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Otras corrupciones

 

Francisco Rodríguez Barragán | 21.08.2016


Todos los días leemos o escuchamos el mantra de la corrupción del Partido Popular, que no dudo que la tenga, pero los demás partidos ¿están limpios de corrupción? Es dudoso. Luchar contra esta lacra es loable, pero quizás sería conveniente meditar sobre otras corrupciones que nos afectan a todos los ciudadanos y que demuestran la falta de moralidad, honradez e incluso sentido común de los que nos gobiernan.

Podemos empezar por las inversiones de las distintas administraciones que tienen difícil justificación. Las deudas generadas por todas ellas recaen sobre el bolsillo de los contribuyentes que pienso tienen derecho a exigir cuentas del dinero que, a través del consumo o de la renta, tenemos obligatoriamente que pagar y todavía más si el dinero proviene de fondos europeos, que nos concedieron para elevar el nivel de renta de algunas regiones que después de tantos años siguen a la cola, pues la mala gestión de estos fondos afecta a todos los ciudadanos que formamos la Unión Europea.

No veo que ninguno de nuestros políticos proponga la exigencia de responsabilidades por la construcción de aeropuertos cuya viabilidad no se tuvo en cuenta, de carreteras radiales que vemos escasamente utilizadas, de televisiones de ámbitos diversos perfectamente prescindibles, de medios de transporte onerosos como metropolitanos innecesarios que tienen que ser subvencionados por las administraciones. ¿Son rentables todas las líneas de alta velocidad?

Hay polideportivos o teatros en pueblos de escasos habitantes que no se justifican, de escasa utilización y demanda. Quizás la razón de hacerlos fue que en el pueblo de al lado lo hicieron y no vamos a ser menos.

También tenemos colegios e institutos con escasos alumnos y otros sitios con aulas provisionales que se han convertido en definitivas.

En mi ciudad se ha levantado un complejo sanitario enorme que seguramente era innecesario, máxime en tiempos de crisis económica. También muchos organismos y administraciones construyen sin parar nuevos edificios, sin que nadie haya planteado la pregunta ¿son necesarios?

No hay peor corrupción que la mala administración del dinero público y los partidos, más interesados en derribar al contrincante que en proponer soluciones posibles, no les he oído pedir cuentas sobre el uso del dinero público.

Es grave que alguien se aproveche del cargo para su lucro personal y debe ser perseguido, castigado y que devuelva el dinero mal adquirido, pero ¿qué responsabilidad puede exigírsele a quienes gastaron sin prudencia? Si además gastaron pensando en comisiones y mordidas para sí mismos o para el partido ¿no deberían ser inhabilitados de por vida para cualquier cargo público?

De vez en cuando oigo hablar de la reforma de la administración pero lo cierto es que tenemos demasiadas administraciones, demasiados funcionarios y demasiados políticos y poco se hace para resolverlo. Conseguir el mejor y más barato aprovechamiento de los medios humanos y materiales  que los ciudadanos ponemos en manos de las administraciones. ¿Está entre las medidas de las que tanto se habla?

¿No es escandaloso que nuestros representantes solo se pongan de acuerdo para fijar sus sueldos, dietas y beneficios?

Me aburre oír a todas horas hablar de la corrupción pero de la responsabilidad de los gobernantes en las decisiones equivocadas o imprudentes, que repercuten en todos los ciudadanos, no se habla, quizás porque todos tienen que callar.

A ver si el próximo gobierno se toma en serio las reformas que necesitamos para que los dineros que nos arrebatan no se dilapiden.

 

Francisco Rodríguez Barragán