Servicio diario - 12 de septiembre de 2018


 

Protección de menores: Francisco se reunirá con los Presidentes de las Conferencias Episcopales
Redacción

Audiencia general: “La verdadera esclavitud es la de no saber amar”
Rosa Die Alcolea

Japón: El Papa anuncia su intención de viajar el próximo año al país
Rosa Die Alcolea

‘Praedicate evangelium’: Avanza el proyecto de la reforma de la Curia
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 12 septiembre 2018 – Catequesis completa
Redacción

Audiencia general: Francisco agradece a los educadores venezolanos su labor
Rosa Die Alcolea

Santo Nombre de María: Una protección contra los peligros
Rosa Die Alcolea

Oriente Medio: “Cristo nos ha liberado para que permaneciéramos libres”
Rosa Die Alcolea

Arzobispo Auza: “Defender toda vida para fomentar la paz”
Richard Maher

“Pederastia y celibato” por Mons. Felipe Arizmendi
Felipe Arizmendi Esquivel

San Juan Crisóstomo, 13 de septiembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

12/09/2018-13:05
Redacción

Protección de menores: Francisco se reunirá con los Presidentes de las Conferencias Episcopales

(ZENIT — 12 sept. 2018).- El Santo Padre Francisco, después de escuchar al Consejo de Cardenales, ha decidido convocar una reunión con los Presidentes de las Conferencias Episcopales de la Iglesia Católica sobre el tema de la "protección de los menores", ha informado esta mañana la Santa Sede.

La reunión con el Papa tendrá lugar en el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019.

Durante la XXVI reunión, celebrada del 10 al 12 de este mes, el Consejo ha reflexionado ampliamente junto con el Santo Padre sobre los temas del abuso, emitiendo el comunicado que difundió la Oficina de Prensa de la Santa Sede el pasado 10 de septiembre.

Continuando con los trabajos para la reforma de la Curia Romana, ha concluido la relectura de los textos ya preparados y ha hecho también motivo de atención el cuidado pastoral del personal que trabaja en ellos.

 

 

12/09/2018-09:18
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: "La verdadera esclavitud es la de no saber amar"

(ZENIT — 12 sept. 2017).- "La verdadera esclavitud es no saber amar": En la audiencia general, celebrada esta mañana, fiesta del Dulce Nombre de María, el Papa Francisco ha continuado su reflexión sobre el tercer mandamiento, en el que se pide observar el día de reposo.

Siguiendo así el ciclo de catequesis sobre los mandamientos de la Iglesia, Francisco ha explicado que a diferencia del Éxodo, el libro del Deuteronomio establece este mandamiento para que el esclavo pueda también descansar y celebrar así el recuerdo de la Pascua de liberación; es decir, conmemora el final de la esclavitud ya que los esclavos por definición no pueden descansar.

 

La esclavitud más fuerte

En este sentido, el Pontífice ha revelado que hay muchos tipos de esclavitud: "fruto de opresiones, violencias e injusticias; y también prisiones interiores, como los tormentos, los complejos o los obstáculos psicológicos" pero ha advertido de que "hay una esclavitud que es más fuerte que cualquier otra: la del propio yo".

El "ego" puede convertirse en un verdugo que tortura constantemente al hombre —ha aclarado el Santo Padre—, procurándole la más profunda de las opresiones que es el "pecado". Y ha puntualizado que "la verdadera esclavitud es la de no saber amar".

En Cristo, el hombre encuentra el "descanso de la misericordia y de la verdad" que lo hace libre. El tercer mandamiento es "una profecía de Nuestro Señor Jesucristo", que "rompe las cadenas interiores" del pecado y hace al hombre "capaz de amar", ha señalado Francisco.

"No hay descanso para quien vive de la gula y de la lujuria; el ansia de poseer destruye al avaro, el fuego de la ira y la carcoma de la envidia corroen las relaciones; y el egocentrismo del soberbio lo aísla y aleja de los demás" ha apuntado el Papa.

 

 

12/09/2018-17:13
Rosa Die Alcolea

Japón: El Papa anuncia su intención de viajar el próximo año al país

(ZENIT – 12 sept. 2018).- Francisco ha anunciado que tiene intención de visitar Japón el año próximo, “Esperemos que pueda ser así” ha dicho a los miembros de la Asociación japonesa Tensho Kenoho Shisetsu Kenshokai, a quienes ha recibida en audiencia esta mañana, en el Palacio Apostólico.

