Tribunas

Un cierto cansancio

 

 

Daniel Tirapu


 

 

Lo confieso, estoy cansado, me canso. Un buen profesor mío decía que desde que Adán pecó ya no se sabe lo que es cansancio y lo que es pereza. Pero estoy cansado.

De dar la batalla vital, de intentar explicar lo que mueve mi vida, de los porrazos, de ver la propia vida tan egoísta a veces. Dicen los autores espirituales que una de las peores tentaciones o pruebas es el desaliento, el cansancio, la falta de esperanza. Me conmueven las escenas en que Jesús se retira con los apóstoles a descansar, a hablar, apartándose del gentío porque ni tiempo de comer tenían.

Jesús también antes de la pasión pasa por Betania, donde se encuentra en familia, donde es tratado con intimidad, con calor. Jesús se cansa y se sienta en un pozo y pide de beber, se duerme en una tormenta, hay que tener mucho sueño para eso. El descanso es bueno, no consiste en no hacer nada, es represar, es dar gloria Dios, en familia, en la naturaleza, cerca del mar , de las estrellas. Jesús, María, sed mi descanso y compañía.

 

Daniel Tirapu