Servicio diario - 15 de julio de 2018


 

Ángelus: el mensajero del reino de Dios viaja libre y ligero
Redacción

"Trata de leer el Evangelio por lo menos cinco minutos al día"
Redacción

La Iglesia no quiere "clericalizar" a los laicos, dice el Cardenal Farrell
Redacción

Nuestra Señora del Carmen, 16 de julio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

15/07/2018-12:47
Redacción

Ángelus: el mensajero del reino de Dios viaja libre y ligero

(ZENIT — 15 julio 2018).- Los misioneros viajan "libres y ligeros, sin apoyo y sin favores, solo seguros del amor de Aquel que los envía": no son "gerentes todopoderosos, ni funcionarios intratables, ni estrellas de gira", dijo el Papa Francisco en el Ángelus el 15 de julio de 2018.

Al presentar la oración mariana en la Plaza San Pedro en presencia de 15.000 personas, el Papa insistió sobre "la pobreza de los medios" en la misión. Y ha recordado que todos los cristianos son misioneros por el bautismo: "Un bautizado que no siente la necesidad de anunciar el Evangelio, de anunciar a Jesús, no es un buen cristiano".

"Ningún cristiano anuncia el Evangelio 'por su cuenta', también dijo, sino solo enviado por la Iglesia que recibió el mandato del mismo Cristo"

AK

Aquí está nuestra traducción de las palabras pronunciadas por el Papa antes y después del Ángelus.

 

Palabras del Papa antes del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de hoy (Mc 6, 7-13) narra el momento donde Jesús envía a los Doce en misión. Después de haberlos llamado por su nombre, uno por uno, "para que estuvieran con él" (Mc 3,14) escuchando sus palabras y observando sus gestos de curación, hoy les convoca de nuevo para "enviarles en misión de dos en dos "(6,7) a los pueblos a los que iba a ir. Es una especie de "práctica" de lo que estarán llamados a hacer después de la Resurrección del Señor con el poder del Espíritu Santo.

El pasaje del Evangelio se detiene en el estilo del misionero, que podemos resumir en dos puntos: la misión tiene un centro; la misión tiene un rostro.

El discípulo misionero tiene sobre todo un centro de referencia, que es la persona de Jesús. La narración lo indica usando una serie de verbos que tienen a Jesús como sujeto: "los llamó", "comenzó a enviarlos en misión", "les dio autoridad", "los ordenó", "les dijo otra vez "(vv. 7.8.10) — de modo que el hecho de ir y de obrar de los Doce aparece como la irradiación de un centro, la representación de la presencia y de la obra de Jesús en su acción misionera. Esto manifiesta cuánto los Apóstoles no tienen nada propio que anunciar, ni habilidades para demostrar, sino que hablan y actúan en cuanto "enviados", en cuanto mensajeros de Jesús.

Este episodio evangélico también nos concierne, y no solo a los sacerdotes, sino a todos los bautizados, llamados a testimoniar en los diversos ambientes de su vida el Evangelio de Cristo. Y para nosotros también, esta misión es auténtica solo desde su centro inmutable que es Jesús. No es una iniciativa de los fieles individuales, ni de los grupos, ni de las grandes agregaciones, sino que es la misión de la Iglesia inseparablemente unida a su Señor. Ningún cristiano anuncia el Evangelio "por su cuenta", sino solo enviado por la Iglesia que recibió el mandato de Cristo mismo. Precisamente es el bautismo lo que nos hace misioneros. Un bautizado que no sienta la necesidad de proclamar el Evangelio, de anunciar a Jesús, no es un buen cristiano.

La segunda característica del estilo misionero es, por así decirlo, un rostro, que consiste en la pobreza de los medios., pobreza de los medios. Su equipaje responde a un criterio de "sobriedad". Los Doce, de hecho, tienen la orden "no llevar para el viaje nada más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero en sus fajas"(v. 8). El Maestro los quiere libres y ligeros, sin apoyo y sin favores, solo seguros del amor de Aquel que los envía, fuertes de su palabra que anunciarán. El bastón y las sandalias son el equipo de los peregrinos, porque esos son los mensajeros del reino de Dios, no los gerentes todopoderosos, no los funcionarios intratables, no divos en turné. Pensemos por ejemplo, en esta diócesis de la cual soy el obispo. Pensemos en algunos santos de esta diócesis de Roma: San Felipe Neri, San Benito José Labre, San Alessio, Santa Ludovica Albertini, Santa Francisca Romana, San Gaspard Del Bufalo y muchos otros. No eran funcionarios ni empresarios, sino humildes trabajadores del Reino. Tenían este rostro. Y a este "rostro" también pertenece la manera con la cual se recibe el mensaje: de hecho puede suceder que no sea bienvenido o escuchado (ver v. 11). Eso también es pobreza: la experiencia del fracaso. La historia de Jesús, que fue rechazado y crucificado, prefigura el destino de su mensajero. Solo si estamos unidos a Él, muerto y resucitado, logramos encontrar el coraje de la evangelización.

