Tribunas

Milagro y sugestión

 

Dedicado a Jesús Serrano Matoses

 

 

José Luis Velayos


 

 

 

 

 

¿Qué es un milagro? ¿Existen hoy día milagros? ¿Son inmutables las leyes de la Naturaleza? ¿Estamos hablando de sugestión?

La palabra latina miraculum, deriva del verbo mirare, que significa «admirar», contemplar con admiración, con asombro, con estupefacción. Los de habla latina llamaban miraculum a las cosas prodigiosas que escapaban a su entendimiento, como son  los eclipses, la llegada de las estaciones del año, las tempestades, los terremotos, etc.

En castellano, idioma cuyo origen es latino, la palabra correspondiente es milagro. Y en francés y en inglés se denomina miracle; en italiano, miracolo. Son todas palabras derivadas de miraculum.

¿Es milagrosa la gran capacidad del hombre que propicia una sociedad tan adelantada y con visos de más progreso?  ¿Se puede decir que es milagroso el funcionamiento de un cerebro tan poderoso como el humano? ¿No son en cierta manera milagrosos los grandes cambios de la sociedad sucedidos en tan poco tiempo?

¿Es milagrosa la aparición de una nueva vida, sobre todo si es de un hombre?

¿Es milagrosa la variedad de animales y plantas que habitan el planeta?

¿Es milagrosa la permanencia de las estaciones, de la ritmicidad del ciclo día – noche?

Pero el milagro propiamente dicho es un hecho que “se salta” las leyes de la Naturaleza. Como es Dios el que las ha dictado, los milagros tienen que ser, por fuerza, de origen divino. No son frecuentes los milagros. Nos basta con los referidos en las Sagradas Escrituras.

La Iglesia Católica es muy estricta en cuanto a la declaración de algo como de tipo milagroso. El rigor es manifiesto. Por ejemplo, en cuanto a una dolencia, para que su curación se considere milagrosa, es preciso que tal dolencia sea incurable;  que se haya puesto de manifiesto la total ineficacia de los medicamentos o protocolos empleados en el tratamiento de la misma; que la curación haya sucedido de forma instantánea o casi instantánea; que la curación haya sido absoluta; y que no sea el resultado de una interpretación derivada del estado psíquico de la persona en cuestión; en este sentido, que el hecho no sea una mera sugestión.

Sugestión es la denominación dada al proceso psicológico mediante el cual personas, medios de comunicación, libros y toda clase de entes manipulan conceptos, emiten información sesgada, guían los pensamientos, emociones, sentimientos, comportamientos e incluso el estado físico de las personas. (Los animales también son susceptibles de ser sugestionados)

La sugestión podría equipararse al llamado “lavado de cerebro”, aplicado por algunas entidades supranacionales  o incluso gobiernos nacionales, mediante un control firme de los medios de comunicación de masas y/o del sistema de educación. Con ello, se diseminarían ideologías, propagandas, en una escala particularmente intensiva, influyendo sobre grandes sectores de la población.

La sugestión actúa sobre el ánimo de las personas, y por lo tanto, en gran medida sobre el cerebro, y por consiguiente sobre las estructuras cerebrales ligadas a lo emotivo. Tal es el caso del sistema límbico del cerebro, base orgánica, material, de las emociones; y junto con el sistema límbico, la corteza prefrontal del lóbulo frontal, tan desarrollada en la especie humana.

La palabra inglesa “sugestion”  significa sugerencia. El significado es distinto que en castellano.

Como el hombre es libre, aunque le sea costoso, puede sobreponerse y vencer a las presiones, campañas, acosos, “lavados de cerebro” e incursiones extrañas en su intimidad. El asunto aunque difícil, es factible porque la gran arma del ser humano es su libertad. La verdad da libertad.