Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

Contacto

Nº 557

7 de feb. 2018

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. Absuelven en España al “médico ortomolecular” implicado en la muerte de un joven por leucemia.

2. Presidente de los médicos españoles: ni una muerte más por las pseudoterapias.

3. La homeopatía sigue en el centro de diversas polémicas.

4. Un naturópata español asegura curar el cáncer “sin hacer nada”.

5. Médico de Costa Rica sobre las pseudoterapias: “no es correcto engañar a las personas”.

6. España: las pseudociencias preocupan a la sociedad asturiana.

7. Médico mexicano pide la prohibición de la Nueva Medicina Germánica.

8. Presentadores de televisión en España divulgan las pseudoterapias.

9. Denuncian que el Jardín Botánico de Valencia difunde pseudoterapias.

10. Los oncólogos españoles, preocupados por el auge de las pseudoterapias.

 

 

1. Absuelven en España al “médico ortomolecular” implicado en la muerte de un joven por leucemia.

FUENTE: El País – Redacción Médica

 

 

“Papá, me he equivocado”, dijo Mario Rodríguez, un joven estudiante de Físicas, cuando con 21 años se vio cerca de la muerte tras abandonar durante semanas el tratamiento contra la leucemia que le habían propuesto en el hospital. “No te has equivocado, hijo, te han mareado”, le repetía su padre, Julián Rodríguez, poniendo el dedo acusador sobre el curandero José Ramón Llorente, un hombre sin formación sanitaria que se presentaba como especialista en “medicina naturista y ortomolecular”. Rodríguez, tras una larga lucha, consiguió sentar a Llorente en el banquillo.

Ahora, según informa Javier Salas en el diario El País, el juez ha absuelto a Llorente de los dos delitos de los que se le acusaba, intrusismo y homicidio por imprudencia grave. Rodríguez promete seguir plantando batalla y recurrir a la Audiencia Provincial de Valencia: “No puedo flaquear, no puedo flaquear ahora”, repite. El caso de Mario llegó hasta el Congreso de los Diputados, donde se debatió cómo conseguir que no se repita una situación similar.

Una sentencia sorprendente

En su sentencia, el juzgado de lo Penal número 10 quiere dejar claro desde el principio que no compra el relato de Rodríguez e incluso le afea que haya usado los medios para convertir este juicio en un proceso contra las pseudoterapias y quienes las practican. “No constituye el objeto de este procedimiento (...) si la denominada ‘medicina natural’ es una alternativa real y eficaz a los tratamientos médicos actualmente existentes contra el cáncer”, defiende el juez. “Lo que aquí́ se analiza es si puede atribuirse la muerte del joven Mario a título de imprudencia grave al acusado (...), lo que a la luz de las pruebas practicadas y en base a las consideraciones expuestas debe rechazarse”, concluye.

El juez rechaza que pueda culparse al curandero de la muerte de Mario Rodríguez. Primero, “porque en todo caso las decisiones últimas relativas al tratamiento, acertadas o no, fueron adoptadas de forma libre y consciente por el propio joven”. Segundo, porque no se puede “ponderar” hasta qué punto el retraso en su tratamiento provocó su muerte. En tercer lugar, porque “no parece que ninguna de las pautas alimentarias o compuestos o productos vitamínicos que el acusado prescribió al joven Mario hubiera podido influir negativamente en la evolución de su enfermedad”.

La sentencia recuerda los vídeos “divulgativos” en los que Llorente defiende que, por ejemplo, hay una clínica en Tijuana que cura el 70 % de los casos de cáncer con el tratamiento que dispuso para Mario. “La incidencia que opiniones como las que en dicho vídeo expresa el acusado pudiera haber tenido en el joven Mario a la hora de tomar una decisión en relación al tratamiento que debía seguir para curar su leucemia es algo distinto”, dice el juez.

Y reconoce: “No cabe duda de que, a la vista de las decisiones que adoptó, Mario pudiera haberse dejado seducir por la idea de curar de su leucemia sin tener que acudir al desagradable tratamiento de quimioterapia”. El joven se sometió a la primera fase de quimioterapia, pero retrasó varias semanas la segunda fase, como acreditó el médico en el juicio, hasta que sus analíticas revelaron una situación gravísima de la que no se repuso hasta su muerte el 3 de julio de 2013.

Por último, el juez desliza una duda sobre el personal especialista del hospital que trató al paciente cuando finalmente aceptó el tratamiento médico tras semanas de abandono: “Tampoco existe pericial alguna que determine en qué medida el tratamiento adoptado a partir del segundo ingreso del 24 de abril de 2013 fue el más indicado”. Por todo esto, el juez considera que no se puede imputar al curandero Llorente la muerte del joven, porque no ha quedado probado que le aconsejara el abandono de la quimio.

“En ningún momento le dijo a Mario que abandonara la quimioterapia para curar su leucemia simplemente ingiriendo vitaminas o tomando semillas de albaricoque. Que el joven albergara la esperanza de que así fuera es una cosa totalmente distinta”, reza la sentencia. Además, en la sentencia queda acreditado el papel que desempeñó la madre, fallecida en diciembre, a la hora de adoctrinar al joven en la creencia de que las falsas terapias sirven para curar.

El padre recurrirá

El otro delito que se le imputaba al curandero es el de intrusismo. Esto es, fingir capacidad y conocimientos para diagnosticar y proponer tratamientos a clientes. En su argumentación, el juez reconoce que no tiene titulación sanitaria, aunque resalta su título de licenciado en Naturología por la Universidad Internacional de Ecuador y admite que en su falsa consulta contaba con un cartel que rezaba “Medicina naturista y ortomolecular”, que tuvo que ser retirado por Sanitat tras la denuncia de Rodríguez.

En todo caso, el juez considera que lo que el acusado prescribió a Mario no eran “medicamentos en los términos prevenidos” en la ley, aunque reconoce que en dos casos los médicos del hospital tuvieron que interceptar sus preparados porque estaban completamente contraindicados con la quimio. Es decir, le recetaba productos que podían poner en riesgo su salud sin saberlo. De nuevo, el juez no considera que se pueda condenar a Llorente por fingirse médico.

Julián Rodríguez anuncia que recurrirá a la Audiencia Provincial de Valencia, que ya le ha dado la razón en dos ocasiones, después de que en los juzgados le negaran el juicio a Llorente. La Audiencia sí consideraba que “como mínimo”, se le debía juzgar por el delito de intrusismo: “Le prescribía a Mario un tratamiento que decía ser contra el cáncer, que interfería en su recuperación, por llevar algunos elementos contraproducentes, como hongos o alcohol, o imponía su autorización y visto bueno a los pasos del tratamiento médico auténtico que precisaba Mario por su leucemia, pautándole personalmente el programa de su tratamiento, ajustándole la medicación”, explicaron los magistrados de la Audiencia.

Detalles del juicio

Según informaba en el mismo diario Kristin Suleng, antes de conocerse la sentencia, la acusación particular, ejercida por el padre de Mario, solicitaba para el acusado una pena de dos años de prisión por delito de intrusismo y cuatro años de prisión por delito de homicidio por imprudencia. También reclamaba una indemnización de 500.000 euros por daños morales en materia de responsabilidad civil.

Llorente, que ha calificado la relación que le unía al joven como “de amistad, casi como la de un padre y un hijo”, ha reconocido al fiscal que no pose título de médico y ha negado que se presentara al paciente como tal. “Mario no quiso la quimio. Yo no le dije que le curaría. No le receté ni le prescribí nada, sino que le aconsejé unas pautas dietéticas complementarias, nunca con una finalidad curativa sino para fortalecer su cuerpo”, ha asegurado el denunciado.

Llorente ha insistido en que recomendó al joven seguir la quimioterapia y someterse al transplante de médula ósea. El acusado, que ha dicho que ha practicado la “nutrición ortomolecular” durante 46 años, ha eludido contestar al interrogatorio de la letrada de la acusación particular, quien ha recordado a Llorente su vinculación a la revista Discoverysalud como miembro del consejo asesor de la publicación, en la que se han divulgado artículos contra la quimioterapia y a favor de los beneficios de tratamientos alternativos como la vitamina C y B17.

Entre los testigos, el padre del joven ha defendido que su hijo abandonó la terapia influenciado por los consejos de Llorente, como relató a Materia, y ha recordado que, en la primera visita a la consulta de Llorente, éste calificó a los médicos que habían tratado a Mario en el hospital, tras revisar el informe hospitalario del primer ingreso, como “muy burros”.

Además de los testimonios de una tía materna y amigos de la infancia y de adolescencia de Mario, que han confirmado la relación de confianza que le unía Llorente y el rechazo del joven a la quimioterapia a favor del tratamiento alternativo, también han prestado declaración los hematólogos que siguieron la evolución del joven en el hospital Arnau de Vilanova.

“No es suficiente la denuncia pública. Mientras no haya sentencias firmes en los tribunales no sentaremos precedentes jurisprudenciales. Hay que denunciar, de lo contrario nunca podremos acabar con los falsos terapeutas Me gustaría que este caso marcara un precedente. Pero realmente marcaríamos un precedente si los alcaldes y los concejales y los inspectores de Sanidad hicieran cumplir la ley y que 15.000 centros como el de José Ramón Llorente fueran cerrados. Hay leyes que impiden que esos centros puedan impartir o difundir terapias, sin embargo ni alcaldes ni Sanidad hacen absolutamente nada”, ha afirmado el padre de Mario a El País tras el juicio.

