Política

 

Nuevo gobierno de coalición y la tentación de laminar a la Iglesia

 

 

13 noviembre, 2019 | ForumLibertas.com


 

 

 

El gobierno de Sánchez-Iglesias, que se configura en términos de un gobierno progresista, no solo profundizará en aquellos aspectos de su agenda política que son propios de este campo, como el feminismo, las identidades de género, y la eutanasia, sino que puede introducir con suma facilidad objetivos que aglutinan a ambos colectivos, el socialdemócrata/social liberal del PSOE con la izquierda postmarxista de Podemos. Se trata de la cuestión religiosa y para ser más precisos, de la Iglesia católica.

Ambas fuerzas tienen serias discrepancias en política económica, laboral y presupuestaria que más pronto que tarde crearán tensiones, y la respuesta rápida en este ámbito será introducir el tema religioso. De hecho, Sánchez ya lanzó durante la campaña, concretamente el 29 de octubre, la idea de denunciar los acuerdos de la Santa Sede, un melón que ni Zapatero en su mejor momento pensó que podía abrir. Y es que revisar estos acuerdos que pasa por su anulación previa abre una caja de inciertos conflictos. Podía introducirse además modificaciones en la fiscalidad de la iglesia, en las aportaciones que el estado realiza como contrapartidas de servicios que presta la iglesia, caso de los sacerdotes en las prisiones o las fuerzas armadas, y en definitiva traducir el concepto de aconfesionalidad del estado que recoge la Constitución, junto con la colaboración con las confesiones religiosas, y explícitamente con la iglesia católica, por una interpretación laicista a la francesa que si bien queda fuera del texto constitucional, puede forzarse mientras aquella alta instancia no resuelva. En todo caso el conflicto estaría planteado.

Este escenario se ve favorecido por la escasa capacidad de relato público que posee en este momento la Iglesia española y que la convierte en una víctima apetecible por los bajos costes políticos y electorales que una acción sobre ella puede comportar, a la par que facilita la cohesión de una coalición con intereses contrapuestos en otros ámbitos.