El Pontífice se ha mostrado “muy feliz” de encontrarlos en el Vaticano, junto a los Padres Renzo De Luca y Shinzo Kawamura. “Vuestro grupo de delegados –ha expresado– es bienvenido a Roma, donde el Papa”, les ha dicho.

Francisco ha narrado el viaje que realizaron cuatro jóvenes japoneses a Roma, hace más de 400 años, en 1585, acompañados por algunos misioneros jesuitas para visitar al Papa, que era entonces Gregorio XIII. “Fue un viaje extraordinario, ya que era la primera vez que un grupo de representantes de vuestro gran país venía a Europa”, ha indicado.

Los europeos encontraron a los japoneses y los japoneses encontraron Europa y el corazón de la Iglesia Católica. “Un encuentro histórico entre dos grandes culturas y tradiciones espirituales”, del cual es justo preservar la memoria, como lo hace vuestra Asociación, ha agradecido el Santo Padre.

 

Promotores de valores cristianos

“Espero que os sintáis recibidos por el Papa como lo fueron ellos” –ha asegurado–  y que, como ellos, disfrutéis de la alegría de esta reunión y os sintáis animados a regresar a vuestro país como “embajadores de amistad y promotores de grandes valores humanos y cristianos”, les ha exhortado Francisco.

En particular, el Pontífice ha mencionado al jefe Mancio Ito, que se hizo sacerdote, y a Julian Nakaura, que “como muchos otros sufrió el suplicio en la famosa colina de los mártires de Nagasaki y fue proclamado beato”, les ha contado a los japoneses.

El Sucesor de Pedro se ha mostrado conocedor de los proyectos de cultura y solidaridad “bellísimos” que promueve la Asociación, y les ha alentado a seguir ejerciendo el “esfuerzo actual” para establecer un fondo de ayuda para la formación de jóvenes y huérfanos, gracias a la contribución de las empresas que son sensibles a sus problemas.

 

Ecología integral

“Queréis demostrar que la religión, la cultura y el mundo económico pueden colaborar pacíficamente para crear un mundo más humano, caracterizado por una ecología integral. Esto está totalmente de acuerdo con lo que yo también deseo para la humanidad de hoy y de mañana, como escribí en la Encíclica Laudato si ‘. Es el camino acertado para el futuro de nuestra casa común”, ha agradecido el Papa.

Al final de la audiencia el Papa dijo, improvisando en español:

“Estoy muy contento de lo que Ustedes me han dicho y de esta historia que conocía de lejos. Las amistades se hacen a lo largo de la historia. Por eso es importante la memoria. No olviden las cosas que nos dieron la cultura, el país, la lengua, la religión, la pertenencia social. No olviden eso y dar un paso adelante. El Provincial lo sabe porque fue director de un museo, así que conoce bien. Hay que cultivar la memoria”.

 

 

 

12/09/2018-16:39
Rosa Die Alcolea

`Praedicate evangelium': Avanza el proyecto de la reforma de la Curia

(ZENIT — 12 sept. 2018).- El Consejo de Cardenales ha entregado ya al Santo Padre el borrador de la nueva Constitución Apostólica de la Curia Romana, cuyo título provisional es Praedicate evangelium, ha señalado la Oficina de Prensa del Vaticano.

Paloma García Ovejero, vicedirectora de la Oficina de Prensa, ha informado sobre la XXVI reunión de los cardenales consejeros con el Santo Padre Francisco, esta mañana, 12 de septiembre, a las 13 horas, en el Vaticano.

Gran parte de los trabajos del Consejo se han dedicado a los últimos ajustes de este texto provisional de la nueva Constitución Apostólica. No obstante, "está destinado a una revisión estilística y una relectura canónica".

El Consejo de Cardenales se reunió, como estaba previsto, durante tres días: el lunes 10, el martes 11 y el miércoles 12 de septiembre. Todos los miembros estuvieron presentes, excepto el cardenal George Pell, el cardenal Francisco Javier Errázuriz y el cardenal Laurent Monsengwo Pasinya.

