Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 685

22 de ago. 2019

 

1. Uruguay: archivan la causa de la secta del “porno yoga”.

2. Los testigos de Jehová y el abuso sexual de menores, un problema que permanece.

3. Una periodista argentina publica una novela sobre el mundo de las sectas.

4. Colombia: continúa la polémica en torno al templo “Semilla de Luz”, donde se adora a Lucifer.

5. Se cumplen 50 años de la matanza protagonizada por Charles Manson.

6. El actor Tom Cruise y su papel en la Iglesia de la Cienciología.

7. Argentina: detienen a una organizadora del Telar de la Abundancia.

8. México: crece el interés por la brujería y el esoterismo entre la generación “millennial”.

9. La brujería y astrología, en auge en América Latina… también entre los poderosos.

10. España: un curso de verano aborda los elementos ocultistas en el cine nacional.

 

 

1. Uruguay: archivan la causa de la secta del “porno yoga”.

FUENTE: El País

 

 

A pocos uruguayos les sonará el nombre Gregorian Bivolaru. La mayoría ni siquiera sería capaz de pronunciar este apellido de origen rumano. Pero detrás de este hombre de cara afable, lentes de aviador y pelo honguito yace una de las redes de trata de personas que más inquieta a Interpol. Una trama que tiene su epicentro en una playa del Mar Negro, tiene el yoga como fachada y a miles de jóvenes como víctimas, incluyendo uruguayas. Lo cuenta Tomer Urwicz en el diario uruguayo El País.

La playa de Costinesti, en Rumania, es como cualquier otra. El agua es menos turquesa que en el Caribe, como sucede en las costas del Mar Negro. La arena se llena de basura, como todo rincón superpoblado de adolescentes en verano. Y los salvavidas no dejan nadar más allá de las boyas, como toda marea revoltosa. Pero en agosto, cuando el colectivo MISA (Movimiento para la Integración del Absoluto Sublime, liderado por Bivolaru) organiza sus “retiros espirituales”, esa playa se distingue de casi todas: entre mantras, saludos al Sol y la repetición del “inhalo-exhalo”, miles de mujeres se desnudan, participan de orgías —o mejor dicho son convencidas de que esa es la manera de “sacar a su diosa interior”— y son filmadas. Luego esas películas son vendidas en el mercado asiático de la pornografía.

Bivolaru –de 67 años, quien hoy está prófugo y de quien pende una alerta roja internacional– había sido expulsado hace más de una década de la Alianza Europea de Yoga. El presidente de esta Alianza, Phillippe Barbier, justificó en aquel momento: “Usted es tan solo un vulgar hombre de negocios de la industria pornográfica que utiliza los nombres de Tantra Yoga y de nuestra Federación Internacional de Yoga como una tapadera respetable para sus actividades controvertidas”.

Pero ni la expulsión del rumano, ni su orden de captura, ni las decenas de denuncias frenaron esas orgías en Costinesti. Tampoco a la red de trata que, según estimación de la Interpol, “se extiende a más de 40 países”. La Fiscalía uruguaya venía estudiando el caso de cuatro víctimas –dos hombres y dos mujeres– que viajaron o estaban por viajar a esa playa. Los cuatro habían sido objeto de la persuasión coercitiva –”lavado de cerebro”, como se dice en criollo– en una academia de yoga cuya sede central está en la peatonal Sarandí de Montevideo.

Habían ido a meditar durante meses, habían ascendido en la escala “de confianza” de la organización, habían mandado sus fotos en ropa interior (para que el “líder espiritual” diera el visto bueno) y se habían hecho exámenes para descartar enfermedades de transmisión sexual (HIV y sífilis, entre otras). ¿Raro? Lo mismo pensó la fiscal Alba Corral, especializada en delitos sexuales, quien lideró la investigación local. Gracias a su pesquisa, la Justicia formalizó a otro ciudadano rumano que residía en Uruguay y que lideraba la academia de yoga en la peatonal Sarandí. Fue justo hace un año, el 10 de agosto de 2018. Aquel día también había sido formalizada una joven, la que luego fue sobreseída porque era una de sus víctimas.

Corral le pidió a la Justicia que le diera un año para continuar su investigación. Así fue. En ese ínterin recopiló pruebas, solicitó información a Finlandia –país que había ordenado la captura internacional de Bivolaru– y ordenó la pericia psicológica de las víctimas. Pero pasó el tiempo legal y la fiscal necesitaba una extensión del plazo, algo que prevé el artículo 265 del nuevo Código del Proceso Penal. Sin embargo, la jueza Beatriz Larrieu no hizo lugar al pedido de la fiscal y hace unos días archivó la causa.

Qué había sucedido en Uruguay

En el principio todo era una clase de yoga. No se usaba la palabra religión. Apenas había referencias al karma, que no es otra cosa que un concepto religioso de la vida eterna, y a la gracia divina. Pero nada de ello daba para pensar que se trataba de una secta. Mucho menos si la academia que impartía esas clases tenía un convenio desde 2012 con la Universidad de la República (Udelar) y el Instituto Nacional de Juventud. El salón de actos de la Facultad de Psicología de la Udelar había sido el escenario de una de esas clases que, según la organización era ciencia pura, pero que a juicio de Miguel Pastorino, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), “era catequesis esotérica”. Así lo había dicho en VTV.

Más de 1.500 alumnos de la Udelar llegaron a asistir a esa “yoga gratuita”. Entre los participantes había muchos jóvenes idealistas, de alto nivel intelectual y que, como ocurre con los convencidos, pensaban que “jamás serían captados”. El psicólogo Álvaro Farías, un estudioso de las sectas e integrante también de la RIES, había identificado estas características en el “Proyecto Yoga y Meditación en Udelar”. Siguió investigando al respecto y, en agosto de 2015, hizo pública la denuncia. Hubo revuelo mediático, hubo ruptura del convenio de Udelar y juicios.

Cuatro meses después, Farías difundió un artículo titulado “La secta del Porno Yoga en Uruguay”. El “porno yoga” es el nombre que adquirió vulgarmente el tantra yoga liderado por el rumano Bivolaru y que usaba el tantra –una de las tradiciones esotéricas más antiguas en Oriente– como fachada de la industria pornográfica. Quien guiaba las clases de yoga en Udelar y que tenía su sede de la academia en la peatonal Sarandí, era el rumano Octav Fercheluc. Según contó Farías en su artículo de 2015, el rumano Fercheluc “reconoció públicamente haberse formado en la Escuela de Yoga MISA y haber recibido directamente las enseñanzas de Bivolaru, sobre quien hay acusaciones de abuso sexual de menores, trata de personas y tráfico ilegal de pornografía”.

Farías recordó entonces que había conexiones entre MISA y la industria porno. “Muchas de las películas eran filmadas en el contexto de los campamentos anuales que la secta organiza en Costinesti. Campamentos a los cuales las mujeres deben enviar primero una foto en traje de baño o ropa interior (supuestamente para que Bivolaru les viera ‘el aura’) y además concurrir con exámenes de VIH y sífilis actuales. En ese contexto de los campamentos las mujeres eran filmadas mientras realizaban la llamada ‘prueba secreta’, esta consistía en masturbarse hasta alcanzar el «orgasmo urinario»“.

Las acusaciones de Farías y las repercusiones mediáticas mermaron a la par que aumentaba la inocencia de las víctimas uruguayas. Un día la Policía recibió la denuncia de la madre de la novia del rumano residente en Uruguay. Estaba preocupada porque su hija actuaba raro, porque había sacado un pasaporte de urgencia para viajar a Rumania y porque, a su retorno, apenas le contaba sobre las aventuras de “tan soñado viaje”.

Luego hubo otras acusaciones. La Policía de Crimen Organizado obtuvo el testimonio de una de las cuatro víctimas que terminó investigando la Fiscalía. Era una joven que fue captada cuando tenía solo 19 años. Padecía dolores de espalda y la médica tratante le recomendó que hiciera yoga. En la cartelera del INJU vio que había “clases gratuitas” y, sin saberlo, cayó en la red del rumano.

