Fe y Obras

¿Habló Cristo en vano?

 

 

15.09.2016 | por Eleuterio Fernández Guzmán


 

Es más que conocido el episodio de la moneda y lo que Cristo dijo entonces. Sentó un principio que no debe ser roto aunque no podemos negar que la propia Iglesia católica lo ha roto muchas veces a lo largo del tiempo, de los siglos pasados desde aquel instante. Pero una cosa es eso y otra que eso sea lo que haya que hacer, que no lo es.

Ya sabemos que, en una ocasión, le preguntaron a Cristo si se debían pagar impuestos a Roma. Aquello era una trampa de parte de quien le hacía tal pregunta.

Pero Jesús, como era mucho más astuto que los que le preguntaban dijo aquello de que hay que dar al César lo que es del César y a Dios lo que es Dios. Y es que quería una separación clara entre el mundo y el Todopoderoso pero sin olvidar (o por eso mismo) el primer Mandamiento que establece amar a Dios sobre todas las cosas…

Queremos decir que está más que claro que la teoría es que la Iglesia católica, fundada por Cristo y, como es de suponer, bajo su mandato y doctrina, no puede zascandilear con el poder político para alinearse a un lado o a otro.

Es cierto, como decimos supra, que eso lo ha hecho muchas veces a lo largo de la historia de la misma. Sin embargo, ni es lo más recomendable ni ha dado muy buenos resultados.

Pues resulta que aquí, entre nosotros, hay quien cree que puede alinearse  con ciertas posiciones políticas y, lo que es peor, dividir al pueblo de Dios.

Esto lo decimos por algún obispo de Cataluña que, al parecer, tiene preferencia por la independencia de tal parte de España.

Lo que se hace, actuando de tal manera, es sembrar cizaña entre el pueblo de Dios y engañar-escandalizar a muchos sencillos en la fe. ¿Ha olvidado eso de la piedra de molino?

Y eso no es todo. Lo que más pasa con tal tipo de actuaciones es que se conculca aquel principio cristiano, luego católico, según el cual una cosa es una cosa y otra, Dios mismo, otra muy distinta. Sin embargo, hay quien quiere pasarse eso por el forro de sus caprichos y anda, hace ya mucho tiempo, incordiando por aquella parte de España.

El tal obispo (y, a lo mejor, otros que no lo dicen) no debería hacer según qué cosas como, por ejemplo, también lo hacen ciertas religiosas a favor de posiciones muy alejadas de la Iglesia católica en cuanto a principios que no son negociables… salvo para los que creen que pueden negociar con todo.

Es bien cierto, al respecto de esto, que hay muchos que creen que el Hijo de Dios habló por hablar y que no tenía nada mejor que decir cuando predicaba. Y es que eso les viene bien porque, al fin y al cabo, no son más que relativistas con piel de oveja.

¡Sí!, lobos y más que lobos.

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net