“No podemos dejarnos llevar por las creencias, sino que debemos basarnos en lo que nos demuestren las terapias científicas, los ensayos clínicos demostrados, nunca por lo que diga un amigo o un señor que aparezca en YouTube. Hemos hecho un buen trabajo aportando las pruebas, hemos explicado lo que ocurrió y es la justicia la que debe hablar ahora. Si la sentencia no es favorable, seguiré luchando hasta que me muera”, ha recalcado Rodríguez.

Desconocimiento en la Justicia

Julián Rodríguez salió con una sensación extraña y de incredulidad del juicio a José Ramón Llorente, según explica Jesús Arroyo en Redacción Médica. Rodríguez confiesa que se “extrañó al ver el desconocimiento total que existe en la justicia sobre las terapias alternativas”. “Los jueces trataban a José Ramón Llorente como si fuera médico, a lo que yo les interrumpían e intentaba corregirles de su error. Existe un gran desconocimiento sobre las terapias alternativas y pseudoterapéuticas y el daño que estas provocan en la sociedad”, señala con impotencia Rodríguez.

El juicio se alargó durante más de cinco horas. En él, según relata Julián Rodríguez, Llorente intentó hacer culpables a los médicos que trataron a su hijo de la leucemia a los que calificó de “muy burros”. Precisamente, el acusado insistió en que recomendó al joven seguir la quimioterapia y someterse al trasplante de médula ósea. También rechazó responder a las preguntas de la acusación particular, y obvió la factura de más de 5.000 euros que les cobró a los padres de Mario por aplicarle durante seis meses un tratamiento basado en medicina ortomolecular.

Rodríguez esperaba que ésta fuera una de las primeras sentencias firmes que cree concienciación en la sociedad sobre el peligro de las terapias alternativas. “No es suficiente la denuncia pública. Mientras no haya sentencias firmes en los tribunales no sentaremos precedentes jurisprudenciales”, señalaba este padre coraje, que hacía un llamamiento a “alcaldes, políticos y concejales para que actúen contra las terapias pseudocientíficas”. Finalmente, no ha sido así.

ARRIBA

 

2. Presidente de los médicos españoles: ni una muerte más por las pseudoterapias.

FUENTE: ABC

 

 

Tras la sentencia absolutoria a un curandero especializado en “medicina naturista y ortomolecular” tras la muerte de un joven español de 21 años por leucemia (cuyo tratamiento fue dejado de lado por hacer caso al falso médico, tal como se ha relatado en la noticia anterior), el diario ABC ha publicado un artículo firmado por Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial, el órgano que aglutina a los colegios oficiales de médicos de toda España. Lo reproducimos a continuación.

Nuestra responsabilidad profesional con los ciudadanos y con los pacientes, en defensa de su salud y de la mejor asistencia posible, nos obliga a denunciar públicamente, y a poner en conocimiento de las autoridades sanitarias y de las administraciones públicas, aquellas pseudoterapias y pseudociencias que son peligrosas, así como a quienes las practican.

La salud se ha convertido en un espacio donde campean a sus anchas todo tipo de personas sin escrúpulos, que, aprovechándose de la debilidad, el sufrimiento y la falta de esperanzas de muchos pacientes y familiares, engañan con falsas promesas de curación, sin importarle la gravedad, la causa ni el pronóstico, y mucho menos si se dispone de tratamientos que han demostrado su evidencia. Y lo hacen con afán de lucro, obteniendo pingües beneficios de sus actividades.

Algunos, los más peligrosos, tratan de convencer a la gente, en su ignorancia y en su desesperación por el sufrimiento que padecen, de que las enfermedades como el cáncer son consecuencia de procesos emocionales, y como tal deben abandonar tratamientos «innecesarios y nocivos» y, en muchos casos, hasta su entorno familiar, llegando a convertirse en verdaderas sectas sanitarias. Otros siguen empeñados en destacar bondades de remedios mal llamados «naturales» alejando al paciente de entornos sanitarios de diagnóstico precoz y tratamientos efectivos.

Toda esta realidad, es lo que llevó a la Organización Médica Colegial a poner en marcha, hace un año, el Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias que parte de las 139 prácticas recogidas en el documento sobre terapias naturales publicado por el Ministerio de Sanidad en 2011. De estas prácticas, algunas, adecuadamente utilizadas, aportan bienestar como el yoga, la hidroterapia o los masajes terapéuticos. Pero, hay otras que son realmente peligrosas y en esas queremos centrarnos para llamar la atención de las autoridades con el fin de que sean erradicadas.

Mientras tanto, damos la voz de alerta de todas y cada una de las que tenemos constancia, especialmente de aquellas acciones que se anuncian. Para evitar estas prácticas, se precisa la colaboración de los profesionales, de los colegios oficiales de médicos, de las Administraciones públicas, de entidades sanitarias y otros colegios profesionales, de asociaciones de pacientes, de afectados, y, por supuesto, de los medios de comunicación. Todos debemos alzar la voz contra estas prácticas que son un peligro para la salud pública.

ARRIBA

 

3. La homeopatía sigue en el centro de diversas polémicas.

FUENTE: Redacción Médica

 

 

Recogemos a continuación algunas noticias recientes en torno a la homeopatía y varias polémicas en las que se ha visto inmersa.

Disminuye su popularidad en Europa

Poco a poco la homeopatía va a perdiendo terreno. En el último año, varias organizaciones científicas como la FDA, la European Academies Science Advisory Council (Easac) y la propia la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF) se han posicionado contra esta pseudoterapia, que también afronta un momento difícil en el terreno económico. Al menos en Europa, sus ventas no paran de descender, según informa el medio digital especializado Redacción Médica.

Así lo muestran los resultados que acaba de presentar la compañía francesa Boiron, el gigante de la homeopatía en el viejo continente. Según los resultados correspondientes a 2017 que acaba de presentar, sus ventas se redujeron un 7,3 por ciento, hasta los 155 millones de euros (ocho millones menos que en 2016). Los ingresos de Boiron en Europa descendieron, concretamente, en el primer, segundo y cuarto cuatrimestre del año que acaba de terminar. La mayor caída de ventas se produjo entre mayo y agosto, con una reducción por encima del 13 por ciento.

Sin embargo, más llamativo es todavía el desplome de esta empresa en Rusia, uno de sus espacios geográficos más estratégicos. Según los datos de la multinacional de pseudociencias, en este país las ventas se redujeron un 13,3 por ciento. Esto ha provocado que, a pesar de que los ingresos en Estados Unidos y Francia se mantuvieran, la cifra total del negocio homeopático de la compañía gala cayera hasta los 310 millones de euros, tres menos que en 2016.

Todo esto ha llevado a la compañía a admitir que, cuando se haga el cálculo de todo el año fiscal, no va a haber cifras positivas. “El ingreso operativo de 2017 debería ser inferior que en 2016”, reconoce en el documento de resultados. Y ello a pesar de que en sus cotos clásicos de ventas, como Estados Unidos o Francia, Boiron ha mantenido los ingresos.

El Colegio de Enfermería de Baleares la defiende

“Acupuntura, homeopatía, terapias manuales y fitoterapia (herbal) son las terapias naturales que más evidencia tienen en el mundo”. Ésta es una de las afirmaciones que la enfermera Paloma Echevarría ha pronunciado el pasado 25 de enero en una jornada sobre terapias naturales organizada por el Colegio de Enfermería de las Islas Baleares. La ponencia ha sido titulada “Situación actual de la investigación en Terapias Naturales desde la visión #enfermera: metodología y aplicación práctica”, y ha tenido lugar en el propio colegio de Enfermería.

“Las terapias naturales llegan a la causa del problema, tratan al ser humano al completo, mientras la biomedicina solo llega a los síntomas”, ha explicado Echevarría, quien también señala que “la presión de las farmacéuticas en contra de las terapias naturales es muy fuerte. Hay grandes intereses para que no se desarrollen; pero los pacientes se merecen un esfuerzo, si queremos tratarlos bien y de forma global (enfermera)”.

No es la primera vez que el Colegio de Enfermería de las Islas Baleares apoya iniciativas como esta. El colegio apoya y comparte en su página web una guía de buenas prácticas elaborada por el Consejo de Colegios de Enfermeros y Enfermeras de Cataluña, en la que se trata de justificar y aportar evidencia científica a este tipo de terapias.

“Yo no estoy en contra de la evidencia, pero hay que hacerla de forma metodológicamente correcta. Las distancias se miden en metros, no en litros. No se puede hacer análisis clínico de las terapias naturales”, ha alegado Echevarría al tiempo que loaba a las pseudociencias. Según la enfermera, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que hay una falta de metodología y estudio adecuada para evaluar las terapias naturales y recomienda otro tipo de metodologías. “El ensayo clínico no es adecuado para evaluarlas” ha asegurado.

ARRIBA

 

4. Un naturópata español asegura curar el cáncer “sin hacer nada”.

FUENTE: El Español

 

 

Durante años, el español Txumari Alfaro fue publicitando sus remedios sin base científica de televisión en televisión. En su clínica de Pamplona, ingresa casi 120.000 euros al año. Dice que para “limpiar el hígado” hay que introducirse enemas de café vía anal. Lo cuenta Brais Cedeira en El Español, en un reportaje dentro de la serie que está dedicando a los nuevos curanderos en el ámbito de las terapias naturales.

