Reportajes
EL AYUNTAMIENTO CONSIGUE AL FIN AMPLIARSE
Marisa Puente | 24.08.2016
En 1907 se inauguraba el edificio del Ayuntamiento de Santander junto a la parroquia de San Francisco de Asís, que fue derribada en 1936. Tras cinco años de obras, en 1967 se inauguró la segunda parte, la ampliación que daba lugar a lo que hoy conocemos como la Casa Consistorial. Nueve años después de cumplir su centenario, el Ayuntamiento crecerá de nuevo. Tras años de pleitos, en el jardín vacío del solar de la calle La Paz ya han comenzado los trabajos geotécnicos para la construcción de un edificio que en un futuro será para dar servicios municipales.
El Ayuntamiento compró el solar a principios de los 90 por 200 millones de pesetas, lo declaró en ruina en 1991 y lo derribó poco después con un coste de seis millones de pesetas. Las negociaciones comenzaron en 1992 por conflictos con los vecinos del edificio. El problema surgió del hecho de que la casa Consistorial había adquirido los pisos y las buhardillas con la intención de construir el edificio con fines administrativos, pero no se hizo con los bajos.
Tras muchos ofrecimientos y negociaciones con los tres dueños de los dos locales que había en los bajos, era imposible llegar a un acuerdo. La estrategia del Ayuntamiento fue interponer una demanda para establecer las cuotas de participación en el solar de cada propietario. Al ser un solar indivisible, debía venderse en subasta judicial y al tener la mayoría la administración se quedaría con él.
Hubo varios juicios. Por un lado, en el 2000 el tribunal falló a favor de la propietaria de uno de los locales, pero en 2002 y 2006 la Audiencia Provincial y el Tribunal Supremo lo hicieron a favor del Ayuntamiento. Por el otro, los dos propietarios del segundo local también llevaron a la Casa Consistorial a juicio en 2001 y perdieron. En 2003 recurrieron a la Audiencia Provincial, pero ésta desestimó el recurso. Finalmente se zanjó el litigio con el pago de 277.000 euros a los propietarios de los bajos para que el Ayuntamiento se hiciera con el 100% de la propiedad del solar.
La parcela tiene una superficie de 241 metros cuadrados y por sus características el Plan General de Ordenación Urbana establece que es posible construir un edificio de 7 plantas sobre rasante con una edificabilidad de unos 1.520 metros cuadrados construidos.
Todavía no se ha empezado con la obra propiamente dicha, pero el 8 de agosto comenzaron las labores previas a la construcción del bloque. Éstas han consistido en el análisis el subsuelo en esa parcela a través de sondeos y perforaciones para conocer las necesidades de cimentación del futuro edificio, el número de plantas subterráneas que se pueden excavar, etc.
Aun no se saben los usos concretos del edificio. Según el concejal de Infraestructuras, César Díaz, tendrá que haber reuniones con el personal para llegar a un acuerdo. Lo que sí ha adelantado, es que el Ayuntamiento realizará un estudio de las necesidades de todos los espacios en los que se prestan los servicios municipales para determinar cuáles se trasladarán, y que tendrán prioridad los que se den en locales en alquiler para eliminar ese gasto.
MÁS OBRAS EN EL AYUNTAMIENTO
La construcción de este nuevo bloque entra dentro del conjunto de obras de rehabilitación del Ayuntamiento de Santander, que también conlleva mejoras en otros espacios del edificio principal. Según César Díaz, la iniciativa está encaminada a que “los empleados municipales y los ciudadanos presten y reciban los servicios del Ayuntamiento en unas instalaciones modernas y funcionales, propias de una Administración cercana y eficaz”.
Estos ajustes comenzaron el día 9 de agosto y está previsto que se retoquen todas las partes del edificio actual, tanto la antigua como la reciente.
En la parte antigua la remodelación consiste en la rehabilitación de la cubierta con la aplicación de un tratamiento contra el óxido y un producto ignífugo. También se trata de desmontar las placas de pizarra y la tela asfáltica, revisar la estructura de madera y sustituir las vigas en el caso de que estén dañadas, colocar un nuevo aislamiento y una nueva impermeabilización e instalar un nuevo acabado de cubierta con placas de zinc.
En cuanto al interior, es probable que se coloquen pasarelas de tramex sobre el lucenario situado sobre el salón de plenos. En la zona de archivo se realizará un refuerzo metálico para un buen soporte del peso transmitido por los armarios.
En la parte más moderna también se rehabilitará la cubierta ya que ha sufrido algunos daños. Para repararla es necesaria su demolición y su posterior reconstrucción. La nueva tendrá una estructura metálica sobre la que se colocará un nuevo aislamiento, nueva impermeabilización y un nuevo acabado a base de placas de zinc.
Marisa Puente
