Servicio diario - 12 de mayo de 2020


 

Mensaje del Papa Francisco por el Día Internacional de la Enfermería
Larissa I. López

Fátima: Por primera vez, el santuario celebra la fiesta de la Virgen sin peregrinos
Rosa Die Alcolea

Francisco celebrará Misa frente a la tumba de Juan Pablo II el 18 de mayo
Rosa Die Alcolea

Italia: Pésame del Papa ante el fallecimiento del cardenal Renato Corti
Larissa I. López

Perú: Padre Luis Nuñez vence COVID-19 y desea retomar su labor pastoral
Esther Nuñez Balbín

Santa Marta: Coronavirus, oración del Papa por las enfermeras
Larissa I. López

Fiesta del beato Álvaro del Portillo: Conexión online para rezar frente a su tumba
Larissa I. López

Chile: COVID-19, Misa y Rosario online para celebrar la fiesta de Fátima
Larissa I. López

“Gracias Juan Pablo II”: Centenario de su nacimiento, iniciativa de obispos polacos
Larissa I. López

Padre Antonio Rivero: “¿Has experimentado el consuelo interior del Espíritu Santo?”
Antonio Rivero

Píldoras de esperanza: “¡No se inquieten ni teman!”
Ricardo Grzona

San Andrés Huberto Fournet, 13 de mayo
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

Mensaje del Papa Francisco por el Día Internacional de la Enfermería

“Sois imagen de la Iglesia”

mayo 12, 2020 12:09

Medicina y salud
Papa y Santa Sede

(zenit – 12 mayo 2020).- El Papa Francisco considera que los enfermeros forman parte del grupo de “los santos de la puerta de al lado”: “Sois la imagen de la Iglesia, ‘hospital de campaña’, que continúa llevando a cabo la misión de Jesucristo, que se acercó y curó a las personas que sufrían todo tipo de males y se arrodilló para lavar los pies de sus discípulos. ¡Gracias por vuestro servicio a la humanidad!”, indica.

Hoy, 12 de mayo de 2020, se celebra el Día Internacional de la Enfermería, como parte del Año Internacional del Personal de Enfermería y Partería, convocado por la Organización Mundial de la Salud. Además, en esta misma fecha se conmemora el bicentenario del nacimiento de Florence Nightingale, fundadora de la enfermería moderna.

 

Importancia de los enfermeros

Con motivo de esta jornada especial, el Santo Padre ha escrito un mensaje en el que resalta cómo en este momento histórico de emergencia sanitaria mundial provocada por la pandemia del coronavirus “hemos redescubierto la importancia del rol del personal de enfermería, como también el de partería”.

Y describe también cómo estos profesionales que  diariamente con “profesionalidad, sacrificio, responsabilidad y amor” ayudan a las personas afectadas por el virus, “incluso poniendo en riesgo la propia salud”.

En este sentido, el Papa recuerda el elevado número de sanitarios que han muerto al cumplir “fielmente con su servicio”: “Rezo por ellos —el Señor conoce el nombre de cada uno— y por todas las víctimas de esta epidemia. Que el Señor resucitado les conceda la luz eterna y a sus familias el consuelo de la fe”.

 

“Buenos samaritanos”

Para el Pontífice, los enfermeros “son hombres y mujeres que han dicho ‘sí’ a una vocación particular: la de ser buenos samaritanos que se hacen cargo de la vida y de las heridas de los demás. Custodios y servidores de la vida que, mientras administran las terapias necesarias, infunden ánimo, esperanza y confianza”.

Por ello, apela a su responsabilidad moral, que “no se reduce al conocimiento científico-técnico, sino que está constantemente iluminada por la relación humana y humanizadora con el paciente”, que requiere un esfuerzo continuo y “fatigoso” de “discernimiento y atención a cada persona”.

 

Inversión en sanidad

Por otro lado, ante las deficiencias en la atención sanitaria evidenciadas por la pandemia, el Obispo de Roma se dirige a los jefes de las naciones de todo el mundo “para que inviertan en sanidad, como bien común primario, fortaleciendo las estructuras y designando más personal de enfermería, para garantizar a todos un servicio de atención adecuado y respetuoso de la dignidad de cada persona”.

Al mismo tiempo, reconoce que los enfermeros y enfermeras, así como las comadronas, “tienen derecho y merecen estar más valorizados e involucrados en los procesos que afectan a la salud de las personas y de la comunidad”, pues se ha demostrado que invertir en ellos “favorece los resultados en términos de atención y salud en general”.

Después, Francisco se refiere en particular a las comadronas, a quienes les indica: “Vuestro trabajo es uno de los más nobles que existen, dedicado directamente al servicio de la vida y de la maternidad. En la Biblia, los nombres de las dos parteras heroicas, Sifrá y Puá, se inmortalizan al comienzo del libro del Éxodo (cf. 1,15-21). También hoy el Padre celestial os mira con gratitud”.

A continuación, sigue el mensaje completo del Papa Francisco.

***

 

Mensaje del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas:

Celebramos hoy el Día Internacional de la Enfermería, en el contexto del Año Internacional del Personal de Enfermería y Partería convocado por la Organización Mundial de la Salud. En este mismo día también recordamos el bicentenario del nacimiento de Florence Nightingale, con quien dio inicio la enfermería moderna.

En este momento histórico, marcado por la emergencia sanitaria mundial a causa de la pandemia del virus Covid-19, hemos redescubierto la importancia del rol del personal de enfermería, como también el de partería. Diariamente presenciamos el testimonio de valentía y sacrificio de los agentes sanitarios, en particular de las enfermeras y enfermeros, quienes con profesionalidad, sacrificio, responsabilidad y amor por los demás ayudan a las personas afectadas por el virus, incluso poniendo en riesgo la propia salud. Prueba de ello es el hecho de que, desgraciadamente, un elevado número de agentes sanitarios han muerto al cumplir fielmente con su servicio. Rezo por ellos —el Señor conoce el nombre de cada uno— y por todas las víctimas de esta epidemia. Que el Señor resucitado les conceda la luz eterna y a sus familias el consuelo de la fe.

