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25 de mayo de 2006


El Papa en Polonia
Benedicto XVI, tras las huellas de Juan Pablo II, para fortalecer en la fe a los polacos
El Papa sólo pide una cosa a los sacerdotes: ser especialistas del encuentro con Dios
La Iglesia debe pedir perdón y reconocer el bien realizado, reconoce el Papa
Discurso de Benedicto XVI al llegar a Polonia

Santa Sede
La vida consagrada, respuesta a «formas de religiosidad salvaje»

Mundo
Fallece un arzobispo chino con el anillo que le regaló el Papa
Los cristianos de Oriente Medio «deben insistir en su derecho a existir»
El Gobierno español y representantes de obispos afrontan la aplicación de la Ley de Educación
Misa para seminaristas de todo el mundo en Valencia (España)
Se necesita un «rearme ético» en el periodismo, señalan obispos españoles

Entrevista
Los signos del reacercamiento ortodoxo-católico, según el cardenal Kasper

Nuevos movimientos
Fraternidad de Comunión y Liberación
Grupo Promotor del Movimiento para un Mundo Mejor

Documentación
Documento final del primer Congreso de Televisión Católica Latinoamericano y del Caribe
El valor de comunicar la verdad
Encuentro Mundial de las Familias – Catequesis preparatoria V

 




 


El Papa en Polonia



Benedicto XVI, tras las huellas de Juan Pablo II, para fortalecer en la fe a los polacos
El obispo de Roma llega a Varsovia en su segundo viaje internacional

VARSOVIA, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- Siguiendo las huellas de Juan Pablo II, Benedicto XVI llegó este jueves a Polonia con el objetivo de confirmar en la fe a los más de 36 millones de católicos de este país.

Al bajar las escaleras del avión, el pontífice pronunció sus primeras palabras en polaco para confesar su alegría por ver cumplido uno de sus primeros deseos desde el inicio de su pontificado: visitar los lugares más amados de Karol Wojtyla.

«He venido para seguir las huellas del itinerario de su vida, desde la infancia hasta su partida al memorable cónclave de 1978» y para encontrarse con las generaciones de quienes «han nacido y madurado para el Señor bajo su guía pastoral como sacerdote, obispo y Papa».

Tres mil personas dieron la bienvenida al Santo Padre, a las 11 de la mañana, cuando el avión papal Alitalia aterrizó en el aeropuerto internacional de Okencie, de Varsovia. En todo el país, las campanas de las iglesias repicaron para saludarle.

Entre las personalidades que le acogieron se encontraba el presidente de Polonia Lech Kaczynski, acompañado por su esposa, que aguardaban a los pies de la escalinata. Entre los representantes de la Iglesia católica, se encontraban el cardenal Josef Glemp, arzobispo de Varsovia, y el cardenal. Stanislaw Dziwisz, arzobispo de Cracovia, antiguo secretario de Juan Pablo II.

La peregrinación apostólica internacional, que lleva por lema «Permaneced firmes en la fe», es la segunda de este pontificado, aunque es la primera programada por el nuevo Papa, pues su viaje a Alemania de agosto pasado, con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud, había sido prevista por Juan Pablo II.

El mismo Benedicto XVI aclaró, sin embargo, que «no se trata sólo de un viaje sentimental, aunque también lo sea, sino de un itinerario de fe, enmarcado en la misión que me ha confiado el Señor en la persona de Pedro apóstol, quien fue llamado a confirmar a los hermanos en la fe».

«Yo también quiero beber de la fuente abundante de vuestra fe, que mana sin interrupción desde hace más de un milenio», aseguró a los católicos polacos.

El Papa pronunció su discurso alternando pasajes en polaco e italiano. Algunos de los párrafos en polaco fueron leídos por un prelado colaborador suyo en la sección polaca de la Secretaría de Estado.

El resto de sus primeras palabras en Polonia sirvieron para expresar sus esperanzas para este viaje que concluirá el 28 de mayo en Auschwitz, después de haber visitado Varsovia, Czestochowa, Cracovia, Wadowice, y Kalwaria Zebrzydowska.

El Papa dejó el aeropuerto para dirigirse en un automóvil panorámico a la catedral de Varsovia para encontrarse con los sacerdotes. Durante el recorrido recibió el saludo festivo de la muchedumbre que se echó a las calles para manifestarle su cariño, como sucedía durante los viajes de Juan Pablo II.
ZS06052508

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El Papa sólo pide una cosa a los sacerdotes: ser especialistas del encuentro con Dios
Su primer encuentro en Polonia lo dedica al clero en la catedral de Varsovia

VARSOVIA, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI demostró este jueves el deseo de hacer de su viaje a Polonia un decidido impulso para la fe de la Iglesia en el país encontrándose con los sacerdotes en la catedral de Varsovia, nada más haber aterrizado en la patria de Juan Pablo II.

«Los sacerdotes sólo se esperan de los fieles una cosa: que sean especialistas en la promoción del encuentro del hombre con Dios», constató el Santo Padre en su encuentro con el clero polaco.

«Al sacerdote no se le pide que sea experto en economía, en construcción o en política. Se le pide que sea experto en vida espiritual», añadió.

Eran las 12.30 cuando el Papa fue acogido en la catedral dedicada a San José con las palabras del cardenal Jozef Glemp, primado de Polonia, que precisamente en este día celebraba sus 50 años de ordenación sacerdotal.

El Santo Padre, en las palabras que dirigió al clero señaló las «tentaciones del relativismo o del permisivismo» y reconoció que «no es necesario ni mucho menos que el sacerdote conozca todas las actuales y cambiantes corrientes de pensamiento; lo que los fieles se esperan de él es que sea testigo de la eterna sabiduría, contenida en la Palabra revelada».

El consejo que les dejó fue el de vivir intensamente la administración de los sacramentos, en nombre de Cristo, y la «oración personal»

Recordando los años del comunismo, reconoció que «vivir bajo el totalitarismo puede haber generado una inconsciente tendencia a esconderse bajo una máscara exterior, cediendo a una cierta forma de hipocresía».

«Está claro que esto no ayuda a la autenticidad de las relaciones fraternas y puede llevar a una exagerada concentración en uno mismo», indicó.

«En realidad, se crece en la madurez afectiva cuando el corazón adhiere a Dios», indicó. «Cristo necesita sacerdotes que sean maduros, viriles, capaces de cultivar una auténtica paternidad espiritual».

Al final del encuentro, antes de dejar la catedral, el Papa rezó ante las tumbas de dos de los fallecidos arzobispos de Varsovia, el cardenal Stefan Wyszyński (1901-1981), y el cardenal August Hlond (1881-1948).

En la tarde de este jueves, el Papa visitó al presidente de Polonia, Lech Kaczynski, en el Palacio Presidencial de Varsovia. Tras el encuentro privado, saludó al primer ministro y a los dos presidentes del Parlamento.

En la tarde visitó la iglesia luterana de la Santísima Trinidad de Varsovia para participar en un encuentro ecuménico con los representantes de siete iglesias reunidas en el Consejo Ecuménico Polaco y con representantes de otras religiones.
ZS06052509

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La Iglesia debe pedir perdón y reconocer el bien realizado, reconoce el Papa


VARSOVIA, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- Benedicto XVI explicó a los sacerdotes en su primer día de viaje a Polonia que la Iglesia debe pedir perdón por las infidelidades de sus hijos, pero también debe reconocer el bien realizado con la ayuda de la gracia de Dios.

En el discurso dirigido al clero en la catedral de Varsovia, recordó que «el Papa Juan Pablo II, con motivo del gran Jubileo exhortó en varias ocasiones a los cristianos a hacer penitencia por las infidelidades pasadas. Creemos que la Iglesia es santa, pero en ella hay hombres pecadores».

«Es necesario rechazar el deseo de identificarse sólo con los que no tienen pecado. ¿Cómo podría la Iglesia excluir de sus filas a los pecadores?», preguntó a los presbíteros.

Y respondió que «Jesús se encarnó, murió y resucitó por su salvación. Es necesario, por ello, aprender a vivir con sinceridad la penitencia cristiana. Practicándola, confesamos los pecados individuales en unión con los demás, ante ellos y ante Dios».

«Es necesario, sin embargo --reconoció--, estar en guardia ante la pretensión de constituirse arrogantemente en jueces de las generaciones precedentes, que han vivido en otros tiempos y circunstancias. Hace falta una sinceridad humilde para no negar los pecados del pasado, sin caer en fáciles acusaciones en ausencia de pruebas reales o ignorando las diferentes precomprensiones de entonces».

