Servicio diario - 14 de noviembre de 2019


 

El jesuita español Juan Antonio Guerrero, nombrado prefecto de Economía
Rosa Die Alcolea

Orientar la dignidad digital al "bien integral" de la persona — Discurso del Papa
Rosa Die Alcolea

El hospital pediátrico `Bambino Gesú' celebra sus 150 años con el Papa
Redacción

Francia: El Papa invita a los monaguillos a Roma en agosto de 2020
Anne Kurian

Cardenal Blázquez: El Papa ha afrontado los problemas de los abusos "con decisión y a fondo"
Redacción

Monseñor Enrique Díaz Díaz: "¿Estamos preparados para el final?"
Enrique Díaz Díaz

San Alberto Magno, 15 de noviembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

14/11/2019-12:16
Rosa Die Alcolea

El jesuita español Juan Antonio Guerrero, nombrado prefecto de Economía

(ZENIT — 14 nov. 2019).- El padre jesuita Juan Antonio Guerrero (España, 1959) ha sido nombrado por el Papa Francisco prefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede, servicio que comenzará a desempañar a partir de enero del próximo año, ha informado la Santa Sede este jueves, 14 de noviembre.

Actualmente el sacerdote español de 60 años, además de consejero general, es el Delegado del Padre General de la Compañía de Jesús para las casas y obras interprovinciales Romanas. 

“Espero poder contribuir a la transparencia económica de la Santa Sede y a hacer un uso eficiente de los bienes y recursos que están al servicio de la importante misión evangelizadora de la Iglesia”, ha declarado al medio vaticano el nuevo prefecto, que sucede en el cargo al cardenal australiano George Pell.

“Como jesuita es una alegría recibir una misión directamente del Papa. Es un modo privilegiado de realizar mi vocación” ha dicho el padre Guerrero a Vatican News. “La obediencia que profeso me ha llevado siempre por caminos inesperados, ha ido sacando de mí lo que yo nunca habría osado intentar y estoy agradecido. La obediencia es, para mí, un lugar privilegiado de encuentro con el Señor”.

 

“Tratar de estar con el Señor”

“Personalmente, parece que cambia todo en mi vida y en realidad no cambia casi nada”, ha descrito padre Guerrero. “Al final siempre hacemos lo mismo: ‘una cosa sola’, tratar de estar con el Señor, agradeciendo tanto bien recibido y poniendo todo lo que somos y tenemos a su servicio y al de su Iglesia”.

El Superior General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, quien acogió la noticia con “alegría” y “disponibilidad”, solicitó al Santo Padre que este nombramiento no llevase asociado el episcopado, de modo que el padre Guerrero pueda volver al acabar su servicio a su vida normal de jesuita.

 

De Mozambique a Roma

Después de seis años como Provincial en Castilla, España, en 2014, fue destinado a Mozambique donde ejerció como ecónomo y coordinador de proyectos.

Antes de cumplir tres años en Mozambique, en 2017, fue llamado a Roma a la misión que actualmente desempeña, Consejero General y Delegado del Padre General para las obras y casas confiadas por la Santa Sede, en Roma.

Sorpresa es que me llamen desde Mozambique a Roma para ser delegado del Padre General”, narró al portal de información vaticano. “Ha sido algo absolutamente inesperado. Al comienzo me asustó y me tuvo varios días aturdido. Pero lo acojo con humildad, con confianza en el Señor y en el equipo que ya lleva adelante el trabajo de la Secretaría para la Economía. Por mi parte, colaboraré al servicio de esta misión con lo mejor de mí”.

 

Delegado del Padre General

Como Delegado del Padre General para las casas y obras interprovinciales Romanas es Superior Mayor de 360 jesuitas procedentes de 69 provincias de todo el mundo, 150 de los cuales están en formación, y 210 que desempeñan su misión en instituciones pontificias y romanas, indica Vatican News.

El padre Guerrero ha trabajado en el proyecto de integración de las tres instituciones académicas confiadas a los jesuitas por la Santa Sede en Roma (Gregoriana, Bíblico y Oriental), proceso que deja iniciado. También ha desempeñado otras misiones de gobierno; además de la actual, fue provincial de la Provincia de Castilla, con más de 600 jesuitas y un buen número de obras. Tuvo que administrar recursos escasos con sentido evangélico y contribuir en el proceso de integración y reorganización de las provincias jesuíticas españolas.

 

Doctorado en Filosofía Política

 El Padre Guerrero nació en Mérida, España, en 1959. Estudió con salesianos y jesuitas. Durante la universidad vivió en un Colegio Mayor de Claretianos. Entró en la Compañía de Jesús a los 20 años. Ha estudiado en España, Brasil, Francia y Estados Unidos. Se licenció en Economía (1986), Filosofía (1993) y Teología (1994).

Entre 1994 y 2003 fue profesor de Filosofía Social y Política en la Universidad Pontificia de Comillas, al tiempo que trabajaba en su doctorado en Filosofía Política, que interrumpió cuando le nombraron maestro de novicios de España. Desempeñó esta misión cinco años y a continuación (2008) fue nombrado Provincial de la Provincia de Castilla en España.

