Servicio diario - 08 de marzo de 2018


 

Los jóvenes escriben el Via Crucis del Papa en el Coliseo
Deborah Castellano Lubov

Sínodo 2019: `Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral'
Rosa Die Alcolea

Migración: El Papa llama a buscar "respuestas más adecuadas y eficaces"
Redacción

Camino Neocatecumenal: 50 años de la llegada a Roma (I)
Redacción

Perú: Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, elegido Presidente de la Conferencia Episcopal
Redacción

Día Internacional de la Mujer: Manos Unidas denuncia la exclusión y la desigualdad
Redacción

Santo Domingo Savio, 9 de marzo
Isabel Orellana Vilches


 

 

08/03/2018-19:24
Deborah Castellano Lubov

Los jóvenes escriben el Via Crucis del Papa en el Coliseo

(ZENIT — 8 marzo 2018).- Meses antes de que el Sínodo de la Juventud se celebre Roma en octubre de 2018, el Papa Francisco ha pedido a los jóvenes que preparen las meditaciones de las 14 estaciones para el Vía Crucis tradicional en el Coliseo de Roma, que tendrá lugar el Viernes Santo, 30 de marzo de 2018.

El grupo está coordinado por el prof. Andrea Monda, Licenciado en Derecho y Ciencias Religiosas, escritor y ensayista. Los jóvenes son estudiantes de una escuela secundaria romana de Letras, donde el prof. Monda enseña Religión.

Quince jóvenes explorarán temas como el significado de la justicia, el escándalo de la cruz, el diálogo y la confrontación.

Quince estudiantes de secundaria y universitarios han preparado estos textos dividiendo las estaciones según "lo que vino de sus corazones" para leer el Vía Crucis, dijo Andrea Monda a 'Vatican News': "Les pedí que fueran lo que son, que no pensaran que debían escribir textos teológicos, que no estuvieran condicionados por el hecho de que se leería ante el mundo, ante el Papa".

 

Injusticia y escándalo

Por lo tanto, surgieron varios temas y sensibilidades: "El sentimiento de la injusticia de la condena de Jesús, el escándalo y el carácter incomprensible de este misterio"; "La paradoja de la cruz, que solo en una dimensión de fe se entiende como un instrumento de salvación y no un absurdo que aplasta el sentido de la justicia y la humanidad".

Los jóvenes también plantearon puntos de reflexión, señala el profesor: la lectura de las caídas y los rumbos de Jesús como anuncio previo de la Resurrección, también signo de la fuerza de Jesús que no da la última palabra a la muerte; la realidad de los inmigrantes vistos en el despojo de Jesús porque ellos también son "despojados de todo, pero no pierden su dignidad"; en el misterio de la muerte de Jesús, la observación de que la muerte es "algo que no queremos ver, que desechamos".

 

Deseo de ser acompañados

El mensaje que surge de las meditaciones de los jóvenes es el deseo de ser acompañados en el camino de la vida, sin ser juzgados ni compadecerse, recalca Andrea Monda: "Acompañado por Cristo se encontró en el Vía Crucis; que tropieza y sufre, y que, abandonado, abandonado, puede entender bien la vida del adolescente y del joven que tiene que enfrentarse al mundo a menudo sin puntos de referencia".

El Camino de la Cruz, que se lleva a cabo por la noche, saldrá del Coliseo a las 9:15 p.m. Se lleva a cabo desde el interior del Coliseo hasta el Monte Palatino.

 

 

8/03/2018-13:04
Rosa Die Alcolea

Sínodo 2019: `Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral'

(ZENIT — 8 marzo 2018).- El Papa Francisco ha establecido que la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica que se celebrará en el mes de octubre de 2019, tratará sobre el tema Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral.

Así lo ha comunicado esta mañana, 8 de marzo de 2018, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

En esta línea, el Santo Padre ha nombrado 18 miembros del Consejo pre-sinodal que colaborará con la Secretaría General en la preparación de dicha Asamblea Especial.

Consejo pre-sinodal

1. Card. Cláudio HUMMES, O.F.M., Arzobispo emérito de Sáo Paulo (Brasil), Presidente de la Red Eclesial Panamazónica.
2. Card. Peter Kodwo Appiah TURKSON, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
3. Card. Carlos AGUZAR RETES, Arzobispo de México (México).
4. Mons. Pedro Ricardo BARRETO JIMENO, S.I., Arzobispo de Huancayo (Perú), Vicepresidente de la Red Eclesial Panamazónica.
5. Mons. Paul Richard GALLAGHER, Arzobispo titular de Hodelm, Secretario para las Relaciones con los Estados.
6. Mons. Edmundo Ponciano VALENZUELA MELLID, S.D.B., Arzobispo de Asunción (Paraguay).
7. Mons. Roque PALOSCHI, Arzobispo de Porto Velho, Rondónia (Brasil).
8. Mons. Óscar Vicente OJEA, Obispo de San Isidro, Presidente de la Conferencia Episcopal (Argentina).
9. Mons. Neri José TONDELLO, Obispo de Juína, Mato Grosso (Brasil).
0. Mons. Karel Martinus CHOENNIE, Obispo de Paramaribo (Surinam).
1. Mons. Erwin KRÁUTLER, C.PP.S., Prelado emérito di Xingu, Pará (Brasile).
2. Mons. José Ángel DIVASSÓN CILVETI, S.D.B., ex Vicario Apostólico de Puerto Ayacucho (Venezuela), Obispo titular de Bamaccora.
3. Mons. Rafael COB GARCÍA, Vicario Apostólico de Puyo, Obispo titular de Cerbali (Ecuador).
4. Mons. Eugenio COTER, Vicario Apostólico de Pando, Obispo titular de Tibiuca (Bolivia).
5. Mons. Joaquín Humberto PINZÓN GÜIZA, I.M.C., Vicario Apostólico de Puerto Leguízamo-Solano, Obispo titular de Ottocio (Colombia).
6. Mons. David MARTÍNEZ DE AGUIRRE GUINEA, O.P., Vicario Apostólico de Puerto Maldonado, Obispo titular de Izirzada (Perú).
7. Sor María Irene LOPES DOS SANTOS, S.C.M.S.T.B.G., Delegada de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR).
8. Mauricio LÓPEZ, Secretario Ejecutivo de la REPAM (Ecuador).