El personal de enfermería siempre ha desempeñado un papel central en la asistencia sanitaria. Todos los días experimentan, con la cercanía a los enfermos, el trauma que causa el sufrimiento en la vida de una persona. Son hombres y mujeres que han dicho “sí” a una vocación particular: la de ser buenos samaritanos que se hacen cargo de la vida y de las heridas de los demás. Custodios y servidores de la vida que, mientras administran las terapias necesarias, infunden ánimo, esperanza y confianza.[1]

Queridas enfermeras y queridos enfermeros: La responsabilidad moral guía vuestra profesionalidad, que no se reduce al conocimiento científico-técnico, sino que está constantemente iluminada por la relación humana y humanizadora con el paciente. “Al cuidar a mujeres y hombres, niños y ancianos, en todas las etapas de su vida, desde el nacimiento hasta la muerte, participáis en una escucha continua, encaminada a comprender cuáles son las necesidades de ese enfermo, en la etapa que está atravesando. De hecho, frente a la singularidad de cada situación, nunca es suficiente seguir una fórmula, sino que se requiere un continuo —¡y fatigoso!— esfuerzo de discernimiento y atención a cada persona”.[2]

Vosotros —y también pienso en las parteras— estáis al lado de las personas en los momentos cruciales de su existencia, nacimiento y muerte, enfermedad y recuperación, para ayudarlas a superar las situaciones más traumáticas. A veces estáis junto a ellos cuando fallecen, dándoles consuelo y alivio en los últimos momentos. Por esta entrega vuestra, formáis parte de los “santos de la puerta de al lado”.[3] Sois la imagen de la Iglesia, “hospital de campaña”, que continúa llevando a cabo la misión de Jesucristo, que se acercó y curó a las personas que sufrían todo tipo de males y se arrodilló para lavar los pies de sus discípulos. ¡Gracias por vuestro servicio a la humanidad!

En tantos países, la pandemia también ha evidenciado muchas deficiencias en la atención sanitaria. Por esto, me dirijo a los jefes de las naciones de todo el mundo, para que inviertan en sanidad, como bien común primario, fortaleciendo las estructuras y designando más personal de enfermería, para garantizar a todos un servicio de atención adecuado y respetuoso de la dignidad de cada persona. Es importante reconocer efectivamente el papel esencial que desempeña esta profesión para la atención al paciente, para la actividad de emergencia territorial, la prevención de enfermedades, la promoción de la salud, la asistencia en el sector familiar, comunitario y escolar.

Los enfermeros y enfermeras, así como las comadronas, tienen derecho y merecen estar más valorizados e involucrados en los procesos que afectan a la salud de las personas y de la comunidad. Se ha demostrado que invertir en ellos favorece los resultados en términos de atención y salud en general. Por lo tanto, es preciso potenciar su perfil profesional proporcionando herramientas científicas, humanas, psicológicas y espirituales para su adecuada formación; así como mejorar sus condiciones de trabajo y garantizar sus derechos para que puedan llevar a cabo su servicio con plena dignidad.

En este sentido, las asociaciones de agentes de la sanidad tienen un papel importante, pues, además de ofrecer una estructura orgánica, acompañan a cada uno de sus miembros, haciéndolos sentir parte de un cuerpo unitario y no se sientan perdidos y solos frente a los desafíos éticos, económicos y humanos, que conlleva la profesión.

De modo particular, las comadronas, que asisten a las mujeres embarazadas y las ayudan a dar a luz a sus hijos, os digo: vuestro trabajo es uno de los más nobles que existen, dedicado directamente al servicio de la vida y de la maternidad. En la Biblia, los nombres de las dos parteras heroicas, Sifrá y Puá, se inmortalizan al comienzo del libro del Éxodo (cf. 1,15-21). También hoy el Padre celestial os mira con gratitud.

Queridos enfermeros, queridas enfermeras y personal de obstetricia, que este aniversario coloque la dignidad de vuestro trabajo en el centro, en beneficio de la salud de toda la sociedad. A vosotros, a vuestras familias y a todos los que atendéis, aseguro mi oración e imparto cordialmente la bendición apostólica.

 

Roma, San Juan de Letrán, 12 de mayo de 2020.

FRANCISCO

_______________________

[1] Cf. Nueva Carta a los Agentes sanitarios, nn. 1-8.

[2] Discurso a los miembros de la Federación de Colegios profesionales de enfermeros, 3 marzo 2018.

[3] Cf. Homilía, 9 abril 2020.

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

 

Fátima: Por primera vez, el santuario celebra la fiesta de la Virgen sin peregrinos

zenit transmitirá en streaming

mayo 12, 2020 18:30

María y mariología

(zenit – 12 mayo 2020).- Por primera vez en su historia, el santuario de Fátima celebra la peregrinación que evoca la primera Aparición de Nuestra Señora en Cova da Iria, sin peregrinos en sus espacios, siguiendo las decisiones sanitarias impuestas por las autoridades a causa de la pandemia provocada por COVID-19.

La fiesta de la Virgen tendrá lugar los días 12 y 13 de mayo en el Recinto de Oración, que se cerrará debido a las normas sanitarias definidas por el Gobierno en el contexto de la declaración del Estado de Alarma pública, en articulación con la Conferencia Episcopal Portuguesa y que impiden las celebraciones religiosas con la presencia de los fieles.

zenit transmitirá las celebraciones de esta peregrinación atípica en streaming, a través de la página de Facebook, desde la capilla de las Apariciones, en el santuario de Fátima: El martes 12 de mayo comenzará la conexión en directo a las 10 pm, hora de Portugal (4pm en Ciudad de México), y el miércoles, 13 de mayo, a las 10am hora de Portugal (4am hora de México).

Las celebraciones, sin presencia física de peregrinos, contarán solo con la participación de las personas directamente involucradas en las mismas, comienzan en el santuario el día 12, a las 21:30 horas, con Lucernario, en la capilla de las Apariciones; a continuación la oración del Rosario y la procesión de velas, seguidas de un trayecto más corto hasta el Altar del Recinto.

Allí, habrá una celebración de la Palabra, después de lo cual la imagen de Nuestra Señora regresará a la capilla de las Apariciones, indica el portal informativo del santuario de Fátima.

 

Una vela en cada ventana

“Este es un momento doloroso: el Santuario existe para acoger a los peregrinos y no poder hacerlo, es motivo de gran tristeza; pero esta decisión también es un acto de responsabilidad para con los peregrinos, defendiendo su salud y su bienestar”, dice el rector del santuario de Fátima, don Carlos Cabecinhas, en un mensaje dirigido a todos los peregrinos, en el que les pide que se queden en casa.

