Crónica de Roma
Declaraciones del prelado estadounidense a Religión Confidencial

 

El cardenal Kevin Farrell pide a los párrocos abrirse a los nuevos movimientos de la Iglesia

 

Representantes de comunidades eclesiales se reunieron en Roma para compartir carisma y escuchar al presidente de Laicos, Familia y Vida

 

 

En declaraciones a Religión Confidencial, el cardenal estadounidense Kevin Farrel, presidente del Dicasterio Laicos, Familia y Vida, insistió en la importancia del rol de los laicos y de las familias en la evangelización actual.

 


 

 

El presidente del neo Dicasterio vaticano Laicos, Familia y Vida, cardenal Kevin Farrell, ha participado en Roma a una jornada interesante que reunió a representantes de más de veinte nuevos movimientos y comunidades eclesiales a quienes le exhortó no cerrarse en sí mismos, sino colaborar en las parroquias.

“Los carismas están al servicio de los pastores” remarcó el cardenal Farrell a las casi 200 personas reunidas que representaban significativas realidades de la Iglesia con presencia mundial, entre ellas, el Movimiento de los Focolares, la Comunidad de San Egidio, Palabra de Dios, Schoenstatt, Comunión y liberación, Shalom, Cursillos, la Acción Católica, Chemin-Neuf, Emanuel, Nuevos horizontes y otras.

 

Vencer los temores

En esta línea, el presidente del dicasterio de los laicos, familia y vida realizó también un fuerte llamado a los párrocos para “vencer sus temores” ante los nuevos movimientos eclesiales y para que los incluyan activamente en la actividad pastoral.

Según aseguró Farrell, estos nuevos carismas “no son accidentales, sino que pertenecen a la esencia de la Iglesia” y destacó la labor de los movimientos que “despiertan la vida" sobre todo en países secularizados.

“Se requiere un justo y sabio equilibrio en relación con los carismas”, ya que es necesario que la jerarquía anime a los movimientos, pero también discierna, vigile y corrija, de ser necesario, dijo.

En este sentido, el cardenal Farrell cargó en contra de los pastores que tienen “tentación a la uniformidad” de los movimientos eclesiales y que quieren imponer actividades en un rígido esquema pastoral diocesano.

Por otro parte, el presidente del gran dicasterio de los laicos insistió en el respeto de la libertad dentro de las diócesis y alertó sobre los exclusivismos, en el que algunas comunidades pueden dirigirse a ciertas “élites” y esta actitud pueden generar rechazo en contra de los fieles que no forman parte de tales movimientos.

 

Importancia de los laicos

En una conversación para Religión Confidencial, el cardenal Kevin Farrell aceptó que en el pasado la predicación del Evangelio era una tarea que realizaban principalmente los sacerdotes y religiosas, pero subrayó el importante papel de los laicos y las familias en el anuncio de la Palabra de Dios.

“Cada persona bautizada tiene la vocación de predicar el Evangelio. En el pasado, nosotros lo dejamos en las manos de los sacerdotes y religiosas y nosotros creímos que todo estaba correcto, pero tenemos que volver a las raíces… todos tenemos esta posibilidad, la vocación de predicar la Palabra de Dios. No es solo un trabajo de sacerdotes. La Iglesia no pertenece solo a los sacerdotes”, insistió.

De este modo, el cardenal Farrell enfatizó que “la gente debe sentirse responsable, involucrada” y añadió que "la fe cristiana no es solamente ir a Misa los domingos, sino que es vivir en la realidad del mundo y cada día brindar los valores del Evangelio, y allí, -concluyó- los laicos tienen la primacía de la evangelización. Las familias también, ellos tienen la obligación de enseñar a ser familia y a testimoniar la Palabra de Dios hoy”.

 

El papel de la mujer

Al iniciar la sesiones, intervino a nombre de todas las comunidades eclesiales presentes una mujer: Maria Voce, presidente del Movimiento de los Focolares, fundado por Chiara Lubich.

En declaraciones para RC, Maria Voce destacó el papel de la mujer en la Iglesia hoy al explicar que la fundadora del Movimiento de los Focolares “pensaba en María como el cielo azul que contiene el sol, la luna y las estrellas” y que “en esta visión, si el sol es Dios y las estrellas los santos, María es el cielo que las contiene” por lo que concluyó que “la mujer en la Iglesia debe tener esta función, que puede existir solamente en la complementariedad con el carisma petrino”.

En esta línea, Maria Voce aseguró que la complementariedad entre el hombre y la mujer está inscrita en el diseño divino. “Complementariedad que vale también para los consagrados -afirmó- aunque si uno renuncia a las relaciones sexuales, no puede renunciar a esta dimensión de la relación con el otro. Esta es la dimensión que buscamos vivir en todos los niveles y en las diversas situaciones en el Movimiento de los Focolares”, aseveró.

 

Diálogo entre cristianos

En el marco de la actual semana de oración por la unidad de los cristianos, Maria Voce destacó también el diálogo ecuménico que entablan con fieles de diferentes confesiones cristianas.

“Hay un diálogo de la vida que camina, con gran valentía” y en el Movimiento de los Focolares, explicó, forman parte personas que pertenecen a diferentes iglesias cristianas, “estamos llamados a realizar el testamento de Jesús: que todos sean uno”.

Y así, la presidente de los Focolares animó a que la Iglesia “se preocupe y se comprometa en formar a los propios fieles para exprimir su identidad” pero también insistió en la necesidad de “arriesgarse en una recíproca acogida y reconocimiento, porque, si no se arriesga, no se va hacia adelante, si no se realiza con valentía este paso nos detiene”, afirmó.

Por último, Maria Voce reconoció que se ha ido más despacio en la historia “por miedo”. Por eso exhortó a que “es necesario pasar por encima de estos muros… será difícil, pero es necesario arriesgarse para caminar y alcanzar la unidad… lo importante es que se realice y que nosotros demos el paso que Dios nos pide hoy. Y hoy nos pide trabajar en esta dirección, es decir, reconocernos al menos hermanos entre los cristianos”, concluyó.

 

Twitter: @mercedesdelat