Papa Francisco | audiencia general

 

El Papa recuerda a la religiosa española bárbaramente asesinada en Centroáfrica

 

En la Audiencia General de este miércoles 22 de mayo, en sus saludos a los peregrinos francófonos, el Papa Francisco recordó a la religiosa española, Inés Nieves Sancho, asesinada bárbaramente en el pueblo de Nola, en la República Centroafricana.

 

 

22 mayo 2019, 13:14 | Renato Martinez – Ciudad del Vaticano


 

 

“Quisiera recordar hoy con ustedes, a Sor Inés Nieves Sancho, de 77 años, educadora de muchachas pobres durante décadas, asesinada bárbaramente en Centroáfrica, en el mismo lugar donde enseñaba a coser a las jóvenes. Una mujer más que da su vida por Jesús en el servicio a los pobres”, con estas palabras el Papa Francisco recordó al finalizar la Audiencia General del cuarto miércoles de mayo, a la religiosa española asesinada la madrugada del domingo en la aldea de Nola, cerca de Berberati, en la República Centroafricana.

 

La pequeña, amable y pacífica misionera

En sus saludos a los peregrinos francófonos, el Santo Padre recordó la figura de la pequeña, amable, y absolutamente pacífica misionera española. Es así como la describen quienes conocieron a la hermana Inés Nieves Sancho. La religiosa de 77 años fue encontrada muerta el lunes por la mañana en el pueblo de Nola, diócesis de Berberati, en la República Centroafricana, en el local donde enseñaba – como lo ha recordado hoy el Papa Francisco en la Audiencia General – a las jóvenes, en primer lugar, a coser y a tratar de tener una vida mejor. Su cuerpo – informó L’Osservatore Romano – ha sido horriblemente mutilado.

 

Comprometida en la formación de las jóvenes

La hermana Inés pertenecía a la pequeña comunidad local de las Hijas de Jesús. Desde hace muchos años estaba involucrada en esta gran aglomeración de la prefectura de Sangha-Mbaéré, en el suroeste de la República Centroafricana, en la frontera con Camerún. Aquí, en un contexto hecho de edificios y cuarteles toscamente construidos, desde hace décadas realizaba su trabajo hasta la vejez. Quería permanecer a toda costa, incluso sola, para continuar su misión hasta que las fuerzas se la hubieran concedido. “Nos vimos en Pascua – narra Sor Elvira Tutolo, de las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida Thouret, que lleva 18 años en una misión en Berberati – y ella no quería irse. Ella decía: “¡No estoy sola! ¡Ahí están las chicas!”.

 

Asesinato quizás relacionado con el tráfico de órganos

Durante la noche entre el domingo y el lunes, unos desconocidos entraron en su habitación, la recogieron y la llevaron al local donde impartió sus clases de costura. Tal vez un lugar simbólico para sus agresores. Aquí la decapitaron. Las razones de la agresión aún se desconocen. Nadie ha reclamado la acción. Aunque la elección del lugar del asesinato puede ser indicativa – informó L’Osservatore Romano – entre las hipótesis se encuentra también la de la práctica irreverente del comercio de órganos humanos. A menudo, este tipo de acción se considera propiciatoria de la fortuna, en primer lugar, para una búsqueda exitosa de diamantes. También sucede que son los mismos padres los que matan a algunos niños para propiciar la fortuna deseada. Una práctica que proviene del cercano Camerún, no es de extrañar que sea el destino preferido de este tipo de comercio.