© Librería Editorial Vaticano

 

 

08/03/2018-17:22
Redacción

Migración: El Papa llama a buscar "respuestas más adecuadas y eficaces"

(ZENIT — 8 marzo 2018).- "El trabajo no está terminado. Juntos debemos alentar a los Estados a que concuerden las respuestas más adecuadas y eficaces a los desafíos de los fenómenos migratorios", ha advertido el Papa Francisco.

A las 10 horas de esta mañana en la Sala Clementina, el Santo Padre ha recibido en audiencia a los miembros de la International Catholic Migration Commission (ICMC), con motivo de su Consejo Plenario, celebrado en Roma del 6 al 8 de marzo de 2018.

Después de las palabras del saludo del cardenal John Njue, arzobispo de Nairobi y Presidente de la ICMC, el Papa dirigió a los presentes un discurso.

 

Compromisos concretos

Así, el Pontífice ha explicado que para liberar a los oprimidos, a los descartados y a los esclavos de hoy, es "esencial promover un diálogo abierto y sincero con los gobernantes, un diálogo que atesore la experiencia vivida, el sufrimiento y las aspiraciones de la gente, para llamar a cada una de sus responsabilidades".

Los procesos iniciados por la comunidad internacional hacia un pacto global sobre los refugiados y otro para la migración segura, ordenada y regular representan una oportunidad ideal para lograr este diálogo, ha señalado el Papa.

Por ello, Francisco ha expresado que debemos esforzarnos por asegurar que las palabras —codificadas en los dos Pactos mencionados— "sean seguidas de compromisos concretos en nombre de la responsabilidad global y compartida".

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Sigue el texto del discurso del Papa Franciscoque publicamos a continuación:

 

Discurso del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas:

Os doy la bienvenida con motivo del Consejo Plenario de la Comisión Católica Internacional de Migración. Agradezco cordialmente al presidente, el cardenal Njue —que tiene un gran sentido del humor — sus palabras de saludo y la breve síntesis de vuestros trabajos.

Al igual que San Juan Pablo II, haciéndose eco de las palabras del Beato Giovanni Battista Montini, quiero reiterar que la causa de este organismo al que pertenecéis es la causa de Cristo mismo (cf. Discurso a los miembros de la ICMC 12 de noviembre 2001: Enseñanzas XXIV 2 [2001], 712). Esta realidad no ha cambiado con el tiempo, de hecho, el compromiso se ha fortalecido en vista de las condiciones inhumanas en las que se encuentran millones de hermanos y hermanas migrantes y refugiados en diferentes partes del mundo. Como ocurrió en los tiempos del pueblo de Israel, esclavo en Egipto, el Señor escucha su clamor y conoce sus sufrimientos (cf. Ex 3,7). La liberación de los míseros, de los oprimidos y de los perseguidos es una parte integral, hoy como ayer, de la misión que Dios ha confiado a la Iglesia. Y el trabajo de vuestra Comisión es una expresión tangible de este compromiso misionero. Muchas cosas han cambiado desde 1951, fecha de su fundación: las necesidades son cada vez más complejas; las herramientas para responder a ellas se han vuelto más sofisticadas; el servicio se ha ido haciendo gradualmente más profesional. Ninguno de estos cambios, sin embargo, ha logrado — gracias a Dios — disminuir la fidelidad de la Comisión a su misión. Gracias.

El Señor mandó a Moisés en medio de su pueblo oprimido para secar sus lágrimas y dar esperanza (cf. Ex 3,16-17). En más de 65 años de actividad, la Comisión se ha distinguido en la realización, en nombre de la Iglesia, de una obra poliédrica de asistencia a los migrantes y refugiados en las más variadas situaciones de vulnerabilidad. Las múltiples iniciativas adoptadas en los cinco continentes son formas ejemplares de los 4 verbos — sostener, proteger, promover e integrar — con los que quise hacer explícita la respuesta pastoral de la Iglesia frente a las migraciobes (cf. Mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2018 , 15 de agosto, 2017).

Espero que esta obra prosiga, animando a las Iglesias locales a afanarse por las personas que han sido forzadas a abandonar su patria y a convertirse, demasiado a menudo, en víctimas de engaños, violencia y abusos de todo tipo. Gracias a la experiencia inestimable, acumulada durante tantos años de trabajo, la Comisión podrá prestar una asistencia calificada a las Conferencias Episcopales y a las diócesis que todavía están tratando de organizarse con el fin de responder mejor a este reto histórico.

"¡Ahora, pues, ve! Yo te envío a Faraón. Para que saques a mi pueblo, los israelitas, de Egipto" (Éxodo 03:10). Así el Señor envió a Moisés a Faraón para convencerlo de que liberase a su pueblo. Para liberar a los oprimidos, a los descartados y a los esclavos de hoy, es esencial promover un diálogo abierto y sincero con los gobernantes, un diálogo que atesore la experiencia vivida, el sufrimiento y las aspiraciones de la gente, para llamar a cada una de sus responsabilidades. Los procesos iniciados por la comunidad internacional hacia un pacto global sobre los refugiados y otro para la migración segura, ordenada y regular representan una oportunidad ideal para lograr este diálogo. También en este sentido, la Comisión está a la vanguardia para ofrecer una contribución valiosa y competente con el fin de encontrar esas nuevas formas propuestas por la comunidad internacional para responder acertadamente a estos fenómenos que caracterizan nuestra época.