 

 

 

 

14/11/2019-14:35
Rosa Die Alcolea

Orientar la dignidad digital al "bien integral" de la persona — Discurso del Papa

(ZENIT — 14 nov. 2019).- "La importancia de los temas que enfrentaréis en estos días es muy grande". El Papa ha alentado así a los participantes en el Congreso sobre la dignidad digital de los niños."La creatividad y la inteligencia del hombre son maravillosas, pero deben orientarse en la dirección positiva del bien integral de la persona a lo largo de toda su vida, a partir de la infancia", les ha dicho.

Esta mañana, el Santo Padre ha recibido en audiencia a los participantes en la Conferencia Promoting Digital Child Dignity— From Concept to Action (Promover la dignidad digital de los niños — Del concepto a la acción), que tiene lugar del 14 al 15 de noviembre en la Casina Pío IV del Vaticano, sede de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales.

La edición española de zenit publicó recientemente una entrevista en exclusiva a Ernie Allen, uno de los promotores de la Conferencia, presidente de WePROTECT Global Alliance (NosotrosPROTEGEMOS Alianza Global) y miembro del Comité de Child Dignity Alliance (Alianza para la dignidad de la Infancia).

 

Libertad y uso responsable

Un punto crucial del problema es la "tensión", ha apuntado el Papa, "entre la idea del mundo digital como un espacio de libertad ilimitada de expresión y comunicación, y la del uso responsable de las tecnologías y, por lo tanto, de sus límites".

A pesar del "enorme" potencial de las herramientas digitales, el Papa ha advertido de las "posibles consecuencias negativas de su abuso": en el ámbito de la trata de seres humanos, en la organización del terrorismo, en la propagación del odio y el extremismo, en la manipulación de la información y también en el ámbito del abuso de menores.

Así, ha propuesto dos puntos de reflexión: El primero apunta hacia la “libertad y la protección de la privacidad de las personas”, mientras que el segundo apela a la “responsabilidad” de las grandes empresas del sector “con respecto a los menores, a su integridad y su futuro”.

 

Promover el acceso seguro

"El reto al que nos enfrentamos", ha propuesto Francisco, es "promover el acceso seguro de los menores a estas tecnologías".

El Pontífice ha alertado de que la propagación de la pornografía en el mundo digital "crece vertiginosamente", un fenómeno aun más "dramático" para los menores por su fácil accesibilidad.

 

Intereses económicos

Asimismo, ha observado que "el desarrollo tecnológico y del mundo digital involucra a enormes intereses económicos" y ha afirmado que "no se puede pasar por alto la fuerza con la que estos intereses tienden a condicionar la conducta de las empresas".

Entre los 80 participantes, se encuentra la reina Silvia de Suecia, el gran imam de Al-Azhar —a quien recibirá el Papa en privado el 15 de noviembre—, el viceprimer ministro y ministro del Interior de los Emiratos Árabes Unidos, el rabino David Rosen y Najat Maalla M'jid, representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la violencia contra los niños.

Publicamos a continuación el discurso que el Papa dirigió a los participantes de la Conferencia en la apertura de los trabajos:

***

 

Discurso del Papa Francisco

Majestad, Alteza,

Autoridades y líderes religiosos,

Eminencias, Excelencias,

Señoras y señores,

Doy las gracias a Su Alteza el Jeque Saif Bin Zayed al Nahyan y al Padre Federico Lombardi por sus amables palabras de saludo y presentación.

La importancia de los temas que enfrentaréis en estos días es muy grande. Muchos de vosotros se ocupan de ellos con esfuerzo y visión de futuro desde hace muchos años. Hace dos años, cuando recibí a los participantes del Congreso Child Dignity in the Digital World, ya tuve la oportunidad de animaros a unir fuerzas para abordar la cuestión de la protección efectiva de la dignidad de los menores en el mundo digital, porque un problema tan complejo requiere la colaboración de todos: científicos y tecnólogos, empresarios y operadores económicos, legisladores, políticos y funcionarios de seguridad, educadores y psicólogos, y no en último término líderes religiosos y morales (cf. Discurso del 6 de octubre de 2017). Me complace que el camino emprendido entonces haya continuado con otras iniciativas, incluida en particular la Conferencia Interreligiosa de Abu Dabi hace un año, y que ahora se relance con este encuentro.

La Iglesia Católica en las últimas décadas, tras las dramáticas experiencias vividas en su cuerpo, ha alcanzado una aguda conciencia de la gravedad del abuso sexual de los menores y de sus consecuencias, del sufrimiento que causa, de la urgencia de curar sus heridas, de combatir estos crímenes con la máxima determinación y de desarrollar una prevención eficaz. Por lo tanto, también se siente obligada a mirar hacia adelante con previsión.

De hecho, nos enfrentamos a las cuestiones cruciales que plantea para el futuro de la humanidad el vertiginoso desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación. No cabe duda de que este desarrollo, en el ámbito digital, ofrezca nuevas oportunidades para los menores, su educación y su formación personal. Permite un intercambio de experiencias más amplio, promueve el desarrollo económico y abre nuevas oportunidades en muchos ámbitos, incluida la salud. Las tecnologías abren nuevos horizontes, sobre todo para los menores que viven en situación de desventaja o lejos de los centros urbanos de los países más industrializados.

El reto al que nos enfrentamos es, pues, promover el acceso seguro de los menores a estas tecnologías, garantizando al mismo tiempo su crecimiento sano y sereno, sin que sean objeto de violencia criminal inaceptable ni de influencias gravemente perjudiciales para la integridad de su cuerpo y de su espíritu.