Además, siguió diciendo, «la confesión del pecado ["confessio peccati"], utilizando una expresión de san Agustín, tiene que estar acompañada siempre por la confesión de la alabanza ["confessio laudis"]. Al pedir perdón por el mal cometido en el pasado, también tenemos que recordar el bien realizado con la ayuda de la gracia divina que, si bien es puesta en vasos de barro, ha dado frutos con frecuencia excelentes».
ZS06052514

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Discurso de Benedicto XVI al llegar a Polonia
«Permaneced firmes en la fe»

VARSOVIA, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- Publicamos el discurso que pronunció Benedicto XVI este jueves por la mañana al aterrizar en el aeropuerto internacional de Varsovia/Okecie, después de haber recibido las palabras de bienvenida del presidente de Polonia Lech Kaczynski.


 

* * *



Señor presidente,
ilustres señoras y señores,
señores cardenales y hermanos en el episcopado,
queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Con mucha alegría me encuentro hoy entre vosotros en tierra de la República Polaca. He deseado mucho esta visita, al país y entre la gente de la cual provenía mi amado predecesor, el Siervo de Dios Juan Pablo II. He venido para seguir las huellas del itinerario de su vida, desde la infancia hasta su partida al memorable cónclave de 1978, y sobre este camino quiero encontrar y conocer mejor a las generaciones de creyentes que le ofrecieron al servicio de Dios y de la Iglesia y a cuantos han nacido y madurado para el Señor bajo su guía pastoral como sacerdote, obispo y Papa.

Nuestro camino común estará acompañado por el lema: «Permaneced firmes en la fe». Lo recuerdo desde el inicio para afirmar que no se trata sólo de un viaje sentimental, aunque también lo sea, sino de un itinerario de fe, enmarcado en la misión que me ha confiado el Señor en la persona de Pedro apóstol, quien fue llamado a confirmar a los hermanos en la fe (Cf. Lucas 22, 32). Yo también quiero beber de la fuente abundante de vuestra fe, que mana sin interrupción desde hace más de un milenio.

Saludo al señor presidente y le doy las gracias de corazón por las palabras que me ha dirigido en nombre de las autoridades de la república y de la nación. Saludo a los señores cardenales, a los arzobispos y a los obispos. Dirijo un saludo también al primer ministro y a todo el gobierno, a los representantes del Parlamento y del Senado, a los miembros del Cuerpo Diplomático junto con su decano, el nuncio apostólico en Polonia. Me alegra la presencia de las autoridades regionales, con el alcalde de Varsovia. Quiero dirigir un saludo también a los representantes de la Iglesia ortodoxa, de la Iglesia evangélica de Augsburgo y de las demás iglesias y comunidades eclesiales. Y lo dirijo también a la comunidad judía y a los seguidores del Islam. Por último, saludo de corazón a toda la Iglesia en Polonia: a los sacerdotes, a las personas consagradas, a los alumnos de los seminarios, a todos los fieles, y sobre todo a los enfermos, a los jóvenes y los niños. Os pido que me acompañéis con el pensamiento y la oración para que este viaje sea fecundo para todos nosotros y nos lleve a profundizar y reforzar nuestra fe.

He dicho que el recorrido de mi camino en este viaje a Polonia está marcado por las huellas de la vida y del servicio pastoral de Karol Wojtyła y por el itinerario que recorrió como Papa peregrino en su propia patria. Por este motivo, he querido detenerme principalmente en dos ciudades tan queridas para Juan Pablo II: la capital de Polonia, Varsovia, y su sede arzobispal, Cracovia.

En Varsovia me encontraré con los sacerdotes, con las diferentes iglesias y comunidades eclesiales no católicas, y con las autoridades estatales. Espero que estos encuentros traigan abundantes frutos para nuestra fe común en Cristo y para las realidades sociales y políticas en las que viven los hombres y las mujeres de hoy.

Se ha previsto una breve visita a Czestochowa y un encuentro con los representantes de los religiosos y religiosas, con los seminaristas y con los miembros de los movimientos eclesiales. La mirada cariñosa de María nos acompañará en nuestra búsqueda común de un vínculo profundo y fiel con Cristo, su Hijo.

Y, por último, me detendré en Cracovia para poder dirigirme, desde allí, a Wadowice, a Kalwaria, a Lagiewniki, a la catedral de Wawel. Sé muy bien que son los lugares más amados por Juan Pablo II, pues están ligados a su crecimiento en la fe y a su servicio pastoral. No faltará un encuentro con los enfermos y los que sufren en el lugar que quizás es el más apropiado para una cita con ellos, el Santuario de la Divina Misericordia en Lagiewniki. No podré faltar, tampoco, cuando los jóvenes se reúnan con motivo de la vigilia de oración. Con mucho gusto estaré con ellos y espero disfrutar con su testimonio de fe joven y vigorosa.

El domingo nos encontraremos en la pradera de las Blonia para celebrar la solemne santa misa de acción de gracias por el pontificado de mi querido predecesor y por la fe en la que siempre nos ha confirmado con la palabra y el ejemplo de su vida. Y, por último, me dirigiré a Auschwitz. Allí espero reunirme sobre todo con los supervivientes de las víctimas del terror nazi, procedentes de diferentes naciones, que han sufrido la trágica opresión. Todos rezaremos juntos para que las heridas del siglo pasado cicatricen con la medicina que el buen Dios nos indica al invitarnos al perdón recíproco, y nos ofrece en el misterio de su misericordia.

«Permaneced firmes en la fe», éste es el lema de este viaje apostólico. Quisiera que estos días sirvieran para fortalecernos en la fe a todos nosotros, a los fieles de la Iglesia que está en Polonia y a mí mismo. Para quienes no tienen la gracia de la fe, pero tienen en su corazón la buena voluntad, que mi visita sea un momento de fraternidad, de benevolencia y de esperanza. Estos valores eternos de la humanidad constituyen un fundamento firme para crear un mundo mejor, en el que cada quien pueda encontrar la prosperidad material y la felicidad espiritual. Se lo deseo a todo el pueblo polaco. Dando las gracias una vez más al señor presidente, al episcopado polaco por la invitación, abrazo cordialmente a todos los polacos y les pido que me acompañen con la oración en este camino de fe.

[Traducción realizada por Zenit
© Copyright 2006 - Libreria Editrice Vaticana]

ZS06052506

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Santa Sede



La vida consagrada, respuesta a «formas de religiosidad salvaje»
El cardenal Rodé intervino en el congreso «Vida consagrada: "Duc in altum"»

ROMA, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- Tras decenios de ateísmo y agnosticismo, y ante «formas de religiosidad salvaje, más o menos paganizantes e incluso panteístas», hace falta «una vida consagrada orientada hacia Dios», considera el cardenal Franc Rodè.

El prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica pronunció estas palabras en su intervención, el pasado 20 de mayo, en el congreso «Vida consagrada: "Duc in altum"», organizado por este dicasterio y el Ateneo Pontificio «Regina Apostolorum».

El encuentro, con motivo de los diez años de la exhortación apostólica postsinodal «Vita Consecrata», analizó el contenido fundamental y la reflexión que emerge de este documento firmado por Juan Pablo II.

Ante 600 religiosas, entre ellas 120 madres generales, el cardenal Franc Rodè, C.M, afrontó la historia inmediatamente posterior al Concilio Vaticano II.

El cardenal Rodé reconoció las dificultades que se han dado para aplicar las «intuiciones profundas del Concilio Vaticano II», haciendo que se haga más lenta «la auténtica renovación de la vida consagrada», a causa de «influjos ideológicos que han tergiversado la pureza de la caridad, aún teniendo en sí mismos un alma de caridad».

Citando las palabras de Benedicto XVI a la Curia Romana, el cardenal Rodè explicó que «del Concilio han surgido dos hemeneúticas, una que ha causado confusión y otra que ha producido frutos».

Según el prefecto del dicasterio vaticano, se produjo, por una parte, «la hermenéutica de la discontinuidad y de la ruptura» con la Tradición de la Iglesia, «que se pudo contar con la simpatía de los medios de comunicación y también de una parte de la teología moderna» y, por otra, «la hermenéutica de la reforma, de la renovación en la continuidad de la única entidad Iglesia que el Señor nos ha donado».

Para volver a dinamizar el entusiasmo de la vida religiosa, el cardenal Rodè subrayó la centralidad de Jesucristo, afirmando que la Iglesia espera de la vida consagrada el «don total de sí a Dios».

«Mantener viva la dulce memoria del Salvador en nuestro mundo, distraído y seducido por tantas sirenas, significa evidenciar la dimensión profética de la vida consagrada», indicó el purpurado.

«Renovar la vida religiosa significa realizar su identidad, es decir su referencia a Cristo. No se trata de crear otra vida consagrada, sino de volver a dar luz en su fuerza y pureza originaria».

En el encuentro intervino Maleny Medina, profesora del Ateneo Pontificio «Regina Apostolorum», para constatar «la presencia de un nuevo tipo de ateísmo: el ateísmo de la indiferencia», que responde a la tentación «de prescindir del Creador, poniendo al hombre como absoluto», junto al «rechazo de todo tipo de compromiso, sobre todo si es de por vida».