 

Presencia del Papa

El Santo Padre, como de costumbre, ha participado en los trabajos, aunque estuvo ausente en tres momentos: el lunes, al final de la mañana, por la audiencia al cardenal Beniamino Stella, el martes por la mañana, con motivo de la visita ad Limina

Apostolorum de la Conferencia Episcopal de Venezuela y esta mañana por la audiencia general.

Las reuniones de lunes y martes se llevaron a cabo de 9 a 12:30 horas y de 16:30 a 19 horas por la tarde. La sesión terminó esta mañana a las 10:30.

 

Reflexión sobre el Consejo

Tal como se comunicó el pasado lunes, durante la primera sesión de esta XXVI reunión, el Consejo de Cardenales pidió al Papa una reflexión sobre el trabajo, la estructura y la composición del Consejo, teniendo también en cuenta la edad avanzada de algunos miembros.

Todos han expresado su satisfacción por el éxito del IX Encuentro de las Familias celebrado en Dublín, felicitando también al cardenal. Kevin J. Farrell y al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que junto con el arzobispo Diarmuid Martin organizaron el evento.

 

Protección de Menores

El Santo Padre ha convocado una reunión con los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo para hablar de la prevención del abuso de niños y adultos vulnerables, como se anuncia en el comunicado de prensa publicado hoy.

El cardenal capuchino Sean Patrick O'Malley actualizó a los presentes sobre el trabajo de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores.

 

Próxima reunión

Una vez más, los cardenales expresaron su plena solidaridad al Papa Francisco por lo sucedido en las últimas semanas, ha señalado García Ovejero.

 

La próxima reunión del Consejo de Cardenales tendrá lugar los días 10, 11 y 12 de diciembre de 2018.

 

 

12/09/2018-15:13
Redacción

Audiencia general, 12 septiembre 2018 —Catequesis completa

(ZENIT – 12 sept. 2018).- “El amor te hace libre incluso en la cárcel, aunque seamos débiles y limitados”. El Papa ha hecho una invitación a renunciar a todo tipo de esclavitud, especialmente a la más fuerte de todas: “el propio yo”, porque “el amor verdadero es la verdadera libertad”, ha señalado.

La audiencia general de esta mañana ha tenido lugar a las 9:25 horas en la Plaza de San Pedro, donde el Santo Padre ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo.

Francisco ha continuado el ciclo de catequesis sobre los Mandamientos, y en concreto, ha centrado su atención sobre el tema: “El día del descanso, profecía de liberación” (pasaje bíblico: Libro del Deuteronomio 5,12-15).

 

Liberación en el descanso

El tercer mandamiento, que nos invita a celebrar la “liberación en el descanso” –ha anunciado el Pontífice– para nosotros, los cristianos, es profecía del Señor Jesús, que “rompe la esclavitud interior del pecado para hacer que el hombre sea capaz de amar”.

En esta línea, el Papa ha señalado esta mañana que “El amor verdadero es la verdadera libertad”: aleja de la posesión, reconstruye las relaciones, sabe acoger y valorar al prójimo, transforma todo esfuerzo en don alegre, hace capaces de comunión.

Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo. La audiencia general ha terminado con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.

RD

 

A continuación, ofrecemos la catequesis completa del Papa Francisco:

 

Catequesis del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En la catequesis de hoy volvemos al tercer mandamiento, el del día del descanso. El Decálogo, promulgado en el libro de Éxodo, se repite en el libro del Deuteronomio de una manera casi idéntica, con la excepción de esta Tercera Palabra, donde aparece una diferencia apreciable: Mientras en el Éxodo el motivo del descanso es la bendición de la creación, en el Deuteronomio en cambio, se conmemora el final de la esclavitud. En este día el esclavo debe descansar como el patrón, para celebrar la memoria de la Pascua de liberación.

De hecho, los esclavos, por definición no pueden descansar. Pero hay muchos tipos de esclavitud, tanto exterior como interior. Hay constricciones exteriores, como la opresión, las vidas secuestradas por la violencia y otros tipos de injusticia. Luego están las prisiones interiores, que son, por ejemplo, los bloqueos psicológicos,  los complejos, los límites del carácter y demás. ¿Hay descanso en estas condiciones? ¿Un hombre encarcelado u oprimido puede permanecer, de todas formas, libre? ¿Y puede una persona atormentada por dificultades interiores ser libre?

