Católicos

 

Julián Carrón, reelegido presidente de Comunión y Liberación, anima a sus miembros a ayudar a los afectados por el Covid19

 

La votación se produjo en Milán, en plena emergencia por el coronavirus, con 21 miembros conectados por videoconferencia

 

 

25/03/20


 

 

 

El pasado sábado 21 de marzo, la diaconía central de la Fraternidad de Comunión y Liberación eligió de nuevo y por unanimidad (con un solo voto en blanco) al sacerdote Julián Carrón como presidente del movimiento para un nuevo mandato de seis años.

La votación, de forma secreta, se produjo de forma excepcional, debido a la crisis del coronavirus. Participaron todos los miembros de la diaconía, salvo un ausente justificado, nueve de ellos presentes en la sede de Milán respetando las normas sanitarias impuestas por la emergencia del Covid˗19 y 21 conectados por videoconferencia desde Italia y el resto del mundo.

 

Por qué se decidió celebrar la votación

En su mensaje tras la reelección justificó la decisión de elegir presidente en plena emergencia por el coronavirus, porque "no era oportuno que el movimiento fuese guiado demasiado tiempo por un presidente en régimen prolongado de prorogatio". Por tanto, una vez comprobado que se daban las condiciones legales, organizativas y logísticas, se decidió celebrar esta votación.

Respecto a la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19 que está teniendo repercusiones en la economía y en la vida de muchas personas en Italia y en numerosos países del mundo, Carrón recordó que "la Fraternidad tendrá que afrontar ciertamente muchas necesidades que surjan entre nosotros".

En esta línea, el presidente de Comunión y Liberación pide a sus miembros que en "estos días tan dramáticos" sientan el deseo de "acudir en ayuda de tantas necesidades que hay y que habrá en el futuro próximo".

 

El compromiso que cada uno ha asumido

Carrón pide a todos que consideren con "seriedad el compromiso que cada uno ha asumido o trata de retomar con ese instrumento con el que el movimiento nos ha educado siempre en una ´concepción comunional de lo que uno tiene´, el Fondo común, de modo que la Fraternidad pueda hacer frente, dentro de los límites de lo posible y teniendo en cuenta todos los factores en juego, a las distintas necesidades que se presenten".

Además, expresa su "cercanía y la de todo el movimiento a cuantos están implicados en primera línea (como enfermeros, médicos y los que trabajan en servicios de cualquier tipo), a los enfermos y a aquellos que han perdido a algún ser querido. ¡Qué asombro poder vivir y ofrecer todo desde la certeza de Cristo presente!"

 

Sobre su reelección

Respecto a su reelección, Carrón recordó lo que había comunicado a toda la Fraternidad un año antes: no plantear el tema de la elección de presidente "como si fuese un gesto formal, sin darnos el tiempo suficiente para prepararnos a través de un diálogo profundo entre nosotros".

Tras un año de discernimiento, el movimiento ha decidido otorgar de nuevo la confianza en Julián Carrón. "Después de agradecer a todos la confianza que me han otorgado, he aceptado esta responsabilidad con la misma disponibilidad con la que respondí desde el primer instante a la llamada de don Giussani, y con el único deseo de seguir el designio de Otro", dice en su mensaje.

El presidente de Comunión y Liberación enfatiza a sus miembros la estupefacción que supone la "riqueza de vida, de iniciativas, de novedad ahora" del movimiento en un momento "particularmente comprometido, en una época en la que el nihilismo se extiende por todas partes".

También considera que en estos momentos todos atraviesan una "circunstancia dramática" y por esta razón, pone en valor "el recorrido educativo" en el que está implicado el movimiento, que "genera personas capaces de estar ante los retos sin ceder al miedo y a la nada".

Carrón pide a todos que recen por él "de modo que pueda estar completamente disponible para secundar lo que el Señor quiere realizar en medio de nosotros" y que la Fraternidad pueda responder  a "la tarea para la que el Espíritu ha suscitado en el mundo el don del carisma, del que cada vez estoy más convencido de que es crucial hoy para nuestra vida, la de la Iglesia y la del mundo".