Según la profesora Medina, «la consagración es, antes que una acción nuestra, una acción divina, un acto sagrado, es Dios el que elige y, en la fe, aceptamos concientemente y libremente este don. Es creer a fondo que Dios existe, que Dios es amor y que El puede saciarnos completamente».

Explicó que «con nuestra castidad consagrada curamos a los hombres y las mujeres de hoy de aquella carencia afectiva tan grande de la que padecen y saciamos su sed de verdadero amor».

«Con nuestra pobreza consagrada respondemos a la necesidad de verdaderos bienes que dan seguridad en la vida», añadió.

«Nuestra obediencia consagrada responde a la verdadera identidad del hombre: antes que libre, soy criatura, dependiente de Aquél que me ha concedido existir», subrayó.

Y concluyó con la exhortación de santa Catalina de Siena: «Si sois lo que deberíais ser, prenderéis fuego al mundo entero. Porque el mundo tiene necesidad de testigos».

El padre Arnaldo Pigna, ocd, profesor de la Facultad Teológica Pontificia «Teresianum», explicó en qué consiste el «carisma auténtico» de la vida religiosa.

Es, sobre todo, un don que proviene del Espíritu y que no se debe confundir con las otras dotes personales. Este don se caracteriza por un profundo deseo ardiente de configurarse con Cristo para testimoniar algún aspecto de su misterio y tiene «el fin de promover la construcción de la Iglesia y la concordia dentro de ella».

«En el fondo --concluyó el padre Pigna--, la fidelidad al carisma es sólo una variante de la fidelidad a Cristo, un modo para expresar nuestra conversión a la persona del Señor Jesús, de penetrar cualquier aspecto de su misterio y de revivirlo hoy, a través de comportamientos y estilos de vida que lo sepan mostrar y revelar».
ZS06052503

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Mundo



Fallece un arzobispo chino con el anillo que le regaló el Papa


PEKÍN, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- Este miércoles falleció a los 79 años de edad el arzobispo de Xian, monseñor Antonio Li Duan, uno de los cuatro obispos chinos a quien el Papa Benedicto XVI invitó a participar en el Sínodo de los Obispos de Octubre y a quienes las autoridades impidieron viajar a Roma.

Al recordar su figura, «Radio Vaticano» le presentó este jueves como una «personalidad estimada por intelectuales y políticos, incluso no cristianos», que «ha reconstruido la Iglesia de Xian después de la persecución de la Revolución Cultural, reforzando las comunidades cristianas y los institutos religiosos en el compromiso de cariad y en los estudios teológicos».

Por su parte, la agencia «AsiaNews» revela que falleció con el anillo que le envío Benedicto XVI tras el Sínodo de la Eucaristía. A quien le visitaba en el hospital, monseñor Li Duan se lo mostraba con orgullo: «Este es el signo de mi comunión con el Papa», decía.

Monseñor Li Duan sufrió con frecuencia controles e interrogatorios por parte de la policía y pasó en la cárcel largos períodos de su vida.

Era conocido como uno de los mayores defensores de libertad religiosa en China y, gracias al renacimiento experimentado a través de su ministerio, su archidiócesis cuenta hoy con 59 sacerdotes, 300 religiosas, 60 parroquias y más de 20.000 fieles, según números ofrecidos por «Radio Vaticano».
ZS06052515

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Los cristianos de Oriente Medio «deben insistir en su derecho a existir»
Advierte el Patriarca latino de Jerusalén

BEIRUT/JERUSALÉN, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- Lejos de «llorar y limitar su papel con el pretexto de ser perseguidos», los cristianos de Oriente Medio «deben insistir en su derecho a existir» y reforzar su formación religiosa y cultural, alerta el Patriarca latino de Jerusalén.

Generalmente, cuando se habla de Oriente Medio se alude al conjunto de países formado por Arabia Saudita, Bahrein, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Irak, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Qatar, Siria, Turquía y Yemen, así como los territorios de Gaza y Cisjordania.

La agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras (PIME) «AsiaNews» publicó el miércoles la conversación que había mantenido con Su Beatitud Michel Sabbah.

El Patriarca de Jerusalén, hablando de la libertad religiosa en Oriente Medio, indicó en Líbano «el único país árabe donde la Iglesia puede tener influencia gracias a la existencia de pensadores cristianos libaneses capaces de transmitir el pensamiento cristiano».

Y pidió a las comunidades cristianas emprender «un camino de perdón y de aceptación del otro». «Porque todos somos cristianos en una sociedad árabe, debemos construir una sociedad tolerante que esté reconciliada y abierta a los demás», expresó.

En cuanto a la necesidad de reforzar su papel y lugar en la región, los cristianos deben orientarse a una completa formación, en lugar de lágrimas y lamentos, apuntó el Patriarca.

Pertenecen «con pleno derecho» a sus tierras de origen, y no deben «llorar y limitar su papel con el pretexto de ser perseguidos, sino que deben insistir en su derecho a existir», recalcó.

Por otro lado, la comunidad internacional tiende a colaborar con el más fuerte, y «en Oriente Medio el más fuerte en la época actual es el musulmán, y esta comunidad está dispuesta a ofrecer a los cristianos como sacrificio si pudiera resolver el conflicto», considera monseñor Sabbah.

Aludiendo al problema de Oriente Medio, el Patriarca latino de Jerusalén apuntó en esta ciudad «la clave de la solución»: la Ciudad Santa «debe estar abierta a todos y gobernada por sus ciudadanos».

Igualmente anunció el proyecto «para formar un consejo superior cristiano-musulmán-judaico, orientado a coordinar la vida de los fieles en la Ciudad Santa».

No omitió señalar el estado de miedo que reina en los territorios palestinos, donde «hay odio de los musulmanes hacia los cristianos, y los cristianos temen a los musulmanes».
ZS06052501

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El Gobierno español y representantes de obispos afrontan la aplicación de la Ley de Educación
Reunión de la Comisión Mixta Iglesia-Estado

MADRID, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- La Comisión Mixta Iglesia-Estado sobre Educación de España se reunió este jueves en la sede del Ministerio de Educación y Ciencia para tratar diversos asuntos relacionados con la Ley Orgánica de Educación (LOE).

Por parte de la Conferencia Episcopal Española han participado el cardenal Antonio Cañizares, vicepresidente de la CEE y arzobispo de Toledo; monseñor Fidel Herráez, miembro de la Comisión Episcopal de Enseñaza y Catequesis (CEEC) y obispo auxiliar de Madrid; el padre Juan Antonio Martínez Camino, Secretario general y portavoz de la CEE, y Modesto Romero, Director del secretariado de la CEEC.

Por parte del Ministerio de Educación y Ciencia han asistido la Ministra, Mercedes Cabrera; el Secretario General de Educación, Alejandro Tiana; el Subsecretario del Ministerio, Fernando Gurrea, y José Luis Pérez Iriarte, Director general de Educación, Formación Profesional e Innovación Educativa.

Una nota del episcopado español revela que «el encuentro, realizado a petición de la Conferencia Episcopal Española, se ha desarrollado en un ambiente de cordialidad y ha sentado las bases para seguir trabajando en el desarrollo reglamentario de la Ley Orgánica de Educación, en lo referente a las disposiciones adicionales 2ª y 3ª que tratan de la asignatura de religión y del profesorado que la imparte».

«La Conferencia Episcopal Española mantiene la postura expresada en la Nota del Comité Ejecutivo del 10 de marzo de 2006, titulada “La LOE no cumple los acuerdos con la Santa Sede”», indica el comunicado emitido tras el encuentro.

En la reunión, explica la nota emitida por la Conferencia Episcopal, «se ha dialogado sincera y constructivamente sobre las dificultades objetivas que se plantean en el desarrollo de la LOE».

«Ambas partes han escuchado con atención los respectivos argumentos y se ha determinado abrir un plazo de diez días para estudiar las soluciones que hagan posible que los derechos de todas las partes, reconocidos en la legislación vigente, puedan ser armonizados de forma efectiva», indica el texto.

En una rueda de prensa, de la que informa Veritas el padre Martínez Camino explicó que tan importante son las soluciones que puedan encontrarse en relación con la asignatura de religión como a la cuestión del profesorado de religión, «si una falla, la otra también falla, si una cae, la otra también cae».

En su comparecencia ante los medios explicó que no puede darse una buena enseñanza de religión si los profesores encargados de impartirla no son los adecuados o no tienen la preparación necesaria, y al revés, ocurre lo mismo, de nada valen unos buenos docentes si el tratamiento de la asignatura no es el correcto.

Aunque el portavoz de la Conferencia Episcopal Española no quiso adelantar ninguna de las posibles soluciones, sí hizo alusión al papel de la nueva ministra en el diálogo Iglesia-Estado, «se nos ha escuchado con atención», dijo.

Según informa Veritas, el subsecretario del Ministerio de Educación, Fernando Guerrea, expresó al término de la reunión que los obispos creen que hay «cierta confrontación», sin precisar más, en algunos aspectos del profesorado respecto a los acuerdos firmados con la Santa Sede, y están «expectantes» ante los desarrollos normativos.