¿Cómo ocurrió? Como sucede en las sectas: le “daban más amor que su familia, la hacían sentir importante, la iban ascendiendo de grado, la invitaban a retiros exclusivos…”. Antes de que pudiera darse cuenta, la chica había abandonado los estudios universitarios y ya tenía el pasaje comprado para irse a la playa de Costinesti. Esta trama, sin embargo, no tiene final. O, si lo tiene, es como esas películas inciertas. Porque la jueza encajonó el caso.

De gurú a uno de los fugitivos más buscados

Interpol mantiene encendidas 7.048 alertas rojas. Una de ellas es contra el rumano Gregorian Bivolaru: para unos, el gurú del porno yoga; para otros uno de los fugitivos más buscados en Europa. Este hombre de 67 años, que hoy está prófugo y que según la Justicia de Finlandia es el líder de una de las sectas más potentes, había empezado a practicar yoga en su juventud. Por ese motivo –el de instructor de yoga– fue preso dos veces y hospitalizado en un centro para enfermedades psiquiátricas.

Pero con el tiempo, y acorde esta disciplina empezaba a ser respetada, se convirtió en el líder del Movimiento para la Integración en el Espiritual Absoluto (MISA) y un referente del tantra. Incluso llegó a ser miembro honorario del Consejo Europeo del Yoga. Hasta que lo echaron. Es que en 2004 lo habían acusado de abuso sexual a una menor de edad. Luego de tráfico de personas y venta pornográfica. Pero pudo escapar y refugiarse en Suecia, donde obtuvo el asilo justificándose que era un perseguido por la masonería francesa.

Cuando parecía que ya había caducado su causa, la Justicia rumana lo condenó en 2013 a seis años de prisión. Francia también le impuso una condena, en 2016, que el hombre cumplió por un año y unos meses. Fue puesto en libertad y cuando se lo iba a acusar otra vez, se fugó. Mientras tanto, miles de jóvenes siguieron participando de sus campamentos, sus orgías, y sus “revisiones del aura”. Se busca.

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2. Los testigos de Jehová y el abuso sexual de menores, un problema que permanece.

FUENTE: Las 2 Orillas

 

 

El medio colombiano Las 2 Orillas ha publicado la semana pasada un artículo titulado “Los testigos de Jehová: ¿un paraíso para los abusadores de niños?”, escrito por David Mariño Segura, donde se cuenta el impactante relato de una niña abusada a las 9 años dentro de la secta, donde al parecer no se hizo nada y sólo se guardó silencio.

Shelly, una pequeña niña de 9 años, asustada y temblorosa, se acerca a unos de los ancianos de la congregación —así se hacen llamar a sí mismos los líderes espirituales de esta secta destructiva— para buscar ayuda y protección de su propio padre que la abusa. Como es costumbre entre la secta, se crea un “comité judicial”, una especie de tribunal inquisidor que usan los testigos de Jehová para juzgar a quienes cometen pecados de cualquier índole, desde fumar, besarse “indecorosamente” con la novia, celebrar un cumpleaños, recibir una transfusión de sangre o hasta una violación como en este caso.

Se reúne a la niña con su abusador y tres hombres adultos más en un cuarto cerrado, sin la presencia de su madre u otro adulto que la proteja emocionalmente, y se la confronta con su padre violador. A la pequeña Shelly, que está confundida y nerviosa, se le exige que diga la verdad pues Jehová, el dios que no la protegió de ser violada, la puede castigar si miente. Además, le solicitan que tenga como forma de apoyar su acusación que dos testigos de Jehová bautizados y adultos corroboren el abuso y que la niña no miente.

Esto lo dicen pues su fanatismo los hace pensar que deben seguir al pie de la letra una regla, a todas luces ilógica, inventada por los judíos ignorantes de hace 6.000 años que vagaban en el desierto, que dice: “En caso de algún delito o pecado relacionado con alguna ofensa cometida, no se tomará en cuenta contra nadie a un solo testigo. La acusación se mantendrá solo por el testimonio de dos o tres testigos” (Deuteronomio 19:15).

Por supuesto, el desgraciado abusador lo niega todo, y no fue tan estúpido como para cometer su crimen contra Shelly delante de alguien más. La manipuló por meses para que ella se mantuviera en silencio, y le hizo creer que su dios Jehová aprobaba todo. Además, como ella debía ser obediente a sus padres, pues es uno de los mandamientos. “honrarás a tu padre y a tu madre” (Efesios 6:2-4), no debería contarle a nadie, ni siquiera a su mamá, pues a los niños desobedientes se les debe asesinar.

Entonces, le lee lo que dice Deuteronomio 21:18-21 RVC: “Si alguien tiene un hijo testarudo y rebelde, que no atiende a la voz de su padre ni a la de su madre, y que no los obedece a pesar de que lo castigan, entonces su padre y su madre lo llevarán ante los ancianos, a la entrada de la ciudad donde viva, y dirán a los ancianos de la ciudad: ‘Este hijo nuestro es testarudo y rebelde; no atiende a lo que le decimos, y además es glotón y borracho’. Entonces todos los hombres de la ciudad lo apedrearán, y así morirá, para que quites de en medio de ti el mal, y todo Israel lo sabrá y temerá”.

Así que esta pequeñita no sabe qué hacer y solo se limita a llorar y pedir perdón ante los ancianos que supuestamente la deberían proteger, estos hombres adultos que temen más porque algo así llegue a saberse dentro de la congregación o, peor aún, llegue a las noticias. Le dicen que no le vaya a contar a nadie más del incidente y le citan otro texto bíblico que dice que debe confiar en Jehová. El pederasta sabe que ya está salvado, llora y dice que la niña está mintiendo, que eso que dice no es verdad y que ella es “muy imaginativa”. Los ancianos deciden no reportar el incidente a la policía pues eso puede traer “oprobio al nombre de Jehová y a su congregación”.

Además, cuando hablan con la madre de Shelly, le recuerdan lo que dice la carta a Tito 2 3-5: “Igualmente, que las mujeres de más edad se comporten con reverencia, que no sean calumniadoras ni estén esclavizadas a mucho vino y que sean maestras de lo que es bueno, a fin de que aconsejen a las mujeres más jóvenes para que amen a sus esposos y a sus hijos, tengan buen juicio, sean castas, trabajadoras en casa y buenas, y estén en sujeción a sus esposos, y así no se hable mal de la palabra de Dios”. Y hacen especial énfasis en la parte que dice que debe estar sujeta a su esposo.

Shelly sigue su pesadilla por años y luego se entera de que a su hermana también la abusa su padre. Intenta de nuevo en la adolescencia ir a los ancianos junto con su hermana (ahora ya hay dos testigos del pecado) pero vuelve a ocurrir algo similar. No aceptan su testimonio pues son menores de edad y ninguna de las dos es testigo de Jehová bautizado.

A pesar de lo doloroso de toda la situación, Shelly no se desanima y busca conseguir justicia de otra manera. Logra salir de su casa y estudiar en la universidad para ser abogada, reporta a la policía lo que les pasa a ella y su hermana. La expulsan de entre los testigos de Jehová por atreverse a denunciar, lo que quiere decir que nadie de dentro de esa secta le puede dirigir nunca el saludo, ni sus amigos, ni compañeros, ni siquiera su propia madre, una muerte social absoluta si no tienes amigos en el mundo.

Sin embargo, logra terminar sus estudios con la ayuda del policía que la acompaña en todo el proceso. La justicia de Australia condena al pedófilo de su padre y abre una de las mayores investigaciones hasta ese momento contra los testigos de Jehová y sus infames políticas que los convierten en un paraíso para los abusadores de niños.

El fiscal general de Australia llama a dar testimonio a uno de los miembros del cuerpo gobernante de los testigos de Jehová (el equivalente a los 12 apóstoles modernos según ellos) y por lo tanto uno de los responsables para que los testigos de Jehová de todo el mundo sigan esta regla siniestra de no reportar a las autoridades los abusos a niños.

El individuo, tal como los cardenales de la iglesia católica, saca excusas traídas de los cabellos, como que en la ley australiana no se les exige que deban reportar estos casos y que él no es quien escribe las atalayas o toma las decisiones de estas leyes. Es una absoluta mentira, pues él como miembro del cuerpo gobernante participa de este tipo de directrices que los aproximadamente 10 millones de testigos del mundo siguen como si fuera la palabra misma de Dios.

