COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO

ANTE MIS OJOS, UN MUNDO DE INMORALIDAD

 

Víctor Corcoba Herrero/ Escritor | 20.03.2015


En este campo de inmoralidades en el que muero cada día,
me hice el propósito de florecer acunado por el silencio,
no quiero ser un trozo de carne despreciado con los años,
y tengo la intención de llevarme a los labios la amapola
con la que tejí un cuerpo más poesía que metralla.

Me siento abierto a todo en esta prisión del mundo,
quiero cambiar su espíritu que rebosa odio por doquier,
persigo alzarme con la justicia, realzarme con la libertad,
me asiste el más níveo verso para conquistar corazones
y me auxilia el más etéreo pulso para reconquistar la luz.

Ya está bien de comer todos los días una ración de llanto,
y una cazuela de sinsabores servidos a golpe de timón.
El puchero del mundo sigue vacío para los indigentes,
mientras los opulentos lo acaparan todo para su derroche.
Así germina la desesperación en unos, la soberbia en otros.

Deseo otro trote más humano y otro trato más amoroso,
todos andamos muy agotados por exceso de venganza.
También espero no quedarme solo, mudo y estático,
y no poder ser yo en el trance hacia otra existencia,
para gritar que sigo vivo y poder calmar tanto gemido.

 

Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
20 de marzo de 201
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