Guerrea, acompañado por el secretario general de Educación, Alejandro Tiana, insistió en que el Ministerio y la Conferencia Episcopal han llegado a un «principio de acuerdo para seguir trabajando» en estos asuntos.
ZS06052518

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Misa para seminaristas de todo el mundo en Valencia (España)
Durante el Encuentro Mundial de las Familias, el próximo julio

VALENCIA, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- Una Eucaristía en la iglesia de Santa Catalina --en la ciudad española de Valencia-- será momento de celebración y reunión para seminaristas de todo el mundo y sus familiares, durante el V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) convocado por el Papa el próximo julio.

Benedicto XVI acudirá la gran cita de las familias, cuyos actos abarcarán del 1 al 9 de julio.

Es el contexto en que la comisión de Seminarios de la Conferencia Episcopal Española ha programado la citada Misa para los seminaristas; la celebración será el 7 de julio (a las 20 horas), víspera de la llegada del Santo Padre.

La iglesia de Santa Catalina también mantendrá una exposición continua del Santísimo Sacramento todos los días del encuentro, de 9.00 a 21 horas.

Voluntarios del EMF se encargarán de que «la adoración del Santísimo se desarrolle con total normalidad», explica el organismo informativo archidiocesano «Avan».

En esta iglesia valenciana se ofrecerán igualmente confesiones en cuatro idiomas (español, inglés, francés o italiano) para los peregrinos.

El sacramento de la Penitencia será administrado por los sacerdotes que atienden el templo, del instituto secular de los Operarios Diocesanos.

El carisma de los Operarios Diocesanos, basado en «la adoración eucarística y en el cuidado y fomento de las vocaciones», ha motivado que la iglesia de Santa Catalina «haya sido elegida para acoger la exposición continua del Santísimo y la misa para los seminaristas», apuntó su rector, Francisco Ruiz.

Actualmente la de Santa Catalina es la única iglesia abierta al culto con exposición diaria al Santísimo en la archidiócesis de Valencia. Es además sede de la «Adoración Nocturna Española».

Web plurilingüe del EMF: www.wmf2006.org
ZS06052504

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Se necesita un «rearme ético» en el periodismo, señalan obispos españoles
En su mensaje por la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

MADRID, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- Ante los desafíos que enfrentan hoy periodistas y comunicadores, desde la Conferencia Episcopal española se les hace la invitación a «un verdadero rearme ético», dada su responsabilidad profesional en el servicio de la verdad y de la promoción de la paz.

Así se recoge en el mensaje que, bajo el título «El valor de comunicar la verdad», han difundido los obispos de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS) con ocasión de la XL Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

Instituida por el Concilio Vaticano II, tal Jornada se celebrará el próximo domingo, este año con el lema «Los medios: red de comunicación, comunión y cooperación».

Se sintetiza así un «compromiso operativo» que se muestra «más urgente cuando la fragmentación y hasta la fractura van ganando terreno en la vida personal y en el marco social, dificultando la necesaria serenidad y la convivencia armónica», advierten los obispos españoles.

En este contexto, trabajar «por una mayor cohesión social y unidad de los ciudadanos» «exige necesariamente tanto la opción por la verdad, mostrada con caridad», «como por los valores que sustentan la dignidad de la naturaleza humana, y que tienen en Jesucristo, el Verbo Encarnado, el verdadero modelo de referencia y plenitud».

Conscientes de que «iluminar las conciencias, formar opinión y crear pensamiento nunca es una tarea neutral», los prelados españoles recuerdan la necesidad de «principios, valentía y decisión» «para que haya una comunicación verdadera en las actuales circunstancias de pensamiento único, de manipulación del lenguaje y de relativismo gnoseológico y moral».

Y es que «en este nuevo siglo, el periodismo se enfrenta a desafíos nunca imaginados », constatan.

«Los comunicadores sociales --alertan los obispos-- se han convertido “en oscuro objeto del deseo” de los grupos de presión, especialmente de los gobernantes».

Ello marca la necesidad de que el periodismo vuelva «a razonar sobre los principios y fundamentos del oficio, ya que una comunicación sin trampas requiere superar las cortapisas ideológicas, económicas y políticas que a veces dificultan la auténtica información».

Hace igualmente «ineludible» --añaden-- «fomentar entre los periodistas y demás comunicadores la conciencia responsable de que son servidores de la verdad y promotores de la paz».

Para ello los prelados españoles invitan «a cuantos trabajan en los medios, ya sean de titularidad eclesial o civil, a un verdadero “rearme ético”».

Y recuerdan cuando Juan Pablo II invitó «a los periodistas a que concibiesen su trabajo como una tarea en cierto sentido “sagrada”, ejercida con la conciencia de que “se les confían los poderosos medios de comunicación para el bien de todos, en particular para el de las capas más débiles de la sociedad».

De tal forma, «no se puede escribir o emitir sólo en función del índice de audiencia, a despecho de servicios verdaderamente formativos», como «tampoco se puede recurrir al derecho indiscriminado de información, sin tener en cuenta los demás derechos de la persona», señaló el entonces Papa en 2000, en su Discurso en el Jubileo de los Periodistas.

«La conquista de una información veraz ha de ser empeño común de creyentes y no creyentes, aunque los medios confesionales ciertamente tendrían que estar en la delantera del compromiso por la verdad y en la denuncia de la falsedad», subrayan los prelados españoles.

Agradeciéndoles su trabajo, piden además a los comunicadores que tengan en cuenta, «a la hora de reflejar la realidad», las dimensiones de «Dios y de los valores trascendentes», pues sin ellas «no sería completo y veraz su tratamiento informativo».

[El texto íntegro del mensaje de la CEMCS está disponible en la sección de Documentos de Zenit].
ZS06052522

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Entrevista



Los signos del reacercamiento ortodoxo-católico, según el cardenal Kasper
Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 24 mayo 2006 (ZENIT.org).- Necesitará tiempo, pero existen signos de reacercamiento ortodoxo-católico, reconoce el presidente del dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el cardenal Walter Kasper.

Y es que «la división entre Oriente y Occidente no es hija de un solo acontecimiento --aclara--. Fue el resultado de un proceso de alejamiento que duró siglos».

Esa distancia «no se salva con un salto, sino con muchos pasos». «Son los que hemos empezado a dar. Y tengo confianza --reconoce-- en que el Espíritu sabrá conducirnos a buen fin».

En esta entrevista publicada el martes en el diario católico «Avvenire», el purpurado alemán hace un repaso de los últimos pasos y los próximos proyectos de este itinerario ecuménico.

--Eminencia, ¿qué ha sucedido en estos últimos tiempos entre Roma y Moscú?

--Cardenal Kasper: Nuestra impresión es que el ambiente ha mejorado mucho. El Patriarcado [ortodoxo. Ndt] de Moscú está dispuesto a colaborar sobre todo en el redescubrimiento de las raíces cristianas de Europa. Es un tema que nos importa mucho también a nosotros. Esperamos que se pueda avanzar paso a paso. Pero requerirá tiempo. Los problemas en el diálogo ecuménico nunca han sido sólo dogmáticos; también hay diferencias de mentalidad. El propio Patriarca Alejo no puede siempre avanzar como querría. Pero estoy convencido de que él está dispuesto a dar pasos importantes. Como lo está Benedicto XVI. No hay aún proyectos concretos, pero esperamos de verdad poder preparar el terreno para un encuentro entre ellos.

--Además en septiembre, en Belgrado, reanudará sus trabajos, tras seis años de estancamiento, la Comisión mixta para el diálogo teológico con las Iglesias ortodoxas en su conjunto.

--Cardenal Kasper: Será la primera sesión plenaria de la nueva comisión, con nuevos miembros. También el tema es nuevo: reflexionaremos sobre qué quiere decir estar en plena comunión. Y dentro de este marco queremos hablar del primado del Papa y del problema del llamado uniatismo.

--¿Qué ha cambiado respecto al verano de 2000, cuando los trabajos de la Comisión se interrumpieron?

--Cardenal Kasper: Hemos mejorado primero nuestras relaciones con Iglesias individuales. Lo hemos hecho con la de Grecia, Serbia, Bulgaria, y también con Moscú. Ahora hay un nuevo clima de confianza. Y pienso que construir confianza es siempre lo más importante.

--¿Pero este clima de confianza, en Moscú, se refleja también en las relaciones más cotidianas entre católicos y ortodoxos?

--Cardenal Kasper: La impresión es que también en esto hay mejoría. Ciertamente todas las dificultades no han desaparecido. Son cuestiones más bien ligadas a las relaciones entre mayoría y minorías. Y además está también el problema histórico de las relaciones entre rusos y polacos. Se necesita tiempo para superar ciertos prejuicios. Que por lo demás existen por ambas partes.