El padre Cabecinhas invita a los peregrinos a que enciendan, en la noche del 12 de mayo, a partir de las 21:30 pm, en las ventanas de sus casas, una vela, repitiendo así uno de los gestos más emblemáticos de Fátima.

“No podemos contar con vuestra presencia física, pero nos gustaría poder contar con vosotros”, señala el rector. “Debido a que no es solo una peregrinación con los pies, sino también con el corazón, os proponemos hacer una peregrinación a través del corazón, en la que el camino no es físico, si no interior”, añade.

 

Misa presidida por el cardenal Marto

El día 13, la oración habitual del Rosario comienza a las 9 am, en la capilla de las Apariciones y a las 10 am se celebrará la Misa de la Solemnidad de Nuestra Señora de Fátima, presidida por el cardenal António Marto, obispo de Leiria-Fátima.

Las celebraciones de esta primera Peregrinación Internacional Aniversaria, que evoca la primera Aparición de Nuestra Señora en Cova da Iria, termina con la procesión del Adeus.

La decisión del santuario surge en el contexto de la situación de pandemia por la que atraviesan el país y el mundo y se comunicó en un mensaje de video del obispo de Leiria-Fátima, el cardenal Marto, el pasado 6 de abril, informa el propio lugar de peregrinación mariana.

 

 

 

 

Francisco celebrará Misa frente a la tumba de Juan Pablo II el 18 de mayo

A los 100 años de su nacimiento

mayo 12, 2020 18:59

Juan Pablo II

(zenit – 12 mayo 2020). El próximo 18 de mayo, el Papa Francisco celebrará la Misa matutina a las 7 horas en la capilla de la tumba de Juan Pablo II, en la Basílica Vaticana, en memoria del centenario del nacimiento del santo polaco.

Así lo ha confirmado Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, esta tarde, 12 de mayo de 2020.

El mismo día se reanudará en Italia la celebración de la Misa con la participación de los fieles, así como ya se ha reanudado en muchas partes del mundo, como por ejemplo, España. Por eso, “a partir del día siguiente, 19 de mayo, cesará la retransmisión en directo de las misas matinales desde la Casa Santa Marta”, ha anunciado Bruni.

“Como ha tenido ocasión de afirmar en los últimos días, el Papa espera que el Pueblo de Dios pueda así volver a la comunidad la familiaridad con el Señor en los sacramentos”, ha declarado el portavoz vaticano, “participando en la liturgia dominical, y reanudando, también en las iglesias, la asistencia diaria al Señor y a su Palabra”.

 

 

 

 

Italia: Pésame del Papa ante el fallecimiento del cardenal Renato Corti

Telegrama al obispo de Novara

mayo 12, 2020 14:52

Papa y Santa Sede

(zenit – 12 mayo 2020).- Con motivo del fallecimiento, esta mañana, del cardenal Renato Corti, el Santo Padre ha enviado un telegrama de pésame a Mons. Franco Giulio Brambilla, obispo de Novara (Italia).

En su mensaje, el Papa Francisco expresa al prelado, a la comunidad diocesana, a los familiares del difunto purpurado y “a quienes le conocieron y estimaron”, su cercanía, “pensando con afecto y admiración en este hermano que sirvió al señor Jesús y a la Iglesia con ejemplar dedicación y delicadeza de espíritu”.

 

“Pastor manso y sabio”

Sobre el cardenal Corti, del título de San Giovanni a Porta Latina y obispo emérito de la citada diócesis, Francisco resalta “con gratitud”, el “intenso ministerio espiritual y pastoral que prodigó sin escatimar esfuerzos, consumiéndose por el Evangelio, primero en su archidiócesis natal de Milán, en particular en la formación de seminaristas y sacerdotes y como vicario general, y luego durante muchos años como pastor manso y sabio de esta Iglesia de Novara”.

Del mismo modo, el Papa subraya “su genuino amor por la misión y el ministerio de la predicación que ejerció con gran generosidad, en todo animado por el apasionado deseo de comunicar el Evangelio de Cristo”.

Finalmente, el Pontífice eleva su oración al Señor “para que, por la intercesión de la bienaventurada virgen maría, acoja a este servidor fiel se insigne pastor en la jerusalén celestial, y de corazón imparto a los que lloran su partida terrenal la bendición apostólica, con un pensamiento especial para los que le han asistido y acompañado amorosamente en los últimos tiempos”.

 

Cardenal Renato Corti

De acuerdo a la información ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el purpurado nació en Galbiate, en la provincia de Como, diócesis de Milán (Italia), el 1 de marzo de 1936. Después de la escuela primaria continuó su formación en los seminarios de Milán.

Fue ordenado sacerdote el 28 de junio de 1959 por Mons. Montini, el futuro papa Pablo VI, y fue cooperador parroquial en el oratorio de Caronno Pertusella de 1959 a 1967.

Luego sirvió en el Colegio del arzobispo de Gorla como director espiritual. En 1969 se trasladó a Saronno con el mismo encargo, y después sirvió como rector de estudios teológicos desde 1977 hasta noviembre 1980, cuando fue escogido por el arzobispo Martini como vicario general.

Elegido para la sede titular de Zallata y nombrado obispo auxiliar de Milán el 30 de abril de 1981, fue ordenado en ese mismo año. Además de sus deberes diocesanos, fue presidente de la Comisión para el Clero de la Conferencia Episcopal Italiana.

 

Obispo de Novara

En diciembre de 1990 fue nombrado obispo de Novara. En esta diócesis ejerció como pastor hasta noviembre de 2011, cuando el Papa Benedicto XVI aceptó su renuncia al alcanzar el límite de edad.

Durante una década, hasta 2005, fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Italiana. En febrero de 2005 predicó los ejercicios espirituales a la Curia Romana, en el último de los cuales participó el Papa Juan Pablo II.

En 2015 el Papa Francisco le confió la tarea de escribir las meditaciones para el tradicional Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo de Roma. Fue creado cardenal por Francisco en el consistorio del 19 de noviembre de 2016.

 

 

 

 

Perú: Padre Luis Nuñez vence COVID-19 y desea retomar su labor pastoral

Primer hospitalizado en el país

mayo 12, 2020 15:13

Medicina y salud

(zenit – 12 mayo 2020).- “Volví a la vida tras más de 50 días de haber estado internado al contagiarme de COVID-19”, narró el padre Luis Núñez Del Prado, el primer caso hospitalizado víctima de COVID-19 en Perú. “Con mucha fe me puse en manos de los médicos, a quienes los considero ángeles de Dios”, reflexiona el padre Núñez.

