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Una española de los Legionarios de Cristo, en el comité de dirección del suplemento femenino de L´Osservatore Romano

 

 

22/05/19


 

 

La cuestión del poder de la mujer en la Iglesia, de su influencia, de participar en la toma de decisiones, de que se la tome totalmente en cuenta (no en parte) de que sea escuchada de verdad por cardenales y obispos y otros clérigos, es un tema que no cesa. No obstante, cada vez hay más mujeres en posiciones destacadas en la Curia Romana y otras áreas de la Iglesia Católica. Queda un camino por recorrer, pero está más que iniciado.

Ciertamente, cada equis tiempo prorrumpen voces que piden que a la mujer se la permita ser sacerdote o sacerdotisa de la Iglesia Católica, pero me atrevo a asegurar que esas voces provienen en su mayoría de personas que no practican la fe católica. En cualquier caso, el Papa recientemente ha dicho que, aunque no tiene miedo al estudio, la ordenación de mujeres diaconisas de momento "no va".

A propósito de este tema, me ha llamado la atención algunas de las integrantes del nuevo comité de diez mujeres que dirigirá el suplemento femenino “Donne Chiesa Mondo” que publica mensualmente L’Osservatore Romano. El suplemento estará coordinado por la periodista italiana Rita Pinci.

Una de estas mujeres que forma parte de este comité es la consagrada española Marta Rodríguez. La revista Vida Nueva, que distribuye este suplemento traducido al español todos los meses, la ha entrevistado. Marta habla de los retos de la mujer en la Iglesia y cómo, desde el Instituto de Estudios Superiores sobre la Mujer del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, (de los Legionarios de Cristo en Roma, del cual es directora), están afrontando este desafío.

Pues bien, explica en la entrevista que este comité es rico y variado, y me consta que lo integran mujeres de distintas realidades eclesiales. Un acierto. Ella explica que en el Ateneo que dirige se estudian temas como la identidad de género, el tema de la mujer en la Iglesia, la violencia, etc. Pero sobre todo, pretende que, como pide el Papa, se integre el pensamiento de la mujer en la Iglesia, junto al del hombre, sin excluir a ninguno de ellos.

Quizás vamos a encontrar nuevas luces a partir de ahora en el suplemento femenino del periódico del Vaticano, después de algunas borrascas pasadas. Merece la pena seguirlo.

 

Zenón de Elea.