Y me alegro de que muchas de las Conferencias Episcopales aquí representadas estén caminando en esa dirección, en un propósito común que da testimonio ante el mundo entero de la solicitud pastoral de la Iglesia hacia nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados.

El trabajo no está terminado. Juntos debemos alentar a los Estados a que concuerden las respuestas más adecuadas y eficaces a los desafíos de los fenómenos migratorios; y podemos hacerlo sobre la base de los principios fundamentales de la doctrina social de la Iglesia. También tenemos que esforzarnos por asegurar que las palabras —codificadas en los dos Pactos mencionados — sean seguidas de compromisos concretos en nombre de la responsabilidad global y compartida. Pero el compromiso de la Comisión va más allá. Pido al Espíritu Santo que continúe iluminando vuestra importante misión, manifestando el amor misericordioso de Dios a nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados. Os aseguro mi cercanía y mi oración; y vosotros, os lo ruego, no os olvidéis de rezar por mí. Gracias.

 

 

08/03/2018-18:53
Redacción

Camino Neocatecumenal: 50 años de la llegada a Roma (I)

(ZENIT — 8 marzo 2018).- El Camino Neocatecumenal prepara un gran encuentro para toda Europa y países del resto del mundo para celebrar los 50 años del Camino Neocatecumenal.

El evento se celebrará el próximo 5 de mayo de 2018, en la Universidad de la Sapienza (Campus de Tor Vergata), a las afueras de Roma, coincidiendo con la fiesta de la Virgen de Pompeya y Nuestra Señora de Luján, que es el día 5 de mayo.

El Papa Francisco ha aceptado estar en el encuentro, informa Alfonso Vicente Carrascosa Santiago, de la 2a Comunidad Neocatecumenal de la parroquia Nuestra Señora del Tránsito, donde Kiko y Carmen comenzaron esta iniciación cristiana precisamente en 1968, también hace ahora 50 años.

Alfonso Vicente Carrascosa Santiago, quien recibe formación permanente en el Camino Neocatecumenal, ha escrito un artículo narrando la llegada del grupo católico a Roma, algo que "sin duda ocurrió, bajo los auspicios celestiales de Santa Teresa", ya que fue en Ávila donde Kiko conoció a don Dino, y fue éste quien le llevó a Roma —apunta el científico del Camino Neocatecumenal—, y subraya que coincide con el Año Santo Teresiano.

A continuación, ofrecemos el artículo que Alfonso V. Carrascosa Santiago ha escrito para Zenit sobre la llegada del Camino Neocatecumenal a Roma.

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La llegada del Camino Neocatecumenal a Roma

En 2018 se celebra el 50 aniversario del comienzo del Camino Neocatecumenal en Roma, realidad eclesial que echó a andar en las barracas de Palomeras Altas de Madrid en 1964, hace ahora 54 años. Gracias a la información publicada, en la que se hace mención a dicho acontecimiento, fundamentalmente "Kiko Argüello: Camino Neocatecumenal 40 años de fe" de Virginia Drake, y "Neocatechumenale Iter Statuta" (2002), y a multitud de detalles adicionales disponibles en internet, se pueden reconstruir más o menos los hechos históricos que se sucedieron, algo que, como el propio nacimiento del Camino Neocatecumenal en Madrid, ocurrió sin planificación previa alguna. He decidido hacer esta narración por iniciativa propia, para mayor Gloria de Dios y de su santa Iglesia -con el paso del tiempo los Papas han reconocido que el Camino ha sido suscitado por el Espíritu Santo y es un bien para toda la Iglesia-conmovido por el amor que la Virgen María, la Humilde de Nazaret, ha tenido con todos nosotros, al decirle una vez más a su Hijo "No tienen vino". ¡Cuántos bienes nos ha dado el Señor! ¡Si no hubiera pasado el Santo, a liberarnos de Egipto, nosotros y nuestros hijos seguiríamos aún en la esclavitud!. Asomándonos a sus orígenes, todos podemos unirnos a esta efeméride, que coincide además —y tal vez no por casualidad-con los 50 años de la publicación de la "Humanae Vitae".

El Instituto Pontificio Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia invistió doctor "Honoris Causa" en la persona de Kiko Argüello al Camino Neocatecumenal, co-iniciador junto con Carmen Hernández de dicha realidad eclesial. En la Laudatio de dicho doctorado se decía entre otras cosas "En un momento de crisis y desorden por parte de muchos, la acogida sin reservas de la encíclica profética de Pablo VI Humanae vitae por parte de las familias de camino ha sido un auténtico testimonio para toda la Iglesia, mostrando que, más allá de nuestros miedos o de nuestras dificultades, es posible vivir como la Iglesia señala, como camino especifico de santidad de la pareja, si hay una comunidad viva que les acompaña".

El instrumento providencial del que el Señor se valió para que el Camino Neocatecumenal llegase a Roma fue Monseñor Dino Torregiani, fundador del Instituto de los Siervos de la Iglesia, congregación de sacerdotes que está en algunas parroquias de Roma e Italia dedicados a la pastoral de los marginados, gitanos y emigrantes, y de la gente ambulante, como hippies, o personas relacionadas con el mundo del circo, etc. Mons. Dino Torregiani conoció a Kiko y a Carmen en Ávila, asistiendo a unas catequesis que impartieron en la Parroquia de Santiago, ubicada en la plaza del mismo nombre, siendo entonces párroco D. Francisco López Fernández, durante los años 66-67.

