Servicio diario - 12 de septiembre de 2017


El Papa sobre el conflicto en Colombia: “La gente quiere `respirar´, debemos ayudarlos”
Rosa Die Alcolea

La Santa Sede agradece el rescate del salesiano indio Tom Uzhunnalil
Rosa Die Alcolea

Tweet del Papa: “Animo a los líderes del mundo a que dejen de lado los intereses sectoriales”
Redacción

Mons. Andrea Ripa, nombrado subsecretario de la Congregación para el Clero
Redacción

El Papa aprueba la nueva diócesis de Chernivtsi en la Iglesia de Ucrania
Rosa Die Alcolea

San Juan Crisóstomo, 13 de septiembre
Isabel Orellana Vilches

P. Antonio Rivero, L.C.: “Señor, hazme un trasplante de corazón...”
Antonio Rivero


 

12 septiembre 2017
Rosa Die Alcolea

El Papa sobre el conflicto en Colombia: “La gente quiere `respirar´, debemos ayudarlos”

Respuesta a los periodistas sobre el conflicto en Colombia, en el vuelo papal

(ZENIT – 12 Sept. 2017).- El Papa explicó a los periodistas que percibió que “la gente quiere `respirar´, debemos ayudarlos, ayudarlos con la cercanía, con la oración y sobre todo, con la comprensión de tanto dolor que tiene dentro tanta gente”.

El papa Francisco respondió a las preguntas de los periodistas sobre el conflicto en Colombia y expresa qué hacer con los corruptos y guerrilleros, en la rueda de prensa que ofreció en el vuelo papal de regreso a Roma, tras su viaje a Colombia, en la noche del domingo 10 de septiembre de 2017.

La primera pregunta que le formularon al papa Francisco fue qué hacer concretamente, qué pasos dar para acercar a las partes divididas, para que dejen ese odio, para que dejen ese rencor, en relación con el conflicto armado de Colombia, y en concreto le preguntaron: “¿Si Su Santidad pudiera volver a nuestro país en unos años, cómo cree, cómo le gustaría ver a Colombia?”.

“A mí me gustaría al menos que el lema `Demos el segundo paso´, al menos fuera ese”. Su Santidad explicó que “pensaba que eran más”, pero que le confirmaron que eran 54 años de guerrilla los que lleva Colombia y manifestó que “ahí se acumula mucho, mucho, mucho odio, mucho rencor, mucha alma enferma”.

El Papa aseguró que “de la enfermedad no eres culpable, viene”, y estos guerrilleros, ya sean paramilitares o tantos otros como hay, también los corruptos, “tantas veces en el país han cometido pecados graves que han causado esta enfermedad de odio… Pero hay pasos adelante que dan esperanza, pasos para la negociación, el último es el alto el fuego del Ejército Liberación Nacional (ELN), lo agradezco tanto, tanto”.

Asimismo, el Papa afirmó “pero percibí algo más” y se explicó: “el deseo de avanzar en este proceso, que va más allá de las negociaciones que se están haciendo y que deben hacerse. Es un deseo espontáneo, y está la fuerza del pueblo. Tengo esperanza en esto”. Y añadió “La gente quiere `respirar´, pero debemos ayudarlos, ayudarlos con la cercanía, con la oración y sobre todo, con la comprensión de tanto dolor que tiene dentro tanta gente”.

 

“Pecado y corrupción”

Al ser preguntado qué hacer con los corruptos, cómo castigarlos y hasta donde hacerlo, el Papa contestó que es una pregunta que se hizo muchas veces y se lo planteaba preguntándose “¿el corrupto tiene perdón?”.

El Papa contó un caso que vivió más de cerca en Argentina: “Me la planteé cuando hubo un acto, en la provincia de Catamarca, en la Argentina, un acto de maltrato, abuso, de violación de una chica, y había gente metida allí muy ligada a los poderes políticos y económicos de esa provincia”.