Lamentablemente, el uso de la tecnología digital para organizar, comisionar y participar en abusos de menores a distancia, incluso más allá de las fronteras nacionales, está creciendo rápidamente, y la lucha eficaz contra estos horribles crímenes se presenta  muy difícil, muy superior a las capacidades y recursos de las instituciones y fuerzas responsables de combatirlos. La difusión de imágenes de abuso o explotación de menores aumenta rápidamente, y se refiere a formas de abuso cada vez más graves y violentas y a menores de una edad cada vez más temprana.

La propagación de la pornografía en el mundo digital crece vertiginosamente. Ya de por sí es algo muy grave, resultado de una pérdida general del sentido de la dignidad humana y no pocas veces vinculado a la trata de personas. El fenómeno es aún más dramático porque este material también es ampliamente accesible a los menores a través de Internet y especialmente a través de dispositivos móviles. La mayoría de los estudios científicos coincide en sus graves repercusiones en la psique y el comportamiento de los menores. Son consecuencias que durarán toda su vida, con fenómenos de grave dependencia, propensión a comportamientos violentos y relaciones emocionales y sexuales profundamente perturbadas.

Es urgente darse cuenta cada vez más  de la magnitud y la gravedad de estos fenómenos. De hecho, una de las características del desarrollo tecnológico actual es que nos toma por sorpresa, porque a menudo vemos primero los aspectos más fascinantes y positivos (que afortunadamente no faltan), pero luego nos damos cuenta de las consecuencias negativas cuando ya están generalizadas y es muy difícil remediarlas. Por eso  me dirijo a vosotros, estudiosos e investigadores: ¡tenéis una tarea fundamental! Hay que ver con claridad la naturaleza y el alcance de los peligros contra los que tenemos que luchar. El campo a explorar es vasto y complejo. No podemos hacernos ilusiones de que estamos respondiendo a retos semejantes sobre la base de conocimientos someros y superficiales, pero empezar a sentar las bases para proteger la dignidad de los menores debe ser un noble objetivo de su trabajo de investigación científica.

La tarea de los operadores de comunicaciones tampoco es menos importante. Es necesario sensibilizar sobre los riesgos inherentes de un desarrollo tecnológico incontrolado en todos los sectores de la sociedad. Todavía no se ha entendido -y a menudo no se quiere entender- la gravedad de la cuestión en su conjunto y sus consecuencias futuras. Para entenderlo es indispensable  una estrecha alianza con los medios de comunicación, es decir, con vosotros, los comunicadores y con vuestra capacidad para movilizar a la opinión pública y a la sociedad.

Con razón habéis elegido como tema para este encuentro: “Del concepto a la acción”. Efectivamente, no basta con comprender, hay que actuar. La condena moral del daño infligido a los menores por el uso indebido de las nuevas tecnologías digitales debe traducirse en iniciativas concretas y urgentes. Cuanto más tiempo pasa, más arraiga el mal y es difícil de contrastar. Lo atestiguan con preocupación aquellos que, como muchos de vosotros, están dedicando generosamente su vida a esta batalla en contacto más directo con el crimen  y con  las víctimas: educadores, fuerzas del orden, agentes de protección y tantos otros.

Un punto crucial del problema es la tensión -que en última instancia se convierte en una contradicción- entre la idea del mundo digital como un espacio de libertad ilimitada de expresión y comunicación, y la del uso responsable de las tecnologías y, por lo tanto, de sus límites.

A la protección de la plena libertad de expresión está vinculada la idea de proteger la privacidad, con formas cada vez más sofisticadas de encriptación de los mensajes, que hacen muy difícil o imposible su control. Por lo tanto, debe encontrarse un equilibrio adecuado entre el ejercicio legítimo de la libertad de expresión y el interés social en garantizar que los medios digitales no se utilicen para cometer actividades delictivas contra los menores. Para promover el desarrollo de Internet, con sus múltiples beneficios, las empresas que prestan su servicio  han sido consideradas durante mucho tiempo meras proveedoras de plataformas tecnológicas, no responsables ni  legal ni moralmente de su uso. El potencial de las herramientas digitales es enorme, pero las posibles consecuencias negativas de su abuso en el ámbito de la trata de seres humanos, en la organización del terrorismo, en la propagación del odio y el extremismo, en la manipulación de la información y -debemos insistir- también en el ámbito del abuso de menores pueden ser igualmente considerables. Ahora, por fin, la opinión pública y los legisladores se dan cuenta de ello. ¿Cómo ayudarles, pues, a tomar las medidas adecuadas para impedir los abusos? Permitidme que haga hincapié en dos puntos en particular.

En primer lugar. La libertad y la protección de la privacidad de las personas son bienes preciosos que deben armonizarse con el bien común de la sociedad. Las autoridades deben ser capaces de actuar eficazmente, utilizando los instrumentos legislativos y operativos adecuados, con pleno respeto del Estado de Derecho y de las garantías procesales, para luchar contra las actividades delictivas que atentan contra la vida y la dignidad de los menores.