En alguna ocasión Kiko ha comentado que la primera catequesis que don Dino escuchó fue la de Abraham... y tras escucharla ¡partieron juntos para Romal. Celebrándose este 2018 el Año Teresiano no puedo por menos que añadir que seguramente santa Teresa desde el Cielo tuvo algo que ver. Para anunciar las catequesis Kiko pintó a Jesucristo con la leyenda "Venid a mi todos los agobiados y fatigados, que yo os aliviaré", sobre un fondo sobrio de mortero de cemento gris de una de las paredes maestras que componen el porche de entrada de los salones de la parroquia. Todavía hoy se puede ver prácticamente intacto con la firma "Kiko 67".

Mons. Dino Torregiani vió en la experiencia de Kiko y Carmen una respuesta a la necesidad de evangelización de los más alejados, e invitó a Kiko y Carmen a ir a Roma, algo que hicieron acompañados por un sacerdote de Sevilla. La predicación, el Kerigma, los cantos, la guitarra, las propias pintas de Kiko, todo le encajó. Kiko le advirtió de que iba a Roma a abrir una iniciación cristiana y que no sabía hablar italiano, a lo que don Dino respondió que él le haría de intérprete.

Antes de partir fueron con él a visitar al arzobispo de Madrid, monseñor Casimiro Morcillo, que ya conocía lo iniciado en las barracas de Palomeras Altas y lo había apoyado, incluso admitiendo ad experimentum la celebración de la Eucaristía bajo las dos especies. Morcillo les dio una carta de recomendación para el vicario del Papa en Roma, el cardenal Angelo Dell'Acqua, y otra para el Cardenal de Florencia, Cardenal Florite, que era amigo de don Casimiro, porque de los cuatro Secretarios Generales del Concilio Vaticano II, uno de los Secretarios Generales era Don Casimiro Morcillo y otro era el Cardenal Florite, que entonces era Arzobispo de Florencia. Con estas dos cartas partieron con Don Dino a Roma en julio del año 1968.

Al llegar a Italia, antes de comenzar a visitar las parroquias de Roma, don Dino llevó a Kiko, y Carmen a visitar para poner a sus pies la misión a la Virgen de Pompei, una advocación representada en una pintura en la cual Sta. Catalina de Siena y Sto. Domingo de Guzmán reciben el Santo Rosario de manos de la propia Virgen María y del Niño Jesús. Don Dino les comentó que santo Domingo y santa Catalina eran como Kiko y Carmen... La presencia de la Virgen María y su empeño por sacar adelante esta realidad eclesial ha sido una constante a lo largo del tiempo. El propio Kiko contó a la periodista Virginia Drake cómo el día de la Inmaculada de 1959 fue cuando recibió de ella el encargo "Hay que hacer comunidades cristianas como la Sagrada Familia de Nazaret, que vivan en humildad, sencillez y alabanza. El otro es Cristo".

El Concilio Vaticano II y el Catecismo de san Juan Pablo II han expresado bien a las claras la importancia de la revitalización del catecumenado de adultos, que conduce precisamente eso, a formar comunidades cristianas. Estas palabras de la Virgen son, además, una novedad en cuanto a las dichas por la propia Virgen en sus apariciones de Fátima o Lourdes, dado que señalan el camino futuro a seguir, el de continuar la evangelización con la ayuda del catecumenado, que es un eco de la auténtica devoción, la que la Virgen María tiene por todos nosotros.

Porque es a través de la evangelización, de la predicación, del Kerigma, como san Pablo nos dice que Dios ha querido salvarnos: Cristo, que es el totalmente otro, la originalidad radical que no es otra cosa que el amor con que Dios nos ama, y nos alcanza desde el otro, desde el hermano que nos anuncia el evangelio, si es que le escuchamos y damos crédito a lo que nos anuncia. Y es ese Otro, esa novedad que es Buena Nueva, la que la humanidad busca de contínuo a través del arte, de la ciencia: cuando el artista plasma la originalidad a través de la belleza, el que lo ve experimenta la emoción estética, cuando el científico es capaz de alumbrar nuevo conocimiento, experimenta también emoción intelectual. ¿Hay algo permanente capaz de hacernos experimentar esa emoción? SÍ. Más que algo, ALGUIEN, Cristo, el eternamente Otro, que está clavado en la Cruz gloriosa, en eterna donación.

Después don Dino los llevó a vivir en la sacristía de una parroquia de Roma, a Carmen le buscó un sitio en un monasterio cercano de las monjas de Sta. Brígida. Después comenzaron a visitar con él a algunos párrocos, a los que se les decía o que era el Camino, y los párrocos decían que todo eso estaba muy bien, muy bonito, pero para España, ya que en Roma las parroquias estaban muy bien y no necesitaban nada de eso. Al poco tiempo Kiko y Carmen plantearon a Don Dino que sentían de Dios ir a vivir entre los pobres a esperar a que Dios se manifestase. Como nació el Camino entre los pobres de Palomeras, allí se fueron, la parroquia de San Judas Tadeo, rodeada de un barrio lleno de barracas llamado "Borghetto Latino".

Una monja que asistía socialmente a los pobres, habló con una familia que tenía un gallinero y les dijeron que les dejaban la mitad del gallinero. Trajeron unas uralitas y unas puertas que encontraron en la basura, consiguieron una cocina eléctrica, etc. La estancia era muy estrechita, tenía 3 metros por dos. Allí pusieron unas literas. También fueron dos seminaristas con ellos, Jesús Blázquez fue uno de ellos. Les acompañó al principio un sacerdote de Sevilla que estuvo un tiempo con ellos. Carmen encontró a una señora que la dejó una barraca cercana y allí un grupo de jóvenes fueron por el barrio latino, estuvieron en la barraca de Kiko, se quedaron impresionados y le invitaron a un congreso en Nemi, donde había jóvenes de comunidades de base.

