Servicio diario - 22 de julio de 2020


 

Carta del Papa al joven español Álvaro Calvente, tras su peregrinación a Santiago
Rosa Die Alcolea

Fondo de Recuperación: Valoración de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea
Rosa Die Alcolea

Pontificia Academia de la Vida: COVID-19, documento sobre las consecuencias de la crisis
Larissa I. López

Chile: “Integridad en el Servicio Eclesial”, nuevo documento de la Conferencia Episcopal
Rosa Die Alcolea

Argentina: Obispos de Buenos Aires, comunicado sobre ley de interrupción del embarazo
Larissa I. López

Obras Misionales Pontificias: COVID-19, ayudas para Colombia y Bolivia
Rosa Die Alcolea

Vaticano: 8 claves para que las parroquias cumplan mejor su misión
Redacción zenit

Documento sobre consecuencias de COVID-19: Entrevista a monseñor Paglia
Redacción zenit

México: Pascua Juvenil Nacional celebra su Asamblea 2020
Larissa I. López

Fiesta de María Magdalena: El coraje de vivir la Buena Nueva en Europa
Anne Kurian-Montabone

Monseñor Felipe Arizmendi: “Yo hago lo que quiero”
Felipe Arizmendi Esquivel

Beata Margarita María López de Maturana, 23 de julio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

Carta del Papa al joven español Álvaro Calvente, tras su peregrinación a Santiago

Con una discapacidad intelectual

julio 22, 2020 13:35

Papa Francisco

(zenit – 22 julio 2020).- El Papa Francisco envió una carta al joven español Álvaro Calvente, de 15 años, cuya discapacidad intelectual no le ha impedido peregrinar con su padre y un amigo de la familia a Santiago de Compostela, en Galicia, al norte de España.

En la misiva, firmada el 20 de julio de 2020 de puño y letra por Francisco, le da las gracias por el testimonio de su viaje que ha compartido con personas de todo el mundo a través de su cuenta en Twitter @CaminodeAlvaro: “En medio de la pandemia que nos toca vivir, con tu sencillez, alegría y simplicidad fuiste capaz de poner en movimiento la esperanza de muchas de las personas que te cruzaste en el camino o por las redes sociales”, escribe el Papa.

El joven andaluz es el séptimo de diez hermanos y pertenece a la cuarta comunidad neocatecumenal de la parroquia de San Patricio, informó la diócesis de Málaga. El chico practica de la vida parroquial y “su vivencia alegre de la fe es un testimonio para todos los que lo conocen”, suscribe Antonio Moreno, periodista de la diócesis del sur de España.

 

Camino de Santiago

Álvaro e Ildefonso Calvente y Paco Millá salieron el 5 de julio de Sarria, para hacer el Camino de Santiago y “tener un encuentro con el Señor”, declararon en su cuenta de Twitter, desde la cual han compartido sus vivencias en las 6 etapas del camino francés y publicado fotos y vídeos, seguidos por miles de personas de todo el mundo. Los peregrinos llegaron a la catedral de Santiago el pasado lunes, 13 de julio.

Además, el joven peregrino propuso, en uno de sus vídeos, al Papa Francisco a comer a su casa, invitación que queda abierta, pero que no ha quedado sin respuesta tras la cariñosa misiva remitida por el Santo Padre.

Aprovechando el éxito suscitado de la cuenta de Twitter, los caminantes lanzaron una campaña de recogida de fondos para colaborar con el Cottolengo de Málaga (Casa del Sagrado Corazón), donde otro de los hijos de Ildefonso acude regularmente a hacer voluntariado. “Allí encuentran un hogar y una familia los preferidos de Dios: familias inmigrantes, desahuciados, ancianos, personas con discapacidad… que no tiene nada ni a nadie”.

 

Palabras del Papa

La carta del Papa dice así: “Recibí una carta de tu papá en la que me contaba que habían terminado de realizar el Camino de Santiago y cómo en sus mochilas no cargaban solo vuestras intenciones y preocupaciones, sino que también muchas personas ‘se les sumaron’ a la peregrinación pidiéndoles oraciones”.

“Gracias Álvaro por animarte a caminar e invitar a muchos a caminar contigo”, le anima el Santo Padre. “En medio de la pandemia que nos toca vivir, con tu sencillez, alegría y simplicidad fuiste capaz de poner en movimiento la esperanza de muchas de las personas que te cruzaste en el camino o por las redes sociales”.

Así, le dice: “Peregrinaste vos e hiciste peregrinar a muchos alentándolos a no tener miedo y a recuperar la alegría porque en el camino nunca vamos solos. El Señor camina siempre a nuestro lado. Gracias por vuestro testimonio y oraciones”.

 

 

 

 

Fondo de Recuperación: Valoración de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea

“Un importante paso adelante”

julio 22, 2020 14:18

Iglesia y Mundo

(zenit – 22 julio 2020).- Don Manuel Barrios Prieto, secretario general de la Comisión de los Episcopados de la Unión Europea (COMECE) ha felicitado a los principales protagonistas del acuerdo firmado en Bruselas el pasado 21 de julio de 2020 entre los jefes de Estado y de Gobierno.

El acuerdo al que llegaron los líderes europeos en la cumbre desde el 17 de julio se trata de una de las operaciones financieras más voluminosas de la historia europea. Los jefes de estado aprobaron un Fondo para la Recuperación con un presupuesto de 750.000 millones de euros, de los cuales 390.000 millones de euros será en subvenciones y 360.000 millones de euros en préstamos para los países afectados por la crisis.

“Con este acuerdo del Consejo, el futuro de todos es Europa e Italia y España tienen un futuro”, escribe Barrios Prieto, felicitando sobre todo a Ángela Merkel y Emmanuel Macron: “El proyecto de unificación europea iniciado hace 70 años continúa para el bien de todos”.

Los líderes de los 27 países se pusieron de acuerdo por fin en un plan innovador para pedir prestados conjuntamente 750.000 millones a través de la Comisión Europea, que se dedicarán a reconstruir las economías más perjudicadas por la pandemia, especialmente las de Italia y España. Los Estados beneficiarios tendrán que empezar a devolver las sumas al final de los próximos siete años del presupuesto de la Unión Europea, es decir, para 2027.

La aprobación del Fondo de Recuperación supone “un importante paso adelante” según Angelo Baglioni, profesor de Economía Internacional de la Universidad Católica de Milán, pues sería “quizás” la primera vez que la Unión Europea ha hecho prevalecer la lógica de la solidaridad sobre la de la confrontación estéril. No obstante, las razones de la fricción con los llamados “países frugales” siguen en pie.

Es evidente, dice el profesor Baglioni, que para hablar de una UE que ha emprendido un camino de cambios reales, es preciso llevar a cabo importantes reformas estructurales; por ejemplo, hay que racionalizar y desburocratizar los procedimientos de toma de decisiones, uno de los cuales –como el criterio de la votación por unanimidad– provoca importantes retrasos en la actividad legislativa. Esto se vio en el lanzamiento del Fondo de Recuperación: se necesitaron cuatro días y cuatro noches de intenso debate para llegar a una conclusión.