Que la Virgen María, primera discípula y misionera de la Palabra de Dios, nos ayude a llevar al mundo el mensaje del Evangelio en una exaltación humilde y radiante, más allá de todo rechazo, incomprensión o tribulación.

 

Palabras del Papa después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas:

Os saludo a todos de todo corazón, romanos y peregrinos de Italia y de diversas partes del mundo: familias, grupos parroquiales, asociaciones.

En particular, saludo a las Hermanas de la Preciosísima Sangre de Monza, a las novicias de las Hijas de María Auxiliadora provenientes de diversos países y a los jóvenes polacos de la diócesis de Pelplin (Polonia), que participan en un curso de ejercicios espirituales en Asís.

A todos os deseo un buen domingo y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen apetito y adiós!

 

 

15/07/2018-13:12
Redacción

"Trata de leer el Evangelio por lo menos cinco minutos al día"

"Trata de leer el evangelio por lo menos cinco minutos al día. Verás que cambia tu vida". Este es el tweet del Papa Francisco de este 15 de julio de 2018.

El Papa formula este consejo regularmente, especialmente durante el Ángelus dominical. El 3 de enero de 2016, dijo: "Os recuerdo también este consejo que os he dado a menudo: leer todos los días un pasaje del Evangelio, un pasaje del Evangelio para conocer mejor a Jesús, para abrir nuestro corazón a Jesús, y así es como podemos hacer que sea más conocido por los demás. Tener un pequeño evangelio en el bolsillo, en el bolso: nos hará bien. No lo olvides: ¡lee todos los días un pasaje del Evangelio!"

También ha ofrecido repetidas veces copias de ejemplares de evangelios de bolsillo a los peregrinos venidos a la Plaza de San Pedro para la oración mariana del domingo.

AK

 

 

15/07/2018-16:21
Redacción

La Iglesia no quiere "clericalizar" a los laicos, dice el Cardenal Farrell

(ZENIT — 15 julio 2018).- "La Iglesia no quiere 'clericalizar' "a los laicos", dice el cardenal Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los laicos, la familia y la vida. Vatican News informa el 14 de julio de 2018 una entrevista del prefecto a la revista "Intercom", de la Conferencia Episcopal de Irlanda.

Él enfatiza que si históricamente los laicos tenían "un papel secundario" en la Iglesia, el dicasterio busca hoy resaltarlos. El Papa, confiesa, "me dijo abiertamente que quería en el Vaticano un dicasterio que sea equivalente a las otras congregaciones" y donde los laicos sean protagonistas.

"La Iglesia, dice, no quiere 'clericalizar' a los laicos". El Papa ciertamente "se da cuenta de que las funciones administrativas en la Iglesia pueden ser llevadas a cabo por cualquiera". Han sido ocupados principalmente por sacerdotes, pero pueden ser hechos por laicos.

El cardenal Farrell promueve un papel más importante para los laicos también en la pastoral: "Los sacerdotes no son necesariamente las mejores personas para formar a otros en el matrimonio. Nunca han vivido esta experiencia a pesar de que conocen la teología moral, la teología dogmática; en teoría". De cara a la "gran fragmentación en las familias", también invita a no centrarse en "las cosas negativas" sino a "llevar a las personas a los valores auténticos y especialmente a aquellos de la vida familiar.

Por último, refiriéndose al papel de la mujer en la Iglesia, el Cardenal Farrell vuelve sobre las iniciativas del Papa Francisco: "antes de que yo llegara de los Estados Unidos [en la curia, ed], tuvimos una larga conversación. Hablamos sobre el papel de las mujeres en los Estados Unidos y el Papa Francisco se impresionó al saber que entre el personal dirigente de mi diócesis, había 15 personas, entre las cuales solamente tres hombres. El Canciller era una mujer desde hace 20 años, el tribunal para las causas matrimoniales estaba compuesto en su mayor parte por mujeres, todas abogadas canonistas; así que cuando llegué aquí, el Papa me dijo que no quería sacerdotes como subsecretarios del dicasterio. Él me dijo: "Quiero laicos. Te doy dos años "... hemos nombrado a dos subsecretarias [mujeres], un puesto que siempre estuvo ocupado por sacerdotes que habían estado en el Vaticano desde al menos 20 años".