En un aula magna llena de jóvenes -grupos de ideología de izquierdas entonces de moda- le pidieron que diera su testimonio. Les llamó a un pequeño grupo la atención el testimonio dado, sus pintas con barba larga, anorak verde, etc., y le invitaron a una experiencia que estaban haciendo de una Misa con guitarras, en una cripta de una parroquia que se llamaba Mártires Canadienses. Con ellos celebraba un presbítero sacramentino, don Guillermo Amadei, y un grupo de chicos todos con guitarras; habían hecho un canto sobre Pentecostés y otros. Le invitaron a esa Misa; todo lleno de chicos sentados alrededor del altar, un desbarajuste, pero enormemente viva. Le preguntaron qué le parecía y les dijo que no se renovaba la Iglesia con las guitarras, sino con el anuncio del kerigma y el Misterio Pascual. Le dijeron que qué era eso, y entonces invitó al grupo que dirigía a todos estos jóvenes a una convivencia en una casa en la montaña, tras la cual le plantearon empezar en la parroquia, eso sí, invitando a algunos adultos para que aquello no pareciese un grupo de jóvenes; adultos como Franco, Margarita, Giampiero, etc.

Con ellos se empezaron las catequesis y el 2 de noviembre de 1968 nació la 1a comunidad de Mártires Canadienses con 70 hermanos, de los cuales viven cerca de 60, están todos, ninguno se ha marchado, una cosa sorprendente después de 50 años. Esta comunidad tuvo 100 hijos y otros tantos nietos. En Roma hay hoy más de 100 parroquias en las que está abierto el Camino Neocatecumenal, y cerca de 500 comunidades, todas llenas de jóvenes, y más de 80 de las cuales han terminado ya la iniciación cristiana según el carisma del Camino Neocatecumenal.

Apoyados en su experiencia previa en las barracas de Palomeras en el año 1964, decidieron irse a vivir con los pobres a las chabolas del Borghetto Latino de Roma a la espera de que el Señor les manifestase su voluntad abriéndoles una puerta, y fue otra vez en este ambiente de pobreza donde todo comenzó de nuevo, como en Palomeras Altas en Madrid. No hubo un plan preconcebido, sólo el apremio del Amor de Cristo por evangelizar. Fue Dios quien organizó todo.

Antes de empezar las catequesis se presentaron al cardenal Dell'Acqua para pedirle el permiso de predicar en su diócesis, como siempre hacían. Les acompañaba ya un sacerdote de Bolonia, don Francesco Cuppini, que se les había unido con el permiso de su obispo. El cardenal vicario les escuchó con atención y les autorizó a empezar las catequesis, siempre que el párroco estuviera de acuerdo. Les mandó ir a hablar con el entonces vicegerente, Monseñor Ugo Poletti, que pronto llegaría a ser el cardenal vicario, y que después de un modo providencial, durante tantos años, ayudaría y defendería al Camino. Al final de todo este proceso, nació la primera comunidad neocatecumenal de Roma, con cincuenta hermanos, en la parroquia de Mártires Canadienses. Al año siguiente dieron catequesis en las parroquias de Santa Francesca Cabrini, la Natividad y San Luis Gonzaga, en Parioli.

En ésta época y en Roma comenzó también las catequesis en la Parroquia de la Nativitá el actual presidente de la Conferencia Episcopal Española, el Cardenal Ricardo Blázquez, que había conocido el Camino con anterioridad en Ávila. El Cardenal Blázquez refiriéndose a esta época ha escrito recientemente en "Diarios" de Carmen Hernández: "Yo conocí a Kiko y a Carmen hace aproximadamente cincuenta años, en los primeros balbuceos del Camino Neocatecumenal, sobre todo en Roma y Ávila. Seguí las catequesis en la parroquia de la Nativitá, donde caminé el tiempo en que se prolongaron mis estudios en Roma. Tuve la convicción de que algo nuevo, de gran vigor y alcance, en sintonía con el Concilio, estaba naciendo; me impresionó particularmente la actualización de la teología de san Pablo a la existencia del hombre actual. Kiko y Carmen, junto con un presbítero, formaban el equipo de los iniciadores del Camino, una palabra en que resuena el eco de los Hechos de los Apóstoles".

Sería precisamente en Roma cuando, poco después, el Espíritu Santo le haría al Camino Neocatecumenal el enorme regalo de incorporar al Equipo Internacional Responsable como presbítero itinerante al Padre Mario Pezzi, entonces Misionero Comboniano. Su vocación misionera, su experiencia personal de fe, y su sólida formación teológica, aportaron al Camino el dinamismo necesario para llegar a conectar con el Concilio Vaticano II. Daniel Comboni desde el cielo se sumó así a la tarea, "nos echó un capote", propiciando de este modo que, con el paso del tiempo, llegase a su amada África esta iniciación cristiana postbautismal: "Desde los cielos, lucharon las estrellas, contra Sísara..."(Jue 5,20). El padre Mario dejó su tesis doctoral en marcha y se lanzó adelante confiado en el Señor. Don Dino falleció el 27 de setiembre de 1983 en Palencia. El 5 de noviembre de 2004 se inició su proceso de beatificación.