100 % de curación

Txumari Alfaro tiene 66 años y se encuentra solo en medio del escenario. Tras el parón en su conferencia, retoma la palabra. Algo le ha llamado la atención en el descanso: “En la comida, han venido varias mujeres y han hablado conmigo. Me han comentado lo del cáncer de mama… Efectivamente, pues que ellas tenían una hija… Las tres. Ha sido maravilloso, solo por estas tres mujeres que lo han entendido. Me decían: Txumari, ¿qué hacemos ahora? Nada. Ahora la terapia consiste en no hacer nada. Solamente tomar conciencia de que el cáncer de pecho que tienes en la mama izquierda…”.

Txumari continúa: “Ella me dice: es que Txumari, mi hija tiene una enfermedad muy grave. Un problema muy importante. Y le digo: no importa Porque tu consciente acaba de permitir al inconsciente que lo integre para tomar conciencia de que la solución biológica que tú quieres dar a ese hijo… Ya eres consciente. Solamente con esta toma de conciencia ya verás cómo los médicos te dicen que te bajan los marcadores tumorales, te bajan a bajar la medicación, que te tienen que dar menos quimio… ¡Porque no la vas a necesitar! Y ahí es donde yo quiero incidir para conseguir el 100 % de curación en las mujeres con cáncer de mama”.

Esto ocurrió el pasado mes de enero. Fue en el hotel Barceló Sants, donde se celebraba el Congreso Internacional “Un mundo sin cáncer”. A él estaban invitados, entre otros, Josep Pàmies, un controvertido falso gurú conocido por recomendar plantas como el kalanchoe o la stevia para, según él, curar el cáncer y todo tipo de enfermedades. Pero el protagonista fue otro. Txumari Alfaro vestía chaqueta, azul, camisa. Elegancia en el vestir para disfrazar el mensaje. Tras uno de los recesos, soltó la parrafada del principio. A la semana siguiente se armó la gorda cuando comenzaron a lloverle toda clase de críticas.

Aunque muchos descubrieron aquel día a Txumari Alfaro, lo cierto es que no es una voz desconocida. Se trata de un tipo que lleva años y años apareciendo en todas las televisiones para vender falsos remedios con los que curar casi cualquier cosa. Escribe la media de un libro al año. En sus páginas, enlata todos esos falsos consejos naturales. Luego los vende a un módico precio, entre los 10 y los 30 euros. Hemos tratado de indagar un poco más en quién es este personaje. Estamos ante un tipo que, por ejemplo, recomendaba en su espacio en Televisión Española beber un vaso de la propia orina cada mañana. O que recomienda terapia de hipnosis y regresión para el cáncer de pulmón. Este es Txumari Alfaro.

Su etapa en la tele: La Botica de la Abuela

Llevamos viendo a Txumari Alfaro desde hace años en nuestras pantallas y no nos hemos dado cuenta. En cierta forma, es un personaje cuya voz se ha propagado con fuerza por todas las televisiones públicas. El nombre del programa que fue su primera experiencia televisiva les sonará: en 1996, después de dirigir un centro de Naturopatía, lo pusieron a presentar el programa “La Botica de la Abuela” en Televisión Española, un espacio en el que tuvo carta blanca para promover todo tipo de remedios ‘naturales’.

Uno de esos remedios amplificados gracias al altavoz de las televisiones se emitió en Intereconomía. Tenía que ver con algo que Txumari llamaba limpieza del hígado. Consistía en introducirse café por el ano. Según el naturópata, con esto se lograba una limpieza total. “De niño recuerdo que era normal que nuestras madres nos purgaran con enemas. Parece que esa práctica está en desuso. Pero yo hoy os voy a proponer un enema de café que es el más poderoso desintoxicante del hígado y del intestino. El café, cuando se absorbe por vía digestiva, llega al hígado una toxina alfametixaltina que es altamente tóxica. Pero cuando llega por vía rectal, llega en forma de cafeína, porque se absorbe directamente al hígado. Cuando llega al hígado, lo que hace es arrastrar toxinas, bilis y todas esas piedrecitas y el intestino va a quedar totalmente limpio”.

Txumari dice que lo ha hecho “en más de una ocasión”. Sobre la mesa de la cocina en la que empieza a hervir el café, la cocina en la que se graba el programa, tiene la pera de goma con la que introducir el café por el ano. “Se aplica aceite y, en posición lateral, lo introducimos por el ano. Es uno de los mejores remedios. Es fabuloso. En mi familia, varias personas con piedras en vesícula biliar, éstas desaparecieron”.

Tales son sus remedios mágicos. No es el único. Txumari ha hablado en decenas de ocasiones de los beneficios de la urinoterapia. Abiertamente, en su programa en la cadena pública, así como en todo tipo de entrevistas, promueve el siguiente remedio. “No tenéis que tener precaución ni miedo. Con nuestra propia orina haremos orinoterapia. Veréis cómo os sorprendo, veréis cómo con orina se pueden tratar distintas cosas, como la caspa”. El remedio consiste simplemente en beberse cada día un vaso de la micción mañanera. Lo dice con total seriedad. “En China hay 35 millones de personas que lo practican”.

Hay constancia de Txumari promoviendo estos remedios tanto en Televisión Española como en ETB, la cadena pública del país vasco. No son los únicos medios en los que ha participado. En el año 2000 se bajó del barco de la televisión pública y dio el salto a Antena 3. Se llevó consigo el formato del programa de TVE y le cambió el nombre. Se convirtió en “La botica de Txumari”. Sólo le duró tres meses, de enero a abril.

Ese mismo año, le volvemos a ver en aconsejando remedios alejados de la medicina convencional en el programa “A tu lado”, de Telecinco. En 2008, La Sexta le fichó para el programa “Salud a la Carta”. En 2011, entra en Intereconomía con “Los consejos de Txumari”. Lo último que sabemos de él es lo que hemos visto estos días: uno más en ese circuito de congresos que siguen produciéndose por toda España en los que se promueven todo tipo de ideas rechazadas por la medicina. Como el que mencionábamos al principio de esta historia.

Una barbaridad... y un peligro

Sobre lo que dijo en esa conferencia, la Asociación Española contra El Cáncer marca con claridad las distancias en conversación con El Español: “Lo que ha dicho este hombre es, no sólo una barbaridad, sino que puede suponer que si muchas mujeres siguieran sus consejos, morirían por cáncer de mama. Si a una mujer con cáncer de mama se le dice que no haga nada muere. Punto. Para que te hagas una idea: un tumor de mama de 1 cm podría tener mastectomía parcial, un tratamiento no muy agresivo y un % de posibilidades de superar la enfermedad muy elevado (podría ser incluso, dependiendo del tipo que fuera del 87 %). Si no se hace nada, en 3 meses ese tumor es ya de 5 cm (también dependiendo del tumor), la mastectomía sea total y el tratamiento mucho más agresivo disminuyendo la supervivencia”.

Desde la Asociación para Proteger al Enfermo de las Terapias Pseudocientíficas (APETP), Elena Campos nos dice que este tipo de naturópatas son un auténtico peligro: “Lo más alarmante es que individuos con pensamientos y creencias como él campan a sus anchas, no sólo dando charlas, cursos o comercializando sus remedios haciendo uso de recursos privados como hoteles, sino aprovechando espacios públicos cedidos por ayuntamientos, universidades y otras entidades a las que debería dar vergüenza colaborar en la difusión de estas aberraciones sobre la enfermedad y la salud”.

La farsa de la iridiología

El único título que Txumari dice poseer no es ni siquiera un título. Ni siquiera un certificado de nada. Es tan sólo una leyenda. Esta leyenda dice que un niño húngaro hirió en una ocasión a una lechuza. Cuando se acercó a ella a sanarla, advirtió una pequeña mancha en el iris, que empezó a desaparecer en cuanto sanó. Según cuenta en sus perfiles digitales, Txumari se doctoró en Naturopatía, Iridología y Acupuntura y Moxibustión por la asociación Francesa de Iridología Renovada y la Academia Canadiense de Iridología en Escondido, California (EE.UU). Una asociación que no tiene ni página web.

Según las teorías de la iridiología, una entre mil de todas las pseudociencias que hay a día de hoy, el iris está dividido en doce partes y cada una se conecta de forma mágica con una parte del cuerpo humano. Desde esa parte del ojo, dice Txumari, se puede llevar a ver el futuro, se pueden predecir enfermedades. Esta terapia alternativa es la especialidad en la que Txumari dice ser experto.

Alfaro es también amigo y compañero de Enric Corbera. Ambos defienden, como vemos, la teoría de que el cáncer y otras enfermedades se curan sin tratarlas. Que proceden de conflictos del pasado. Que para sanar lo que hay que hacer es aislarse, alejarse de la familia, no relacionarse con nadie. Lo que llaman el período “de cuarentena”. Desde la Organización Médica Colegial y desde RedUne (una asociación a nivel estatal para la prevención de la manipulación sectaria y asociada con la OMC) llevan años denunciando este tipo de prácticas que confunden a los ciudadanos entre lo que es medicina y lo que no.