El sacerdote diocesano confesó que desea volver a servir en la parroquia ubicada en Villa María del Triunfo, donde realizaba su labor pastoral como párroco, antes de contraer el mortal virus. Siempre supo que no estaba solo, pues sentía la fuerza de la oración de la comunidad de San Gabriel, que lleva el mismo nombre de la parroquia, así lo dio a conocer durante una entrevista concedida a zenit.

 

“Centro de vida” en el hospital

Desde el primer momento que realizaron la intervención médica les dijo: “Son ustedes los expertos”, yo solo bendigo su trabajo. Fue inducido al sueño, luego al despertar volvió a nacer y logró salir de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) el pasado Jueves Santo. Vivió una valiente lucha alejado de sus fieles y familiares por más de 50 días.

Sin saberlo se había convertido en signo de esperanza para muchos pacientes sintomáticos y asintomáticos quienes durante casi más de dos meses presenciaron el deceso de los casos más graves internados por este mal. ¿Puede la esperanza convertirse en la mejor estrategia para combatir la COVID-19?

Sin duda la mejor medicina para esta pandemia es fortalecer el espíritu. Los médicos, quienes en todo momento permanecen en primera fila con los cuidados pertinentes, no son los únicos que hacen un buen trabajo, sostiene el “padre Lucho”, mucho tiene que ver la valentía que muestre el paciente. No rendirse de ninguna forma. Dar la batalla en todo momento. Ese esfuerzo y valentía, sumado al trabajo, y profesionalismo del equipo médico, hizo posible su mejoría.

 

 

 

 

Santa Marta: Coronavirus, oración del Papa por las enfermeras

“Ejemplo de heroísmo”

mayo 12, 2020 10:49

Papa y Santa Sede

(zenit – 12 mayo 2020).- Según informa Vatican News, en la introducción de la Misa matutina celebrada y transmitida en vivo en la capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco dirigió su oración a las enfermeras.

Así, hoy, 12 de mayo de 2020, en el día de la enfermería, el Santo Padre pidió rezar por “los enfermeros y enfermeras, hombres, mujeres, muchachos y muchachas que tienen esta profesión”, que es “más que una profesión, es una vocación, una dedicación”.

“Que el Señor los bendiga”, ha continuado. “En esta época de la pandemia han dado ejemplo de heroísmo y algunos han dado su vida. Recemos por las enfermeras y los enfermeros”.

Después, en la homilía, meditó sobre el Evangelio hodierno (Jn 14,27-31) en el que Jesús dice a sus discípulos: “Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo”.

 

La paz del mundo

“El Señor antes de irse saluda a los suyos y da el don de la paz, la paz del Señor”, explicó Francisco, “no se trata de la paz universal, aquella paz sin guerras que todos nosotros deseamos que exista siempre, sino la paz del corazón, la paz del alma, la paz que cada uno de nosotros tiene dentro. Y el Señor te la da, pero no como la da el mundo”.

Así, indicó que se trata de paces distintas: “El mundo te da paz interior”, la paz de tu vida, este vivir con el corazón en paz, “como una posesión tuya, como algo que es tuyo y te aísla de los demás” y “es una adquisición tuya: tengo paz. Y tú, sin darte cuenta, te encierras en esa paz, es una paz un poco para ti”, que hace estar tranquilo y feliz, pero “te adormece un poco, te anestesia y te hace quedarte contigo mismo”. En definitiva, es “un poco egoísta”.

Esta es la paz que da el mundo, “una paz cara porque tienes que cambiar constantemente los instrumentos de paz: cuando te entusiasmas con una cosa, te da paz una cosa, luego se acaba y tienes que encontrar otra… Es cara porque es temporal y estéril”, clarificó el Papa.

 

La paz de Dios

“En cambio, la paz que Jesús da es otra cosa. Es una paz que te pone en movimiento, no te aísla, te pone en movimiento, te hace ir hacia los demás, crea comunidad, crea comunicación. La paz del mundo es cara, la paz de Jesús es gratis, es gratuita: la paz del Señor es un don del Señor. Es fecunda, siempre te hace avanzar”, prosiguió el Pontífice.

Y propuso un ejemplo del Evangelio “que me hace pensar en cómo es la paz del mundo”: “Ese Señor que tenía los graneros llenos” y planeó construir otros almacenes “para vivir finalmente en tranquilo”

“Necio, dice Dios, esta noche morirás”, relató el Obispo de Roma. Esta es “una paz inmanente que no abre la puerta al más allá. En cambio, la paz del Señor está “abierta al Cielo, está abierta al Paraíso”, es “una paz fecunda que se abre y porta a otros contigo al Paraíso”.

 

Examinar cuál es nuestra paz

A continuación, el Papa Francisco invitó a ver dentro de nosotros mismos cuál es nuestra paz: “¿encontramos la paz en el bienestar, en la posesión y en muchas otras cosas o encuentro la paz como don del Señor? ¿Tengo que pagar por la paz o la recibo gratis del Señor? ¿Cómo es mi paz? Cuando me falta algo, ¿me enfado?”.

Esta, puntualizó, “no es la paz del Señor. Esta es una de las pruebas. ¿Estoy tranquilo en mi paz, me adormezco? No es del Señor. ¿Estoy en paz y quiero comunicarla a los demás y llevar algo adelante? Esa es la paz del Señor. Incluso en tiempos malos y difíciles, ¿esa paz permanece en mí? Es del Señor. Y la paz del Señor es fecunda también para mí porque está llena de esperanza, es decir, mira al Cielo”.

 

Paz definitiva del Cielo

En este sentido, el Santo Padre contó que ayer recibió una carta de un buen sacerdote que le dijo que hablaba poco del Cielo, que debería hablar más de él: “Y tiene razón, tiene razón. Por eso hoy he querido subrayar esto: que la paz, esta paz que nos da Jesús, es una paz para el presente y para el futuro. Es empezar a vivir el Cielo, con la fecundidad del Cielo. No es anestesia”.

“La otra, sí: te anestesias con las cosas del mundo y cuando la dosis de esta anestesia termina tomas otra y otra y otra y otra… Esta es una paz definitiva, fecunda, también contagiosa. No es narcisista, porque siempre mira al Señor. La otra te mira a ti, es un poco narcisista”, agregó.