Pasan algunos años y en todo el mundo, en especial el anglosajón, los Testigos de Jehová como organización empiezan a perder juicios millonarios, lo que además de afectar sus finanzas atrae mucha atención de los medios. Finalmente, alarmados por ello, utilizan su revista insignia La Atalaya, edición de estudio de mayo de 2019, para tratar de acallar las voces asustadizas de los borregos dentro de la secta, que ven como cada vez más en redes sociales, televisión, radio, prensa y hasta en las casas que visitan o en los carritos que ponen en las esquinas la gente los cuestiona sobre esta práctica de ocultar a las autoridades las denuncias de abusos y la famosa regla bíblica de los dos testigos.

¿Y qué encontramos en este estudio? Lo que vemos en las imágenes tomadas de dichas revistas. ¿Cambiaron la regla de los dos testigos? En absoluto, pues según ellos es un mandato bíblico que debe respetarse a toda costa. ¿Animan a los miembros de la congregación o a los ancianos a reportar los casos de abuso ante las autoridades competentes? No, sino que se escudan con la leguleyada de que se debe obedecer las leyes solo si están explícitamente dictaminadas en el país donde ocurran los hechos. ¿Cambiaron de alguna manera su proceder contra los acusados por niños de ser abusadores? No, simplemente se remiten a decir que si el pecador se arrepiente debe permanecer en la congregación y tal vez les informen a algunos padres sobre el individuo para que sean más vigilantes de sus hijos.

Y entonces, ¿nuestros hijos a los que estos abusadores podrían acceder al ir a predicar a nuestras casas qué? Esos niños no les importan a los testigos de Jehová, igual para ellos, todos que no somos testigos somos unos mundanos a quienes pronto su dios Jehová destruirá de la forma más horrorosa, pues promete: “Pero a las naciones que hayan luchado contra Jerusalén, el Señor las castigará duramente: a su gente se le pudrirá la carne en vida, y se le pudrirán los ojos en sus cuencas y la lengua en la boca” (Zacarías 14:12 Dios Habla Hoy).

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3. Una periodista argentina publica una novela sobre el mundo de las sectas.

FUENTE: El Periódico

 

 

La periodista y activista argentina Florencia Etcheves, que tras 25 años como reportera de sucesos denunció la trata de blancas utilizando el género negro en Cornelia, se preguntó: “¿Qué pasa si, de repente, los débiles y oprimidos se juntan y logran un poder colectivo lo suficientemente fuerte como para vencer a poderosos y opresores?”. La búsqueda de respuesta, de nuevo a través de la “mecánica criminal” de la novela, la condujo al mundo de las sectas, que ha volcado en Errantes (Planeta). “Sus líderes tienen una capacidad de psicopatía muy grande para captar a personas vulnerables. No todo el mundo es susceptible de ser captado. En ese escenario vi que los personajes aparentemente débiles pueden ser muy fuertes. Quería hablar del poder de los débiles”. Lo cuenta Anna Abella en El Periódico.

Etcheves estudió distintos casos de sectas, como la de Charles Manson –”Él no fue la mano ejecutora de la muerte de Sharon Tate sino aquellas chicas y chicos a los que sedujo y a los que les convenció de que una voz le decía que esa gente debía morir”–, la de Waco y la de Guyana, que acabaron en suicidios colectivos, o la de Colonia Dignidad, en Chile, “que colaboraba con el régimen de Pinochet, que la protegía y les llevaba detenidos de la dictadura para torturar”.

Y halló elementos comunes que definen a sus líderes y gurús: “una facilidad envidiable de relato y de poder de convencimiento, pericia para saber entrarle a la gente. Son psicópatas de manual, que no sienten culpa ni empatía por nadie. Para ellos el otro es un objeto, una cosa que está ahí para darle placer de todo tipo. Tienen una inteligencia superior, una educación alta y, en muchos casos, educación religiosa, que se traduce en discursos mesiánicos y en que se sienten especiales, únicos y elegidos, por encima de los demás”.

En la novela, una periodista investiga el aparente suicidio de tres adolescentes. “No dejan de ser niños en cuerpos que nos parecen de adultos pero son muy vulnerables. Los padres no les entendemos y los discursos de fuera de casa son para ellos más seductores –opina Etcheves–. Si se sienten excluidos de su círculo social, las sectas hacen que se sientan que pertenecen a alguna parte porque les trabajan la autoestima y les dicen que son maravillosos. Y entonces quien se ha sentido toda su vida humillado o despreciado allí se encuentra en el paraíso. Pero eso es al principio, después es muy difícil salir de ellas”.

La maldad a velocidad de clic

Hablar de jóvenes le permite a la autora apuntar “los vehículos que encuentra la maldad para llegar a las personas”. “Internet puede ser una maravilla pero todo lo malo del mundo viaja a velocidad de clic. Y un adolescente puede hallarlo desde su móvil o en la seguridad de su casa abriendo el ordenador”, señala, recordando el macabro caso de la ‘Ballena azul’, “un juego en el que niños y niñas de todo el mundo se apuntaban para ir cumpliendo objetivos y el último era quitarse la vida. Eso es instigación al suicidio, es un delito”. 

Etcheves reflexiona además sobre las consecuencias para los adeptos cuando la secta desaparece. “¿Se sienten libres realmente? ¿Se adaptan a una nueva vida? Cuando la policía acabó con Colonia Dignidad, el lugar se convirtió en turístico y muchas de las personas que habían sido captadas y que sufrieron allí abusos y torturas, todo un infierno, se quedaron allí a vivir. Hicieron un sitio de vida de un sitio de muerte. A pesar de ser conscientes de haber sido víctimas sintieron que no podían pertenecer a ningún otro lugar”.

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4. Colombia: continúa la polémica en torno al templo “Semilla de Luz”, donde se adora a Lucifer.

FUENTE: El Heraldo – La Razón

 

 

Como en una película en la que Dios y el diablo se enfrentan, así están hoy el gobernador del Quindío (Colombia) y sacerdote, Carlos Eduardo Osorio Buriticá, con el fundador de la iglesia ‘Semilla de luz’, Héctor Londoño, quien se hace llamar Víctor Damián Rozo, y todo por la existencia de un lugar en donde se adora a Lucifer. Osorio rechaza los actos realizados en ese lugar y pide que sea cerrado, mientras que el creador de ese templo asegura que no adoran a Satanás, sino a Lucifer, que es “diferente”. Lo cuenta el medio colombiano El Heraldo.

El templo, ubicado en Quimbaya (Quindío), desde que fue inaugurado en 2016, ha tenido varios inconvenientes, ya que la mayoría de los habitantes del municipio no están de acuerdo con dicha “secta del mal”. Según Osorio, “un culto a Satanás no es considerado como religioso, por ello deberían quitarle la personería jurídica (institución con derechos y obligaciones) a esa falsa iglesia”.

Sin embargo, Rozo considera que “es imposible” que cierren el santuario de Lucifer porque en Colombia hay libertad de cultos. “Aquí no practicamos ilícitos ni promovemos la anarquía, ni nada que desate el desorden. Estamos bajo el marco legal y no veo argumentos para que nos clausuren”, dijo Rozo. Esta guerra aún no termina y será Beatriz Lorena Ríos Cuéllar, directora técnica de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior, quien ejerza como gobernadora ad hoc y sea quien decida si se clausura o no el único templo en Colombia que le rinde culto a Lucifer.

‘Semilla de Luz’ es una secta en la que los creyentes hacen un pacto con el diablo para poder beneficiarse en temas como el amor (haciendo amarres), lograr dinero y poder a cambio de pactos oscuros, ser asediado por mujeres u hombres bajo encantamientos, y hasta “ser un profesional exitoso en cualquier carrera que haya cursado la persona”. El rito se hace mediante oraciones frente a la estatua del diablo o bajo símbolos satánicos y ofrendas.

Víctor Damián Rozo asegura que la Asociación Templo Semillas de Luz, que tiene personería jurídica, no adoraba al diablo ni a Satanás, que a quien adoran es a Lucifer. “Soy Víctor Damián Rozo, fundador del templo Semillas de Luz, la comunidad religiosa. En general pueden estar tranquilos, en mi templo nunca se derramará una sola gota de sangre. No somos satanistas, somos luciferinos, que es totalmente diferente”.