Segundo. El vertiginoso desarrollo del mundo digital tiene como protagonistas a las grandes empresas del sector, que cruzan fácilmente las fronteras entre Estados, se mueven rápidamente en el frente más avanzado del desarrollo tecnológico y han acumulado considerables recursos económicos. Ya es evidente que no pueden considerarse completamente ajenas al uso de las herramientas que ponen en manos de sus clientes. Por lo tanto, es a ellas a quienes ahora dirijo el llamamiento más acuciante para que asuman su responsabilidad con respecto a los menores, a su integridad y su futuro. Sin la plena implicación de las sociedades del sector, sin una plena conciencia de las consecuencias morales y sociales de su gestión y funcionamiento, no será posible garantizar la seguridad de los menores en el contexto digital. Están obligadas no sólo a cumplir las leyes, sino también a preocuparse por la dirección en que se mueve el desarrollo tecnológico y social que promueven y provocan, porque este desarrollo precede, de hecho,  a las mismas leyes que pretenden regularlo.

Aunque estos retos son difíciles de superar, hay muchas áreas de acción. Me limito a poner algunos ejemplos.

Son muy apreciables  las iniciativas -como, por ejemplo, Safety by  Design, promovidas por la Comisión competente del Gobierno australiano- para que  la industria digital cultive un enfoque proactivo y coherente de la seguridad del cliente desde la fase de desarrollo de productos y servicios en línea, reconociendo explícitamente que la responsabilidad de esta seguridad, en todos sus aspectos, no debe recaer sólo en el propio cliente, sino también en quienes diseñan, desarrollan y suministran dichos productos y servicios.

Además, como ya sucede en algunos países, hay que fomentar el compromiso de los legisladores para que las empresas que permiten la navegación a través de dispositivos móviles estén obligadas a verificar la edad de sus clientes, a fin de poder impedir que los menores accedan a sitios pornográficos. Hoy en día, los menores utilizan sobre todo teléfonos móviles, y los filtros utilizados para los ordenadores son allí ineficaces. Según estudios fiables, la edad media de acceso a la pornografía por primera vez es actualmente de 11 años y tiende a descender aún más. No es aceptable en absoluto.

Aunque los padres sean los principales responsables de la educación de sus hijos, cabe señalar que, a pesar de la buena voluntad, ahora es cada vez más difícil controlar el uso de los aparatos electrónicos por parte de sus hijos. Por lo tanto, la industria debe cooperar con los padres en su responsabilidad educativa.  La determinación de la edad de los usuarios no debe considerarse, pues,  una violación del derecho a la intimidad, sino un requisito previo importante para la protección efectiva de los menores.

Las posibilidades de la tecnología son cada vez mayores. Hoy se habla mucho de las aplicaciones de la llamada inteligencia artificial. La identificación y eliminación de la circulación de las imágenes ilegales y nocivas de la red mediante algoritmos cada vez más elaborados es un campo de investigación muy importante, en el que los científicos y los operadores del mundo digital deben seguir esforzándose en una noble competencia para combatir el uso perverso de las nuevas herramientas disponibles. Por lo tanto, pido a los ingenieros informáticos que se sientan personalmente responsables de la construcción del futuro. A ellos les corresponde, con nuestro apoyo, comprometerse en un desarrollo ético de los algoritmos, hacerse promotores de un nuevo campo de la ética para nuestro tiempo: la “algor-ética”.

El desarrollo tecnológico y del mundo digital involucra a enormes intereses económicos. No se puede, por tanto, pasar por alto la fuerza con la que estos intereses tienden a condicionar la conducta de las empresas. Actuar por la responsabilidad de los inversores y  de los gestores, para que el bien de los menores y de la sociedad no se sacrifique en aras del beneficio, es, por tanto, un compromiso que hay que fomentar. Al igual que ya ocurre con el aumento de la sensibilidad social en el ámbito medioambiental o  del respeto de la dignidad del trabajo, la atención a la protección efectiva de los menores y la lucha contra la pornografía deben estar cada vez más presentes en las finanzas y la economía del mundo digital. El crecimiento seguro y saludable de los jóvenes es el noble propósito por el que vale la pena trabajar y vale mucho más que el mero beneficio económico obtenido incluso con el riesgo de perjudicar a los jóvenes.

En un mundo como el nuestro, en el que las fronteras entre los Estados se ven continuamente superadas por la dinámica creada por el avance digital, nuestros esfuerzos deben asumir  la dimensión de un movimiento global que se una a los compromisos más nobles de la familia humana y de las instituciones internacionales para la protección de la dignidad de los menores y de cada persona. Es un reto difícil que nos plantea nuevas preguntas: ¿cómo defender la dignidad de la persona y del menor en la era digital, cuando la vida y la identidad de la persona están indisolublemente ligadas a los datos que la identifican y de los que nuevas formas de poder intentan apropiarse constantemente? ¿Cómo podemos formular principios y requisitos que deben ser respetados por todos en el mundo digital globalizado? Se trata de preguntas que nos exigen una profunda solidaridad con todos aquellos que trabajan con paciencia e inteligencia por esta causa en el mundo de las relaciones y las normas internacionales.

La creatividad y la inteligencia del hombre son maravillosas, pero deben orientarse en la dirección positiva del bien integral de la persona a lo largo de toda su vida, a partir de la infancia. Todo educador, todo padre de familia lo sabe muy bien y debe ser ayudado y apoyado en su servicio por el esfuerzo  concertado de una nueva alianza de todas las instituciones y fuerzas educativas.

