Servicio diario - 15 de octubre de 2020


 

PAPA FRANCISCO
El Papa llama a unirse al Pacto Educativo Global para “humanizar el mundo”
Larissa I. López
“Mirar todos juntos hacia delante”

DICASTERIOS
Causas de los santos: Monseñor Semeraro, nombrado prefecto de la Congregación
Larissa I. López
Por el Santo Padre

CIUDAD DEL VATICANO
Consejo de Cardenales: El cardenal Ambomgo Besungu, nuevo miembro
Anne Kurian-Montabone
Mons. Mellino, nuevo secretario

IGLESIA LOCAL
El cardenal Barreto, nuevo presidente de la Red Eclesial Panamazónica
Larissa I. López
Comunicado del cardenal Hume

DOCUMENTOS
‘Fratelli tutti’: Mensaje del Consejo Episcopal Latinoamericano
Larissa I. López
“Nuevos caminos de humanización”

DOCUMENTOS
El cardenal Bo interpreta ‘Fratelli Tutti’ para la Iglesia en Asia
Deborah Castellano Lubov
Agradece el testimonio de los fieles

IGLESIA LOCAL
Costa Rica: Católicos y evangélicos unidos ante la crisis del país
Cristhian Alvarenga
Declaración conjunta

CIUDAD DEL VATICANO
Cardenal Zenari: La catástrofe humanitaria persiste en Siria
Redacción zenit
Reunión en el Vaticano

PAPA FRANCISCO
España: El músico Fernando Vacas recibe el agradecimiento del Papa
Larissa I. López
Tras compartir con el Pontífice una canción

CIUDAD DEL VATICANO
Academia de Ciencias: Reinhard Genzel, nuevo miembro ordinario
Larissa I. López
Nombrado por el Santo Padre

ESPIRITUALIDAD
Evangelio del 18 de octubre: Reflexión de Monseñor Enrique Díaz
Enrique Díaz Díaz
“Lo que es de Dios”

TESTIMONIOS
San Gerardo María Mayela, 16 de octubre
Isabel Orellana Vilches
Protector de embarazadas y parturientas


 

 

 

El Papa llama a unirse al Pacto Educativo Global para “humanizar el mundo”

“Mirar todos juntos hacia delante”

octubre 15, 2020 15:54

Papa Francisco

(zenit – 15 oct. 2020)-. En la tarde de hoy, 15 de octubre de 2020, en un evento de la Pontificia Universidad de Letrán de Roma, se emitió un mensaje en vídeo del Papa Francisco en el que llama a un Pacto Educativo Mundial.

En mayo de 2020 se iba a llevar a cabo el evento sobre el Pacto Educativo Global, promovido por el Papa Francisco para generar, a través de la educación, “un cambio de mentalidad a escala planetaria”, indica un comunicado de la Congregación para la Educación Católica difundido el 24 de septiembre de 2020.

Debido a la pandemia de COVID-19, el evento en el Vaticano, tuvo que ser cancelado. No obstante, su planificación no se ha interrumpido y hoy se han retomado las iniciativas con este acto en la Universidad Lateranense promovido por la Congregación para la Educación Católica,

 

“Catástrofe educativa”

Durante el evento de hoy, transmitido en directo por streaming, el Santo Padre ha subrayado que, en este camino de preparación de un Pacto Educativo Global, la COVID-19 “ha acelerado y amplificado muchas de las urgencias y emergencias que habíamos constatado, y ha manifestado muchas otras” y “los sistemas educativos de todo el mundo han sufrido la pandemia tanto a nivel escolar como académico”.

Según algunos datos recientes de organismos internacionales, se habla de una “catástrofe educativa”, ante aproximadamente diez millones de niños “que podrían verse obligados a abandonar la escuela a causa de la crisis económica generada por el coronavirus, aumentando una brecha educativa ya alarmante —con más de 250 millones de niños en edad escolar excluidos de cualquier actividad educativa—”, indica Francisco.

 

La educación como antídoto

Esta situación “ha hecho incrementar la conciencia de que se debe realizar un cambio en el modelo de desarrollo” y, en este sentido, el Papa resalta “el poder transformador de la educación”, pues “educar es apostar y dar al presente la esperanza que rompe los determinismos y fatalismos”.

“Creemos que la educación es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia. La educación es ante todo una cuestión de amor y responsabilidad que se transmite en el tiempo de generación en generación”, continúa.

Por tanto, la educación “se propone como el antídoto natural de la cultura individualista, que a veces degenera en un verdadero culto al yo y en la primacía de la indiferencia”.

 

Itinerario integral

En consecuencia, el Pontífice considera necesario “un nuevo periodo de compromiso educativo, que involucre a todos los componentes de la sociedad”, un “itinerario integral”, que salga al encuentro “de aquellas situaciones de soledad y desconfianza hacia el futuro que generan depresión, adicciones, agresiones, odio verbal, fenómenos de intimidación y acoso entre los jóvenes”.

Un “camino compartido”, en el que no se permanezca indiferentes “ante el flagelo de la violencia y el maltrato de menores, el fenómeno de las niñas esposas y de los niños soldados, la tragedia de los menores vendidos y esclavizados” y ante el “sufrimiento” de nuestro planeta, sumido en “una grave crisis medioambiental y climática”.

 

Llamamiento

Por todo ello, el Papa Francisco realizó un llamamiento “de manera particular a los hombres y las mujeres de cultura, de ciencia y de deporte, a los artistas, a los operadores de los medios de comunicación, en todas partes del mundo”, para firmar este pacto y que, “con su testimonio y su trabajo, se hagan promotores de los valores del cuidado, la paz, la justicia, la bondad, la belleza, la acogida del otro y la fraternidad.”

Este Pacto Educativo Global supone un proceso plural y multifacético “capaz de involucrarnos a todos en respuestas significativas, donde la diversidad y los enfoques se puedan armonizar en la búsqueda del bien común. Capacidad para crear una armonía: esto es lo que necesitamos hoy”, aclara.

 

Compromiso

De este modo, el Santo Padre apunta que “nos comprometemos personal y conjuntamente” a: “Poner en el centro de todo proceso educativo formal e informal a la persona, su valor, su dignidad, para hacer sobresalir su propia especificidad, su belleza, su singularidad y, al mismo tiempo, su capacidad de relacionarse con los demás y con la realidad que la rodea, rechazando esos estilos de vida que favorecen la difusión de la cultura del descarte”.

A “escuchar la voz de los niños, adolescentes y jóvenes a quienes transmitimos valores y conocimientos, para construir juntos un futuro de justicia y de paz, una vida digna para cada persona; a fomentar “la plena participación de las niñas y de las jóvenes en la educación”; a “tener a la familia como primera e indispensable educadora”.

A “educar y educarnos para acoger, abriéndonos a los más vulnerables y marginados” y a “comprometernos a estudiar para encontrar otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso, para que estén verdaderamente al servicio del hombre y de toda la familia humana en la perspectiva de una ecología integral”.

Por último, se encuentra el compromiso de “salvaguardar y cultivar nuestra casa común, protegiéndola de la explotación de sus recursos, adoptando estilos de vida más sobrios y buscando el aprovechamiento integral de las energías renovables y respetuosas del entorno humano y natural, siguiendo los principios de subsidiariedad y solidaridad y de la economía circular”.

 

“Mirar hacia delante” con esperanza

Tal inversión formativa “debe garantizar el acceso de todos a una educación de calidad, a la altura de la dignidad de la persona humana y de su vocación a la fraternidad”.

“Es hora de mirar hacia adelante con valentía y esperanza”, remarca el Papa, es preciso seguir “todos juntos, cada uno como es, pero siempre mirando juntos hacia adelante, hacia esta construcción de una civilización de la armonía, de la unidad, donde no haya lugar para esta virulenta pandemia de la cultura del descarte”.