Más detalles explicados por el líder

En un lugar discreto, en Quindío (Colombia) se esconde un edificio lleno de cruces negras invertidas y esculturas de leones doradas. Es una iglesia luciferiana cuyo acceso está limitado a los miembros de la asociación, un selecto grupo de unas 1.000 personas muy bien seleccionadas y de países como Francia o Alemania. Todos los miembros son gente de fuera para evitar problemas con la comunidad. Cada mes se celebran dos o tres reuniones para hablar, debatir, adorar y rezar a Lucifer, según explica Paco Rodríguez en el diario español La Razón.

A la entrada, son recibidos por miembros de la organización, que visten un traje que parece un cono morado. Muchos de los invitados deciden llevar un antifaz para no ser reconocidos y preservar su anonimato. A la cabeza está Héctor Londoño, que se autodenomina el enviado de Lucifer a la Tierra y procede de una familia de espiritistas, aunque a él le da igual que te tachen hechicero o curandero.

Londoño fundó la Asociación Asociación Templo Luciferino Semillas de Luz hace cuatro años e inauguró el templo un año después. Desde el primer día ha sufrido amenazas y el acoso de las autoridades. Ahora, en el momento en el que le acusan de hacer rituales y sacrificios de animales y humanos, ha decidido dar la cara. En una entrevista concedida al diario colombiano El Tiempo, Londoño defiende la legalidad de su creación, niega todas las acusaciones y explica que las actividades que allí se realizan son las que se pueden hacer en cualquier encuentro entre cristianos, aunque en lugar de Dios se adora a Lucifer.

Londoño explica que la Asociación Templo Luciferino Semillas de Luz ha logrado ya más de 1.000 seguidores y que hacen hasta tres encuentros mensuales que realizan para adorar al “ángel de luz”. Sobre los rumores y comentarios negativos sobre lo que supuestamente ocurre dentro del templo, explica que una de las razones por las que los miembros son personas del exterior es para evitar los comentarios negativos sobre lo que allí hacen. El fundador del tempo no entiende la persecución a la que le están sometiendo las autoridades: “Este lugar no está abierto al público, no entiendo porque quieren cerrarlo, si ni siquiera está abierto”. Además, indica que no puede entrar cualquiera, que existe un proceso de selección exhaustivo para que no se convierta en un lugar lleno de desadaptados.

Uno de los argumentos del gobernador es que no se puede amparar en la libertad de culto el sacrificio de personas o animales, algo que no ha ocurrido nunca, según indica Londoño. Debido a las gravedad de las acusaciones, Londoño ha decidido dar la cara. “Si estuviera en la ilegalidad o hubiera creado esto para ser algo ilegal, no salgo a la luz pública, me escondo”, sostiene.

Para acabar con los rumores y acusaciones falsas el fundador del templo da normalidad a lo que allí se hace: “Hacemos lo mismo que cuando una persona va a una reunión de cristianos o católicos, con la diferencia que hablamos de Dios, pero del otro, que para nosotros es Lucifer. Nos basaos en la Biblia, en la que encontramos que Lucifer es bueno y que la historia ha sido tergiversada. Nos reunimos a eso, hablamos de eso, debatimos un tema entre todos, no pasa nada más. Simplemente oramos, pero a Lucifer”. “Aquí no hacemos satanismo y nos quieren encasillar en eso. A mí me tienen que demostrar que yo sacrifico animales, niños, que practico la anarquía, que conspiro contra el Estado o que estoy en rebelión”, concluyó.

En cambio, la imagen que a asociación da en su página web es bien distinta. Todo lo que se ve en ella sigue los patrones de las miles de sectas diseminadas por el mundo. Estructura piramidal, aportación económica, devoción, secretismo y grandes promesas que se logran a través de la magia negra y pactos con el diablo. Así, prometen lograr riqueza, dinero, poder, fama y belleza. Además abogan por lograr un nuevo orden mundial y explican las características necesarias para poder formar parte de la asociación: templanza, coraje, valentía, orgullo, vanidad, soberbia, ambición, valentía, osadía, amor y fe en la causa y doctrina luciferina: “nuestro padre necesita hombres y mujeres que se comprometan de Corazón a seguirlo y adorarlo y él a cada uno le dará lo suyo de acuerdo a los talentos de cada cual, todos seremos protagonistas del nuevo orden mundial venceremos en la gran batalla del Armagedón y reinaremos en la tierra a diferencia de los seguidores de otros dioses nosotros no pasaremos calamidades, podremos comprar, vender, comer y dar de comer a nuestros hijos porque tendremos la insignia sagrada Apocalipsis”.

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5. Se cumplen 50 años de la matanza protagonizada por Charles Manson.

FUENTE: El País – Efe

 

 

“Soy el diablo y vengo a hacer el negocio del diablo”, fue lo que escuchó Sharon Tate, actriz y esposa del director Roman Polanski, antes de ser apuñalada 16 veces. Tate, de 26 años, estaba embarazada de ocho meses y medio cuando fue asesinada en su domicilio en Los Ángeles (California) el 8 de agosto de 1969. La actriz no murió sola: el estilista Jay Sebring, el guionista Wojciech Frykowski, la millonaria Abigail Folger y el vigilante de la casa Steven Parent también perdieron la vida aquella noche golpeados, apuñalados y con heridas de bala. Ninguno vio el rostro de la mente criminal que ordenó su muerte, porque aquella noche él no estaba ahí. Las víctimas eran masacradas por cuatro personas a las órdenes del líder de un culto, Charles Manson. En el 10050 de Cielo Drive aquel caluroso fin de semana moría a puñaladas el verano del amor, tal como escriben Fernanda Caballero y Ana Teresa Roca en el diario español El País.

Después de 50 años de aquellos sucesos, la figura de Manson sigue despertando fascinación y repulsión a partes iguales. Y Netflix no lo ha dejado pasar. La serie Mindhunter estrenó el pasado 16 de agosto una segunda temporada centrada en este asesino en serie. Con esto, se suma a otras producciones que han aprovechado el tirón del carisma que causa, como es el caso de Aquarius, de la cadena NBC y disponible también en la plataforma digital. Además de la novena película de Quentin Tarantino, Érase una vez en... Hollywood, que se estrenó en España el 15 de agosto.

Recapitulación de los hechos

Tex Watson, Susan Atkins, Linda Kasabian y Patricia Krenwinkel fueron quienes perpetraron las macabras órdenes de Manson. Cuatro jóvenes convencidos de que el hombre de entonces 35 años era la reencarnación de Jesucristo. En las paredes de Cielo Drive el cuarteto escribió con sangre de las víctimas las palabras “Pig” (cerdo, en inglés, un apodo usado para la policía por los negros) y “Helter Skelter” (que podría traducirse como caótico), una frase que posteriormente delataría a Manson como la mente criminal.

Pero su sangrienta cruzada no terminó en el domicilio de Tate y Polanski; al día siguiente, se sumó a la masacre de Leno y Rosemary LaBianca. Ambos recibieron 41 puñaladas. En ese episodio, Manson sí que maniató a la pareja, pero dejó que sus seguidores hicieran el trabajo sucio. El criminal mató a siete personas sin disparar o blandir una sola cuchillada. El modus operandi era similar a lo acontecido la noche anterior. Manson pretendía desatar lo que él llamaba Helter Skelter: hacer creer a las autoridades que los asesinatos habían sido cometidos por miembros de la comunidad afroamericana e incitar una guerra racial entre negros y blancos. El enfrentamiento era una supuesta profecía contenida en la canción del mismo nombre del grupo The Beatles.