¿Cómo es posible que este y otros promotores de la pseudociencia se cuelen en congresos, universidades, cursos y demás? En la APETP llevan años desenmascarándolos. “En general, se trata de casos en que se nos reconoce que “se la han colado” o “no eran conscientes de lo que iban a alojar”. En otras ocasiones, cuentan con la legitimación por parte de estas entidades e instituciones, ya sea por inacción ante los hechos o por invitación directa. Que un hotel aloje estas charlas o congresos, es deplorable, debería ser perseguible como delito contra la salud pública y publicidad engañosa, pero no deja de ser cuestión económica para el hotel”.

En los últimos años, en esta asociación han detectado cómo incluso estas tendencias se han infiltrado en las universidades. “Ahora, cuando son estas quienes se lucran con esta lacra a través de cursos y másteres propios, el problema se agrava aún más: se está formando a futuros hipotéticos profesionales sanitarios en algo que contraviene el conocimiento y pondrá en riesgo la salud de usuarios y pacientes, el alumno está tirando su tiempo y dinero a la basura. Además, está siendo engañados vilmente por una institución que es académica y de prestigio que ampara a peligrosos chamanes del siglo XXI”.

En la botica de Txumari: biodescodificación

Además de los ingresos por las televisiones y los libros, Txumari tiene un centro en Pamplona llamado Alfiba, casi al lado de los juzgados de la ciudad. Allí lleva dos décadas. En el año 2016, según ha podido saber El Español, ingresó un total de 119.444 euros. Todo fueron ganancias: unos 13.630 euros de beneficio en su negocio local. Pero, ¿qué es lo que hace realmente allí?

Hace unos días, un hombre fue atendido en la clínica. Buscaba “consejo” para su madre. Aquejada de cáncer de pulmón, llevaba 6 meses con el tratamiento de la quimioterapia. Su hijo preguntó en el centro de Txumari por “otras alternativas”. Txumari no salió a atender, aunque estaba allí. En su lugar, acudió una de las tres empleadas que tiene a su cargo.

- Porque ¿qué es lo que me ofrecería Txumari?

- Txumari lo que está haciendo es complementar la medicación que tiene que tomar los pacientes de cáncer. Lo que hace es tratar el origen emocional.

- ¿Eso qué quiere decir?

- A ver, sería interesante que en la página web que no está actualizada deberías leer un poco del tema. Es muy interesante, ha de ser tu madre la que quiera venir aquí.

- Y esto… ¿es complementario a la quimio?

- Eso es, para complementar lo que ella se esté tomando. Si tiene una quimioterapia muy fuerte quizás se pueda complementar con productos que vayan bien para limpiar el hígado.

- Vale. Lo que necesito es un poco de contexto para explicarle a ella lo que es eso de la biodescodificación...

- Es ir al origen emocional que desencadenó la enfermedad que tiene tu madre y trabajar sobre ese hecho traumático que desencadenó la enfermedad.

- Algo que a ella le haya pasado, y que es lo que ha desencadenado.

- Van por ahí los tiros, sí.

- Entonces, ¿luego que se hace para ayudar a curarla?

- Biodescodificarlo. Y luego trabajar. Sería estar en una terapia de regresión para llegar al punto donde se causó este hecho traumático. Trabajarlo, y después perdonarlo.

ARRIBA

 

5. Médico de Costa Rica sobre las pseudoterapias: “no es correcto engañar a las personas”.

FUENTE: El Mundo

 

 

Con el título “Hablemos claro sobre las medicinas alternativas”, el diario costarricense El Mundo ha publicado un artículo firmado por Danny Paredes Rodríguez, médico especialista en Medicina Interna. Lo reproducimos a continuación.

Suena pretencioso decir que –dentro de las formas de conocimiento– la ciencia tiene el método que produce las mejores aproximaciones a la verdad, pero lo cierto es que las predicciones que realiza suelen ser las más precisas. Resultados que no tienen por ejemplo la intuición, la fe, ni la imaginación artística. Aunque no en todos los casos se siga el mismo método, la fortaleza de la ciencia se basa en la obstinación por verificar o refutar de sus ideas, y con suerte generar nuevas explicaciones, más completas o más exactas. Las pseudociencias –por su parte– son “disciplinas” impostoras que suelen pasar por ciencia real a personas con poco conocimiento específico de la materia.

Ahora bien, ¿es efectivamente la Medicina una ciencia? En los aspectos fundamentales sí. Las bases de la medicina moderna son científicas, sobre todo la fisiología y fisiopatología, es decir las explicaciones del funcionamiento del cuerpo en la salud y la enfermedad. Tratamientos como la angioplastia, los antihipertensivos, y los antiretrovirales se basan en conocimiento de la fisiopatología.

Pero la práctica de la medicina que ha sido descrita como un arte, yo la describiría como una habilidad en múltiples aspectos: escuchar y examinar atentamente, elaborar hipótesis usando conocimiento actualizado, solicitar las pruebas correctas y escoger un tratamiento basado en guías clínicas o de ser posible la evidencia. Todo esto en un tiempo oportuno y con un trato humano.

Un ideal interferido por limitaciones tanto en los servicios de salud –largas listas de espera, imposibilidad de elegir médicos, carencia de medicamentos– como limitaciones en la misma práctica médica: enfermedades de difícil diagnostico o de pocas opciones terapéuticas. Por este motivo una satisfacción del cien por ciento sólo se logrará en algunas circunstancias y con algunos pacientes.

Mantener o recuperar salud es un derecho humano reconocido por la OMS, y a la vez una prioridad para la mayoría. Por eso si un servicio de salud no cumple nuestras expectativas, estaremos en búsqueda de alternativas porque como clientes o usuarios queremos al menos la libertad de escoger lo que nos parezca más apropiado para tratar nuestro cuerpo. ¿Por qué no entonces, usar alguna medicina alternativa?

Una medicina alternativa o pseudo medicina es aquella que propone explicaciones acerca de cómo funciona o se enferma el cuerpo, inconsistentes con lo que se ha demostrado que es cierto. Y es el que propone algo el que debe demostrar que es verdadero. Algunas postulan que hay una energía –¿cuál?– que circula por meridianos, o que existen chakras en el cuerpo o puntos en la oreja que afectan a otros órganos, o que la física cuántica explica que un pensamiento produce una enfermedad o que lo similar cura lo similar.

Son pseudociencias o en este caso pseudomedicinas porque no les interesa refutar sus principios o irlos afinando con nuevos hallazgos. Sus bases explicativas son lo que son desde que fueron creadas por algún personaje dotado de una particular intuición reveladora de la verdad. En cambio, las prácticas que no implican una fisiopatología “no convencional” como la fitoterapia o uso de plantas medicinales, no debería llamarse “medicina” sino terapia alternativa.

Las plantas están llenas de compuestos químicos y es probable que algunos de ellos modifiquen receptores celulares o produzca cambios moleculares demostrables. Por ese mismo motivo las plantas medicinales comparten con la terapia convencional, los medicamentos, la posibilidad de interacciones y efectos secundarios. En cambio, una pseudomedicina como la homeopatía o el reiki, que carece de principios activos reales, lo esperable es que no tenga efectos secundarios.

Unos cuantos ejemplos de pseudomedicina son acupresión, ayurveda, biomagnetismo, biodescodificación, flores de Bach, hidroterapia de colon, homeopatía, iridología, kambo, magnetoterapia, medicina cuántica, orinoterapia, osteopatía, quiropráctica, reflexología, reiki, terapia con ángeles, terapia quelante, terapia con cristales, y el toque terapéutico.

Suena contradictorio, pero de todas ellas podremos encontrar testimonios de eficacia. ¿Puede un ingeniero diseñar un buen puente usando ecuaciones matemáticas equivocadas? Por lo general no. Entonces, ¿cómo podemos explicar que estas prácticas con fundamentos falsos, produzcan mejoría o curación en algunas personas? ¿No es suficiente evidencia las anécdotas de casos en los que ha sido efectivo?

Dejando de lado que las anécdotas puedan ser falsas o manipuladas, el principal problema es que hay un porcentaje de personas que mejoran independientemente de lo que usted haga. Las explicaciones fundamentales son la evolución natural, que en algunos casos produce remisión espontánea, regresión a la media y en el caso de una “intervención”, por el efecto placebo.

Cuando una persona está convencida que ingiere un tratamiento que le va a funcionar, aunque sea una pastilla de azúcar o gotas de agua y tiene una respuesta positiva entonces ha tenido una respuesta tipo placebo. Como es lógico, aunque digamos un 20% de los pacientes disminuya su dolor con placebo, eso no autoriza a nadie a vender pastillas de azúcar como analgésicos.

En la práctica de la medicina el tiempo es importante. Un terapeuta alternativo puede dedicar 30 minutos a escuchar al paciente y otros 30 minutos en hablarle mientras lo toca ligeramente con piedras, agujas o pirámides. En ese tiempo el paciente se siente comprendido, valorado, cuidado. En esa relación más humana, yace el poder de la terapia alternativa. Exíjales a esos terapeutas cinco pacientes por hora y su tratamiento fracasará rotundamente.

Del efecto placebo no se escapa la medicina convencional. No podremos afirmar con certeza que un medicamento o terapia funcione, si no se ha comparado sus resultados contra el efecto de un grupo control o del placebo. Al tratamiento estadístico de estas observaciones obtenidas preferiblemente a través de experimentos lo más libre de sesgos posible, es lo que le llamamos evidencia.