A continuación, sigue el mensaje completo de Francisco.

***

 

Mensaje del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas:

Cuando los invité a iniciar este camino de preparación, participación y planificación de un pacto educativo global, no imaginábamos la situación en la que se desarrollaría: el Covid ha acelerado y amplificado muchas de las urgencias y emergencias que habíamos constatado, y ha manifestado muchas otras. A las dificultades sanitarias se sumaron después las económicas y sociales. Los sistemas educativos de todo el mundo han sufrido la pandemia tanto a nivel escolar como académico.

En todas partes se ha intentado activar una respuesta rápida a través de plataformas educativas informatizadas, que han mostrado no sólo una marcada disparidad en las oportunidades educativas y tecnológicas, sino también, debido al confinamiento y muchas otras deficiencias existentes, muchos niños y adolescentes se han quedado atrás en el proceso natural de desarrollo pedagógico. Según algunos datos recientes de organismos internacionales, se habla de una “catástrofe educativa” —es un poco fuerte, pero se habla de una “catástrofe educativa”—, ante los aproximadamente diez millones de niños que podrían verse obligados a abandonar la escuela a causa de la crisis económica generada por el coronavirus, aumentando una brecha educativa ya alarmante —con más de 250 millones de niños en edad escolar excluidos de cualquier actividad educativa—.

Ante esta dramática realidad, sabemos que las medidas sanitarias necesarias serán insuficientes si no van acompañadas de un nuevo modelo cultural. Esta situación ha hecho incrementar la conciencia de que se debe realizar un cambio en el modelo de desarrollo. Para que respete y proteja la dignidad de la persona humana, debe partir de las oportunidades que la interdependencia mundial ofrece a la comunidad y a los pueblos, cuidando nuestra casa común y protegiendo la paz. La crisis que atravesamos es una crisis global, que no se puede reducir ni limitar a un único ámbito o sector. Es general. El Covid ha hecho posible reconocer de forma global que lo que está en crisis es nuestro modo de entender la realidad y de relacionarnos.

En este contexto, vemos que no son suficientes las recetas simplistas o los vanos optimismos. Conocemos el poder transformador de la educación: educar es apostar y dar al presente la esperanza que rompe los determinismos y fatalismos con los que el egoísmo de los fuertes, el conformismo de los débiles y la ideología de los utópicos quieren imponerse tantas veces como el único camino posible.1

Educar es siempre un acto de esperanza que invita a la coparticipación y a la transformación de la lógica estéril y paralizante de la indiferencia en otra lógica distinta, capaz de acoger nuestra pertenencia común. Si los espacios educativos hoy se ajustan a la lógica de la sustitución y de la repetición; y son incapaces de generar y mostrar nuevos horizontes, en los que la hospitalidad, la solidaridad intergeneracional y el valor de la trascendencia construyan una nueva cultura, ¿no estaremos faltando a la cita con este momento histórico?

También somos conscientes de que un camino de vida necesita una esperanza basada en la solidaridad, y que cualquier cambio requiere un itinerario educativo, para construir nuevos paradigmas capaces de responder a los desafíos y emergencias del mundo contemporáneo, para comprender y encontrar soluciones a las exigencias de cada generación y hacer florecer la humanidad de hoy y de mañana.

Creemos que la educación es una de las formas más efectivas de humanizar el mundo y la historia. La educación es ante todo una cuestión de amor y responsabilidad que se transmite en el tiempo de generación en generación.

Por tanto, la educación se propone como el antídoto natural de la cultura individualista, que a veces degenera en un verdadero culto al yo y en la primacía de la indiferencia. Nuestro futuro no puede ser la división, el empobrecimiento de las facultades de pensamiento e imaginación, de escucha, de diálogo y de comprensión mutua. Nuestro futuro no puede ser este.

Hoy es necesario un nuevo periodo de compromiso educativo, que involucre a todos los componentes de la sociedad. Escuchemos el grito de las nuevas generaciones, que manifiesta la necesidad y, al mismo tiempo, la oportunidad estimulante de un renovado camino educativo, que no mire para otro lado, favoreciendo graves injusticias sociales, violaciones de derechos, grandes pobrezas y exclusiones humanas.

Se trata de un itinerario integral, en el que se salga al encuentro de aquellas situaciones de soledad y desconfianza hacia el futuro que generan depresión, adicciones, agresiones, odio verbal, fenómenos de intimidación y acoso entre los jóvenes. Un camino compartido, en el que no se permanezca indiferentes ante el flagelo de la violencia y el maltrato de menores, el fenómeno de las niñas esposas y de los niños soldados, la tragedia de los menores vendidos y esclavizados. A esto se suma el dolor por el “sufrimiento” de nuestro planeta, provocado por una explotación sin inteligencia y sin corazón, que ha generado una grave crisis medioambiental y climática.

En la historia hay momentos en los que es necesario tomar decisiones fundamentales, que no sólo dan una impronta a nuestra forma de vida, sino sobre todo una determinada posición ante posibles escenarios futuros. En la actual situación de crisis sanitaria —llena de desánimo y desconcierto—, consideramos que es el momento de firmar un pacto educativo global para y con las generaciones más jóvenes, que involucre en la formación de personas maduras a las familias, comunidades, escuelas y universidades, instituciones, religiones, gobernantes, a toda la humanidad.

Hoy se requiere la parresia necesaria para ir más allá de visiones extrínsecas de los procesos educativos, para superar las excesivas simplificaciones aplanadas sobre la utilidad, sobre el resultado —estandarizado—, sobre la funcionalidad y la burocracia que confunden educación con instrucción y terminan destruyendo nuestras culturas; más bien se nos pide que busquemos una cultura integral, participativa y multifacética. Necesitamos valentía para generar procesos que asuman conscientemente la fragmentación existente y los contrastes que de hecho llevamos con nosotros; la audacia para recrear el tejido de las relaciones a favor de una humanidad capaz de hablar el lenguaje de la fraternidad. El valor de nuestras prácticas educativas no se medirá simplemente por haber superado pruebas estandarizadas, sino por la capacidad de incidir en el corazón de una sociedad y dar nacimiento a una nueva cultura. Un mundo diferente es posible y requiere que aprendamos a construirlo, y esto involucra a toda nuestra humanidad, tanto personal como comunitaria.

Hacemos un llamamiento de manera particular a los hombres y las mujeres de cultura, de ciencia y de deporte, a los artistas, a los operadores de los medios de comunicación, en todas partes del mundo, para que ellos también firmen este pacto y, con su testimonio y su trabajo, se hagan promotores de los valores del cuidado, la paz, la justicia, la bondad, la belleza, la acogida del otro y la fraternidad. “No tenemos que esperar todo de los que nos gobiernan, sería infantil. Gozamos de un espacio de corresponsabilidad capaz de iniciar y generar nuevos procesos y transformaciones. Seamos parte activa en la rehabilitación y el auxilio de las sociedades heridas. Hoy estamos ante la gran oportunidad de manifestar nuestra esencia fraterna, de ser otros buenos samaritanos que carguen sobre sí el dolor de los fracasos, en vez de acentuar odios y resentimientos” (Carta enc. Fratelli tutti, 77). Un proceso plural y multifacético capaz de involucrarnos a todos en respuestas significativas, donde la diversidad y los enfoques se puedan armonizar en la búsqueda del bien común. Capacidad para crear una armonía: esto es lo que necesitamos hoy.

Por estos motivos nos comprometemos personal y conjuntamente a:

Poner en el centro de todo proceso educativo formal e informal a la persona, su valor, su dignidad, para hacer sobresalir su propia especificidad, su belleza, su singularidad y, al mismo tiempo, su capacidad de relacionarse con los demás y con la realidad que la rodea, rechazando esos estilos de vida que favorecen la difusión de la cultura del descarte.