Manson, quien había descifrado las claves de la letra a su propia conveniencia, convenció a sus seguidores de que él les ayudaría a sobrevivir a la coalición entre razas. Los cuatro miembros de su familia habían masacrado a inocentes convencidos del poder profético de Manson y fascinados con la idea de ser los elegidos por el mesías. El grupo era una pequeña parte de un culto que llegó a tener hasta 100 adeptos viviendo en un rancho a las afueras de Los Ángeles. El lugar había sido un set de películas del lejano oeste en los años cincuenta cuyo dueño era un hombre ciego llamado George Spahn. A sus 80 años, Spahn permitía que la comuna de hippies residiera en su propiedad a cambio de recibir los cuidados de las chicas que integraban el culto. La secta consumía drogas como LSD de forma regular y organizaba orgías en las que llegó a participar Dennis Wilson, baterista de los Beach Boys.

Antes de ser juzgado, Manson concedió una sola entrevista a la edición estadounidense de la revista Rolling Stone. “Sólo hay uno. Soy el único. No me importa lo que otras personas piensen, solo hago lo que mi alma me dice”, respondió cuando le preguntaron si se consideraba un líder. Y cuando los periodistas le preguntaron lo que significaba para él la sumisión no dudó: “Puedo llevarme bien con las chicas, se rinden más fácilmente. Puedo hacerles el amor. El hombre tiene esa cosa del ego aferrándose a su polla. No puedo hacer el amor con eso. Las chicas se rompen más fácilmente. Sus defensas se vienen abajo de forma más fácil. Cuando superas la cuestión del ego, todo lo que te queda eres tú; haces el amor contigo mismo”.

El fiscal a cargo de inculpar a Manson, Vincent Bugliosi, publicó después del juicio un libro —llamado, precisamente, Helter Skelter— donde expuso todos los detalles de los asesinatos, la ideología y lo ocurrido tras las bambalinas de uno de los juicios más mediáticos de Estados Unidos. Bugliosi logró que por primera vez un jurado sentenciara a un homicida que físicamente no mató a nadie y cuyo motivo no estaba del todo claro.

Una de las hipótesis de Bugliosi sobre los verdaderos motivos de los asesinatos era que Manson, un músico frustrado, ordenó a Watson matar a todos en el 10050 de Cielo Drive porque ese era el antiguo domicilio del productor musical Terry Melcher, hijo de la actriz Doris Day. El ejecutivo ya no vivía ahí, pero unos años antes había jugueteado con la idea de grabar y lanzar la música de Manson. Los asesinatos del matrimonio LaBianca eran, argumentó, simplemente una puesta en escena para subrayar sus supuestos motivos frente a sus fieles seguidores.

Charles Manson y los cuatro asesinos recibieron la condena a pena de muerte, que posteriormente fue reducida a pasar la vida en prisión cuando se anuló la ejecución de criminales en el estado de California. El 19 de noviembre de 2017 Charles Manson murió en el hospital Mercy de Bakersfield (California) por causas naturales. Tenía 83 años y llevaba casi medio siglo en prisión.

La repercusión social y cultural

No importa que haya transcurrido medio siglo desde una de las noches más sangrientas en Hollywood, todavía hay quienes encuentran un nuevo detalle que revelar. El primero de los asesinatos múltiples cometidos por “la familia Manson”, liderada por el supremacista blanco Charles Manson (1934-2017), en la mansión de Cielo Drive, lleva cincuenta años alimentando a la industria cultural con decenas de documentales, libros, canciones y películas. La historia sobre cómo le quitaron la vida a una embarazada Sharon Tate, actriz y esposa del director Roman Polanski, y a otras cuatro figuras del espectáculo estadounidense, es también el argumento de la recién estrenada Érase una vez en Hollywood (Once Upon a Time in Hollywood), que en Estados Unidos logró el mejor primer fin de semana en las salas de cines de todos los largometrajes de Quentin Tarantino. Lo cuenta Antonia Laborde en El País.

Dos años después de la noche del 9 de agosto de 1969, cuando Charles Manson fue condenado a cadena perpetua por la matanza, Polanski criticó en The New York Times el sensacionalismo con que los medios abordaban el suceso ocurrido en la mansión Cielo Drive, en Beverly Hills: “Es como la historia de la hermosa niña del pueblo. Está bien con los aldeanos, siempre y cuando no haya fiebre aftosa. Pero una vez que estalla una epidemia, ella es la culpable. Y se necesita una cierta cantidad de inteligencia para ver que ella no es responsable”. El cineasta francés de origen polaco no sabía entonces que el apetito por descubrir la verdad iba a ser ser insaciable por al menos cincuenta años más. Ya sea un testigo que rompe el silencio, un familiar de las víctimas en busca de justicia o una teoría conspirativa sin desarrollar, cualquier excusa ha servido para aumentar la bibliografía en torno al true crime.

Cuando el fiscal del caso, Vincent Bugliosi y el escritor Curt Gentry, publicaron Helter Skelter en 1974 parecían atarse todos los cabos. El libro narra la tormentosa infancia de Charles Manson antes de convertirse en ese filósofo-gurú-cazador de mujeres adolescentes criadas en familias rotas. Desmenuza los detalles más sangrientos de la matanza: el cadáver de Tate de ocho meses de embarazo en posición fetal atada por una cuerda a su ex novio, el estilista y peluquero Jay Sebring, también muerto; la bandera estadounidense sobre el sofá; y como una de las jóvenes asesinas después de degustar la sangre de Tate escribió en la pared PIG (cerdo). El relato es uno de los libros basados en crímenes reales más vendidos de la historia. Se titula Helter Skelter, como Manson bautizó la guerra racial que luchaba en su cabeza. El psicópata tomó el nombre de la canción del White Album de The Beatles, una de sus bandas favoritas.

A pesar de que Helter Skelter es considerada la biblia del caso, fueron muchos —y siguen siendo— los que han querido contar otro aspecto de la historia. Uno de los últimos es el de Tom O'Neill y Dan Piepenbring, quienes publicaron este año Charles Manson, la CIA y la historia secreta de los años sesenta, donde recopilan la masa madre de todas las teorías que circulan en torno al caso. Aunque Manson fue inconsistente respecto a cuál había sido el motivo de los asesinatos en Cielo Drive, la hipótesis más contundente es que “la familia” iba a por el productor musical Terry Melcher, quien había rechazado grabar varias veces a Manson, quien tenía una veta artística. Polanski es uno de los que decidió creer que eso fue lo que desencadenó la tragedia. Entre medio de ambas publicaciones el propio Manson publicó su verdad en un libro coescrito con Nuel Emmons. Dianne Lake, miembro de la familia, también contó la suya. Las seguidoras del psicópata que están tras las rejas, también.

Salvo en los noventa, desde 1969 que todas las décadas han lanzado documentales sobre el asunto. En los últimos 10 años se han estrenado cuatro. Con el trabajo de Tarantino para homenajear el 50 aniversario del suceso la fiebre no parece tener intención de bajar. Aunque el ‘último trabajo del cineasta saca cuentas alegres en taquilla, ha recibido varias críticas. Una de las más crudas fue la de Ava Roosevelt, gran amiga de Sharon Tate. “Tarantino ha abusado de la memoria de mis amigos”, dijo en una entrevista a The New York Post. Además, hizo un llamamiento a todos los que apoyan el movimiento MeToo a no apoyar la película, porque “todos los personajes femeninos son tratados como putas”. La verdad, esa que reclamaba Polanski en 1971, sigue pendiente.

El cuestionamiento de la teoría oficial

¿Por qué la brutal matanza de Sharon Tate y del bebé que llevaba en su vientre, junto a otras cuatro personas, se investigó de forma aislada de otros crímenes? ¿Por qué la policía no actuó antes en muchas de las ocasiones en las que podría haberlo hecho? ¿Y si Manson fuera un protegido del FBI? Todas estas preguntas se las hizo durante 20 años el periodista Tom O'Neill, quien recabó pistas e interrogantes para construir una versión alternativa que rebate la tesis oficial y que recoge en un libro del que comparte varias claves durante una entrevista con Efe.

“Tenía que escribir un artículo sobre el significado de la matanza de Manson en la casa de Roman Polanski y no quería hacerlo. No me interesaba nada. Hasta que varias cuestiones me llevaron a un trabajo de 20 años”, explica el periodista. Su artículo escrito con desgana nunca llegó a publicarse, pero dos décadas después resumió la titánica tarea de contradecir a la mismísima CIA, al FBI y al Departamento de Policía de Los Ángeles en Chaos: Charles Manson, the CIA and the Secret History of the Sixties o Manson: La historia real, en su versión en español. Las sombras de la versión oficial sobre las que O'Neill trata de arrojar luz van desde el fiscal Vincent Bugliosi hasta el papel de las autoridades y los enlaces de Manson con estrellas de Hollywood.