En este contexto, el Papa, motivado por un artículo de Rogelio Frigerio publicado en “La Nación” que se publicó en aquel tiempo, escribió un pequeño libro llamado “Pecado y corrupción”. El Papa aseguró que “somos siempre pecadores y sabemos que el Señor está cerca de nosotros, que no se cansa de perdonar. Pero la diferencia es: Dios nunca se cansa de perdonar, pero el pecador solo a veces encuentra coraje y pide perdón”.

Este es un “problema serio”, indicó Francisco, “que los corruptos se cansan de pedir perdón y olvidan cómo pedir perdón”, y añadió que es un “estado de insensibilidad a los valores antes de la destrucción, la explotación de las personas. No son capaces de pedir perdón. Es como una condena, así que es muy difícil ayudar a un corrupto, muy difícil. Pero Dios puede hacerlo. Yo rezo por eso”.

 

 

12/09/2017-17:03
Rosa Die Alcolea

La Santa Sede agradece el rescate del salesiano indio Tom Uzhunnalil

Esta mañana, 12 de septiembre de 2017, el sacerdote salesiano Tom Uzhunnalil, ha sido liberado, tras estar secuestrado desde el 4 de marzo de 2016 en Yemen.

La Santa Sede agradece “fervientemente” en un comunicado oficial con fecha de hoy a todos aquellos que han trabajado para su rescate, y especialmente a su Majestad el Sultán de Omán, y las autoridades competentes del Sultanato, ubicado en la costa sureste de la península arábiga.

La noticia fue dada hoy por Mons. Paul Hinder, vicario apostólico de Arabia Meridional. El obispo agradece –a través del sitio del vicariato– a todos los que hicieron lo posible para que el P. Tom Uzhunnalil, fuese liberado: gobierno y fieles que contribuyeron con incesantes oraciones, señala Radio Vaticana en la edición portuguesa.

El misionero salesiano, de 57 años, es originario de Ramapuram, según informa Radio Vaticano. Su tío, Mateo, fallecido en 2015, también salesiano, fue el fundador de la misión en Yemen. En el momento del secuestro, P. Tom se encontraba en Yemen desde hacía cuatro años. Fr. Uzhunnalil se va a recuperar unos días en una comunidad salesiana en Roma antes de volver a la India, indica la Santa Sede.

 

 

12/09/2017-13:00
Redacción

Tweet del Papa: “Animo a los líderes del mundo a que dejen de lado los intereses sectoriales”

“Animo a los líderes del mundo a que dejen de lado los intereses sectoriales para buscar juntos el bien común de la humanidad”, ha declarado el Papa a través de un mensaje por Twitter esta tarde.

El Papa reafirma en este mensaje sus palabras en el discurso que ofreció el 25 de septiembre de 2015 en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, durante su viaje apostólico a Cuba, Estados Unidos y la sede de la ONU, con motivo de la 70ª Sesión de la Asamblea General.

Esa fue la quinta vez que un papa visitó la sede de las Naciones Unidas, los anteriores a Francisco fueron Benedicto XVI, Juan Pablo II y Pablo VI.

El Santo Padre anunció entonces que “La loable construcción jurídica internacional de la Organización de las Naciones Unidas y de todas sus realizaciones, `perfeccionable´ como cualquier otra obra humana y, al mismo tiempo, necesaria, puede ser prenda de un futuro seguro y feliz para las generaciones futuras. Y lo será si los representantes de los Estados sabrán dejar de lado intereses sectoriales e ideologías, y buscar sinceramente el servicio del bien común”.

Leer el discurso completo

 

 

12/09/2017-11:16
Redacción

Mons. Andrea Ripa, nombrado subsecretario de la Congregación para el Clero

El papa Francisco ha nombrado subsecretario de la Congregación para el Clero al sacerdote Andrea Ripa, oficial del mismo Dicasterio.

Así lo ha comunicado la Santa Sede en un comunicado oficial el 12 de septiembre de 2017.

