Cáritas | Análisis y reflexión • 14/05/2020

 

Vivir en el medio rural genera y protege la vida y a sus habitantes

 

En el Día del Mundo Rural ponemos en valor las oportunidades que este modo de vida supone para la actual crisis

 

 

 


 

 

 

 

El Día del Mundo Rural, 15 de mayo, llega este año en una situación especial. Tras más de dos meses de crisis sanitaria nuestros pueblos continúan con su labor constante y silenciosa pero que hoy más que nunca nos ratifican en la preservación de sus valores.

Esta crisis ha puesto de manifiesto que la idiosincrasia del mundo rural y el estilo de vida de nuestros pueblos y núcleos rurales es más necesaria que nunca y que, tras años en segundo plano, cobra una relevancia especial, como preservadora de vida y de cuidados.

En primer lugar, porque gran parte de nuestra población ha continuado produciendo los alimentos necesarios para el conjunto de la sociedad. Las personas agricultoras y ganaderas son esenciales en una crisis como la vivida. Al igual que el personal sociosanitario, de limpieza, transporte o seguridad, el sector primario merece el reconocimiento y el aplauso de toda la sociedad.

En segundo lugar, porque la forma de vida en nuestros pueblos es en comunidad, lo que facilita la cooperación y el cuidado mutuo. En muchos de nuestros pueblos se han creado redes de apoyo y ayuda entre vecinas y vecinos para cuidar de los mayores, proveer a otras familias de las compras y lo necesario para el día a día. Se trata de gestos solidarios habituales en la vida de nuestros pueblos que ahora se multiplican con naturalidad.

Tenemos el privilegio de que, aún confinados, podemos respirar aire puro, sin tener contacto con otras personas, pero sabiendo que están a nuestro lado.  Vivir en un pueblo te protege de la contaminación y el consumo sin sentido, en esta crisis y siempre. Contamos con la madre naturaleza como aliada y protectora para vivir esta situación, pues nuestro entorno y nuestro paisaje, al que le hemos dado un respiro, está más verde y más hermoso que nunca.

Como Cáritas para celebrar el Día del Mundo Rural queremos hacer un llamamiento a preservar todos estos valores. También queremos felicitar a nuestros vecinos y vecinas por su responsabilidad a la hora de adoptar las medidas que el Estado de Alarma ha requerido.

Nos unimos al Recuerdo de las personas que nos han dejado, en especial a nuestros mayores, a quienes no hemos podido acompañar como vecinos y como pueblo en su despedida, sin duda una de las prescripciones más duras de esta situación.  Como recordábamos otros años, nuestras personas mayores hacen posible el presente y el futuro del Medio Rural, por eso nuestro reconocimiento y agradecimiento en esta jornada.

Por último, no queremos olvidar que San Isidro, el Día del Mundo Rural ha sido siempre una fecha para la fiesta y la alegría. Esperemos que en poco tiempo podamos volver a la vida normal con los valores vecinales de relación con los demás y cuidado de nuestra Tierra, alma del Mundo Rural. Pero también es un día para reivindicar nuestros derechos como territorios y ciudadanos/as rurales. Servicios públicos, infraestructuras, comunicaciones y políticas públicas son más necesarios que nunca para asegurar el futuro del mundo rural. Porque  somos iguales en derechos y obligaciones. Porque otro mundo rural es posible.