Editorial

Sabemos lo que hemos de hacer. ¿Hemos renunciado a ello?

 

 

04/12/2017 | por ForumLibertas


 

 

El mandato cristiano es claro y reiterado: “amaros los unos a los otros como yo os he amado. Todos os conocerán como discípulos míos por el amor que os profesareis (Ju 13,34-35). Amar al otro no es una abstracción, sino una práctica, exige cumplir los deberes que tenemos hacia las personas amadas. No es un sentimiento, aunque puede serlo, es un deber que se traduce en acciones y actitudes. No admite excepciones, y solo es posible alcanzar tal exigencia con la gracia de Dios. Amar exige de la oración, por tanto. De la oración comprometida con los labios, la cabeza y el corazón. El amor no admite excepciones. Y el amor al hermano de fe todavía exige un mejor cumplimiento, porque en él se basa la forma como los demás nos conocerán que somos seguidores de Jesucristo.

La cuestión fundamental es si en nosotros, individualmente, en nuestras comunidades, estas condiciones brillan como principal referencia, si la forma como nos dirigimos a los demás muestra antes que nada esta realidad. Y este dirigirse al otro todavía cobra más importancia cuando se trata de medios de comunicación formalmente cristianos, y todavía mas si es la propia Iglesia quien está comprometida. ¿Nuestros medios de comunicación, la radio, la televisión, muestran esta característica, o son simplemente una mezcla incoherente de aparador religioso y mundanidad? El cristianismo se bate en retirada en nuestro país, a pesar de su aportación histórica y actual, que son magníficas. ¿Acaso el resultado tiene que ver en buena medida con nuestra dificultad para seguir la vía del amor fraterno, la única que conduce a la vida eterna, y apuntarnos con facilidad a banderas terrenales?