Efectivamente, hay personas que, incluso en prisión, viven una gran libertad de ánimo. Pensemos, por ejemplo, en San Maximiliano Kolbe, o en el cardenal Van Thuan, que transformaron oscuras opresiones en lugares de luz. Así como hay personas marcadas por una gran fragilidad interior, que conocen, sin embargo, el descanso de la misericordia y saben transmitirlo. La misericordia de Dios nos libera. Y cuando te encuentras con la misericordia de Dios, tienes una gran libertad interior y también puedes transmitirla. Por eso es tan importante abrirnos a la misericordia de Dios para no ser esclavos de nosotros mismos.

¿Cuál es, pues, la verdadera libertad? ¿Consiste quizás en la libertad de elección? Ciertamente se trata de una parte de la libertad, y nos esforzamos, para que sea garantizada a cada hombre y mujer (Cfr. Concilio Ecuménico Vaticano II. Const. Past. Gaudium et spes, 73.) Pero sabemos que poder  hacer lo que se desea no es suficiente para ser verdaderamente libre, y tampoco feliz. La verdadera libertad es mucho más.

De hecho, hay una esclavitud que encadena más que una prisión, más que una crisis de pánico, más que una imposición de cualquier tipo: es la esclavitud del propio ego. Esa gente  que todo el día se mira al espejo para ver su ego. Y el ego es más alto que su cuerpo. Son esclavos del ego. El ego puede llegar a ser un esbirro que tortura al hombre en cualquier lugar y le causa la opresión más profunda, la que se llama “pecado”, que no es la violación trivial de un código, sino fracaso de la existencia y condición de esclavos. (cf. Jn 8,34). El pecado es, al final, decir y hacer ego. “Yo quiero hacer esto y no me importa si hay un límite, si hay un mandamiento, ni siquiera me importa si hay amor”.

El ego, por ejemplo, pensemos en las pasiones humanas: el goloso, el lujurioso, el avaro, el iracundo, el envidioso, el perezoso, el soberbio – y así sucesivamente- son esclavos de sus vicios, que los tiranizan y atormentan. No hay tregua para el goloso, porque la garganta es la hipocresía del estómago, que está lleno pero nos hace creer que está vacío. El estómago hipócrita nos vuelve golosos. Somos esclavos de un estómago hipócrita. No hay tregua ni para el goloso ni para el lujurioso que deben vivir del placer; la ansiedad de la posesión destruye al avaro, siempre acumulan dinero, perjudicando a los demás; el fuego de la ira y la polilla de la envidia arruinan las relaciones. Los escritores dicen que la envidia hace que el cuerpo y el alma se vuelvan amarillos, como cuando una persona tiene hepatitis: se vuelve amarilla. Los envidiosos tienen el alma amarilla, porque nunca pueden tener la frescura de la salud del alma. La envidia destruye. La pereza que evita cualquier esfuerzo  hace incapaces de vivir; El egocentrismo, -ese ego del que hablaba- soberbio cava una fosa entre uno mismo y los demás.

Queridos hermanos y hermanas, ¿quién es el verdadero esclavo? ¿Quién es él que no conoce descanso? ¡El que no es capaz de amar! Y todos estos vicios, estos pecados, este egoísmo nos alejan del amor y nos hacen incapaces de amar. Somos esclavos de nosotros mismos y no podemos amar, porque el amor es siempre hacia los demás.

El tercer mandamiento, que nos invita a celebrar la liberación en el descanso, para nosotros, los cristianos, es profecía del Señor Jesús, que rompe la esclavitud interior del pecado para hacer que el hombre sea capaz de amar. El amor verdadero es la verdadera libertad: aleja de la posesión, reconstruye las relaciones, sabe acoger y valorar al prójimo, transforma todo esfuerzo en don alegre, hace capaces de comunión. El amor te hace libre incluso en la cárcel, aunque seamos débiles y limitados.