Segundo: Escuchar la voz de los niños, adolescentes y jóvenes a quienes transmitimos valores y conocimientos, para construir juntos un futuro de justicia y de paz, una vida digna para cada persona.

Tercero: Fomentar la plena participación de las niñas y de las jóvenes en la educación.

Cuarto: Tener a la familia como primera e indispensable educadora.

Quinto: Educar y educarnos para acoger, abriéndonos a los más vulnerables y marginados.

Sexto: Comprometernos a estudiar para encontrar otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso, para que estén verdaderamente al servicio del hombre y de toda la familia humana en la perspectiva de una ecología integral.

Séptimo: Salvaguardar y cultivar nuestra casa común, protegiéndola de la explotación de sus recursos, adoptando estilos de vida más sobrios y buscando el aprovechamiento integral de las energías renovables y respetuosas del entorno humano y natural, siguiendo los principios de subsidiariedad y solidaridad y de la economía circular.

Queridos hermanos y hermanas: En definitiva, queremos comprometernos con valentía para dar vida, en nuestros países de origen, a un proyecto educativo, invirtiendo nuestras mejores energías e iniciando procesos creativos y transformadores en colaboración con la sociedad civil. En este proceso, un punto de referencia es la doctrina social que, inspirada en las enseñanzas de la Revelación y el humanismo cristiano, se ofrece como base sólida y fuente viva para encontrar los caminos a seguir en la actual situación de emergencia.

Tal inversión formativa, basada en una red de relaciones humanas y abiertas, debe garantizar el acceso de todos a una educación de calidad, a la altura de la dignidad de la persona humana y de su vocación a la fraternidad. Es hora de mirar hacia adelante con valentía y esperanza. Que nos sostenga, por tanto, la convicción de que en la educación se encuentra la semilla de la esperanza: una esperanza de paz y de justicia. Una esperanza de belleza, de bondad; una esperanza de armonía social.

Recordemos, hermanos y hermanas, que las grandes transformaciones no se construyen en el escritorio. Hay una “arquitectura” de la paz en la que intervienen las diversas instituciones y personas de una sociedad, cada una según su propia competencia, pero sin excluir a nadie (cf. ibíd., 231). Así tenemos que seguir: todos juntos, cada uno como es, pero siempre mirando juntos hacia adelante, hacia esta construcción de una civilización de la armonía, de la unidad, donde no haya lugar para esta virulenta pandemia de la cultura del descarte. Gracias.

 

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1 Cf. M. De Certeau, Lo straniero o l’unione nella differenza, Vita e Pensiero, Milán 2010, 30.

 

© Librería Editora Vaticana

 

 

 

 

Causas de los santos: Monseñor Semeraro, nombrado prefecto de la Congregación

Por el Santo Padre

octubre 15, 2020 13:41

Dicasterios

(zenit – 15 oct. 2020)-. El Papa Francisco ha nombrado prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos a monseñor Marcello Semeraro, hasta ahora obispo de Albano, Italia, ha informado hoy, 15 de octubre de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Este nombramiento se produce después de la renuncia del cardenal Giovanni Angelo Becciu, que tuvo lugar el pasado 24 de septiembre.

Becciu, actualmente investigado por malversación de fondos y nepotismo, renunció a su cargo de prefecto del dicasterio y a “los derechos inherentes al cardenalato” (participación en el precónclave y el cónclave).

 

Mons. Marcello Semeraro

El obispo, que cumple 73 años en diciembre, nació en Monteroni di Lecce, en Puglia. Recibió la ordenación sacerdotal en 1971 y fue nombrado por Juan Pablo II obispo de Oria en 1998. Ha sido profesor de Eclesiología en el Laterano.

Mons. Semeraro y el Papa Bergoglio se conocen desde 2001, gracias al Sínodo de los Obispos sobre “El Obispo, servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo”. Francisco, entonces arzobispo de Buenos Aires, fue el relator general y Mons. Semeraro fue su mano derecha como secretario especial para la preparación de documentos o la redacción de propuestas.

El prelado italiano ha ejercido como secretario del Consejo de Cardenales que ayuda al Santo Padre en el gobierno de la Iglesia Universal y estudia un proyecto de revisión de la Constitución Apostólica Pastor Bonus sobre la Curia Romana. Dado este nuevo nombramiento, también hoy ha sido sucedido en el cargo por Mons. Marco Mellino, secretario adjunto en el Consejo desde octubre de 2018.

El 21 de septiembre de 2019, recibió al Papa Francisco en su visita pastoral a Albano.

 

Con Anne Kurian-Montabone

 

 

 

 

Consejo de Cardenales: El cardenal Ambomgo Besungu, nuevo miembro

Mons. Mellino, nuevo secretario

octubre 15, 2020 14:05

Ciudad del Vaticano

(zenit – 15 oct. 2020)-. Dos días después de la última reunión en línea del Consejo de Cardenales – estructura creada en 2013 para ayudar al Papa en la reforma de la Curia Romana – el Papa Francisco ha confirmado a los 6 miembros y al coordinador, y ha nombrado un nuevo miembro, así como un nuevo secretario, hoy, 15 de octubre de 2020.

A partir de ahora será un “C7”: a los seis cardenales ya miembros, se ha añadido el cardenal Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de Kinshasa en la República Democrática del Congo, indicó la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado.

El cardenal, de 60 años, es licenciado en Teología Moral por la Academia Alfonsiana de Roma. Ha enseñado Teología Moral en la Universidad Católica de Kinshasa y en el Seminario Mayor de San Pedro y San Pablo en Lisala.

Ha servido como administrador apostólico de Kole y como obispo de Mbandaka-Bikoro. Es arzobispo de Kinshasa desde noviembre de 2018 y fue creado cardenal por el Santo Padre en el último consistorio el 5 de octubre de 2019.

 

Nuevo secretario

El secretario del Consejo, Mons. Marcello Semeraro, ha sido nombrado este mismo día prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, y es sucedido por Mons. Marco Mellino, secretario adjunto desde octubre de 2018.

Los otros miembros del Consejo Cardenalicio, confirmados por el Papa, son los cardenales Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa (Honduras) – que es su coordinador -, Pietro Parolin, secretario de Estado (Vaticano), Seán Patrick O’Malley, arzobispo de Boston (EE.UU.), Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India), Reinhard Marx, arzobispo de Munich (Alemania), y Giuseppe Bertello, presidente del Gobierno de la Ciudad del Vaticano.

El “C7” se encarga, entre otras funciones, de redactar la nueva Constitución Apostólica que sustituye a la Pastor Bonus de Juan Pablo II (1988). El texto se está leyendo actualmente en los dicasterios de la Curia.

 

 

 

 

El cardenal Barreto, nuevo presidente de la Red Eclesial Panamazónica

Comunicado del cardenal Hume

octubre 15, 2020 09:27

Iglesia Local

(zenit – 15 oct. 2020)-. El cardenal Pedro Barreto es ahora el nuevo presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y comenzará oficialmente su nuevo encargo el próximo 9 de noviembre, con ocasión de la asamblea virtual de la REPAM.

“Después de un profundo y orante proceso de discernimiento, y en vista de la dimensión del nuevo encargo eclesial a la guía de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), he tomado la decisión de cesar en mis funciones como presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM)”, así anunció ayer, 14 de octubre de 2020, el cardenal Cláudio Humes en un comunicado de prensa, el cese de su mandato.

El cardenal Humes había asumido la presidencia de la REPAM desde el nacimiento de la misma, el 12 de septiembre de 2014.

 

Tarea y servicio

“En ese mismo sentido y en espíritu sinodal, el cardenal Pedro Barreto asume esta importante tarea y servicio, al ser el vicepresidente de la red”, indica Mons. Humes, “él participó de todo el proceso fundacional de la REPAM, desde la reunión que se realizó en 2013 en la ciudad amazónica de Puyo, Ecuador, en donde se propuso la creación de esta Red Eclesial Panamazónica, como una respuesta de Dios a una necesidad muy sentida en la Panamazonía”, agrega.

