Colaboraciones

 

Apuntes culturales: Rubén Amón y el Papa Francisco

 

 

12 julio, 2021 | El Tertuliano


Imagen de Norbert Staudt en Pixabay

 

 

 

 

 

De un tiempo a esta parte, han ido ganando peso en el mercado del audio los podcast. Entre ellos, me fijé hace tiempo en La mesa de la cocina, una entretenidísima creación de Gonzalo Altozano (según algunos, el mejor entrevistador de la España actual) que les recomiendo buscar en iVoox y demás plataformas de podcast. En el último programa publicado, Altozano conversa con Rubén Amón a propósito de su último libro “El fin de fiesta. Por qué la tauromaquia es un escándalo…y hay que salvarla”.

A lo largo de la conversación, Amón, previa confesión de ateismo, hace un alegato a favor de la Misa en latín. En su opinión, el misterio debe causar estupor, y no podemos aspirar a explicarlo entero. Es entonces cuando critica al Papa Francisco, al que acusa de una “trivialización” que no favorece la transmisión del mensaje.

 

La crítica al Pontífice me ha resultado curiosa.

Un servidor, que ha procurado leer a grandes rasgos lo que ha publicado el Papa, recuerda que en la exhortación programática del pontificado de Francisco “La alegría del evangelio” el Papa tiene un apartado titulado Una catequesis kerigmática y mistagógica en la que insiste en “una renovada valoración de los signos litúrgicos de la iniciación cristiana” y señala que “el encuentro catequístico es un anuncio de la Palabra y está centrado en ella, pero siempre necesita una adecuada ambientación y una atractiva motivación, el uso de símbolos elocuentes…En esta línea, todas las expresiones de verdadera belleza pueden ser reconocidas como un sendero que ayuda a encontrarse con el Señor Jesús. No se trata de fomentar un relativismo estético, que pueda oscurecer el lazo inseparable entre verdad, bondad y belleza, sino de recuperar la estima de la belleza para poder llegar al corazón humano y hacer resplandecer en él la verdad y la bondad del Resucitado”.

Podemos comprender que el Sr. Amón tenga la impresión de que el Papa trivializa. De hecho, en la conversación con Altozano destaca como contraejemplo la entrevista concedida por pantalla a Jordi Évole. El caso de Amón resulta paradigmático de lo que pasa hoy con muchas personas (incluidos cristianos): no saben del Papa nada más que lo que los medios les cuentan, y le atribuyen una trivialización que no es propiamente suya.

Hace poco, un buen cristiano muy seguidor de estas cosas me decía que había leído un post (que soy incapaz de encontrar) en el que se destacaba que con Francisco estamos litúrgicamente mejor que con Juan Pablo II. Y es que, en efecto, Francisco ha tenido estos años la liturgia en las buenas manos del Cardenal Sarah y ha confiado las celebraciones pontificias al excelente Guido Marini. Unido esto a la preservación de todas las mejoras introducidas por Benedicto XVI, la liturgia no está peor que hace cuarenta años. Si en alguna parte hay Misas “trivilizadas” es sin duda por abusos del párroco, pero no por confusiones doctrinales con origen en Roma. Incluso me atrevo a decir que los abusos han ido remitiendo, y que si un ciudadano cualquiera que tal vez hubiese salido huyendo de las Misas pop hace años se asoma a los templos ahora, seguramente encontrará mucha más dignidad litúrgica de la que dejó. Incluso si busca (aunque la jerarquía no lo pone fácil), encontrará la Misa tradicional en latín en varios sitios.

En todo caso, debemos bendecir las apreciaciones del Sr. Amón, pues sus consideraciones estéticas seguramente nos ayuden a todos a valorar más la liturgia. Y tal vez a través de sus consideraciones algún que otro lector alejado quiera volverse hacia Dios en la contemplación del misterio.

Por lo demás, el tema de fondo de la tauromaquia promete, y se trata de un libro que tiene la capacidad de abandonar los argumentos meramente utilitaristas y destacar la esencia de la fiesta sin hacerse perdonar con consideraciones razonables a los enemigos. Un camino que tal vez habría que platear también en la catequesis, que tal vez así sería más “kerigmática y mistagógica”.