Tribunas

La ecología, ¿tema de la izquierda?

 

 

José Francisco Serrano Oceja

 

 

 

De vez en cuando hago una incursión en novedades editoriales del pensamiento más confesante de la izquierda y sus franquicias. Ensayos y libros de historia, principalmente.

En esta ocasión, “La izquierda fin de (un) ciclo” de Ignacio Sánchez-Cuenca, una síntesis de la evolución teórica de la izquierda y de las izquierdas, con ciertas incursiones de base sociológica e histórica. Bibliografía predominante de ámbito anglosajón y actualizada. Texto por cierto que hay que relacionar con uno suyo anterior titulado “La superioridad moral de la izquierda”.

Varias cuestiones de interés. La tesis última, muy de actualidad por la cumbre sobre el cambio climático que vamos a sufrir estos días –lo digo como ciudadano de Madrid-, es que el fin de ciclo al que está sometido el pensamiento de la izquierda –el pensamiento regido por el criterio de la igualdad y de liberación de servidumbres- dará paso a otro tiempo en el que el tema principal para la izquierda será la bandera del cambio climático, lo referido a lo medioambiental.

Un asunto que desborda el marco estatal y que permitirá la movilización social, las nuevas formas de representación, la coordinación frente al sistema económico capitalista, la mutación antropológica.

Es decir, si el capitalismo neoliberal ha acabado con la fase política para hacer predominante la economía, y la política es la llave que tiene la izquierda para cambiar el orden social, la ecología permite recuperar esa plataforma y lanzarla contra uno de los centros del sistema económico dominante.

Apunta también al autor a que estamos en una fase constituyente de la izquierda mundial, no solo de la española, desde el impulso revolucionario originario. La izquierda como movimiento político transformador no ha abandonado, por tanto, la fase política para perderse en la fase económica sino que está evolucionado, ante el desprestigio de la violencia social, hacia nuevos ejercicios de autodeterminación colectiva, y de formas activas y sustitutivas del clásico concepto de representación, base de la democracia.

Me llama la atención la insistencia del autor en calificar a Unidas Podemos como partido representativo de la socialdemocracia más pura, mantenedor de las esencias socialistas auténticas, a partir de una comprensión evolutiva del eurocomunismo como forma histórica que hizo evolucionar al comunismo hacia el socialismo.

El ecologismo representa el avance de las identidades postmaterialistas –algo propio de las nuevas generaciones. La izquierda se reinventa en torno al ecologismo como movimiento trasnacional, elaborador de teorías de justicia medioambiental y la lucha contra poderes económicos que amparan los peores excesos de nuestra civilización.

Bueno, ante este panorama, tendré que leer otro libro que hable de la ecología y no la instrumentalice ideológicamente, que reflexione sobre el cuidado de la creación, que también lo es de lo humano, de la persona. Que no repita los tópicos de la política líquida y que parta de una base mínima de consenso científico. Seguro que lo encuentro. ¿Sugerencias?

 

José Francisco Serrano Oceja