Por último, Francisco pidió: “Que el Señor nos dé esta paz llena de esperanza, que nos hace fecundos, nos hace comunicativos con los demás, que crea comunidad y que siempre busca la paz definitiva del Paraíso”.

 

Adoración y bendición eucaristíaca

De acuerdo al citado medio vaticano, el Papa Francisco terminó la celebración con la adoración y la bendición eucarística. Antes de salir de la capilla dedicada al Espíritu Santo, se cantó la antífona mariana del tiempo de Pascua, Regina caeli:

 

Regína caeli laetáre, allelúia.
Quia quem merúisti portáre, allelúia.
Resurréxit, sicut dixit, allelúia.
Ora pro nobis Deum, allelúia.

 

 

 

 

Fiesta del beato Álvaro del Portillo: Conexión online para rezar frente a su tumba

Iglesia de Santa María de la Paz

mayo 12, 2020 18:59

Testimonios de la Fe

(zenit – 12 mayo 2020).- Hoy se celebra la festividad del beato Álvaro del Portillo, primer sucesor de san Josemaría Escrivá, y beatificado en Madrid el 27 de septiembre de 2014.

Con motivo de esta festividad y ante la situación de pandemia mundial, de 18 a 20 (hora de Roma), tiene lugar la transmisión en directo desde la iglesia prelaticia de Santa María de la Paz, donde reposan los restos mortales del beato.

Esta emisión se realiza a través de la web del Opus Dei y de sus canales oficiales en YoutubeInstagram y Facebook, informan desde la propia página de la prelatura.

Las personas interesadas podrán unirse a ese momento de oración y pedir, como aconsejó recientemente el prelado de la Obra, Fernando Ocáriz, por “las intenciones que el Papa Francisco nos ha transmitido en su carta del 25 de abril (…)” para “seguir pidiendo el fin de la pandemia y la protección de la Virgen por los que más sufren”.

 

Oración al beato Álvaro

La oración a don Álvaro del Portillo es la siguiente: “Dios Padre misericordioso, que concediste al beato Álvaro, Obispo, la gracia de ser, con la ayuda de Santa María, pastor ejemplar en el servicio a la Iglesia y fidelísimo hijo y sucesor de san Josemaría, fundador del Opus Dei: haz que yo sepa también responder con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de servir al Reino de Jesucristo. Dígnate otorgar la canonización del beato Álvaro, y concédeme por su intercesión el favor que te pido… (pídase). Así sea.”

Después, se reza un padrenuestro, avemaría y gloria.

 

Cripta en Santa María de la Paz

Desde 1994, fecha de su fallecimiento, el beato Álvaro reposa en la cripta de la iglesia prelaticia de Santa María de la Paz. Inicialmente, san Josemaría fue enterrado en esta cripta el 27 de junio de 1975.

Sobre la losa de mármol se colocó, bajo el sello del Opus Dei, la inscripción: “El Padre”. Tras la beatificación de Escrivá, en 1992, el cuerpo del fundador se trasladó al altar principal de iglesia prelaticia.

Cuando en 1994 fue enterrado allí Álvaro del Portillo, se decidió dejar la inscripción y las fechas de san Josemaría y añadir otra placa en la que puede leerse en latín la siguiente inscripción: “Donde estuvo enterrado el cuerpo de nuestro querido fundador, ahora yace el beato Álvaro del Portillo, obispo prelado del Opus Dei y primer sucesor de nuestro fundador, que vivió desde el 11 de marzo de 1914 hasta el 23 de marzo de 1994”.

 

Biografía

De acuerdo a la página de la prelatura, Álvaro del Portillo nació en Madrid (España) el 11 de marzo de 1914 en una familia cristiana. Era doctor ingeniero de Caminos y doctor en Filosofía y en Derecho Canónico.

En 1935 se incorporó al Opus Dei y muy pronto se convirtió en la ayuda más firme de san Josemaría,  permaneciendo a su lado durante casi cuarenta años, como su colaborador más próximo.

El 25 de junio de 1944 fue ordenado sacerdote, desde entonces se dedicó enteramente al ministerio pastoral, en servicio de los miembros del Opus Dei y de todas las almas.

En 1946 fijó su residencia en Roma, junto al fundador de la Obra. Su servicio infatigable a la Iglesia se manifestó, además, en la dedicación a los encargos que le confirió la Santa Sede como consultor de varios dicasterios de la Curia Romana y, especialmente, mediante su participación en los trabajos del Concilio Vaticano II.

 

Primer sucesor de san Josemaría

El 15 de septiembre de 1975 fue elegido primer sucesor de san Josemaría. El 28 de noviembre de 1982, al erigir la Obra en Prelatura Personal, el papa Juan Pablo II le nombró prelado del Opus Dei, y el 6 de enero de 1991 le confirió la ordenación episcopal.

Toda la labor de gobierno de este beato se caracterizó por la fidelidad al fundador y su mensaje, con un trabajo pastoral incansable para extender los apostolados de la prelatura, en servicio de la Iglesia.

En la madrugada del 23 de marzo de 1994, pocas horas después de regresar de una peregrinación a Tierra Santa, el Señor llamó al D. Álvaro. La mañana precedente había celebrado su última Misa en el Cenáculo de Jerusalén.

Ese mismo día, el papa Juan Pablo II acudió a rezar ante sus restos mortales, que ahora reposan en la citada cripta de la iglesia prelaticia de Santa María de la Paz.

 

 

 

 

Chile: COVID-19, Misa y Rosario online para celebrar la fiesta de Fátima

Desde el santuario Nacional de Maipú

mayo 12, 2020 14:18

Conferencias Episcopales
María y mariología

(zenit – 12 mayo 2020).- Mañana, fiesta de la Virgen de Fátima, Mons. Cristián Roncagliolo, obispo auxiliar de Santiago de Chile, presidirá desde el santuario nacional de Maipú el rezo del Santo Rosario, Eucaristía y Oración de Consagración al Inmaculado Corazón de María, para rogar a Dios ante la emergencia del COVID-19.

En este 13 de mayo, 103º aniversario de las apariciones de la Virgen en Fátima, la celebración iniciará a las 6:30 pm, y contará con la presencia de la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. Esta figura, enviada desde el santuario de Portugal, ya ha peregrinado por 17 diócesis de Chile, informa el arzobispado de Santiago a través de un comunicado.