El prelado explica que su salida de la presidencia es resultado “de un profundo y orado proceso de discernimiento, y ante la dimensión del nuevo servicio eclesial en la conducción de la CEAMA”.

“En ese mismo sentido y en espíritu sinodal”, el cardenal Pedro Barreto asume esta importante tarea y servicio, al ser el vicepresidente de la red.

 

“Seguir trabajando juntos”

Al aceptar la presidencia de REPAM, el cardenal Barreto expresa que asume el desafío de “seguir trabajando juntos, muy de la mano, pero sabiendo que la CEAMA es la expresión de una estructura eclesial que abre paso a una renovación de la Iglesia”.

“Cuenten conmigo en todo lo que haga falta en la REPAM, como complemento de la CEAMA. Para aplicar las orientaciones del Sínodo”, añade.

La posesión del nuevo presidente de la REPAM se llevará a cabo el próximo 9 de noviembre, durante la Asamblea de la REPAM, que se realizará de manera virtual.

 

Discernimiento y reorganización

Por otra parte, la designación del nuevo vicepresidente de la REPAM se realizará tras un proceso de consulta con las REPAM nacionales e instituciones fundadoras, y “siguiendo los criterios y perspectivas panamazónicas”.

Asimismo, el comunicado expone que, como parte del proceso de discernimiento y reorganización de la REPAM, su secretario ejecutivo ha cambiado y que la función ha sido asumida por el hermano marista João Gutemberg Mariano Coelho Sampaio.

Además, su sede se trasladó de Quito (Ecuador) a Manaos (Brasil).

 

Red Eclesial Panamazónica

En la nota, el cardenal Humes recuerda que la REPAM es un organismo eclesial surgido como resultado “del camino recorrido por la Iglesia profética y encarnada en este territorio”, co-fundada por el Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM, por la Vida Religiosa en América Latina (CLAR), las Cáritas de América Latina, y la Comisión para la Amazonía de los Obispos de Brasil (CNBB).

La REPAM constituye respuesta a la invitación de la Conferencia de Aparecida de “crear conciencia en las Américas sobre la importancia de la Amazonía para toda la humanidad. Establecer, entre las iglesias locales de diversos países suramericanos, que están en la cuenca amazónica, una pastoral de conjunto con prioridades diferenciadas para crear un modelo de desarrollo que privilegie a los pobres y sirva al bien común (n.45)”.

El prelado describe que al asumir la presidencia desde su fundación, durante estos años de gestión, “asumimos el desafío de fortalecer la red con un trabajo comprometido en el territorio para escuchar las demandas y anhelos de los pueblos y junto con las comunidades construir los nuevos caminos”.

Del mismo modo, reconoce que “la construcción de la red a nivel panamazónico es un ejercicio constante de escucha, diálogo, estructura y adecuación, por lo que la red se encuentra en un proceso constante de consolidación, fortalecimiento y articulación”.

 

 

 

 

‘Fratelli tutti’: Mensaje del Consejo Episcopal Latinoamericano

“Nuevos caminos de humanización”

octubre 15, 2020 10:50

Documentos
Iglesia Local

(zenit – 15 oct. 2020).- La presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) agradece y asume la voz profética del Papa Francisco expresada en la encíclica Fratelli Tutti en un mensaje titulado “Nuevos caminos de humanización de la vida, de fraternidad y amistad social”.

Como organismo de comunión eclesial recibe este documento papal “con alegría y esperanza, confiando en que su contenido iluminará y ampliará los horizontes de acción de la Iglesia en América Latina y el Caribe”.

“Siguiendo a Nuestro Señor Jesucristo y el ejemplo del Santo de Asís, el Papa Francisco nos anima a construir una vida con ‘sabor a Evangelio’, con sencillez y alegría, como hermanos de los pobres y de la naturaleza”, describe el mensaje.

Y “nos convoca también a comunicar el amor gratuito de Dios sin imponer doctrinas, saliendo al encuentro del otro, promoviendo la dignidad, deberes y derechos”, añade.

 

Una “humanidad en salida”

Además, la presidencia del CELAM recuerda que Francisco primero convocó a ser una Iglesia en salida y ahora “sobrepasa las fronteras y nos invita a ser toda una ¡humanidad en salida!, incluyendo a todas las comunidades y tradiciones religiosas, para un diálogo respetuoso y fecundo, viviendo como ‘omnes fratres’: hermanos todos”.

De este modo, el Papa demanda “ser una Iglesia constructora de paz fundada en la justicia, una Iglesia en salida, en conversión permanente y sinodal, promoviendo el protagonismo del laicado para construir cotidianamente el Reino de Dios”.

 

Ciclo de tres encíclicas

Asimismo, el texto subraya que con Fratelli Tutti, el Pontífice completa un ciclo de tres grandes documentos magisteriales. Primero, en Evangelii Gaudium, “nos mostró cómo vivir con alegría nuestra relación con Dios y el prójimo y el anuncio de su Palabra”.

Luego, en Laudato si’, “nos invitó a comprender nuestra profunda relación con la naturaleza y con toda la Creación, pues somos parte de ella”. Ahora, en Fratelli Tutti, “nos hace reflexionar sobre la relación de fraternidad que nos une a todos y todas”.

Fratelli Tutti es una profunda reflexión que el Santo Padre ha venido madurando desde hace mucho tiempo. Para el Papa, la COVID-19 ha tenido un efecto enorme, evidenciando las fracturas y el fracaso del modelo de desarrollo predominante. Este fracaso afecta principalmente a los más pobres, pero también a todo el pueblo. El Papa Francisco nos hace ver que la pandemia es una crisis de la cual saldremos mejores o peores, pero nunca iguales”, concluye el mensaje del CELAM.

 

 

 

 

El cardenal Bo interpreta ‘Fratelli Tutti’ para la Iglesia en Asia

Agradece el testimonio de los fieles

octubre 15, 2020 12:00

Documentos
Iglesia Local

(zenit – 15 oct. 2020)-. “Mis hermanos obispos y hermanas y hermanos de las Iglesias de Asia, gracias por el testimonio de sus vidas”, afirma el cardenal Charles Bo de Yangon, Myanmar, que, al recordar los grandes desafíos para su continente, remarca: “El sufrimiento del pueblo rohingya es una cicatriz en el alma de mi propio país”.

El presidente de la Federación de Conferencias Episcopales Asiáticas (FABC) subrayó esto en una declaración del 12 de octubre para la Iglesia y los obispos de Asia que el purpurado ha proporcionado a la edición inglesa de zenit, como reacción a la tercera encíclica del Santo Padre, Fratelli Tutti, sobre la fraternidad humana y amistad social, publicada la semana pasada por el Vaticano.

Myanmar está saliendo de décadas de gobierno militar después de que el partido de la Liga Nacional para la Democracia de Aung San Suu Kyi ganara las elecciones de 2015 y posteriormente tomara el cargo. La minoría musulmana de los rohingyas es considerada por la ONU como una de las más perseguidas.

Según datos del Proyecto Arakan, organización humanitaria que defiende los derechos de los rohingyas desde 2010, unos 100.000 miembros de la minoría han huido de Birmania (Myanmar) por mar. La violencia entre los budistas radicales y los rohingyas ha dejado, desde 2012, más de 200 muertos y 140.000 desplazados.

 

No dejar que la alegría del Evangelio disminuya

Comenzando con “cálidos saludos de paz” en su mensaje, el cardenal Bo se dirigió a sus “queridos hermanos obispos y a las queridas hermanas y hermanos de las Iglesias de Asia”, señalando que con respeto, alegría y amor les deseaba paz. Explicó que con esta carta les invitaba a leer, reflexionar y rezar sobre Fratelli Tutti.