El padre Andrea Ripa nació el 5 de junio de 1972 en Rímini. Se graduó en Letras Clásicas en la Universidad de Urbino en el año 1997. Fue ordenado sacerdote en la Diócesis de Rímini en el 2004. Ha obtenido la licenciatura en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma en 2006, y se ha doctorado en Derecho Canónico en la misma universidad en el año 2010, con la tesis “La novedad perdida. El valor probatorio de las declaraciones del partido del Código de 1983 al `Dignitatis Connubii´, la contribución de la jurisprudencia real” publicada en la “Corona Lateranensis”.

Ha realizado un servicio pastoral en las parroquias de su propia diócesis de Rímini y en la parroquia de Santa María de Gratitud en Roma y fue asistente eclesiástico en “Agesci” (Asociación de guías y scouts católicos italianos).

Fue Profesor de Derecho Matrimonial y Canónico en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Rímini y de “Normas Generales” en la Facultad de Teología de Lugano y en la Pontificia Universidad Lateranense.

Ha sido defensor del vínculo, juez y vicario judicial en el Tribunal Eclesiástico Flaminio en Bolonia. Desde 2013, ha servido con la Congregación del Clero. El nuevo subsecretario sabe inglés, francés, español y latín.

 

Nuncio en Bolivia

El Papa ha nombrado Nuncio apostólico en Bolivia al sacerdote Mons. Angelo Accattino, Consejero de Nunciatura, elevándolo al mismo tiempo a la sede titular de Sabiona, con dignidad de Arzobispo.

Mons. Angelo Accattino nació el 31 de julio de 1966, fue ordenador sacerdote el 25 de junio de 1994, fue incardinado a Casale Monferrato, y es licenciado en Derecho Canónico.

El sacerdote entró en el Servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 1999, y ha realizado su trabajo en la Nunciatura Apostólica en Trinidad y Tobago, Colombia, Perú, en la Sección de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, y en la Nunciatura Apostólica en los Estados Unidos de América y en Turquía. El nuncio sabe hablar español e inglés.

El Papa también ha nombrado a Mons. Gabriele Giordano Caccia como nuncio apostólico en Filipinas; a Mons. Emil Paul Tscherrig como nuncio en Italia y en la República de San Marino; y a Mons. Mark Hagemoen nuevo nuncio en Canadá.

 

 

12/09/2017-12:11
Rosa Die Alcolea

El Papa aprueba la nueva diócesis de Chernivtsi en la Iglesia de Ucrania

El Santo Padre Francisco ha aprobado la decisión del Sínodo de los Obispos de la Iglesia greco-católica ucraniana de erigir la Eparquía (Diócesis) de Chernivtsi, con sede en la misma ciudad y con territorios separado de la Eparquía Kolomyia-Chernivtsi, sufragada por la Archidiócesis Metropolita de Ivano-Frankivsk.

La Santa Sede lo ha comunicado en una nota oficial con fecha del 12 de septiembre de 2017.

El Sínodo de los Obispos de la Iglesia greco-católica ucraniana ha elegido al primer obispo de la Eparquía de Chernivtsi del sudeste de Europa, el Obispo Yosafat Moshchych, hasta ahora obispo titular de Pulcheriopoli y auxiliar de Ivano-Frankivsk.

 

Yosafat Moschchych

El sacerdote Yosafat Moschchych nació el 16 de septiembre de 1976 en Stariy Rozdil, en la región de Lviv.

Recibió formación para el sacerdocio en el Seminario Mayor de Ivano-Frankivsk y fue ordenado sacerdote el 26 de septiembre de 1999. Durante los últimos años del Seminario también inició el noviciado en la congregación misionera de San Andrés Apóstol, regido por la ley eparquial. En 2002 emitió votos perpetuos en el mencionado Instituto religioso.

Entre 2000 y 2002 ha continuado estudiando en la Academia Alfonsiana de Roma, donde ha conseguido la licenciatura de Teología Moral.

En 2003 ha realizado el Curso de preparación para formadores vocacionales de vida consagrada en la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad Pontificia Salesiana.

