Vaticano
Piden al Santo Padre que les proteja de las injusticias de gobiernos y empresas

 

El Papa en Perú: los pueblos indígenas amazónicos tienen un aliado que defiende sus vidas y culturas

 

Crónica del responsable de comunicación de los Dominicos en España: Puerto Maldonado recibe a Francisco con cánticos y esperanza

 

 

Santi Vedrí, responsable de Comunicación de los Dominicos en España relata para Religión Confidencial su experiencia en Puerto MaldonadoEl Papa ha visitado Perú y ha querido comenzar su viaje en la ciudad de Puerto Maldonado, en plena selva amazónica: “He deseado mucho este encuentro. Quise empezar por aquí la visita a Perú”, afirmó. Un claro gesto de cariño y preocupación por los pueblos indígenas, que nunca han estado tan amenazados como ahora.

 


 

 

La pequeña ciudad del sureste peruano ha estado preparándose para el gran evento durante meses, pero ha sido durante los últimos días cuando Puerto Maldonado ha ido cambiando su cara: carteles que daban la bienvenida a Francisco han ido llenando sus calles, periodistas de todo el mundo han aterrizado en la ciudad, y sobre todo, plumas, pinturas, danzas y cánticos indígenas han ido coloreando la capital del departamento Madre de Dios.

Comunidades nativas venidas desde todos los rincones de Perú, desde Brasil y desde Bolivia principalmente, han viajado durante días para encontrarse con el Santo Padre en autobús, en canoa, en avión, caminando o combinando varios de estos transportes.

 

Emoción por ver a Francisco

Algunos grupos empezaron el encuentro a las seis de la tarde del día anterior con una vigilia festiva en el centro de la ciudad. Desde allí, acabaron peregrinando en procesión hacia los alrededores de la explanada del Instituto Tecnológico Jorge Basadre, donde Francisco se reuniría horas más tarde con 60 000 personas. Llegaron allí a las tres y media de la madrugada, pero no eran los primeros de las largas colas. La emoción por ver al Papa de la Laudato si’ ha superado todas las expectativas.

Los que aguardaban en las diferentes zonas de concentración para ver al Papa no podían ocultar sus caras de ilusión, nervios y, sobre todo, de mucha alegría. Y es que se sienten apoyados por un Papa que les entiende, que pone de manifiesto ante el mundo sus problemas y que denuncia las injusticias que vienen sufriendo desde hace tiempo: "La amenaza contra sus territorios viene por la perversión de ciertas políticas sin tener en cuenta al ser humano" comentó Francisco.

 

Más de 3.500 indígenas

Pero el encuentro más significativo ha tenido lugar un rato antes, a escasos metros de la explanada. En el coliseo Madre de Dios más de 3.500 indígenas han disfrutado de un emotivo encuentro con Francisco al que recibieron con un "Gracias por venir, porque lo necesitábamos".

En el coliseo los pueblos originarios han obsequiado a Francisco con multitud de regalos artesanos y danzas típicas de cada una de sus culturas. En sus discursos, han pedido al Papa que les defienda de las muchas “crueldades e injusticias” que sufren por parte de gobiernos y grandes empresas.

Un pueblo que se va sintiendo empoderado, que se va organizando en estructuras colectivas y que poco a poco va sintiéndose parte de una Iglesia que ya siente como suya, a la que conocieron gracias a misioneros y misioneras que dejaron sus vidas defendiéndoles: “Su llegada, Papa Francisco, hace recordar a los Harakbut al Apagntonë, misionero dominico José Álvarez, gracias a quien estamos vivos. El espíritu de nuestros antepasados nos acompaña. Le pedimos que nos defienda”.

Tras la visita del Papa, queda un pueblo multicultural más motivado, que siente que tiene un amigo que les defiende y se interesa por ellos, un aliado que defiende la vida, la tierra y las culturas.