Esta es la libertad que recibimos de nuestro Redentor, el Señor nuestro Jesucristo.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

12/09/2018-09:33
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: Francisco agradece a los educadores venezolanos su labor

(ZENIT – 12 sept. 2018).- Francisco ha agradecido de manera especial la labor que hacen los educadores venezolanos: sacerdotes, religiosos, laicos… Así lo ha expresado esta mañana, en la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro.

Asimismo, el Papa ha dirigido un saludo al grupo de sacerdotes venezolanos, acompañados por el Cardenal Baltazar Porras, presentes en la audiencia, este miércoles, 12 de septiembre de 2018.

“Hoy celebramos la fiesta del Santísimo Nombre de María”, ha anunciado el Santo Padre al saludar a los a los peregrinos de lengua española provenientes de España y América Latina, como acostumbra en la audiencia general.

“Pidámosle a nuestra Madre del Cielo que nos ayude a vivir el descanso dominical como un tiempo privilegiado de encuentro con el Señor y con los demás, dejando que el amor de Jesús nos libere de todas nuestras esclavitudes”: es el mensaje que ha dado Su Santidad a los visitantes de habla hispana.

 

 

12/09/2018-15:38
Rosa Die Alcolea

Santo Nombre de María: Una protección contra los peligros

(ZENIT — 12 sept. 2018).- "Nuestra Señora defiende a la fe y a la Iglesia en los peligros". También hoy —ha indicado el Pontífice— Ella une en oración millones de corazones que le rinden homenaje, imploran su intercesión, su ayuda y su socorro.

Hoy celebramos el memorial litúrgico del Santísimo Nombre de María, ha recordado el Santo Padre en la audiencia general, celebrada este miércoles, 12 de septiembre de 2018, en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.

Esperanzas y lágrimas

"Todos los cristianos estamos invitados a percibir en el nombre de María el gran proyecto que Dios tuvo sobre esta criatura excelsa —ha destacado el Papa— y, al mismo tiempo, la respuesta de amor que, como Madre, dio a su Hijo Jesús, colaborando, sin ahorrar esfuerzos, en su obra de salvación".

"En la historia del mundo, las suertes, las esperanzas y las lágrimas de muchas personas se han entrelazado con su nombre".

"Al venerar el nombre de María, damos gracias por su presencia en la vida de la Iglesia y de cada uno de nosotros", ha dicho el Papa en su saludo a los fieles polacos
presentes en la audiencia.

 

Valientes

El pensamiento del Papa Francisco hacia los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados es: "A los recién casados les digo que son valientes, porque en esta época hay que tener valor para casarse. Y ellos son valientes".

 

 

12/09/2018-15:53
Rosa Die Alcolea

Oriente Medio: "Cristo nos ha liberado para que permaneciéramos libres"

(ZENIT — 12 sept. 2018).- "Queridos hermanos y hermanas", ha dicho Francisco a los peregrinos de lengua árabe en la audiencia general, "Cristo nos ha liberado para que permaneciéramos libres" (Gal 5: 1).

El Pontífice ha dado la bienvenida a los hermanos de habla árabe, especialmente a los de Oriente Medio, esta mañana, en la plaza de San Pedro, como cada miércoles en la audiencia general.

"Estamos llamados a encontrar siempre en Él el descanso de la misericordia y de la verdad que nos hace libres", les ha exhortado.

 

 

12/09/2018-10:57
Richard Maher

Arzobispo Auza: "Defender toda vida para fomentar la paz"

(ZENIT — 12 sept. 2018).- El Arzobispo Bernardito Auza, Nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, dirigió un comentario a un 'Foro de Alto Nivel Sobre la Cultura de la Paz' el pasado miércoles, 5 de septiembre de 2018.

El prelado destacó que el mundo permanece en una "guerra mundial fragmentada" que solo puede ser resuelta con compasión y respeto. Estas virtudes —dijo el Arzobispo—pueden realizar "un camino creíble para mantener la paz", tema de este Foro.

 

"Un círculo vicioso de violencia"

El Arzobispo Auza comenzó su discurso postulando que una guerra continua "se manifiesta de muchas formas" en todo el mundo y es "clave" identificarlas. Entre las instancias son "conflicto entre y dentro de los estados, terrorismo e ideologías extremistas, violaciones de los derechos humanos y violaciones humanitarias, y devastación del medio ambiente".

