Conferencia Episcopal

 

Omella, García Beltrán, Iceta y López Llorente, candidatos a presidir la Conferencia Episcopal

 

La elección de cargos en la Asamblea Plenaria de los obispos va a provocar un cambio en la Iglesia de España

 

 

30/01/20


 

 

 

Ayer miércoles concluyeron los trabajos de la última Comisión Permanente previa a la celebración de la Asamblea Plenaria que elegirá al nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Asamblea en la que se renovarán los órganos de gobierno de la CEE, el Comité Ejecutivo, la Permanente y las Comisiones Episcopales.

Aunque las informaciones sobre esta reunión de la Permanente han discurrido por otros derroteros, el proceso de elección del nuevo Presidente ha sido uno de los temas más frecuentes de conversación durante estos días de trabajo.

 

No hay candidaturas

La Plenaria de elección de nuevos cargos, que se celebrará previsiblemente en la primera semana de marzo, va a suponer un cambio en la Iglesia en España. Como en todos los procesos electorales dentro de la Conferencia Episcopal no hay candidaturas, pero no son pocos los nombres que ya se barajan.

El primero de ellos es el del arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, candidato apoyado por un sector en auge y que dice controlar en gran media a la Iglesia en España. Un sector compuesto por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro –descartado como candidato por la escasa aceptación que tiene en el resto de los obispos-, y un grupo de obispos que se consideran privilegiados por su conexión directa con la Curia de Santa Marta.  También tiene como muñidor al omnipresente jesuita Germán Arana.

Aunque la avanzada edad del cardenal J. J. Omella, -el 21 de abril cumplirá 74 años- y el hecho de que sea arzobispo de Barcelona no favorecen esta posibilidad.  En el caso que fuera elegido, como arzobispo de Barcelona vería mermada su libertad y credibilidad a la hora de tomas de posición públicas en materias que afecta al conjunto de la Iglesia y de la sociedad española, lo que le coloca en una posición difícil. Además concentraría en sus manos demasiado poder –cardenal, español miembro de la Congregación de Obispos…-, algo que no agrada en estos tiempos de equilibrios de poder en la Iglesia.

 

Jesús Sanz Montes

El candidato primero del sector más crítico con la actual forma de llevar la Conferencia Episcopal Española, sobre todo con el mutismo sobre los asuntos públicos que afectan a la conciencia cristiana, es el arzobispo de Oviedo, monseñor Jesús Sanz Montes, a quienes algunos consideran demasiado libre como para ocupar el cargo de Presidente. Una limitación de este arzobispo, que tiene una edad y una experiencia consolidada, es la permanente campaña contra su persona en determinados medios eclesiales.

La segunda fila de candidatos la componen, por el sector continuista con la actual presidencia, el obispo de Getafe, monseñor Ginés García Beltrán, al que en algunos ámbitos se le denomina el candidato de la revista “Vida Nueva”, y el obispo de Málaga, monseñor Jesús Catalá, por el sector que pide cambios.

 

García Beltrán y Jesús Catalá

Monseñor Ginés García Beltrán es un obispo que algunos consideran aún joven, con un futuro prometedor, que acumula una serie de cargos que le acreditan como buen gestor. Además de titular de la diócesis de Getafe, es presidente de la Fundación Pablo VI, de la Comisión Episcopal de Medios y Consiliario in solidum de la Asociación Católica de Propagandistas. Algunas fuentes apuntan a que monseñor García Beltrán quiere retirarse de esta carrera hacia la Presidencia porque considera que sería delicado que el obispo de Getafe fuera Presidente de la CEE dependiendo como sufragáneo del arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro.

De monseñor Jesús Catalá, un perfil más desconocido, se valora su experiencia pasada de trabajo en la curia romana, así como su capacidad de trabajo. Pero también se le atribuyen algunas decisiones en Málaga de carácter patrimonial que han causado polémica en los últimos meses. Al final de su vida, el cardenal Fernando Sebastián se convirtió en un valedor de monseñor Catalá.

No hay que olvidar que la opción cardenal Antonio Cañizares, actual vicepresidente de la CEE, siempre está sobre la mesa, pese a que su edad ya es avanzada. Sería bien vista por algunos obispos dada la valentía y claridad con la que el arzobispo de Valencia está afrontando los retos por los que atraviesa la Iglesia en España. Los rumores sobre su salud se desmienten a diario con la hiperactividad de este arzobispo.

 

Mario Iceta y López Llorente

Un candidato que va tomando fuerza es el obispo de Bilbao, monseñor Mario Iceta. Un perfil de una generación más joven, bregado en una diócesis nada fácil, con un currículum que no es común en el episcopado.  Además ha desmontado en los últimos meses la imagen de que los obispos no pueden afrontar temas polémicos en la opinión pública.

Pero la sorpresa puede llegar por algún nombre del que no se habla aún. Por ejemplo, el del obispo de Segorbe-Castellón, monseñor Casimiro López Llorente, presidente de la Junta episcopal de Asuntos Jurídicos, canonista, un obispo tranquilo, de experiencia y solidez en el gobierno de su diócesis. Un jurista para tiempos difíciles.

O el del arzobispo castrense de España, monseñor Juan del Río, que durante largo tiempo perteneció al Comité Ejecutivo de la CEE y con notables contactos en el ámbito de las instituciones del Estado, en un momento delicado de las relaciones entre la Iglesia y el Gobierno. Además es muy reconocida la capacidad de comunicación del arzobispo castrense de España.

 

Operación Argüello

En estas próximas semanas no se descartan algunos movimientos que coloquen a un obispo en una buena posición de salida. Por ejemplo, la denominada “Operación Argüello”, destinada a hacer arzobispo coadjutor de Valladolid al actual obispo secretario general de la CEE, monseñor Luis Argüello, con el fin de promoverle a Presidente de la Conferencia Episcopal. Pero parece ser que el tiempo se vuelve en contra. Tampoco se descarta que el cardenal Ricardo Blázquez, renuente a apoyar a ningún obispo en público, incline la balanza hacia algún nombre.

Por cierto, que el secretario general de los obispos españoles se desempeñó nuevamente bien en la rueda de prensa ofrecida tras la reunión de la Permanente, en la que los periodistas le preguntaron por cuestiones de actualidad, desde el pin parental hasta las relaciones con el Gobierno (vea el vídeo).

En este mes de febrero, sin duda, pueden darse muchas sorpresas. Pero lo más probable es que estos nombres ocupen los cargos más destacados en el organigrama de la futura Conferencia Episcopal Española.