Bugliosi, el fiscal de Los Ángeles, es el primer acusado en la teoría de O'Neill, quien duda de su honestidad a la hora de construir la versión oficial por la que se juzgó a Manson y a su grupo, “La Familia”. “La primera vez que a entrevisté a Bugliosi pedí que me contara algo “off the record” –fuera de publicación– sobre el caso que nadie supiera. Me dijo algo impactante, pero de repente se alteró y quiso que borrara todo”, recuerda el escritor.

Con esta revelación el periodista comenzó a recabar informaciones que incomodaron al fiscal hasta el punto de que, según indica, recibió amenazas. Hasta ahora, las bases fundamentales del mediático asesinato se recogieron en el libro Helter Skelter de Bugliosi, pero con varios enlaces que no determina, según el periodista. Por ejemplo, Manson mantuvo contactos con Louis West, un investigador de control mental a base de sustancias estupefacientes –eran los psicotrópicos años 60– financiado por la CIA.

También tuvo amistad con Terry Melcher, un famoso productor musical, hijo de Doris Day, que prometió a Manson una grabación y que, según testigos, estuvo varias veces en el rancho donde vivía el grupo hippie e incluso residió un temporada en la casa de Polanski y Tate donde sucedió la masacre. Sin embargo, ni él ni su amigo común, Dennis Wilson, baterista de The Beach Boys, fueron interrogados.

La segunda acusación de O'Neill apunta a la Policía de Los Ángeles y otras agencias por su supuesta omisión de responsabilidad al permitir que Manson violara la libertad condicional decenas de veces. “Parece que Manson era más valioso libre que encarcelado –señala O'Neill–. Y eso hace preguntarme si trabajaba para alguien”. Manson traficaba con drogas, realizaba experimentos, se acostaba con menores fugadas de sus familias y creó “La Familia” en un rancho tras salir de prisión por segunda vez. “A veces podían ser negligencias, pero son numerosas las que se dan”, considera el periodista.

“Yo presento el caso y expongo argumentos, no concluyo pero sugiero una verdad alternativa”, responde O'Neill. Sin embargo añade: “Por aquel entonces había programas del FBI y de la CIA que buscaban infiltrarse en grupos hippies y del movimiento Black Panthers para espiar y relacionarlos con actos violentos. Aunque la investigación del periodista parece querer llegar a alguna conclusión, él mismo admite que hay cabos sueltos que aún no están atados y que probablemente nunca lo estarán.

A pesar de su teoría alternativa, O'Neill no puede determinar una respuesta ni quiere entrar en una teoría de la conspiración. “Eso es lo que he intentado saber durante 20 años”, ironiza. Ahora, justo cuando se cumplen 50 años de un crimen que dejó perplejo al mundo, su libro recoge las incógnitas que han alimentado el morbo en torno al caso durante décadas.

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6. El actor Tom Cruise y su papel en la Iglesia de la Cienciología.

FUENTE: Las 2 Orillas

 

 

Desde que David Miscavige, máximo jerarca de la iglesia de la Cienciología, conoció a Tom Cruise en una fiesta en 1992, la estrella de Hollywood ayudó a posicionar la religión en todo el mundo. En esa época era pareja de Nicole Kidman, se habían casado dos años atrás en un lugar secreto en las Montañas Rocosas y estaban en la cima de la popularidad. Kidman conocía la reputación de Miscavige. Su papá, uno de los psicólogos más prestigiosos de Australia, se había encargado de desenmascarar a Ron Hubbard, creador de la Cienciología, y la inutilidad de su método. Sin embargo, en 1996 Cruise ya profesaba abiertamente la religión. Su intento por meter a Kidman y a sus dos hijos, Connor e Isabella a la Cienciología terminaron un matrimonio que parecía un cuento de hadas en 2001, según informa el medio colombiano Las 2 Orillas.

Desde ahí la carrera de los dos siguió floreciendo pero en direcciones opuestas. Mientras Kidman se consagraba como una de las actrices más respetables de Hollywood e incluso ganar un Oscar por su interpretación de Virginia Wolff en Las horas y embarcarse en proyectos tan exigentes como Big Little lies, Cruise a sus 57 años parece haber hecho un pacto con el diablo, su belleza permanece intacta y su caché sube como la espuma: para reinterpretar a Maverick en la tardía secuela de Top Gun Cruise habría cobrado 50 millones de dólares.

Pero no se ha conformado con ser tan sólo una estrella de Hollywood. La Cienciología le dio un poder inusitado. Hoy en día, 25 años después de haber ingresado el poder de Cruise es absoluto, inobjetable. Él mismo incluso es quien supervisa muchas veces los castigos terribles que reciben los integrantes de la secta. Nazanin Boniadi es una actriz de poca monta. Ha participado en pequeños papeles en series que no han tenido demasiada repercusión. Sin embargo sostuvo una relación por corto tiempo con Cruise. Él la presionó para que ingresara en la religión. Al no cumplir con los preceptos fue castigada de la peor manera: tenía que limpiar los inodoros de la iglesia con un cepillo de dientes. El único pecado que había cometido era haber tratado de salir de la secta.

Cuando Tom Cruise llega a Base Dorada, Condado de Riverside, en California, nada se mueve. Todo está en el más estricto silencio y nadie se atreve a molestarlo. Es el poder de un Papa. Alguna vez su asistente le sirvió un café en una taza quebrada y Cruise protestó enfurecido diciendo que cómo se atrevía a servirle en la taza en la que tomaría un infiel, alguien que no creyera en los preceptos de Hubbard. Déspota, irascible, caprichoso, un día decidió que no quería más a John Travolta, otra de las estrellas de Hollywood que entró a la Cienciología gracias a él. Entonces Travolta se fue marginando hasta casi ser una figura difusa, desprestigiada dentro de la organización.

Desde que la relación se acabó Connor e Isabella quedaron más cerca de su papá quien desde pequeños los acercó a la Cienciología. Incluso les enseñó a odiar a su mamá por no profesar la misma creencia. Cada vez que se acerca a ellos la iglesia intenta bloquearla. Ahora Nicole Kidman está dispuesta a todo con tal de recuperarlos. Kidman sabe que la Cienciología vive momentos difíciles, hay casos judiciales, denuncias que amenazan con abrir de par en par a la secta. El afán de la diva es poder estar cerca de su primer nieto. Isabella, quien ya cumple un papel destacado en la iglesia, está embarazada de cinco meses. La batalla contra su exesposo apenas comienza y podría acabar con la Cienciología.

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7. Argentina: detienen a una organizadora del Telar de la Abundancia.

FUENTE: Página 12

 

 

Una joven de la ciudad de Chamical (La Rioja, Argentina) fue detenida unos días y luego excarcelada, en la causa abierta en su contra por estafa, a través de un juego llamado “El telar de la abundancia”, desarrollado por ella por Internet. Por ese medio, Julieta Magalí Ruiz invitó a miles de personas que debían aportar 18.000 pesos para participar en un juego piramidal, bajo la promesa de obtener importantes ganancias, según leemos en Página 12.

Esa fue la base teórica del “juego”, pero en los hechos, una de las pocas beneficiadas fue su creadora, que habría obtenido una suma cercana a los 150.000 pesos. Matías Moyano, el abogado de la imputada, aseguró que en la red creada por ella “hubo otras cien personas” que “se repartieron unos siete millones de pesos” y por lo tanto, deberían también estar acusadas. Admitió de todos modos que unas 700 personas no recibieron nada a cambio del dinero invertido.

La historia comenzó en 2016, cuando la mujer tenía 18 años. Ella invitó a familiares a ingresar a un “telar de la abundancia”, un esquema piramidal que encontró en internet para obtener dinero de forma rápida. El juego sirvió para ella, porque obtuvo 150.000 pesos con el objetivo de abrir un estudio de danza en su ciudad. Tiempo después fue acusada de estafar a 1.500 personas que habían puesto el dinero sin obtener nada a cambio. La noticia es que ahora la joven fue “detenida unos días y excarcelada”, según aseguró su abogado.