 

 

 

 

Pontificia Academia de la Vida: COVID-19, documento sobre las consecuencias de la crisis

Lecciones y conversión

julio 22, 2020 13:50

Ciudad del Vaticano

(zenit – 22 julio 2020).- La Pontificia Academia para la Vida (PAV) publica hoy Humana communitas en la era de la pandemia: consideraciones intempestivas sobre el renacimiento de la vida”, sobre las consecuencias de la crisis sanitaria causada por la COVID-19.

Se trata del segundo documento de la PAV, después del publicado el pasado 30 de marzo, titulado “Pandemia y hermandad universal”, dedicado a la emergencia mundial a raíz del coronavirus.

El texto comienza planteando una serie de cuestiones “¿Qué lecciones hemos aprendido? Más aún, ¿qué conversión de pensamiento y acción estamos dispuestos a experimentar en nuestra responsabilidad común por la familia humana? (Francisco, Humana Communitas, 6 de enero 2019)”.

De este modo, se divide en dos apartados, el primero que habla sobre “La dura realidad de las lecciones aprendidas” y el segundo, en torno a la necesidad de conversión, se denomina “Hacia una nueva visión: El renacimiento de la vida y la llamada a la conversión”.

 

Lección de fragilidad

En el primer apartado, la Academia de la Vida se refiere a “la lección de la fragilidad”, pues esta situación ha demostrado que “todos somos ‘frágiles’: radicalmente marcados por la experiencia de la finitud en la esencia de nuestra existencia, no sólo de manera ocasional”.

No obstante, la nota reconoce que esta fragilidad ha sido más evidente en el caso de los hospitalizados y “los que viven en la extrema pobreza al margen de la sociedad, especialmente en los países en desarrollo, los abandonados destinados al olvido en los campos de refugiados del infierno”.

Al mismo tiempo, la “dolorosa evidencia de la fragilidad de la vida puede también renovar nuestra conciencia de su naturaleza dada”.

 

Lección de finitud

Por otro lado, en este tiempo de pandemia, la Pontificia Academia también ha constatado que el fenómeno de la COVID-19 no es solo el resultado de “acontecimientos naturales”, pues lo que ocurre en la naturaleza surge “de una compleja intermediación con el mundo humano de las opciones económicas y los modelos de desarrollo, a su vez ‘infectados’ con un ‘virus’ diferente de nuestra propia creación”.

Todo esto “es el resultado, más que la causa, de la avaricia financiera, la autocomplacencia de los estilos de vida definidos por la indulgencia del consumo y el exceso”. Por eso, la institución vaticana asegura que “estamos llamados a reconsiderar nuestra relación con el hábitat natural, que “vivimos en esta tierra como administradores, no como amos y señores” y señalan que “se nos ha dado todo, pero la nuestra es sólo una soberanía otorgada, no absoluta. Consciente de su origen, lleva la carga de la finitud y la marca de la vulnerabilidad. Nuestro destino es una libertad herida”.

En este sentido, el contraste entre las circunstancias vividas en los países desarrollados y en vías de desarrollo pone de relieve “una paradoja estridente, al relatar, una vez más, la historia de la desproporción de la riqueza”

Así, el “aceptar los límites de nuestra propia libertad” implica abrir nuestros ojos a la realidad de los seres humanos que experimentan tales límites “en su propia carne”, esto es, “en el desafío diario de sobrevivir, para asegurarse las condiciones mínimas a la subsistencia, alimentar a los niños y miembros de la familia, superar la amenaza de enfermedades a pesar de no tener acceso a los tratamientos por ser demasiado caros”.

De este modo, el documento señala que las pérdidas de vidas en países pobres “podrían superarse mediante esfuerzos y políticas internacionales comprometidas”.

 

Lección de vulnerabilidad común

En este momento también debe prestarse más atención a “la interdependencia humana y a la vulnerabilidad común”, porque mientras los países “han sellado sus fronteras” e incluso algunos han practicado “un cínico juego de culpas recíprocas”, el virus “no reconoce fronteras”.

Es por ello que la Academia realiza un llamado a “una sinergia de esfuerzos” para intercambiar información, prestar ayuda y asignar recursos. Es necesario hacer un esfuerzo especial en el desarrollo de remedios y vacunas.

En este ámbito, de hecho, “la falta de coordinación y cooperación se reconoce cada vez más como un obstáculo para abordar la COVID-19”.

Asimismo, se resalta que la pandemia está aumentando “las desigualdades e injusticias ya existentes, y muchos países que carecen de los recursos y servicios para hacer frente adecuadamente a la COVID-19 dependen de la asistencia de la comunidad internacional”.

 

Ética del riesgo y conversión

Las lecciones de fragilidad, finitud y vulnerabilidad llevan “al umbral de una nueva visión: fomentan un espíritu de vida que requiere el compromiso de la inteligencia y el valor de la conversión moral”, continúa describiendo el “Humana communitas”.

En primer lugar, la conversión requiere llegar a una “renovada apreciación de la realidad existencial del riesgo: todos nosotros podemos sucumbir a las heridas de la enfermedad, a la matanza de las guerras, a las abrumadoras amenazas de los desastres”.

Por otro lado, advierten de que es preciso tener en cuenta que se trata de una pandemia que “nos insta a todos a abordar y remodelar las dimensiones estructurales de nuestra comunidad mundial que son opresivas e injustas, aquellas a las que en términos de fe se les llama ‘estructuras de pecado’”.

El llamamiento a la conversión, por tanto, se dirige a nuestra responsabilidad, ya que “su miopía es imputable a nuestra falta de voluntad de mirar la vulnerabilidad de las poblaciones más débiles a nivel mundial, y no a nuestra incapacidad de ver lo que es tan obviamente claro”.

 

Cooperación internacional

El texto apunta que el acceso a una atención de salud de calidad y a los medicamentos esenciales debe reconocerse como un derecho humano universal.

De esta premisa se desprende la conclusión de que es necesario el acceso universal “a las mejores oportunidades de prevención, diagnóstico y tratamiento, más allá de su restricción a unos pocos”, de manera que la distribución de una vacuna, una vez que esté disponible en el futuro, requeriría “el acceso para todos, sin excepciones”.

En segundo lugar, se confía en una “investigación científica responsable”, es decir, íntegra, libre de conflictos de intereses y basada en reglas de igualdad, libertad y equidad. “El bien de la sociedad y las exigencias del bien común en el ámbito de la atención de la salud se anteponen a cualquier preocupación por el lucro”, subraya la Academia, ya que “las dimensiones públicas de la investigación no pueden ser sacrificadas en el altar del beneficio privado”.

Asimismo, se remarca que esta crisis “pone de relieve lo mucho que se necesita una organización internacional de alcance mundial, que incluya específicamente las necesidades y preocupaciones de los países menos adelantados que se enfrentan a una catástrofe sin precedentes”.