--El dialogo teológico se reanuda precisamente en los Balcanes, símbolo en los ‘90 de graves divisiones.

--Cardenal Kasper: Es un hecho muy significativo: también la Iglesia serbia estuvo durante bastante tiempo cerrada, y en cambio ahora se ha abierto al diálogo. Son ellos quienes se ofrecieron como sede para los trabajos. En Belgrado, ahora, el Santo Sínodo y la Conferencia Episcopal católica se encuentran regularmente para orar juntos, para informarse.

--Y en noviembre tendrá lugar la visita de Benedicto XVI al Patriarca de Constantinopla.

--Cardenal Kasper: El Papa habría deseado hacer ya el año pasado este viaje, pero no fue posible. Ahora visitará al Patriarca ecuménico, que tiene un primado de honor entre los patriarcas ortodoxos. Este viaje no dará resultados inmediatos, pero tendrá un valor simbólico importante. Y también será una ocasión para apoyar al Patriarca, a los católicos y a todos los demás cristianos que en Estambul y en Turquía viven su fe en una situación no fácil.

--¿El encuentro con Bartolomé será en El Fanar, la sede del Patriarcado?

--Cardenal Kasper: Sí. El Papa irá antes a Ankara, donde visitará a las autoridades. Luego se trasladará a Éfeso. Finalmente en Estambul tendrá un encuentro con el Patriarca ecuménico.

--En un mundo donde Oriente ha vuelto a ser una zona muy caliente, ¿qué puede expresar este reacercamiento entre católicos y ortodoxos?

--Cardenal Kasper: Con nuestras relaciones debemos ser un signo de reconciliación. Pienso sobre todo en Oriente Medio, donde las Iglesias cristianas son minoría. Hemos hecho muchos progresos en las últimas décadas; colaboramos, nos visitamos, hay muchos intercambios. Pero es verdad: el peligro del terrorismo y los enfrentamientos que vemos nos demandan un encuentro aún más pleno para ser auténticos testigos de paz.

[Traducción del italiano: Zenit.org]
ZS06052502

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Nuevos movimientos



Fraternidad de Comunión y Liberación


CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 18 mayo 2006 (ZENIT.org).- Publicamos la descripción que presenta el «Repertorio» de «Asociaciones Internacionales de Fieles», editado por el Consejo Pontificio para los Laicos, de la Fraternidad de Comunión y Liberación.

 

* * *




DENOMINACIÓN OFICIAL: FRATERNIDAD DE COMUNIÓN Y LIBERACIÓN

SIGLA: CL

DENOMINACIÓN HABITUAL: Comunión y Liberación

FUNDACIÓN: 1954

HISTORIA: En los primeros años de la década de los cincuenta la intuición de la necesidad de reconstruir una presencia cristiana en el ambiente estudiantil indujo a Luigi Giussani, profesor de la Faculta Teológica de Venegono (Varese), a dedicarse a la enseñanza de la religión en la escuela. La experiencia del pequeño grupo de estudiantes del Instituto de estudios clásicos Berchet de Milán, que se reunió alrededor de él, dio vida a Juventud estudiantil (Gioventù Studentesca - GS). Fuertemente apoyada por el entonces arzobispo de Milán, Giovanni Battista Montini, futuro papa Pablo VI, GS se difundió en otras ciudades italianas y, después del sesenta y ocho, empezó a reclutar universitarios y adultos. Así nació Comunión y Liberación, que en 1980 recibirá el reconocimiento canónico por el Abad Ordinario de Montecassino, monseñor Martino Matronola. Los primeros grupos de la fraternidad se constituyeron en la segunda mitad de los años setenta por iniciativa de antiguos universitarios pertenecientes a CL que, a través de un método de comunión deseaban profundizar la pertenencia a la Iglesia dentro de la condición de vida adulta y con las responsabilidades que esto conlleva. De su difusión en varios países surgió la Fraternidad de Comunión y Liberación. El 11 de febrero de 1982 el Consejo Pontificio para los Laicos decretó el reconocimiento de la Fraternità di Comunione e Liberazione como asociación internacional de fieles de derecho pontificio.

IDENTIDAD: La esencia del carisma de CL está en el anuncio de que Dios se ha hecho hombre; en la afirmación de que este hombre –Jesús de Nazaret, muerto y resucitado– es un acontecimiento presente, cuyo signo visible es la comunión, es decir, la unidad de un pueblo guiado por una persona viva, en último lugar por el Obispo de Roma; en la conciencia de que sólo en Dios hecho hombre y, por tanto, dentro de la vida de la Iglesia, el hombre es de verdad hombre y la humanidad verdaderamente humana. En la propuesta educativa de CL, la adhesión de la libertad de la persona al anuncio cristiano está determinada por el descubrimiento correspondiente entre las exigencias del corazón del hombre y un anuncio que responde a ellas. Es la racionalidad de la fe que lleva a los hombres y mujeres transformados por el encuentro con Cristo a comprometerse con la experiencia cristiana, hasta llegar a incidir en la propia sociedad. Este esfuerzo refuerza la conciencia de la propia identidad, hace vivir la vida como vocación, está sostenido por una comunión vivida que hace cotidiana la memoria del acontecimiento de Cristo. El proceso educativo –alimentado por el anuncio y la catequesis, por la participación a retiros y ejercicios espirituales, por la celebración de los sacramentos– privilegia la dimensión del trabajo cultural como profundización y expresión de la propia fe y como condición de una presencia responsable en la sociedad; por la acción caritativa como educación al servicio gratuito del otro y al compromiso social; por la misión como educación al sentido de la catolicidad de la Iglesia y como opción vocacional. El testimonio de Cristo en la escuela y en la universidad, en las fábricas y en las oficinas, en el barrio y en la ciudad pasa sobre todo a través del trabajo, que es la forma específica de la relación adulta con la realidad.

ESTRUCTURA: La vida de la Fraternidad se realiza a través de la libre formación de grupos de hombres y mujeres de cualquier condición y estado que fundan su amistad y comunión en el compromiso de caminar juntos hacia la santidad, reconocida como auténtico fin de la existencia. La dirección de la Asociación está confiada al Presidente y a la Diaconía central, de la que forman parte los responsables internacionales, los responsables de los distintos ámbitos de presencia y los representantes de las realidades agregativas nacidas del carisma de CL: la Asociación Laical Memores Domini ; la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de san Carlos Borromeo; la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Asunción. En las diócesis, el responsable diocesano está apoyado por una diaconía y por un Asistente espiritual nombrado por el Obispo del lugar sobre la propuesta del Presidente de la Fraternidad. Desde 1997 en Roma está el Centro Internacional de Comunión y Liberación, instrumento de relación de las realidades del movimiento en el mundo.

DIFUSIÓN: La Fraternidad cuenta con 47.994 miembros y está presente en 64 países distribuidos del siguiente modo: África (9), Asia (7), Europa (28), Norteamérica (7), Oceanía (1), Oriente Medio (3), Sudamérica (9). En las experiencias de CL participan más de 60.000 personas.

OBRAS Tanto personas a título individual como grupos pertenecientes a la Fraternidad han dado vida bajo su responsabilidad personal a obras culturales, caritativas y empresariales relacionadas en la Compañía de las Obras, con sedes en Italia y en el extranjero. Se trata de casas familia para personas con problemas psíquicos, drogadictos, discapacitados, enfermos de SIDA y enfermos terminales; empresas para la inserción en el trabajo de discapacitados; organizaciones no gubernamentales (AVSI, en Italia y CESAL en España) para la ayuda y el desarrollo de los países pobres; fundaciones como el Banco de Alimentos, que proporciona alimento cotidiano a más de medio millón de pobres en Italia, y el Banco Farmacéutico; centros de solidaridad para ayudar a los parados a encontrar trabajo; estructuras de asistencia en las cárceles de menores en África y en América; ayudas a familias necesitadas y acogida en familias de personas en dificultad. Las iniciativas nacidas en el campo de la cultura se han convertido en lugar privilegiado en el que el encuentro de experiencias diversas es ocasión para comunicar el proprium del acontecimiento cristiano: centros culturales; escuelas (con frecuencia llevadas adelante con cooperativas de padres); casas editoriales; actividad editorial y periodística; fundaciones e institutos académicos; encuentros internacionales, como el Meeting por la amistad entre los pueblos. Depende directamente de la Fraternidad la Fondazione Sacro Cuore de Milán, ente moral que gestiona colegios y actúa para la promoción y la tutela de la libertad de educación en la línea de la tradición cristiana y de la enseñanza de la Iglesia.

PUBLICACIONES: Huellas Litterae Communionis, revista mensual en italiano, francés, inglés, polaco, portugués/brasileño, ruso, alemán y español; Pequeñas Huellas, revista bimestral para niños.