Moyano recordó que “para que haya un ganador tiene que haber por lo menos ocho personas que participen de este sistema. Luego, cada uno de estos ocho tiene que buscar ocho personas más”. La obtención de ganancias depende de la participación de más personas, pero si eso no ocurre, la cadena se rompe y los que se quedan sin sumar nuevos jugadores, pierden.

El abogado dijo que sólo en la red que lideró la chica “hubo otras 100 personas que cobraron”. Por lo tanto, según el abogado, si es un delito, todos deberían ser imputados. “Ella lo inició en su entorno familiar. Como Chamical es una ciudad de 20.000 habitantes en la que nos conocemos todos, la gente le preguntaba y ella iba guiando”, dijo Moyano. En forma metódica, la joven anotó la creación de cada “flor de la abundancia” en unos cuadernos.

“Prácticamente estuvo todo Chamical involucrado en esto. Estos libros sirvieron de prueba”, precisó el abogado. Según dijo, unas 700 personas perdieron plata mientras que el resto obtuvo algo de dinero. Aseguró que “unas 100 personas se llevaron un total de siete millones de pesos”. Sobre su defendida, dijo que entonces era “una chica humilde de 18 años” que “si hubiera sabido adónde iba a llegar todo eso, no lo habría hecho y menos con su familia”.

Aseguró, incluso, que “ella creyó que se trataba de un “sistema solidario y hasta ingresaron personas sin poner dinero. Uno de los motivos por el que colapsó el sistema es porque hubo gente que no aportó dinero y porque se acaba la población” de Chamical, donde el salario mínimo, en ese entonces, oscilaba entre los 4.000 y los 5.000 pesos. Moyano subrayó que no eran tantos los que podían aportar la suma de 18.000 pesos para formar parte del juego. Incluso llegaron a participar personas de otras ciudades. Moyano afirmó que “a pesar del escándalo, el juego sigue vigente en la provincia” de La Rioja.

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8. México: crece el interés por la brujería y el esoterismo entre la generación “millennial”.

FUENTE: Publimetro

 

 

No es nuevo que las religiones e iglesias tradicionales cada vez pierden más adeptos ante las nuevas generaciones que ya no se identifican con ellas y prefieren considerarse “ateos”, señala el medio mexicano Publimetro. Sin embargo, algunas corrientes místicas o paganas como la brujería y hechicería encuentran en los millennials y sus generaciones posteriores a sus fieles seguidores.

El esotérico Yamarash afirma que la presencia de personas jóvenes dentro de estas prácticas va en aumento. “Buscan en la brujería y hechicería lograr un milagro, poder tomar el control de sus vidas y obtener lo que de manera natural parece imposible”, explica. Además, asegura que a través de estos actos paganos buscan liberarse de tradiciones o preceptos religiosos que suelen juzgar o condenar su manera de vivir. “Prefieren definir su concepto como espiritual en lugar de religioso”, dice Yamarash.

Pócimas, velas, rituales, son sólo algunos medios que estos jóvenes buscan con el fin de obtener ciertos fines como, salud, dinero y amor. “La premisa es buscar el bienestar y los medios para conseguirlo, vivir en armonía y lograr alcanzar los deseos sin seguir los dogmas”, asegura el esotérico. “Anhelar mejorar y atraer suerte es algo que se está reinterpretando de creencias antiguas y milenarias, así como de cultos ancestrales que se están retomando”.

Yamarash cuenta con su consultorio esotérico y de culto a la Santa Muerte en las inmediaciones de la estación Ecatapec de la Línea B del Metro, en el Estado de México, y en el centro de Guadalajara, donde ha notado más presencia de millennials en los últimos años. Asegura que estas creencias ya son tan populares que ha tenido que viajar por varios estados de la República, en donde solicitan cada vez más sus servicios místicos, e incluso participará en la Expo Mística de Monterrey, Nuevo León.

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9. La brujería y astrología, en auge en América Latina… también entre los poderosos.

FUENTE: El Confidencial

 

 

Olvida toda imagen que tengas preconcebida de lo que es un astrólogo. Olvida las gafas estrafalarias y gigantes, las túnicas brillantes de lentejuelas, el horóscopo cuando ya no queda nada mejor que ver en la tele. Olvida el “Escorpio, esta semana en el amor te va a ir bien”. Ahora imagina a una ‘rock star’ embutida en ropa ‘fashion’ mezcla de mujer de negocios y treintañera ‘boho-chic’ que cambia de registro, según el momento, del Club de la Comedia, a la charla TED o a un círculo de autoayuda New Age. Así comienza el artículo que ha escrito Alicia Hernández en El Confidencial.

Una versión actual del sincretismo de siempre

Tiene legiones de fans en Instagram, Youtube, Twitter. Llena teatros y sus libros de ‘predicciones’ se venden como churros en toda América Latina. Es Mia Astral y encarna la versión más moderna de una realidad que nunca ha abandonado el continente: la confianza en los astrólogos y místicos incluso en temas de alta política.

Cada día, Mia Pineda –como en realidad se llama–, explica a sus millones de seguidores qué es el tan temido Mercurio Retrógrado o por qué los eclipses influyen en tu vida. Pero también lo mezcla con consejos que van desde el ‘coaching’ a la cábala. Habla de conceptos tan ‘millennials’ como el ‘detox’ o ‘reparenting’, tan de moda como el empoderamiento. A la mezcla le mete yoga, meditación y consejos de nutrición. En una América Latina ávida de redes sociales y con una historia de sincretismo tan antigua como el continente, el mensaje de esta ex abogada venezolana ha calado desde su hogar en Miami hasta la Patagonia.

En América Latina se mezclan tantas creencias como uno quiera imaginar. Uno puede ver a una persona católica, con una medalla de la Virgen del Carmen colgada al cuello, que a la vez fuma un puro a Yemayá (diosa santera del mar) y busca en las conchas quién le está echando mal de ojo. La fusión mística está a la orden del día. Por eso es común escuchar que un ordenador se ha estropeado “porque estamos en Mercurio Retrógrado”, culpar de los reveses a estar “salado” y solucionarlos con un “despojo” o que “menganito es así porque es ascendente Géminis”.

Políticos y astros

La fascinación de los políticos latinoamericanos con la astrología y el ocultismo es larga. El haitiano François Duvalier “Papa Doc” creía que era el dios de la muerte de la tradición vudú. Juan Domingo Perón en Argentina hacía que le echaran las cartas, el ex presidente peruano Alberto Fujimori consultaba a su astrólogo de cabecera para mantenerse en el poder y el boliviano Evo Morales presume de su vinculación con las tradiciones chamánicas.

Pero, salvo en contadas excepciones, la mezcla de política y astrología no se digiere bien de cara a la galería. En una reciente crónica de Jon Lee Anderson para el New Yorker sobre Juan Guaidó, el líder opositor venezolano, el periodista relata un encuentro en el coche del político en el que también estaba presente el astrólogo personal del político. Y estalló el escándalo, al menos entre los comentaristas políticos.

Más sonado fue el incidente que hubo a principios de agosto en Colombia por un programa de radio que se emite en horario de máxima audiencia. La periodista que lo lleva, Vicky Dávila, quiso hacer un análisis del país, de si el presidente Duque tomaba o no decisiones acertadas, por qué había desempleo y un sinfín de cuestiones de interés nacional. Sus analistas fueron dos astrólogos. Las críticas llenaron las redes por días.

Una astrología “cool”

Mia Astral “ha masificado la astrología. Le ha quitado el halo de brujería, lo ha hecho cool y moderno. Encima es didáctica, comparte consejos más allá de la interpretación de los astros. Y el punto clave: da herramientas para el autoconocimiento, te habla y te ayuda a entender los procesos internos que vives. Ese es su gancho”, explica Mariana Mata Liendo, directora de una agencia consultora de comunicaciones. Y astróloga.