 

Solidaridad responsable

Finalmente, la Pontificia Academia para la Vida alude la “promoción de una solidaridad responsable”, que sepa reconocer la igual dignidad de todas las personas, especialmente de las que están en situaciones de necesidad. En ella, “todos estamos llamados a hacer nuestra parte”, subraya el documento, motivo por el que se precisan estrategias políticas correctas y transparentes y procesos democráticos íntegros.

“Una comunidad responsable es aquella en la que las cargas de la cautela y el apoyo recíproco se comparten”, con miras al bienestar de todos, aclara el texto. El texto concluye invitando a una “actitud de esperanza” que va más allá de la resignación y la nostalgia del pasado: “Es hora de imaginar y poner en práctica un proyecto de convivencia humana que permita un futuro mejor para todos y cada uno”.

 

El documento completo de la Pontificia Academia para la Vida puede consultarse aquí.

 

 

 

 

Chile: “Integridad en el Servicio Eclesial”, nuevo documento de la Conferencia Episcopal

Estilo marcado por valores evangélicos

julio 22, 2020 17:59

Iglesia Local

(zenit – 22 julio 2020).- Los obispos de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) presentaron el documento “Integridad en el Servicio Eclesial” en el marco de la solemnidad de la Virgen del Carmen, patrona del país, con el que invitan a todo agente pastoral a “encarnar un estilo marcado por valores profundamente evangélicos, como el buen trato, la justicia, la misericordia o el servicio incansable a los pobres”.

El texto tiene como origen el compromiso asumido por obispos y administradores en el marco de la 116ª asamblea plenaria extraordinaria desarrollada en agosto de 2018. En su mensaje conclusivo, el episcopado chileno encarga la elaboración de este texto al Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a Víctimas de la Conferencia Episcopal.

El documento de los obispos chilenos ve la luz coincidiendo con la publicación del vademécum por parte del Vaticano, un manual sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos, en los que están implicados diáconos, sacerdotes y obispos acusados de abuso de menores.

 

Mandato del Papa

“La carta que nos manda el Papa en mayo de 2018 –donde nos invita a fomentar esta cultura del cuidado y la protección– es un llamado que se hace carne en el objetivo, o en el cambio que se quiere fomentar a partir del texto Integridad en el Servicio Eclesial – ISE”, explica Pilar Ramírez, directora del departamento de Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal de Chile.

El documento contiene diversas orientaciones destinadas al pueblo de Dios que sirve a la Iglesia católica en Chile, conformado por todos los bautizados y bautizadas, fundadas en la necesidad de establecer parámetros de servicio pastoral, “que faciliten que toda persona que busque encontrarse con el Señor en la vida, disponga de ambientes donde ello sea posible, y donde esté asegurado el respeto de la dignidad de cada persona”, explican los prelados.

El texto fue trabajado a través de una metodología participativa y de consulta que convocó a 600 consagrados, 62 integrantes de consejos diocesanos de Prevención y 950 laicos.

Monseñor Santiago Silva Retamales, presidente de la CECh, valoró el trabajo realizado en la elaboración de este texto, destacando, entre otras cosas, “el proceso de amplia participación eclesial que suscitó la elaboración del presente documento, y que es reflejo de la relevancia que cobra en nuestra misión evangelizadora”.

Más que una novedad en el servicio pastoral, estas orientaciones son “consecuencia del sentido mismo de la vocación y misión que hemos recibido”, detalló Mons. Silva. El concepto “integridad”, presente en el título y articulación de este documento, “apunta a la forma en que cada persona busca ser coherente con la condición de ser discípulo del Señor”.

 

Respeto de la dignidad de todos

El documento está disponible en una versión digital interactiva, y está dirigido a los obispos, sacerdotes, diáconos, el personal consagrado, laicos y laicas, todos quienes ejercen un servicio pastoral en Chile, voluntario o remunerado, recibido por encargo del respectivo responsable de la comunidad.

El esfuerzo por la prevención de abusos, y por fomentar el respeto de la dignidad de todos en la Iglesia, “es mucho más que las Líneas Guía o las Buenas Prácticas”, advierte Ramírez. “Involucra una estructura que incluye instancias diocesanas y nacionales a cargo del tema de la prevención, y también cuenta con otros instrumentos”. Por una parte, está la norma de Derecho Canónico y otros, que se aplican cuando estos delitos y pecados son detectados. Por esta parte, están aquellos textos que apuntan a la construcción de una cultura, de un cambio cultural.

Así, explica que el gran impulso para la publicación del texto lo dio, claramente, las Líneas Guía, “porque no solamente nos permitió dar una respuesta ante el abuso sexual, también nos permitió escribir como iba a ser, y por lo tanto, ceñirnos a ella”. También puso a la Conferencia Episcopal de Chile frente al desafío de pensar en la prevención de abusos dentro de la Iglesia. “Cuando fuimos pensando en la prevención de abusos -que es a la vez muy parecida y muy distinta a la de otras instituciones, por la naturaleza de la Iglesia- nos fuimos dando cuenta que los aspectos relacionales son siempre los que hacen la clave y la diferencia”, aclara la directora del Departamento de Prevención de Abusos en la CECh.

 

Proceso de elaboración

La elaboración de este documento “fue un proceso largo”, valora la experta chilena. El trabajo se inicia con el mandato que dan los obispos al Consejo Nacional de Prevención de Abusos, y que termina recién en la última Asamblea Plenaria de abril de 2020 con su aprobación definitiva.

Fue un camino “bien desafiante en términos de la forma de construir y redactar este documento”, señala la directora de prevención de abusos. Parte con una primera presentación de un borrador que se hace en la asamblea plenaria de noviembre de 2018 a los obispos, y de ahí en adelante inicia un proceso que es muy participativo. De hecho, se crea una comisión especial, integrada por laicos, religiosas y sacerdotes de la Iglesia.

 

Etapa de participación eclesial

Se abre en agosto de 2019 una etapa que es muy importante, la llamada “etapa de participación eclesial”, con el objetivo de “poder contar con la visión de todas aquellas personas que pudieran tener acceso a este documento y pudieran retroalimentarlo”, describe Pilar Ramírez.

Entonces, lo que se hizo fue enviar el documento a cada una de las diócesis. Los obispos y administradores reunieron en todos los casos, al clero al menos. Reunieron también a otros grupos, compuestos por laicos y a los consejos diocesanos de prevención, entre otros, para que se hicieran estos aportes. Contaron con una ficha especial para estos fines, a través de ella entregaron sus aportes que subieron a una plataforma web.

“Hubo un trabajo grande para sistematizar dichos aportes e irlos integrando cada uno en su riqueza”, subraya. “Esto dio una visión amplia de las necesidades y de la valoración que hacían los católicos del documento”. Este fue el proceso más largo, que se extendió entre agosto de 2019 y marzo de 2020.

“Esa es la gran riqueza de este documento”. No es un texto encargado a un consejo o una comisión que lo haga desde su sitio y su visión, que puede ser muy rica, pero siempre resulta limitada. Es un documento que contó con el aporte de muchos católicos que nos ayudaron a poder tener lo que tenemos hoy día”, recuerda la directora del departamento de abusos.