De regreso a su país, se ha dedicado a la tarea de evangelización y de formación misionera y espiritual.

Ha sido Superior General de la Congregación Misionera de San Andrés Apóstol y responsable de las actividades de evangelización y pastoral de los migrantes en el Arzobispado de Ivano-Frankivsk y para las asociaciones laicas del mismo circo eclesiástico.

Elegido Obispo auxiliar de Ivano-Frankivsk, ha recibido el orden episcopal el 3 de agosto de 2014. Además del idioma ucraniano, sabe hablar ruso, italiano y polaco.

 

 

12/09/2017-07:10
Isabel Orellana Vilches

San Juan Crisóstomo, 13 de septiembre

«Padre de la Iglesia, un hombre de excelsa virtud y gran talento. Elocuente orador; por ello fue denominado ‘boca de oro’. Pío X lo proclamó patrón de los predicadores y Juan XXIII patrono del Concilio Vaticano II»

Es uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia católica, aclamado por los ortodoxos como uno de los más insignes teólogos junto a san Basilio y a san Gregorio. Crisóstomo significa «boca de oro», sobrenombre que recibió por su excelsa forma de predicar, y que siglos más tarde indujo a san Pío X a proclamarle «patrón de los predicadores». Era originario de Antioquia de Siria donde nació hacia mediados del siglo IV. Su padre, oficial del ejército imperial, murió al poco de su nacimiento, y fue su piadosa madre Antusa la que se ocupó de educarle a él y a otra hija mayor. Andragatio y también Libanio, que ya era un prestigioso orador, le introdujeron en el conocimiento de la filosofía y de la retórica. Su elocuencia, que sin duda era un don natural, le hacía apto para aspirar a una exitosa carrera como abogado o político. Así lo consideró Libanio reconociendo que su formidable alumno le había aventajado. Pero Juan siguió otro camino invirtiendo esa gracia que Dios le había otorgado precisamente para darle la mayor gloria.

El año 368 recibió el bautismo de manos del obispo Melecio, conocido suyo, que influyó decisivamente en su vida. Él le nombró lector y se ocupó de instruirle dejándole preparado para el sacerdocio. Entretanto, el santo recibía clases del afamado Diodoro de Tarso, un brillante exégeta que impartía clases a un selecto grupo de jóvenes en Antioquía; algunos de ellos fueron prelados. En el 374, fallecida ya Antusa, Juan emprendió una experiencia eremítica en el monte Silpio, al sur de Antioquia. Fueron intensos años comunitarios, y uno de estricta soledad, acumulando vivencias de incalculable valor, acostumbrado a escuchar la voz de Dios en el silencio, empapándose de la Escritura, particularmente atrapado por las cartas paulinas. Entonces se hallaba en el ecuador de su vida. Por razones de salud sólo pudo soportar este tiempo de severa ascesis y penitencias. Era providencial. El veto que le impuso su organismo obligándole a abandonar la montaña el año 381 le abrió las puertas de su verdadera vocación. Poco tiempo después, Melecio le ordenó diácono. Y el año 386 recibió el sacramento del sacerdocio de manos del prelado Flaviano quien le designó predicador, misión que desempeñó admirablemente durante doce años.

Su rigurosa preparación y vasta cultura, unidas a su fe y entrega, impregnaban sus profundos comentarios a través de los cuales inducía a los fieles a vivir en conformidad con el Evangelio, lejos de la depravación y vicios morales.