Estos conflictos no son tragedias sin víctimas, el prelado continuó "crean refugiados y migrantes en condiciones sumamente difíciles". Citando al Papa Francisco, Mons. Auza reafirmó que "este círculo vicioso de violencia se debe romper".

 

Obras de paz y compasión

Después de reconocer las dificultades que presentan estos conflictos globales, Mons. Bernardito Auza enfocó sus comentarios a la búsqueda de soluciones. La única forma de romper el ciclo de violencia —dijo el prelado— es "promover y proteger la dignidad de toda la vida humana que debe ser defendida y fomentada para florecer en una cultura de paz y una cultura de encuentro".

Es este principio —continuó el Arzobispo— el que impulsará a la comunidad global a "expresar una mutua empatía y solidaridad" con las víctimas de la guerra fragmentada que se está viviendo.

El prelado enfatizó que no solo habla de una idea abstracta, porque —señala— obras concretas deberían fluir de una "actitud sincera de respeto mutuo y diálogo".

 

El Ejemplo de Santa Teresa de Calcuta

El Arzobispo Auza recordó al Foro que estaban reunidos en el memorial de Santa Teresa de Calcuta, mujer reconocida por la ONU como "la paz en este mundo".

Terminando su discurso, el prelado amonestó al Foro a tomar a Santa Teresa como un ejemplo para redescubrir "los pilares que se refuerzan mutuamente de las Naciones Unidas: el mantenimiento de la paz y la seguridad, el respeto de los derechos humanos del hombre, y el desarrollo para todos".

 

 

12/09/2018-10:22
Felipe Arizmendi Esquivel

"Pederastia y celibato" por Mons. Felipe Arizmendi

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de las Casas

 

VER

No ha faltado quien afirme que los casos de pederastia clerical se deben al celibato que decidimos asumir los sacerdotes y obispos. Con esto dan a entender que ser célibes nos hace inclinarnos a abusar de menores. Nada más ajeno a la verdad. La pederastia sucede mucho más en la familia, por parte de papás hacia sus hijos e hijas. Son muchísimos más los profesores, casi todos casados, que caen en estos crímenes abominables. Hay también algunos casos de pastores protestantes casados que fallan en esto, y no por ser casados están exentos de estos errores graves. Lo que pasa es que ellos casi no son noticia, y los medios de comunicación no los resaltan. Mucha gente ni se entera y se queda con la impresión de que esto sucede sólo en nuestra Iglesia, que es la que más está luchando por desterrar estas conductas criminales.

Doy testimonio de que la inmensa mayoría de los sacerdotes viven fielmente su celibato y no abusan de menores. El hecho de que algunos hayan cometido estas aberraciones, no autoriza a generalizar culpando a todos y al mismo celibato.

Yo soy muy feliz de ser y permanecer célibe, por una opción libre y personal, consciente y sostenida. Nadie me obligó a renunciar al matrimonio; lo hice porque he querido mantenerme libre para servir, donde me llamen y requieran mis servicios pastorales. No es por desprecio al matrimonio ni a la mujer, sino por una opción de totalidad por Cristo y por el pueblo. Acabo de cumplir 55 años como sacerdote y me siento feliz y muy fecundo en esta vocación. El celibato no me inclina a abusar de menores, sino que me da plenitud en mi opción de ser servidor de Dios y de la comunidad. Muchos no entienden esta consagración, como ya el mismo Jesús lo había advertido. Se imaginan que no se puede vivir sin prácticas genitales, hetero u homosexuales. El hecho de que ellos no lo vivan, no significa que no sea posible. Es posible y hermoso ser célibe, por amor al Reino de Dios, es decir, a Jesucristo y a la vida plena del pueblo, sobre todo de los pobres y de los que sufren.

 

PENSAR

El Papa San Juan Pablo II, en su exhortación postsinodal Pastores dabo vobis, dice al respecto:

"Entre los consejos evangélicos, estaca el precioso don de la divina gracia, concedido a algunos por el Padre (cf. Mt 19, 11; 1 Cor 7, 7), para que se consagren sólo a Dios con un corazón que en la virginidad y el celibato se mantiene más fácilmente indiviso (cf. 1 Cor 7, 32-34). Esta perfecta continencia por el reino de los cielos siempre ha sido tenida en la más alta estima por la Iglesia, como señal y estímulo de la caridad y como un manantial extraordinario de espiritual fecundidad en el mundo.