 

 

 

 

Argentina: Obispos de Buenos Aires, comunicado sobre ley de interrupción del embarazo

“La vida se dignifica siempre”

julio 22, 2020 12:12

Iglesia Local

(zenit – 22 julio 2020).- Los obispos de la arquidiócesis de Buenos Aires, en Argentina, emitieron un comunicado titulado “La vida se dignifica siempre”, tras la adhesión de la legislatura de la Ciudad Autónoma a la llamada “interrupción legal del embarazo” (ILE), esto es, el aborto no punible, que ya se practica en gran parte del país.

La legislación fue aprobada por amplia mayoría: con 49 votos a favor, 7 en contra y 3 abstenciones.

Los prelados indican que la ILE “contradice las garantías constitucionales a favor de la vida más desprotegida: la de un ser humano por nacer”. De hecho, en Argentina el aborto es ilegal y solo se permite en casos excepcionales, como la protección de la vida y la salud de la mujer.

 

A favor de la vida

Igualmente, matizan que no están en contra de los derechos de la mujer, sino “a favor de la vida como viene, en toda circunstancia, aun en medio de la pandemia, en los barrios más humildes, en los sectores más pudientes, en todos lados de nuestra querida ciudad debe escucharse: ‘¡Sí, a la vida; sí, a las dos vidas!’”.

Por otro lado, el episcopado lamenta que los políticos “vean oportuno avanzar en una ley”, que “ciertamente no es honrar la vida en medio de la crisis sanitaria, cuando los porteños padecemos los momentos más aciagos de la pandemia, en medio de una necesaria pero a su vez larga y agotadora cuarentena, cuando las cifras de contagios y fallecidos nos sobresaltan cada día”. Y “mientras tantos agentes sanitarios y servidores esenciales exponen y arriesgan su vida para salvar la del semejante”.

 

Derecho más elemental

El comunicado reitera que el protocolo ILE “contradice las garantías constitucionales a favor de la vida más desprotegida: la de un ser humano por nacer” .

Asimismo, subrayan que la interrupción del embarazo se convirtió en ley, “pero sigue siendo un eufemismo, y todos sabemos de qué se trata. Porque, cuando se niega el derecho más elemental –el derecho a vivir– todos los derechos humanos quedan colgados de un hilo. Sin vida, por ejemplo, no hay libertad”.

Los pastores son comprenden los argumentos que abordan el aborto como un tema de salud, “pero estos argumentos conciben a la salud desde un enfoque aislado, como si los seres humanos no fuéramos relación, vínculos, espíritu (…).”

 

Drama existencial

En esta misma línea, entienden que “está en juego la salud, pero también “que la salud no se puede alcanzar descartando a otro ser humano”. No obstante, por ello, “para las mujeres de los barrios más humildes, el aborto es vivido como un drama existencial, personal y comunitario”.

“Aquí se sigue una corazonada muy profunda: no es humano favorecer a un débil en contra de otro más débil aún”, añaden los obispos de la arquidiócesis de Buenos Aires.

 

 

 

 

Obras Misionales Pontificias: COVID-19, ayudas para Colombia y Bolivia

Fondo creado por el Papa

julio 22, 2020 11:58

Iglesia y Mundo

(zenit – 22 julio 2020).- El Fondo de Emergencia creado por el Papa Francisco a través de las Obras Misionales Pontificias (OPM) para ayudar a las comunidades afectadas por la pandemia de COVID-19 ayuda a las diócesis de Colombia y Bolivia, así como las de Malawi, Angola y Camerún, según informó la agencia vaticana Fides el martes 21 de julio de 2020.

En Colombia, el Fondo de Emergencia apoya a los sacerdotes que ya no tienen medios de subsistencia, así como al Hogar de Ancianos San Pedro Claver en el territorio del Vicariato Apostólico de San Andrés, la Providencia y Santa Catalina. De un total de 38 huéspedes, no todos pueden contribuir financieramente a la gestión de la casa de retiro.

Asimismo, en Bolivia, se cumple el 25º aniversario del nacimiento del clero diocesano en el Vicariato Apostólico de Camiri, que se ha unido a los misioneros al servicio de esta Iglesia local en territorio de misión. En este lugar, la ayuda del Fondo de las Obras Misionales Pontificias se destinará a servicios básicos y actividades pastorales en las parroquias y a las familias de algunos catequistas en dificultades.

En las parroquias del vicariato boliviano fomentan a los fieles la necesidad de auto-sostenerse económicamente, manteniendo las estructuras y los agentes pastorales al servicio de la comunidad, señala Fides. En este tiempo de pandemia se han promovido diversas formas de ayuda solidaria para las personas en dificultad, pero con las iglesias cerradas y el temor al contagio no es posible recoger ofrendas entre los fieles.

 

África

En Malawi, África sudoriental, las 31 Clarisas de María Reina y Madre del Monasterio de Lilongwe carecen de medios financieros, incluidos los medios para pagar los gastos de funcionamiento del monasterio y satisfacer sus necesidades básicas, a causa de la pandemia. Ellas también han recibido asistencia del Fondo de Emergencia para continuar su misión en el país.

La diócesis de Kwito-Bié, Angola suele ayudar a muchos pobres, pero la falta de fondos debido a la emergencia sanitaria hace imposible continuar este servicio caritativo. La ayuda enviada por el Fondo de las Obras Misionales Pontificias permitirá a la diócesis apoyar a Radio Ecclesia, instrumento fundamental para garantizar la comunicación y la animación espiritual en este tiempo de aislamiento.

El Fondo también apoya a dos diócesis de Camerún: la arquidiócesis de Yaundé, donde la necesidad más urgente es el saneamiento de los locales y la sensibilización de los fieles de las 162 parroquias y 23 centros eucarísticos en la lucha contra el coronavirus; y la diócesis de Ngaoundéré, en las zonas rurales del norte del país, que solo cuenta con el 20% de católicos. La suspensión de las reuniones de oración y catequesis en Ngaoundéré ha hecho imposible, en particular, la recogida de ofrendas para la subsistencia de las parroquias y los agentes pastorales.

 

 

 

 

Vaticano: 8 claves para que las parroquias cumplan mejor su misión

Artículo de ‘Desde la fe’

julio 22, 2020 18:50

Dicasterios
Documentos

(zenit – 22 julio 2020).- Basándose en la reciente Instrucción de la Congregación de la Doctrina de la Fe para la conversión pastoral de las parroquias, el Semanario Católico de Información Desde la Fe ha ofrecido un esquema con las 8 claves para que las parroquias cumplan mejor su misión.

A continuación, sigue el artículo publicado en el citado medio, acompañado por los artes elaborados por el equipo de zenit.

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La Congregación para el Clero de la Santa Sede dio a conocer este lunes 20 de julio la Instrucción ‘La conversión pastoral de la comunidad parroquial al servicio de la misión evangelizadora de la Iglesia’, promulgada el pasado 29 de junio.