A ello contribuye no sólo la sana razón ética, sino también la visión y la inspiración religiosas, que tienen un alcance universal, porque fundamenta el respeto de la dignidad humana en la grandeza y la santidad de Dios, su Creador y Salvador. Por lo tanto, es bienvenida  la presencia entre vosotros de numerosos y autorizados líderes religiosos que se proponen abordar estos problemas en un espíritu de solidaridad y corresponsabilidad. Los saludo con gran respeto y les doy las gracias sinceramente. La causa de la protección de los menores en el mundo digital, es decir, en nuestro mundo de hoy y de mañana, debe vernos unidos, como testigos del amor de Dios por cada persona, comenzando por la más pequeñas e indefensas, para que la atención, el cuidado y la conciencia crezcan en todos, en todas partes del mundo y en cada confesión religiosa. Queremos desterrar de la faz de la tierra la violencia y todo tipo de abusos contra los menores. Mirémoslos a los ojos: son vuestras hijas y vuestros hijos, debemos amarlos como obras maestras e hijos de Dios. Tienen derecho a una vida buena. Tenemos el deber de hacer todo lo posible para que la tengan.

Os doy las gracias e invoco sobre todos vosotros la bendición de Dios. Gracias.

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

 

14/11/2019-11:16
Redacción

El hospital pediátrico `Bambino Gesú' celebra sus 150 años con el Papa

(ZENIT — 14 nov. 2019).- El próximo sábado, 16 de noviembre de 2019, el Papa Francisco saludará en el Aula Pablo VI del Vaticano a más de 6.000 personas, entre médicos, investigadores, voluntarios, empleados, pacientes y familiares vinculados al hospital pediátrico romano Bambino Gesú (Niño Jesús), que celebra su 150 aniversario.

Un siglo y medio después de la hospitalidad y las curas prodigadas a 4 pequeños pacientes en una casa de dos habitaciones en la romana Via delle Zoccolette, el Bambino Gesú, cuenta hoy con cuatro sedes, 607 camas y más de tres mil personas entre empleados y colaboradores. Y desde 1924 se le llama también el hospital del Papa porque sus dueños, la familia Salviati, quiso confiarlo al pontífice de entonces Pío Xl.

El sábado, los primeros que saludarán al Papa serán 200 niños pacientes del Bambino Gesú, con sus padres, entre los cuales hay también niños procedentes de las periferias del mundo gracias a diversas iniciativas de cooperación internacional del hospital, como por ejemplo en la República Centroafricana.

 

Tres regalos para el Papa

Durante la audiencia el Papa recibirá tres regalos de los pacientes: una estola sacerdotal confeccionada por los niños de la ludoteca con temas de la creación y su salvaguarda, el cómic Un hospital para el Papa Francisco, que narra la historia de la creación del hospital de Bangui, y el libro Vidas que ayudan a la vida con las fotos de todos los profesionales del Bambino Gesú.

A su llegada, el Santo Padre será saludado con la pancarta del eslogan del aniversario del hospital El futuro es una historia de niños y por 60 niños con la camiseta de la campaña Cada historia se merece un final feliz, lanzada por el hospital para contar la historia de los niños y niñas que han vencido al "monstruo de Hodgkin" y otras enfermedades con la ayuda de los médicos, enfermeros e investigadores del hospital.

 

 

 

14/11/2019-13:01
Anne Kurian

Francia: El Papa invita a los monaguillos a Roma en agosto de 2020

(ZENIT — 14 noviembre 2019).- El Papa Francisco invita a los monaguillos franceses al encuentro organizado por la Iglesia de Francia del 24 al 28 de agosto de 2020 en Roma: "Uno no es un cristiano solo: todos juntos somos más fuertes, uno tiene más coraje vamos más allá ", dice en un vídeo en francés, publicado por la Santa Sede el 12 de noviembre de 2019.

 

Mensaje del Papa Francisco

Querido amigo,

Me alegra mucho dirigirme a ti, que aseguras en tu parroquia el servicio del altar, para invitarte a participar en la gran peregrinación de monaguillos, organizada por la Iglesia de Francia en Roma, el verano próximo. El Señor Jesús te ha llamado a servirle en la liturgia de la Misa. Esta es una oportunidad única para ti de encontrarlo, de amarlo más, comprometerte con él. Pero, como habrás notado, la Misa termina con las palabras del sacerdote: "¡Ve"! Después de haber servido a Jesús en la Misa, todos estamos llamados a servirlo en nuestra vida diaria, en el encuentro con nuestros hermanos y hermanas: somos enviados a la misión. Somos enviados en misión, no lo olvides.

Al participar en esta peregrinación a Roma, visitarás las tumbas de San Pedro y San Pablo, que también fueron enviados en misión por Jesús, y que han dado sus vidas aquí por él. Su valiente testimonio será un estímulo para perseverar en tu compromiso y en tu vida cristiana, a pesar de las contradicciones y críticas que puedas encontrar a tu alrededor, a pesar de las preguntas que te hagas, a pesar de los esfuerzos que esto requiera.

Tendremos la alegría de encontrarnos todos juntos. Y también conocer a otros jóvenes que aún no conoces, pero que realizan el mismo servicio, comparten la misma fe. ¡Invita también a aquellos que quieran participar como tú! No somos cristianos solos: juntos somos más fuertes, tenemos más coraje, vamos más allá.

