Editorial

 

Panorama desde el puente: el abismo

 

 

18/09/2018 | por ForumLibertas.com


 

 

Para identificar las causas que mueven la gran crisis de nuestra sociedad basta con observa la información que, con normalidad, sin una especial trascendencia, parecen en los medios: la crisis de buena parte de Europa, la que ha dado pie a una verdadera guerra cultural sin cuartel en los Estados Unidos, y que, si prende, ocasionaran la debacle en México y en América Latina, al estar dotadas de una base económica menos desarrollada. Por ejemplo, el de May Serrano, que promueve el matrimonio de la mujer consigo misma, porque la prioridad es aprender a amarse, eso y en un mundo ferozmente individualista, donde todo se centra en poseer en benefició propio. Lo subrayamos por si pasa por alto. Es una concepción que está en las antípodas del ser cristiano. Pero, es una idea celebrada: las mujeres deben casarse con ellas mismas. ¡Qué mentalidades tan extrañas!

Una vez más ha sido noticia la socióloga israelí, Orna Donath, Autora de Madres Arrepentidas, empeñada en insistir en que hay muchas mujeres que se arrepienten de su maternidad, precisamente en el periodo de la historia en el que nacen menos hijos. Se opone a que se pueda ligar la felicidad o, mejor dicho, la recompensa vital de la mujer, con la maternidad. No es un pensamiento nada judío, un pueblo cuya pertenencia se trasmite por línea materna -la eterna sabiduría judía- y nada cristiano, pero es que también es poco, materialista, evolucionista, porque si la misión de los genes de los que somos portadores es la de trasmitirse, la maternidad ha de comportar mayoritariamente gratificaciones para la mujer. Ha de poseer incentivos, como la reproducción, o el comer y beber. El que en nuestra sociedad a algunas mujeres les parezca que no es esto a lo que debe conducir, nos hace peguntarnos en qué falla la construcción social y cultural que ve a la maternidad con aversión creciente, o en el mejor de los casos muy limitada. Esa es la pregunta que nunca se formula. ¿Por qué los estímulos construidos funcionan en sentido contrario?

La Neobiblia de los progres de lengua hispana, “El País”, cada vez más maltrecho y obsesivo con sus temas: ideología de género, anticristianismo, y ofensiva de sección fija contra la Iglesia, presentaba no hace demasiados días, bajo el sugerente título de “Desnudarse es un arte”, a una pareja, Adrián Pino y Jeth Brül, que se dedicaban a desnudarse en espacios públicos. En este caso fue dentro del Museo del Prado, pero también lo han hecho- dicen- ante la Mona Lisa en París, o en la Fontana de Trevi en Roma, todo ello con el fin -la frase es brillante- de destruir unos “Constructos sociales ridículos”, cosa que hace un daño terrible al sector textil. Para mayor confusión Jeth, la mujer, declara “soy biológicamente una mujer pero no lo soy, me estoy hormonando” En la misma Neobiblia, este domingo, y en su sección fija, la directora de opinión de El País, Mariam Martínez- Bascuñan, trataba del rapto de Europa, y de como los populismos la estaban destruyendo. No se estaba de calificar de humanista al trilero de Tsipras, el primer ministro griego, al que pasarán por la piedra electoral por haber cambiando de cara tantas veces, y como siempre en ella, le pegaba un viaje al cristianismo porque la Europa cristiana es la que antepone los valores cristianos a los derechos individuales. Claro que tampoco cabe extrañarse en su perfil en Wikipedia donde figura esta cita que debe considerar trascendente: “El futuro depende de nuestra habilidad para plantear las preguntas correctas“. ¡Qué originalidad y profundidad en el razonar! La historia no les importa, la realidad menos. Que los treinta años gloriosos de Europa después de la Segunda Guerra Mundial tuvieran como protagonistas a personajes, pensamiento y organizaciones cristianas, les importa nada, que el populismo sea la reacción a la injusticia de las élites cosmopolitas, tampoco les interesa.

El guion dice que los cristianos son siempre los malos, como hace Antonio Elorza en la “Violencia de Dios”, donde empezando por la Yihad, da la culpa al Antiguo Testamento, y termina, como no, asociando aquellos que matan en nombre de Dios a los cristianos. Y para ello se remonta a los cruzados, un clásico, olvidando que los cristianos eran quienes habitaban Tierra Santa hasta que la expansión militar islámica la ocupó. También hace responsable Concilio de Trento, en el siglo XVI, ya la “concepción reaccionaria postconciliar”, y a un señor de Cuenca que pasaba por allí. Son ferozmente agresivos, incansables, faltados del más elemental respeto a la verdad de los hechos y a las creencias de los demás, y siempre omiten que el cristianismo ha forjado a Europa y que la gran destrucción humana ha venido siempre de aquellos que tienen aversión por Dios.

La cuestión es esta: proyecten estas actitudes individuales al plano colectivo y pregúntese ¿qué sociedad surge de todo esto y que modelo económico pude funcionar con todo ello? Y no lo olvide. Esto lo dicen desde la normalidad, no desde la excepción.