Este documento no hace ninguna reforma a las disposiciones actuales de la Iglesia sobre las parroquias, sino que se centra en el cuidado pastoral de las comunidades parroquiales, y nos recuerda que “en la Iglesia hay lugar para todos y todos pueden encontrar su lugar” en la familia de Dios, en el respeto de la vocación de cada uno.

Se trata de un texto muy bello que busca adecuar la acción de las parroquias en un contexto en el que la globalización y el mundo digital han cambiado su vínculo específico con el territorio, que ya no es sólo un espacio geográfico, sino un espacio existencial.

Aquí elegimos 8 de sus puntos más importantes:

 

1. La conversión pastoral

Se requiere que en las comunidades cristianas se adopte una decidida opción misionera, capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación.

 

2. Cercanía y proximidad

La parroquia ha dejado de ser, como en el pasado, el lugar primario de reunión y de sociabilidad; está llamada a encontrar otras modalidades de cercanía y de proximidad respecto a las formas habituales de vida. Esta tarea constituye un desafío que debe ser acogido con entusiasmo.

 

3. Protagonistas de la Evangelización

Toda la comunidad es el sujeto responsable de la misión, ya que la Iglesia no se identifica solamente con la jerarquía, sino que se constituye como el Pueblo de Dios. Será tarea de los pastores mantener viva esta dinámica, para que cada bautizado se considere un protagonista activo de la evangelización.

 

4. La Santa Misa

La celebración del misterio eucarístico es ‘fuente y cumbre de toda la vida cristiana’ y, por tanto, el momento sustancial de la constitución de la comunidad parroquial. En ella, la Iglesia se hace consciente del significado de su propio nombre: convocación del Pueblo de Dios que alaba, suplica, intercede y agradece. Al celebrar la Eucaristía, la comunidad cristiana acoge la presencia viva del Señor Crucificado y Resucitado, recibiendo el anuncio de todo su misterio de salvación.

 

5. Comunión y Unidad

Los diferentes componentes en los que la parroquia se articula están llamados a la comunión y a la unidad. En la medida en que cada uno, habiendo recibido su propia complementariedad, la pone al servicio de la comunidad, por un lado, se puede apreciar la plena realización del ministerio como pastores tanto del párroco como de los sacerdotes que colaboran y, por otro, emerge la peculiaridad de los diversos carismas de los diáconos, las personas consagradas y los laicos, para que cada uno trabaje en la construcción del único cuerpo.

 

6. La regla suprema de la caridad

A menudo, la comunidad parroquial es el primer lugar de encuentro humano y personal de los pobres con el rostro de la Iglesia. En particular, los sacerdotes, los diáconos y las personas consagradas son quienes deben mostrar compasión por la “carne herida” de los hermanos, visitándolos en la enfermedad, apoyando a las personas y familias sin trabajo, abriendo la puerta a todos cuantos pasan alguna necesidad.

Con la mirada puesta en los últimos, la comunidad parroquial evangeliza y se deja evangelizar por los pobres, redescubriendo así la implicación social del anuncio en sus diferentes ámbitos, sin olvidar la “regla suprema” de la caridad, en base a la cual seremos juzgados.

 

7. Convertir las estructuras

La parroquia debe proponerse una conversión de sus estructuras, que requiere en primer lugar un cambio de mentalidad y una renovación interior, sobre todo de aquellos que están llamados a la responsabilidad de la guía pastoral. Para ser fieles al mandato de Cristo, los los párrocos deben advertir con urgencia la necesidad de una reforma misionera de la pastoral.

Esta renovación, por supuesto, no solo concierne al párroco, ni puede ser impuesta desde arriba, excluyendo al Pueblo de Dios. La conversión pastoral de las estructuras implica la participación del Pueblo de Dios.

 

8. Las necesidades de la parroquia

Bajo la guía de su párroco, los fieles de la comunidad deben sentirse responsables y directamente involucrados en sustentar las necesidades de la Iglesia. Bajo esta óptica, las parroquias deben evitar  dar la impresión de que la celebración de los sacramentos – especialmente de la Santísima Eucaristía – y las otras acciones ministeriales pueden estar sujetas a tarifas.

 

 

 

 

Documento sobre consecuencias de COVID-19: Entrevista a monseñor Paglia

Presidente de la Academia para la Vida

julio 22, 2020 16:03

Testimonios

(zenit – 22 julio 2020).- En una entrevista, el presidente de la Academia Pontificia para la Vida, monseñor Vincenzo Paglia, aclara varios aspectos contenidos en el documento sobre las consecuencias de la crisis del COVID-19, publicado hoy, 22 de julio de 2020.

Este documento, titulado Humana communitas en la era de la pandemia: consideraciones intempestivas sobre el renacimiento de la vida”, expone las lecciones aprendidas y la conversión que esta situación exige.

A continuación, sigue la entrevista completa Mons. Paglia, publicada en Vatican News.

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Explicamos el título: Humana Communitas en la era de la pandemia. ¿Qué significa eso?

Humana communitas es el título de la carta que el Papa Francisco envió a la Academia el 6 de enero de 2019, en el 25 aniversario de su fundación. El Papa nos pide que reflexionemos sobre las relaciones que unen a la comunidad humana y generan valores, objetivos,

reciprocidad compartidos. Esta pandemia hace que la doble conciencia sea extraordinariamente aguda. Por un lado, nos muestra cómo todos somos interdependientes: lo que sucede en algún lugar de la tierra, ahora, involucra al mundo. Por otro lado, acentúa las desigualdades: todos estamos en la misma tormenta, pero no en el mismo barco. Aquellos con barcos más frágiles se hunden más fácilmente. La ética de la vida se globaliza: ¿trataremos de salvarnos alejándonos cada vez más, o la vulnerabilidad común nos hará más humanos? Debemos responder a esta pregunta y debemos hacerlo ahora: ¿el ser humano sigue siendo una responsabilidad común?

 

El subtítulo dice: reflexiones inactuales sobre el renacimiento de la vida. ¿Qué significa eso?

“Inactual” es una palabra que proviene de la tradición filosófica. Aquí lo usamos, con un poco de provocación, para indicar la urgencia de encontrar un pensamiento comunitario que, aparentemente, ya no está de moda. En un momento en que la vida parece suspendida y nos afecta la muerte de seres queridos y la pérdida de puntos de referencia para nuestra sociedad, no podemos limitarnos a discutir el precio de las mascarillas o la fecha de reapertura de las escuelas. Tendremos que aprovechar la oportunidad para encontrar el valor para discutir mejores condiciones para guiar el mercado y la educación, más bien. ¿Esto parece una afirmación exagerada? Aquí, exactamente esto significa “inactual”.

 

La pandemia ha mostrado fragilidad, de personas y sociedades. Es una crisis global que afecta el norte y el sur del mundo y los científicos aún no tienen respuestas seguras. ¿Es esto realmente un hecho nuevo?