Pronto empezó la persecución. Si en las barracas de Palomeras Altas Dios se había servido de la amenaza de derribo por parte de las autoridades civiles para que Kiko llamase a Mons. Casimiro Morcillo, Obispo de Madrid , a quien conocía de Cursillos de Cristiandad, y así don Casimiro conociera el Camino y lo apoyara, en Roma, las quejas contra el Camino fueron desde la propia Iglesia, ocasionaron que Kiko y Carmen fuesen convocados por la Sagrada Congregación para el Culto Divino y los Sacramentos, compareciendo finalmente en 1972 ante el secretario de la Congregación acompañado de los expertos que habían trabajado en el Ordo Initiationis Christianae Adultorum (OICA). El entonces Secretario de la Congregación, Mons. Annibale Bugnini, y el grupo de expertos que estaban con él, quedaron impresionados [1] al ver que lo que estaban elaborando desde hacía algunos años sobre el catecumenado para los adultos, el Espíritu Santo, partiendo de los pobres, lo estaba ya llevando a la práctica. Después de dos años de estudio de la praxis litúrgico-catequética del Camino Neocatecumenal, publicaron en Notitiae [2], la revista oficial de la Congregación, una nota laudatoria de la obra que estaba desarrollando el Camino Neocatecumenal en las parroquias, reconociendo en éste un don del Espíritu Santo para llevar a la práctica el Concilio. Con la Congregación se acordó el nombre: Neocatecumenado o Camino Neocatecumenal.

Gracias a este hecho originado por la persecución, se estableció con la congregación del Culto Divino y de los Sacramentos un diálogo fecundo, que resultó más tarde muy importante para la relación de Pablo VI con el Camino Neocatecumenal, y a la larga, con los siguientes Papas, hasta llegar a san Juan Pablo II y la aprobación del Estatuto del Camino Neocatecumenal en 2002.

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[1] Cfr. A.Bugnini, La Riforma Liturgica, pág. 579, nota 26: Un grupo seriamente comprometido, el de las comunidades neocatecumenales, había ya iniciado por obra de sus fundadores la puesta en práctica de una formación cristiana de los bautizados ... El mérito de este grupo está en haber entendido la importancia del espíritu del catecumenado para formar verdaderos cristiano.
[2] Cfr. Notitiae, n. 95-96 Julio-Agosto 1974.

 

 

08/03/2018-11:22
Redacción

Perú: Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, elegido Presidente de la Conferencia Episcopal

(ZENIT — 8 marzo 2018).- Monseñor Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo de Trujillo y franciscano de la Orden de Frailes Menores, fue elegido como nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, para el período 2018 — 2020.

El nombramiento tuvo lugar ayer, miércoles, 7 de marzo de 2018, en el marco de la 111a Asamblea Plenaria de los Obispos del Perú.

Mons. Miguel Cabrejos reemplaza en el cargo a monseñor Salvador Piñeiro. Éste fue elegido el 25 de enero de 2012 Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) para el período 2012 — 2015. Los Obispos del Perú le reeligieron Presidente para el período 2015 — 2018.

 

Mons. Miguel Cabrejos

Monseñor Miguel Cabrejos nació el 5 de julio de 1948 en el distrito de Llama, Provincia de Chota, Cajamarca. Fue Ordenado sacerdote el 7 de diciembre de 1974. Fue consagrado Obispo el 7 de agosto de 1988. Nombrado Obispo Castrense del Perú el 6 de febrero de 1996.

Luego, el 29 de julio de 1999, fue nombrado Arzobispo Metropolitano de Trujillo y tomó posesión de su cargo, el 11 de setiembre de ese mismo año. Ha presidido diversos organismos en la Conferencia Episcopal Peruana. En enero de 2006 los obispos lo eligieron como Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, para un primer período (2006-2009). Luego fue reelegido Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana hasta enero de 2012.

Durante la preparación para la Visita Apostólica del Papa Francisco al Perú, Monseñor Miguel Cabrejos ocupó el cargo de Coordinador de Medios de la Visita Papal.

En estas elecciones también se eligió a Monseñor Pedro Barreto Jimeno, Arzobispo de Huancayo, como Primer Vicepresidente de la Conferencia Episcopal, y a Monseñor Robert Francis Prevost, Obispo de Chiclayo, como Segundo Vicepresidente del Episcopado Peruano.

 

 

08/03/2018-12:45
Redacción

Día Internacional de la Mujer: Manos Unidas denuncia la exclusión y la desigualdad

(ZENIT — 8 marzo 2018).- Este jueves 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer en un ambiente socialmente muy activo con paros y manifestaciones convocadas internacionalmente que exigen lograr la igualdad real de las mujeres y los hombres.

Para Manos Unidas, la celebración de este día y las manifestaciones y paros convocados son una nueva oportunidad para denunciar que la pobreza, el hambre, la exclusión y la desigualdad, tienen rostro de mujer.

Prueba de ello es que las discriminaciones son mucho más graves en los países en desarrollo, donde esa desigualdad determina la situación de las mujeres y sus condiciones indignas de vida.

Y es que este día, que se celebra a propuesta de la ONU bajo el lema Ahora es el momento: las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres, llega después de haberse iniciado un movimiento global sin precedentes en forma de numerosas marchas y campañas mundiales.

 

68 proyectos de cooperación para la mujer

La Organización Manos Unidas, fundada hace 59 años por las mujeres de Acción Católica, destaca que promueve proyectos de desarrollo especialmente centrados en la mujer, como protagonista esencial en su trabajo en educación para el desarrollo y, también, como línea transversal en sus proyectos de cooperación que realiza en el mundo.

Así, el último año, Manos Unidas realizó 68 proyectos de cooperación destinados especialmente a la mujer, por un importe de 4.420.810,23, lo que supone el 12% de su inversión en proyectos de desarrollo.

Como asegura Waldo Fernández del departamento de Estudios y Documentación de Manos Unidas, "en nuestro trabajo denunciamos y damos a conocer las situaciones de desigualdad e injusticia que, por motivo de sexo, se producen en los países donde trabajamos. Pero también proponemos las posibles soluciones para erradicarlas, incluyendo de manera explícita en todas las actividades, los valores y criterios que fomenten la justicia y la igualdad entre hombres y mujeres".