El término pseudoterapia es más apropiado cuando se realizan afirmaciones engañosas de eficacia deliberadamente o no, ya que incluye tanto las pseudomedicinas como los verdaderos fármacos usados erróneamente, por ejemplo, usar la vitamina C o el bicarbonato para tratar el cáncer. Para hablar entonces de pseudoterapia habrá que haber examinado la evidencia en aplicaciones específicas.

¿Deben los médicos oponerse a las pseudomedicinas o coexistir con ellas aprovechando su efecto placebo? Desde hace muchos años el Colegio de Médicos de Costa Rica reconoce la homeopatía y acupuntura como especialidades médicas. Actualmente muchos colegas se han “especializado” en otras pseudoterapias que colindan con el curanderismo. Que un profesional de la salud defienda un sistema de curación sin bases científicas sólo puede explicarse por ingenuidad y/o afán lucrativo. No lo afirmo sólo por suponer que no funcionan, ni por defender a las mafias farmacéuticas, sino que he dedicado muchas horas a estudiar estas alternativas.

No es correcto engañar a las personas afirmando que se les va a resincronizar las vibraciones del ADN, desbloquear el chi o limpiar de toxinas. Nada de eso tiene sentido en relación cómo funciona el cuerpo realmente. Es más honesto decir: vamos a escucharte, vamos a hacer afirmaciones para crear expectación de mejoría, o vas a llevar este imán en la oreja para recordarte lo bien que te estás sintiendo, no por el imán sino por tus creencias sobre el mismo.

Las limitaciones de la seguridad social, los errores o malos tratos de los profesionales de la salud, se deben denunciar sin cesar hasta que se corrijan. Creo que, si todos queremos mejores servicios de salud por nuestro propio bien y de las futuras generaciones, la solución no es evadir los problemas recurriendo a las pseudociencias, sino enfrentarlos.

Es claro que las personas tienen derecho a acudir a cualquier pseudoterapia alternativa que deseen. Toda vez que sepan que pueden perjudicarse a sí mismos, que existen los charlatanes, el doctor cuántico, los vendedores de ilusiones, los falsos productos milagro. Una infección no se cura con reiki, un cáncer de estómago no se cura con homeopatía, una oclusión coronaria no responde a imanes. Ni los que reniegan de la medicina convencional pedirían una ambulancia para ir a consultorio alternativo en caso de situaciones graves.

En mi blog aseveracionesinfundadas he ido publicando la explicación de diversas pseudoterapias, como homeopatía, medicina germánica y factores de transferencia, del por qué sus bases no son científicas, la evidencia de eficacia y las conclusiones. También he realizado análisis de algunas prácticas no éticas de las grandes farmacéuticas y del uso médico del cannabis. Las investigaciones son de libre acceso, para que usted consumidor tome decisiones informadas.

ARRIBA

 

6. España: las pseudociencias preocupan a la sociedad asturiana.

FUENTE: La Voz de Asturias

 

 

“Las pseudociencias también buscan negocio en Asturias”. Con este titular, el diario La Voz de Asturias ha publicado un artículo en el que Raúl Álvarez cuenta que una de las mayores ferias itinerantes de la espiritualidad New Age y las terapias alternativas y peligrosas ha pasado dos veces por Gijón desde el año 2016. Mientras tanto, el Colegio de Médicos de la provincia alerta contra el intrusismo y el riesgo de daños graves a los pacientes

Con menos revuelo del causado por el reciente congreso de Barcelona, las pseudociencias también ocupan con asiduidad escaparates bien iluminados en Asturias. El foro ACCE, la gran feria itinerante de todas esas actividades engañosas que intentan parecer lo que no son en su afán de dotar de prestigio y credibilidad a prácticas sin ninguna base sólida, ha recalado dos años seguidos, en 2016 y 2017, en Gijón, donde el popular Txumari Alfaro dejó constancia de sus ideas sin respaldo sobre el origen de las enfermedades.

El agricultor ilerdense Josep Pamiès, gurú autoproclamado de la medicina alternativa que, para indignación de la comunidad médica, afirma curar el cáncer con las hierbas que él mismo cultiva y vende, visitó Langreo el año pasado, invitado por una asociación de vecinos a un acto con el respaldo del Ayuntamiento. Y las conferencias y charlas sobre asuntos esotéricos y presuntas terapias novedosas contra enfermedades muy graves están a la orden del día en los espacios públicos. Gijón, otra vez, fue escenario la pasada primavera de una polémica por la cesión de instalaciones municipales para este tipo de citas.

La pseudociencia, de moda

Aunque esos asuntos no siempre salten a los medios de comunicación o, cuando lo hacen, sea como como episodios menores que no merecen mucho espacio, hay quien lleva una cuenta minuciosa de cuántos son, intenta desenmascarar los falsos discursos que se esparcen en ese tipo de actos y cree que no debe quitarse importancia a su contenido. Desde octubre de 2015, funciona la Asociación de Divulgación Científica de Asturias, cuyos integrantes, escritores y blogueros con formación en distintas disciplinas, intentan disipar los mitos que rodean todo el universo de la espiritualidad y las medicinas alternativas con el uso de sus conocimientos y del legado racional de la Ilustración.

«La pseudociencia está de moda. Siempre la ha habido, pero ahora es más peligrosa que antes. Cuando se limitaba a perseguir ovnis y fantasmas, no tenía la capacidad de hacer daño a la salud de las personas», reflexiona Miguel Lurueña, miembro de la asociación, autor del blog 'Gominolas de Petróleo' y colaborador habitual de la radio pública RPA, donde desmonta todas las semanas bulos como la imposición de manos, el reiki o la medicina holística. Lurueña es nutricionista de formación y al combate con las dietas milagro dedica mucho espacio en sus entradas, pero todo está relacionado en un mundillo que atribuye propiedades sobrenaturales a muchos alimentos. «Asociar lo natural con la salud no tiene sentido», advierte.

Uno de los vocales de la asociación es el escritor mexicano Mauricio Schwartz, residente en Gijón desde hace dos décadas. Muy activo en las redes sociales y siempre dispuesto a meterse en una discusión con quien intente sostener verdades acientíficas, el autor anunció hace años que se mataría en público con un «suicidio homeopático» y procedió a administrarse una sobredosis de pastillas elaboradas por un naturópata que, como él sabía por adelantado, no le hicieron ningún daño, aunque tampoco le habrían hecho ningún bien en el caso de haber estado enfermo, porque no contenían ningún principio activo y, en definitiva, solo incurrió en un exceso de agua azucarada.

Además del suicidio imposible, Schwartz, socialdemócrata declarado, cuenta en su haber con La izquierda feng shui, un ensayo que levantó ampollas en algunos sectores progresistas a los que afeaba caer en actitudes reaccionarias al negar la ciencia y sus criterios universales de racionalidad y validez y dar crédito a prácticas o terapias falsas o nocivas solo por llegar envueltos en el romanticismo de lo alternativo y lo contrario a las prácticas de las multinacionales farmacéuticas.

Políticos crédulos en todas las siglas

Antes que un libro, la expresión «izquierda feng shui» fue un tuit. A Schwartz se le ocurrió en el 2010, al ver a la ministra de Sanidad de la época, Leire Pajín, con una pulsera que supuestamente ayudaba a equilibrar las energías del cuerpo y a cuidar la salud. Pero las actitudes que no tienen en cuenta la ciencia no están relacionadas con las ideas políticas. Uno de los remedios de su sucesora popular, Ana Mato, para reducir el gasto farmacéutico fue recibido con una rechifla generalizada entre los médicos y los científicos. Proponía sustituir la prescripción de algunos medicamentos en la sanidad pública por «alguna cosita natural».

Una de las primeras visitas de Pamiès a Asturias incluyó una parada en el colegio Jovellanos de Gijón, cuyo director era entonces el actual portavoz municipal de Xixón Sí Puede, Mario Suárez del Fueyo. Lurueña ha visto apoyos a derecha y a izquierda a actos que promocionan falsas terapias en instalaciones públicas. «Se amparan en la libertad de expresión. Y es cierto que en muchas ocasiones no se les puede negar el uso de los locales porque los reglamentos solo prohíben los discursos que incitan al odio y a la violencia. El problema es que son charlatanes, que mucho de lo que dicen es un engaño y un atentado a la salud pública y que a veces los políticos que deben tomar la decisión última sobre si se cede o no un centro social también creen en esas cosas. Los hay en todos los partidos y de todas las ideas», asegura Lurueña.

En sus intervenciones, intenta ser didáctico y respetuoso con las personas que recurren a las terapias alternativas. «Tienen enfermedades graves, mortales o muy penosas, y todos necesitamos creer en algo cuando estamos desesperados. A todos nos pueden engañar», señala. A quienes no perdona, sin embargo, es a quienes explotan esa vulnerabilidad ofreciendo remedios que no existen para las dolencias o recomendando dejar los tratamientos, como hizo Alfaro en Barcelona. Schwartz comparte ese enfoque.

Las razones de la popularidad

¿Por qué la gente recurre a recetas tan esotéricas? La desesperación es una fuerza imparable. Pero también, en casos menos graves, la desconfianza que la crisis económica ha dejado en todos los poderes establecidos o institucionales, opina el bloguero. El rechazo a lo instalado lleva a la gente a lo alternativo y sería un error pensar que el nivel cultural o la formación académica constituyen salvaguardas.