Te espero en Roma, del 24 al 28 de agosto del próximo año. Hasta entonces, rezo por ti y por todos los que te rodean y, te pido, no olvides rezar por mí. ¡Lo necesito, este trabajo no es fácil! ¡Que la Virgen María te guarde y que Dios te bendiga!

 

© Editorial del Vaticano

 

 

 

14/11/2019-17:14
Redacción

Cardenal Blázquez: El Papa ha afrontado los problemas de los abusos "con decisión y a fondo"

(Pamplona, 14 nov. 2019).-"El Papa ha afrontado los problemas de abusos a menores con una decisión admirable, metiendo el bisturí a fondo, con respeto, con sinceridad, preparándonos para que no existan casos de este estilo y afrontando el diálogo con las víctimas". Así lo ha asegurado en la Universidad de Navarra el cardenal y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez.

Sus declaraciones se enmarcan en inauguración del Curso de Actualización "La protección de los menores en la Iglesia. Otras cuestiones de actualidad", organizado en la Facultad de Derecho Canónico y que cuenta con la participación de más de 200 personas.

En su mensaje, ha expresado algunas impresiones que le produjo el encuentro que mantuvo en febrero de este año con el Papa Francisco y con los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, en la cumbre contra la pederastia. De esta dijo que "es un gesto que transparenta el valor y la humildad de la Iglesia para afrontar estos temas abiertamente y que al mismo tiempo es inédito y sin precedentes en ninguna institución".

De esta cumbre, en la que también participaron expertos de diferentes ámbitos y víctimas, destacó el ambiente "impregnado de admiración, sentimiento y responsabilidad", así como la sorpresa que le produjo el hecho de que estos problemas "se hubiesen ocultado en la Iglesia, en la sociedad y en las familias, de una manera muy estudiada", y de que al mismo tiempo "se hubiera producido un silencio humillante".

El presidente de la Conferencia Episcopal definió este encuentro como un momento de purificación de la Iglesia en el que convergieron muchas miradas "a lo ocurrido, a las personas víctimas o las perspectivas de futuro, para la educación y para cambiar la actuación pastoral ante el descubrimiento de estos abusos".

Además, reprodujo los párrafos más significativos del discurso que pronunció el Papa al terminar las jornadas. Recordó que los abusos son un problema transversal que se verifica en todos los ámbitos y aseguró que el Papa reconoce que todavía es más grave y escandaloso en la Iglesia porque contrasta con el mandato de Jesús.

Asimismo, destacó un informe realizado para el gobierno alemán recientemente tras conocerse los casos de abusos en dos centros educativos. En él se decía que el 80% de los abusos se producían en el ámbito familiar, el 17% en el ámbito educativo y deportivo y el 3% en el ámbito de las iglesias evangélicas y católicas.

Tras recordar las palabras del Sumo Pontífice, dijo que el perdón de los pecados por Dios "no exime de los delitos cometidos y que no se puede allanar el perdón de Dios con la impunidad". Antes de terminar, hizo hincapié en las diferentes formas de silencio que existen: "El silencio que edifica a la persona, el silencio profesional que respeta la palabra libremente confesada y el tercer silencio conocido como el 'arma del tirano' que abusa de su poder y que encadena a la persona de la que se abusa".

 

 

 

14/11/2019-08:00
Enrique Díaz Díaz

Monseñor Enrique Díaz Díaz: "¿Estamos preparados para el final?"

 

Malaquías 3, 19-20: "Brillará para ustedes el sol de justicia".
Salmo 97: "Toda la tierra ha visto al Salvador".
II Tesalonicenses 3, 7-12: "El que no quiera trabajar, que no coma".
Lucas 21, 5-19: Si perseveran con paciencia, salvarán sus almas".

¡Cuánto nos puede enseñar la naturaleza! Un campesino reflexionaba: "¿Cómo crees que será la vida del más allá? ¿Será como las hojas que se caen y terminan podridas en la tierra? ¿Será como el tronco que parece muerto pero que lleva vida por dentro y apenas llega la primavera y vuelve a reverdecer? ¿O será como las semillas que cuando las sembramos se pudren y parecen morir pero que después brotan con una nueva vida diferente a la semilla? ¿Cómo será la vida después de la muerte? ¿Quién lo puede saber? Lo cierto es que cada día nos vamos acercando más y lo tenemos que aceptar. Yo confío en Dios y me siento seguro en sus manos, pero no deja de inquietarme".