 

Comunión con el Papa

“En comunión con el Papa Francisco -quien el pasado 27 de marzo durante su bendición Urbi et Orbi extraordinaria recordó al mundo que ‘la oración es nuestra arma vencedora’-, la Iglesia de Santiago convoca a unirse a esta celebración”, señala el comunicado.

Tanto el Rosario como la Ecurastía y la Oración de consagración podrán seguirse desde la cuenta del Facebook del santuario nacional de Maipú, desde el de Misión Fátima Chile, y desde el canal de la Iglesia de Santiago en Youtube.

 

Virgen peregrina de Fátima

Tal y como indica la citada nota, en septiembre del año pasado, esta imagen peregrina de la Virgen de Fátima llegó a Santiago, donde estuvo la última semana de ese mes.

Después, inició un recorrido por las diócesis de Rancagua, Temuco, Villarrica, Los Ángeles, Linares, Talca, San Bernardo, San Felipe, Melipilla y Valparaíso; la Prelatura de Illapel y la Arquidiócesis de Concepción.

Andrés Giménez, coordinador de Misión Fátima en Chile, declaro que desde que empezó la emergencia por la COVID-19, la imagen ha estado visitando diversos monasterios y que a fines de mayo viajará durante dos semanas a Antofagasta y volverá a la capital.

En las visitas con presencia de público, antes de que irrumpiera la emergencia sanitaria, “la gente pudo verla, acercarse a ella y ha sido una maravilla, mucha gente, mucho fervor y mucho amor a la Virgen. En este tiempo de Covid-1, ha estado en monasterios y algunas capillas de adoración”, apuntó Jiménez.

 

De nuevo en Santiago

Esta imagen de la Virgen Peregrina de Fátima estará en Chile hasta principios de septiembre de 2020, a la espera de que vuelvan las visitas presenciales.

Actualmente, se encuentra de nuevo en Santiago de Chile: del martes 5 al sábado 9 de mayo en el Monasterio de las Clarisas Nuestra Señora de la Victoria y, hasta el miércoles 12 de mayo, en el Monasterio de las Carmelitas Descalzas de Cristo Rey y María Mediadora.

 

 

 

 

“Gracias Juan Pablo II”: Centenario de su nacimiento, iniciativa de obispos polacos

El próximo 18 de mayo

mayo 12, 2020 13:27

Juan Pablo II

(zenit – 12 mayo 2020).- “Gracias Juan Pablo” es una iniciativa mundial de la Conferencia Episcopal Polaca asociada al centenario del nacimiento de Karol Wojtyła que se celebrará el 18 de mayo.

A través de la misma, los obispos de Polonia alienta a los usuarios de Internet a publicar contenidos agradeciendo a San Juan Pablo II con el hashtag #ThankyouJohnPaul2, informa Vatican News.

 

Gratitud a san Juan Pablo II

“De esta manera podemos expresar nuestra gratitud al Papa Juan Pablo II por lo que ha aportado y está aportando a nuestra vida personal, familiar y social. Por todos los encuentros con él en los que hemos tenido la oportunidad de participar, por sus palabras que más recordamos, por las inspiraciones que ha dado y que despierta en nosotros. También podemos publicar recuerdos relacionados con él”, declaró el obispo Stanislaw Gadecki, presidente de la Conferencia Episcopal Polaca.

“De esta manera, también hablaremos de San Juan Pablo II a la generación más joven, que no ha tenido la oportunidad de conocer más de cerca al Papa, pero que está tan presente en los medios de comunicación social”, añadió el prelado según la misma fuente.

 

Primer “Papa de la web”

A través de la campaña “Gracias Juan Pablo II” se pretende crear un “pastel de cumpleaños virtual” en las redes sociales con mensajes, videos y fotos.

De acuerdo al citado medio vaticano, ya en 2002, Juan Pablo II llamó a la Iglesia “a cruzar valientemente este nuevo umbral”, para navegar “en las profundidades del ciberespacio” para trabajar en la evangelización.

Este santo fue el primer “Papa de la web”, siempre consciente del poder de la comunicación digital, hasta el punto de calificar estos medios como el “primer areópago de los tiempos modernos”.

Asimismo, el pontífice consideraba que “no basta con utilizarlos para difundir el mensaje cristiano y el Magisterio de la Iglesia”, sino que el mensaje mismo ha de integrarse en la ”nueva cultura” generada por la comunicación moderna.

 

 

 

 

Padre Antonio Rivero: “¿Has experimentado el consuelo interior del Espíritu Santo?”

Sexto Domingo de Pascua

mayo 12, 2020 09:32

Espiritualidad y oración

 

Ciclo A

Textos: Hechos 8, 5-8.14-17; 1 Pe 3, 15-18; Jn 14, 15-21

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: Con este domingo comenzamos un pequeño Adviento de preparación a la Solemnidad de Pentecostés, cuando Cristo nos enviará su Espíritu como Consolador o Paráclito.

Resumen del mensaje: La Iglesia se prepara para celebrar en las próximas semanas los misterios de la Ascensión del Señor (próximo domingo) y de Pentecostés (en quince días), culminación del supremo misterio del Triduo Pascual: la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Nada más apropiado que este pasaje del sermón de despedida del Señor para disponer nuestros corazones para estas solemnidades, y más en estos momentos de sufrimiento, dolor y lágrimas en todo el mundo por la pandemia. Este Sermón constituye el testamento de Jesús, como broche de oro de toda su predicación aquí en la tierra, para transmitir a sus discípulos predilectos los misterios más profundos del evangelio y llenarles del Consuelo del Espíritu Santo, antes de regresar a su Padre celestial.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, la primera lectura de hoy, donde se nos narra la venida del Espíritu Santo sobre la comunidad de Samaria por la oración y la imposición de las manos de Pedro y Juan, es una invitación para todos nosotros a esperar, desear y pedir la venida del Espíritu Santo en Pentecostés. Pero, ¿quién es el Espíritu Santo que debemos esperar con ansia y en oración? Cristo nos dice hoy que es Paráclito o Consolador (Evangelio). El Espíritu Santo no sólo es luz y consejo. Ni tampoco es sólo fuerza. El hombre tiene necesidad sobre todo de consuelo para vivir. Muchas veces estamos inquietos, sentimos la soledad, el cansancio; el futuro nos da miedo y los amigos nos fallan. Mucho más en estos momentos del coronavirus necesitamos del consuelo del Espíritu Santo, del aliento y del ánimo del gran Consolador divino.

