A escondidas

DEPRESIÓN POST VACACIONAL

 

Marisa Puente | 29.08.2016


En tres días comienza septiembre, o lo que es lo mismo, en tres días comienza el agobio. Ahora es la época de los lamentos, de arrepentirse porque se ha pasado el verano y “no he hecho nada”, de pensar en que llega la vuelta al cole, la rutina, Navidad, Nochevieja y que se ha pasado otro año en el que no hay muchas cosas que lo hayan hecho especial.

El problema es que pensamos demasiado en el futuro. Está bien tener una organización y una agenda, pero lo que no puede ser es estar siempre agobiados al pensar en lo que vendrá el mes que viene. En vez de disfrutar lo poco que queda y hacer planes para aprovechar el tiempo, por nuestra cabeza ronda una tristeza y una pereza que nos recuerda que se acaba lo bueno. Hay que cambiar el chip, aprender a disfrutar de todos los momentos y deshacer esa idea de que verano es igual a diversión e invierno es aburrimiento.

Al final solo conseguimos amargarnos, ya que las expectativas del verano son tan buenas que resulta que cuando acaba nos damos cuenta que pensábamos pasarlo mejor de lo que lo hemos pasado, y hacer muchas más cosas de las que hemos hecho. Por otro lado, antes de llegar el invierno ya estamos concienciados de que es una época gris y no hacemos nada para cambiarlo.

 

Marisa Puente