Pregunta inquietante también para toda persona: ¿qué hay en el más allá? Jesús muchas veces habló de la vida que hay después de la muerte. Siempre lo hizo con parábolas e imágenes que nos invitan a una participación plena con el Padre pero que nos dejan muchas lagunas en cuanto a la forma concreta de la vida que tendremos más allá. Tenemos mucha curiosidad y muchas dudas, sobre todo cuando sufrimos la pérdida de un ser querido o hemos estado en inminente peligro de muerte. El pasaje que hoy escuchamos nos da pistas, no para descubrir cómo será el cielo, sino para enseñarnos la forma en que debemos llevar la vida en vistas al final que se avecina. Tres actitudes muy precisas nos recomienda hoy Jesús. La primera va en relación a las seguridades que tenemos y a los valores que las sustentan. Nada más importante para un judío que el templo pues significaba la presencia de Dios que los acompañaba, sostenía y protegía en toda su historia. Sin embargo, para muchos de ellos la arquitectura y el poder de la religión habían desplazado la fe y habían convertido los sacrificios, los rituales y la construcción en signos más poderosos que el mismo Dios de Israel. Por sus rituales dejaban a un lado los mandamientos más importantes pedidos como verdadero culto: la misericordia y la justicia social. Que Cristo les diga que será destruido, es para ellos una verdadera blasfemia, pero para Jesús es rectificar y dejar bien claro que si el templo no posibilita una relación con Dios y con los hermanos, si provoca divisiones sociales y relaciones injustas, no puede ser el sostén de la religión. Se deja a Dios por un templo material. Llamada de atención también para nosotros que ponemos muchas veces nuestra confianza no en la presencia de Dios, no en la relación con los hermanos, sino en las estructuras materiales que subyagan y esclavizan.

Cuando llegan los desastres a nuestros pueblos, llegan también interpretaciones alarmistas sobre los últimos días. Profetas que se atribuyen conocimientos del fin del mundo y que tratan de infundir miedo para conseguir sus propios fines. Sin embargo las palabras de Jesús hoy nos ponen en alerta. Nadie puede decir "yo soy", pues está apropiándose el nombre divino. Nadie será dueño del tiempo y la eternidad, sino solamente Dios. Es cierto que habrá persecuciones y divisiones, que habrá desastres, pero nuestra confianza debe estar bien firme en el Señor. Ya San Pablo reprendía a los habitantes de Tesalónica que pensando que el reino estaba ya próximo, dejaban de esforzarse y se dedicaban a la ociosidad. La Venida del Reino lejos de excusarnos de nuestras obligaciones nos llena de mayor entusiasmo y de esperanza para trabajar con más dedicación en su construcción. De ningún modo el pensar en la eternidad nos puede llevar a descuidamos en nuestra tareas o a angustiamos por lo que vaya a pasar. Jesús nos llama a la verdadera esperanza que construye y dinamiza, que se sostiene en la presencia eficaz de nuestro salvador en medio de todas las dificultades. Cuando reconocemos que la violencia ha alcanzado límites insospechados se hace necesario recordar estas palabras. No podemos darnos por vencidos sin poner todo nuestro esfuerzo. Recordemos que Cristo afirma que cuando haya persecuciones y divisiones, "grábense bien... que yo les daré palabras sabias".

La tercera invitación de Jesús es a permanecer firmes para conseguir la vida eterna. Y es curioso que cuando anuncia los peores desastres que llevan hasta la traición y el asesinato, insista en la verdadera actitud del cristiano: la esperanza en la vida plena. Esta es la enseñanza fundamental en este domingo: este mundo pasará, junto con sus conquistas, su tecnología y su desarrollo científico, del que tanto presumimos. Todas las cosas, por las que nos afanamos, a veces en exceso, se acabarán. Nuestra existencia en esta tierra concluirá, aunque no sabemos cuándo ni cómo. A veces cuando más seguros nos sentimos, es cuando sobreviene la desgracia ¿Estamos preparados para el final? Necesitamos reflexionar dónde estamos poniendo el corazón y qué importancia le estamos dando a las cosas, a las personas y a Dios. La construcción del Reino de Dios, no es de un momento, nuestra esperanza será para toda la vida y más allá. En la primera lectura el profeta Malaquías al mismo tiempo que amenazaba a los malvados daba esperanza a los justos: "Ya viene el día del Señor, ardiente como un horno, y todos los soberbios y malvados serán como la paja... Pero para ustedes, los que temen al Señor, brillará el sol de justicia, que les traerá la salvación en sus rayos" La actitud que Jesús nos propone en este día es levantar la cabeza, no tener miedo, trabajar con perseverancia y mantener viva la esperanza. Cristo Resucitado nos llena de fortaleza frente a las incertidumbres del momento final.

¿Cómo miramos nosotros el fin del mundo? ¿Qué sentimientos suscita en nosotros? ¿Somos hombres de esperanza que generamos una sano optimismo?

Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio, porque solo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad eterna. Amén

 

 

 

14/11/2019-08:00
Isabel Orellana Vilches

San Alberto Magno, 15 de noviembre

«Aclamado obispo, doctor de la Iglesia y doctor universal. Uno de los más insignes maestros de la teología medieval. Patrono de la Jornada Mundial de la Juventud, de la ciencia y de los científicos»

Nació en 1206 en el castillo de Lauingen, Baviera. Era hijo de los condes de Bollstádt, quienes se hallaban al servicio del monarca Federico II. Contaba con 16 años cuando inició los estudios universitarios de derecho. Pasó por Bolonia y Venecia, y finalmente recaló en Padua, lugar donde residía un tío suyo. En ese momento la ciudad era sede de una de las más prestigiosas universidades. Hizo acopio de una vasta preparación decantándose por las ciencias naturales. Solía acudir al templo de los dominicos y en 1223 conoció al beato Jordán de Sajonia, que era entonces el segundo maestro general de la Orden de predicadores. El inquieto joven, profundamente conmovido por el testimonio de vida y palabra del beato, no dudó en seguir el llamamiento de Cristo que se produjo en su interior, y en 1224 se abrazó a este carisma, junto a otros nueve novicios, uno de ellos hijo de un noble, como lo era él.