En segundo lugar, este consuelo de Dios se encarnó primero en Jesús. Pasó toda su vida pública consolando todo tipo de sufrimientos, físicos y morales, y predicando el consuelo de las bienaventuranzas: “Felices los pobres, los mansos, los misericordiosos, los hambrientos y sedientos, los sufridos…”. Y antes de partir de este mundo, Jesús le pidió a su Padre que nos mandase otro Consolador, que permaneciese con nosotros siempre como Dulce Huésped. Este otro Consolador es el Espíritu Santo, el Espíritu de Jesús, tercera persona divina de la Santísima Trinidad, que mora dentro de nosotros consolando nuestras tristezas, curando nuestras heridas y ayudándonos a sufrir haciendo el bien (segunda lectura). Ahora con la pandemia deberíamos ser colaboradores del Espíritu Santo para llevar el consuelo a nuestros hermanos que están sufriendo en el hospital o postrados en casa.

Finalmente, ¿qué debemos hacer para recibir el Espíritu como Consuelo de Dios? Tenemos que llamarle con fe y confianza, pues Paráclito significa en pasivo griego “aquel que es llamado en defensa”, aquel del que se busca el Consuelo. ¡Cuántas veces acudimos a otras fuentes de consuelo, a cisternas rotas como pueden ser las riquezas, los placeres, las distracciones mundanas y mil futilidades, o mendigamos consuelos humanos que no nos consuelan el alma y el corazón, sino que nos dejan más heridos y vacíos! El Espíritu Santo es el auténtico Consuelo que necesitamos en esta vida que a veces se nos presenta tan cruel, tan sin sentido, tan injusta, como lo estamos experimentando en este coronavirus. ¡Qué hermoso sería que después de llenarnos de ese Consuelo de Dios en la oración seamos también nosotros paráclitos para nuestros hermanos, es decir, seamos personas que sepamos aliviar la aflicción, confortar la tristeza, ayudar a superar el miedo y disipar la soledad! Nunca mejor que en estos momentos.

Para reflexionar: ¿busco en mi vida el Consuelo de Dios o el consuelo del mundo? ¿Soy también consuelo y paráclito para mis hermanos o motivo de angustia, tristeza y pecado?

Para rezar:

Dios, me siento triste,
mira cómo me he sentido en este tiempo,
te ruego que me consueles y me confortes,
sana mis heridas y dame un nuevo deseo de vivir.
Tú eres mi Dios salvador,
el libertador de todas mis angustias,
el que me sacia de bien,
quien me rejuvenece y me renueva.
Te alabo, mi Señor, con todo mi corazón,
aún en medio de mi dolor, bendigo tu nombre,
gracias por tu consuelo y por mostrarme tu amor.
Enséñame, Dios mío, el camino
que tengo que seguir a partir de ahora,
no permitas que me hunda en mi aflicción
sino que me levante y te dé gloria
por todo lo que haces en mi vida.
Tú eres quien me rescata, me sacia de bien,
tú eres mi buen Pastor y te adoro con todo mi ser. Amén.

 

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

 

 

 

 

Píldoras de esperanza: “¡No se inquieten ni teman!”

Martes de la V Semana de Pascua

mayo 12, 2020 10:23

Espiritualidad y oración

 

Reflexión sobre los Evangelios diarios

Invocamos al Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo y llena de alegría y paz mi corazón, sólo Tú puedes ayudarme a poder entender la Palabra de Dios. Amén.

 

Evangelio según San Juan 14, 27-31a

Jesús dijo a sus discípulos: “Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman!

Me han oído decir: ‘Me voy y volveré a ustedes’. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Les he dicho esto antes de que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.

Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: Él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como Él me ha ordenado”.

Palabra del Señor

 

Lectura, ¿Qué dice el texto?

“¡No se inquieten ni teman!”.

“Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean”.

 

¿Qué nos dice hoy a nosotros Dios a través de este texto?

La humanidad, según los psicólogos y los sociólogos, se ha movido por el temor al castigo o por la alegría del premio. El tener miedo es darle oportunidades a quien lo genera, para tener control sobre nuestra vida. Así como nos agrada quien ofrece cosas buenas que nos ayudan a vivir mejor.

Jesús nos ofrece el don más grande, nos dice claramente que nos deja la Paz y luego afirma categóricamente que no debemos inquietarnos ni temer. Esto nos lleva a preguntarnos seriamente sobre nuestra relación con el Señor y con nosotros mismos.

Aunque ya nos hemos hecho la pregunta, volvemos a realizarla: “¿Cuáles son las cosas que nos inquietan?”. Hoy más que nunca estamos muy atentos a los noticieros, a veces amarillistas, que suelen especular con nuestra inquietud sobre este tema de salud que nos aqueja en estos días. ¿Cuánto influye en mi estabilidad emocional esta situación? Es evidente que debemos ser muy prudentes y tomar todas las precauciones del caso para evitar contagios, pero en mi interior ¿cómo me siento?

Y la pregunta nos la hace el Señor: ¿Estás inquieto? ¿Qué te inquieta? ¿No te basta mi paz? ¿Cuál es tu miedo?.

Entramos aquí en un tema fundamental. Jesús habla del miedo, dice “¡no teman!” el temor proviene de una falta de fe. Él nos lo ha dicho para que creamos. Parece que todos los textos de estos días nos vuelven a cuestionar sobre la fe. Qué bueno que tenemos el tiempo suficiente para dejarnos guiar y reflexionar sobre estos temas.