Es particularmente importante que el sacerdote comprenda la motivación teológica de la ley eclesiástica sobre el celibato. En cuanto ley, ella expresa la voluntad de la Iglesia, antes aún que la voluntad que el sujeto manifiesta con su disponibilidad. Pero esta voluntad de la Iglesia encuentra su motivación última en la relación que el celibato tiene con la ordenación sagrada, que configura al sacerdote con Jesucristo, Cabeza y Esposo de la Iglesia. La Iglesia, como Esposa de Jesucristo, desea ser amada por el sacerdote de modo total y exclusivo como Jesucristo, Cabeza y Esposo, la ha amado. Por eso el celibato sacerdotal es un don de sí mismo eny con Cristo asu Iglesia y expresa el servicio del sacerdote a la Iglesia en y con el Señor.

Para una adecuada vida espiritual del sacerdote es preciso que el celibato sea considerado y vivido no como un elemento aislado o puramente negativo, sino como un aspecto de una orientación positiva, específica y característica del sacerdote: él, dejando padre y madre, sigue a Jesús, buen Pastor, en una comunión apostólica, al servicio del Pueblo de Dios. Por tanto, el celibato ha de ser acogido con libre y amorosa decisión, que debe ser continuamente renovada, como don inestimable de Dios, como estímulo de la caridad pastoral, como participación singular en la paternidad de Dios y en la fecundidad de la Iglesia, como testimonio ante el mundo del Reino escatológico" (No. 29).

 

ACTUAR

Expresemos cariño, gratitud y confianza hacia los sacerdotes que se mantienen fieles a su carisma celibatario. Son padres y hermanos que han consagrado toda su existencia al servicio de Dios y del pueblo. No desconfiemos sistemáticamente de todos, aunque tampoco hay que ser ingenuos. Si en alguno de ellos se advierten tendencias negativas, hay que ayudarle a superarlas; y si no se corrige, hay que denunciarlo ante las respectivas autoridades, no sin mediar antes la corrección fraterna que Jesús siempre ordena.

 

 

12/09/2018-17:21
Isabel Orellana Vilches

San Juan Crisóstomo, 13 de septiembre

«Padre de la Iglesia, un hombre de excelsa virtud y gran talento. Elocuente orador; por ello fue denominado 'boca de oro'. Pío X lo proclamó patrón de los predicadores y Juan XXIII patrono del Concilio Vaticano II»

Es uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia católica, aclamado por los ortodoxos como uno de los más insignes teólogos junto a san Basilio y a san Gregorio. Crisóstomo significa «boca de oro», sobrenombre que recibió por su excelsa forma de predicar, y que siglos más tarde indujo a san Pío X a proclamarle «patrón de los predicadores». Era originario de Antioquia de Siria donde nació hacia mediados del siglo IV. Su padre, oficial del ejército imperial, murió al poco de su nacimiento, y fue su piadosa madre Antusa la que se ocupó de educarle a él y a otra hija mayor. Andragatio y también Libanio, que ya era un prestigioso orador, le introdujeron en el conocimiento de la filosofía y de la retórica. Su elocuencia, que sin duda era un don natural, le hacía apto para aspirar a una exitosa carrera como abogado o político. Así lo consideró Libanio reconociendo que su formidable alumno le había aventajado. Pero Juan siguió otro camino invirtiendo esa gracia que Dios le había otorgado precisamente para darle la mayor gloria.