La conmoción familiar que se desató al conocer la noticia alcanzó cotas preocupantes. Su padre, en particular, estaba tan enfurecido que determinó aplicar la fuerza, si era preciso, para desligarlo de los frailes mendicantes. Alberto no pensaba claudicar. Pero, en todo caso, y con la más que probable idea de evitar males mayores, los superiores le trasladaron a Colonia. Allí impartió clases en 1228 y en 1229; éste último año tomó el hábito. Por esa época el enojo paterno se había aplacado. Era un profesor tan brillante que sus alumnos desbordaban las aulas tanto en las universidades de Colonia, como en las de Hildesheim, Friburgo, Ratisbona, Estrasburgo, y en la Sorbona de París, lugares donde también enseñó. Además, en París había estudiado teología. Algunas veces, cuando el auditorio crecía al punto de exceder el espacio del aula, se vio obligado a impartir clases al aire libre. El texto que tenía como base era el Liber Sententiarum, de Pedro Lombardo. En Colonia, donde fue enviado en 1248 para regir como rector la nueva universidad puesta en marcha por los dominicos, tuvo como discípulo al Aquinate, su más excelso alumno, por el que tuvo predilección. Consciente de su valía, hizo notar: «Ustedes llaman a Tomás 'buey mudo', pero yo les digo que los mugidos de este buey se escucharán en todo el mundo».

Pero si notables fueron las cualidades intelectuales de Alberto, insigne científico, teólogo y filósofo, autor de numerosas obras, no palidecían ante ellas sus excelsas virtudes. Vivía henchido de gozo porque era un hombre de intensa y continua oración. Su penetrante análisis sobre la ciencia y la filosofía estaban encarnados en ella, por eso su magistral exposición enardecía a sus enfervorizados seguidores. Se le considera impulsor de la escolástica. Pero no se dejó tentar por la vanagloria y, con espíritu sencillo y humilde elevó sus súplicas a Dios: «Señor Jesús pedimos tu ayuda para no dejarnos seducir de las vanas palabras tentadoras sobre la nobleza de la familia, sobre el prestigio de la Orden, sobre lo que la ciencia tiene de atractivo».

Se dejó guiar de este sentimiento de plena aquiescencia con la voluntad divina: «Querer todo lo que yo quiero para gloria de Dios, como Dios quiere para su gloria todo lo que él quiere». Destacaba por su amor a la Eucaristía y su devoción por María. Se cuenta que en su juventud, experimentando gran dificultad para el estudio, pensó fugarse del colegio a través de una escalera que pendía sobre la pared. Y la Virgen, saliéndole al encuentro, le ofreció su amparo vaticinando lo que le ocurriría al final de sus días: « Alberto, ¿por qué en vez de huir del colegio, no me rezas a mí, que soy 'Causa de la Sabiduría'? Si me tienes fe y confianza, yo te daré una memoria prodigiosa. Y para que sepas que fui yo quien te la concedo cuando ya te vayas a morir, olvidarás todo lo que sabías». Ella había sido la que guió sus pasos a la Orden dominicana. Le dedicó el Mariale.

En 1254 fue designado provincial de Alemania recorriendo el vasto territorio a pie mientras mendigaba. El pontífice le encomendó diversas misiones y tuvo que combatir graves tendencias y abusos. Defendió el derecho a la enseñanza de las órdenes mendicantes, y fue encargado de redactar el plan de estudios para todos los dominicos. Cuando se aceptó su renuncia, se centró en el estudio, la docencia y la escritura. En 1260 fue nombrado obispo de Ratisbona, lugar donde emprendió la reforma del clero y erradicó las costumbres licenciosas. No consiguió que el papa Alejandro IV le liberase del oficio, pero sí lo hizo Urbano IV encomendándole que predicara la Cruzada desde 1261 a 1263. Fue un gran pacificador. En 1274 participó en el Concilio de Lyon que había convocado Gregorio X y, entre otras cosas, tuvo ocasión de salir en defensa de las tesis de su amado Tomás de Aquino que habían sido objeto de críticas infundadas.

En 1278, mientras impartía clase en Colonia, perdió la memoria. Y desde ese momento se recluyó en su celda, en oración. Diariamente acudía a la tumba que mandó erigir para rezar el Oficio de difuntos. En 1279 redactó su testamento. Murió el 15 de noviembre de 1280 serenamente, sobre su mesa. Fue beatificado en 1622 por Gregorio XV, y canonizado por Pío XI el 16 de diciembre de 1931, quien lo proclamó doctor de la Iglesia. En 1941 Pio XII lo declaró patrono de los científicos. Ha recibido el título de «magnus» (grande), y de «doctor universal» por la extensión de su saber que engloba las disciplinas filosófico teológicas y las científicas.

Como señaló Benedicto XVI, Alberto «tiene mucho que enseñarnos aún [...] muestra que entre fe y ciencia no hay oposición, a pesar de algunos episodios de incomprensión que se han registrado en la historia [...] recuerda que entre ciencia y fe hay amistad, y que los hombres de ciencia pueden recorrer, a través de su vocación al estudio de la naturaleza, un auténtico y fascinante recorrido de santidad».