La novedad no radica tanto en la aparición de un virus desconocido. De hecho, podría haber sido circunscrito y derrotado localmente, limitando significativamente el daño. El hecho sin precedentes es la velocidad y amplitud con que se extendió a través de la red de relaciones y transporte. También es nuevo el papel de los medios de comunicación, que han decidido cómo se debe difundir la conciencia de la crisis: con razón se ha hablado de una “infodemia”. La novedad, por lo tanto, es la extraña mezcla de conformismo y confusión inducida por las reacciones a la representación del peligro en la era de las sociedades “hiperconectadas”: que sin embargo también son “hiperindividuales”. La debilidad de la comunidad, que debería ofrecernos apoyo y protección en el peligro, nos deja expuestos a nuestras incertidumbres y vulnerabilidades.

 

La propaganda política culpa a situaciones y países específicos. Pero la realidad es que no estábamos preparados. ¿Por qué?

 Por supuesto, prepararse para eventos excepcionales es un desafío constante para los sistemas de salud. Se habla de preparación, es decir, de prepararse para predecir el evento problemático y de planificar la posible respuesta. Esto permite movilizar mejor las habilidades y los recursos, en un camino de evaluación crítica continua y capacidad de reacción progresiva. Nuestras habilidades de intervención técnica y gerencial nos engañaron con que podíamos mantener todo bajo control. En cambio, incluso en sociedades económicamente más acomodadas, la pandemia ha desbordado la eficiencia de las instalaciones y laboratorios de atención médica. Fue difícil tomar conciencia del fracaso de nuestra eficiencia y reconocer nuestro límite.

 

¿Cuál es la relación entre Covid-19 y la explotación de los recursos del planeta? Parecen dos temas distantes.

Es uno de los aspectos de la interdependencia: los fenómenos perseguidos con intenciones específicas y particulares en el campo agrícola, industrial, turístico y logístico se suman y los efectos de cada uno se amplifican. La deforestación pone a los animales salvajes en contacto con hábitats humanos donde la ganadería intensiva somete al ganado a la lógica de la producción industrial. Esto se hace para satisfacer la demanda de carne para exportación, de modo que los platos que corresponden a dietas desequilibradas e insostenibles puedan llegar a nuestras mesas. El conjunto facilita el salto de microorganismos patógenos de una especie a otra, hasta los humanos.

 

¿Qué hemos aprendido sobre salud pública?

En primer lugar, es necesario equilibrar mejor los recursos invertidos en la prevención de enfermedades y los dedicados al tratamiento. Esto significa enfocarse no solo en hospitales, sino también en redes locales, tanto para asistencia como para educación en salud. Además, entendimos que la salud de cada uno está estrechamente relacionada con la salud de todos. Se necesita un comportamiento responsable no solo para proteger el propio bienestar, sino también el de los demás.

 

¿Qué se puede hacer para prevenir la explotación comercial de vacunas o para evitar disparidades en los tratamientos de salud entre quienes viven en países más ricos y pobres?

La investigación debe ser regulada para que no responda solo a intereses políticos y económicos (de unos pocos), sino que se pueda llevar a cabo con libertad y responsabilidad. Por esta razón, la financiación debe ser transparente y compartida, de modo que los beneficios también puedan distribuirse equitativamente.

 

¿Y el escenario mundial? ¿Qué papel pueden asumir las organizaciones internacionales en un mundo post Covid-19?

 La pandemia ha demostrado que ningún país puede proceder independientemente de otros, no solo por razones de salud, sino también por razones económicas. Por lo tanto, es indispensable una organización que pueda ser apoyada por todos y que coordine las operaciones en las diversas fases de monitoreo, contención y tratamiento de enfermedades y que permita una circulación de información advertida. La OMS parece indispensable, incluso si ciertamente ha tenido fallos: debemos aprender de los errores y mejorar su funcionamiento.Solo de esta manera podemos hacer que la ley universal sea efectiva en los niveles más altos de atención médica, como una expresión de protección de la dignidad inalienable de la persona humana.

 

¿Cuál es el papel de la comunidad cristiana en esta crisis?

La comunidad cristiana puede ayudar en primer lugar a interpretar la crisis no solo como un hecho organizativo, que puede superarse mejorando la eficiencia. Es una cuestión de comprender más profundamente que la incertidumbre y la fragilidad son dimensiones constitutivas de la condición humana. Este límite debe respetarse y tenerse en cuenta en cada proyecto de desarrollo, cuidando la vulnerabilidad de los demás, porque nos confiamos el uno al otro. Es una conversión que pide incluir y elaborar existencial y socialmente la experiencia de la pérdida. Solo a partir de esta conciencia será posible involucrar la conciencia y un cambio que nos haga responsables y solidarios en una fraternidad global.

 

Interdependencia, vulnerabilidad, cooperación, solidaridad, acceso al tratamiento, son las palabras clave de esta crisis. En otras palabras: ¿entenderemos realmente el valor de la vida y la necesidad de protegerla, sin disputas ideológicas?

 Como dije al principio, esta es una pregunta que todos deben hacerse a sí mismos y a su comunidad. No existe un automatismo que garantice la transición de la interconexión de facto (que hemos experimentado) a la solidaridad responsable (que implica un gesto de libertad). Si no hay este despertar de las conciencias, haremos solo unos pocos ajustes organizativos, pero todo volverá como antes. En cambio, debemos repensar nuestros modelos de desarrollo y convivencia, para que sean cada vez más dignos de la comunidad humana. Y por lo tanto, a la altura del hombre vulnerable, no por debajo de sus límites, como si no existieran: dentro de esos límites, de hecho, hay hombres, mujeres y niños que merecen más atención. Todos, no solo los nuestros. Si abrimos las puertas a amenazas verdaderamente globales para la comunidad humana, ni siquiera la nuestra podrá salvarse a sí misma. Aquí: del “ensayo general” de esta pandemia, esperamos un golpe de orgullo de parte de la humana communitas. Puede hacerlo, si quiere.

 

 

 

 

México: Pascua Juvenil Nacional celebra su Asamblea 2020

Elección del lema para la Pascua 2021

julio 22, 2020 16:50

Iglesia Local
Jóvenes

(zenit – 22 julio 2020).- El equipo Pascua Juvenil Nacional celebró la Asamblea Nacional 2020, contando con la participación de asesores, coordinadores y religiosas de las diferentes diócesis de México, informan los organizadores en una nota.

Pascua Juvenil es una iniciativa de evangelización “de jóvenes para los jóvenes”, que se realiza tanto a nivel diocesano como parroquial en distintos puntos de México.

El objetivo de Pascua Juvenil es anunciar el Evangelio “en un ambiente de espiritualidad juvenil para celebrar en comunidad el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, iluminado por el tema del año”, señala el comunicado.

“Esto anima a los equipos de Pastoral Juvenil en las diócesis a la elaboración de temas, dinámicas, momentos de reflexión, cantos, juegos y otras actividades que favorezcan a la evangelización de adolescentes y jóvenes”, prosigue el texto.

 

Objetivo y Lema para la Pascua 2021

Reunidos a través de plataformas digitales, durante los días 17, 18 y 19 de julio, los participantes meditaron y profundizaron algunos documentos del magisterio de la Iglesia, que ayudaron a la reflexión en torno al tema: “Juntos caminemos en el amor hacia la santidad”.