En los primeros momentos del pontificado del Papa, recordó el cardenal asiático, Francisco inclinó la cabeza ante la gente reunida en la plaza de San Pedro y dio la siguiente invitación: “Recemos siempre por los demás. Oremos por el mundo entero, para que haya una gran fraternidad”.

Para la Iglesia en Asia, reconoció el cardenal Bo, el año 2020 es, y ha sido, un tiempo de caos, miedo y pérdida.

“Es pesado para vosotros”, señaló, reconociendo que: “es claustrofóbico ser obligados a quedarse en casa y mantener sus iglesias cerradas. Los calendarios están vacíos. Las donaciones se están agotando. Existe un aumento del hambre entre nuestros pobres. Naturalmente tememos por el futuro. Sin embargo, Francisco nos insta a no dar respuestas superficiales en estos tiempos de crisis. Nunca dejamos de estar en misión. Ahora es el momento de crear respeto por los demás, de vivir como queremos que sea el mundo en el futuro”. Destacó que una Iglesia “viva”, debe “sorprender siempre”.

“No dejéis”, imploró, “que la alegría del Evangelio disminuya en vuestros corazones. No cedan a la cultura de la indiferencia. A pesar de todo el dolor que nos rodea, sed conscientes, nos urge en esta encíclica, del abrumador, inmenso, sorprendente e inmerecido don que tenemos en la ‘fraternidad’.  La fraternidad, que significa cuidado y respeto por nuestras hermanas y hermanos, es el fundamento y el camino hacia la paz”.

 

“Vacunas” para las otras “pandemias”

“Hay más de una pandemia en el mundo ahora, nos dice Francisco”, continúa el cardenal Bo.

La COVID-19, señaló Bo, “solo expone estas dolencias sistémicas subyacentes”, que, incluyen: “el racismo, la desigualdad, el discurso de odio, el desprecio por los pobres, los ancianos y los no nacidos, la trata de mujeres y niños – todos están con nosotros en proporciones pandémicas”.

“Cada uno de ustedes es dolorosamente consciente”, dijo el cardenal, “de dónde está presente la cultura de la muerte en sus diócesis, en sus iglesias locales, en sus sociedades. Sabemos que para al menos 18 países de Asia la pena de muerte sigue siendo legal. Tenemos comercio de armas en Asia y algunas de las guerras más largas del mundo. Millones de personas no tienen otra opción que dejar a sus familias e ir al extranjero para encontrar trabajo”.

Señalando que estos son los asuntos que ya están en nuestra agenda y que confrontan el mensaje del Evangelio y llaman a la respuesta de todos los fieles, el presidente de la FABC añadió: “Contra estos, debemos desarrollar las vacunas de la compasión, la solidaridad y la justicia”.

En Fratelli Tutti, señaló el cardenal Bo, el Papa Francisco conduce a los lectores a una extensa meditación ignaciana sobre la conocida parábola evangélica del samaritano que fue movido por la compasión.

Inspirado por el buen samaritano, el Papa “traza un curso común para la humanidad” a través del compromiso con la paz, el rechazo de la guerra y la pena capital, el fomento del perdón y la reconciliación dentro de las sociedades y el cuidado de nuestro hogar común.

“Cuando miramos con ojos afilados por este Evangelio”, expuso Su Eminencia, “reconoceremos a Cristo en cada persona excluida. Todo lo que excluye a los más pobres está expuesto. Estamos llamados a criticar la cultura del descarte y a defender los derechos humanos de las personas que la sociedad hace vulnerables: mujeres, niños, minorías raciales, refugiados, no nacidos, ancianos y muchos otros”.

El respeto por las personas y por el bien común, describió, solo crece desde la verdadera fraternidad.  “En el hambre que nuestro pueblo enfrenta diariamente, también vemos ejemplos inspiradores de compasión en el compartir de los alimentos y en los buenos samaritanos que ofrecen voluntariamente su servicio para cuidar de los demás”.

 

Agradecimiento al Papa

Es evidente, observó el cardenal de Myanmar, que Francisco planeó originalmente centrar esta encíclica en las relaciones fraternas entre las religiones, ejemplificadas en el espíritu de fraternidad con el que firmó la declaración en Abu Dhabi con el gran imán Ahmad Al-Tayyeb. “Sin embargo, mientras escribía, el mundo se vio envuelto en la pandemia”, observó.

“Podemos estar verdaderamente agradecidos”, señaló Bo, de que el Santo Padre decidiera ampliar el alcance de la encíclica para reflexionar sobre la crisis de COVID-19 y sobre los peligros y oportunidades que crea. “En Asia, ambas realidades tocan nuestras vidas y comunidades de manera íntima y urgente”.

Las “tres grandes encíclicas” del Papa Francisco, prosiguió, se complementan entre sí.  “Evangelii Gaudium reza por la reconciliación con Dios. Laudato sì’ es un grito del corazón que llama a la reconciliación con la creación.  Fratelli Tutti aboga por la reconciliación, el diálogo y la solidaridad entre toda la humanidad como hermanas y hermanos”.

A través de estos textos, indicó, el Papa Francisco quiere que seamos conscientes de que la presencia de Dios impregna el mundo, inspirando a las personas de todas las culturas y religiones a promover la reconciliación y la paz. “Como servidores de la misión de Cristo hoy en día estamos invitados a ayudarle mientras arregla nuestras relaciones con Dios, con la creación y con otros seres humanos”. Para lograr un mundo abierto, el cardenal apuntó que “debemos tener los corazones abiertos”.

Las realidades de Asia, dijo el presidente de la FABC, se reflejan en el urgente mensaje de Fratelli Tutti. “Asia está en la encrucijada. El camino que tomemos decidirá la herencia que dejemos a nuestra próxima generación. ¿Será desperdiciada o salvada? ¿Escogerá Asia la codicia individual o se comprometerá con el bien común?”.

 

“Gracias por ser testigos de sus vidas”

Para el prelado, mucho depende de cómo reconstruyamos la sociedad después del coronavirus, señalando que muchos gobiernos asiáticos “están tratando de volver a los modelos económicos y sociales probados y fallidos”, y por lo tanto, “la urgencia es apropiada”. Aunque reconoce que los católicos son una minoría en todos los países asiáticos excepto Filipinas y Timor Oriental, el cardenal Bo dice que el tono franco de Francisco “nos anima a hablar con fuerza a todos como hermanos y hermanas”.

“El sufrimiento del pueblo rohingya es una cicatriz en el alma de mi propio país, Myanmar”, explicó, al enumerar otros desafíos para la Iglesia en Asia. “Sentimos profundamente estas tensiones entre los pueblos y buscamos oportunidades para responder a los conflictos actuales en algunas partes de Asia”.

El cardenal salesiano también expresó su aprecio por el espíritu de san Francisco de Asís a lo largo de la encíclica del Santo Padre.

“Hermanos obispos y hermanas y hermanos de las Iglesias de Asia, gracias por el testimonio de sus vidas”, elogió el presidente de la Conferencia Episcopal Asiática. “Que la llamada de nuestro Santo Padre a la solidaridad, al encuentro y a la gratuidad encuentre un eco en vuestras vidas y comunidades. Que aceptéis la insistente invitación del Papa Francisco al diálogo, al respeto y a la generosidad hacia todos los seres humanos. Dios es amor universal.  Nuestra Madre María nos guiará por el camino de Dios, el camino de la fraternidad universal”.

El cardenal Bo concluyó expresando su gran afecto personal y asegurando a los habitantes de su continente sus oraciones.

 

 

 

 

Costa Rica: Católicos y evangélicos unidos ante la crisis del país

Declaración conjunta

octubre 15, 2020 09:49

Iglesia Local
Justicia y Paz

(zenit – 15 oct. 2020)-. Los obispos católicos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica y los pastores y ministerios evangélicos unidos en la Federación Alianza Evangélica, han divulgado una declaración conjunta en la que manifiestan ante la opinión pública su posición sobre la difícil situación del país como consecuencia del deterioro económico, el desempleo y los efectos causados por la pandemia de COVID-19.

