otros el de MUSEUM, siglas latinas de Magister, utinam sequatur Evangelium universus mundus («Maestro, ojalá que todo el mundo siga el Evangelio»). Pero finalmente le dio el de Sociedad de la Doctrina Cristiana. Al principio estaba compuesta por varones, y en 1910 acogería a las mujeres. Luego se fueron incorporando adultos libres de compromisos familiares que se volcaron en esta misión. Seguían ciertas pautas de vida dedicando un tiempo a la oración y a la preparación continua. Con inspirado criterio había concebido Jorge la eficacia de esta especie de puente conformado por cada una de las personas que se preparaban; ellas compartirían lo aprendido convirtiéndose en un esencial eslabón de esta cadena sin fin. Uno de los hábitos que les infundió era rezar cada cuarto de hora oraciones aprendidas de memoria. El influjo de esta acción apostólica emprendida por el santo se extendió por otras parroquia de la isla que acogieron sus pautas. Fue tan importante que se le consideraba un «san Felipe Neri de Malta».
La fundación pasó muchas pruebas. En 1909 el vicario del obispo le dijo: «Tú tienes esos institutos; ¡acaba con todos!». El padre Preca respondió humildemente: «Ustedes son los superiores y yo su súbdito, tengo que obedecerles, terminaré con todo». Otros párrocos mediaron para que pudieran permanecer abiertos. Y aunque años más tarde el obispo monseñor Caruana revocó la orden, la obra ya había sido difamada por distintas vías, la prensa local entre otras. En tal situación dolorosa, los componentes de la Sociedad, a instancias de su fundador –que extraía de la oración y de la contemplación la fortaleza y visión apostólica–, asumieron las circunstancias con espíritu evangélico. Uno de esos días de sufrimiento, mientras Jorge oraba ante un cuadro de la Virgen del Buen Consejo, una voz que surgía del mismo le dijo: «Guarda silencio». Y eso hizo. En su vida de piedad se había distinguido por su amor a María bajo las advocaciones de la Milagrosa y del Carmen, devociones que siempre impulsó.
En 1918 se hizo terciario carmelita. Profesó al año siguiente tomando el nombre de «Franco» en honor del beato carmelita del s. XIII, Franco de Sena, cuya vida se caracterizó por el arrepentimiento y la penitencia, porque él también se sentía un pecador. Muchas veces anteponía a su nombre el de terciario. Y en los trabajos de su autoría dejó constancia de su estima por la espiritualidad carmelitana. En ellos es significativa la temática teológica. Su preocupación por hacer llegar a la gente la Palabra de Dios propició su traducción al maltés en escritos breves, muy útiles para la meditación. Infatigable propagador del Misterio de la Encarnación, determinó que los miembros de la Sociedad, que fue erigida canónicamente en 1932, tomaran el lema: «Verbum Dei caro factum est» (Jn 1, 14). Por su labor en pro de la devoción a la Virgen del Carmen, en 1952 fue vinculado a la Orden del Carmen. Murió el 26 de julio de 1962 en Santa Venera. Juan Pablo II lo beatificó el 9 de mayo de 2001 en la plaza de los Graneros de Floriana, Malta. Benedicto XVI lo canonizó el 3 de junio de 2007.