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El encuentro lo ha organizado una madrileña residente en la ciudad británica

Española relata experiencia del primer retiro que ha impartido en Londres el sacerdote mundialmente conocido Jacques Philippe

El cincuenta por ciento de los asistentes han sido jóvenes menores de 35 años, muchos de ellos españoles

 

El sacerdote francés mundialmente conocido por sus numerosos libros espirituales y sus predicaciones, Jacques Philippe ha impartido su primer retiro espiritual en Londres.  Más de 150 personas se han dado cita en este encuentro. Un 50% de los asistentes eran jóvenes menores de 35 años, muchos españoles, junto a ingleses y franceses. Al finalizar el retiro, los libros que más se han vendido del autor han sido los editados en español. Una joven española relata su experiencia a Religión Confidencial.


 

 

 

Este retiro lo ha organizado una española que reside en Londres. Ella previamente había conocido al padre Jacques Philippe en otro retiro espiritual que impartió en Pozuelo (Madrid) en octubre de 2016. A esta española le gustó tanto, que ha invitado al sacerdote a Londres el fin de semana. El padre Philippe viaja por todo el mundo predicando.

Un total de 180 personas compraron el ticket para asistir a este encuentro espiritual, aunque no han acudido todas. Las predicaciones del sacerdote están dirigidas a todos los públicos de todas las edades.

El padre Jacques Philippe es un sacerdote católico que residió muchos años en Nazaret y Jerusalén, estudiando hebreo y las raíces judías del cristianismo. Estudió teología y derecho canónico en Roma, y fue ordenado en 1985. Pertenece a la Comunidad francesa de las Bienaventuranzas donde trabaja como director espiritual. El padre Jacques predica retiros en Francia y en el extranjero y es autor de varios libros sobre la vida de oración, la libertad interior y la paz, la apertura al Espíritu Santo, que se han convertido en clásicos de la espiritualidad católica moderna.

 

Escribir una carta con algún problema

Una joven española que trabaja en Londres y que ha acudido a este retiro, relata a Religión Confidencial su experiencia: “Ha basado su predicación en dos de sus libros: La libertad interior y Si conocieras el Don de Dios. En sus meditaciones pone muchos ejemplos reales y actuales. También hemos hecho algún ejercicio diferente como escribir una carta. Él se ríe de sus propias gracias, transmite paz y tranquilidad. Con su mensaje llega a todos los públicos, yo diría que, incluso, también llamaría la atención a un ateo porque su mensaje es muy humano".

Esta joven explica en qué ha consistido la redacción de la carta: “Fue algo bastante constructivo y diferente que nos ayudó a entrar más en contacto con Dios. Nos dijo que nos escribiésemos una carta con algún problema que hayamos experimentado recientemente. Pedimos que, por intercesión de Santa Teresa, nos dé frutos y nos ayude a resolverlo. Tras escribir la carta, la cerramos, con nuestra dirección y la metimos en un sobre y la pusimos en una cesta que estaba al lado de la exposición al Santísimo. Todos rezamos por esas peticiones. Al cabo de un año, el padre nos va a enviar esa misma carta para que veamos qué ha cambiado, y cuáles han sido los frutos de ese favor que hemos pedido a través de Santa Teresa. Al lado, en el altar, había otra cesta con unas frases de la santa española y cuando dejabas la carta, tenías que coger una frase”.

Según cuenta esta joven, el padre Philippe, “cara a cara es más tímido que cuando habla en público. Es profundo, pero su mensaje es cercano y actual. Durante el retiro no hay preguntas y respuestas, pero te hace interactuar, reflexionar y no desconectas. Habla del cristianismo y del mundo actual. Argumenta y razona”.

 

Cuatro vías para entender la libertad

En las meditaciones del sábado ha hablado de cómo ser más libres, el concepto de libertad que el Señor nos ofrece. Ha expuesto cuatro vías para entender la libertad hoy en día. En primer lugar, entender la libertad como poder. Pensamos que cuanto más poder tenemos más libres somos. Pero a veces el hecho de tener más poder, nos hace tener más límites. “Hay una manera de usar esta libertad. Y es aceptarla y aceptar que Dios nos acompaña”, apunta la joven española.

La segunda vía de la libertad es sobre las posibilidades de elección. “El padre ha explicado que a veces pensamos que cuanto más tenemos para elegir, más libres somos. Pero no siempre esto es así. La gente no quiere tomar decisiones. Por ejemplo, los jóvenes no se casan, y, por lo tanto, nunca toman esta decisión. La libertad ha sido dada para tomar decisiones. Y necesitamos una luz para iluminarnos”, explica la española.

La tercera vía es mezclar libertad con independencia. Pensamos que el hecho de ser más independientes nos hace ser más libres. ´Hago lo que quiero´.  Tomo completamente mis propias decisiones y no necesito a nadie. “Me ha llamado la atención cuando ha explicado que no nos damos cuenta que hay cosas que solo podemos recibir a través del otro. La autonomía e independencia es muy buena, pero una total independencia es destructiva. No podemos crecer sin los otros”, afirma esta joven.

Y la cuarta vía es mezclar libertad con la espontaneidad. No querer leyes, normas ni nadie que te gobierne y actuar de acuerdo a lo que dicte el corazón. “Nos ha animado a dejar a Dios que entre en nosotros, es un trabajo de Dios, pero nosotros tenemos que colaborar. No hay libertad sin esfuerzo”, cuenta la española.

También ha explicado que “sin libertad no hay amor de verdad. Dios respeta nuestra libertad, no nos hace esclavos. Lo más importante no es hacer muchas cosas o hacer cosas geniales, sino hacer cosas con amor. Si no damos nuestra libertad, es una libertad perdida”.

 

Situaciones difíciles en nuestra vida

Las meditaciones del domingo han girado en torno a cómo afrontar situaciones difíciles de nuestra vida cuando la fe se pone a prueba. “Tratar de confiar en Dios, buscar esos momentos de dolor y de debilidad como una invitación a apoyarnos en Dios y amarle de verdad. Mas que el por qué, preguntémonos el para qué”, relata la joven.

También ha insistido en el perdón. “Aquí también hemos hecho un ejercicio muy interesante. Consistió en poner en un papel a alguien que no somos capaces de perdonar, o que nos cueste o nos haya costado y nos ha invitado a rezar esa persona. Es la forma de interactuar y entender el mensaje del padre”.