“La pobreza y la desigualdad social y económica, presentes en nuestro país, no sólo se mantienen, sino que también se han incrementado, creando enormes distancias entre la población que vive en zonas urbanas y las zonas rurales, lo cual se evidencia en diferencias notorias en la calidad de vida, en el acceso a los servicios públicos, en los rezagos en materia educativa y tecnológica, entre otros”, se lee en el primer punto de los cuatro que componen la declaración del 8 de octubre de 2020.

 

La indiferencia no es propia del cristiano

El documento habla de un panorama de “indiferencia e indolencia” que no son propios de los cristianos, por lo que reiteran su compromiso de trabajar unidos para enfrentar esta realidad junto con las autoridades del Gobierno. Las problemáticas a afrontar, según las instituciones religiosas, van desde el ámbito sanitario, social y económico, hasta el fiscal y ético.

“Consideramos necesario que los distintos sectores no solo se manifiesten, sino que sean tomados en cuenta a la hora de construir una agenda de prioridades que nos permita encontrar acuerdos esenciales, en lo fiscal, económico, social y ético”, subraya la nota.

Además, el texto recuerda que en tiempos difíciles se requieren liderazgos visionarios, sabios, prudentes y prácticos, fundamentados en principios y valores que hagan sobreponer los intereses del bien común sobre los intereses particulares.

 

Llamado al diálogo permanente

“Debemos procurar un mayor diálogo que haga posible la aprobación de medidas transitorias y permanentes que no signifiquen agregar más sufrimiento a las familias de menos ingresos y recursos, sino buscando una mayor contribución de quienes tienen más riqueza y han padecido menos en esta crisis económica y sanitaria”, puntualiza el mensaje de católicos y evangélicos.

Una clara reactivación económica que permita generar más empleo e inversiones, en lo económico y un trabajo para evitar la exclusión, el empobrecimiento y la desigualdad en los social, son parte de las exhortaciones de los líderes religiosos, que, no obstante, ponen en primer lugar el nivel ético de toda decisión y aspirar a una sociedad más solidaria, menos desigual, de mayores oportunidades.

La declaración de católicos y evangélicos finaliza con el compromiso de los cristianos a contribuir para que prevalezca el diálogo provechoso sobre la confrontación estéril, la unión sobre la división y el acuerdo sobre el conflicto.

“Rogamos a Dios por el mayor éxito que el Gobierno pueda tener para poder convocar a los distintos sectores para un verdadero diálogo nacional y la adopción de medidas concretas y urgentes que el momento crítico que vive el país”, concluye.

 

 

 

 

Cardenal Zenari: La catástrofe humanitaria persiste en Siria

Reunión en el Vaticano

octubre 15, 2020 17:43

Ciudad del Vaticano
Iglesia Local

(zenit – 15 oct. 2020)-. Esta mañana, en el Aula Nueva del Sínodo en el Vaticano, el cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en Siria, se ha reunido con los miembros del Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, “una oportunidad para reavivar la atención sobre la situación en Siria, postrada por casi diez años de violencia”.

Así ha informado hoy, 15 de octubre de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado.

También estaba presente el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, acompañado por monseñor Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados.

El cardenal Pietro Parolin introdujo las palabras del cardenal Mario Zenari, manifestando el deseo de que el mundo no se acostumbre a la “letanía de horrores que cada día nos llega de esa nación martirizada”.

 

Siria, “bomba de la pobreza”

Siria, ha afirmado el nuncio apostólico en su intervención sobre el tema, parece haber desaparecido del “radar mediático”. Pero la catástrofe humanitaria persiste y después de los mísiles, la mayor preocupación es ahora la “bomba de la pobreza”, que afecta al 80% de la población. En estos momentos se estima que 11 millones de sirios necesitan asistencia humanitaria.

El cardenal Zenari agradeció la generosidad de tantos Estados e instituciones, especialmente los organismos de las Naciones Unidas, que han puesto en marcha una serie de proyectos humanitarios, y habló de las numerosas emergencias que afectan al país, en primer lugar, la atención sanitaria, también en el contexto de la pandemia de COVID-19.

No obstante, “el tiempo se acaba”, ha advertido el purpurado: Siria es una “extensión de aldeas fantasmagóricas”, sembrada de ruinas y “muchos sirios han perdido la esperanza”.

El nuncio apostólico se refirió después a la delicada cuestión de las sanciones impuestas a Siria y a cómo repercuten inexorablemente en la población. Entre las numerosas heridas sangrantes del país, el prelado habló de los niños y los ancianos, muertos también por el frío invierno, de la huida de los jóvenes mejor preparados, además de los que perecieron en la guerra, de la repatriación de los refugiados y del problema de las numerosas personas desaparecidas y detenidas.

 

Respuesta internacional

Por último, el cardenal manifestó el deseo de que haya una respuesta internacional y se busquen soluciones radicales a largo plazo, también a la luz de las numerosas intervenciones del Papa Francisco sobre Siria y de la reciente encíclica Fratelli tutti: “Necesitamos desarrollar esta consciencia de que hoy o nos salvamos todos o no se salva nadie” (n. 137).

Al final, Zenari respondió a varias preguntas de los presentes. Entre los temas tratados figuraban las relaciones entre las comunidades religiosas de Siria, la necesidad de recuperación económica a diversos niveles para la reconstrucción del país, las consecuencias del conflicto en lo que se refiere a la presencia de cristianos en la región, la emergencia educativa, la condición de las mujeres y la necesidad de recursos financieros adicionales para el proyecto “Hospitales Abiertos”, tres hospitales católicos en Damasco y Alepo a los que pueden acceder gratuitamente los enfermos de cualquier grupo étnico o religioso.

La reunión concluyó con las palabras de agradecimiento del cardenal secretario de Estado, que reiteró la importancia de buscar nuevas soluciones y de no abandonar a Siria bajo un manto de silencio e indiferencia, indica la nota del Vaticano.

 

 

 

 

España: El músico Fernando Vacas recibe el agradecimiento del Papa

Tras compartir con el Pontífice una canción

octubre 15, 2020 18:09

Papa Francisco

(zenit – 15 oct. 2020)-. En una carta, el Papa Francisco ha agradecido a Fernando Vacas, productor, músico y compositor de Córdoba, al sur de España, el haber compartido con él la canción “Despertaré”.

Tal y como reporta el diario local cordobés Cordópolis, el verano pasado, Fernando Vacas soñó que el Santo Padre escuchaba dicha canción compuesta por él y por Estrella Morente.

El músico decidió cumplir su sueño y mandar la canción a Francisco: “Reconozco que el Papa siempre me ha caído muy bien porque ha unido y une a gentes de diferentes religiones y etnias (…). Y los sueños a veces son la antesala de cosas que están por pasar. Así lo sentí y por algo sería, así que lo envié”, cuenta al citado medio.

Dos semanas después, una carta firmada el 24 de agosto por monseñor L. Roberto Cona, asesor del Santo Padre, llegó a su casa. Este agradecía, en nombre del Pontífice, el hecho de compartir la canción, además de “la muestra de cordial simpatía” y le impartía “de corazón“, tanto al músico como a Morente, “la implorada Bendición Apostólica que complacido hace extensiva a su familia y demás seres queridos”.

Vacas relata que en la canción “compartía impresiones sobre la vida, los momentos tan difíciles que estamos viviendo y también era crítico con la Iglesia de otros momentos, a la que comparaba con un mercadillo. Francisco, el Papa, entendió el mensaje, escuchó y, por lo que se ve, le gustó la canción”.

“Nos tendremos que conocer algún día”, afirma el artista.

