Tribunas

6 santos para acompañarnos en los desafíos de nuestra vida diaria

 

Alice Ollivier. Association Hozana


 

 

 

 

 

Los santos pueden interceder por nosotros ante Dios. Mártires, taumaturgos, místicos, a veces puede parecernos que están muy lejos de nuestra rutina de transporte-trabajo-niños-compra-casa. Y, sin embargo, podemos entregarles nuestros problemas de cada día. Descubre a seis santos, verdaderos compañeros de nuestra vida cotidiana, dispuestos a mostrarnos que ninguna de nuestras preocupaciones -grandes o pequeñas- es insignificante a ojos de Dios.

 

 1. ¿Problemas en el trabajo? Pidamos la ayuda de San José, patrono de los trabajadores. El padre adoptivo de Jesús encontró en su trabajo de carpintero, realizado con valor y humildad, el camino de la santidad. Por eso podemos rezarle para encontrar un empleo, apaciguar las tensiones en el trabajo, protegernos en nuestro oficio. Él conoció las preocupaciones propias de todo padre de familia, particularmente las de dar alimento y alojamiento a María y a Jesús. Su intercesión es muy eficaz también para los problemas de alojamiento.

 2. La vida de familia no es un largo discurrir manso y tranquilo y numerosos son los desafíos de los padres. Los padres de Santa Teresita del Niño Jesús, Luis Martin y Celia Guerin, saben de eso con sus nueve hijos. Dejándose guiar por Dios en su tarea de padres, alcanzaron la santidad (¡y permitieron a su hija florecer hasta convertirse también en santa!). También nosotros, dejémonos guiar por esta santa pareja para saber responder a las necesidades de nuestros hijos. Con ella, permitamos a nuestros hijos ser plenamente ellos mismos, hombres y mujeres maravillosos, tal y como Dios los quiso.

 3. En nuestras vidas tan llenas, una (¡gran!) parte de nuestro tiempo transcurre por los caminos. Camino del trabajo, camino de la escuela, camino de las vacaciones… San Cristóbal es el santo patrono de los viajeros y los automovilistas le rezan. Antes de un trayecto, podemos pedirle que nos mantenga alertas, prudentes, atentos a los demás y abiertos a lo que ese camino nos pueda aportar.

 4. Frente a situaciones conflictivas en el círculo familiar, profesional, amistoso, e incluso en un juicio, San Expedito podrá ser un mediador eficaz y benevolente. A este santo, conocido por la prontitud de sus decisiones, se le reza en situaciones de urgencia. Podemos pedirle que le rece al Espíritu Santo para que nos ilumine e inspire a todos el deseo de la verdad, de la misericordia y de la caridad.

 5. Pérdida de llaves, complicidad perdida en la pareja, amigo demasiado olvidado, sentimiento de haberse perdido… ¡A San Antonio de Padua se le puede pedir auxilio en nuestras pérdidas, incluso de nosotros mismos! Este dulce santo franciscano ilumina nuestras búsquedas, ya sean materiales, afectivas, o espirituales. Conocido por sus milagros y su cuidado sin límites de los demás, recémosle con confianza.