MUNDO | República Democrática del Congo

 

Crisis en República Democrática del Congo: siguen los enfrentamientos

 

De ahí la importancia de la Jornada de Oración y de Ayuno convocada por el Papa para el 23 de febrero, ofrecida de forma especial por República Democrática del Congo y de Sudán del Sur

 

 

17 febrero 2018, 15:17 | Ciudad del Vaticano


 

 

Continúan los conflictos armados en República Democrática del Congo y la violencia en las calles es algo habitual.

El país africano vive envuelto en tensiones a causa de una guerra civil que se extiende desde hace años, y a la que se suman los enfrentamientos fronterizos con la vecina Rwanda, que cada tanto dejan un lamentable saldo de decenas de muertos y víctimas.

En los últimos días, ha aumentado la tensión en estas tierras donde la pobreza y el hambre se cobran la vida de miles de inocentes, especialmente niños.

De ahí que el Papa Francisco, haya convocado una Jornada de Oración y de Ayuno para el 23 de febrero, que se ofrecerá por todos los pueblos que sufren conflictos prolongados, pero de forma especial "por la población de la República Democrática del Congo y de Sudán del Sur”, ambos países africanos duramente golpeados por conflictos civiles.

Así lo anunció el Papa tras el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro el domingo 11 de febrero, ocasión que aprovechó también para saludar a la comunidad congoleña de Roma y sumarse a la oración por la paz en su patria.

 

No a la indiferencia de tantas muertes en el Congo

La Iglesia Católica en República Democrática del Congo trabaja sin descanso en la construcción del diálogo y de la paz. El  31 de diciembre de 2017,  se convocaron manifestaciones pacifistas con el fin de encontrar una solución dialogada a la crisis política que reina en este país.

Las autoridades reaccionaron de manera violenta frente a estas manifestaciones, llegando a entrar en una iglesia de los frailes dominicos donde dispararon contra los asistentes en Kinshasa, la capital.

Como resultado de la represión policial fallecieron 8 personas y 130 fueron detenidas.

El Santo Padre sigue de cerca la evolución de los acontecimientos y por ello, ha decidido que esta Jornada de oración por la Paz  sea ofrecida por todos los que sufren las consecuencias de la guerra, de modo especial República Democrática del Congo, sin olvidar también a Sudán del Sur.