Fernando Vacas y Estrella Morante grabaron “Despertaré” hace unos meses para la banda sonora de una película titulada La vida era eso. El film, aún no se ha estrenado y se presentará en el próximo Festival de Cine Europeo de Sevilla.

 

Llamada del Papa

En otra ocasión, el lunes de Pascua de 2019, un hombre de Montilla, pueblo de Córdoba, recibió una llamada del Papa Francisco, después de que el cardenal Beniamino Stella entregara al Pontífice una carta en su nombre.

El Papa Francisco le transmitió vía telefónica que rezaba por él y su familia, mientras pidió a madre e hijo que también oraran por su pontificado.

Durante la conversación, la mujer pudo hablarle al Papa de la relación que une a la familia con la madre Adriana, de las Hermanas Carmelitas de Lucena, a las que Francisco telefoneó durante la Navidad de 2016. Para ellas, el Pontífice tuvo recuerdos.

 

 

 

 

Academia de Ciencias: Reinhard Genzel, nuevo miembro ordinario

Nombrado por el Santo Padre

octubre 15, 2020 13:57

Ciudad del Vaticano

(zenit – 15 oct. 2020)-. El Papa Francisco ha nombrado miembro ordinario de la Academia Pontificia de Ciencias al profesor Reinhard Genzel, director del Max Plank Institute for Extraterrestrial Physics, en Garching, Alemania.

Así ha informado hoy, 15 de octubre de 2020, la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

 

Reinhard Genzel

Nació en Bad Homburg vor der Höhe, Alemania, el 24 de marzo de 1952. Se graduó en Física y Astronomía en la Universidad de Bonn en 1975, donde también recibió su doctorado en 1978.

Ha enseñado en varias universidades y ha participado, sobre todo, en el estudio de la interferometría de base amplia y la interferometría de reflejo medio infrarrojo de las regiones de formación estelar galáctica.

Por sus investigaciones, Genzel ha recibido numerosos premios y galardones, culminando con el Premio Nobel de Física, otorgado en 2020.

Es miembro de varias Academias, incluyendo la Academia Europea de Ciencias y la Royal Society. Actualmente es director del Max Planck Institute for Extraterrestrial Physics, Garching, Alemania.

 

Academia Pontificia de Ciencias

La Academia tiene por objeto honrar la ciencia pura, asegurar su libertad y favorecer la investigación. La Academia Pontificia de Ciencias es de alcance internacional, multirracial en su composición, y no sectaria en la elección de sus miembros.

El trabajo de la Academia incluye seis grandes áreas: ciencias básicas, ciencias y tecnología de los problemas globales, ciencia de los problemas del mundo en desarrollo, política científica, bioética, epistemología.

 

 

 

 

Evangelio del 18 de octubre: Reflexión de Monseñor Enrique Díaz

“Lo que es de Dios”

octubre 15, 2020 08:34

Espiritualidad

(zenit – 15 oct. 2020).- Monseñor Enrique Díaz Díaz comparte con los lectores de zenit su reflexión en torno al Evangelio del próximo 18 de octubre, XXIX Domingo del Tiempo Ordinario.

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Isaías 45, 1. 4-6: “El Señor tomó de la mano a Ciro para someter ante él a las naciones”

Salmo 95: “Cantemos la grandeza del Señor”

Tesalonicenses 1, 1-5: “Recordamos la fe, la esperanza y el amor de ustedes”

San Mateo 22, 15-21: “Den al César lo que es del César y Dios lo que es de Dios”

 

Pregunta embarazosa

Pocas frases son tan citadas y tan comentadas como la que nos ofrece en el pasaje de este día el evangelio de San Mateo, pero también pocas frases tan manipuladas y utilizadas para los propios intereses. En realidad, la respuesta de Jesús está condicionada por quiénes hacen la pregunta y también por sus intenciones. Desautoriza a quienes llegan con dobles intenciones y no van con el corazón limpio en busca de la verdad. Ellos que se están enriqueciendo con el tributo a un Templo hecho por Herodes y con dinero que lleva la imagen del César, pero también la sangre y el tributo de los sometidos, vienen ahora a poner preguntas sobre licitudes y conveniencias. La pregunta esperaría de Jesús una respuesta estilo zelota en contra del imperio Romano al que ya muchas veces había denunciado, o bien una respuesta a favor del imperio que lo desprestigiara frente al pueblo que está sufriendo. Pero las palabras de Jesús resultan contundentes: “Hipócritas, ¿por qué tratan de sorprenderme?”. La salida de Jesús los deja confundidos y expuestos. Jesús escapa de la trampa volviéndola contra sus adversarios. Quizás sea solamente eso, una respuesta sarcástica e inteligente que pone en evidencia a los que acumulan riquezas extorsionando a los pequeños y conviviendo en contubernio con quienes oprimen al pueblo. Pero también puede verse en esta respuesta un atisbo de la opción de Jesús de poner como único dueño y como único Señor a Dios.

 

Den al César

Más de una vez se ha usado esta frase para defender la total separación entre el ámbito político y el ámbito religioso o también se le ha utilizado como excusa para no afrontar los deberes ciudadanos frente al bien común. No se refería a esto Jesús de Nazaret cuando dijo esta famosa frase. Si un cristiano dice estas palabras en sentido disyuntivo y excluyente, no está usando la frase de Cristo en el sentido correcto y verdadero, porque todo cristiano tiene que cumplir al mismo tiempo con sus obligaciones políticas y con sus obligaciones religiosas, tanto se trate de la obligación de mandar como de la obligación de obedecer. Lo que Cristo condena con toda claridad es la manipulación de la religión a favor de un partido o gobierno, pero al mismo tiempo también denuncia al gobierno que impone y subyuga una religión. Muchas veces las situaciones de desigualdad y de privilegio necesitan una justificación ideológica y religiosa. Se utilizan argumentos religiosos y hasta divinos para sostener autoridades o privilegios que humanamente parecerían equivocados. Y la utilización de Dios contra la justicia es de las cosas que menos puede tolerar Jesús, quizás porque Él vivía exclusivamente de la experiencia de un Dios-Papá que es el único que hace al hombre justo. El discípulo de Jesús y la Iglesia pueden vivir en medio de dos tentaciones opuestas: la tentación teocrática o el repliegue espiritualista. Por eso han existido tantos césares que confunden su causa con la de Dios y representantes de Dios que ambicionan convertirse en césares. Por eso se han manipulado autoridades, pero también se han dejado correr injusticias en silencio e indiferencia como si al discípulo no se le exigiera velar por la justicia y la verdad. En su respuesta Jesús no pone a Dios y al César al mismo nivel. Afirma la primacía de Dios y, desde ahí, descubre a los fariseos y herodianos su hipocresía, mostrando la dimensión religioso-política del impuesto y las monedas que se usan. Desenmascara las verdaderas intenciones que se esconden detrás de velos religiosos. Con su respuesta, Jesús también nos descubre a nosotros si no estamos dando la verdadera primacía a Dios y, tras su imagen, nos dejamos subyugar por los bienes materiales, por el poder, por la fama.