 

Un ejemplo de superación en Guatemala

Maria José Hernando, del departamento de Estudios y Documentación de Manos Unidas destaca algunas de las "cifras de la vergüenza" en lo que a violencia contra la mujer se refiere: "nos indigna saber que 66.000 mujeres son asesinadas anualmente en el mundo, y que, por ejemplo, en América Latina, cada día son asesinadas 12 mujeres por el hecho de sedo".

Estos días se recuerda que esta violencia suele ser ejercida aún más en el contexto del hogar; de hecho, el 70 % de las mujeres han experimentado violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental en algún momento de su vida.

En este sentido, desde Manos Unidas se destaca la poca confianza que tienen las mujeres en los organismos oficiales a la hora de pedir ayuda y menos aún en los países en desarrollo. Según asegura Hernando, "menos del 40 por ciento de las mujeres que sufren violencia buscan algún tipo de ayuda y, entre las mujeres que lo hacen, la mayoría recurre a la familia y amistades porque ya no confían en mecanismos oficiales, como la policía o los servicios de salud y es ahí donde las ONG tenemos una responsabilidad enorme y un importante papel que cumplir".

 

120 millones de niñas violadas

Unos 120 millones de niñas de todo el mundo han sufrido el coito u otro tipo de relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas. Y, al menos 200 millones de mujeres y niñas han sufrido la mutilación genital femenina en los 30 países donde existen datos de prevalencia representativos. En su mayoría, antes de cumplir los 5 años.

En el mundo más de 750 millones de mujeres se casaron con menos de 18 años. Esta práctica es más común en África Occidental y Central, donde 1 de cada 7 estaban casadas o viviendo en pareja antes de los 15 años.

 

Víctimas de la trata de personas

En cuanto a la trata, las mujeres adultas representan el 51 % de las víctimas de trata de seres humanos detectada a nivel mundial. En conjunto, las mujeres y las niñas representan el 71 %, siendo las niñas casi tres de cada cuatro víctimas infantiles de la trata. Tres de cada cuatro mujeres y niñas víctimas de la trata lo son con fines de explotación sexual. Manos Unidas también realiza numerosos proyectos contra la trata infantil, sobre todo en África y Asia, y trabaja para dar solución a estas difíciles situaciones a través de muchos de sus proyectos.

Waldo Fernández, recuerda que "algunas características de las mujeres, como, por ejemplo, la orientación sexual, la discapacidad o la etnicidad, y algunos factores contextuales, como las crisis humanitarias, las situaciones de conflicto y posteriores al conflicto, pueden aumentar la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia". Además señala Fernández, "las mujeres y las niñas son usadas como "arma" en los conflictos armados. La violencia y las agresiones contra ellas, se usan para intimidar, degradar, humillar y castigar a todos los enemigos".

 

Ayuda a víctimas del CAI en Guatemala

Esto ocurre también en conflictos de baja intensidad donde son utilizadas como esclavas sexuales para todos los combatientes o miembros de las guerrillas. En esta línea, Manos Unidas acaba de comenzar, con apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación un proyecto que realizará los próximos tres años a través de su socio local ECAP (Equipo de Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial), en San Martin Jilotepeque (Chimaltenango), Santa María de Nebaj (Quiché) y Nentón (Huehuetenango), tres municipios indígenas de Guatemala que sufrieron las consecuencias del CAI (Conflicto Armado Interno).

Las mujeres que se benefician de este proyecto pertenecen a las etnias mayas Popti’, Chuj,mam, Caqchiquel, e Ixil y sufrieron violencia sexual durante el CAI o han sido afectadas por violencia institucional y de género en el contexto de las migraciones.

El objetivo de este proyecto es contribuir a la defensa y ejercicio de los derechos humanos de mujeres indígenas para que tengan una vida libre de violencia y que se refuercen tanto ellas personalmente como a través de las organizaciones de la sociedad civil e instancias públicas, articulándose para generar estrategias conjuntas de prevención, adecuada atención y protección de la violencia contra las mujeres.

En este contexto, “empoderar a las mujeres” significa desarrollar la conciencia que ellas tienen de “tener derecho a tener derechos”, reconocer la propia autoridad y estima, y confiar en la capacidad de lograr sus propósitos. Manos Unidas está facilitando atención psicosocial y de salud a grupos de mujeres víctimas de la violencia y se están poniendo en marcha actividades de sensibilización y formación en derechos humanos de las mujeres, a los jóvenes, hombres y mujeres de centros educativos, líderes comunitarios y hombres adultos para el fortalecimiento de la red social cercana a las mujeres.

 

 

 

08/03/2018-07:16
Isabel Orellana Vilches

Santo Domingo Savio, 9 de marzo

«Este dechado de inocencia evangélica, que se sintió cobijado por la ternura de María, fue un insigne discípulo de Don Bosco. No escatimó esfuerzo alguno para conquistar la santidad que anhelaba antes de morir a temprana edad»

Modelo para la infancia y la adolescencia, este dechado de inocencia evangélica nació en Riva de Chieri, Italia, el 2 de abril de 1842. Al año siguiente toda la familia se trasladó a las colinas de Murialdo. El día de su primera comunión, realizada en Castelnuovo en 1849, arrodillado ante el altar se propuso: 1. Me confesaré muy a menudo y recibiré la Sagrada Comunión siempre que el confesor me lo permita. 2. Quiero santificar los días de fiesta. 3. Mis amigos serán Jesús y María. 4. Antes morir que pecar». Resumen su vida.

