La misteriosa Llama

La Vieja Dama

 

 

Alejandro Sanz | 03/06/2017


 

En 1988 la Juventus jugó una importante eliminatoria de la Copa de la UEFA contra otro equipo español; en aquella ocasión, el Athletic de Bilbao y el primer partido se disputaba en San Mamés. Estábamos justo en una época en la que la violencia recorría las gradas de una buena parte de los estadios del mundo. Los supporters ingleses salían en televisión un día sí y otro también, destrozándolo todo a su paso y peleándose antes, durante y después de los partidos. Por una especie de mimetismo gamberro, el fenómeno se fue extendiendo como un virus y afectó a los tifosi italianos, a los ultras españoles, a la torcida brasileña o a las barras bravas argentinas, por citar solo algunos ejemplos.

Unos días antes del partido nos llegó una sorprendente noticia a la Redacción de El Diario Montañés: una peña de la Juventus había elegido un restaurante de la ciudad para celebrar una comida en la víspera del partido contra los vascos. Así que, Juan Carlos de la Fuente, hoy director del Centro Regional de Televisión Española en Cantabria, me mandó para allá a ver quiénes eran aquellos tipos.

Llegué al Barrio Pesquero, escenario de la comida, y me llevé una grata sorpresa, los tifosi tenían ya cierta edad, iban muy bien vestidos y combinaban sus atuendos con algún detalle que les identificaba con su equipo, pero con una elegancia que solo un italiano puede permitirse. No solo estaban encantados con la entrevista sino que se consideraban una especie de embajadores de su club y, por extensión, de su país y se mostraron amables y encantadores.

Hablé con ellos y me contaron que recorrían Europa con la Juve y, antes de un desplazamiento, investigaban y seleccionaban un restaurante de excelencia en las cercanías del lugar donde jugaba su equipo. Por increíble que parezca prefirieron comer en Santander antes que pegarse una panzada en Bilbao y me consta que quedaron muy satisfechos con su elección.

Cuando les pregunté qué sabían de Cantabria me respondieron una sola palabra: Santillana. “¿Las cuevas de Altamira? -les respondí, sorprendido?”. “Nooo, el delantero centro del Real Madrid, -me contestaron- le amamos por todos los goles que le ha metido al Inter de Milán”.

Regresé al periódico y escribí una página sobre ellos, ilustrada con algunas fotografías de Manolo Bustamante. No eran tiempos digitales, así que les envié por correo dos o tres ejemplares de El Diario Montañés. Al cabo de unos días recibí su agradecimiento y un banderín de la Peña Gaetano Scirea, que durante muchos años estuvo en mi habitación. Hasta en la elección del nombre habían sido elegantes ya que Scirea fue un pundonoroso defensa de la Juve que había capitaneado a la selección italiana y había muerto poco tiempo antes en un terrible accidente de tráfico.

Cuando vea esta noche la final de la Champions no dejaré de pensar en aquella peña de caballeros que recorrían la violenta Europa con estilo y savoir faire. No cabe duda de que eran dignos seguidores de un club conocido en Italia como “La vecchia signora”, es decir, “La vieja dama”. Les deseo mucha suerte y muchos triunfos… excepto esta noche.

 

Alejandro Sanz