Mata, venezolana radicada en España, empezó a seguir a Mia hace años. “Ahora es una monstrua, todo el mundo la conoce. Su éxito está en que usa un lenguaje muy millennial, con medios muy millennials y se dirige a un público así”, dice Mata. No deja tecla sin tocar. Por ejemplo, tiene listas de música en Spotify según la energía disponible del momento y se comunica con sus seguidores en las historias en vivo de Instagram. “Y tiene elementos de marca muy potentes, frases que ha acuñado y que todo el mundo (que la sigue) dice en su vida cotidiana”.

En Colombia ha dado charlas, en Tulum (México) ha hecho retiros de yoga. También en Argentina ha llenado el Teatro Coliseo de Buenos Aires. Hasta allí fue Nicolás Viotti, antropólogo y sociólogo especializado en temas de religión y espiritualidad. Quería ver en vivo un show de aquel fenómeno del que tanto se hablaba. “Hay una suerte de sensibilidad espiritual en este momento, es un concepto que tiene más fuerza que el de la religión tradicional –que ahora mismo está en crisis–, y en ese espacio surgen estas prácticas”, cuenta a este diario por teléfono desde Buenos Aires.

“El caso de Mia es prototípica. Tiene lenguaje juvenil, cotidiano. La convierte en un personaje de masas. Es un furor. El teatro estaba lleno de gente que la sigue. Era como una ‘rock star’”, explica. Viotti cuenta que en Argentina existe ahora un boom de la astrología en las generaciones jóvenes, sobre todo en mujeres que acceden a este tipo de contenido por redes sociales. “Se trata de una astrología muy moderna y contemporánea que mezcla muchos códigos que tienen que ver con una psicología más positiva y que reemplaza al tradicional psicoanálisis, tan de moda en la Argentina de los años 60”.

La crisis de sentido y de valores

Viotti y Mata coinciden en que son muchos factores los que convergen para que un personaje como Mia Astral esté en boga. Para Viotti el punto está en “los procesos de crisis de los modelos más tradicionales (como el catolicismo), además de la reivindicación feminista actual que toca la idea de buscar el verdadero yo, seguir sus deseos y entrar en relaciones más justas, así como la idea del empoderamiento femenino”.

Para Mata es clave su modo de comunicarse, que “dé herramientas para tomar mejores decisiones”, así como la imagen que tiene y que “su lenguaje no es el de la clásica venezolana, habla a un público más universal”. Y que empiece a tener cabida en España aparece como “alternativa en un país donde la espiritualidad siempre ha estado vinculada a lo religioso”. Quien se acerca a escuchar a Mia Astral o a estas nuevas rutas de “autoconocimiento” tiene un perfil claro: principalmente mujer, profesional, universitaria, clase media, de un amplio espectro ideológico.

“Es un fenómeno, al menos en Argentina, sobre todo clase media y que no tiene que ver con la magia. Es de gente híper educada, con procesos de secularización bien fuertes o con una religión muy diluida. Mia impacta en un mundo social que no tiene que ver con la falta de educación, sino gente que busca algo más. Son personas que viven en un mundo racional pero que buscan terapias alternativas, meditar y un modo más de gestionarse uno mismo”, dice Viotti.

Mariana Mata es un ejemplo vivo de esto. Hace consulta de cartas astrales y lo mezcla con su asesoría comunicacional. Es universitaria, de familia de intelectuales, hija de comunistas no religiosos. “A mí esto me entra por la base lógica que tiene”. Y, pensando en su público español, reflexiona sobre estos fenómenos: “La vida sin fe da mucho miedo. La gente necesita un mundo de creencias en un mundo veloz, agresivo y violento”.

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10. España: un curso de verano aborda los elementos ocultistas en el cine nacional.

FUENTE: El Norte de Castilla

 

 

El Curso de Cine de la Universidad de Valladolid arrancó el pasado 11 de agosto su segunda semana con un nuevo género en torno al cual vertebrar sus jornadas de proyecciones; el séptimo arte fantástico y patrio, y lo hizo acompañando su selección de títulos de todas las décadas con un seminario acorde a lo propuesto, tal como explica Samuel Regueira en El Norte de Castilla.

Fue el escritor y crítico Jesús Palacios, experto que ya ha abordado diferentes aspectos de esta clase de cine en el Curso, como cuando dedicara su conferencia al terror erótico (o erotismo terrorífico) nipón, el 'eroguro', hace dos ediciones. Palacios ha optado para abordar la faceta concreta de cómo las películas españolas han abordado el mundo de lo paranormal, el esoterismo y las ciencias ocultas, desde los albores del celuloide a la época actual.

De entre estos ejemplos se detiene el conferenciante en «aquellos ejemplos que el cine ha podido servir como medio para transmitir el espiritismo o la teosofía», citando como ejemplo la hoy olvidada, por su equívoco título, El sexto sentido (1929). «Fue aquella una época de gran eclosión del espiritismo y del principio de estudios científicos sobre aquellos ámbitos más allá de la vida, que suscitaron el interés incluso de intelectuales de la bohemia española de las Generaciones del 98 y del 27», expuso en declaraciones previas a su seminario, en las que citó los nombres de Jacinto Benavente, cuya obra teatral Más allá de la muerte fuera trasladada a la gran pantalla de la mano de Benito Perojo, o Eduardo Zamacois, responsable de El otro.

Diferentes aproximaciones culturales a un concepto tan desconocido como en boga, espoleado por los avances de los estudios en psicoanálisis y psicologías profundas que desarrollaran Charcot y Freud, entre otros, y que abordasen terrenos antes inexplorados como los sueños, las premoniciones y, en definitiva, «todas las realidades de un mundo invisible». A esto cabría sumar el desarrollo desde un punto de vista físico de nuevos aparatos y tecnologías no ópticos, las investigaciones que en Francia y en Inglaterra influyeron en concepciones y teorías sobre la vida después de la muerte y sobre lo fantasmagórico, o la acuciante necesidad de comunicarse con aquellos familiares y amigos fallecidos víctimas de los estragos de la I Guerra Mundial: «Se aplicaba un punto de vista pretendidamente científico a estas experiencias basadas en la existencia de un alma y en aquellas percepciones de algo más allá de la muerte».

Pero si de contextos se trata no resulta posible obviar la incidencia que en este país tuvieran tanto la Guerra Civil como la posterior dictadura franquista, que «se encargó de frenar la eclosión de lo fantástico en el país», ya que la mirada de nacionalcatolicismo inherente al régimen golpista no veía con buenos ojos todo lo relacionado con espiritismo y teosofía: «Todo eran farsas, o antirreligioso, o directamente diabólico», expuso Palacios, quien pese a todo encuentra un insólito ejemplo en el particular clásico La torre de los siete jorobados, rodado por Edgar Neville en 1944 a partir de una novela de Emilio Carrere.

Tras este forzado hiato, los sesenta y los setenta conocen una de las primeras nuevas olas del fantaterror en el país, con nombres tan emblemáticos como los de Paul Naschy, Jacinto Molina, Jesús Franco (en menor medida), Amando de Ossorio o Leon Klimovsky, quienes además despliegan una idiosincrasia inequívocamente española: «En todo el tema de la relación de los fenómenos paranormales, el ocultismo y la teoría esotérica hay un anticlericalismo, una rebelión contra la religión establecida que retrata la filosofía ocultista como algo negativo, y donde juega un papel de relevancia la represión sexual».

Frente a la censura

«Todas usan el erotismo más exagerado, dan mucho pábulo al sexo, abundan los desnudos», remarca Palacios como esa toma de postura frente a la censura católica de entonces que incluso trocaba la película en dos versiones; una mutilada para público nacional y otra íntegra para mercado internacional. Pronto llegaría un segundo 'boom' del surrealismo fantástico, que propicia el reafloramiento de temas como los alienígenas y las presencias televisivas de figuras como Jiménez del Oso, a quien posteriormente tomaría el testigo Iker Jiménez.

Filmes como Escalofrío, Exorcismo o El hombre perseguido por un ovni traerían a nuevos talentos e inquietudes al tiempo post-Transición, que daría luz verde a cineastas modernos (Arrebato de Zulueta) hasta un segundo boom que ya divide el fantaterror entre lo cariñoso pero esperpéntico (De la Iglesia) y lo directamente serio, «que puede confundirse con el cine de Hollywood». Obras como Luces rojas, pero también de identidad propia como Verónica.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.