El caso de Steve Jobs, el fundador de Apple, quizá la empresa más citada del siglo XXI, es un ejemplo de cómo una persona inteligente, que prosperó gracias a sus conocimientos científicos y técnicos y contribuyó a dar forma al entorno tecnológico en el que hoy se mueve el mundo, rechaza el tratamiento médico del cáncer de páncreas en favor de una supuesta terapia natural completamente inútil. Pero Schwartz cita más casos de actores y músicos que dieron la espalda al saber médico y murieron por sus decisiones: los actores Steve McQueen y Peter Sellers, el músico Bob Marley. «Nos enteramos de sus casos porque son famosos, pero lo que me pregunto es cuánta gente anónima muere porque las autoridades no hace nada», se pregunta.

Contactos con el más allá a 90 euros la hora

Esa gente anónima tiene acceso fácil a citas como el Foro ACCE (por arte + cultura + ciencia + espiritualidad), como sus promotores lo presentan en su página web, una feria itinerante de conferencias, conciertos y mercadillos que pasó dos veces por Gijón en el plazo de año y medio. La ciudad le abrió su recinto ferial en la primavera de 2016 y el otoño de 2017 y en los carteles anunciadores podían verse los logos de la ciudad y de su Cámara de Comercio junto a los anuncios de conferencias sobre el desdoblamiento del tiempo, la comunicación con el más allá y la hipnosis cuántica, por citar tres ejemplos de disciplinas más que dudosas presentes en el programa.

El programa incluía también talleres sobre ese tipo de asuntos y consultas individualizadas con personas que se presentan como expertas en mediumnidad (90 euros por media hora de lecciones), medicina holística energética (35 euros por una hora) y el mensaje de las ocas (30 euros con reserva previa). Lurueña y Schwartz confían en que el escándalo suscitado en Barcelona ayude a crear la masa crítica suficiente de personas conscientes de estas prácticas y dispuestas a combatirlas.

Reacción del Colegio de Médicos

El Colegio de Médicos de Asturias, que en los últimos años presentó una denuncia por los daños físicos a una mujer que acabó hospitalizada en Cabueñes tras seguir un tratamiento naturista, mantiene una actitud de no pasar ni una en casos de intrusismo profesional o de bulos graves. «Un médico tiene pacientes y no clientes, a diferencia de quienes incurren en engaños, fraudes y delitos. Es fácil distinguirlos. Nadie debería hacer caso de tratamientos milagrosos para los problemas más difíciles de resolver ni de quienes garantizan el éxito en el 100 % de los casos. Los profesionales de la medicina no nos atrevemos a eso, aunque nos comprometemos a poner todos los medios necesarios para la curación en cada caso», explica el presidente de la organización médica asturiana, el traumatólogo Alejandro Braña.

El Colegio admite, aunque bajo condiciones estrictas y nunca como primera opción de tratamiento, sino como último recurso mientras no se encuentren mejores procedimientos para un caso, tres prácticas que agrupa bajo la etiqueta de terapias médicas no convencionales: la fitoterapia (tratamientos con hierbas), la acupuntura y la homeopatía. Aunque en otros lugares se han suprimido, en Asturias no se ha tomado esa decisión.

«Si no se usan control ni rigor científico, pueden ser peligrosas», admite Braña, que distingue entre la actividades parasanitarias de uso común, como el uso de tilas o manzanillas en lugar de tranquilizantes, que no parecen perseguibles, y «la mercantilización de la actividad sanitaria y el engaño a los pacientes más vulnerables con supuestas soluciones que son mentira desde el principio». Un enfermo grave y sus familiares más cercanos carecen en ocasiones de la objetividad necesaria para defenderse de esas ofertas. A veces, la desinformación viene de internet, cuando los pacientes intentan autodiagnosticarse sin otra formación que una búsqueda rápida en Google.

En caso de duda, Braña recomienda ponerse en contacto en todos los casos con el Colegio. «Velamos para que no haya intrusismo. Si alguien encuentra alguna práctica que le haga dudar de quien se presenta como médico, puede llamar y preguntarnos. Lo comprobamos y respondemos siempre», garantiza.

Postura de la Universidad

Otro lugar donde, de manera paradójica, logran anidar las pseudociencias es la universidad. Las empresas de la homeopatía, que en algunos casos son corporaciones enormes con facturaciones millonarias, empezaron hace más de diez años a patrocinar seminarios y estudios que han ido cayendo de las titulaciones, pero algunas persisten y saltan a la prensa como un goteo.

En Asturias, la Universidad de Oviedo no ha detectado ninguna en los últimos cursos. Su oficina de prensa señala que todas las titulaciones que ofrece pasan un examen en la Comisión de Másteres y Títulos Propios, cuyas subcomisiones, repartidas por ramas del conocimiento, examinan cada propuesta y rechazan todas las que no cumplan los mínimos científicos. Los cursos de Extensión Universitaria, abiertos a la sociedad y no dirigidos en exclusiva a sus alumnos, pasan un escrutinio similar para evitar que se cuelen falsas disciplinas.

Los homeópatas se defienden

La Asamblea Nacional de Homeopatía, la principal entidad que agrupa a los médicos, farmacéuticos y veterinarios que usan ese método terapéutico en España, se ha desmarcado la feria pseudocientífica itinerante que visitó dos veces Gijón en un año y medio. A propósito de la información de La Voz de Asturias sobre el auge y el negocio de las pseudociencias en Asturias, la Asamblea, considerada como el lobby de los homeópatas en favor de una regulación que admita unas prácticas cuya eficacia nunca se ha demostrado, asegura que sus miembros nunca participan en citas como el Foro ACCE, centrado en la espiritualidad y el esoterismo, sino que ofrecen «un método terapéutico más de la medicina al alcance de los profesionales sanitarios y los pacientes».

La información, en todo caso, no afirmaba la presencia de homeópatas en ese encuentro (aunque algunos de los puestos del mercadillo anexo montado en el recinto ferial de Gijón sí vendían productos homeopáticos), sino que lo tomaba como ejemplo de las preocupaciones de la comunidad de científicos y divulgadores que ven con preocupación la difusión social alcanzada por disciplinas que se presentan como acreditadas sin cumplir con los requisitos del método científico.

La homeopatía ha sido frecuente motivo de discordia en los últimos años entre sus defensores y practicantes y sus detractores en nombre de la medicina. Las universidades españolas han ido eliminando de manera progresiva todos los títulos relacionados con ella, patrocinados en ocasiones por empresas del sector, que durante la primera década del siglo habían incorporado a su oferta académica, pero la Asamblea sostiene que cerca de 10.000 médicos colegiados recurren habitualmente a las prácticas homeopáticas en España y que más de la mitad de la población, según una encuesta de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), cree que funciona. Ese estudio, efectivamente, contiene esa estadística, pero la FECYT, al presentarlo, consideró preocupante que tal porcentaje de españolas tuviera confianza en unas prácticas que el Ministerio de Sanidad considera ineficaces.

En Asturias, el Colegio de Médicos admite (otros, como el de Madrid, no lo hacen) la homeopatía como una terapia no convencional, la misma categoría en la que incluye la fitoterapia y la acupuntura, que nunca puede intentarse como primera opción, sino último recurso si los tratamientos habituales no dan resultado. La Asamblea señala que, aunque sus medicinas no puedan recibir financiación del sistema público de salud, sí pueden recetarse y venderse con normalidad porque son legales tanto según la legislación europea como la ley española del medicamento.

Su reconocimiento, sin embargo, es otro motivo de polémica que los defensores de la ciencia interpretan como una concesión a las potentes empresas alemanas y francesas de la homeopatía porque, así como a los medicamentos se les exige eficacia para conseguir el permiso para su comercialización, a los preparados homeopáticos les basta con demostrar su inocuidad. A sus detractores eso les parece evidente, dado que la homeopatía se basa de diluir en dosis cada vez mayores de agua alguna sustancia que produzca los mismos síntomas que las enfermedades que busca combatir.

Aunque los homeópatas citan también la existencia en la base de datos especializada Pubmed de casi 200 estudios científicos que avalan la eficacia de sus terapias y las curaciones que logran, la comunidad científica siempre la ha puesto en duda. El efecto placebo (la confianza de los enfermos en las propiedades benéficas del tratamiento) y la acción del sistema inmunológico de los pacientes, capaz de superar sin ayuda externa algunas enfermedades, explican el aparente éxito de las terapias.

ARRIBA

 

7. Médico mexicano pide la prohibición de la Nueva Medicina Germánica.

FUENTE: Excelsior

 

 

La Nueva Medicina Germánica no es medicina, sino un sistema de creencias que fundó recientemente un tipo en Alemania, que propone que la enfermedad ocurre por un trauma psicológico. Así lo explica el mexicano Raymundo Canales de la Fuente, médico especialista en Ginecología y Obstetricia, en un artículo publicado en el diario Excelsior y que reproducimos a continuación.

En la práctica médica cotidiana, uno puede escuchar las percepciones personales acerca de la enfermedad, constituyentes, por cierto, de lo que Arnoldo Kraus llama el “padecer”, que no necesariamente es la enfermedad. El abordaje psicológico que empleamos los seres humanos para construir la idea de nuestra enfermedad recorre muchos caminos y no necesariamente es el razonamiento científico la base de dicha edificación intelectual.