El año 368 recibió el bautismo de manos del obispo Melecio, conocido suyo, que influyó decisivamente en su vida. Él le nombró lector y se ocupó de instruirle dejándole preparado para el sacerdocio. Entretanto, el santo recibía clases del afamado Diodoro de Tarso, un brillante exégeta que impartía clases a un selecto grupo de jóvenes en Antioquía; algunos de ellos fueron prelados. En el 374, fallecida ya Antusa, Juan emprendió una experiencia eremítica en el monte Silpio, al sur de Antioquia. Fueron intensos años comunitarios, y uno de estricta soledad, acumulando vivencias de incalculable valor, acostumbrado a escuchar la voz de Dios en el silencio, empapándose de la Escritura, particularmente atrapado por las cartas paulinas. Entonces se hallaba en el ecuador de su vida. Por razones de salud sólo pudo soportar este tiempo de severa ascesis y penitencias. Era providencial. El veto que le impuso su organismo obligándole a abandonar la montaña el año 381 le abrió las puertas de su verdadera vocación. Poco tiempo después, Melecio le ordenó diácono. Y el año 386 recibió el sacramento del sacerdocio de manos del prelado Flaviano quien le designó predicador, misión que desempeñó admirablemente durante doce años.

Su rigurosa preparación y vasta cultura, unidas a su fe y entrega, impregnaban sus profundos comentarios a través de los cuales inducía a los fieles a vivir en conformidad con el Evangelio, lejos de la depravación y vicios morales. Muchos de ellos están recogidos en las Homilías;algunas las dedicó a los que derribaron las esculturas imperiales como medida de fuerza contra los gobernantes que no les dejaban respirar con abusivos impuestos. También es autor de numerosos tratados y cartas. El año 397, a la muerte de Nectario, patriarca de Constantinopla, fue proclamado sucesor suyo aún en contra de su voluntad. Tanto sintió su marcha Antioquia que tuvo que partir escoltado para evitar el tumulto de las gentes. Este virtuoso de la elocuencia se ganó al pueblo llano con sus encendidas exhortaciones a vivir la virtud. Luchó con denuedo contra los arrianos. Muchos pecadores y herejes se convertían al sentirse retratados en sus palabras con las que advertía de la gravedad de los vicios y errores en los que incurrían. Las dos horas largas que de ordinario duraban las homilías parecían un santiamén; en ellas exigía y denunciaba a la par que instruía. A las personas que no tenían doblez y mostraban disposición al arrepentimiento les decía: «Si habéis caído en el pecado más de una vez, y aún mil veces, venid a mí y yo os curaré». No seguía el mismo criterio con los impenitentes.

Tenía alma monástica; conocía los peligros de una contemplación puramente teórica cuando de lo que se trata es de encarnar a Cristo. Se preocupó de la formación de personas de todas las edades, denunció los abusos del clero y reformó sus costumbres. Apuntaba certero al corazón y alentaba la vida espiritual de la gente, especialmente de los pobres, a quienes ayudaba a paliar sus carencias materiales. Fundó hospitales, promovió comunidades entre mujeres de fe y también impulsó la evangelización de otras ciudades. Vivía la oración continua: «Nada hay mejor que la oración y coloquio con Dios... Me refiero, claro está, a aquella oración que no se hace por rutina, sino de corazón, que no queda circunscrita a unos determinados momentos, sino que se prolonga sin cesar día y noche». Estaba abrazado a la cruz. Su vibrante defensa de la verdad y abiertas críticas a la ostentación y a otros desmanes que detectaba en una parte del clero y en ciertos núcleos de poder le deparó muchos problemas.

La diplomacia no era uno de sus fuertes. Franco y directo se ganó opositores que albergaban intereses dispares a los evangélicos, huyendo de la exigencia que predicaba. En particular Teófilo, el patriarca de Alejandría, y la emperatriz Eudoxia, esposa de Arcadio, levantaron malévolas acusaciones de traición contra él, que no eran más que una burda venganza por las consecuencias de sus sermones que no les beneficiaban. El Sínodo de la Encina convocado el año 403 sancionó su caso, y un grupo de obispos capitaneados por Teófilo y la connivencia de Eudoxia acordaron su destierro. Tras su pronta reposición en la sede de Constantinopla por Arcadio, nuevamente sus advertencias pastorales a la emperatriz atrajeron su ira y fue enviado a Cucusa, cerca de Armenia. Desde allí continuó redactando valiosas cartas pastorales. El papa Inocencio I lo consoló y medió para que fuera restituido, pero sus gestiones no tuvieron eco. Juan nunca llegó a Pitionte que hubiera sido el final de su trayecto. En el transcurso del viaje que emprendió en Cucusa, hallándose en Comana, región del Ponto, falleció el 14 de septiembre del año 407, festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, musitando: «Gloria a Dios por todo».