Muchos de ellos están recogidos en las Homilías; algunas las dedicó a los que derribaron las esculturas imperiales como medida de fuerza contra los gobernantes que no les dejaban respirar con abusivos impuestos. También es autor de numerosos tratados y cartas. El año 397, a la muerte de Nectario, patriarca de Constantinopla, fue proclamado sucesor suyo aún en contra de su voluntad. Tanto sintió su marcha Antioquia que tuvo que partir escoltado para evitar el tumulto de las gentes. Este virtuoso de la elocuencia se ganó al pueblo llano con sus encendidas exhortaciones a vivir la virtud. Luchó con denuedo contra los arrianos. Muchos pecadores y herejes se convertían al sentirse retratados en sus palabras con las que advertía de la gravedad de los vicios y errores en los que incurrían. Las dos horas largas que de ordinario duraban las homilías parecían un santiamén; en ellas exigía y denunciaba a la par que instruía. A las personas que no tenían doblez y mostraban disposición al arrepentimiento les decía: «Si habéis caído en el pecado más de una vez, y aún mil veces, venid a mí y yo os curaré». No seguía el mismo criterio con los impenitentes.

Tenía alma monástica; conocía los peligros de una contemplación puramente teórica cuando de lo que se trata es de encarnar a Cristo. Se preocupó de la formación de personas de todas las edades, denunció los abusos del clero y reformó sus costumbres. Apuntaba certero al corazón y alentaba la vida espiritual de la gente, especialmente de los pobres, a quienes ayudaba a paliar sus carencias materiales. Fundó hospitales, promovió comunidades entre mujeres de fe y también impulsó la evangelización de otras ciudades. Vivía la oración continua: «Nada hay mejor que la oración y coloquio con Dios... Me refiero, claro está, a aquella oración que no se hace por rutina, sino de corazón, que no queda circunscrita a unos determinados momentos, sino que se prolonga sin cesar día y noche». Estaba abrazado a la cruz. Su vibrante defensa de la verdad y abiertas críticas a la ostentación y a otros desmanes que detectaba en una parte del clero y en ciertos núcleos de poder le deparó muchos problemas.

La diplomacia no era uno de sus fuertes. Franco y directo se ganó opositores que albergaban intereses dispares a los evangélicos, huyendo de la exigencia que predicaba. En particular Teófilo, el patriarca de Alejandría, y la emperatriz Eudoxia, esposa de Arcadio, levantaron malévolas acusaciones de traición contra él, que no eran más que una burda venganza por las consecuencias de sus sermones que no les beneficiaban. El Sínodo de la Encina convocado el año 403 sancionó su caso, y un grupo de obispos capitaneados por Teófilo y la connivencia de Eudoxia acordaron su destierro. Tras su pronta reposición en la sede de Constantinopla por Arcadio, nuevamente sus advertencias pastorales a la emperatriz atrajeron su ira y fue enviado a Cucusa, cerca de Armenia. Desde allí continuó redactando valiosas cartas pastorales. El papa Inocencio I lo consoló y medió para que fuera restituido, pero sus gestiones no tuvieron eco. Juan nunca llegó a Pitionte que hubiera sido el final de su trayecto. En el transcurso del viaje que emprendió en Cucusa, hallándose en Comana, región del Ponto, falleció el 14 de septiembre del año 407, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, musitando: «Gloria a Dios por todo».

 

 

12/09/2017-04:09
Antonio Rivero

P. Antonio Rivero, L.C.: “Señor, hazme un trasplante de corazón...”

DOMINGO XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO
Ciclo A

Textos: Sir 27, 33; 28, 9; Rm 14, 7-9; Mt 18, 21-35

P.Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del apostolado Logos.

Idea principal: El perdón cristiano: 70 veces 7, o sea siempre.

Resumen del mensaje: La venganza era una ley sagrada en todo el Antiguo Oriente y el perdón, humillante; pero, para el cristiano, la contrapartida de la venganza es el perdón ilimitado, al estilo de Dios.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, en la mentalidad semita, la de Jesús, el 7 es número venido de la Luna y símbolo de perfección. Como la Luna tiene 4 fases –cuarto creciente, menguante, etc.- y cada fase tiene 7 días, resulta que el 7 define un ciclo completo, es un número redondo, la idea de un todo acabado. Decían los rabinos de Israel que 2.000 años antes de la creación del mundo, Dios había creado 7 cosas: la Torah (ley), la penitencia, el edén, la gehena (infierno), el Trono de la Gloria, el santuario celeste y el nombre del Mesías. 7 es un número que tira a divino: Dios hizo el mundo en 7 jornadas, los dones del Espíritu son 7, la familia macabea fue perfecta porque tuvo 7 hijos –decía san Gregorio de Nazianzo. En la catedral de Aachen tenemos el trono de Carlo Magno, fundador del Sacro Imperio Romano Germánico, con sus 7 gradas a honra del trono de Salomón. Delante del Knesset, parlamento de Jerusalem, está el candelabro de bronce, de los 7 brazos, símbolo del poder total de Dios y de la plenitud de la luz, que es Dios.