PÁGINA WEB: http://www.comunioneliberazione.org

SEDE CENTRAL: Fraternità di Comunione e Liberazione
Via Porpora, 127
I - 20131 Milano (Italia)
Tel. [+39]02.26149301 - Fax 02.26149340
E-mail: cl@comunioneliberazione.org
Centro Internazionale di Comunione e Liberazione
Via Malpighi, 2
I - 00161 Roma (Italia)
Tel. [+39]06.44252652 - Fax 06.44252544
E-mail: centroint@comunioneliberazione.org

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Grupo Promotor del Movimiento para un Mundo Mejor


CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 18 mayo 2006 (ZENIT.org).- Publicamos la descripción que presenta el «Repertorio» de «Asociaciones Internacionales de Fieles», editado por el Consejo Pontificio para los Laicos, del Grupo Promotor del Movimiento para un Mundo Mejor.

 

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DENOMINACIÓN OFICIAL: GRUPO PROMOTOR DEL MOVIMIENTO PARA UN MUNDO MEJOR

SIGLA: GP del MMM

FUNDACIÓN: 1952

HISTORIA: El Movimiento para un Mundo Mejor nació en Roma como respuesta a la llamada de renovación dirigida por Pío XII a la Iglesia con el mensaje radiofónico conocido como “Proclama para un Mundo Mejor”. La predicación del padre Riccardo Lombardi, S.I., llevó en los años 1943-1956 a la difusión de las “Ejercitaciones para un Mundo Mejor” y a la apertura en Rocca di Papa (Roma) del Centro Internacional Pío XII, donado por el mismo Pontífice para la formación de los responsables de la comunidad. Entre 1956 y 1965, alrededor del padre Lombardi se constituyó el Grupo Promotor que después del Concilio se dedicará a su recepción, renovando metodologías y estrategias de acción. De 1965 a 1975 el Movimiento desarrolló estudios sobre su cambio, diálogo, secularización, Iglesia pueblo de Dios, mundo; lanzó el proyecto “Nueva imagen de parroquia”; además optó por descentralizarse, saliendo del centro Pío XII. En los años 1975-1989 se ampliaron sus estudios a los conceptos de participación y de justicia; se elaboraron proyectos pastorales para jóvenes, familias, ministerios, institutos religiosos; se inició el Proyecto diocesano de renovación-evangelización. En los diez años posteriores a la muerte del Padre Lombardi, acaecida en 1979, el grupo se reorganizó en equipos locales, regionales y nacionales; se concentró sobre la renovación de la Iglesia local o diócesis; desarrolló estudios sobre los signos de los tiempos, sobre la espiritualidad de comunión y sobre la solidaridad; junto al nombre tradicional añade “Servicio de Animación Comunitaria”. El 14 de diciembre de 1988 el Consejo Pontificio para los Laicos decretó el reconocimiento del Gruppo Promotore del Movimento per un Mondo Migliore como asociación internacional de fieles de derecho pontificio.

IDENTIDAD: El GP del MMM es un grupo intervocacional al servicio de la renovación- conversión de la Iglesia y de la sociedad, en la unidad universal, para la salvación del mundo. La finalidad del grupo es la de promover un movimiento para un mundo mejor, “movimiento” entendido como espíritu o dinamismo histórico que se injerta –y se pierde– en ese más global de la Iglesia y del mundo. Es un grupo de animadores: parte de la lectura de los signos de los tiempos y, llamando a la conversión a los grupos humanos, les abre a horizontes cada vez más amplios. Promueve la espiritualidad de comunión a través de proyectos de renovación-evangelización para institutos religiosos, parroquias, diócesis. Se caracteriza por la concepción comunitaria: amar a Dios, amar al prójimo y querer el bien común significa construirse juntos como pueblo de Dios, sensibilizando a métodos que consientan alcanzar la santidad comunitaria. Cada miembro continúa perteneciendo a la propia comunidad de origen, en nombre y en representación de la cual se pone al servicio del conjunto y a la que vuelve al terminar el propio mandato o servicio.

ESTRUCTURA: Cada grupo local tiene una Dirección que se articula en equipos –locales, regionales, nacionales– que promueven los proyectos de renovación- conversión a nivel de sensibilización, de profundización y de compromiso operativo. Los grupos locales se organizan internacionalmente por áreas geográficas, para hacer experiencia de comunión y de colaboración en la acción y en la formación apostólica, sobre la base de los respectivos planes. Cada área tiene un Coordinador y un Equipo de coordinación. Los Coordinadores, junto a la Dirección general, forman el Grupo internacional de animación que se reúne anualmente. Momento culminante de la vida y de la misión de la asociación es la Asamblea general o Cenáculo pastoral, que se convoca cada cuatro años y durante la cual se elige la Dirección general, formada por cinco personas. Para coordinar los estudios e investigaciones está el Equipo internacional de reflexión. Cada cuatro años el GP del MMM realiza un estudio, con el método de la investigación científica, con el fin de madurar la conciencia de la situación de la Iglesia y del mundo y de poner al día el propio patrimonio y sus instrumentos de servicio.

DIFUSIÓN: El GP del MMM cuenta con unos 600 miembros y está presente en 37 países distribuidos del siguiente modo: África (8), Asia (3), Europa (13), Norteamérica (4), Oceanía (2), Sudamérica (7).

SEDE CENTRAL: Gruppo Promotore del Movimento per un Mondo Migliore
Via Monte Altissimo, 23
I - 00141 Roma (Italia)
Tel. [+39]06.8185678 - Fax 06.87191893
E-mail: mondo.migliore@iol.it
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Documentación



Documento final del primer Congreso de Televisión Católica Latinoamericano y del Caribe


MEDELLÍN, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- Publicamos el «Documento final» del primer Congreso de Televisión Católica Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Medellín, Colombia, que lleva por título «Comunicadores, discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida».


 


DOCUMENTO FINAL

Comunicadores, discípulos y misioneros de Jesucristo
para que nuestros pueblos en Él tengan vida



Al finalizar el Congreso de Televisión Católica Latinoamericano y del Caribe, después de compartir y escuchar a los representantes de los Canales y de ver, analizar y valorar sus esfuerzos y producciones, nos alegra constatar que todos están buscando maneras de ser consecuentes con el Evangelio del Señor y la Buena Noticia. Su capacidad creativa es demostrada al enfrentar los retos que exige una buena programación, una tecnología adecuada y una capacidad de gestión profesional.

En el actual contexto socioeconómico y político latinoamericano, donde la lógica del mercado pretende imponerse como principio de acción cotidiana, y los canales comerciales hacen de la persona una mercancía, estamos convencidos que debemos hacer de la Televisión un instrumento de personalización, que posibilite por un lado, el conocimiento y el encuentro con la persona de Jesús y su propuesta de vida, y por el otro, logre poner en evidencia el drama de hombres y mujeres concretos, que luchan cotidianamente para que sus derechos mínimos sean respetados, dándoles esperanza y fe.

Como comunicadores, discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él encuentren el camino,


Constatamos…

1. La variedad de enfoques y perspectivas pastorales con la que cada canal busca ser consecuente con el Mensaje de la Buena Nueva en la Iglesia. Esta variedad nos permite buscar la unidad en una sana pluralidad, y esa unidad, está fuertemente marcada por la fidelidad creativa al Señor de la vida y de la historia, por la actitud constante de conversión y por el compromiso por construir el Reino de Dios en nuestras comunidades locales.

2. La necesidad de crecer en la capacidad de construir mensajes televisivos, respetando sus fines, lógicas, narrativas y lenguajes, con ética y estética, al servicio de la humanidad y de identificar las diferentes realidades de los públicos a los que queremos llegar. Por eso es necesario que coordinemos nuestros esfuerzos, talentos y recursos, para que desde la pluralidad, demos testimonio de unidad y fortaleza en medio de un mundo tan competitivo y excluyente como es la industria de la imagen.

3. Los procesos de transformación que vive el mundo, una sociedad que se plantea su felicidad sin Dios, pero también somos conscientes de los valores que poseen los pueblos latinoamericano y de la credibilidad que la Iglesia tiene en nuestros países. Su papel es crucial en la resolución de conflictos, en la recuperación de la esperanza y en la defensa de la dignidad humana.

4. Que la industria televisiva nos impone ritmos y estándares de producción que no siempre permiten el discernimiento claro de los acontecimientos y la adecuada calidad de nuestros productos, y que ésta realidad de la “prisa” puede terminar por dificultar la escucha atenta de Dios que se manifiesta en la vida cotidiana y en las necesidades de las personas a las que deseamos acompañar y servir.

5. Que es preciso hacer sinergias de cooperación a varios niveles; crear redes de producción y formación entre los diferentes canales


Como comunicadores, discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él descubran la Verdad,


Estamos convencidos que …

6. Sólo a los pies del Maestro y en una actitud de discípulos podremos escuchar el clamor de nuestro pueblo y la voz del Señor, y que esta experiencia de encuentro y fidelidad a Dios y al ser humano, debe ser la que alimente todos nuestros esfuerzos creativos en el campo de la televisión, respetando la lógica de los medios y la lógica de la Encarnación como principio supremo. Nuestra fuente de inspiración es el drama humano cotidiano de los pobres.