De la misma manera, las posibles soluciones a la enfermedad son un abanico de posibilidades, desde respuestas mágicas como la imposición de las manos en la zona del cuerpo afectada hasta la aceptación de la solución quirúrgica que propone el galeno. Desde el punto de vista de los sistemas de creencias, por supuesto todo es válido, la libertad religiosa ampara también la posibilidad de creer en cualquier estilo de tratamiento, aun a pesar de que nos puede costar la vida o la integridad.

Imaginemos que alguna persona tenga la convicción plena y absoluta de que la única solución al tumor maligno que padece consiste en la aplicación sistemática del reiki. No tenemos que ser genios para saber que si no recibe tratamiento médico, además de su reiki, va a morir por el tumor. En todo caso, el papel del gobierno es advertir a la población de la carencia de evidencia científica respecto de todos esos tratamientos llamados “alternativos” y que, por lo tanto, representan un riesgo enorme si el paciente decide abandonar el tratamiento médico.

Pueden representar alivio sicológico, tranquilidad y efecto placebo, que en todo caso son, eventualmente, efectos benéficos, pero de ninguna manera van a curar absolutamente a nadie. Las cosas se complican cuando el tratamiento parece provenir de países lejanos, muy avanzados, y en los que los chismes dicen que han resultado maravillosos, solucionando graves problemas de salud en enfermos graves.

Estoy alarmado con la aparición de una nueva “alternativa terapéutica” llamada medicina germánica, por lo que insto a las autoridades sanitarias a que les prohíba a quienes la practican o favorecen que se llame medicina. No es medicina, es un sistema de creencias que fundó recientemente un tipo en Alemania, que propone que la enfermedad ocurre por un trauma sicológico, de tal forma que al resolver dicho problema se curará el enfermo.

El fundador es un delincuente perseguido por la justicia de varios países europeos, acusado exactamente de dejar sin tratamiento médico a varias personas que, incluso, han fallecido. Inclusive parece que se le ha relacionado con posturas antisemitas, porque entre alguno de sus postulados aparece que la ciencia médica es una “conspiración judía”.

La falta de educación, de recursos médicos, aunados a la pobreza generalizada en éste, nuestro querido México, provocan un escenario favorable para la propagación de semejantes tonterías, pero si además la autoridad sanitaria no despliega sus capacidades para limitar el crecimiento y advertir a la población para que no se dejen engañar por esas pseudoterapias, el resultado puede ser catastrófico. Quedo a la espera de una respuesta racional y proporcional de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) respecto del tema.

ARRIBA

 

8. Presentadores de televisión en España divulgan las pseudoterapias.

FUENTE: Vertele

 

 

“Soy consciente de que la medicina natural está maltratada por los poderes públicos, marginada por la clase política, no regulada, acosada por las grandes farmacéuticas, y, en general, despreciada por un sector de la opinión pública. Y uno se da cuenta, tratando con personas cercanas, de que en las terapias naturales hay una enorme riqueza que ha devuelto la salud y el bienestar a muchas personas”. Esto afirma Alfredo Urdaci en la revista de la Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales. Lo leemos en el medio digital especializado en televisión Vertele.

El periodista es portada del número invernal de esta publicación sobre pseudoterapias, en las que defiende estos tratamientos para curar enfermedades de gravedad: “Tengo un caso cercano, la madre de un buen amigo, con un cáncer que ha remitido gracias a terapias no convencionales”. Ha sido el periodista Javier Salas, cofundador de la sección “Materia” de El País, el que ha denunciado la presencia de Urdaci como defensor de estas terapias. Pero Urdaci no está solo: el que fuera director de informativos de Trece entre abril de 2014 y 2017 relevaba en primera página de este magacine trimestral a otro presentador vinculado a la cadena católica, Alfonso Merlos.

Urdaci, fundador de una página pro-homeopatía en Facebook

En la entrevista que concede, Urdaci comenta su elevado interés por las terapias naturales, que llega al extremo de crear una página de Facebook donde comparte noticias y opiniones favorables a la homeopatía. “Me gusta la medicina natural”, que así se llama, congrega a una comunidad de lectores que rebasa las 1.800 a principios de enero de 2018. Su interés despertó por “unos dolores difusos sin causa justificada” que padeció: “Fueron muchas visitas a muchos doctores. Tenían fármacos para ofrecerme, pero ninguna respuesta sobre el origen del mal. Y las terapias naturales me dieron respuestas y remedios”, cuenta.

“Lo que me gusta es que reparan sin causar daños colaterales, que no tienen efectos secundarios, y que procuran un bienestar inmediato”, añade. Pide por ello regulación para su prescripción en España: “Me sorprende que haya muchos médicos de la medicina académica que recurren a ellas, pero luego callan en público”.

Alfonso Merlos defiende la naturopatía y osteopatía

En el número anterior, Alfonso Merlos también se declaraba firme usuarios de técnicas de naturopatía y osteopatía para tratar ciertas dolencias musculares y en las articulaciones. “Supongo que dependerá del caso, del tratamiento, obviamente. En mi caso, rápidamente me ayudan a aliviar alguna zona (espalda, trapecio) dañada. Me devuelven la energía y la potencia de una forma armónica, eficaz”, declaraba el presentador y colaborador de Trece.

Urdaci y Merlos son los últimos en aparecer en portada de esta publicación, pero no los últimos con vinculación mediática en hacerlo. En anteriores ejemplares, apareció la presentadora Patricia Pérez, la medallista olímpica Natalia Rodriguez y la bloguera Samantha Jiménez. Este nuevo caso de apoyo de personajes conocidos a las pseudoterapias se suma al de Txumari Alfaro. El que fuera presentador de La Botica de la Abuela en TVE recomendó en un congreso “no hacer nada” para curarse de cáncer de mama.

En España la Organización Médica Colegial, representante de todos los colegios de médicos a nivel estatal, ha calificado “ilusorio y engañoso” el tratamiento homeopático. El Ministerio de Sanidad aseguró ya en 2011 que “la homeopatía no ha probado definitivamente su eficacia en ninguna indicación o situación clínica concreta”.

ARRIBA

 

9. Denuncian que el Jardín Botánico de Valencia difunde pseudoterapias.

FUENTE: Ulûm

 

 

Recientemente ocurrió una polémica en las redes sociales y que tocó a una de las esencias de la divulgación científica. La situación fue la siguiente: el Jardín Botánico de Valencia —entidad que lleva años publicitando pseudoterapias peligrosas para la salud como las flores de Bach [1], la homeopatía o las sales de Schüssler [2], que matan a muchas personas al año— lanzó un curso de aromaterapia, una pseudociencia considerada poco peligrosa pero que, en realidad, sirve de caballo de Troya para otras pseudoterapias mucho más peligrosas y que, además, por sí misma se utiliza incluso para tratar sin evidencia científica a enfermos de cáncer [3]. Lo leemos en Ulûm.

Por si fuera poco, el curso estaba dado por Renaud Alain Regnier [4], un naturópata que, entre otras cosas, dice poder ayudar a enfermos de Alzheimer, niños autistas y además carece de titulación habilitante en temas de salud pública. Todo esto, no lo olvidemos, en una institución pública dedicada a la difusión del conocimiento. A continuación, el divulgador científico y médico Ignacio Crespo [5] abrió en Twitter una llamada de atención al Jardín Botánico, pidiéndoles que retiraran el curso [6]. El Jardín Botánico se mantuvo en silencio, hasta que en mensajes posteriores se hizo una llamada más escandalizante y hubo muchas reacciones por parte del público. Y justo cuando la gente se escandalizó, el Jardín Botánico canceló el curso.

La historia podría haber terminado ahí, pero poco después se creó una polémica con otros divulgadores que opinaban que el proceder por parte de Ignacio no era correcto. En concreto, la opinión que más llamó la atención fue la de la Asociación Valenciana de Comunicación y Divulgación de la Ciencia (conocidos en redes sociales como Piratas de la Ciencia [7] [8]), que mantenían desde su Twitter que esto debería haberse solucionado por las buenas y de otro modo. En conversaciones posteriores llevadas a cabo en la red social, se utilizaron varios argumentos interesantes que es importante analizar.

Escándalo frente a mediación

Una cosa que hay que entender antes de hablar de este asunto es que las pseudoterapias no son un fenómeno fácil de entender, y mucho menos de combatir. Por un lado tenemos la vertiente social del problema. Hay mucha gente que cree en pseudociencias. Estas personas son potenciales víctimas y nunca hay que criminalizar sus creencias, puesto que es totalmente contraproducente. Por otro lado y siendo realistas, es difícil convencer a un creyente acérrimo, aunque la mayoría de consumidores de pseudociencias lo hacen por desconocimiento y sí que pueden ser convencidos mediante argumentos racionales.

En segundo lugar, en todo esto hay una dimensión legal que hay que tener en cuenta, puesto que hay infinidad de leyes que protegen a los pacientes pero que no se cumplen. De hecho, se estima que en España hay unos 15.000 centros que incumplen la legislación de centros sanitarios y que ofrecen terapias que son —digámoslo sin miedo— una auténtica estafa que pone en riesgo la salud y destroza a muchas familias cada año.