En segundo lugar, Jesús le dice a Pedro que debe –que debemos- perdonar 70 veces 7; o sea, siempre. Cristo sabe que el hombre es vengativo por naturaleza. A Pedro no le entraba bien en la cabeza el perdón ilimitado de Jesús.
Natural, pues en la sinagoga oyó muchas veces que a un judío se le perdona hasta tres veces, pero a un extranjero nunca. Y también oía que a una mujer se le perdona una vez, cinco a un amigo. Se siente, entonces, generoso y pregunta a Jesús si se puede hasta 7 veces. Para tener fuerza para perdonar tenemos que contemplar muchas veces a Dios que siempre nos perdona. Es más, tenemos que pedirle un trasplante de corazón y una infusión de su Espíritu de amor en el alma. Si no, imposible. Jesús se pasó toda su vida perdonando. Y nos ofreció el sacramento de la reconciliación donde encontramos el perdón de Dios, siempre, a todas horas, sin límites. Basta que estemos arrepentidos y con propósito de enmienda.

Finalmente, ¿y nosotros? Tenemos muchas ocasiones, en la vida de familia y de comunidad, en las relaciones sociales y laborales, de imitar o no esta actitud de Dios perdonador. Los padres tienen que perdonar a los hijos su progresivo despego, su resistencia y sus trampas. Los hijos tienen que perdonar a sus padres el egoísmo, su autoritarismo, su paternalismo, su incomprensión. El marido a la mujer el que no valore su trabajo, no respete su fatiga o le irrite con pretensiones descabelladas. Como la mujer al marido su incomprensión de las 60 horas laborales en la casa –él que tiene sólo 40-, sus faltas de sensibilidad afectiva, su ceguera, diaria y defraudadora de ilusiones, para el detalle. Que los seglares perdonen a sus sacerdotes los extravíos, su ignorancia para ayudar y comprender, su pesadez al hablar. Como el sacerdote debe perdonar a los fieles sus espantadas del templo, sus inapetencias religiosas, incluso su caso omiso a la palabra de Dios. Y así el patrón al obrero y viceversa, el gobernante a los súbditos, los discípulos al profesor...y siempre viceversa. Todos a diario 70 veces 7.

Para reflexionar: ¿Realmente somos conscientes de lo que rezamos en el padrenuestro, esa oración “peligrosa”? ¿Tenemos un corazón magnánimo, fácil en perdonar? Si el hijo pródigo, al volver a casa, se hubiera encontrado con nosotros, en vez de encontrarse con su padre, ¿hubiera terminado igual la historia? Si no perdonamos fácilmente, ¿no será que nos acercamos poco al sacramento de la reconciliación? El que se sabe perdonado, perdona más fácilmente. Cuando perdonamos, ¿es como si tirásemos una limosna, “con aires de perdonavidas”, o por el contrario, queremos imitar el perdón de Dios?

Para rezar: Señor, quiero contemplar tu corazón siempre dispuesto a perdonar para aprender de ti. Señor, hazme un trasplante de corazón o ponme un marcapasos para que perdone al ritmo tuyo. Señor, limpia mis venas, obturadas por tanto rencor, odio y resentimiento. Señor, que siempre esté dispuesto a perdonar a mi hermano cuando me ha ofendido, y a pedir perdón cuando le he ofendido. Amén.