Además, durante el evento, la Asamblea ha formulado el Objetivo y Lema para la Pascua 2021: “¡Cristo Vive!”. Este orientará todas y cada una de las actividades que se realizaran en los próximos meses, las cuales permiten profundizar en la fe, conocer la perspectiva juvenil y proyectar en comunión como Iglesia la vivencia de la Pascua Juvenil 2021.

“Se trata de una experiencia que propiciara en adolescentes y jóvenes un encuentro con Cristo resucitado, animándoles a dar respuesta a la llamada que Dios les hace, para poder descubrir esa vocación a la cual han sido llamados y les permita alcanzar la santidad en el mundo actual”, explica la nota.

 

 

 

 

Fiesta de María Magdalena: El coraje de vivir la Buena Nueva en Europa

Carta de la Alianza Europea de Organizaciones de Mujeres

julio 22, 2020 17:38

Testimonios

(zenit – 22 julio 2020).- “María Magdalena y otras mujeres valientes deben animarnos a proclamar y vivir la buena noticia en toda Europa”: Este es el deseo de la Alianza Europea de Organizaciones Femeninas Andantes, en honor de santa María Magdalena (de Magdala), la apóstol de los apóstoles, celebrado el 22 de julio de 2020.

En su boletín, los presidentes del Comité Coordinador desean “que, como María Magdalena, podamos estar siempre fascinados por Jesús, por sus palabras, su mensaje y sus signos”.

Desde 2016, por decisión del Papa Francisco, la “memoria” litúrgica de santa María Magdalena, llamada “obligatoria”, ha sido elevada al rango de “fiesta”, como las de los doce apóstoles. Se trata de celebrar en ella al primer “apóstol de la misericordia”.

“Entre las ‘ovejas perdidas’ que Jesús puso a salvo también se encuentra una mujer llamada María, originaria del pueblo de Magdala en el lago de Galilea, y por lo tanto llamada Magdalena”, subrayaba Benedicto XVI en el Ángelus del 22 de julio de 2012. “El evangelista Lucas dice que Jesús sacó de ella siete demonios (cf. Lc I8:2), es decir, la salvó de la esclavitud total al maligno”.

El Papa alemán añadió: “¿En qué consiste esta profunda curación que Dios ha operado a través de Jesús? Consiste en una paz verdadera, completa, fruto de la reconciliación de la persona en sí misma y en todas sus relaciones: con Dios, con los demás, con el mundo”.

La Alianza Europea de Organizaciones Femeninas Andantes (Andante) es miembro de la Conferencia de Organizaciones No Gubernamentales Internacionales del Consejo de Europa. Sus miembros pretenden dar “un rostro más humano a Europa y al mundo”.

Debido a la pandemia de COVID-19, la alianza tuvo que cancelar las jornadas de estudio en Baden-Baden. Los próximos jornadas tendrán lugar en Riga del 30 de junio al 5 de julio de 2021 sobre el tema “Nuestra voz – nuestras vidas – nuestro futuro. El Fortalecimiento de las mujeres y las organizaciones de mujeres”.

 

 

 

 

Monseñor Felipe Arizmendi: “Yo hago lo que quiero”

“Eduquémonos para ser libres”

julio 22, 2020 09:30

Análisis

Monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, y responsable de la Doctrina de la Fe en la Conferencia del Episcopado Mexicano, analiza cada miércoles en zenit un tema de actualidad desde tres claves: Ver, pensar y actuar. Este miércoles, 22 de julio de 2020, el prelado mexicano reflexiona sobre la importancia de la responsabilidad y la educación en la libertad a la hora de contribuir a que la pandemia no continúe expandiéndose.

 

VER

Las autoridades sanitarias de los países han dado varias indicaciones para evitar tantos contagios por COVID-19, y así descartar más defunciones por esta pandemia. Sin embargo, muchas personas no quieren hacer caso y siguen viviendo como si nada pasara; hacen lo que quieren. Salen a la calle, van al mercado y a su trabajo sin protección. No falta quien organiza fiestas, en su casa o en otros espacios, sin ninguna precaución; se imaginan que son inmunes y nada les pasará. Algunos sacerdotes, con mucho celo pastoral, pero sin los debidos cuidados sanitarios, han estado muy cerca de su pueblo, atendiendo enfermos y celebrando misas exequiales; unos se han contagiado y otros han fallecido.

En días pasados, los noticieros de la televisión informaron de una organización social y política de Chiapas que difunde entre sus miembros que eso de la pandemia es mentira, que es una estrategia del gobierno para deshacerse de los ancianos, para que no le cueste tanto sostenerlos. Insisten en que no pasa nada y que cada quien siga llevando su vida como antes.

A muchos jóvenes nadie los detiene ni los convence de que se abstengan de ir a antros y a bares, de practicar su deporte favorito y de andar en lugares con gran concentración de personas, que pueden ser foco de infección. No les importa nada ni nadie, ni ellos mismos; hacen lo que quieren.

Es la misma tesis que manejan quienes siguen exigiendo libertad total para abortar, alegando sólo derechos de las mujeres a hacer lo que quieran con su cuerpo, sin tomar en cuenta el derecho del nuevo ser concebido en su vientre, que es una persona con los mismos derechos que los de su madre, y más porque es una persona inocente e indefensa. Los grupos activistas alegan mucho un derecho a hacer lo que quieran, sin tomar en cuenta los derechos de otras personas y de la misma sociedad. Su agresividad es destructiva.

 

PENSAR

Jesús dice: “Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderos discípulos míos, y conocerán la verdad y la verdad los hará libres… Les aseguro que quien comete pecado es esclavo del pecado… Si el Hijo los libera, serán libres de verdad” (Jn 8,31-32.34.36). Y el apóstol Pablo: “Para esta libertad, nos liberó Cristo. Por eso, manténganse firmes y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud” (Gál 5,1). Dice que, pudiendo hacer lo que quiera, se somete libremente al servicio de los demás: “Aunque soy libre y de nadie dependo, me he hecho esclavo de todos con tal de ganar a todos los que pueda” (1 Cor 9,19). Y el apóstol Pedro advierte: “Como gente libre, no empleen la libertad como pretexto para la maldad, sino úsenla como servidores de Dios” (1 Ped 2,16).

El Papa Francisco dice al respecto: “Cuando el ser humano se coloca a sí mismo en el centro, termina dando prioridad absoluta a sus conveniencias circunstanciales, y todo lo demás se vuelve relativo… Hay en esto una lógica que permite comprender cómo se alimentan mutuamente diversas actitudes que provocan al mismo tiempo la degradación ambiental y la degradación social” (Laudato si’, 122).

“Jóvenes amados por el Señor, ¡cuánto valen ustedes si han sido redimidos por la sangre preciosa de Cristo! Jóvenes queridos, ustedes ¡no tienen precio! ¡No son piezas de subasta! Por favor, no se dejen comprar, no se dejen seducir, no se dejen esclavizar por las colonizaciones ideológicas que nos meten ideas en la cabeza y al final nos volvemos esclavos, dependientes, fracasados en la vida. Ustedes no tienen precio: deben repetirlo siempre: no estoy en una subasta, no tengo precio. ¡Soy libre, soy libre! Enamórense de esta libertad, que es la que ofrece Jesús” (Christus vivit, 122).