 

Libertad del corazón

Devolver a Dios lo que es de Dios supone reconocer que sólo Él es el Señor, pero también supone devolverle el pueblo, la creación y su proyecto de justicia y fraternidad. Nadie queda excluido de la obligación de promover una verdadera justicia y nadie puede esconderse en la sacristía en los momentos de crisis donde urge la presencia, la valentía y el dinamismo de los discípulos. Pero tampoco nadie puede arrogarse la inteligencia y la bondad divina utilizando la religión para sus proyectos personales o partidistas. Si el ser humano es la imagen de Dios, éste es propiedad de Dios y con él no se puede jugar con otros intereses. Queda desautorizada cualquier pretensión de dominio absoluto sobre el pueblo, la tierra y la persona humana. Cristo pone en nuestras manos la verdadera decisión de saber utilizar todos los medios para la construcción del Reino, pero no para manipular los sentimientos religiosos. Con una verdadera libertad del corazón, en nuestra vida personal, en la familia y en la sociedad, siempre debemos buscar la primacía de Dios porque sólo a Él pertenece el dominio absoluto, pero debemos evitar todo uso o manipulación de Dios. El verdadero discípulo no puede permanecer indiferente ante la política como si la religión lo tranquilizara; todo lo contrario, se pondrá “Evangelio” y presencia de Dios en la vida social, económica y política. El Evangelio de este día nos recuerda que hay que escuchar siempre la palabra de Dios, por encima de cualquier otro interés, y que no se puede arrinconar a Dios al mundo de lo privado. No podemos convertirnos en esclavos de las cosas, del poder ni de la religión, sino en servidores del Dios vivo. ¿Cómo asumo mis responsabilidades civiles: busco el bien de la comunidad o mis propios intereses? ¿Actúo con indiferencia ante los problemas sociales y políticos, o participo responsablemente? ¿Qué lugar ocupa Dios en mi corazón y cómo lo manifiesto en mi relación con mis hermanos?

 

Señor Jesús que con tu vida y ejemplo nos has enseñado la primacía de la voluntad de tu Padre y la construcción del Reino, ayúdanos a tener libre el corazón para servirle con un corazón sincero y buscar cumplir en todo su voluntad. Amén.

 

 

 

 

San Gerardo María Mayela, 16 de octubre

Protector de embarazadas y parturientas

octubre 15, 2020 08:23

Testimonios

 

“Joven redentorista, pronto en el seguimiento, obediente, confiado en la voluntad divina. Su vida está plagada de hechos extraordinarios, bendecida con gracias sobrenaturales. Es protector de las embarazadas y parturientas”

“¡Oh Dios mío, si pudiera convertir a tantos pecadores cuantos son los granos de la arena del mar y de la tierra, las frondas de los árboles, las hojas de los campos, los átomos del aire, las estrellas del cielo, los rayos del sol y de la luna, todas las criaturas de la tierra!”… era la oración que inundaba el corazón de este insigne apóstol redentorista. Nació en Muro, Italia, el 6 de abril de 1726. Sus padres eran pobres. Fue siempre un modelo de virtud. Sus 29 años de vida están plagados de hechos extraordinarios y sobrenaturales que se hicieron manifiestos como algo natural antes de tener uso de razón. A los 8 años cumplió su deseo de recibir la primera comunión mediante un favor singular. Su llanto al serle negado el Pan divino por razones de edad, fue recompensado con la presencia del arcángel san Miguel que le concedió esa gracia.

Perdió a su padre con 12 años y comenzó a formarse como aprendiz junto a un sastre bueno, pero uno de los empleados le infligió pésimos tratos. Tres años más tarde, esta misma o mayor rudeza la halló junto al prelado de Lacedogna, de difícil carácter, a quien sirvió hasta su muerte en 1745. En este tiempo transcurrido con uno y otro nunca se quejó; creyó estar cumpliendo la voluntad de Dios. Volvió a Muro y se estableció como sastre viviendo con su madre y hermanas. Pero no le compensó económicamente porque su generosidad no tenía fondo, y además de repartir lo que ganaba entre su madre y los pobres, destinaba el resto a misas para rescate de las almas del purgatorio. Sus jornadas estaban presididas por la oración y severas disciplinas.

En 1749 la Misión Popular de los redentoristas llegó a la localidad y pidió ser admitido en la Orden. Era de complexión débil y parecía que no fuera a soportar el rigor de la regla; por eso, el padre Cáfaro no lo acogió, para gozo de su madre que no quería verlo partir. El religioso, al ver la insistencia del joven, aconsejó a la madre que lo encerrara. Pero Gerardo se descolgó con una sábana por la ventana dejando este mensaje en su habitación: “Voy a hacerme santo”.

Cuando dio con los misioneros, pidió una oportunidad. Si no valía, dijo, que lo echaran a la calle. Antes de enviarlo al convento de Deliceto, el padre Cáfaro observó signos edificantes en él; lo vio perfectamente adaptado a la vida de un peregrino, durmiendo en el suelo, solícito en realizar lo que se le pedía. Así que viendo que quizá podría soportar el rigor conventual, le abrió la puerta de la comunidad. Eso sí, advirtiendo en una nota que le entregó para que la mostrase al llegar: “Te envío a un hombre inútil”. Un craso error, como él mismo constataría al llegar a Deliceto para asumir la rectoría ese mismo año de 1749.

Gerardo era un trabajador nato, admirable por su caridad y generosidad. Sus gestos de desprendimiento, la disponibilidad para ayudar a todos, su celo apostólico y tantas virtudes que se apreciaban en él ponían de manifiesto que era un alma santa, llena de inocencia. Era un gran asceta perseguido por el diablo y mimado por Dios, con quien desde niño se había acostumbrado a mantener un diálogo familiar tal que muchos de sus prodigios se producían en el contexto de situaciones propiciadas por él como si fueran lo lógico. Con esa confianza rogó ayuda a una imagen del Niño Jesús para recuperar las llaves de la casa del prelado para el que trabajaba que se le cayeron al pozo. Y el Niño Dios las extrajo del mismo. Y es solo un ejemplo.

Profesó en 1752. Fue siempre ejemplar modelo de obediencia, caridad y humildad. Desarrolló con toda puntualidad labores de jardinería, cocina, enfermería, carpintería, albañilería, sastrería y también fue limosnero, aunque lo que le llenó de gozo fue actuar como sacristán. Se quedaba extasiado ante el Santísimo Sacramento y meditaba en la Pasión. Ésta le conmovía y quiso emularla antes de su ingreso en el convento, para lo cual pidió a un amigo que lo azotara. Él mismo se infligió penitencias en las que no faltaron los cilicios. Una vez, orando ante el Sagrario, prisionero del amor divino, le oyeron decir cándidamente: “Señor, déjame que me vaya, te ruego, pues tengo mucho que hacer”.

Una joven lo acusó ignominiosamente de haber faltado contra la castidad con una virtuosa mujer. Y Gerardo, viviendo la regla al pie de la letra, no se defendió. Con toda humildad aceptó las disposiciones de san Alfonso María de Ligorio que incluyeron para él una de las peores penitencias: quedar privado de la comunión. Dos meses más tarde la acusadora confesó su culpa, y su fundador quedó más conmovido aún por la virtud de Gerardo. Éste recibió numerosos dones sobrenaturales: discernimiento de conciencias, profecía, ciencia infusa, bilocación, dominio de los animales… Con firmeza, instando a muchos al arrepentimiento y sincera conversión de sus pecados, que él conocía por la gracia que se le dio de penetración de espíritus, logró numerosas conversiones. Cuando le atribuían milagros que ciertamente había obrado, recordaba: “Es fruto de la obediencia”.

Añoró morir de una enfermedad contagiosa que lo mantuviese desamparado de todos. En agosto de 1755, enfermo del pulmón, sufrió una hemorragia y colocó este cartel sobre el dintel de su celda: “Aquí se hace la voluntad de Dios, como Dios quiere y hasta cuando Él quiera”. Se le reveló la fecha de su muerte: el 8 de septiembre de ese año. Pero momentáneamente surtió efecto la carta de su director espiritual pidiéndole que sanase. Gerardo decía: “El día 8 había de morir, pero lo impidió el P. Fochi”. Sus sufrimientos duraron hasta la madrugada del 16 de octubre. Antes vaticinó la hora exacta de su deceso, que se produjo en la casa de Materdómini (Avellino), hallándose solo, como deseaba, porque el hermano que le asistía había salido a tomar un vaso de agua. Por equivocación del responsable de tocar la campana del convento, que estaba imbuido por la emoción de la pérdida del santo, el tañido fue de gloria, no de difuntos. León XIII lo beatificó en 1893. Pío X lo canonizó el 11 de diciembre de 1904.