En 1854 conoció a Don Bosco, su guía y rector hacia el camino de la santidad. Fue con él a Turín integrándose en el Oratorio. En el dintel de la puerta de su cuarto el fundador había colgado esta consigna: «¡Denme almas, y llévense lo demás!». Después de leerlo, Domingo le dijo: «Don Bosco, aquí se trata de un negocio, la salvación de las almas. Pues bien, yo seré la tela y usted será el sastre. Haga de mí un hermoso traje para el Señor». Sabía que estaba en el lugar en el que cumpliría su más ferviente anhelo: «¡Yo quiero hacerme santo!», aunque su camino hacia los altares había comenzado ya con una presencia de Dios constante en su mente y actos cotidianos de amor.

No consentía comer sí no se rezaba antes. Era el primero en acudir a la iglesia los domingos. Y si hallaba el templo cerrado, rezaba en el umbral, hincado de rodillas al margen de las crudas inclemencias meteorológicas que pudieran darse. Disfrutaba siendo monaguillo y todos podían advertir su fervor ante al Santísimo; los gestos delataban su estado de recogimiento, con las manos juntas y los ojos clavados en el sagrario. Con espíritu de sacrificio recorría todos los días 18 km. a pie para ir a la escuela. Hasta su tío, impresionado, le preguntó: «¿No tienes miedo de ir solo?». Rotundo y cabal, respondió: «Yo no estoy solo; me acompaña el Ángel de la Guarda». Sufría con solo pensar en una eventual ofensa a Cristo, y no podía contener sus lágrimas. Buscando siempre lo más perfecto, y arrepentido de haber hecho novillos en una ocasión incitado por sus amigos, buscó la amistad de Jesús y de María.

En Turín, llevado por su gran devoción a María, junto a un grupo de compañeros fundó la Compañía de la Inmaculada y todos se comprometieron a ayudar a Don Bosco para educar a los muchachos del Oratorio. Esos chavales a quienes este fundador se dirigía, diciéndoles: «A vosotros, santos...» eran de diversa índole y procedencia: ricos y pobres, más pacíficos y extremadamente violentos. Mucho le sirvió a Domingo su arte para narrar cuentos. Don Bosco se dio cuenta de que el joven era especial. Así lo describió: «Domingo no se ha hecho notorio en los primeros tiempos del Oratorio por cosa alguna, fuera de su perfecta docilidad y de una exacta observancia de las reglas de la casa... y una exactitud en el cumplimiento de sus deberes más allá de la cual no sería fácil llegar».

Sin embargo, no era perfecto, claro está; nadie lo es. Y en su particular itinerario hacia la santidad, de la mano del fundador aprendió a templar alguna que otra salida de tono, inducido por actitudes molestas de algunos compañeros. También consiguió remontar esos picos emocionales a los que tendía llevado por su temperamento melancólico. No queriendo sucumbir ante él, porque le impedía escuchar la voz de Dios, se fue fortaleciendo siendo fiel a las pequeñas cosas de cada día como le había enseñado Don Bosco.

Fue un apóstol incansable dentro y fuera del Oratorio. El fundador reconocía que el pequeño «llevaba más almas al confesionario con sus recreos que los predicadores con sus sermones». Su bellísima voz, aplaudida por quienes la escuchaban, le creó cierto desasosiego cuando alabaron sus cualidades vocales tan excepcionales. Los parabienes desataron en él gran emoción porque había experimentado interiormente un sentimiento a favor del halago: «Mientras cantaba, sentía cierta complacencia; ahora me felicitan...; así pierdo todo el mérito».

Un día se quedó absorto ante la Eucaristía durante siete horas. Después de buscarlo afanosamente por todos los lugares, Don Bosco lo halló ante el sagrario, y Domingo le pidió perdón por haber transgredido las reglas. Le horrorizaba el pecado, sobre todo el de impureza. La Virgen le alumbró rescatándole de las malsanas curiosidades de esas edades de la adolescencia contra las que luchaba titánicamente consagrándose a la Inmaculada. Algunos años después de morir, cuando se apareció a Don Bosco en uno de sus famosos sueños, le preguntó: «Domingo, ¿qué es lo que más te consoló en el momento de tu muerte?». Y él respondió: «La asistencia de la poderosa y amable Madre del Salvador». Era firme y dulce a la par. Sentía dolorosas turbaciones y dudas de conciencia que le instaban a confesarse cada tres o cuatro días. Su ansia penitencial era insaciable porque quería unirse a los sufrimientos de Jesús en la cruz.

Juan Bosco le ayudó en esa etapa convulsa de la vida, y no tuvo problemas en encauzarlo porque en Domingo eran proverbiales su obediencia, docilidad y generosidad. En la biografía que escribió de él, el fundador expuso los matices de un camino que hicieron de este joven el santo que es. Se percibe cómo llegó a realizar este anhelo: «Yo quiero entregarme todo al Señor. Yo debo y quiero pertenecer todo al Señor». Caritativo, humilde, devoto de Jesús Sacramentado y de María, experimentaba también un gran amor por el Santo Padre. Fue agraciado con numerosos favores místicos. Era de salud delicada, yen 1857 ésta se agravó con una pulmonía. El médico aconsejó que viajara a Mondonio para reponerse. Al despedirse, intuyendo su pronta muerte se dirigió a Don Bosco y a sus compañeros diciéndoles: «Nos veremos en el paraíso». Y el 9 de marzo de ese año voló al cielo después de haber recitado las oraciones que se leían a los agonizantes, y que su padre rezaba. Sus últimas palabras fueron: «Papá, ya es hora [...]. Adiós, querido papá, adiós. ¡Oh, qué hermosas cosas veo!». Pío XII lo beatificó el 5 de marzo de 1950, y también lo canonizó el 12 de junio de 1954.