 

ACTUAR

Aprendamos a educarnos para ser libres. Libre no es el que siempre hace lo que le da la gana, sin tener en cuenta a los demás, sino el que sabe dominarse a sí mismo, sabe controlar sus emociones, sus gustos y deseos, para proteger y ayudar a los demás, para no dañarlos, para hacerlos felices, aunque tenga que renunciar a sus instintos. Esta es la persona que vale, que genera confianza, que es constructiva y solidaria. Eduquémonos para ser libres. Seguir la palabra de Jesús nos hace libres, porque él nos dice qué nos sirve y qué nos daña, y nos ayuda a ser verdaderos dueños de nosotros mismos, no esclavos de nuestras pasiones.

 

 

 

 

Beata Margarita María López de Maturana, 23 de julio

Mercedaria española

julio 22, 2020 09:00

Testimonios

 

“Mercedaria española. Cumplió su sueño apostólico transformando la clausura en un Instituto Misionero que se hizo presente de forma inicial en China y Japón”

“Permanecer en la misión, si lo exige el bien de nuestros hermanos, aún cuando hubiere riesgo de perder la vida”, es el espíritu que anima el cuarto voto que la beata confirió a su fundación. Esta vasca, nacida el 25 de julio de 1884 en la popular calle de Tendería, sita en el casco viejo de Bilbao, España, inicialmente no se planteó la vida religiosa. Era una joven atractiva, casi adolescente, cuando un marino se apoderó de su corazón. Los padres querían otro futuro para ella, y esperando que se olvidara de ese amor precoz la matricularon como interna en el colegio de las Mercedarias, de Bérriz. ¡Quién iba a pensar que allí le aguardaba el verdadero “dueño” de su corazón! Pero así fue. Pilar, nombre de bautismo, veía el ejemplo de las religiosas: su alegría, su disponibilidad, la paz y felicidad que emancaba de sus rostros y quehacer; le atrajo tanto esta forma de vida que se propuso seguir a Cristo por esta vía, reforzada por los ejercicios impartidos por el jesuita, padre Olasagarre.

Su madre no se opuso; únicamente le rogó que demorase su decisión hasta los 19 años. No esperó ni un minuto más. En 1903, el mismo día en que cumplió esa edad, ingresó en el convento de clausura de la Vera Cruz. Con gran alegría vivió la elección de su hermana gemela Leonor, que también se consagró, aunque ambas tuvieron que separarse físicamente por haber elegido para ello dos instituciones distintas. En 1904 profesó y en 1906 comenzó a ejercer la docencia ganándose el cariño y confianza de las alumnas a las que sensibilizaba ante las numerosas carencias sociales del momento.

Era dichosa; tenía todo lo que soñó, el ambiente propicio para escalar la añorada unión con la Santísima Trinidad: “Aquí el silencio es algo que vive y que da vida, vida elevada, vida divina… Aquí se respira a Dios, a quien tiende el alma con todas sus fuerzas”. Este gozo, del que se congratulaba su familia, se tiñó de dolor con la pérdida de dos de sus hermanos ese mismo año de 1906, hecho que ella acogió inmersa en la fe y en la esperanza. Por lo demás, fácilmente infundió en su alrededor el amor a Dios, ya que poseía un carácter excepcional que revertía en la labor apostólica. Cuando se vive un estado de oración continua los signos de esta amorosa entrega son notorios. Pilar era amable, llana, alegre, fuerte, audaz, tenía una gran fuerza de voluntad, todo lo cual se sintetiza recordando que había abierto las puertas a Cristo de par en par y la gracia manaba a raudales. En el colegio fue asumiendo distintas responsabilidades hasta llegar a convertirse en directora del mismo en 1923.

Entre tanto, espiritualmente había seguido escalando los peldaños de la vida mística. Su afán era “vivir ocupada únicamente en los intereses de Jesús, que son la gloria del Padre y la salvación de las almas”. “Yo no deseo más que glorificarle en la tierra, como Él glorificó al Padre y darle a conocer a los que me ha encomendado que es el mundo entero”. Conocía el valor restaurador del amor que resumía diciendo: “Todo se resuelve amando”. Conmovida por la visión del Redentor que contemplaba en la cruz, brotó de su interior un ferviente e imparable anhelo de evangelizar incansablemente. Fue, como ella reconoció, la fuente de la que extrajo “el anhelo irresistible” de ser misionera junto a sus hermanas. La ocasión providente se presentó con la visita de dos misioneros, uno de ellos jesuita, que iba a China, y otro carmelita que partía a la India. Ellos enardecieron con sus palabras a las religiosas y a las alumnas contagiándolas con su entusiasmo, pidiéndoles sus oraciones. A partir de ahí, comenzaron a entrecruzarse cartas, a realizar acciones solidarias para recabar recursos destinados a las misiones, etc.

En 1924 las religiosas de clausura sopesaron su futuro como misioneras y unánimemente lo llevaron a la oración. Una mayoría estaba de acuerdo en introducir este cariz. Además, unos años antes Pilar, en el transcurso de una visita del padre general, le había confiado este sentir que les embargaba, y contaban con su aprobación. Se hicieron las gestiones pertinentes y en septiembre de 1926, una vez obtenida la dispensa de la clausura, un primer grupo de religiosas en el que iba Pilar comenzó su acción en China; luego llevaron el evangelio a Japón. Llenas de fe superaron los conflictos de la guerra y sortearon los riesgos de la persecución y de la cárcel. Si veían venirse abajo la obra que tanto les había costado poner en pie, volvían a impulsarla con el vigor del primer momento. Llegó un punto en el que se plantearon la profunda transformación que requería la vida que habían adoptado. Ello suponía emitir su juicio respecto al paso de la clausura a otra nueva forma: un Instituto Misionero. Y el 23 de mayo de 1930 en votación secreta todas las monjas dieron el veredicto afirmativo, con lo cual se cumplió el sueño de la beata.

El nuevo Instituto de las Mercedarias Misioneras de Bérriz sería aprobado por la Iglesia. Pilar viajó por las fundaciones confortando a las hermanas que se hallaban en ellas. En 1933 mantuvo una audiencia con Pío XI que alabó el espíritu apostólico de su obra. Poco después, el cáncer que padecía, y del que había sido intervenida en dos ocasiones, se la llevó de este mundo. Fue el 23 de julio de 1934, en San Sebastián. Antes aseguró a sus hermanas que las ayudaría desde el cielo. Estaba a punto de cumplir medio siglo de vida y apenas pudo ejercer como superiora general. Fue beatificada el 22 de octubre de 2006 en la catedral de Bilbao por el cardenal Saraiva en representación del papa Benedicto XVI. Su hermana Leonor, carmelita de la Caridad, murió en Buenos Aires en 1931. Tiene abierta causa de beatificación.