Por último, en todo este problema hay una parte institucional, porque hay entidades científicas que, por motivos económicos o por conflictos de intereses, defienden las pseudoterapias. Un ejemplo es el Colegio Oficial de Médicos de Valencia, que defiende el uso de pseudociencias que dicen poder tratar el cáncer, el sida o detener la Esclerosis Múltiple [9], o el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valencia [10], que también promueve el uso de pseudoterapias. ¿El motivo? Una gran parte de mala praxis profesional y otra de que algunos médicos y enfermeros viven de engañar a los enfermos. Otras instituciones, como las universidades, ofrecen cursos de pseudoterapias también por incultura científica y porque producen bastantes ingresos.

Estas tres partes del problema tienen que tratarse por separado, pero tienen que tratarse. Uno jamás va a solucionar el problema de las pseudoterapias divulgando que son una estafa si la ley no actúa contra los estafadores y, al mismo tiempo, no se evita que las universidades y los colegios de médicos promuevan el uso de pseudoterapias. Y es aquí donde llegamos a la polémica que ha iniciado este artículo de opinión: ¿qué estrategia utilizar frente a instituciones que promueven pseudoterapias?

La respuesta no es sencilla. Ahora bien, cuando uno se inicia en el activismo en contra de estos fraudes lo primero que descubre es que nadie te hace caso. Puedes hartarte de visitar concejalías y alcaldes, puedes hablar con universidades y centros asociados, pero la realidad es que todo el mundo te ignora. De hecho, en los pocos casos en los que no te ignoran, lo que ocurre es que se logra retirar una charla y a la semana vuelven a hacer otra exactamente igual.

La estrategia de la mediación no funciona, es así de sencillo. Por cada charla que se desmonta surgen muchas iguales, porque el objetivo no es desmontar una actividad pseudocientífica, sino que esos centros asuman su responsabilidad y dejen de ser parte del problema. Y además, todo el proceso consume las fuerzas de la gente que lucha en su tiempo libre y de manera altruista por defender a los enfermos.

Pero hace unos años, gracias al auge de las redes sociales, los pensamientos viajan a la velocidad de la luz y en cuestión de minutos la población puede enterarse de las auténticas barbaridades que nos rodean. Y con el tema de las pseudociencias no es diferente. La única forma efectiva de que una institución publica te escuche es creando ruido, aparecer en periódicos o ser tendencia en las redes sociales. Y es muy triste que solo actúen llegados a ese punto, pero es la verdad.

Y entre medias hay personas que siguen muriendo por abandonar su tratamiento o por los efectos secundarios de terapias alternativas inservibles, familias que son destrozadas por pseudoterapias del ámbito sectario como la Bioneuroemoción o la Nueva Medicina Germánica, y gente que es engañada con falsa formación que le hace creer que son capaces de tratar a enfermos. Y nadie hace nada desde las instituciones.

Uno podría verse tentado de intentar ser complaciente, es decir, yo mismo tengo relaciones personales y profesionales con las universidades y las entidades que critico. Y no por ello dejo de ser independiente, aunque haya tenido que pagar el precio por ello. Y es que lo segundo que aprendes en este ámbito es que uno no se mete en la lucha contra las pseudociencias para hacer amigos. De hecho, uno no puede permitirse perder efectividad cuando está en juego la salud de las personas y la ética de las instituciones científicas que nos representan.

Además, por si todo esto fuera poco, el Jardín Botánico de Valencia está avisado desde hace más de dos años de que tiene cursos pseudocientíficos, como el de aromaterapia. ¿Cuál fue su respuesta? Invitarnos a reflexionar [11]. De nuevo, resultó ser que hasta que no se hizo ruido nadie movió un dedo para dejar de colaborar en la estafa y muerte de miles de personas.

¿Una cuestión de libertad de expresión?

Piratas de la Ciencia apeló en redes sociales a una especie de libertad de expresión y a la inteligencia de los usuarios. Es decir, proponían que el curso de pseudoterapias (que ya lleva varias ediciones) se tendría que haber realizado. En ese caso, la solución propuesta era que hubiéramos ido a defender nuestra postura en frente del público, y que la gente habría salido del curso mejor informada. Es decir, la solución propuesta implicaba dar cabida en las universidades a pseudocientíficos —recordemos que les llaman charlatanes por algo— y debatir con ellos.

En resumen, producir un fenómeno de equidistancia desde el propio Jardín Botánico de Valencia, que además se beneficiaría de forma económica. Pero ¿a qué me refiero con equidistancia? Básicamente a generar en el espectador la falsa sensación de que existe un debate en algo que, de hecho, no lo tiene. Poner al mismo nivel la pseudociencia con la ciencia desde instituciones públicas no solo es un error, sino una imprudencia, pues el riesgo de que el espectador se decante por una pseudoterapia es tremendamente alto, porque recordemos que creer en pseudoterapias no depende de la inteligencia del espectador, sino de las falacias argumentales y las disonancias cognitivas que esos expertos charlatanes —que viven de engañar a la gente— son capaces de crear a pesar de intentar un debate racional con ellos. Las universidades no pueden dar cabida a la pseudociencia, o, en caso de hacerlo, solo como objeto de estudio desde la premisa inicial de que son una estafa. Y mucho menos las universidades deberían lucrarse con la transmisión de mentiras, pues está en conflicto directo con su código ético.

Verdad y utopía

Llegados a este punto uno puede asumir la realidad o zambullirse en la utopía. Y como divulgador científico me duele decir esto, pero este problema no se soluciona con divulgación científica —aunque puede ser una herramienta útil—. La única forma de solucionar este problema es actuando a nivel social, legal e institucional. Y el escándalo y el ruido son dos herramientas indispensables para conseguir cambiar las cosas. Pero Piratas de la Ciencia, desde sus redes sociales, opinaba que la solución es educar a la población. Pero el problema de las pseudoterapias no puede solucionarse con divulgación científica, al menos no solo con ella.

Pensar en educar al 100 % de la población mientras se deja carta blanca a las universidades (y en este caso al Jardín Botánico de Valencia) para poder difundir pseudoterapias, y pensar que al final la población se dará cuenta de que todo es una estafa, es el equivalente a decir que no hay que actuar contra los bancos que estafaron a sus clientes en la venta de las preferentes y dejar que la gente se dé cuenta por sus propios medios, a lo sumo darles clases de economía. Al 100 % de la población.

El problema de creer en utopías para frenar las estafas sanitarias reside en que, por cada minuto perdido, muere gente, familias son destrozadas y mucha gente pierde sus ahorros. En mi familia lo hemos vivido, y solo puedo decir que si queremos detener el problema y salvar de la estafa a miles de ciudadanos, no tenemos tiempo para utopías.

Conclusiones

He sido testigo de intentos durante más de una década de expulsar a las pseudociencias de la universidad y los primeros resultados se han conseguido gracias a la movilización ciudadana y al escándalo resultante. Cualquier otra suerte de procedimiento no ha dado resultados, al menos no desde los diez años que llevo implicado en esta lucha, y esto lo dice alguien que se ha reunido con más de una treintena de representantes públicos y de centros universitarios para intentar otras vías. No funciona.

La posición adoptada por la Asociación Valenciana de Comunicación y Divulgación de la Ciencia desde sus redes sociales no sólo no es efectiva, sino que es peligrosa porque permite legitimar estafas sanitarias desde centros universitarios. Y como divulgadores científicos no podemos olvidar que la divulgación científica está al servicio de la sociedad, y que la pasividad (incluso la complacencia) frente a estas cuestiones, ya le ha costado la vida a mucha gente.

Notas

[1] http://espores.org/es/botanicos/edward-bach-i-el-control-de-les-emocions.html

[2] http://espores.org/es/botanicos/les-sals-del-doctor-schuessler.html

[3] https://www.nuevafitoterapia.com/about

[4] http://espores.org/es/component/k2/author/1169-renaudalainregnierjaumain.html

[5] http://www.sindromedestendhal.com/un-servidor-ignacio-crespo/

[6] https://twitter.com/SdeStendhal/status/955442551401648129

[7] http://www.piratasdelaciencia.com/

[8] https://twitter.com/piratas_ciencia/status/952122822603747328

[9] https://hipertextual.com/2018/01/colegio-medicos-valencia-rafael-torres-hidroterapia-colon

[10] https://t.co/EATJ3rfOG6

[11] https://twitter.com/JardiBotanic_UV/status/606176040868839425

ARRIBA

 

10. Los oncólogos españoles, preocupados por el auge de las pseudoterapias.

FUENTE: Efe

 

 

La presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Ruth Vera, alertó el pasado 29 de enero de la cantidad de pacientes con cáncer que abandonan los tratamientos médicos para acudir a las llamadas “pseudociencias”, un problema que, según ha asegurado “va en aumento”. Durante la presentación del informe “Las cifras del cáncer en España 2018”, Vera se ha referido a la reciente polémica sobre la celebración de un congreso de pseudociencias en Barcelona que cuestionaba la información y la labor de los oncólogos con el título “Un mundo sin cáncer. Lo que tu médico no te está contando”.

“Desde la SEOM estamos absolutamente en contra de todo lo que llamamos pseudociencias mal utilizadas”, ha declarado Vera, que lo ha calificado de “problema real que va en aumento”. En este sentido, ha señalado que ellos mismos tienen pacientes que están dejando de lado los tratamientos recomendados con evidencia científica como la cirugía, los tratamientos de quimioterapia, seguimientos médicos, o los tratamientos de radioterapia.

ARRIBA

 

La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.