7. Si uno de los pilares de la fe cristiana está constituido por la revelación del ser humano como imagen de Dios,… y vio Dios que su obra era buena, bella y verdadera, podemos también transmitir en imágenes y fotogramas la fe vivida de una comunidad, que se expresa en sus símbolos, ritos, cultura, palabras, gestos, esfuerzos, deseo de Dios, y que ésta capacidad evocativa de la imagen, sumada a los esfuerzos por ser legibles y creíbles en nuestra vida diaria, puede llegar a suscitar el deseo del Absoluto y en última instancia la opción por Jesús.

8. La belleza que va más allá de los estándares impuestos en la actualidad, puede ser presentada como medida de humanidad y autenticidad. Estamos convencidos que el esfuerzo constante por realizar producciones “bellas y de calidad”, puede llevarnos a pasar de la emoción al asombro, del asombro a la conmoción y de la conmoción a la búsqueda de Dios y al compromiso. Este proceso es un camino privilegiado para responder, a través de la imagen televisiva, a la necesidad simbólica y de significado que todavía permanece en la sociedad moderna. En definitiva, es una invitación a “gustar la vida y a soñar el futuro, porque sabemos que la belleza de las cosas creadas no pueden saciar del todo y suscitan esa arcana nostalgia de Dios” (Cfr. Carta de Juan Pablo II a los artistas, 1999).

9. En la actualidad, cuando unos pretenden tener el monopolio de la verdad y otros han renunciado definitivamente a ella o desean ser fuente de su propia verdad, la búsqueda de ella es para nosotros, como comunicadores cristianos, un compromiso ineludible, un imperativo y una misión. Tal búsqueda sólo podrá hacerse desde la oración, el diálogo ecuménico abierto y sincero y en comunión eclesial.
Somos conscientes de que esta búsqueda de la verdad puede traer serias dificultades, que hemos de estar dispuestos a asumir en la fidelidad sin claudicar.


10. Nuestra riqueza está en fortalecer la identidad y la espiritualidad del Señor de la Vida en nuestras obras, haciendo de cada canal y productora un servicio eficaz a su comunidad eclesial y también a su entorno social y cultural.

Como comunicadores, discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida,


Nos comprometemos a…

11. Cultivar la oración como principio y fuente de la acción.

12. Generar un ambiente de libertad que promueva la identidad de cada productora, canal o realizadora de televisión católica, presentándonos como comunicadores, discípulos y misioneros, trabajadores de la televisión latinoamericana y del caribe.

13. Mantener los ojos abiertos a la realidad sin perder de vista nuestro anhelo y compromiso evangelizador, con humildad y generosidad en el dar y el recibir sin complejos, fortaleciendo la integración de proyectos y eventos al servicio de las televisoras más necesitadas.

14. Promover la formación integral de los comunicadores católicos para que se especialicen en las distintas áreas de la producción televisiva, que son el soporte para la producción con alta calidad estética en la televisión.

15. Generar alianzas estratégicas entre productores, canales y proveedores católicos y comerciales y dejar el recelo a este tipo de convenios y vínculos. Compartir la experiencia, el conocimiento y los recursos entre los canales en miras a mejorar la calidad de nuestro servicio

16. Aceptar el reto de creatividad al que nos invitan las nuevas tecnologías y a reconocer la importancia de que nuestros medios sean competitivos por su calidad y profesionalismo.

17. Hacer comunicación partiendo de la realidad de nuestros pueblos, manteniendo claros nuestros principios y objetivos sin sucumbir ante las exigencias y presiones de los patrocinadores.

18. Promover la perspectiva de construir una red de comunicación, comunión y cooperación en el convencimiento de que nadie tiene la exclusividad del mensaje de Cristo.

19. Trabajar insistentemente para asegurar la sostenibilidad y el funcionamiento de nuestros canales y productos

20. Profundizar y reflexionar en lo que significa ser comunicadores, discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Èl tengan vida.



25 de Mayo de 2006
ZS06052519

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El valor de comunicar la verdad
Mensaje de los Obispos de la Comisión Episcopal española de Medios de Comunicación

MADRID, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- Publicamos el mensaje de los obispos de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (de la Conferencia Episcopal Española) con ocasión de la celebración --el 28 de mayo-- de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

 

* * *



 

El valor de comunicar la verdad

Mensaje de los Obispos de la Comisión Episcopal
de Medios de Comunicación Social (CEMCS)

28 de mayo de 2006


1. La celebración de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales fue instituida por el Concilio Vaticano II (cf. Inter mirifica, 18) para concienciar a los fieles sobre la importancia que los medios de comunicación tienen para la misión de la Iglesia y su destacada influencia en las personas y comunidades.

Constituye también una oportunidad para agradecer a los medios y a sus profesionales el servicio que prestan al libre y democrático ejercicio de la vida ciudadana, la cual no se puede construir al margen de Dios y de los valores trascendentes, por lo que a la vez les pedimos tengan en cuenta, a la hora de reflejar la realidad, estas dimensiones sin las cuales no sería completo y veraz su tratamiento informativo.

2. A eso se añade la necesidad que la propia Iglesia tiene de una adecuada información religiosa y de medios de comunicación en los que, además de mostrar de forma coherente la doctrina del Evangelio, se refleje la variada vida de la comunidad cristiana. Vaya pues por delante, igualmente nuestra gratitud y reconocimiento a cuantos hacen posible que los medios encuentren un adecuado lugar en la Iglesia, ya sea trabajando directamente en el campo de la información religiosa en prensa, radio, televisión e Internet, o bien en la pastoral de las comunicaciones sociales, especialmente en las delegaciones diocesanas de medios. Con ellos se sirve notablemente a la comunión y a la participación eclesial.

Medios para la cohesión social
3. Precisamente para fomentar el papel y la responsabilidad de los medios de comunicación como instrumentos de cohesión social, el Papa Benedicto XVI ha elegido como lema para la Jornada de las Comunicaciones Sociales de este año el de "Los medios: red de comunicación, comunión y cooperación".

Este compromiso operativo se nos muestra más urgente cuando la fragmentación y hasta la fractura van ganando terreno en la vida personal y en el marco social, dificultando la necesaria serenidad y la convivencia armónica. Por esto mismo resulta muy oportuna y provechosa la llamada del Papa cuando afirma que "los medios de comunicación deben aprovechar y ejercer las grandes oportunidades que les brinda la promoción del diálogo, el intercambio de conocimientos, la expresión de solidaridad y los vínculos de la paz. De esta manera ellos se transforman en recursos incisivos y apreciados para la construcción de la civilización del amor que toda persona anhela" (n.4).

4. Especialmente útil es esta contribución de los medios en nuestro país donde hemos de seguir trabajando por una mayor cohesión social y unidad de los ciudadanos, sabiendo que ello exige necesariamente tanto la opción por la verdad, mostrada con caridad (cf. 1Cor 13,1-3; Col 4,6; Ef 4, 25.29), como por los valores que sustentan la dignidad de la naturaleza humana, y que tienen en Jesucristo, el Verbo Encarnado, el verdadero modelo de referencia y plenitud (cf. Concilio Vaticano II. Gaudium et spes, 22). A conseguir esto han de ayudar los medios y los comunicadores que, en virtud de su adhesión a la verdad, ejerciten serena y pacificadoramente el quehacer informativo.

La verdad del hombre
5. Los avances tecnológicos facilitan una comunicación instantánea y directa que puede favorecer el bien común de la sociedad. Sin embargo, esta inmediatez de la comunicación moderna no se traduce, en muchas ocasiones, en una mayor cooperación entre los pueblos y en una más profunda comunión entre las personas. Así lo confirman la persistencia entre nosotros de grandes diferencias sociales e incluso la ausencia en la conciencia de la opinión pública de los problemas de las zonas más pobres y deprimidas del planeta. ¿Cuándo aparece, por ejemplo, África en los medios?, o ¿cuál de estos medios nos habla con profundidad y extensión de las causas que obligan a tantas personas a salir de sus países y buscar mejores condiciones de vida en Europa arriesgando sus vidas?, ¿por qué se debilita este sentido social de la comunicación, inherente a su verdadera naturaleza y en cambio se prima el puro interés económico y consumista o el entretenimiento superficial? Sencillamente porque iluminar las conciencias, formar opinión y crear pensamiento nunca es una tarea neutral.

Para que haya una comunicación verdadera en las actuales circunstancias de pensamiento único, de manipulación del lenguaje y de relativismo gnoseológico y moral, se requieren principios, valentía y decisión (cf. Benedicto XVI. Discurso a la plenaria del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales, Roma 17/3/2006). En este nuevo siglo, el periodismo se enfrenta a desafíos nunca imaginados, porque los comunicadores sociales se han convertido "en oscuro objeto del deseo" de los grupos de presión, especialmente de los gobernantes. De ahí que el periodismo necesita hoy volver a razonar sobre los principios y fundamentos del oficio, ya que una comunicación sin trampas requiere superar las cortapisas ideológicas, económicas y políticas que a veces dificultan la auténtica información. Es ineludible, por tanto, fomentar entre los periodistas y demás comunicadores la conciencia responsable de que son servidores de la verdad y promotores de la paz.

