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Cartagena, Padre Elkin Acevedo de San Francisco: "Queremos transmitir al Santo Padre que somos una Iglesia en salida"

RV | 10/09/2017 | De nuestra enviada especial a Colombia, Griselda Mutual


 

 

"En medio de nuestras múltiples necesidades queremos transmitirle al Santo Padre el mensaje de que somos una diócesis en salida, una Iglesia misionera, y al mismo tiempo somos una Iglesia pobre pero también al servicio de los pobres". El padre Elkin Mauricio Acevedo, párroco de la Iglesia San Francisco de Asís en el barrio que lleva el mismo nombre, y Director del Secretariado de la Pastoral Social de Cartagena (SEPAS), se refiere al mensaje que la comunidad de San Francisco, de cerca ocho mil personas, en su mayoría afrodescendientes, quiere dar al Papa Francisco.

Se trata del primer encuentro cercano del Santo Padre con el rostro sufriente de Cartagena, que tiene en la Plaza san Francisco de Asís, en donde la comunidad se ha convocado para acoger al Sucesor de Pedro.

"Queremos mostrar ese rostro misericordioso de Dios Padre que contenta nuestra comunidad en medio de todas las carencias que tenemos que afrontar, debido a las dinámicas propias de una comunidad como la nuestra" explica el padre Elkin, "pero también queremos que el Santo Padre comunique a nosotros un mensaje de fortaleza, de esperanza, y que con su bendición apostólica nos conceda también la gracia y la oportunidad de seguir construyendo una sociedad más humana y justa, no sólo en el barrio de San Francisco sino en toda Colombia.

 

El contexto de la visita al Barrio de san Francisco

¿Cuáles son las primeras dificultades que se encuentran?

El barrio de San Francisco y todas las comunidades circunvecinas, teniendo en cuenta que Cartagena es la segunda ciudad más desigual del país, afronta dificultades en relación al acceso a los servicios de educación, en relación a la venta y el consumo de sustancias alucinógenas, al narcotráfico, la trata de personas, la violencia intrafamiliar, la inseguridad. Dinámicas todas que son generadas por las dificultades sociales que acontecen.

En medio de esta realidad, la Iglesia evangelizadora se esfuerza por transformar esa realidad y para tratar de construir una sociedad más humana y justa en nuestro entorno particular.

¿En qué modo se ha preparado la comunidad para la visita del Santo padre al barrio?

Desde que se conoció la noticia de que el Santo padre venía visitar esta comunidad hemos hecho un itinerario comprometido para conocer la vida del Santo Padre, y haciendo un esfuerzo enorme por preparar, de una manera simbólica, el encuentro de la comunidad con él. También hemos preparado con toda la iglesia un himno con el que esperamos recibirlo al momento de su arribo aquí en Cartagena, y obviamente muchas demostraciones de cariño y aprecio. Y sobre todo nos hemos preparado espiritualmente en oración, en vigilias, un camino espiritual para recibir con los brazos abiertos no solamente al Santo Padre sino a aquel a quien nos trae el Santo Padre Francisco que es Jesucristo.

Hemos preparado la comunidad haciéndole entender que el Santo Padre es un emisario del Evangelio y la presencia de vida de Jesucristo en medio de nosotros y que en la persona del Santo padre queremos recibir a Jesucristo en cada una de nuestras vidas.

 

Talita Qum y María Revive, los dos proyectos que bendecirá el Papa

El Papa Francisco Santo conocerá allí dos proyectos sociales y bendecirá las piedras de dos obras que están lideradas por la arquidiócesis de Cartagena.

¿Qué trabajo se realiza en estas estructuras?

Las dos obras hacen parte del trabajo social de la archidiócesis de Cartagena y están dirigidas por el secretariado de pastoral social de la arquidiócesis (SEPAS).

Talita Qum es un programa que trabaja con 70 niñas en condición de vulnerabilidad y que busca establecer con ellas es un espacio de prevención, y generarles un espacio de protección, teniendo en cuenta que son parte de comunidades muy vulnerables y que están expuestas a temas que tienen que ver con violencia intrafamiliar, deserción escolar, trata de personas. Tratamos de generar un entorno protector, inspirados fundamentalmente en la dinámica del Evangelio. El programa se llama Talita Qum y está inspirado en el texto de Marcos 5, 42 "a te lo digo niña, levántate", en el cual la hija de Jairo muere, y el encuentro con el Maestro hace que la niña se levante. Está inspirado en esta dinámica y buscamos, con este ejercicio, tratar de que las niñas tengan un proyecto de vida sostenible y que sean autoras de su propio desarrollo interior integral, capaces de transformar también los entornos de las familias a las que pertenecen.

La segunda obra que será bendecida por el Santo Padre que también es una experiencia que acompaña el Secretario de Pastoral Social de la Arquidiócesis, es un trabajo con habitantes de calle, pobres sin techo.

La ciudad de Cartagena tiene aproximadamente unos 1000 habitantes que viven en las calles. De esos 1000 habitantes, nosotros estamos trabajando con 130 y con ellos realizamos un trabajo itinerante. Se reparten de lunes a viernes una ración de comida diaria, procuramos darles ropa digna y hacer un proceso en el cual puedan enlazar, en alguna manera, los vínculos familiares, también restituirles o hacer un puente para que se les reconozcan sus derechos y que puedan tener acceso a la salud, recuperar documentos de identidad y, sobre todo, hacerles sentir el calor la cercanía y el amor que les transmitimos cada uno de los equipos de Misioneros que trabajan en favor de este proyecto, haciéndoles sentir que ellos también son hijos de Dios, que ellos cuentan en una sociedad particularmente excluyente, y que para ellos sí hay una nueva oportunidad de vida.

 

El flagelo del turismo sexual en Cartagena

¿Cuán arraigado es el problema del turismo sexual en Cartagena?

Realmente el turismo sexual es un problema recurrente. Cartagena es la quinta ciudad del país en población y es la ventana turística del país hacia el exterior. Al ser una ciudad turística, que además tiene cuatro terminales marítimas, hace que los extranjeros en Cartagena sean permanentes, y, desafortunadamente, muchas de las personas, extranjeros y personas del país que vienen a visitar la ciudad, vienen en busca del turismo sexual y hay muchas, muchas personas, sobre todo adolescentes y jóvenes, que desafortunadamente se dedican a este tipo de prácticas, a causa de la pobreza y de la desigualdad social.

También es cierto que en este momento con la crisis que está enfrentando el vecino país de Venezuela hemos sido testigos del número creciente de inmigrantes de venezolanos que desafortunadamente también se dedican al tema de negocios ilícitos, y otro tanto, sobre todo mujeres, que se ven obligadas a recurrir con este tipo de prácticas que en nada contribuyen al respeto de su dignidad humana.

¿Hay forma de detener este tipo de turismo?

A nivel de gobierno local se han hecho enormes esfuerzos para tratar de superar este tipo de dificultades. Se trata de establecer un código de protección al menor. Sin embargo muchas actividades son clandestinas y, en algunos casos, las personas que se dedican a este tipo de prácticas son inducidas por sus núcleos familiares, entonces, eso hace que sea difícil controlar la situación. El gobierno local, y por supuesto la Iglesia, han hecho enormes esfuerzos para que este tipo de situaciones pueda ser superadas.

Algunas comunidades religiosas como las hermanas del Buen Pastor se dedican a trabajar con mujeres en contexto de prostitución y hemos tenido algunos avances. Sin embargo, el fenómeno está controlado por algunos grupos particularmente poderosos y a veces se hace difícil que efectivamente se pueda superar del todo este flagelo en una ciudad turística como Cartagena.