El prefecto señaló, sin embargo, el "peligro" de convertir a las mujeres en "clérigos": "No. Deben ser personas del mundo, que viven en el mundo".

AK

 

 

15/07/2018-06:07
Isabel Orellana Vilches

Nuestra Señora del Carmen, 16 de julio

«No solo es patrona de la Armada Española y del mar. También adoptan su patronazgo numerosos países de Europa y de Latinoamérica»

La Virgen, Stella Maris, tiene en ésta advocación del Carmen una de las más bellas que se le han conferido. Ha sido adoptada por los valientes hombres y mujeres de la mar que van meciéndola entre las olas, mientras de sus gargantas brotan las notas de la Salve Marinera, esa oración que elevan al cielo y que les acompaña noche tras noche mientras faenan, plegaria que nubla los ojos y conmueve el corazón. Emoción y sentimiento, la devoción y la fe, se abren paso este día entre las sirenas de las embarcaciones y traineras tributando un sentido canto de amor a la Madre que es su guía y su luz, para dejarlo impreso en el aire perfumado del estío.

La tradición sitúa esta devoción en el Monte Carmelo, lugar de ancestral y rica historia eremítica, que tuvo su amparo en la Virgen María. En este monte el profeta Elías vivió con esperanza la vuelta del pueblo de Israel al Dios de la vida, después de haberse apartado de Él. Más tarde, además de su discípulo Eliseo, numerosos ermitaños moraron en las oquedades de la montaña llevando vida ascética. Ellos fueron secundados por sucesivas generaciones de monjes en los siglos II y III d.C. Tomando el testigo que dejaron estos venerables hombres de Dios, la Orden de los carmelitas, cuyo origen se halla en las laderas del monte, ha difundido la veneración por la Virgen del Carmen en todo el mundo, especialmente en los lugares donde fueron estableciéndose a través del tiempo. Se cuenta que cuando los sarracenos invadieron el Monte Carmelo, y los carmelitas se vieron obligados a abandonar el lugar, entonaron la Salve Regina a la Madre, y Ella se les apareció súbitamente asegurándoles que sería su Estrella del Mar. Las sedes del Apostolado del Mar radicadas en los establecimientos portuarios llevan este nombre de Stella Maris. Es así como los carmelitas, ya en la Edad Media, consideraban a la Madre de Dios.

Esta festividad se conmemora el 16 de julio porque un día como éste, pero de 1251, fecha no constatada pero acogida por la mayoría, la Virgen del Carmen, rodeada de ángeles, se le apareció al carmelita y general de la Orden, san Simón Stock; le hizo entrega de su escapulario, diciéndole: «Este será el privilegio para ti y todos los carmelitas; quien muriere con él no padecerá el fuego eterno, es decir, el que con él muriere se salvará». Él la denominó «Flor del Carmelo». En un inciso, cabe recordar que el pasado 29 de marzo en la sección "Santos y beatos, epopeyas de amor" de ZENIT, se dio cumplida cuenta de los orígenes de esta Orden al exponer la vida del beato Bertoldo del Monte Carmelo. Y el 16 de mayo la inserción de la biografía de san Simón Stock en la mencionada sección permitió matizar convenientemente lo relativo al escapulario y a la milagrosa aparición de la Virgen del Carmen.

Desde luego, los marineros españoles no tardaron en ponerse bajo el amparo de María bajo esta advocación, aunque la popularidad de esta festividad tiene un hito singular en el siglo XVIII cuando un almirante de Mallorca, Antonio Barceló Pont de la Terra, se convirtió en el máximo difusor de esta celebración. Hasta ese momento, el patrón de los marineros era san Telmo, pero a partir de esa fecha, la Virgen del Carmen, a la que se encomiendan depositando en Ella sus vidas tantas veces expuestas a las violentas tempestades, fue convirtiéndose en su patrona, como lo es de la Armada. Pero en otros países de Europa y de Latinoamérica también le profesan gran devoción y se hallan igualmente bajo su amparo y patronazgo. Tal sucede en Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, Panamá, Perú y Venezuela, entre otros.