Colaboraciones

 

Sin miedo, ¡de la mano de Dios!

 

 

19/10/2018 | por Jordi-Maria d’Arquer


 

 

“Todo lo puedo en aquel que me conforta”, nos instruye san Pablo (Flp 4,13). No extraña, pues “No tengáis miedo”, “No temas” es una expresión que “en la Biblia aparece 365 veces (…), con todas sus variaciones, como si quisiera decir que todos los días del año el Señor nos quiere libres de temor”, aseveró el Papa en su Mensaje para la preparación de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró a nivel diocesano el pasado 25 de marzo, Domingo de Ramos, como antesala de la Jornada, que se celebrará en enero de 2019 en Panamá. E insistió: “Para los cristianos, en concreto, el miedo nunca debe tener la última palabra, sino que nos da la ocasión de realizar un acto de fe en Dios… y también en la vida”; y aún remató con una severa advertencia: “Si (…) alimentamos el temor, tenderemos a encerrarnos en nosotros mismos, a levantar una barricada para defendernos de todo y de todos, quedando paralizados”. Así que recordemos: “¡No tengas miedo!”. Valentía. Osadía. “Todo lo puedes”. Es tan importante lo que Dios, Padre nuestro, nos quiere significar con esta expresión, que incluso nos lo recuerda la escena del ángel Gabriel en su anuncio a la Virgen, la Valiente por antonomasia: “No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios” (Lc 1,30). No podía ser de otra manera, porque el Señor, más adelante, en la parábola de la vid y los sarmientos nos sentencia: “Si permanecéis en mí, conmigo lo podéis todo, sin mí no podéis nada” (Cfr. Jn 15, 1-8). (Con Jesús. Repito: con Jesús). Él insiste, por si no queda claro, en la parábola del grano de mostaza: “Si tuvierais fe como un grano de mostaza (…), nada os sería imposible” (Mt 17, 20). Así las cosas, ¿a qué temer? Es hora, en este mundo nuestro tan revuelto, de abrir los ojos y ponernos todos manos a la obra. Busca en qué está “tu obra”, y descubrirás tesoros por descubrir a tu alrededor; véndelo todo, y vete a por ellos (Cfr. Mt 13, 44). Es importante no perder el tiempo dando tumbos, ve al grano. Seguro: Delante de las narices el Señor te pone lo que has de hacer. Abre los ojos. Sé generoso. Quizás debes perfeccionarte antes de eso que tú deseas. Te falta la gracia. Es importante, para caminar ligero, vivir con poco equipaje y libre de ataduras: te hace la vida más fácil y te ahorra fuerzas, que te quedan para la lucha de cada día, que nunca faltará, por guapos que seamos. La vida es siempre esfuerzo, por más que la mala publicidad nos insista en que será el Paraíso. “Vive siempre como si fuera el último día: El mañana es inseguro, el ayer no te pertenece, solo el hoy es tuyo” (san Maximiliano Mª Kolbe).