Apostar por los valores éticos
6. Para lograrlo, animamos, con respeto y humildad, a cuantos trabajan en los medios, ya sean de titularidad eclesial o civil, a un verdadero rearme ético, tomando pie de las palabras del recordado Juan Pablo II cuando invitaba a los periodistas a que concibiesen su trabajo como una tarea en cierto sentido «sagrada», ejercida con la conciencia de que "se les confían los poderosos medios de comunicación para el bien de todos, en particular para el de las capas más débiles de la sociedad... No se puede escribir o emitir sólo en función del índice de audiencia, a despecho de servicios verdaderamente formativos. Ni tampoco se puede recurrir al derecho indiscriminado de información, sin tener en cuenta los demás derechos de la persona" (Discurso en el Jubileo de los Periodistas. 5/6/2000).

Una verdadera comunicación humana sólo es posible mediante el diálogo y el intercambio de conocimientos, a fin de construir entre todos una sociedad más justa y solidaria (cf. Juan Pablo II, Carta Apostólica El rápido desarrollo, Roma 2005, nº 11), donde la comunicación esté basada en la objetividad de las noticias, se faciliten los máximos datos de los hechos de interés público, sean respetados los diversos puntos de vista, se apoye a la familia y se defiendan los grandes valores de la dignidad de la persona humana.

7. Todo esto no es sólo obra de los periodistas, sino también del público en general. Las exigencias éticas en el campo de la comunicación no son únicamente para las entidades públicas, sino también para las empresas privadas. La conquista de una información veraz ha de ser empeño común de creyentes y no creyentes, aunque los medios confesionales ciertamente tendrían que estar en la delantera del compromiso por la verdad y en la denuncia de la falsedad, en especial, como dice Benedicto XVI, "de aquellas tendencias perniciosas que corroen el tejido de una sociedad civil y de la persona" (cf. Discurso a la plenaria del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales, Roma 17/3/2006).

8. En ese horizonte de esperanza, ofrecemos a los que trabajan en los medios nuestro apoyo y disponibilidad, a fin de que juntos podamos comunicar con valentía la verdad y construir en nuestro país una comunicación verdaderamente humana en la que, ciertamente, hay muchas más cosas que nos unen que las que nos separan.

Y como prueba de afecto y señal de amistad, os aseguramos nuestra oración y bendición,

+ Juan del Río
Obispo de Asidonia-Jerez y Presidente

+ Antonio Montero
Arzobispo emérito de Mérida-Badajoz

+ José H. Gómez
Obispo de Lugo

+ Joan Piris
Obispo de Menorca

+ Joan Carrera
Obispo auxiliar de Barcelona

+ Raúl Berzosa
Obispo auxiliar de Oviedo
ZS06052521

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Encuentro Mundial de las Familias – Catequesis preparatoria V
«Los sacramentos, momentos especiales para la transmisión de la fe»

CIUDAD DEL VATICANO/VALENCIA, jueves, 25 mayo 2006 (ZENIT.org).- «Los sacramentos, momentos especiales para la transmisión de la fe» es el tema de la quinta catequesis del programa que, para todas las parroquias del mundo, han elaborado el Pontificio Consejo para la Familia y el arzobispado de Valencia en preparación al V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) --convocado por el Papa en la ciudad española del 1 al 9 de julio--.

En nueve capítulos las catequesis tratan los grandes temas del Catecismo de la Iglesia Católica en una reflexión sobre la esencia de la familia cristiana, los valores del matrimonio y la transmisión de la fe.

Sumándose a esta preparación, Zenit está difundiendo semanalmente el texto íntegro de dichas catequesis (v. servicios informativos del 27 de abril; 4, 11 y 18 de mayo).

La Introducción («El amor humano no puede existir si quiere sustraerse a la Cruz») propuesta a este programa catequético es el discurso del Papa Benedicto XVI en la apertura del Congreso eclesial de la diócesis de Roma sobre familia y comunidad cristiana (Zenit, 7 y 8 de junio de 2005).

La web plurilingüe www.wmf2006.org ofrece amplia información sobre el EMF.

 

* * *



 

Catequesis quinta
LOS SACRAMENTOS, MOMENTOS ESPECIALES PARA LA TRANSMISIÓN DE LA FE



1. Canto Inicial.

2. Oración del Padrenuestro.

3. Lectura bíblica: Mateo 28, 16-20

4. Lectura de la Enseñanza de la Iglesia:

1. Los bautizados son consagrados por la regeneración y la unción del Espíritu Santo como casa espiritual y sacerdocio santo, para que, por medio de toda su vida, ofrezcan sacrificios espirituales y anuncien el poder del que los llamó a su luz admirable. Así pues, perseverando en la oración y alabando juntos a Dios, han de ofrecerse a sí mismos como hostia viva, santa y grata, y dar testimonio incesante de Cristo y razón de la esperanza que llevan en sus vidas. Los fieles ejercen su sacerdocio, sobre todo, por medio de una vida santa y en la recepción de los sacramentos.

2. Los sacramentos son las obras maestras de Dios, pues en ellos se hacen presentes y operativos los grandes acontecimientos salvíficos, muy singularmente el de la Pascua de Cristo, por el que fuimos reconciliados con Dios y participamos en su misma vida divina. En virtud de la mediación de la Iglesia, la gracia salvadora de los siete sacramentos sale a nuestro encuentro a lo largo de nuestra vida: por el Bautismo nos regenera como hijos de Dios y nos introduce en su familia; con la Confirmación, acrecienta nuestra inserción en Cristo y en la Iglesia; mediante la Eucaristía lleva a plenitud nuestra incorporación a Cristo y nuestra pertenencia a la Iglesia; con la Penitencia repara las heridas y restaura la comunión rota por el pecado; con la Unción viene en nuestra ayuda para que vivamos con Cristo la enfermedad y demos sentido corredentor a nuestro sufrimiento; por el Matrimonio santifica el amor humano entre hombre y mujer haciéndoles signo visible de la unión de Cristo y la Iglesia; y con el sacramento del Orden consagra a los sacerdotes como ministros de Cristo y les habilita para predicar, santificar y regir al pueblo de Dios.

3. La coherencia de vida de la familia como Iglesia doméstica, tanto en los momentos más importantes como en los más comunes y ordinarios, es de suma importancia para trasmitir la fe a los hijos. Por ello, es muy conveniente darles la oportuna y adecuada explicación y así ayudar a la catequesis preparatoria de cada sacramento. De esta forma, cada uno de los hijos irá entendiendo e incorporando a sus vidas la diferencia y riqueza de la gracia significada y realizada por cada uno de los sacramentos.

4. A este respecto, la pronta recepción del sacramento del Bautismo indica, con los hechos, la importancia que tiene para los padres que los hijos, junto a la vida natural, sean engendrados a la vida de Dios. Algo semejante ocurre si, desde la más tierna edad, se les va disponiendo -con una catequesis adaptada, aprovechando las circunstancias- a que apetezcan la recepción del Cuerpo y de la Sangre de Cristo; de este modo se les facilitará también que, llegado el momento de la Primera Comunión, puedan disponerse a través de la catequesis familiar y/o parroquial con mayor aprovechamiento. Otro tanto se puede decir respecto al sacramento de la Penitencia: si ven a los padres acercarse a recibir el perdón de Cristo en dicho sacramento, nacerá en los hijos el deseo de recibirlo. Un período delicado es la preparación a la Confirmación, que puede afianzarles en su adhesión a Cristo y no ser el tránsito a un cierto abandono de la piedad. Por eso, requiere un seguimiento especial por parte de los padres. Otro tanto cabe decir sobre la orientación en la elección de vida, una vez llegada la juventud. Los padres, respetando escrupulosamente su personal decisión, deben guiarlos en la elección de estado bien se trate de una entrega en el Matrimonio bien en el camino de la virginidad.

5. Reflexión del que dirige.

6. Diálogo:

- ¿Por qué los sacramentos nos hacen participar en la misión de Jesucristo?
- ¿Cómo lograr que los hijos aprecien y apetezcan su recepción?
- ¿Cómo ayudar a superar las dificultades que puedan encontrar?

7. Compromisos.

8. Oración del Ave María e invocación: Regina familiae. Ora pro nobis.

9. Oración por la familia: Concédenos Señor, que cuantos hemos recibido los sacramentos, manifestemos en todas las circunstancias de la vida los misterios de la muerte y resurrección de tu Hijo en los cuales hemos participado. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

10. Canto final.

 

© Pontificio Consejo para la Familia y Arzobispado de Valencia 2005


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