Te invito a que tomes en serio las propuestas de repetir una frase. Hasta los médicos hoy en día recomiendan la meditación para estar bien de salud. Repetir una idea nos ayuda a llevarla a nuestra vida. Puede ser en forma rítmica con nuestra respiración. Respondámosle al Señor, relee el texto del Evangelio de hoy. Luego repite esta frase del Salmo 23:

“Nada temo Señor, porque tú vas conmigo”

Te invito a conocer más de nuestro trabajo diario sobre la Lectura Orante de la Biblia

 

www.fundacionpane.com
www.cristonautas.com
Facebook: Fundación Ramón Pané
Youtube: 
Fundación Ramón Pané

 

 

 

 

San Andrés Huberto Fournet, 13 de mayo

Co-fundador de las de Hijas de la Cruz

mayo 12, 2020 09:00

Testimonios de la Fe

 

“Es inútil huida cuando la voluntad divina prevalece sobre la humana. Andrés, que había asegurado que nunca sería religioso ni sacerdote, que en su juventud mostraba un espíritu poco proclive a la santidad, luego conquistó los altares”

El hombre busca certezas. Dios le ofrece una peana (fe) para que se alce contra sus razones. Andrés, cuya celebración coincide con la de la Virgen de Fátima, nació en la localidad francesa de Saint-Pierre-de-Maillé el 6 de diciembre de 1752. Durante años desterró la idea de consagrarse. Jamás hubiera imaginado, ni lo pensó siquiera, que sería santo. Firmaba sus libros –aventurando temerariamente su futuro, como si tuviera la llave de la vida–, con esta apreciación: “Andrés, que nunca será ni religioso ni sacerdote”. Quizá quiso contradecir el vaticinio de su madre asegurando que sucedería lo contrario, como así fue.

Su trayectoria infantil y juvenil era de lo más opuesto a una persona de espíritu religioso: rebelde, de fácil protesta, molestamente inquieto, y nada fervoroso. Hallándose interno en el colegio era tan revoltoso que el rector lo castigó en un cuarto oscuro, pero se escapó. Le esperaba en casa un castigo equiparable a su travesura y se libró porque su paciente madre intercedió por él. Ella hacía todo lo que podía para enderezarlo. Constantemente le encomendaba a Dios en sus oraciones, y seguía realizando obras de caridad con los pobres en medio de los reproches de este díscolo hijo, quien, a pesar de sus ácidas críticas, después recordaría sus enseñanzas. El néctar de esta eficaz pedagogía materna era simple y claro: que a Dios se le entrega siempre lo mejor, no los deshechos, como él pretendía que hiciese ella con los pobres a los que asistía. De todos modos, si le quedaba algún ápice de fervor, el joven lo perdió por completo cuando inició estudios de filosofía en Poitiers. Entonces abrió los brazos a la vida mundana sin reparar en el poso de infelicidad y amargura que iba trazando en su alma. En un momento dado decidió ingresar en la vida militar sin contar con la opinión de su acomodada familia. De nuevo medió su madre para que pudiera entrar en su domicilio, porque hasta eso le vedaron. Esta brava mujer, que con su fe y constancia pensó que encauzaría la vida de su indómito vástago, incluso fue al ejército, pagó la multa correspondiente y lo liberó de su compromiso.

Andrés era algo desastroso para escribir, así que no fue admitido en ninguno de los trabajos a los que acudió en busca de empleo. Pensó dedicarse a la abogacía, pero siguiendo el consejo que le dieron, se trasladó a casa de un tío que era arcipreste d’Hains. Y allí tocó Dios su turbulento corazón. Inició los estudios eclesiásticos y cultivó la oración y la meditación. Durante un tiempo, después de ser ordenado, fue vicario de su tío. Éste, que tenía fama de santo, le observaba predicar con palabras altisonantes. Un día se le olvidó el sermón, y el venerable sacerdote le advirtió que no buscara lucirse ante los demás, que eso no era del agrado de Dios. Andrés tomó buena nota de ello. Pero aún tenía que cercenar otras ataduras.

Como párroco de su ciudad natal comenzó a vivir con cierto lujo y comodidades. Agasajaba a sus invitados con prodigalidad, hasta que un pordiosero le llamó la atención: “Padre Andrés, usted vive más como un rico que como un pobre, como lo manda Cristo”. Entonces se desprendió de la rica cubertería, repartió sus bienes entre los necesitados y adoptó para sí el espíritu monacal. El remanente que le dejaba su austera vida lo destinaba a la limosna. Los signos de conversión se traslucían en los sermones, y su sacristán un día le confió: “Su Reverencia predicaba antes con palabras que nadie entendía. Ahora entendemos todo lo que dice”.

En 1782 su amistad con el padre Riom que estaba al frente de la iglesia de Saint Phèle, de Maillé, ya desaparecida, le permitió conocer a su sobrino, Pedro Coudrin, futuro fundador de la congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Éste, que entonces era seminarista, tomó al santo como confesor. Pasado el tiempo, además de establecerse entre ambos una entrañable relación, se ayudaron mutuamente. Coudrin, en particular, hizo gestiones de gran calado relacionadas con la fundación instituida por Fournet. Pedro nunca olvidó las prácticas que aprendió junto a él, adoptando como suya la costumbre de Andrés de repetir con frecuencia: Sanctus, Sanctus, Sanctus, y Gloria Patri.

El estallido de la Revolución francesa los separó. Y fue nueva ocasión para que Fournet testimoniara su fe como también haría Coudrin en su momento. La negativa de Andrés a prestar el juramento exigido a los sacerdotes en contra de la Iglesia, le convirtió en prófugo de la justicia. Durante cinco años permaneció como un fugitivo en España donde se refugió a instancias de su obispo. Pero sentía que debía estar junto a sus fieles, y regresó a Maillé a mediados de 1797. El regocijo del pueblo fue inmenso al conocer la presencia del santo, que llegó de improviso burlando el veto que recaía sobre su persona. Nuevamente sufrió el acoso de sus perseguidores. Tuvo que esconderse hasta en armarios, pero nunca le faltó el apoyo incondicional de los feligreses que le libraron astutamente de ser capturado y condenado. Con el cambio de signo político pudo centrarse abiertamente en su ministerio pastoral. Predicó y confesó de forma incansable por las localidades cercanas. Sacerdotes y laicos le buscaban por su agudeza espiritual y sabios consejos. Muchos seminaristas se vieron agraciados por su generosidad. Les instruía directamente o les proporcionaba buenos formadores hasta que hallaba para ellos un lugar adecuado en los seminarios.

En 1804 junto a santa Isabel Bichier des Ages fundó la comunidad de Hijas de la Cruz, denominadas por ella Hermanas de San Andrés, dedicadas a los enfermos y a la juventud. Él fue director espiritual de la santa hasta su muerte que se produjo en La Puye el 13 de mayo de 1834. Tras su deceso el obispo de Poitiers manifestó: “El cielo acaba de enriquecerse con un nuevo miembro y la tierra acaba de perder un modelo de todas las virtudes sacerdotales”. Pío XI lo beatificó el 16 de mayo de 1926, y él mismo lo canonizó el 4 de junio de 1933.